Conferencia de Trout Unlimited

El impacto del cambio climático en las poblaciones de peces y en la pesca

El viernes 8 de febrero tuvo lugar en la sede de nuestra Asociación una exposición de Trout Unlimited (TU) acerca de los efectos que el cambio climático está produciendo sobre las cuencas de los ríos y las poblaciones de peces que habitan en ellos.
TU es una organización no gubernamental con sede en Arlington, Virginia, Estados Unidos de América, que se ha ocupado históricamente de la preservación de los ambientes de salmónidos, asesorando y colaborando en la implementación de las políticas oficiales en los Estados Unidos.
Su accionar se ha dirigido a lograr conciencia entre cazadores y pescadores acerca de las prácticas imprescindibles para la conservación de los ambientes, y prestar apoyo a los programas oficiales de restauración por medio del trabajo de voluntarios de organizaciones ambientalistas, ya sea para la toma de datos, para la reconstrucción de costas afectadas por sobrepastoreo, o explotación maderera.
En la actualidad ha formulado un programa de acción que deberá completarse en el curso de una generación, es decir en los próximos treinta años, como legado hacia el futuro.
Sus fondos provienen de donaciones de particulares, o de recursos públicos por sus trabajos de asesoramiento o investigación en proyectos oficiales
La charla estuvo a cargo de su actual Presidente, el Sr. Charles Gauvin y fue traducida por el Sr. Fernando Vinelli ex Presidente de la AAPM.
Evidencias alarmantes del cambio climático

Once de los últimos doce años se ubican entre los de más altas temperaturas desde l850 a la fecha.
Ello se traduce en un aumento paulatino de las temperaturas globales, un retroceso en las masas de hielo en los casquetes polares y los glaciares continentales, derretimiento del permafrost, y en definitiva una menor disponibilidad de agua dulce y fría; y correlativamente una mayor cantidad de agua dulce y cálida en los sectores inferiores de las cuencas y en el agua del mar.
Ese mayor volumen de agua dulce circulando, produce a su vez alteraciones en el curso de las corrientes oceánicas pues modifica la salinidad, también un incremento de nivel que inunda áreas costeras, y efectos directos sobre el régimen de lluvias, que de su regularidad habitual pasan a concentrarse en fenómenos de gran intensidad como la mayor ocurrencia de huracanes sobre las zonas costeras.
Estas modificaciones sobre la cantidad y calidad de agua disponible afecta primordialmente las poblaciones de salmónidos, dado su dependencia de agua fría y limpia en cantidades abundantes.
La trucha fontinalis, una variedad que necesita aguas frías y muy oxigenadas, ya ha sufrido reducciones importantes en la cantidad, pues se ha visto obligada a retroceder a los sectores de mayor altura de las cuencas donde estas condiciones todavía se mantienen.
Otras variedades de truchas también se han visto afectadas, dado que los cambios en el agua han producido a su vez, modificaciones en las eclosiones de los insectos que les sirven de alimento, la eclosión se produce más temprano y es de menor duración.
Los cambios en la salinidad de las aguas en el mar, no solamente ha variado el patrón de tormentas, sino reducido el alimento disponible, que afecta el ciclo de los salmones.
En el caso de los ambientes ictícolas, los efectos generales del cambio climático, se ven agravados por la acción del hombre en su aprovechamiento económico de esos lugares con perforaciones petroleras, explotación de yacimientos minerales, tala de bosques y construcción de represas con propósito de riego o de generación de energía.
Este tipo de actividades que de por sí afectan las cuencas, ya sea contaminando el agua o directamente poniendo barreras a su curso, como el caso de las represas, adquieren proporciones de catástrofe en una condición de cambio climático.
La introducción de especies exóticas también contribuye a la alteración del medio, aumentando la competencia por el alimento disponible, como el caracolillo de Nueva Zelandia.

Propuestas de acciones a llevar a cabo

Frente a ello la postura de TU ha sido no solamente la de seguir apoyando los reclamos de distintas entidades en cuanto a la limitación de las prácticas que produzcan gases de efecto invernadero, sino la de pasar a desplegar políticas activas actuando en forma directa sobre los ecosistemas, dado que frente a la magnitud de los efectos del cambio climático, y su naturaleza posiblemente inevitable, ya no alcanza solamente con actuar sobre sus causas, sino sobre sus efectos tratando de minimizarlos.
En relación con las pesquerías los ejes fundamentales definidos por Gauvin han sido, mantener la calidad del agua y la conexión entre los distintos ambientes que conforman una cuenca ictícola.
Para ello pasó a definir una estrategia que se ilustra definiendo las tres grandes zonas de relieve que aparecen en un corte continental y abarcan, desde el nacimiento de las aguas en las alturas, a continuación las laderas de montaña y luego el curso inferior de éstas, cuando corren como ríos de llanura.
Las acciones a llevar a cabo en cada una de estas regiones se diferencian conforme el estado en que se encuentran cada una de ellas. Para las regiones de altura, en las que nacen los cursos de agua, que por sus propias características topográficas han sido poco afectados por la actividad económica, pues se trata de lugares aislados, sin caminos con pocas poblaciones instaladas, se propone preservarlos en el estado más natural posible a fin de que conserven su equilibrio, tratando de reducir el impacto de actividades extractivas como la maderera, las perforaciones petroleras o la minería, alentando para que, de llevarse a cabo se lo haga de un modo sustentable.
Para las regiones medias, que ya han recibido el impacto de la actividad económica como la ganadería, la explotación minera o la construcción de represas, la acción a llevar a implementar es mantener la conexión entre los distintos sectores de la cuenca de modo tal de no interrumpir el flujo de las aguas, asegurar el libre tránsito de los peces, para favorecer la biodiversidad, teniendo en cuanta sobre todo, en el caso de los salmónidos que se trata de peces migratorios que deben volver a sus camas de desove aguas arriba para luego continuar su desarrollo en otros lugares de la cuenca.

Para los sectores de llanura, restaurar las condiciones ambientales, evitando que la actividad económica, como el sobrepastoreo, la instalación de poblaciones o el vertido de efluentes sin tratamiento previo, degrade sus condiciones, contamine sus aguas o deteriore las orillas o sus cauces, dejando el suelo desnudo o aumentando sus sedimentos.
De estas acciones, la que más se adecuaría a la situación actual en la Argentina, sería la prevención, dado que los lugares de pesca por su ubicación geográfica o la escasez de poblaciones instaladas, no se han visto hasta el momento significativamente afectados. Un caso concreto citado por el expositor fue el río Carrileufú en cuyas orillas se puede percibir claramente los efectos del sobrepastoreo, fácilmente reversible con técnicas preventivas.
También fueron mencionados en esta evaluación, como un dato conveniente para resistir mejor las modificaciones que se producen como consecuencia del cambio climático, las variedades de salmónidos que fueron introducidos en nuestro país. Las truchas Arco Iris son provenientes de un criadero de California cuyos ejemplares poseen un franja roja y son de conocida resistencia a las altas temperaturas, y también hay truchas marrones cuya tolerancia a las temperaturas altas es mayor que en las restantes variedades

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