El control de la pesca

Publicado en Aire Libre

Se necesita un control rigurosoy los pescadores deben ser los primeros en dar el ejemplo de obediencia.

Un aspecto trascendental para la administración de un recurso de pesca es el control. De acuerdo con nuestra Constitución Nacional, cada una de las provincias que conforman la nación se ha reservado, entre otras facultades, la de ejercer los poderes de policía y juzgamiento para la represión de las acciones ilícitas, cualquiera fuera la gravedad de ellas, en tanto no comprometan al interés federal.
Queda con esto dicho que la prevención y sanción de los actos vedados por el reglamento de pesca deportiva están a cargo de cada una de las provincias, y por lo tanto no puede hacerse mérito de la eficiencia del control en general, sino a riesgo de cometer alguna injusticia en el tratamiento del tema, dado que no todas han puesto sobre esta cuestión el mismo énfasis y disposición de recursos materiales y humanos destinados a velar por el cumplimiento de las normas reglamentarias de la pesca deportiva.
En los últimos años, por ejemplo, la provincia de Neuquén, a través de la Dirección General de Contralor de Recursos Naturales, ha dado un fuerte espaldarazo a la actividad de control, conformando un cuerpo de guardafaunas, cuyo número supera ampliamente al del resto de las provincias patagónicas, y dotándolo con los recursos materiales (automotores, lanchas, motos, radios, etc) imprescindibles para acometer con éxito la díficil tarea de controlarlas amplias y variadas zonas de su territorio.
Entre los objetivos que se ha propuesto Neuquén en el desarrollo y ejecución del programa de contralor se encuentran el aseguramiento y la preservación tanto de la integridad de los recursos naturales provinciales, como la de sus usuarios, estableciendo para ello mecanismos de interacción entre los actores públicos y privados, como organizaciones no gubernamentales, que intervienen en el sector, y determinando una asignación de recursos públicos a tal efecto que permitan consolidar un capital ambiental para las futuras generaciones. La sola presencia de guardafaunas en los ambientes en los que se practica la pesca deportiva es un elemento disuasivo de conductas prohibidas: A su vez, la permanencia de èstos, ya sea en puestos de controles fijos o mediante recorridas de los ambientes, con la consecuente detección de infracciones al reglamento, produce un efecto ejemplarizante para todos los usuarios del recurso.
Sabemos que una eficaz acción de control no debe recaer exclusivamente sobre los pescadores deportivos, sino también sobre los furtivos, es decir aquellos que se valen de la clandestinidad para extraer peces con fines de lucro.
Es mas común que lo deseable escuchar a pescadores supuestamente deportivos que creen encontrar una justificación para no cumplir el reglamento, en la ausencia de control o en su ineficacia para reprimir a los pescadores furtivos. Esta actitud es sumamente perjudicial para los intereses que pretenden preservarse con la reglamentación de la pesca deportiva, dado que si los propios pescadores deportivos no sostenemos y apoyamos el cumplimiento del reglamento, con suficiente control o sin él, estaríamos moralmente impedidos de exigir su acatamiento a aquellos que directamente se excluyen de toda motivación deportiva y sólo pescan de manera ilícita para obtener ganancias económicas.
El control sobre la pesca deportiva es un derecho y una obligación que tienen las autoridades con jurisdicción sobre los pesqueros, y su adecuada implementación, mediante la decisión política de asignar los recursos suficientes, contribuye no solamente a la prevención y sanciñon de las acciones antirreglamentarias, sino tambien a crear conciencia en los propios pescadores de la importancia que tiene el cumplimiento del reglamento para poder seguir gozando de la pesca en los ríos y lagos de nuestro país.

Publicado en: Opinión

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