Boletín Mosquero 50

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Información general

Moscas de Pepe Navas

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Socios Nuevos

Les damos la bienvenida a los que se asociaron durante el último trimestre.
A todos ellos les deseamos que participen de las muchas actividades de nuestra Asociación. Especialmente agradecemos a los socios adherentes, que, aún no encontrándose cerca de nuestra sede, colaboran con las actividades institucionales desde la distancia.

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Mel Krieger en la AAPM

Nuestro amigo y socio honorario Melvin Krieger, Mel o Maestro, para todos nosotros estuvo de paso por Buenos Aires de camino a su amada Patagonia. En esa parada obligada, como lo hace toda vez que está por esta ciudad, se tomó el tiempo para visitarnos y regalarnos una charla y un encuentro inolvidable en nuestra sede social el jueves 20 de marzo. Cada año Mel nos deslumbra con la capacidad y humildad con la que transmite el amor por la pesca con mosca y el lanzamiento.
Mel nos hizo un regalo invaluable para nuestra asociación: un cuadro con moscas de salmón atadas por nuestro ex Presidente, el Bebe Anchorena y que le regalara en Junín por el año 1987. Las moscas están encuadradas junto con una foto del Bebe pescando. El destino de este obsequio es compartir la pared del recuerdo, un lugar especial dentro de nuestra sede.
También Mel donó una caña para ser rifada y recaudar fondos para la Fundación Mel Krieger y la AAPM. Se trata de una caña Sage XP 590, atada por Ricigliano con detalles de jungle cock en las ataduras. La caña viene en una funda de aluminio revestida en un grueso cuero curtido. Sin dudas un ejemplar especial y una pieza codiciada. Las rifas para esta caña están disponibles en nuestra sede.
Agradecemos a Mel por su visita al que el considera “su club” y esperamos compartir en breve más momentos inolvidables como los que él nos regala.

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Cocktail de Fin de Año 2002

El jueves 26 de diciembre se realizó el “Cócktail de Fin de Año” en nuestra sede. El evento contó con los condimentos habituales de estos encuentros: amistad, los primeros peces de la temporada e importantes sorteos los que realizamos gracias a la colaboración de anunciantes y amigos. Adicionalmente se entregaron los premios a los participantes del Concurso Nacional de Atado 2002.

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Cena Fin de Temporada

Como es tradición, el jueves 8 de mayo se realizará la “Cena de Fin de Temporada”, en esta oportunidad se realizará en el Club de Criadores Pura Sangre – Quintana 191. Están invitados todos los socios, amigos y esposas que deseen compartir una divertida cena. Sobre el final se realizará un sorteo de los premios donados por comerciantes y amigos.

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Sábados con actividades programadas

Todos los sábados se realizan en nuestra sede encuentros de atado. En general, tienen carácter informal y los atadores, novatos y expertos, se reúnen alrededor de la mesa para compartir experiencias y recetas. Desde este trimestre implementamos actividades programadas para un sábado al mes, de modo de tratar o practicar determinada técnica o mosca y avanzar en la capacitación. Por ejemplo, este trimestre practicaremos el teñido de materiales y atado de moscas para tarariras, dientudos y pejerreyes. Los invitamos a consultar los temas previstos y a prepararse con los elementos necesarios para asistir a estas reuniones.

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Certificación de Instructores

El día sábado 9 de agosto se realizará una Certificación de Instructores. Invitamos a todos los casters avanzados que deseen participar de ella a anotarse previamente en secretaría o a través de mail en aapm@aapm.org.ar

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Proyectos en desarrollo

Bajo este título es nuestra intención recordarles los proyectos que nuestra asociación está llevando a cabo y que sería importante la colaboración de todos. Entre ellos podemos destacar:

– Insectario: El año pasado se inauguró un expositor de insectos en nuestra sede. El objetivo del proyecto recolectar insectos y otros alimentos de las truchas en sus distintos estadios, generando un catálogo natural de mucha utilidad para atadores y pescadores. Agradeceremos su colaboración y los invitamos a retirar pequeños frascos preparados para tal fin en nuestra sede. Para colaborar con este proyecto contactarse con Mario Capovia al 4824-5322 o por mail a aapm@aapm.org.ar

– Archivo de Moscas Argentinas: Se trata de un proyecto para recopilar y luego catalogar moscas artificiales originadas en nuestro país. Por tal motivo, los invitamos a bucear en sus archivos y cajas de moscas para encontrar estos escurridizos ejemplares y prestarlos o donarlos a la AAPM para su fotografiado y exposición, con el objetivo final de ordenar un catálogo disponible para todos los mosqueros. Para colaborar con este proyecto contactarse con Mario Capovia al 4824-5322 o por mail a aapm@aapm.org.ar

– Recuperando nuestra historia: Hace tiempo nos vemos abocados en recuperar momentos de nuestra historia mosquera argentina a través de fotografías de los referentes que ha tenido nuestro país. El producto de este trabajo hoy adorna las paredes de nuestra sede. Los invitamos a aportar fotografías con valor histórico y así colaborar a recuperar nuestras raíces mosqueras y dar tributo a los grandes pescadores que nos precedieron. Para colaborar con este proyecto contactarse con Mario Capovia al 4824-5322 o por mail a aapm@aapm.org.ar

– Actualización de base de mails: Es nuestra permanente inquietud mantener un contacto cercano con los socios y la comunidad pescadora a través de los mails. Por ello consideramos de importancia contar con una base de mails actualizada por lo que les agradeceremos comunicarse con secretaría enviando un mail a aapm@aapm.org.ar para agregar o actualizar su dirección a los efectos de recibir información mosquera. Para colaborar con este proyecto contactarse con Juan Pablo Gozio en aapm@aapm.org.ar

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Reunión de Asociaciones en Olavarría

El día sábado 8 de marzo, se realizó en la sede de la Asociación de Olavaria de Pescadores con Mosca una reunión más del Foro de Asociaciones de Buenos Aires. Representando a nuestra asociación participaron Roberto Vercellini y Eduardo Huerta.
Con cada vez más asistencia se trataron diversos temas, entre ellos podemos mencionar la adhesión de la mayoría de las Asociaciones miembros del Foro al trabajo de la Comisión Multisectorial formada en Neuquén para asegurar el acceso a los recursos públicos. También se terminó de definir el Periódico Mosquero, publicación que tendrá alcance nacional y será un medio gráfico compartido por todas las Asociaciones mosqueras de Argentina. Creemos que con el paso del tiempo, contabilizando logros y tareas conjuntas, esta unión tendrá más ingerencia en el ambiente mosquero.

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Agradecimientos

En esta sección expresamos el agradecimiento que siente la Asociación a todos los que han colaborado con su tiempo, dinero o bienes. Entre los muchos que lo han hecho, mencionaremos a:
A los que prepararon charlas o actividades en el trimestre: Carlos Villaggi, José Mestre, Aurelio de la Pina, Juan Pablo Gozio, Diego Flores, Daniel Bebebino, Javier Alurralde, Fernando Uhía, Martín Rodríguez de la Torre, Mario Capovía, Luis Ottolini, Alejandro Kohner y Carlos Becerra.
También agradecemos a los amigos que colaboraron con materiales y elementos para ser sorteados en el cócktail de fin de año.
A todos ellos y a los muchos más que anónimamente ponen su tiempo y esfuerzo a disposición de la Asociación, y son ejemplo de entrega por la pesca con mosca y el cuidado del recurso pesquero, les decimos: ¡MUCHAS GRACIAS!

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Clínica para niños en Esquel

Entre el 13 y el 15 de marzo de 2003 se realizo en la comarca de los Alerces, en las localidades de Esquel y Trevelin, en la Provincia de Chubut el “I Curso Gratuito de Pesca con Mosca” destinado a niños pescadores de entre 9 y 15 años de edad.
Este curso lo organizó la Dirección de Pesca Continental del Gobierno del Chubut. Con el objetivo de dar continuidad al programa de educación en relación al cuidado del recurso pesquero.
Para ello la Dirección de Pesca invitó a varios sectores, quienes respondimos a esa convocatoria, la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut, la Municipalidad de Esquel, la Municipalidad de Trevelin, el Consorcio Comarca Los Alerces, la Asociación Argentina de Pesca con Mosca y Orvis Argentina.
En el curso se trabajó intensamente durante tres días, los dos primeros se desarrollaron charlas audiovisuales sobre estos temas: 1) Biología de Salmónidos y Reglamentación, a cargo de Técnicos de la DPCCh y de Carlos Villaggi de la AAPM; 2) Atado de moscas y Entomología a cargo de Mario Capovía y Luciano Bacci de la AAPM; 3) Lectura de aguas y actividad de los peces a cargo de Leandro Dela Croce de Orvis Argentina.
El día sábado 15 de marzo se desarrollo la clase de casting en las orillas del Río Perecey con la asistencia del presidente y vice de la AAPM Carlos Villaggi y Mario Capovía, junto con Luciano Bacci (instructor certificado de la AAPM – Mel Krieger School e instructor del Club Caza y Pesca Bariloche quien se sumo generosamente a nuestra convocatoria), Leandro Dela Croce y Fernándo Díaz de la DPCCh.
La Fundación Mel Krieger, por intermedio de la AAPM, entregó a los participantes un video casete de pesca y conservación, los que fueron muy bien recibidos.
El curso fue un verdadero éxito se inscribieron 50 niños pescadores que tuvieron asistencia perfecta al curso. Por razones de organización se debió poner un limite de alumnos, pero los llamados telefónicos fueron tantos que se esta definiendo un segundo curso en fecha a designar.
Todos quedamos muy conformes pues junto con los organizadores estamos seguros que estos niños son 50 nuevos mosqueros comprometidos con el cuidado del recurso. Ese era el objetivo para el que fuimos convocados.
Sobre el cierre del curso el director de pesca continental Lic. Guillermo Barreiro junto con los demás participantes dirigieron unas palabras a los participantes y a sus padres y entregó los diplomas a los niños.

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Control Ecológico

En oportunidad de viajar a Esquel para la Fiesta de la Trucha, pudimos observar en la ruta que va desde Bariloche el tránsito de camiones semiremolques de nacionalidad chilena cargados de tanques con smolt (peces de pequeño tamaño) de truchas arco iris.
Esos camiones transitan por rutas argentinas llevando los smolt desde la 9ª a la 10ª región debido a que las rutas argentinas están en mejor estado.
En estas épocas de globalización de las actividades comerciales este tipo de tránsito debe aceptarse, pero deben también tomarse el mayor de los cuidados.
La cría de truchas en pisciculturas comerciales intensivas es riesgosa y son frecuentes las enfermedades y epidemias. Existen dudas respecto de si esos estanques, pese a llevar equipos de oxígeno y estar precintados, no renuevan el agua volcando el liquido que traen en arroyos y ríos de nuestro país.

Desde la Comisión Consultiva de Pesca Continental Patagónica se han realizado presentaciones a las autoridades sanitarias argentinas, pero este año propondremos insistir en acentuar el control.


Foto: el mencionado transporte junto al cual están Juan Pablo Gocio (sec. AAPM), Daniel Wergzin (sec. De Turismo) y el periodista Martin Kambourian.

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Federation of Fly Fishers

Código de Etica del Mosquero
© Copyright by the Federation of Fly Fishers, Inc. 2002

Como muchos saben, nuestra Asociación es Afiliado Internacional de la Federation of Fly Fishers. La FFF es una entidad de segundo grado que agrupa clubes y asociaciones de todo el mundo, al tiempo que mantiene socios individuales. Esta afiliación se produjo a principios de los 90, durante la presidencia del Dr. Vinelli, y aún sigue vigente a través de compartir información y experiencias sobre conservación y docencia. Mensualmente, nuestros asociados reciben vía e-mail, el boletín informativo de esta institución y están disponibles en nuestra sede ejemplares de la revista Fly Fisher, editada por la FFF. Desde el comienzo, esta institución colaboró con la AAPM brindando material para los cursos y estrategias para la difusión de la actividad.
En esta oportunidad, la tarea encarada fue compilar y ordenar los comportamientos deseables de los mosqueros para crear un código de ética que sirva como guía a mosqueros y demás pescadores deportivos. Nos parece que la lista descripta a continuación, incluye todos los aspectos que hacen a un verdadero “angler”. Desde nuestra Asociación adherimos al código de ética de la FFF y los invitamos a difundir los comportamientos allí expuestos entre todo el ambiente pescador, mosquero y no mosuqero.
La misión de la FFF es liderar actividades que enriquezcan y apoyen la experiencia de pescar con mosca para todos los pescadores. Como parte de nuestros esfuerzos para educar a través de la pesca con mosca, creemos que un comportamiento ético es un componente clave en un pescador. Mientras la necesidad de preservar la belleza natural y la calidad de las pesquerías para nosotros y futuras generaciones, la consideración respetuosa de los compañeros pescadores no puede ser minimizada.
FFF cree que es esencial que los mosqueros en todas las aguas adhieran a una ética que corporice la consideración por el medio ambiente y por otros que lo comparten, pescadores o no. Este código de ética complementa la filosofía del Catch and Release, que es la marca de distinción de la FFF y refleja la importancia de un comportamiento ético para todos los pescadores. Aún más, proporciona un marco para mejorar la calidad de la experiencia de pesca, combinando la consideración hacia el ambiente con una conducta respetuosa hacia los demás pescadores.
Los siguientes 9 comportamientos componen el Código de Etica del Pescador Deportivo de la FFF

· La ética de la pesca comienza con el entendimiento y la obediencia de leyes y regulaciones asociadas con la pesquería. Los mosqueros entienden que su conducta en este aspecto se refleja en los demás pescadores. La ética de la pesca comienza con leyes y regulaciones sobre la pesca y los recursos que soportan la práctica del deporte.

· La oportunidad de practicar la pesca con mosca es un privilegio y una responsabilidad. Los mosqueros respetan la propiedad privada y siempre piden permiso antes de entrar a pescar por propiedad privada. Comparten las aguas igualitariamente con otros, estén pescando o disfrutando de algún otro modo de la vida al aire libre.

· Los mosqueros minimizan su impacto en el medio ambiente y la pesquería, adoptando prácticas que no degradan la calidad de las costas y de las aguas. Estas prácticas incluyen evitar la introducción de especies no nativas a un ecosistema y limpiar adecuadamente el equipo de pesca para evitar el transporte de formas de vida exóticas que puedan amenazar la integridad de un ecosistema acuático. En términos concretos, los mosqueros siempre dejan una pesquería mejor, o al menos igual, de lo que la encontraron.

· Los mosqueros se orientan a conservar las pesquerías entendiendo la importancia de limitar la muerte en la actividad de pesca. La pesca y devolución es un componente importante para asegurar la sustentabilidad de pesquerías. Los mosqueros devuelven los peces adecuadamente y con un mínimo daño. Promueven el uso de anzuelos sin rebaba y las prácticas de pesca más desafiantes y que colaboren con sostener poblaciones de peces saludables.

· Los mosqueros no juzgan los métodos de otros pescadores. Comparten su conocimiento en técnicas y experiencias. Ayudan a otros a entender que la pesca con mosca contribuye a conservar los pesqueros.

· Los mosqueros tratan amigablemente a otros pescadores, del mismo modo que les gustaría ser tratados. No interfieren con la actividad de otros pescadores, esperan en un respetuoso silencio, y luego, si fuera necesario, solicitan permiso para pescar aguas abajo. Pueden invitar a otros pescadores a pescar a través de sus posiciones. Siempre que entran en un área con correntada ocupada por otros pescadores, siempre entran aguas arriba del pescador.

· Los mosqueros, cuando comparten un ámbito con otros pescadores no disturban la experiencia de pesca de los demás. Pescan siempre en una forma que causa la menor interferencia a los pescadores, al agua y al pez. Toman precauciones para mantener su sombra lejos del agua o cualquier otra acción que pudiera molestar a otros pescadores.

· Cuando pescan desde un bote o similar, no se acercan a otros pescadores o botes. No bloquean entradas a bahías o rutas de acceso a otros pesqueros. No generan turbulencia en el agua lanzando anclas o remando.

· Los mosqueros siempre son atentos con otros pescadores y promueven este Código de Etica, cualquiera sea el método de pesca deportiva que utilicen.

La siguiente es una version acortada para ser fotocopiada y llevar en un viaje de pesca
· Los mosqueros entienden y obedecen las leyes y regulaciones asociadas con el pesquero

· Los mosqueros creen que pescar con mosca es un privilegio y una responsabilidad

· Los mosqueros conservan los pesqueros, preferentemente practicando la pesca y evolución.

· Los mosqueros no juzgan otros compañeros pescadores y los tratan como les gustaría ser tratados

· Los mosqueros respetan las aguas ocupadas por otros pescadores

· Cuando pescan desde un bote, mantienen una distancia prudente con otros pescadores.

· Los mosqueros respetan otros métodos de pesca y promueven este código de ética para todos los pescadores.

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Concurso Abierto de Atado de Atado de Moscas

La AAPM anuncia la apertura de su Concurso Anual de Atado de Moscas, el cual está abierto a todos los aficionados al atado de moscas de nuestro país, sean o no socios de nuestra institución.

Reglamentación
Categorías:

Se establecen las categorías de aficionado y profesional.
Deben considerarse profesionales a aquellas personas que aten moscas comercialmente, hagan o no de ello su profesión habitual.
Los aficionados a los que les corresponda participar en la categoría profesional, no pueden hacerlo en ambas.

Envío de las moscas:
Cada participante entregará personalmente en nuestra sede o enviará por correo la o las moscas que desea presentar (una sola por cada modelo), cuidando de hacerlo de tal manera que las mismas no sufran deterioro (se sugiere el uso de una caja con algún pedacito de corcho o espuma pegada en su fondo, a efectos de poder clavar el anzuelo de la mosca evitando que la misma quede mal apoyada y por tanto se doble).
Deberá entregar, además, una ficha de inscripción (que se incluye en este Boletín) completando todos los datos requeridos.

Moscas anuladas:
El jurado podrá excluir a las moscas que, por no respetar el modelo o cualquier otro motivo no puedan ser comparadas con las demás en términos de competencia.

Catalogación de las moscas presentadas:
De cada categoría y modelo, el jurado, que estará compuesto por instructores de la AAPM, seleccionará como ganadoras a la primera, segunda y tercera mejor mosca presentada de cada modelo en cada categoría cualquier puesto donde las moscas

Puestos desiertos:
El jurado podrá declarar desierto presentadas hayan sido anuladas, o ante la ausencia total de recepción de moscas de alguno de los modelos a presentar.

Destino de las moscas recibidas:
Las moscas presentadas pasarán a ser propiedad de la AAPM. Aquellas moscas originales presentadas en la categoría libre, pasarán a componer el archivo de moscas argentinas de la AAPM

Premios para la categoría “Aficionado”:
A los tres primeros puestos generales de la categoría aficionado, se les entregarán importantes premios donados por comerciantes y amigos.

A efectos de incentivar la participación de nuevos atadores, estos premios serán distribuidos a los concursantes de la categoría “aficionado”, entre los tres primeros que acumulen más puntaje.

Los puntos otorgados serán los siguientes

Por cada mosca presentada:
1 punto. Por cada modelo de mosca:
– Primera mención: 3 puntos.
– Segunda mención: 2 puntos
– Tercera mención: 1 punto

Es decir que, cuantas más moscas presenten, más posibilidades tienen. Además, a todos aquellos que hayan obtenido menciones, se les entregará un diploma como constancia de su participación.

Premios para la categoría “Profesional”:
Constará de un diploma el que contendrá el total de menciones que a cada uno se le haya otorgado.

Fecha límite de presentación de las moscas:

Se fija como fecha tope para la recepción el jueves 9 de octubre.
Resulatados del Concurso:

Luego del cierre de recepción y de la evaluación, se dispondrá de una fecha donde tendrá lugar en nuestra sede una reunión en la que se expondrán todas las moscas presentadas y en la que el jurado anunciará los ganadores, haciendo análisis detallado de los méritos de las moscas recibidas. Ete resultado será además publicado en nuetro Boletín Mosquero

Moscas a Presentar

SECAS

Anzuelo: Mustad 94840 o similar Nº 12
Hilo: Negro.
Cola: Fibras de gallo marrón.
Cuerpo: Pluma de gallo marrón.
Hackle: De gallo blanco o crema.

Anzuelo Mustad 94840 o similar Nº 14.
Hilo: Negro.
Ribbing: Alambre fino dorado.
Cuerpo: Fibras de pavo real.
Hackle: De gallo bataraz en palmer.

NINFA

Anzuelo: Mustad 9672 o similar Nº 8.
Hilo: Negro
Cola y antenas: Patas de goma blancas.
Abdomen: Vernille o chenille negro y amarillo trenzados.
Torax: Chenille negro.
Hackle: Pluma de gallo marrón en palmer
Ribbing (opcional): Alambre de cobre fino.

HUMEDA

Anzuelo: Mustad 3906B o similar Nº 16.
Hilo: Negro.
Abdomen: Alambre de cobre.
Torax: Fibra de cola de pavo real.

STREAMERS

Marabou Muddler

Anzuelo: Mustad 9672 o similar Nº 4.
Hilo: Negro.
Cola: Fibras de pluma de gallo rojas.
Cuerpo: Tinsel chenille plateado.
Bajo ala: Pelos de cola de ardilla negros.
Ala: Marabou negro.
Topping: Fibras de pluma de cola de pavo real.
Collar: Pelos de cuerpo de ciervo color natural.
Cabeza: Pelos de cuerpo de ciervo color natural cortados a tijera u hoja de afeitar.

Little Rainbow

Anzuelo: Mustad 79580 o similar Nº 6.
Hilo: Negro.
Cola: Pelo de cola de ciervo verde.
Cuerpo: Dubbing o lana rosa pálido.
Ribbing: Tinsel chato plateado.
Ala: Un primer mechón de pelo de cola de ciervo blanco; sobre éste otro de color rosa, sobre estos dos uno de color verde y por último, sobre éstos, un mechón de pelos de cola de ardilla gris.
Ojos: Pintados sobre la cabeza de la mosca o plumas de jungle cock.

Mosca libre:

Una mosca de la propia invención del atador o no, sea cual fuere.
Es esta categoría se evaluarán los mismos objetivos que en las otras, como prolijidad, proporciones, utilización correcta de los materiales, etc. pero principalmente la novedad, la inventiva y la originalidad. Todos los materiales a libre elección del participante.
Los esperamos.

Para consultas sobre modelos o materiales mandar mail s aapm@aapm.org.ar

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Campeonato de Lanzamiento de Mosca

El día 22 de junio de 2003 tendrá lugar el 1° Campeonato de Lanzamiento de Mosca del año 2003. Tenemos prevista la realización de una segunda edición para el 21 de septiembre, del cual informaremos oportunamente. A continuación se describe el Reglamento para el Campeonato, para mayor información consultar BM otoño 2002.

I – Reglas Generales

Habrá dos categorías:
1. Standard
2. Avanzados
Cada campeonato consistirá en tres eventos, dos de lanzamiento de mosca (precisión y distancia).

El costo de inscripción será de $20.- para las dos categorías.

Se realizará sobre superficie de césped, al aire libre y en lugar a designar. Para participar se deberá abonar una inscripción que será definida más cerca del evento.

a. Ganador:
Habrá un ganador por campeonato, Precisión y Distancia. Quienes obtengan el mayor puntaje en cada evento, serán los ganadores de cada Campeonato Individual.

Con relación al evento de distancia habrá un premio especial para el que realice el cast más largo. Sin embargo, a los efectos de computar el puntaje para el Campeonato General se computarán los puntos considerando los dos casts más largos.

Habrá un Ganador General que será el que obtenga el mayor puntaje sumando los dos campeonatos. El puntaje se calculará de la siguiente forma: al ganador (es decir, al que haya obtenido el mejor puntaje en precisión o la mayor distancia) se le adjudicarán 10 puntos, al segundo 9 y así sucesivamente. Sólo obtendrán puntaje los primeros diez puestos. Luego se sumarán los puntajes de cada campeonato y quien obtenga el mayor valor será el Campeón.

Por ejemplo, un competidor gana la prueba de precisión y sale tercero en la de distancia obtendrá 10+8=18 puntos. Otro gana la de distancia pero sale quinto en la de precisión obtendrá 6+10=16 puntos.

b. Empate:
Si dos o más casters obtuvieran el mismo puntaje en uno de los campeonatos, se definirá a través de sucesivas ruedas de lanzamientos realizadas por los participantes empatados hasta que se produzca el desempate (“muerte súbita”) en la disciplina en que hubiesen empatado.

Si el empate se produjera una vez sumados los puntajes para el Campeonato General, la definición es también por muerte súbita pero de acuerdo a las reglas del campeonato de Precisión.

II – Reglas de los Eventos

a. Prueba de Precisión

Caña: caña standard de pesca con mosca, para un máximo de línea #6, de un largo máximo de 9.5 pies, armada con pasahilos standard, sin restricciones respecto del material en que esté construida ni su acción.

Reel: Standard para pesca con mosca, asegurado a la caña, cargado con backing, la línea de mosca y el leader.

Línea: Standard para pesca con mosca, de un largo mínimo de 20 metros. Queda prohibido todo agregado metálico u de cualquier otro material extraño a la línea que le haga perder su característica de standard. Deben utilizarse líneas originales de fábrica, no se permite la utilización de uniones, nudos, splices, etc. que una trozos de línea.

Leader: De monofilamento, largo mínimo de 2.70 mts, sin restricciones en grosores de nylon. El tramo final (tippet) deberá tener un largo mínimo de 45 cm y no sobrepasar los 0.25 mm de diámetro. El tippet será provisto por la organización y será de un máximo de 0.25 mm de diámetro.

Mosca: Mosca tipo campeonato, tamaño 10, sin anzuelo. Hackle palmer entre 16-20 mm, de colores brillantes: rojo, naranja, amarillo o blanco. Serán provistas por la organización.

Equipo: Antes de iniciar la prueba el Jurado fiscalizará el equipo completo.

Blancos: 5 aros de 60 cm de diámetro, de plástico o metal, con bordes redondeados. Colores fluorescentes.

Cancha:
Disco 1, ubicado a la izquierda del caster, a 8 metros de la línea límite.
Disco 5, a la derecha, a 13 metros
Discos 2, 3 y 4, en una línea recta entre el disco 1 y el 5. El Disco 3 se ubica justo frente al caster. Ver “Anexos” para mayor detalle.

Rondas: El caster seguirá dos secuencias, una de mosca seca con el siguiente orden: 3 – 1 – 4 – 2 – 5 – 3 – 1 – 4 – 2 – 5, y la siguiente de mosca húmeda realizada una vez cumplida la primera con el siguiente orden: 1 – 2 – 3 – 4 – 5 – 1 – 2 – 3 – 4 – 5.

Puntaje: El caster comenzará con la mosca en la mano contraria a la de la caña y sin línea suelta entre el reel y el primer pasahilo. Se ubicará en la misma posición para lanzar a los 5 blancos. En el comienzo tiene un puntaje de 100 puntos, los cuales ratificará o rectificará a lo largo de las pruebas. Por cada tiro fuera de blanco se le restarán 2 puntos.

Solo se puede alargar o recoger línea, o sacar línea del reel, durante los falsos casts cuando la caña esté en movimiento y la línea en el aire. Está prohibido recoger línea hallándose ésta en el suelo/agua. Toda acción contraria sufrirá una penalidad de 5 puntos.

El caster podrá realizar cuántos falsos casts desee. En ellos está prohibido apoyar el leader en el suelo (tanto en el back como en el forward cast). Cada vez que la línea o el leader o la mosca toquen el suelo/agua en un falso cast se le descontarán dos puntos, aún si el contacto se produce dentro del blanco.

Ningún lanzamiento será considerado si falta la mosca. El jurado deberá advertir de la falta al caster. Se le descontará el tiempo que tarde en atar otra.

Los bordes del disco son contados como acierto. Toda vez que la mosca toque la zona de acierto, aún si rebota y queda afuera al detenerse será punto válido.

La secuencia de blancos no puede alterarse y todo acierto fuera de ese orden tendrá la penalidad de 2 puntos como un intento fallido. No se podrá pasar a un nuevo blanco sin haber acertado el anterior.

Es decir que si un lanzador acierta todos los blancos en el primer intento tendrá un puntaje perfecto: 100 puntos. Si se tomara 3 intentos para el primer blanco (acertando en el 4º) y luego siguiera perfecto, obtendría 94 puntos. Ver ejemplos de tarjetas en “Anexos”.

En caso de empate en la sumatoria de puntos de las dos rondas en los primeros 3 puestos, la ubicación se definirá a través de sucesivas ruedas de lanzamientos realizadas por los participantes empatados hasta que se produzca el desempate (“muerte súbita”).

Tiempo: El caster dispondrá de un máximo de 5 minutos para completar una ronda de 10 blancos (mosca seca y mosca húmeda). El tiempo comienza con un toque de silbato de un miembro del jurado y finaliza de la misma forma. Si habiendo sonado el silbato la mosca estuviere en el aire, ese tiro no será considerado dentro del tiempo reglamentario y no se computará para el puntaje Previo al inicio, el jurado consultará con el caster si está preparado para comenzar.

b. Prueba de Distancia

Caña: caña standard de pesca con mosca, para un máximo de línea #8, de un largo máximo de 9.5 pies, armada con pasahilos standard de una caña de mosca, y de una mano. No hay restricciones respecto del material en que esté construida ni la acción.

Reel: Cualquier reel, asegurado a la caña, asegurado a la caña, cargado con backing, la línea de mosca y el leader.

Línea: Shooting Head de un peso máximo de 300 grains (19.4 gs) unido en forma artesanal por medio de nudos, splices, etc., largo mínimo 9 mts y máximo 11 mts.
Running Line de un diámetro mínimo de 0.40 mm (Amnesia 20 lbs).
Queda prohibido todo agregado metálico u de cualquier otro material extraño a la línea o al leader. Al iniciar el lanzamiento la línea podrá estar extendida en el suelo.

Leader: De monofilamento, largo mínimo de 1.80 mts, sin restricciones en grosores de nylon. El tramo final (tippet) deberá tener, al menos, 45 cm y no sobrepasar los 0.30 mm de diámetro. El tippet será provisto por la organización y será de un máximo de 0.30 mm de diámetro.

Mosca: Mosca tipo campeonato, tamaño 10, sin anzuelo. Hackle palmer entre 16-20 mm, de colores brillantes: rojo, naranja, amarillo o blanco. Serán provistas por la organización.

Equipo: Antes de iniciar la prueba el Jurado fiscalizará el equipo completo.

Cancha: Es un trapecio que a 100 metros de distancia tiene un ancho de 20 metros y en la posición del caster tiene 6 metros de ancho (3 a cada lado del caster).

La cancha estará demarcada en su límite exterior y también tendrá líneas cada 5 metros.

Rondas: Cada tirador tendrá una ronda de lanzamientos para obtener sus mejores tiros. El orden de lanzamiento será sorteado al inicio de la prueba.

Tiempo: El caster dispondrá de un máximo de 5 minutos para realizar todos los casts que desee y elegir sus dos casts más largos, que serán considerados en la competencia. Cada tiro será marcado con una banderilla y el jurado medirá los dos tiros más largos al finalizar los 5 minutos.

Puntaje: Los puntajes serán calculados teniendo en cuenta los dos casts más largos de cada participante asignándoles un punto por metro de distancia. Las distancias se miden en línea recta, en forma perpendicular a la línea del caster y hasta la mosca, sin importar si la punta de la línea se encuentra más lejos que ésta. Esto quiere decir que con igual distancia de línea lanzada, un cast recto tendrá más puntaje que un cast en diagonal.

Si la mosca cae fuera de los límites de la cancha, ese tiro no será medido ni considerado válido.

Ningún lanzamiento será considerado si falta la mosca. El jurado deberá advertir de la falta al caster. Se le descontará el tiempo que tarde en atar otra.

En caso de empate en la sumatoria de puntos de las dos rondas en los primeros 3 puestos, la ubicación se definirá a través de sucesivas ruedas de lanzamientos realizadas por los participantes empatados hasta que se produzca el desempate (“muerte súbita”).

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Pesca en Rusia III - Río Kola

Dónde esta el límite?
Relato de la captura de un Salmón del Atlántico de 30 libras en el río Kola, en Rusia, y algunas reflexiones.
El día se presentaba brillante y caluroso, nada presagiaba que éste sería uno de los días más importantes para mí en mi vida en la pesca deportiva. Estaba pescando el río Kola, en la península homónima en el norte de Rusia, mas allá del Círculo Polar Artico, invitado por un amigo, Mike Savage. No pude compartir el placer con él de ver este salmón debido a que ese día me tocaba pescar con otro integrante del grupo de doce pescadores, James Farrer, viejo pescador de salmones, sobre todo en Escocia. Nuestro guía para ese día era Jaroslav Sakharov, fotógrafo especializado en Auroras Boreales.

El río Kola no es un río fácil de pescar. Es muy caudaloso, con grandes rocas que sobresalen del agua en algunos lugares donde la corriente no es muy rápida. También hay rápidos importantes que forman pooles muy grandes aguas abajo y glides aguas arriba. Estos, haciendo honor a su nombre, son espejos de agua pero con una correntada en permanente aceleración y se encuentran en la entrada de estos rápidos.
Ese día, martes 18 de Junio de 2002, por nuestra propia elección nos tocó ir aguas abajo del campamento, al Mónica Beat. Ni James ni yo lo conocíamos pero al momento de elegir algunos de nuestros amigos del grupo nos lo sugirieron no tanto por la pesca en sí, ya que no estaba rindiendo muy bien, sino por la belleza natural del lugar.
Salimos a la mañana después del desayuno, compartiendo el vehículo con otro grupo que iba a pescar el Net Beat, aguas abajo del nuestro. Primero nos dejaban a nosotros y luego seguirían ellos hasta su beat. El primer tramo del camino, la salida del campamento hasta la ruta asfaltada que va de Murmansk a San Petersburgo, son unos diez kilómetros dentro de un espeso bosque de cipreses, con suaves hondonadas y curvas, bastante arenoso y que va bordeando el río Kola hasta su unión con el río Kitsa.

Después de unos treinta minutos por asfalto por la ruta mencionada, momento que algunos aprovecharon para dormirse una siesta matutina, salimos del camino principal y entramos en uno secundario, también asfaltado, que llevaba a una villa sobre el río. Atrás de esta villa corría el tren y había un playón de maniobras del ferrocarril. Si no hubiese sido por este toque de civilización que daba el tren a este lugar, se podría decir que esta villa estaba sacada del libro La Guerra y La Paz y puesta allí. Eran casas de madera, viejas, muy viejas y oscuras, sin un atisbo de pintura en ellas. No tenían signo de vida salvo por algunas chimeneas que humeaban y por una señora de edad, vestida con un traje típico, trabajando en su quinta. Las ventanas adornadas con cortinas de encaje por adentro con algunas macetas con flores entre la doble ventana le daban un poco de color a esta villa sombría de no más de quince casas.

Ni bien cruzamos el puente sobre el río y antes de traspasar la villa, doblamos a la izquierda, aguas arriba, recorriendo unos cuatro kilómetros entre el río y las vías del tren por un camino en el medio de un bosque de cipreses, similar al de la salida de nuestro campamento. Este era mucho mas angosto y se veía menos transitado. El tramo de los primeros doscientos metros era un sector de quintas a ambos lados. Quintas que suponíamos eran trabajadas por la gente de la villa. Había mucha verdura sembrada. Lo que más abundaba era la papa, el repollo y la remolacha.
En un momento dado Jaroslav hizo detener el vehículo, una van de las que usaba YPF como ambulancia hace muchos años en la Patagonia. Estábamos en el medio del bosque casi al final de la huella y justo en el comienzo de un sendero que nos llevaba al río.

Bajamos nuestras cosas, el guía se puso la mochila en la espalda y sobre ella la balsa neumática desinflada y plegada. Jaroslav, de unos cuarenta años de edad, de estatura normal, obviamente tenía una buena espalda para soportar semejante peso y mucho equilibrio como para que no se le caiga la inestable y voluminosa balsa.
Nos despedimos del otro grupo y comenzamos a caminar por el sendero rumbo al río. Jaroslav, quien iba delante nuestro, además del esfuerzo que tenía que hacer para caminar con esa carga encima tenía tiempo y ganas como para ir relatándonos cosas sobre el bosque y sus secretos.
Como no había viento en absoluto y estaba haciendo calor, los perfumes de ese bosque se podían oler y disfrutar al máximo. Aprendimos a distinguir el perfume del ciprés del de otras plantas y arbustos. Había un arbusto en particular, el cual también abundaba en la zona del río Varzuga, el cual, con el calor reinante, mas de 23ºC, inundaba el lugar con ese perfume a bosque que tanto nos gusta a todos.

Jaroslav nos hizo notar unas virutas frescas al pié de un árbol al borde del sendero. Eran virutas que dejaba una ardilla al hacer un hueco en ese árbol para guardar bellotas para el invierno. Los árboles, muchas veces, tienen huecos naturales, pero si éstos no les alcanzan a las ardillas para hacer su acopio los agrandan con sus manos y dientes. Algunos de estos huecos eran dejados previamente por los pájaros carpinteros quienes, buscando insectos dentro del árbol, los van ahuecando dejándole el espacio a otras especies, ya sea para las mencionadas ardillas o para otras aves más pequeñas y sus nidos.
Después de este árbol el sendero comenzaba a descender por una barranca muy empinada. Nos tuvimos que ir tomando de los árboles para no patinar con las suelas de fieltro de nuestras botas de vadeo en el suelo húmedo y resbaladizo. Jaroslav demostró sus dones de equilibrista.
Finalmente aparecimos en una playa de canto rodado, frente a un brazo del Kola que formaba una isla enfrente nuestro y detrás de la cual estaba el Mónica Run. Mientras nosotros armábamos nuestras cañas, Jaroslav comenzó a armar e inflar la balsa al mismo tiempo que nos explicaba el plan de pesca para la mañana. Yo iba a pescar el Mónica Run, para lo cual tenía que cruzar vadeando el brazo que teníamos enfrente hasta el inicio de la isla, mientras que James iría en la balsa con Jaroslav al otro lado del río, aguas arriba del Ahab Pool.

El lugar era como nos habían dicho, una postal. El río que corría de derecha a izquierda, con sus aguas transparentes y frías, con un bosque tupido de cipreses extendiéndose a lo largo de las dos orillas y hasta donde alcanzaba la vista tierra adentro sobre una colinas cercanas. En el cielo unos pocos cúmulus que nos decían que íbamos a tener un muy lindo día. Cuando me metí en el agua para pescar el glide en la punta de la isla lo único que se escuchaba era el sonido del agua que bajaba de este glide a la corredera Mónica Run y el canto de unas kukulkas, ave típica de la zona centro europea, y tan popular que hasta hay canciones folclóricas sobre ella.
Gracias a las indicaciones del guía y a una lectura e interpretación del agua me pude ubicar en la zona que iría a pescar y preparé mi equipo de acuerdo a ello. Pescaría primero el glide, el cual no es profundo pero su correntada es muy fuerte, y luego el run propiamente dicho, el cual sí tiene aguas mas profundas pero lentas ya fuera de la correntada del centro. Puse una sinking tip intermedia y un líder de unos dos metros y medio con una mosca tubo de Sacha, de bronce y de unos cinco centímetros de largo con un anzuelo doble número cuatro. Sacha fue el guía de Mike Savage en este campamento. Es un gran atador de moscas y era quien me proveía de todas las moscas para esta semana.

Apenas veinte minutos pasado el mediodía saqué en este glide un salmón de unas doce libras con la mosca tubo de Sacha. A pesar de que no era grande para lo que suele dar este río lo disfruté mucho ya que tenía la satisfacción de haber hecho todas las cosas bien. El salmón fue la recompensa.
Cuando lo soltaba después de haberle sacado algunas fotos llegaron a la isla James y Jaroslav. Era la hora del almuerzo. Nos sentamos al sol en una rocas, rodeados del césped y flores amarillas de la isla charlando sobre las experiencias de la mañana mientras Jaroslav nos preparaba la comida.

A los postres Jaroslav comentó los planes para la tarde. James se quedaba solo pescando en la isla, mas precisamente el Mónica Run y la unión del brazo que pasa por detrás de la ella con el río Kola, al final del Mónica Run. Jaroslav me llevaría arriba del Ahab Pool, pero sin cruzarlo esta vez como lo hizo con James. Había visto a la mañana, mientras James pescaba, que algo importante se había movido del otro lado del río. Allí me quería llevar. Lo primero que se le cruza por la mente a algunos clientes desconfiados en un caso similar, es que el guía nos quiere animar contándonos historias fantásticas. Yo como soy guía también, vi en su entusiasmo y en sus ojos que realmente algo importante había donde él decía.
Subimos a la balsa, nos despedimos de James y Jaroslav remó aguas arriba muy cerca de la orilla, aprovechando las contra corrientes que formaba el Ahab Pool. Desembarcamos veinte minutos después al final del rápido que desemboca en el Ahab y caminamos por un sendero del bosque aguas arriba unos trescientos metros mas hasta el lugar indicado por Jaroslav.

Yo miré a mi alrededor y lo primero que pensé fue que iba a ser imposible pescar en ese lugar. Había que tirar la mosca unos veinticinco a treinta metros adentro, el agua era muy profunda y no se podía vadear y el bosque llegaba hasta la orilla. Jaroslav me dio ánimos diciéndome que el lance en realidad no tenía que ser tan largo y que con las casi dos semanas que llevaba pescando con caña de dos manos tendría que poder llegar hasta donde él me decía. No solamente me quiso dar ánimos sino que desafió mi orgullo y vanidad de pescador. ¿Cómo no iba a poder llegar con mi mosca hasta ahí?
Mientras yo miraba el río pensativo él se encendió un cigarrillo y se tiró en el pasto a descansar pidiéndome socarronamente disculpas de antemano si se dormía aburrido de mirarme pescar. Le dije que no se acomodara mucho porque enseguida me iba a tener que sacar del agua cuando la corriente me arrastrara.
Me concentré en el río y el lugar donde tenía que poner la mosca y comencé a estudiar la situación. Encontré un lugar por donde bajar de la barrancosa orilla y comencé a internarme en el río. No llegué muy lejos aguas adentro debido a que la campera se me mojaba. Volví a salir, me saqué la campera y un buzo de abrigo. Me quedé nada mas que con la camiseta y con el alicate corta tanza, un rollo de tippet y un fórceps en el bolsillo del wader. Jaroslav me miraba con los ojos ya entrecerrados.

Entré en el río, conociendo el camino por donde pisar en las piedras del fondo, hasta que el agua me llegó al pecho, justo unos pocos centímetros antes de entrar en el wader, y comencé unos tiros de práctica. Como Jaroslav me indicó que la distancia estaba bien seguí insistiendo en ese lugar unos tiros más.
Justo debajo de mí, unos quince metros, nada mas, comenzaba una corredera cerca de la orilla en una curva de la misma. Yo sentía que la mosca, -una salmonera de pelo en anzuelo doble número cuatro atada por Sacha- , al describir el arco en su navegación aguas abajo hacia mi izquierda, rozaba en el fondo justo a unos cuarenta y cinco grados entre el centro del río y esta corredera cercana a la orilla. Deduje que, como era principios de temporada y el río estaba relativamente alto, podría haber un banco allí y que era por ésto que la mosca se frenaba un poco. Al ver esto me imaginé que en tan poca agua no podría haber un salmón, y menos si ese lugar en dos semanas estaría seco. Si estaba el salmón realmente como Jaroslav lo había visto, debería estar mas adentro, con lo cual tenía que alargar mis lances. O podría estar en la corredera cerca de la orilla, lo cual me pareció más improbable según las descripciones de Jaroslav.

Decidí no moverme del lugar y alargar mis lanzamientos. La caña de dos manos, cuando no hay mucho espacio atrás de uno para castear es fantástica. Pero se complica cuando se está metido con el agua hasta el pecho porque hay que castear con los brazos incómodamente levantados para no mojarse los codos con cada lance. Pero, el guía dijo que el pescado estaba ahí y no me quedaban dudas de lo que tenía que hacer: hacerle caso al guía.
La verdad es que mucho caso no le hice. El quería tiros mas cortos y yo me empeciné en hacerlos más largos. Habrán sido dos o tres casts de prueba que hice. Al cuarto o quinto, vi que la mosca había caído en el lugar y como yo quería y me puse contento por haberlo hecho bien. La mosca comenzó a derivar como yo quería, casi a noventa grados de la corriente, pero no alcanzó a hacer ni dos metros cuando sentí el tirón y un borbollón. Inmediatamente supe que era algo grande en serio. Como pensaba que Jaroslav estaba dormido ya que no había escuchado ni una palabra de él desde aquél cigarrillo comencé a los gritos para despertarlo. Inmediatamente me hizo callar pidiéndome nervioso que me concentrara en el pescado. Me estuvo observando en todo momento.

Pasaron cuarenta minutos hasta que pude dominar este salmón. Al momento de esa primer tomada y borbollón y mientras yo me daba vuelta para llamarlo a Jaroslav, el salmón en muy pocos segundos había recorrido unos cuarenta metros aguas arriba, formando un semicírculo con la línea y haciendo sonar la chicharra del reel del padre de Robin como nunca antes había escuchado. El final de esta corrida fue un gran salto que me dejó con la boca abierta del asombro y a Jaroslav a los gritos en ruso que yo no entendía. Por el tono eran de admiración por el tamaño del Salmón.

Comencé a trabajar con el reel y, ante mi sorpresa, al salmón lo traía como si estuviese paseando un perro. Venía mansamente tirado por la línea que era recogida por mi reel. Jaroslav, evidentemente muy nervioso por el tamaño del pescado, vociferaba indicaciones, algunas veces en inglés pero la mayoría en ruso, las que yo no entendía y a las que, finalmente, no les presté mas atención ya que me desconcentraban y quería estar con toda mi atención enfocada en este pescado. No me podía ganar este salmón como lo hicieron algunos otros. Le tenía confianza al anzuelo, sabía que estaba bien clavado. Le tenía confianza a mi equipo. Sabía que Jaroslav llegado el momento iba a meter correctamente este salmón dentro del copo. Lo único que tenía que hacer yo era cansarlo lo suficiente para poder ponerlo en la orilla para verlo y admirarlo, para el pesaje y las fotos posteriores … si lograba dominarlo!

Mientras recogía línea con el reel trayendo al salmón a la orilla fui caminando hacia atrás buscando un lugar más cómodo donde afirmarme cerca de la orilla y para no estar con el agua al pecho. No quería darle ninguna ventaja al animal. Cuando logré ubicarme en un lugar adecuado el salmón se había dejado derivar con la corriente aguas abajo, haciendo un semicírculo teniendo mi línea como radio, y se clavó en esa corredera cerca de la orilla. Me fue imposible moverlo por un tiempo de esa posición. Yo no quería apurarlo, me acordaba del que había perdido en el Bridge Pool y de las indicaciones de Sacha. Las mismas indicaciones que me daba en ese momento Jaroslav, que no lo apurara, que se estaba oxigenando y que en cualquier momento saldría como rayo al centro del río ya recuperadas sus energías después de su primer corrida.

Para mí fue una eternidad, pero fueron segundos tal vez, nada mas, hasta que el salmón salió de la corredera reparadora y se dirigió, a la velocidad de un tren bala, hacia el otro lado del río pasando el glide, unos sesenta metros. Yo estaba con el backing afuera hacía rato cuando vimos que saltaba nuevamente. Jaroslav parecía mi conciencia, yo hacía todas las cosas que debía justo en el momento en que él las gritaba para que yo las hiciera. Bajé la caña mientras nos quedábamos admirados por la belleza del salto.
Otra vez el equipo funcionó a la altura de las circunstancias. El reel, si bien no tenía freno alguno, respondía sin fundirse a las exigencias mías y del salmón. A esta altura ya me empezaban a doler los brazos, las piernas, los dedos maltratados por la manivela del reel girando a mil vueltas cuando el salmón se escapaba. Y, sobre todo, los nervios ya empezaban a hacer de las suyas. Tuve que concentrarme mucho para poder controlarme y enfocarme en el pescado y no pensar en otra cosa mas allá de sacarlo en ese momento.
Como era de suponer, el salmón buscó la misma corredera para recuperarse. Esta vez yo ya estaba ubicado entre la corredera y la orilla. Probé cruzarlo a mi lado. Pero fue imposible moverlo de su corriente reparadora. No lo quise forzar.

Unos segundos de oxigenación y salió disparado esta vez aguas abajo, hacia los rápidos que caían en el Ahab. Creo que fue éste el único momento en que me preocupé en serio con este salmón. En la zona para la que se había dirigido, no solamente estaban los rápidos mas abajo, sino que había unas rocas enormes cerca de la orilla, la cual, a esa distancia, ya torcía hacia la izquierda dejándome un ángulo ciego si el salmón lograba irse cerca de la misma. Me salvé porque el salmón se equivocó, tomó para el centro del río. Paró solo al comienzo de los rápidos.
Mi dedo pulgar de la mano derecha estaba rojo y empezaba a hincharse de todos los golpes que recibió de la manivela del reel. Ya estaba insensible. Pero el reel seguía firme aguantándose todas las corridas del salmón. Y nuevamente la misma historia, después del salto al final de esta corrida, ya no tan espectacular como los anteriores, traje al salmón con el reel a su corredera. No era que yo quería meterlo ahí, lo que sucedía es que no había forma de llevarlo a nuestro lado, a la orilla, para sacarlo. Había que hacerlo cruzar esa corriente para poder introducirlo en el copo. Jaroslav intentó meterse en la corredera pero el río casi me deja sin guía.
Jarsolav, a todo esto, me hacía comentarios como que nunca había visto un pescado tan grande. Lo cual yo interpretaba como que no me vayas a perder este pescado porque te tiro al río o algo parecido. El estaba muy excitado porque para un guía es muy importante también que su cliente saque un buen pescado. Es una gran satisfacción. Es como si lo hubiese sacado él mismo.

A esta altura, los gritos de Jaroslav se comparaban únicamente con el cansancio de mis brazos y el dolor en mi pulgar y mis ruegos para que no se me vaya este animal. Pero, a pesar de toda la tensión, los gritos, los golpes, estaba muy divertido, disfrutando de todo y de cada cosa que fue pasando. Experimentando emociones que nunca antes había sentido con esa intensidad.
Por tercera vez el salmón salió de su corredera como si fuera una largada de fórmula uno, a plena potencia. Pero el cansancio ya no le dejaba pensar claramente ya que esta vez encaró aguas arriba. En este momento de la lucha creo que supe que ya era mío a menos que yo me equivocara en algo.
Corrió unos cuarenta metros aguas arriba terminando con un salto que más que salto parecía un paso de un baile clásico. El salmón estuvo varios segundos en posición vertical, con la cola apenas rozando el agua pero lo suficiente como para mantener el equilibrio sobre ella y con la cabeza sacudiéndose de un lado para otro con violencia tratando de sacarse el anzuelo de la boca.

Cayó pesadamente sobre la superficie, con mucho estruendo y una cortina de agua salpicando bien alto con un arcoiris formándose en los rayos del sol. Seguía la lucha. Esta vez él quería ir aguas arriba y yo trataba de traerlo con el reel. Se resistió por unos minutos hasta que dio la vuelta y encaró corriente abajo haciendo el semicírculo de siempre metiéndose, finalmente, en la corredera.
Mientras Jaroslav gritaba que nunca había visto un salmón dando cuatro saltos de esta calidad, el pescado, como si lo hubiera escuchado, salió de nuevo a gran velocidad hacia el medio del río. Esta vez no llegó muy lejos ni saltó. Estaba cansado.

Lo empecé a traer con el reel y noté que ya no venía en la profundidad del río sino que lo hacía cerca de la superficie, mostrando la boca fuera del agua una o dos veces, signo inequívoco de que estaba vencido. De todas maneras no era fácil traerlo, su peso y la correntada del río, mas la línea en el agua hacían que mis brazos se fueran cansando a la par del salmón.

El tema era cómo hacerlo cruzar la correntada hacia nuestro lado y que Jaroslav pudiera meterlo en el copo con prolijidad. El mismo salmón nos ayudó. Se quedó muy pocos segundos en la corredera y cuando yo intenté traerlo para nuestro lado no se resistió sino que se entregó. Que se haya entregado es un decir, solamente ver cómo reaccionaba a la vista del guía y del copo. Había que tratar de que no los viera. Jaroslav se paró aguas abajo del salmón y yo lo llevé a éste maniobrando con la caña hasta meterlo dentro del copo. Allí el salmón se sacudió un poco mas, pero ya estaba dentro del copo y era nuestro!
Después que nos dimos un gran abrazo con el guía y que desahogamos unos cuantos gritos de victoria y alegría, procedimos al pesaje y fotos. Pesó treinta libras clavadas. Yo estaba mas que feliz con la captura. Jaroslav estaba eufórico. Sacamos unas fotos, con gran dificultad por que no lo podía sostener fuera del agua por la forma en que se movía. Lo dejé ir recuperándolo con mi método de ponérmelo entre los tobillos mirando corriente arriba. A los pocos segundos, tal vez menos de dos minutos, el salmón se fue solo, nadando tranquilamente, como si nada hubiese pasado.
Que nada pasó le habrá parecido al salmón. A mí me dejó exhausto físicamente pero también con muchas lindas sensaciones y emociones en mi espíritu durante mas de una hora. Una vez que se fue el salmón, me senté en la orilla y me puse a cambiar el líder. Corté la mosca y me la guardé en un lugar aparte, para ponerla algún día en un lugar especial, junto a la foto del salmón. Mientras hacía esto, hablamos un poco con Jaroslav sobre lo que había sido esta pesca, sobre ese salmón, sobre el río.

Mientras tanto por mi cabeza pasaban pensamientos e imágenes de mi vida de pescador a una velocidad pasmosa y como si estuvieran saliendo de adentro a borbollones. Me acordé de mi madre quien cuando yo tenía unos seis años ya me llevaba a pescar con mis hermanos más chicos a una laguna frente a la estación Plátanos; de mis hijos que siempre me acompañaron a pescar cuando se pudo; de mi mujer, Nelita, quien me soportó desde las plumas desparramadas cuando ataba en el living de recién casados hasta el día de hoy; del Palito, mi maestro en la pesca con mosca; de todos mis amigos de la pesca. No quiero que ésto parezca una dedicatoria de un libro, sino que fueron los pensamientos, creo que lógicos, que salen a relucir cuando uno logra con éxito, un objetivo, una meta, la que se buscó tal vez sin saberlo, durante mucho tiempo. Sacar un gran salmón del Atlántico, el rey de la pesca con mosca en agua dulce.

Una hora me llevó concentrarme lo suficiente como para volver al agua a pescar. Me paré, tomé la caña, entré en el mismo lugar, pero, pasaron los minutos y me di cuenta que estaba casteando sin pensar en lo que hacía. No sentía nada, ninguna sensación, no sentía estar pescando, no disfrutaba lo que hacía, pero tampoco me desagradaba. No sentía nada. Y la gran pregunta era: … y ahora que?, … para que sigo pescando?, … que es lo que busco?, sabiendo que para este río el salmón que saqué es difícil superarlo, entonces, … cuál es el límite?
Salí del agua. Volví donde estaba Jaroslav. Intercambiamos unas palabras y volví al río. Esta vez me paré en unas rocas para practicar el snake roll que no me había salido bien con los brazos en alto. También me aburrió o me corrieron los pensamientos y las emociones por la captura de ese salmón. Seguían dándome vueltas en la cabeza muchos pensamientos, tal vez encontrados. Aunque, sobre todo, sentía el dulce sabor de la victoria.

Esa tarde no pude pescar más. Volvimos con Jaroslav a la isla donde habíamos dejado pescando a James. No pesqué sino que me tiré en el pasto, al sol, y me quedé dormido, exhausto, física y espiritualmente.
Esa noche tampoco dormí bien. La duda que se me presentó a la tarde seguía allí, sin resolver. Dónde estaba el límite? Después de este salmón me seguirá atrayendo su pesca? Cuál sería mi próximo objetivo? Y mi próxima ilusión? Habrá una próxima meta?
La vida es una cadena de emociones, sensaciones, objetivos cumplidos y límites sobrepasados en búsqueda de otros, tal vez, más importantes. Se logran con la experiencia que viene primero con el aprendizaje y práctica, y luego sigue con objetivos que se van cumpliendo y que van ganando jerarquía en la medida en que nuestra experiencia es mayor. Objetivos siempre superadores de los anteriores. No hay límite.
La pesca es igual. Empezamos con mojarritas o bagrecitos o cualquier cosa que tengamos cerca de nuestra casa de la infancia, cerca de nuestros padres, de nuestros maestros. Y en la medida que vamos creciendo como pescadores y tenemos suerte, podemos ir cumpliendo con objetivos, lo cual nos da mas experiencia para poder fijarnos las metas siguientes.
Tuve la suerte de poder pescar salmón del Atlántico con mosca. Una meta deportiva cumplida. Tuve la suerte también de sacar un salmón de primera clase en esta mi primer salida a pescar salmón del Atlántico. Otra meta cumplida.

Por uno o dos días me sentí vacío de metas deportivas. Enormemente feliz, pero vacío. Disfruté la pesca de ese salmón muchísimo. Lo sigo haciendo cada vez que pienso en él. Y hoy, también, ya superé ese vacío del … después de esto, que?.
Poco a poco los nuevos objetivos se van dibujando. Así como nuevas ilusiones que se van creando. Se que me seguirán temblando las manos de emoción al atar una mosca al líder el primer día de cada temporada o el primer día en cada lugar nuevo donde voy a pescar. También se que tendré muchas metas deportivas como ésta para cumplir y compartir. Aprendí que … No hay límites en la pesca deportiva.
No hay límites porque la recompensa no está solamente en poder lograr el pez mas grande con el equipo mas sofisticado, sino que el mayor placer, tal vez, es el camino que transitamos para lograrlo. Alguien dijo alguna vez que la felicidad no es un lugar donde se llega sino que es una manera de viajar. El placer en la pesca deportiva es eso, la pesca en sí. No hablamos de límites. Los tamaños son circunstanciales, muchas veces producto del azar. La felicidad en la pesca la podemos lograr pescando bagres en un arroyo cercano a nuestra casa tanto como especies muy codiciadas en los lugares mas recónditos del mundo, independientemente del tamaño o de la cantidad. Lo importante es PESCAR sin límite.

Marcos Juan Czerwinski
Anglers@AnglersTDF.com
www.AnglersTDF.com

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La primera vez

por Daniel Bebebino

Son macanas, les digo que son todas macanas

Con aire académico, ocupando el centro del corro y sabedor de la expectativa que generaba su narración, continuó diciendo.

– Esas historias de las tinieblas y de la luz al final del túnel las inventaron para los pibes, son cuentos chinos-, seguía expresándose con suficiencia, cuidando mantener la atención de sus oyentes, lo que iba logrando, no con sus opiniones sobre lo que se decía de la muerte, sino más bien porque sus amigos estaban interesados en la experiencia, como se empeñaba en llamar a los hechos que el día anterior lo habían tenido como protagonista principal.
Advertido de algunos movimientos del grupo que sugerían la inconveniencia de no iniciar inmediatamente la narración, no tuvo más opción que ir directamente al grano.
– Ustedes me preguntarán por qué me tenté con esa mosquita muerta, insignificante, que para lo único que la podía querer era para ponerla en la mesita de luz. Yo también me lo pregunto, y hasta ahora no puedo encontrar ninguna respuesta. Puedo alegar en mi descargo que me deslumbraron sus proporciones, su andar desenfadado mostrando su mejor perfil y sus colores rutilantes. Y no fue por hambre o por irritación, como suelen reducir los sabihondos–, no dejó pasar la oportunidad para alzarse contra las ideas que venía escuchando desde chico.
– Fue un impulso sexual…
Las miradas atónitas de sus amigos lo hicieron desistir de cualquier explicación sobre el punto, sólo atinó a balbucir que eran unos brutos, que no sabían nada de psicología y que leyeran a Freud.
– La llevé a mi boca, sí, y aunque ustedes no lo entiendan fue porque me gustó, solamente me gustó, no estaba hambriento ni enojado, ni la quería alejar de mi territorio, la quise tener conmigo, adentro mío.
– Lo que pasó después ustedes lo vieron, tuve un gran dolor, como si la ingrata me clavase una aguja en la boca, sentí luego que era empujado hacia lo desconocido, al más allá, a la muerte. Traté de resistir, pero fue en vano, a los pocos minutos ya estaba a punto de cruzar la frontera.
– Ya resignado y abandonado a la suerte, esa misma fuerza antes invisible que me había llevado hacia arriba, ahora, en el otro mundo, me sostenía suavemente y aliviaba el dolor en mi boca. Y hasta tuve tiempo de ver aquel fondo celeste, inmenso, que nos deslumbra cuando fugazmente comemos en el límite.
-Luego, diría que con cariño maternal, fui mecido una y otra vez hasta que recuperé el aliento. La libertad vino después, suavemente. Volví a la vida despacio, disimulando tranquilidad, como si nada hubiese pasado.
– No saben cómo me alegró haber comprobado que la historia del garrote y la ganchera es también una mentira-, agregó, ya sin ínfulas doctorales y emocionado por el recuerdo de la experiencia.
El grupo se dispersó, habían tenido lo que querían. Los más viejos no escuchaban un relato del más allá desde hacía mucho tiempo, para muchos otros fue la primera vez.

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Código de Etica del Pescador Deportivo

Federation of Fly Fishers
© Copyright by the Federation of Fly Fishers, fuc. 2002

Como muchos saben, nuestra Asociación es Afiliado Internacional de la Federation of Fly Fishers. La FFF es una entidad de segundo grado que agrupa clubes y asociaciones de todo el mundo, al tiempo que mantiene socios individuales. Esta afiliación se produjo a principios de los 90, durante la presidencia del Dr. Vinelli, y aún sigue vigente a través de compartir información y experiencias sobre conservación y docencia. Mensualmente, nuestros asociados reciben vía e-mail, el boletín informativo de esta institución y están disponibles en nuestra sede ejemplares de la revista Fly Fisher, editada por la FFF. Desde el comienzo, esta institución colaboró con la AAPM brindando material para los cursos y estrategias para la difusión de la actividad.
En esta oportunidad, la tarea encarada fue compilar y ordenar los comportamientos deseables de los mosqueros para crear un código de ética que sirva como guía a mosqueros y demás pescadores deportivos. Nos parece que la lista descripta a continuación, incluye todos los aspectos que hacen a un verdadero “angler”. Desde nuestra Asociación adherimos al código de ética de la FFF y los invitamos a difundir los comportamientos allí expuestos entre todo el ambiente pescador, mosquero y no mosquero.
“La misión de la FFF es liderar actividades que enriquezcan y apoyen la experiencia de pescar con mosca para todos los pescadores. Como parte de nuestros esfuerzos para educar a través de la pesca con mosca, creemos que un comportamiento ético es un componente clave en un pescador. Mientras la necesidad de preservar la belleza natural y la calidad de las pesquerías para nosotros y futuras generaciones, la consideración respetuosa de los compañeros pescadores no puede ser minimizada.”
FFF cree que es esencial que los mosqueros en todas las aguas adhieran a una ética que corporice la consideración por el medio ambiente y por otros que lo comparten, pescadores o no. Este código de ética complementa la filosofía del Catch and Release, que es la marca de distinción de la FFF y refleja la importancia de un comportamiento ético para todos los pescadores. Aún más, proporciona un marco para mejorar la calidad de la experiencia de pesca, combinando la consideración hacia el ambiente con una conducta respetuosa hacia los demás pescadores.

Los siguientes 9 comportamientos componen el Código de Etica
del Pescador Deportivo

• La ética de la pesca comienza con el entendimiento y la obediencia de leyes y regulaciones asociadas con la pesquería. Los mosqueros entienden que su conducta en este aspecto se refleja en los demás pescadores. La ética de la pesca comienza con leyes y regulaciones sobre la pesca y los recursos que soportan la práctica del deporte.
• La oportunidad de practicar la pesca con mosca es un privilegio y una responsabilidad. Los mosqueros respetan la propiedad privada y siempre piden permiso antes de entrar a pescar por propiedad privada. Comparten las aguas igualitariamente con otros, estén pescando o disfrutando de algún otro modo de la vida al aire libre.
• Los mosqueros minimizan su impacto en el medio ambiente y la pesquería, adoptando prácticas que no degradan la calidad de las costas y de las aguas. Estas prácticas incluyen evitar la introducción de especies no nativas a un eco sistema y limpiar adecuadamente el equipo de pesca para evitar el transporte de formas de vida exóticas que puedan amenazar la integridad de un eco sistema acuático. En términos concretos, los mosqueros siempre dejan una pesquería mejor, o al menos igual, de lo que la encontraron.
• Los mosqueros se orientan a conservar las pesquerías entendiendo la importancia de limitar la muerte en la actividad de pesca. La pesca y devolución es un componente importante para asegurar la sustentabilidad de pesquerías. Los mosqueros devuelven los peces adecuadamente y con un mínimo daño. Promueven el uso de anzuelos sin rebaba y las prácticas de pesca más desafiantes y que colaboren con sostener poblaciones de peces saludables.
• Los mosqueros no juzgan los métodos de otros pescadores. Comparten su conocimiento en técnicas y experiencias. Ayudan a otros a entender que la pesca con mosca contribuye a conservar los pesqueros.
• Los mosqueros tratan amigablemente a otros pescadores, del mismo modo que les gustaría ser tratados. No interfieren con la actividad de otros pescadores, esperan en un respetuoso silencio, y luego, si fuera necesario, solicitan permiso para pescar aguas abajo. Pueden invitar a otros pescadores a pescar a través de sus posiciones. Siempre que entran en un área con correntada ocupada por otros pescadores, siempre entran aguas arriba del pescador.
• Los mosqueros, cuando comparten un ámbito con otros pescadores no disturban la experiencia de pesca de los demás. Pescan siempre en una forma que causa la menor interferencia a los pescadores, al agua y al pez. Toman precauciones para mantener su sombra lejos del agua o cualquier otra acción que pudiera molestar a otros pescadores.
• Cuando pescan desde un bote o similar, no se acercan a otros pescadores o botes. No bloquean entradas a bahías o rutas de acceso a otros pesqueros. No generan turbulencia en el agua lanzando anclas o remando.
• Los mosqueros siempre son atentos con otros pescadores y promueven este Código de Ética, cualquiera sea el método de pesca deportiva que utilicen.

AAPM y FFF

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La siguiente es una versión acortada
para ser fotopiada y llevar en un viaje de pesca

• Los mosqueros entienden y obedecen las leyes y regulaciones asociadas con el pesquero.

• Los mosqueros creen que pescar con mosca es un privilegio y una responsabilidad.

• Los mosqueros conservan los pesqueros, preferentemente practicando la pesca y devolución.

• Los mosqueros no juzgan a otros compañeros pescadores y los tratan como les gustaría ser tratados.

• Los mosqueros respetan las aguas ocupadas por otros pescadores.

• Cuando pescan desde un bote, mantienen una distancia prudente con otros pescadores.

• Los mosqueros respetan otros métodos de pesca y promueven este código de ética para todos los pescadores.

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Atado: Goddard Caddis

Era una noche oscura y tormentosa cuando me levanté. El resplandor del amanecer aún no aparecía. Un fuerte viento soplaba, pero en Montana el viento siempre sopla fuerte. Mi hijo me dio una versión negra de la famosa Goddard Caddis, y luego de intentar varias veces, logré atarla usando las luces de la camioneta. Nos dirigimos a pescar un tramo estrecho y correntoso del río Madison. Los peces estaban subiendo porque podíamos escuchar los borbollones aguas arriba y aguas debajo de nuestra posición. Ocasionalmente podíamos ver un rise a través del reflejo de la escasa luz del cielo, que ya comenzaba a nacer. La mayoría de las veces todo lo que podíamos ver era una ciega oscuridad.
La estrategia era simple, cuidadosamente bajamos una formación rocosa y encontramos el borde del río en la oscuridad. La forma de hallarlo es sentir los pies un poco más fríos que el paso anterior. No se veía nada. Esperamos así, parados en el río, mirando como el día renacía en el horizonte. Cuando ya se empezaban a ver las subidas, sacamos unos 6 metros de línea con un dificultoso roll cast. Cualquier back cast estaba prohibido a no ser que tuviéramos ganas de atar otra mosca en la penumbra. Luego, empezamos cuidadosos roll casts y rezábamos para que nuestra mosca estuviera pasando por los lugares indicados del río.

¿Cómo sabremos si una trucha nos pica? Esa era una pregunta obvia considerando la oscuridad y las condiciones de nula visibilidad de nuestra Goddard negra. La respuesta era obvia, si escuchábamos un borbollón en algún lugar cercano a nuestra mosca debería ser un pique. Sino, nos relajábamos y dejábamos la mosca seguir derivando. Muchas truchas, arco iris y marrones, tomaban nuestras moscas, eran palpadas en la oscuridad y devueltas suavemente. Todas estaban dentro del rango de 30 a 60 centímetros. Quizás exagero un poco en los 60 cms, pero sin un metro ni luz, solo puedo suponer.

La Goddard Caddis (G & R Sedge) fue desarrollada como una mosca para aguas quietas (lagos y lagunas) por John Goddard, un famoso atador y pescador inglés. Flota perfectamente y eso la convirtió en favorita para los pescadores de lagos. También tuvo éxito entre los pescadores de ríos de aguas rápidas. Su creación data de algunos años antes del libro “The Trout and the Fly”, 1980, escrito por Brian Clark y John Goddard dónde se describe la receta. Algunos autores citan otros atadores como co-desarrolladores pero no pude encontrar evidencia que lo confirme. La mosca descripta por Clark y Goddard es un poco más complicada de atar que las contemporáneas.
Para mayor información sobre esta y otras moscas, los invitamos a visitar www.fedflyfishers.org

Autor: Bob Bates del” Inland Empire Fly Fishing Club” de Spokane WA, reproducido por cortesía de la Federation of Fly Fishers

Receta:
Anzuelo: Mustad 94840 o similar
Cuerpo: Pelo de Elk claro
Hackle: Marrón
Antena: Pecari o quill de hackle


Paso 1. Se fija el hijo en el anzuelo, posicionándose justo antes de la curva del anzuelo. Se toma un mechón de pelo, y se coloca la base sobre el anzuelo. Se dan dos vueltas flojas y se presiona.

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El pelo debe quedar abrirse y quedar bien comprimido. Es lo que luego asegurará su flotabilidad.

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Paso 2. Se atan mechones sucesivos del pelo, cuidando su distribución alrededor de la pata del anzuelo como también su compresión.

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Paso 3. Una vez cubiertos los dos tercios del anzuelo, se hace un nudo asegurando el hilo y se procede a recortar el cuerpo con la forma definitiva.

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Paso 4. Para completar la forma del cuerpo, se debe cortar en ángulo el mechón posterior, dando una silueta de un caddis con las alas plegadas.

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Paso 5. Luego se pelan dos plumas, o se utilizan dos pelos gruesos como los de pecarí y se atan las antenas. Es un detalle clave en esta mosca que las antenas sean largas, hasta 1,5 veces el largo del cuerpo.

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Paso 6. Se ata y enrosca el hackle en el espacio remanente y se termina con un nudo. Se cortan las puntas de la pluma para formar las antenas y la mosca se encuentra terminada.

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