Boletín Mosquero 74

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Editorial 74


La pesca con mosca es ciertamente una modalidad exigente que, por su sutileza, nos pone en contacto directo con el pez, con la necesidad de presentar nuestro engaño de modo de crear la ilusión de vida, haciendo aparecer nuestra mosca como si fuera un insecto más de los que los peces están comiendo.

Es también una actividad deportiva, de aquellas que hacemos no tanto por el resultado final, sino por el gusto de llevarlas a cabo, como jugar a la pelota, lo que nos debería llevar a pulir nuestras técnicas, pues a nadie se le ocurriría participar en un partido para hacer una demostración de torpeza.

Este pareciera ser sin embargo, un punto de diferenciación en nuestro deporte, que muchas veces no es entendido de esa manera, en realidad no es entendido siquiera como deporte, sino como una técnica de captura.

Es cierto que los resultados importan, y que en cualquier partido, se juegue a lo que se juegue, es bueno de vez en cuando, anotar un tanto. Lo que si sucede, es que ese resultado nos da una satisfacción diferente si lo hemos obtenido a consecuencia de nuestras habilidades.

En tren de ser cada vez mejores deportistas y mejores como pescadores, podríamos proponernos p.ej. pescar ninfas aguas arriba, para la próxima temporada; o lanzar curvas para colocar nuestra mosca en todos los lugares difíciles que nadie pesca; o meramente hacer volar nuestra línea poniendo todo nuestro empeño en hacer las cosas cada vez mejor.

La Comisión Directiva

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Información general 74

Dabbler variation

Mosca atada por Alejandro Raimondo

Anzuelo: Mustad Signature R50 # 2
Hilo: 6/0 crema
Cola: Ternero color blanco
Bajo cola: Fibras de pluma de gallo color rojo
Cuerpo: Dubbing Ice color blanco
Hackle: Pluma de gallo color blanco
Contrarribing: Alambre de cobre fino
1º Collar: Pluma de mallard color gris
2º Collar: Pluma de mallard color blanco

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NUEVOS SOCIOS

Adherentes

3122 Rolando Hugo Dellamagiora
3123 Adrian Marcelo Sangiovanni
3124 Pablo Javier Mayo
3125 Julio Rodriguez Erausquin

Activos

1564 Guillermo Olcese
1565 Ismael Marigomez
1566 María Rita Manzotti
1567 Marcelo Ulises Girosa
1568 Andrés Guillermo Kelly
1569 Juan Speciali
1570 Roberto Ferrando Diaz
1571 Pablo Garcia
1572 Emiliano Guarini
1573 José María Guarini
1574 Raúl Mongiardino
1575 José Carlos Suarez
1576 Fernando Gallal
1577 Marcelo Oscar Vega
1578 Guillermo Henry
1579 Máximo Eduardo Rebella
1580 Nélida Mabel Daniele
1581 Sergio Eduardo Suarez

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CURSO DE INICIACIÓN A LA PESCA CON MOSCA, LANZAMIENTO, RECONOCIMIENTO DE MOSCAS E INTRODUCCIÓN AL ATADO

Este curso se encuentra en pleno desarrollo, durante cuatro miércoles de abril y mayo se realizó el Curso de Iniciación a la Pesca con Mosca y la charla de reconocimiento de moscas e Introducción al atado, ambos en nuestra sede de la calle Lerma.
Los sábados de abril y mayo se realizó el Curso de Lanzamiento en el Nuevo Circuito KDT de Costanera y Salguero.
El Curso de atado de moscas se dictará los miércoles de Junio y el 6 de Julio de 19.30 a 21.30 hs en nuestra sede.

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CENA FIN DE TEMPORADA 2010/2011

El día 5 de mayo, en un clima de cordial camaradería, se llevó a cabo la tradicional cena de fin de temporada en la Asociación de Criadores de Caballos Pura Sangre de Carrera.

Un importante número de asociados respondió a la convocatoria, disfrutando de una grata velada en un clima de entusiasmo y alegría, oportunidad en la que compartieron experiencias de la temporada pasada.
Nuestro agradecimiento a todos los asistentes y especialmente a los amigos y comerciantes que hicieron las donaciones de los productos sorteados entre los concurrentes.

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TORNEO LANZAMIENTO 2011

En fecha a confirmar se realizará el tradicional Torneo Anual de Lanzamiento organizado por la AAPM, el mismo se llevará a cabo en el circuito K.D.T. de la ciudad Autónoma de Buenos Aires. Para mayor información consultar nuestra página web www.aapm.org.ar

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Hemos Leído

MOSCAS PARA TRUCHA Y SALMON Cómo hacerlas y utilizarlas.
de Carlos Bragado y Miguel Aguilar

Editorial Everest lanza una completa y elaborada obra sobre el arte de la pesca con mosca. Son 288 páginas editadas en un formato de lujo (23 x 28 cm), de exquisita presentación y desde ahora referencia para los pescadores y atadores de moscas.
Un delicado trabajo de dos expertos pescadores, Carlos Bragado y Miguel Aguilar, que recoge un amplio abanico de moscas para pescar dos de las especies más emblemáticas: la trucha y el salmón. Este libro recopila un total de ochenta y ocho moscas, divididas en 63 moscas de trucha y 25 de salmón, cubriendo todas las posibilidades de pesca que el aficionado puede encontrarse a lo largo de la temporada.
El proceso de atado de cada mosca queda reflejado mediante fotografías de una gran calidad. Además, el libro cuenta con páginas explicativas sobre cómo utilizar las moscas en acción de pesca, en las que aparecen didácticos textos y magníficas fotografías sacadas a pie de río.

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Palometa

Por Daniel Beilinson

Cuando uno decide pescar una especie por primera vez trata de encontrar alguna semejanza con lo que ya conoce, buscar información escrita, preguntar a conocidos y amigos, indagar en Google y ver videos en YouTube. Pero llegado el caso, y por experiencia propia, puedo afirmar que la realidad siempre supera las expectativas.
Hace más de 25 años que comencé a pescar en el mar, y como todo el mundo la primer experiencia fue pescando bonefish, luego pase a los tarpones y róbalos, y por último a las palometas.

La pesca de bonefish fue para mí un punto de inflexión en mi experiencia de pesca con mosca por varios motivos: primero debí aprender a ver y pescar a pez visto, segundo necesité castear con mayor precisión (muchas veces a pesar del viento), tercero debí mejorar la distancia con el casteo sin hacer falsos cast ni golpear el agua, y cuarto debí aprender a lidiar con un pez muy veloz y potente.

La pesca del tarpon fue mi segunda experiencia en el mar y me hizo cambiar definitivamente mi concepción de la pesca en general, sobre todo en la manera de clavar y manejar los saltos, pero la pesca de la palometa (Trachinotus Falcatus) varios años más tarde fue lo que me terminó de transformar en un “adicto” a la pesca con mosca en el mar.
La pesca de la palometa (ó permit) reúne varias cualidades que la hacen única, se trata de un pez con muy buena visión, es muy sensible a los sonidos, las sombras, las mareas y posibles predadores cercanos, es muy selectivo con su alimento y sumamente rápido para succionarlo y rechazarlo si no le gusta y tiene un paladar muy duro capaz de aplastar un anzuelo.

Pero además, su cuerpo aplanado y cola potente, hace de la palometa una especie muy veloz, potente y resistente. Por todo lo expuesto puedo afirmar que pescar una palometa no es una tarea fácil y por eso mismo se trata de una pesca es muy especial.

La palometa se encuentra en el océano Atlántico desde Carolina del Norte (EEUU) hasta el sur de Brasil, en especial en todo el Golfo de México y el mar Caribe.

Se las encuentra en aguas tropicales no muy profundas, en bajos, canales y en fondos barrosos, se las puede ver solitarias o en pequeños grupos ó cardúmenes, muchas veces cerca de la costa, aunque se reproducen en aguas más profundas, a veces se encuentran grandes cardúmenes de juveniles durante el verano (Hemisferio norte) en playas de arena.

Su alimento principal consiste en invertebrados, moluscos, camarones, cangrejos y pequeños peces. Pueden alcanzar hasta 122 cm de largo y pesar 36kg.

Pescar una palometa no es tarea fácil, como lo expreso más arriba, mucho depende de lo que la palometa esté haciendo y donde se la encuentre, y si está sola o en cardumen, si la palometa está de paso o se está alimentando. La pesca ideal es cuando la palometa se está alimentando ya que por lo general se encuentra concentrada en la búsqueda de su alimento.

A veces se las ve coleando (moviendo el fondo para levantar camarones o cangrejos) y es fácil distinguirla a la distancia por su cola negra y aleta dorsal, en estos casos hay que verificar si se encuentra sola o con otras palometas.

Uno debe elegir la palometa que quiere pescar. Por lo general debe tratarse de que sea la que más cerca se encuentre de uno, ya que si hay otras palometas y la línea pasa por encima de ella, o la mosca golpea el agua, todas se espantarán.

Una vez que se eligió la palometa el casteo debe ser muy preciso siempre tratando de colocar la mosca (cangrejo o camarón) a la altura de la cabeza de la palometa, no obstante uno piense que se espantara cuando la mosca toque el agua (aunque a veces puede pasar). Hay que dejar que la mosca se profundice sin que llegue a tocar fondo (contar hasta 10) y luego moverla suavemente con strip cortos, suaves e irregulares para llamar la atención del pez.

Una vez que la palometa ve la mosca por lo general la sigue y si le gusta se inclina hacia el fondo para tomarla (succionarla), en ese preciso momento es cuando hay que clavarla tensando la línea y levantando la caña. Si la palometa tomo la mosca se siente una leve presión en el primer segundo para luego salir disparada llevando línea y backing. Nunca hay que tratar de frenar las corridas, hay que dejar que el freno del reel haga su trabajo, luego de una primer corrida (que puede sacar hasta 150 yardas de backing) la palometa se planta y allí comienza la pelea.

Es un pez resistente que tarda en rendirse y suele hacer varias corridas largas antes de entregarse. La manera de estar seguro que la palometa está cansada es cuando se pone de costado mostrando todo su lateral y deja de ofrecer resistencia. Es importante tomarla de la cola y no mantenerla mucho tiempo fuera del agua, hay que sacarle el anzuelo y colocarla en el agua rápidamente para reanimarla antes de dejarla partir.

La otra manera de pescarlas es cuando están montadas sobre las rayas, muchas veces se pueden ver las rayas pero uno se demora en ver las palometas que viajan con ella pues el agua siempre está algo mas turbia. No siempre las palometas están montadas sobre la raya, a veces se alejan y luego regresan o nadan a su alrededor.

En estos casos el casteo debe hacerse aproximadamente un metro antes de la raya y algo pasado, para hacer que la mosca este sobre el lomo cuando esta se mueve.

En estos casos se pueden usar cangrejos o bien camarones. Los strip deben ser cortos, irregulares y suaves, nunca dejar que la mosca se muera. La palometa al ver la mosca la va a tomar enseguida si esta está sobre la raya o la va a seguir unos metros para verla mejor, por lo general cuando la siguen no la toman, pero la raya da por lo general una segunda oportunidad si es que la palometa no se asusto, y uno puede volver a repetir el casteo.

Las palometas succionan su alimento, y si sienten que algo no le gusta lo largan con tanta velocidad que por lo general no nos damos cuenta (ya la mosca estuvo por unos microsegundos en su boca).

También sucede que la palometa succiona la mosca (cangrejo) y cuando esta llega a las placas en el fondo de su garganta la presión de las mismas hacen girar el anzuelo y este no se clava, y es entonces cuando uno tiene la sensación de tener a la palometa clavada pero esta no corre, a veces pasa que la palometa vuelve a tomar la misma mosca y nuevamente no se la puede clavar.

Siempre que se pesca palometa hay que verificar el anzuelo, que el mismo no se haya girado, y que el leader no tenga ni nudos ni melladuras.

La palometa es un pez muy asustadizo, el pegar con la línea el agua cuando se castea, el hacer muchos falsos cast para tomar distancia, el pasar la línea por sobre el pez, el hacer mucho barullo en la lancha, solo van a lograr que la palometa se espante y cuando se espanta una se espantan todas las demás que puedan están cerca y por eso es que hay que aprovechar las pocas oportunidades que se presentan.

Hay que tener en cuenta que muchas veces los bonefish acompañan a las palometas y estos son mas rápidos a la hora de tomar la mosca, así que no se decepcionen si creen que han clavado una palometa y resulta que es un magnifico bonefish, son cosas que pasan.

Los destinos más conocidos para la pesca de palometas son las costas de la Florida en EEUU, especialmente los Cayos y la costa del Golfo. El Yucatán en México (Isla Blanca; Bahía de la Ascensión; Xcalac), Belice (Turneffly; Punta Gorda; Ambergys Cays y Placencia), Honduras (Roatan), las Bahamas y Cuba (Cayo Largo; Jardines de la Reina; Cayo Coco; Cayo Romano). También es posible encontrar palometas en algunos otras islas del Caribe (Anegada; Union Island; Tobago Cays), Colombia (San Andrés), Venezuela (Los Roques) y Trinidad y Tobago. Los meses más productivos son de Marzo a Septiembre.

El equipo recomendado se compone de caña 10Wt ó 9Wt con línea de flote para agua salada (Tropical Core); reel para agua salada con buen freno de disco y capacidad para 200 yardas de backing de 20 ó 30 lbs. leaders de monofilamento de 9 pies y 20 lbs. Las moscas pueden variar entre un destino y otro, ya que el alimento puede ser diferente (cangrejos, camarones, pequeñas langostas, otros moluscos y crustáceos), los anzuelos deben ser resistentes y tener buen filo y es altamente recomendable que sean de acero inoxidable, los tamaños más usados # 2 y # 4. Los modelos de mosca más comunes y que sirven en casi todos los destinos son las siguientes: Del Brown´s Merkin; Rag Head; Anton Crab; Bonafide Crab; Clouser Minnow; EP Spawning Shrimp; Mc Crab; Turneffly Crab; Mangrove Criter; AVALON Fly; Palometa Crab; etc

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Una experiencia irrepetible?

“Dorados que suben a comer un Bomber”
Por Sindo Fariña

Pesco dorados con mosca desde hace muchos años.
Salvo en muy pocas ocasiones, siempre lo pesqué con moscas sumergibles de gran tamaño también llamadas streamers.
Hasta aquí ninguna novedad pero, en la primer semana de Febrero de este año, viajé a Ita Ibate, provincia de Corrientes con mi compañero de pesca Matías Sabatini, a pescar Pira Pitas y Pacús con línea de flote y moscas de tamaño grande, tipo atractor, algunas como las que utilizo en la pesca de truchas.

Sin buscarlo viví una experiencia nueva y espectacular, quizás irrepetible.
Era el tercer día de pesca en Ita Ibate y la lancha avanzaba lentamente impulsada por el motor eléctrico por una de las tantas costas de islas de ese majestuoso río que es el Paraná. Esas costas son el refugio y acecho de Pira Pitas y Pacús. Con línea de flote y una mosca de las llamadas escarabajo, de cabeza negra y cuerpo rojo hecha de pelo de ciervo, iba casteando centímetro a centímetro todos los lugares en que podían estar. Mi mosca era llevada por una suave corriente y recorría los lugares de acecho de estos 2 peces.

El pique estaba esquivo al menos para mí, quizás por la bajante, quizás porque las moscas que el día anterior funcionaban muy bien, ahora no. Entonces, decidí cambiar de mosca. En mi caja tenía tantas moscas!!! Los Ututu hechos por Gerardo Martinetto, los escarabajos de Marcelo Morales, también Mario Capovia había colaborado con lo suyo. En fin, una más linda que otra y todas atractivas. Se me hacía difícil elegir cual poner. Hice un recorrido visual por mi caja y hubo una que me atrajo más que el resto. La elegida fue un Bomber que al verlo me recordó lugares de pesca y anécdotas vividas hace muchos años. Lo miré a Pinti (amigo y guía de pesca) y le dije mostrándoselo “Este Bomber que compré alguna vez para pescar los Silver Salmón, andará???” y Pinti me contestó “por que no?” Recogí mi línea de flote y Pinti me lo ató con un leader de acero cortito de 10 cm de largo, suficiente para pescar Pira Pitas y Pacús.

Volvimos a cambiar de costa por una nueva de árboles y palos pero muy similar a las anteriores. Tuve dos buenas subidas de Pira Pitas grandes pero no pude pinchar ninguno, aunque igual me puso contento el hecho de que el Bomber a los Pira Pitas parecía gustarles. Ahora faltaba ver si a los Pacús les iba a gustar esta mosca tan extraña para el lugar. El Bomber era visualmente atractivo y a mí me gustaba verlo flotar.

Fue así, que en unos de esos tiros a un hueco oscuro que formaban las ramas de un árbol, el Bomber salió despedido impecable hasta el fondo del hueco y apenas se posó, el agua estalló por la arremetida de por lo menos tres dorados que subieron a comérselo!

Pinti, Matías Sabatini y yo nos sorprendimos al ver ese espectáculo inusual, al menos para mí, ver subir un Dorado de 7 kilos a comerse un Bomber es un espectáculo realmente inusual!!!!!
Lo clavé y lo primero que atiné a hacer fue frenarlo, sacarlo del palerío y tuve la suerte de poder llevarlo hacia el centro del río. Saltó varias veces y en esos saltos veía al leader de acero que era tan corto!!!!, cada vez que abría su boca pensaba en ese anzuelo tan chico y en esa mosca tan desproporcionada en tamaño clavada en el paladar de esa cabeza tan grande.
Como no cortaba!!!!

Realmente nunca creí que lo podría sacar, pero la suerte, la mucha suerte que tuve me ayudó esta vez para poder sacarlo y así disfrutar de una captura que jamás podré olvidar.
Quiero agradecer esta experiencia que viví, a Ricardo Pinto “Pinti” con el magnifico recuerdo fotográfico y Matías Sabatini con su ayuda y aliento para poder sacarlo.

El equipo: Reel Hatch 5 plus, Caña Winston Boron II MX para línea 7, Línea Scientific Anglers Red fish.
Fotos Guía de pesca Ricardo Pinto

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Buscando las raíces del Fly Fishing en la Universidad de Princeton

Por Manuel Pereyra Terra (*)

En octubre pasado fui invitado a participar en unos seminarios y disertaciones en finanzas en la Universidad de Princeton, pocas palabras además de impactante pueden definir a esta casa de estudios. Llegar al campus es fascinante y basta conducir unos pocos kilómetros hacia el sureste desde New York, para arribar a esta ciudad Universitaria a través de una carretera vecinal que se abre camino entre coloridas montañas marrones, rojas y amarillas, donde cientos de arboles maples (arces) otoñales, identifican a New Jersey como el estado jardín de los Estados Unidos.


La recepción la brindan los canales del rio Raritan y el lago artificial Carnegie (donado por Andrew Carnegie para la práctica del remo en el siglo XIX1). Al atravesar por un antiguo puente es habitual que nos crucemos con botes donde los estudiantes reman, y nos adelantan que el antiguo estilo inglés de Oxford es lo que prima en Princeton.

Caminar por las sendas peatonales entre los 180 antiguos edificios que desde 1756 alberga a académicos y estudiantes comprometidos con la formación responsable para contribuir con la sociedad, constituye la más pura expresión de una institución que busca permanentemente la verdad y el desarrollo social para el bien común Aristotélico.
Al ingresar a las aulas la imaginación se dispara y las antiguas paredes de madera que nos rodean nos recuerdan a eminentes Profesores como Einstein y Nash, trayéndonos a la memoria imágenes de la película una mente brillante, impresión que se verá confirmada cuando me invitan a almorzar en el edificio de profesores.

Breve historia de Princeton
La Universidad de Princeton fue fundada a mediados de 1740 en época de la colonia británica. Fue la cuarta Universidad de América del Norte y en 1756 el College se trasladó al Nassau Hall, en Princeton, edificio nombrado en honor del rey William III, príncipe de Orange (de la Casa de Nassau), convirtiéndose en uno de los edificios más emblemáticos de la colonia.
El Nassau Hall2 es un lugar impactante y desde sus comienzos alberga a la sala de profesores.
Durante la Revolución Americana el edificio sobrevivió a la ocupación por los soldados de ambas partes; las huellas de la guerra aún hoy se perciben a través de la cicatriz de una bala de cañón de la Batalla de Princeton de 1777.

Sin embargo el Nassau Hall suele ser más conocido por haber sido la capital de los Estados Unidos por un breve lapso de tiempo; cuando al finalizar la guerra en 1783 el Congreso se reunió allí durante varios meses debido a la calidad de sus instalaciones.

La búsqueda permanente por la excelencia académica de Princeton se aprecia en hechos como el que hoy por hoy, más de 6,9 millones de volúmenes se encuentran en la Firestone Library, a la vez que el patio original del Nassau Hall se ha convertido en un enorme campus de 200 hectáreas con más de 180 edificios, que albergan a más de 1.200 profesores y cerca de 5.000 estudiantes de grado y 2.500 estudiantes de posgrado.

Las colecciones de Fly Fishing
Una de las características que nos une e identifica a quienes pescamos con mosca es la permanente inquietud por saber y aprender de verdad. En este sentido solemos cumplir al pie de la letra el antiguo proverbio del siglo XIV que expresa: “hay que ser como enanos pero en hombros de gigantes”; tal vez por ello procuramos subirnos permanentemente a los hombros del conocimiento de aquellos que desde fines del siglo XV estudian nuestro arte y nos permite elevar la mirada para llegar más lejos sobre sus hombros a través de sus estudios y publicaciones.

Con esta inquietud en mente planifiqué mi estadía para dedicarle tanto tiempo como pudiese a sumergirme en los libros más valiosos de Princeton para mis intereses en fly fishing.
El punto de partida fue solicitar un permiso especial para ingresar a la colección de libros raros (350 de los más de 4500 ejemplares que componen la colección de pesca están catalogados como únicos o raros); por lo que cumplidos los pasos previos me presenté a primera hora de la mañana que llegué a la Universidad para sacarme la foto y retirar el carnet especial.

Mi ansiedad era tal que incluso antes de que me lo pusiera en la solapa, ya había cruzado el patio hacia el viejo edificio de bibliotecas a entregar la lista de libros que consultaría durante mi estadía.
Luego de firmar las declaraciones de responsabilidad, me derivaron a una pequeña sala donde se accedía a los libros de colección; y si tuviese que buscar tres palabras para describirla simplemente diría: Harry Potter´s library; consciente de que el lector sabría entenderme y percibiría conmigo el agradable y característico perfume a cedro que desprenden los pisos y las paredes lustradas en el interior de una biblioteca propia de Oxford.

El primer libro que disfruté fue una edición de 1653 de The Complete Angler, de Sir Isaac Walton en la serie The Angling collection de Carl Otto V. Kienbusch3. Mientras recorría las páginas que durante trescientos cincuenta y siete años otros pescadores me habían precedido, vino a mi memoria la imagen de las tardes de clases de atado con Mario Capovía del Cet, tal vez porque en su biblioteca personal guarda un raro ejemplar de este libro clásico, o porque estaba disfrutando tanto como las interrupciones que teníamos cuando sin aviso llegaban Coco Funes, Goyo Dunayevich, Santiago Bermani y tantos otros; plenamente justificados no solo por la botella de agua de vida escocesa que traían, sino porque dejábamos el atado y comenzábamos a conversar sobre historias de pesca y recorrer la biblioteca de Mario para buscar qué información había sobre las novedades que traían los recién llegados.

Quienes conocen la casa de Mario sabrán del clima que hablo; mezcla única que recoge lo más histórico y romántico de la Hostería Chimehuin y de las paredes de la AAPM; lo menciono porque es posible que muchos también la prefieran a Princeton.

Paso seguido me sumergí en otro valioso texto: The Art of Angling; una copia única y de incalculable valor por ser el segundo libro del mundo impreso en Inglés sobre pesca, y por tratarse además de un manuscrito del año 1577.

Desafortunadamente para el autor figura como anónimo. La historia detrás de este ejemplar aumenta aún más su valor, pues al donarlo a Princeton el Sr. Kienbuch detalló la historia de su adquisición: “finalizando el verano de 1954, en una de las tantas búsquedas que hacía entre los vendedores de libros raros de Londres, me ofrecieron un ejemplar del famoso editor de fines del siglo XVI: Henry Middleton. Al parecer, éste había encontrado a fines de 1577 en el ático de una casa de campo un manuscrito sobre pesca y el vendedor conocía mis intereses…”4.

El autor comienza su diario con las reglas de la época -fiel al estilo Inglés- y paso a paso va avanzando en las técnicas hasta llegar a las moscas mayormente empleadas en la Inglaterra del siglo XVI; así: en las páginas 52 y 53, instruye al lector respecto a cómo elaborar una May Fly.

Naturalmente que tratándose de anotaciones personales en un pequeño cuadernillo expresado en un Inglés del Siglo XVI, dificultó enormemente la comprensión, desafío que tornó aun más atractiva la comprensión. “For the May fly you must work with some of those grernnos5 with is very good ribbon with a black hair you may work the body with a truole6 imitating the colour or with silver suitable the wings”. (Para las moscas de Mayo deben trabajar con algún cuerpo de patas de lana que serán una buena goma, con un pelo negro deben construir un cuerpo como carro e imitando el apropiado color plateado para las alas).

Otra edición especial y rara de la Kienbusch Angling Collection es Rules for Angling del año 1670, cuyo autor es Benjamin Cokayne. Luego de saltearme las normas de etiqueta de pesca de la época, pasé rápidamente a otros aspectos más interesados como la receta del “salmón con ananá y miel” en las páginas 24 y 25; la cual prometo transcribir en una próxima ocasión. Esta receta también me transportó a las tardes de cafés en Buenos Aires en la esquina de Lerma y Scalabrini Ortiz luego de alguna charla en la AAPM, pues trajo a mi memoria la evolución que sufriera el atado de moscas durante la Inglaterra colonial a raíz de las plumas traídas de las colonias; percibí que no solo las nuevas plumas produjeron una metamorfosis en la mesa de atado, sino que también las frutas tropicales -como el ananá de la receta- habían afectado la vida de los pescadores de este siglo.

Comentarios finales:
Princeton es un lugar impactante y su inigualable colección de libros de pesca es un imán que nos atrae de modo especial a quienes deseamos conocer el pasado de nuestro arte.
En primer lugar debemos estar más que agradecidos con aquellos que la fueron conformando para luego donarla, y también con quienes hoy la mantienen con tanto cariño; su compromiso me recuerda al que asumimos quienes pescamos y devolvemos para asegurar la continuidad de algo nuestro a las futuras generaciones.

Nuestra pesca es mucho más que ir a un río y lanzar moscas, comenzamos a disfrutarla mucho antes de iniciada la temporada -usualmente cuando solemos acercamos a nuestras mesas de atado y concurrir con mayor asiduidad a las cenas de camaradería de la asociación- allí nuestra imaginación parece tener voluntad propia y comienza a planificar la próxima excursión a la Patagonia, haciendo honor a que el tiempo es relativo ya que apenas acaba de comenzar el mes de Mayo en el hemisferio sur.

Sin embargo, es también al llegar la noche luego de un relajante día de pesca que culmina en una chimenea o en la barra del bar de una pequeña hostería, cuando al cobijo de un buen vino o un suave coñac solemos evaluar el desempeño de la jornada y comenzar nuestra reflexión -a veces solos, otras veces con entrañables amigos- reflexión que permanentemente trasciende a la jornada de pesca.

Es entonces en ambas ocasiones –Otoño y Verano- cuando encontramos el espacio necesario para la contemplación en el más puro aspecto helénico, la cual nos permite crecer personal y profesionalmente. Para esos momentos íntimos leer y dialogar con los autores que nos precedieron suele ser diferencial. Al conocer y escuchar atentamente a aquellos intelectuales que plasmaron desde la Edad Media las experiencias de su tiempo y los desafíos para desarrollar un arte en una época tan desafiante como la nuestra -de profundos cambios y evolución global de la humanidad- facilita nuestra capacidad de aprendizaje, a la vez que nos permite crecer como personas.
Por ello, a quienes tengan la ocasión de ir a los Estados Unidos, visitar Princeton les provocará una gran satisfacción; además muy cerca de allí está el Upper Delaware –Big D.- en el estado de Pensilvania, y aunque las marrones que me tocaron no fueron tan grandes como las del Sur, el paisaje de rojizas montañas, la calidad de los lodges y la amabilidad de sus habitantes les provocará una gran satisfacción.

Para aquellos que no tengan previsto viajar a los EEUU al menos en el corto plazo –pues nunca sabremos que nos depara el destino-, este mundo global nos permite acceder de forma virtual a la biblioteca Firestone y sumergirnos en las colecciones de pesca de Otto V. Kienbusch y Kienbusch.
Me adelanto a transmitirles que al hacerlo es posible que se encuentren con algún artículo de Jorge Donovan o Bebe Anchorena, quienes siempre estarán esperándonos para guiarnos y compartir con nosotros una última reflexión.
Muchos saludos y muy buena pesca

Nota: Las reproducciones de las imágenes vertidas en el artículo están prohibidas. La Universidad de Princeton autorizó a la AAPM a publicarlas exclusivamente en el presente artículo en esta única edición.

Picture credit: Princeton University Library.
Reference: Otto von Kienbusch Angling Collection. Rare Books Division.

Department of Rare Books and Special Collections. Princeton University Library.

1 En 1879 el presidente Woodrow Wilson y Andrew Carnegie conversaban sobre el destino de una posible donación para Princeton. Carnegie al ver las distancias que debían caminar los remeros para practicar su deporte, decidió donar un área para que entrenara el equipo de competición cerca del campus. En respuesta a esta generosa contribución, Woodrow Wilson expresó: “We needed bread and you gave us cake.” Acceso en linea 15/10/2010; Disponible en:
http://www.dailyprincetonian.com/2005/09/22/13163/

2 Nassau-hall_13842. “Nassau Hall, Princeton College.” – Lossing, 1851. Benson J. Lossing, The Pictorial Field-Book of the Revolution (New York: Harper & Brothers, 1851)II:238. Acceso gratuito en línea Octubre 2010. Disponible en: http://etc.usf.edu/clipart

3 Otto von Kienbusch Angling Collection. Rare Books Division. Department of Rare Books and Special Collections. Princeton University Library.

The Complete Angler and The Art of Angling Images are printed with Princeton University Library Waive 4(34) January 24, 2011 for this article in the Asociacion Argentina de Pesca con Mosca bulletin.

4 Traducción del autor. Princeton University Library, Department of Rare Books and Special Collections. Exhibition Number 39. Page 3 of 30.


5 Grernnos parece referirse en ese entonces a una expresión descripta en el capítulo anterior como “grounos of hogs black wool”, que indicaría la construcción del cuerpo con patas de lana negra luego de hacerlo de forma circular (ground_ball rolling)

6 Truole refiere a trolley, el cuerpo en forma de carrito sobre el anzuelo

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Pehuenia

Por Nicolás Schwint

Mes de Diciembre,
El viaje en la camioneta fue un placer; mate, buena música, charla filosófica, relatos de escamas pasadas y futuras.
Al llegar a Zapala el viento era tremendo, Marcelo refunfuñó porque le gusta pescar fino. La rosca venía de la cordillera, una garantía de piques potentes.
Llegamos antes que clarease el día, dormimos una hora y nos juntamos con el resto del grupo. Estaban instalados en el lugar desde días atrás, tenían varias fotos y anécdotas interesantes que dispararon aún más mi cerebro.

Luego de arrasar con el desayuno salimos a pescar al río Quillén. La Champa lejos estaba de ser el lugar bucólico al cual nos hemos acostumbrado, el viento y el frío estaban fatales, sumado a un río detonado por las lluvias. Arranqué pescando pésimo, acelerado y desconectado del entorno. Los cauquenes de siempre estaban cerca, reposé la mirada en ellos durante un rato, me devolvieron mi centro. Empecé a pescar un poco mejor. La primer arco iris tomó una Epoxi Bugger, genialidad creada por Mario Capovía. Es indestructible y se puede jugar con las transparencias y el bajo cuerpo creando diferentes ilusiones. Marcelo y Marcos tuvieron otras A.I. que no llegaron fáciles.

Volvimos a almorzar y todos venían en poco o nada, pero sonrientes. Luego de una siesta y bajo una lluvia torrencial tuve un gran revival de mi infancia y el mojarrero. Perdí una marrón grande que salió desde su escondite bajo un socavón a tomar el streamer de marabou en pleno descenso vertical. Tenía sólo el leader fuera de la caña. Se escapó al rolar de manera cocodrilesca. Teótimo sacó una muy buena con una Hare’s Ear y línea de flote, a veces las grandes pican con moscas mínimas (y mucha paciencia !). Me quede con él para tomarle fotos. Conoce la zona muy bien y sabe dónde están los peces buenos.

Andando el río empecé a ver las arco iris escondidas bajo los sauces, en remansos con fondo de arena y en playadas. Ninguna en el agua fuerte o en los pozos. Estimé que el grueso de las marrones estaría patrullando los pedreros del lago o bien habría vuelto río abajo al Aluminé, no imaginé lo que vendría…
Esa noche al reunirnos alrededor de la chimenea nos divertimos muchísimo, el compartir la pesca con amigos es algo muy especial. El Negro y Javier son tipos realmente graciosos que alegran cualquier grupo. Faltó un mazo de cartas para jugar un buen Poker.

Al día siguiente salimos al lago Quillén en lancha. La mañana fue de arco iris, tomaban cualquier mosca. Nos turnamos para pescar, cada pique era motivo de celebración y cargadas. Saque un par de percas, lo disfrute, hace mucho no veía una. Al mediodía hicimos picnic en la costa, al reparo del incesante viento.
Por la tarde inflamos un bote para explorar un brazo del lago. Amarramos sobre un veril a la salida de un arroyo helado. Sacamos dos fontinalis grandes que tomaron bien abajo. Volvimos a todo remo para poder pescar un pedrero. Lo habíamos visto al mediodía y coincidimos en que a última hora iba a explotar. Fue interesante que ambos pescamos de maneras muy distintas. Teo buscó abajo con un shooting integrado de hundimiento IV mientras que yo preferí rayar la superficie con un Fast II. Utilizamos patterns clásicos pero algo desvestidos: Grey Ghost, Chief Needahbah, Mickey Finn, Platinum Blonde. Sobre el pedrero se había asentado a comer un cardumen de marrones plateadas, durante 45 minutos la ecuación fue: tiro = pique. Ambos celebramos la pesca, hace 20 años hice mis primeros lances con mosca gracias a Teótimo, mi tío.

El Malalco arriba nos pegó una paliza: 8 horas de pesca, 3 cañas, ningún pique. Truchas había miles y buenas, evidentemente pescadores buenos no había ninguno. Estaban intratables, en la mayoría de los casos no pudimos siquiera hacer el approach sin espantarlas. En situaciones así uno evoluciona como pescador. Tengo todo el invierno para meditar lo sucedido y hacer planes tendientes a mejorar mis chances la próxima vez.
A la vuelta Marcelo y Javier fueron a curar un caballo que había sobrevivido el ataque de un puma y tenía varias heridas en el cuello y la cruz. Días después nos enteramos que vieron al puma rondando cerca de la casa y que ultimó un par de perros.
El mejor pescado del viaje tomó a pleno sol de mediodía en la boca del río Quillén. Este es un lugar amarrete como pocos, pero muy de vez en cuando brinda algún buen pez. Hice un tiro al medio, mientras volaba la Gray Ghost vi un refusilo en el agua, no alcanzo a romper la tensión superficial cuando apareció una cabezota que salió a romper todo. Enseguida pegó un salto y luego buscó el fondo. Me sorprendió la defensa obstinada de ese pez, saltó varias veces más antes de rendirse. Al rato Marcos tocó el mejor pez a mosca seca luego de un largo rececho, su persistencia sobre el objetivo dio frutos. Usó una Fat Albert y equipo 4.

Una mañana junto a Teo y el Negro conectamos varias marrones y algunas arcoiris usando imitaciones de pancoras. Cerca del mediodía nos separamos, venía caminando por la costa del río y una corredera profunda me transmitió una buena vibra. Cambié a un bucktail amarillo bien largo y ralo. Bajo las ramas de un sauce tomó al golpe una marroncita, luego empecé a pescar largo bajando varios pasos después de cada tiro. A mitad camino tomó una grande haciendo lavarropas y pegó una corrida larga. Era una marrón tan perfecta como puede llegar a serlo. Cuando la devolví, me quedé sentado unos minutos, prendí un cigarro cubano y saqué mi botellita metálica cargada de Cognac para acompañar el momento intenso. Nunca deja de maravillarme el hecho de poder engañar un pez utilizando un par de plumas. Un buen angler debe convertirse en un experto ilusionista para lograr la máxima naturalidad del engaño.

Durante un par de días logramos buenas marrones aplicando técnicas clásicas de pesca con streamers. Quizás algo hereje para el lugar pero acorde al momento y estado del río. En años de ir a esta zona jamás vi tantas marrones buenas fuera del agua. Tener capacidades de interpretación y de adaptación es fundamental, el encerrarse en una idea  puede llevar a la frustración. Si bien por lo general uno va a Pehuenia a pescar con mosca seca o ninfa, lanzando a pez visto, queda claro que nunca está demás llevar un par de shootings y streamers.

Como siempre, sólo pienso en volver mientras ato moscas y sigo pescando, inclusive en mis sueños.
Un saludo cordial

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