Boletín Mosquero 35

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Las Moscas Clásicas del Salmón del Atlántico

Por Julio C. Gilardi

La presente es la primera de una serie de notas en las que trataremos diversos aspectos de estas fascinantes moscas. La idea es difundir gradualmente, a través de estas páginas, las técnicas especiales de construcción, los materiales, proporciones, etcétera, aunque antes debemos ubicarnos en el contexto histórico.

En primer lugar, es interesante analizar por que ciertas personas nos dedicamos a atar estas moscas que demandan tanto tiempo, estudio, paciencia y materiales muy raros y carísimos.


Responsable de desatar el concurso de atado de moscas
más extraordinario de la historia,
la Jack Scott es considerada con justicia
la más clásica de las moscas del salmón del Atlántico.

Podemos mencionar motivaciones muy diversas:
– Trascender el altruismo, es decir hacer algo que simplemente pueda ser admirado, sin que necesariamente preste un servicio. Algo así como la pintura o la escultura, como una forma de arte.
– Exaltar nuestro ego cuando estaqs moscas son apreciadas por otras personas, que invariablemente (aunque no entienden nada del tema) nos dicen que son hermosas.
– Aceptar el desafio que supone construirlas, como una forma de demostrarnos a nosotros mismos que somos capaces de hacerlas.
– Preservar la más cara tradición de la pesca con mosca
– Canalizar un deseo de búsqueda de la estética y la perfección.

Todo esto es cierto, pero hay algo más.

Si analizamos que están haciendo ahora algunos de los mejores atadores del mundo, como Paul Schmookler, Ronald Alcott y Bob Veverka, y qué hicieron al alcanzar la segunda mitad de sus vidas destacados atadores de otras épocas, como George Kelson, John Traherne y Charles De Feo entre otros, llegamos a una conclusión interesante. Se dedicaron a atar moscas que estuvieran más allá de la pesca, que trascendieran la mera utilidad, como una forma de ponerle un bonito moño a la actividad, a la cual habían dedicado quizás la mayor parte de sus vidas. Digamos que es una manera muy elegante de hallarle conclusión a toda una vida dedicada a la pesca. Hace algunos años, en una charla de amigos, alguien con muchos años de río dejó flotando en el ambiente una de esas frases que provocan miradas incrédulas en unos y expresiones cómplices en otros: “el aficionado empieza pescando con carnada, después pasa a los señuelos, más tarde se interesa por la pesca con mosca, y finalmente, cuando alcanza cierto nivel, deja de pescar”.

Bella creación contemporánea del norteamericano Ronald Alcott,
la Colonel’s Lady es un exponente de la categoría Whole Feather Wing.

Personalmente opino que esta evolución, lenta y progresiva, es en muchos casos inexorable. Los primeros síntomas se producen cuando uno, después de pescar una trucha, un dorado, o lo que sea, en vez de seguir pescando se sienta a la orilla del río, a mirar el agua, los peces, los pájaros, el cielo, la vegetación… Y llega un momento en que uno se funde con el paisaje; uno forma parte del paisaje. Se disfruta de la contemplación y se siente el fluir de la vida de una manera intensa, diferente. Entonces uno empieza a ir al lugar de pesca con la caña, pero la usa muy poco o directamente ni la desenfunda. Finalmente termina yendo al río sin el equipo de pesca.

No obstante, sobrevive cierta conexión mágica con la actividad que ocupó tantos años de nuestra vida. Y, de diversas maneras, uno busca exteriorizar esa conexión: dedicándose a la instrucción; construyendo cañas de bambú, que a lo mejor utiliza solamente para practicar el lanzamiento o simplemente la saca del estuche de vez en cuando para admirarla; se dedica al estudio de la historia de la pesca con mosca; o a atar moscas tradicionales, históricas. Y en este caso qué duda cabe, el epítome, la síntesis de la perfección, son las moscas clásicas del Salmón del Atlántico.
Veamos ahora por qué nuestros antepasados se complicaron tanto la existencia atando estas moscas con la finalidad de pescar.

Hay buenas razones para pensar que las moscas clásicas del salmón del Atlántico derivan de las primordiales wets, las que originaron la práctica de este deporte. Pero cómo a partir de ellas evolucionaron hasta alcanzar semejante esplendor es verdaderamente sorprendente.
Ya en el “Treatyse of Fisshynge with an Angle”, editado en Inglaterra en 1496, cuya supuesta autora es Dame Juliana Berners y que más bien parece un trabajo de recopilación de manuscritos anteriores, se cita que las moscas descritas, doce en total, a veces eran tomadas por salmones. Joseph D. Bates Jr., en su magnífico “The Art of The Atlantic Salmon Fly”, cuenta que cuando esto ocurría el pescador arrojaba la caña al río (que al ser de madera flotaba) con la intención de recuperarla luego junto al pescado cansado por arrastrar el equipo. Es que, en apariencia, no tenían posibilidad alguna de hacer otra cosa ya que las cañas resultaban demasiado frágiles y se rompían. Esta limitación en los equipos para combatir con éxito frente a los salmones retrasó el desarrollo de su pesca deportiva, y también, lógicamente, el de las moscas.

Recién a mediados del siglo XVIII empiezan a aparecer algunos modelos de moscas especiales para el salmón, las que solían ser llamadas dragonflies quizás en la creencia de que imitaban odonatos. Se dice que estaban formadas por un cuerpo grande y dos o tres pares de alas superpuestas. Pero estas moscas, y las que les sucedieron en Inglaterra durante mucho tiempo, carecían de la riqueza de colorido y belleza de formas que caracterizan a las moscas clásicas de salmón, ya que eran de tonos apagados, pardos o verdosos. El aporte de color provino de Irlanda. Posiblemente los pescadores y atadores locales comprendieron antes que los exponente ingleses y escoceses que el salmón practicamente no se alimentaba en aguas dukes, por lo cual las moscas debían ser más coloridas, atractivas y visibles. A principios de 1.800, Patrick McKay, disponiendo de materiales de vivos colores que se empleaban para adornos de sombreros, desarrollo la serie de las Parsons con alas de tippets de faisan dorado, back to back, con varias crestas de la misma aye por encima; claramente lo que hoy clasificaríamos como Whole Feather Wings. A estas moscas, definitivamente muy elaboradas, ya que tenían ribbings, tags, hackles, cheeks y otras estructuras, se las llamaba también butterflies por su semejanza con estos insectos. McKay no era el único fly dresser de Irlanda, (observese que, en aquella epoca, las moscas de salmón no se “ataban”, sino que se “vestían”). William Blacker, trabajando también en las butterflies, creo dos moscas muy famosas para entonces, la Ballyshannon y la Spirit Fly. Sin embargo, la contribución más importante de Blacker a este desarrollo posiblemente haya sido su traslado a Londres en 1840, donde instaló un local de venta de moscas y equipos, la cuya extraordinaria consecuencia fue introducir en Inglaterra la riqueza del color en las moscas que daría su máximo es un exponente de 15 años más tarde con la creación de la más clásica de las moscas clásicas del salmón del Atlántico: la Jack Scott. Pero antes de ocuparnos de esta quedémonos un tiempo más en Irlanda.
En Ballyshannon, hacia 1850, vivía la familia Rogan, de la cual James y especialmente su hijo, Michael, eran notables atadores de moscas. Poco a poco fueron modificando las Parsons hasta sustituir totalmente los tippets de faisan dorado por una sucesión de crestas que formaban una cascada de fibras doradas, creando así las primeras Topping Wing Flies. Estas son las moscas que se usaban especialmente en el río Shannon, y que con el tiempo dieron origen a la Shannon School of Fly Dressing, perfeccionada a partir de 1870 por John. P. Traherne, caracterizada, entre otros aspectos, por la profusión de veilings (”velos”) dispuestos arriba y abajo de los cuerpos formando una serie de “V” de tamaño creciente, y por el uso de plumas muy coloridas pero siempre naturales.
Michael Rogan, además, fue el progenitor de las Mixed Wing Flies, en las que segmentos de plumas o sus fibras se mezclaban para formar band as de color. No se sabe exactamente, pero se cree que en algunos casos, en las moscas de Rogan, algunas fibras eran “casadas” (unidas gracias a su adherencia natural); de ser así, este extraordinario fly dresser habria sido también el creador de las Built Wing Flies, consideradas las más clásicas moscas del salmón. Por la misma epoca, en Escocia, en la zona de los rios Dee y Spey, fueron desarrolladas por creadores locales las Dee Strip Wing Flies y las Spey Flies.

Las primeras se caracterizan por sus alas bajas y abiertas, confeccionadas con plumas de cisne, ganso o pavo, mientras que en las segundas son de bronce mallard. Pero el hallmark -permítasenos el término- de estas moscas son sus largos hackles, que sobrepasan holgadamente el extremo posterior del anzuelo y que se confeccionaban con plumas de un gallo muy particular llamado Spey Cock; al extinguirse este, fueron reemplazadas con plumas de distintas especies de garzas.

Un representante del Nuevo Mundo,
mera creación utilitaria que contribuyó a la declinación
de la magnificencia de las moscas clásicas.

Se puede advertir fácilmente que los principales estilos de moscas, así como la riqueza de colorido, se han originado fuera de Inglaterra. No obstante, es en este país donde a partir de 1850 se desarrolla una increíble variedad de patterns, especialmente del tipo Built Wing, y toma impulso una inquietud creciente por la prolijidad y complejidad de las moscas. A continuación analizaremos las probables causas de esta evolución, y luego, las de su inexorable declinar.

En ese año, Jock Scott, un “ghillie” (algo así como un guía de pesca de la época) al servicio de lord John Scott, creó a pedido de éste la mosca que lleva su nombre empleando, para la mitad posterior del cuerpo, un mechón de pelos rojos de lady Scott. Naturalmente, este material luego se sustituyó con floss naranja oscuro, pero parece que este color no funcionó adecuadamente por lo cual se cambia por amarillo dorado. Se cree que la creación de esta mosca, extraordinariamente hermosa y complicada, además de muy efectiva, desato el con curso de atado de moscas más fascinante de la historia: tratando de superar a los demás, por razones de amor propio y también económicas, ya que mejores moscas significaban más y mejores clientes, los atadores (ghillies, guardapescas y otros artesanos) comenzaron a desarrollar moscas de extremada complejidad en su construcción. La cuestión era demostrar quien era capaz de montar sobre un anzuelo más materiales, y cuanto más exóticos mejor. Sin duda, sus creadores sabían que no era necesario tal preciosismo para lograr moscas eficaces, que pescaran, pero se sentían orgullosos de ellas, y lo mismo ocurría con sus clientes. Por esta razón continuaron en esa línea de trabajo.

Mientras tanto, los pescadores radicados en los Estados Unidos de América, casi sin materiales y con escasos conocimientos de las técnicas especiales de atado, crearon las primeras moscas norteamericanas para el salmón del Atlántico usando lo que tenían a mano: fundamentalmente pelos de animales que cazaban por sus pieles, como zorros, tejones, osos, etcétera, y también de los animales domésticos. Nacieron de esta manera las Hair Wing Flies. Estas moscas, con alas de pelos, inmediatamente demostraron su eficacia; a tal punto que comenzaron a emplearse en el Viejo Mundo. Los atadores norteamericanos reprodujeron algunos patterns clásicos, con la misma distribución de color aunque con pelos en vez de plumas; y además crearon sus propios modelos. Un aspecto importante a destacar, de estas moscas, es la simplificación de estructuras respecto a los estilos tradicionales. En la Inglaterra Victoriana, como así también en Irlanda y Escocia, los materiales se conseguían fácilmente, tanto en sombrererías como en lo que hoy llamaríamos Fly Shops (o, más adecuadamente, Tackle Shops, ya que vendían equipos para otras modalidades de pesca) ubicados en las principales ciudades. Estos materiales provenían de aves domésticas como los faisanes (Lady Amherst, Dorado y Argus), pavos real y comlin, gallos, etcétera. Pero lo más importante eran los materiales exóticos, de vivos colores, extraños barrados e increíbles iridiscencias. La fuente de estas plumas eran las colonias que el Imperio tenía entonces en Africa y el sudeste de Asia, además de las incursiones piratas sobre distintas flotas que expoliaban materias primas del norte de Sudamérica; de estos sitios llegaban el jungle cock (gallo de la selva), el indian crow (cuervo frutero rojo), blue chatterer (un pájaro azul iridiscente de las selvas sudamericanas, que nada tiene que ver con los loros), el cock of the rocks (gallito de las selvas de las laderas orientales de los Andes peruanas y ecuatorianos), papagayos y cacatúas de distintas especies, tucanes, quetzal, patos silvestres, las avutardas euroafricanas conocidas como florican bustard y speckled bustard, águilas, garzas, cisnes, urracas azules, etcétera. Pero la perdida del habitat por colonización humana, más la caza indiscriminada, redujeron sensiblemente las poblaciones de algunas especies silvestres. Tengamos presente que estos animales se cazaban sobre todo para emplear sus plumas en adornos de sombreros, tocados, vestidos y colecciones de historia natural. Esto llevó a que algunas especies fueran a la epoca actual, en que las moscas clásicas, de plumas, casi ya no se usan para pescar, aunque en los últimos treinta años han renacido como objetos de colección. En nuestro próximo encuentro, describiremos detalladamente la morfología y proporciones de los principales estilos de moscas clásicas del salmón del Atlántico.
Hasta entonces.

Bibliografía:

Atlantic Salmon Flies and Fishing, Joseph D. Bates, Jr. 1970.
Building Classic Salmon Flies, Ron Alcott, 1995. Classic
Salmon Flies, History & Patterns, Mikael Frodin, 1991.
Classic Salmon Fly Dressing, Ken Sawada, 1993. How To
Tie Salmon Flies, E. Pryce-Tannatt, 1914.
How To Tie Salmon Flies.H. Hale, 1919.
Rare and Unusual Fly Tying Materials: a Natural History
(Volume I-Birds), Paul M. Schookler and Ingrid V Sils, 1994.
Salmon Flies: their Character, Style and Dressing, Paul
Jorgensen, 1978.
The Art of the Atlantic Salmon Flies, Joseph D. Bates, Jr., 1987.
The Art of Classic Salmon Fly, Ken Sawada, 1990. The Atlantic
Salmon Fly; the Tyers and their Art, Judith Duncan, 1991.
The Salmon Flies of Major Popkin Traherne, Paul M. Schmookler, 1993.
The Salmon Fly, George M. Kelson, 1985ds.

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Una Marrón de 9,600 en la Boca del Chimehuin

Por L. “Chiche” Aracena

Chiche Aracena es un antiguo y reconocido pescador, que hoy reside en Neuquén. Desde allí ha enviado este relato de la captura de una gran trucha, hace muchos años, en la boca del Chimehuín.

Hacía varios días que habíamos visto la trucha (ésa trucha).
Comenzando Semana Santa, un grupo de pescadores integrado por el Bebe Anchorena, Pepe García, Ruben Pelletieri y yo, nos encontramos mirando las truchas desde el camino que pasa arriba de la curva (en la zona del “Tronco” Boca de Chimehuín). Estábamos mirando una hermosa marrón hembra, instalada muy cómoda detrás de la roca grande, adonde se apoya el tronco en el medio del río.

Todos coincidimos en que debía pesar unos diez kilos.
El Bebe no parecía estar satisfecho, y mientras seguía escudriñando el río comentó que él estaba seguro que había otra de mayor tamaño, que había visto hacía unos días, y que tenía que estar. Recuerdo que dijo; “Debe estar en la sombra de esa misma roca, por eso no la vemos, pero quizá salga”.
Como era realmente un placer mirar esa gran trucha marrón, que no estaba a más de un metro y medio de profundidad, no nos costaba ningún esfuerzo estar allí todo el tiempo que fuera necesario.

En eso estábamos, cuando vimos con sorpresa que, desde el lugar que Anchorena había señalado, salió un inmenso macho marrón, que muy despacio dio la vuelta y se colocó al otro lado de la primera. Era una trucha tan grande que veíamos asomar su enorme cola y cabeza por delante y por detrás de la hembra. Estuvimos de acuerdo en que su peso debía ser entre catorce y quince kilos. Después de un momento esta gran trucha se fue río abajo unos 40 metros, hasta la pileta de “Marcoveski” (conocida también como Marcovequio), allí se quedó unos pocos segundos, y comenzó a moverse río arriba muy lentamente, acercándose por detrás a otra trucha de unos cinco kilos, que estaba tranquila en su hábitat, a unos dos metros de profundidad. Se acercaba tan lentamente que parecía que no se movía. Sin embargo, cuando estaba como un metro detrás de esta trucha más chica, esta se desplazó rápidamente mientras la gran trucha tomaba decididamente su lugar.

Yo creo recordar que no alcanzó a estar más que unos momentos y entonces se movió hacia delante, mientras comentábamos que solo lo hizo para molestar. Extrañamente, pasó al lado de la gran trucha hembra sin detenerse, y desapareció detrás de la sombra de la roca, en e! mismo lugar de donde había salido.
Este hermoso e inolvidable espectáculo quizá duró menos de un minuto, pero a mí al menos me enseñó mucho. ¡Cómo me arrepiento de haber perdido tantas oportunidades de disfrutar y de aprender, cuando empujado por mi juventud, solo tenía tiempo “para pescar!”. Pero sigamos con la anécdota.
Esa tarde de Viernes Santo de 1984 no pesqué, pero tenía en la mente esas dos truchas. Mientas conducía hacia Junin, mi cabeza repasaba las coordenadas de la ribera, y trataba de recordar cómo se movían las corrientes en la superficie. Me preguntaba; ¿Qué mosca debería usar, y qué línea debo poner, y adónde debo lanzar si quiero que la mosca pase apenas por encima de la roca? Otra incógnita que me preocupaba y que no resolví hasta un momento antes de entrar al río, fue qué medida de tippet usar.
Sólo estaba seguro de una cosa, esas truchas estaban “pescables”, y yo querían y podía hacerla.

Ya en Junín de los Andes, en el hotel de la “Turca René”, sentado frente al viejo fogón encendido (ese donde el viejo Nallib asaba sus propios churrascos, ¡sin importarle los turistas que colmaban el restaurante!), repasé todo mi equipo, y preparé una línea WF-8-F/S-Wet Head, de hundimiento moderado (Fast II). Fabriqué un líder de un metro y medio, sin colocarle tippet, lo que dejé para hacer cuando supiera cual. La caña no me dejaba dudas, ya que en ese lugar las variables que me importaban solo dependían de! viento, y por más fuerte que fuera el clásico desde el Oeste (el Puelche no me molesta), cuando mucho pescaría con roll, y para eso ¿Qué mejor que la River Master?
Así las cosas, me acosté temprano. Salimos del hotel con Manolo Enríquez antes del amanecer. Con Manolo nos une una gran amistad, fundada en muchos años de trato respetuoso, a través de tantas excursiones de pesca.
Llegamos a La Boca y comenzamos los preparativos. Apenas unos minutos después, llegaron Roberto y Aníbal Saconi.
La razón de llegar a ese lugar temprano, es entrar antes al lago, y como nosotros llegamos primero, yo imaginaba que llegaría el momento que Roberto diría; “Chiche, dale que ya amaneció”. Mientras armaba la caña, pensaba cómo hacer para que Roberto y Aníbal vayan hacia el lago sin sentirse “empujados”, mientras yo le tiro a las truchas en el pozón del Tronco?

Manolo ya había decidido pescar en el Pozo Hondo (o “De los Tontos”), en el que habíamos visto muchas truchas. Con calma, dejé la línea estirándose entre dos arbustos, mientras le pasaba un paño con flotalíneas en la parte de flote. Mastiqué muy bien y durante un buen rato a mi mosca preferida, elegida en el hotel después de mucho rato de hacerle “tratamiento de belleza” con la tijera, y afilarle el anzuelo “hasta que se clave en la uña”, según decía el recordado “Mono” Villa.
Por fin recogí la línea, y tuve qué decidir que tippet colocar. Normalmente, entrando al lago hubiera colocado Máxima 0,30 mm, pero como había descubierto que este hilo estaba fuera de medida, ya que en realidad algunos carreteles medían hasta 0.36 mm, decidí utilizar DaiRiki 0.28 mm (OX – 14 Lbs. test). Amarré la mosca Chimehuín Nº 2, atada para mí por el mismo Pepe Delgado, ya que las utilizo con muy poco material (muy poco vestidas, diría Pepe). En eso se acerca Roberto y me dice “Chiche dale que ya amaneció, nosotros te seguimos, mira que se acaba la temporada”.

-Sí -respondí-, tienes razón, pero ¿sabes qué?; hay un poco de viento y no deseo ir al Iago hoy, nos vamos a quedar con Manolo pescando por aquí. “¿En serio Chiche?, mirá que te tomo la palabra”
-Dale tranquilo -respondí agregando con sincero deseo- y ¡ojalá tengas suerte!.

Yo pienso que Roberto creyó que lo hice desinteresadamente, que fue una gentileza. Pero no Roberto, había un interés oculto. Muchas veces desde aquel momento he pensado en ello, y ¿me crees si te digo que lo siento?

Entré unos tres metros aguas abajo de la piedra denominada “El tranvía”, y comencé a pescar. Recuerdo que iba a hacer el tercer lance, cuando me di cuenta que los nervios me jugaban mal, y ya estaba pasado de la posición correcta para las truchas que me importaban. Con un apuro innecesario me había desplazado aguas abajo algunos metros de más.
Con la línea en la mano, salí un poco hacia fuera y retorné a la posición inicial. Reinicié la pesca, pero tirando más corto y más a mi derecha, yo diría que la mosca cayó unos diez metros aguas arriba de la supuesta posición de la trucha marrón. Corregía la línea apenas unos segundos después que la mosca tocó el agua, cuando veo un enorme borbollón y sentí un fuerte tirón. Se me hizo un nudo en la garganta. Sabía que era una de las grandes. De allí en adelante, solo puedo agregar que una trucha como esa sale si uno tiene mucha, mucha suerte, ya que poco es lo que puede hacer un pescador ante un pez de ese tamaño.

Pasó muchas veces por la zona del tronco y por las rocas de Marcoveski avanzaba río arriba y pasaba por el otro lado de “El Tranvía”, en fin, mientras yo lo poco que aporté, fue salir del agua y estirarme lo más que mi humanidad me permite (que no es mucho por cierto), levantando la caña lo más alto que podía, para mantener la trucha por encima de las rocas.

Recuerdo la mezcla de impresión y satisfacción que recibí cuando en una de las pasadas río arriba, vi su cola y pude apreciar la distancia que había hasta el líder, ¡qué Trucha!’

Así, después de no sé cuanto tiempo, se dejó traer a la arena de la orilla del pozón del “Picnic”.

Nunca tuve intención de devolverla, y mis pocos remordimientos se disiparon cuando Alejandro del Valle, biólogo de la provincia, después de observarla comentó que tendría unos trece años, y que al menos hacía dos años que había perdido la capacidad de desovar. También dijo que con sus ovarios completos, habría pesado bastante más de 11 kilos. De cualquier manera, la trucha estaba tan cansada (quizá muriendo), que cuando la pude arrimar se dejó traer fácil. No creo que hubiera podido hacerla reaccionar.

Con la presa ya en la costa fui a buscar a Manolo que estaba pescando el “Pozo Hondo”. Recuerdo que cuando le pregunté si tenía una buena balanza, no dijo nada, solo me miró, dejó la caña en el suele y me abrazó mientras preguntaba ¿La pescaste?

Pesó 9,600 kg. en una de las balanzas, y 9,800 en otra. Más tarde llegaría Anchorena, y en la de él pesó 9,400 kilos. Al mediodía en el pueblo, en una balanza comercial pese 9,400 también, por lo que quedamos que un peso razanable en el momento de sacarla del agua, fue de 9,601 kilos.

Este ha sido el mejor recuerdo de mi vida de pescador.

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Una aproximación a los flats

La pesca del BONFISH
Por Guillermo Monsalve

1 – Un escéptico del Salt-water

Hace ya unos cuantos años, cuando decidí volver a dedicarme “seriamente” al vicio del fly fishing, me sorprendió el auge y difusión que, para ese entonces, tenía la pesca con mosca en los flats y todo lo vinculado con el mundo del Saltwater.

En ese momento, aplicando un preconcepto “purista”, tuve la impresión que esa difusión del saltwater se debía al desarrollo de un nuevo nicho de Mercado muy apreciado por todos aquellos involucrados en el negocio de la pesca con mosca, pero que nada tenía que ver con la “tradición mosquera”, representada por excelencia en la pesca de salmónidos.

2 – Los Cayos de la Florida

Tuve mi primera impresión de la verdadera dimensión que implicaba esta alternativa del fly fishing en oportunidad de una visita a los Cayos del Florida en la cual, desde Cayo Largo a Key West, comencé darme cuenta de lo apasionante de los flats y que le pesca del bonefish, permit, y aún más, la del tarpón, para eran meros nichos de marketing.
Mi interés se orientó a la pesca del bonefish, pero en aquella oportunidad, por falta de tiempo en la agenda de viaje, la posibilidad de efectuar un intento de pesca con mosca quedó como asignatura pendiente para una próxima visita.

3 – Mi primer bonefish

En Diciembre del año pasado, como parte de un viaje a USA, ontaba con pasar por Miami disponiendo de unos días libres para una escapada a los Keys o a las islas vecinas, y, de paso, intentar el debut con los bonefish. Decidimos ir (con mi mujer) a Turks & Caicos, islas del conjunto de las British West Indies dónde, se encuentran parte de los mejores (y poco explorados) flats e todo el Caribe.
Si bien ésta no era una excursón específica de pesca, con mucha fe puse dentro de la valija una caña 8 de 4 tramos, 1 reel Bonefish de Billy Pate con mucho backing y una linea 8 floating y stop, no tenía otra cosa para llevar, ni leaders ni moscas, ni accesorios, ni nada, ése era todo mi equipo. En Miami obtuve del muy mable de Charlie Richter consejos básicos sobre esta pesca, leaders, y una docena e sus moscas favoritas.
Arribamos a la isla de Provienciales (Provo) por la noche. A la mañana siguiente le dí cuenta que la isla era maravillosa para el turismo con playas y un agua turquesa increíble, pero no todo era flats en su perímetro. Los buenos flats están hacia el sur y al este de la isla donde Provo empalma con el resto de las islas que forman el archipiélago. Tanta improvisación tuvo su correlato, casi no consigo guía de pesca. El Capt. Barr Gardiner, de Bonefish Unlimited, es uno de los guías más reconocidos de la isla y, obviamente, estaba con su agenda completa.
Tenía también el dato de J&B Tours, una de las varias empresas de turismo y buceo en las islas que también ofrecen bonefishing. Nos hospedábamos en el Med, donde conocí a Steve, joven mosquero de New York, con quién coordiné para ir a pescar, al día siguiente, junto a “Reggie” Forbes, guía de J&B Tours.
Era la oportunidad esperada, ya que al día siguiente volvíamos a Buenos Aires.
Salimos bien temprano, según la tabla de mareas. Nos dirigimos en primer lugar a un lugar denominado Mangrove Cay, típico flat con los mangles en toda su orilla.
Bajamos del bote y a caminar por un fondo de arena muy blanda que nos succionaba y enterraba a cada paso. Reggie iba descalzo y nosotros decidimos hacer lo mismo. Caminaba como una garza, levantanda los pies a cada paso, sin hacer ruido ni perder el equilibrio. Nosotros no podíamos imitarlo; el guía nos exigía no hacer ruido para no alertar a los bonefish.
Divisamos (Reggie divisó) los primeros bones en rigurosa patrulla exploratoria, zigzagueando desde el veril. Junto al grupo vimos a las barracudas y a unos tiburones no muy grandes pero sí muy veloces.
El comienzo no fue nada fácil. Tanto Steve como yo éramos novatos y para colmo Steve era hombre de mosca seca, de cast corto y preciso, y pescaba con un equipo muy pesado que le había cedido la agencia. Reggie marcaba los bones para colocarles la mosca a una distancia de 15 a 20 metros de nuestra posición.

La labor del guía de marcar los bonefish es un verdadero arte. Este pez se mimetiza tanto con el medio que lo rodea que a veces es más fácil ver su sombra en el fondo de arena que al pez en sí mismo. A veces se ve una línea o estela de agua a contraluz que avanza por encima del pelo de agua y que delata la presencia del pez. En ocasiones se ve parte de la cola fuera del agua, cuando el pez se encuentra en posición casi vertical hociqueando en el fondo de arena buscando su alimento. Cuando el pescador divisa al pez es preciso que no retire la vista del mismo mientras efectúa el cast y presenta la mosca, porque será prácticamente imposible volverlo a ubicar en posición.
Requiere de mucha experiencia dominar la percepción de los bones en el flato Los lentes polarizados (buenos lentes) son el elemento más importante del equipo de pesca del pescador de bonefish. El segundo elemento en mi opinión es el leader (bien largo y con un butt muy rígido) para presentar la mosca sin errores, pero, mejor veamos como seguía la pesca:
Los bonefish estaban nerviosos y recelosos y, si bien yo pescaba con un leader largo de 12 pies, tippet de 8 libras y mosca Crazy Charlie nº 6 el plop que hacían los ojitos de plomo de la mosca al caer al agua y/o lo próximo (y malo) de mi presentación, los espantaban una y otra vez. No es sencillo presentarle la mosca a un blanco móvil que se mueve a velocidad por el flat y cambia de curso sin aviso. Hay que anticipar la presentación, sin alertar al pez, imitando el movimiento de los crustáceos.
A media mañana ya habíamos hecho demasiado “ruido” en Mangrove Cay y Reggie decidió que era tiempo de cambiar a otro flat, muy propicio a esa hora dado el avance de la marea. Subimos al bote y nos dirigimos a Pine Cay, un flat mucho más amplio, ahora sí ventoso, y con unas vistas espectaculares.

Por pura intuición decidí alargar el tippet llevando el leader a 14 ó 15 pies y cambié la Crazie Charlie rosada por otra que ahora sé es una versión actualizada de las pioneras moscas de bonefish, en anzuelo nº 4. Esta mosca es una suerte de streamer corto, con ala de calftail, íntegramente de color naranja, que no tiene ojos de plomo y cae más suavemente en el agua.
Habríamos caminado unos doscientos metros desde donde anclamos el bote cuando Reggie me marca un bonefish que viene directo hacia nosotros. Saco suficiente línea del reel sin apartar la vista del pez que avanza por el flat. Hago un falso roll en el aire y con la ayuda de un único backcast impulso la mosca hacia la sombra del “fantasma”.
Todavía hoy me asombro de lo bien que salió el casto. Fue un tiro no mayor de 15 metros. Ni bien la mosca se posó en el agua el pez arremetió con determinación. Casi me saca la caña de la mano! En la primer corrida sacó toda la línea junto a la mitad de carga de backing . Tenía el freno del reel en su mínima expresión, casi libre, para evitar el corte del tippet en la corrida.
Es admirable la relación peso/potencia del bonefisn velocidad que desarroll tan sólo 20 ó 30 cm de agua. Acostumbrado a las truchas, tenía la sensación de tener un pescado muy grande y fuerte en el otro extremo de la 1a línea. Quise pararlo con la caña y la respuesta fue una brutal arremetida … cuánto pesa este bonefish?, Paró en el fondo del flat y lo empecé a traer pero aún va a correr dos veces más hasta logre traerlo y Reggie lo levante del agua. No puedo creerlo! Es mi primer bonfish!
Steve hace unas fotos, Réggie me felicita (Buen cast contra el viento, señor!). el bonefish de apenas unas 4 libras vuelve al agua y yo trato de explicarles a Reggie y a Steve que la Patagonia siempre hay viento, que en la “Escuela de Palermo” se castea distancia (y no la presentación), que mis amigos pescadores de Buenos Aires son mejores casters que yo, que si no tiro lejos en el Limay no pesco, y otras cosas que ni Reggie ni Steve ent den, y yo tampoco, porque esa mañana en el flat de Pine Cay, mi mente delira, habré adquirido la “fiebre de los flats”?

4 – “Operación Bahamas”:

Vuelto a casa de Turks Caicos, la ocasional expericia del primer bonefish me había marcado. Me dí cuenta que era necesario profundizar sobre el tema a partir de este primer intento y que la próxima excursión debía ser mucho más “profesional” y preparada que la anterior.
Durante el fin de año junté toda la información que pude de distintas publicaciones y pedí unos libros afuera, de los cuales “Fly Fishing for Bonefish” de Dick Brown me pareció el más didáctico de todos. Es el “manual del alumno” del bonefishing y cubre todos los aspectos específicos de esta pesca. Imprescindible para el principiante.
Devoré el libro de Brown en el verano, junto a la guía Lonely Planet de Bahamas, con el objeto de determinar el cúando, dónde, y cómo de la nueva expedición.
Porqué elijo Bahamas y no Los Cayos de la Florida? Digamos que el libro de Dick Brown, con sus referencias a la pesca en las islas, me fue llevando “naturalmente” para allá.

No toda Bahamas es apta para la pesca del bonefish, no te las islas tienen fácil o directo acceso desde Miami, ni todas ofrecen la infraestructura soporte para la pesca del bonefish.
Luego de evaluar distintas opciones (descartar Andros no fue sencillo) opté por flats de Harbour Island Eleuthera como el lugar “Operación Bahamas”. La isla conjuga buenos flats una isla con historias de lonos y piratas, un pueblo 1700 (Dunmore Town), y hermosas playas, como para pasar una buena semana, dado que ésta tampoco iba a ser una excursión exclusiva de pesca (o me olvidé acaso de contar que mi mujer ya se había “anotado” en la expedición).
Del libro de Brown elijo varios modelos de moscas, entre las clásicas Crazie Charlie, Gotcha, Mini Puff, etc, todas en anzuelos del 4 al 8 haciendo especial hincapié en moscas de conejo de Jeffrey Cardenas, guía de Key West, (Rusty Bunny Bone, Bunny Boni Natural y Charlie Bunny Bone) las cuales me parecieron excelentes. Con las recetas de Dick, y un poco de paciencia, pude atar una buena caja de estas moscas, en la cual incluí tambien varias imitaciones de cangrejos, camarones, y toda otra clase de crustaceos que componen la dieta del bonefish en el flat. 

Respecto de los leaders, Dick Brown me enseñó cómo partiendo de un leader sin nudo standard de 12 pies llegar a un leader de 20 pies (sí, 6 metros de leader) prolongando el butt con 3 pies del Mason Hard Nylon de 40 libras (0.032″) y, cortando dos pies del tippet, atar 5 pies de un buen tippet como el Clímax de Saltwater de 8 ó 10 libras, de forma tal que el nudo (un doble surgeon) quede fuera de la vista del pez.
Probé en Palermo todo el equipo, con lineas Monocore 8 y 9 y el butt del leader dabavuelta y presentaba como un resorte con cañas #8 de tres tramos y tramos y otra # 9 de cuatro tramos. No me animé con la 6, porque las que tengo son de dos tramos y son un plomo para viajar en avión (y tuve razón).

Dick me informa en su libro que los mejores meses para el bonefishing en Bahamas son Abril y Mayo. Organizo todo para Mayo, y allá vamos

5 – Vincent Cleare, un guía de lujo
Instalados en Harbour Island fuí al negocio del famoso guía “Bonefish Joe” Cleare en Dunmore Town.

“Bonefish Joe” con sus cuarenta años de experiencia como guía en los flats es, probablemente, la persona viva con mayor tiempo de vida dedicado a este deporte. Es una leyenda en USA, guió para todos los grandes, desde la época de Joe Brooks hasta el presente, y hoy se encuentra medio retirado para el gran público que aún hoy, como yo, trata de contactarlo. Sin embargo ha dejado la experiencia en su clan familiar y hoy los Cleare son los guías más cotizados y reconocidos de Harbour Island.

Tuve la suerte de encontrar disponible a Vincent, el hermano menor de Joe. Desde el primer momento que hablamos por teléfono y luego ya en su bote me dí cuenta que estaba frente a una persona que realmente sabía de lo que hablaba.
Yo quería pescar caminan por el flat (el bote sería el último recurso) y pretendía que el guía no sólo me marcara los bones sino que también me ayudara a poner en práctica todo lo que había leído en 1 libro de Dick Brown. Me entendí bien con Vincent Cleare desde el principio y todo funcionó a la perfección, para este guía la única forma válida de aproximarse y pese bonefish es vadeando el flat y conocía al detalle las técnicas de presentación.

Debo confesar que nunca ID ha gustado mcho pescar con guías, y que la pesca del bonefish me ha obligado a su servicio. Con Reggie la experiencia había sido regular. Vincent me demostró que con un buen guía (y si el pescador fuera bueno, mejor) es posible formar un “equipo de pesca”, pescar como un verdadero team, una “máquina de pescar”.

Digo máquina de pescar porque Vincent le puso emoción y un ritmo imparable a la salida de pesca. Llegamos al flat, bajamos del bote y ya empezó a marcarme todo lo que acontecía. Caminamos cien metros, nos posicionamos, Vincent me pidió la caja de moscas, eligió una Mini Puff color marrón y comenzamos… A pescar! (A partir de ahora el que narra es Mr. Cleare):
– Siempre elija moscas marrón y oliva para fondos de arena, y blancos y dorados para fondos con vegetación, señor.-
– Buena señal! Vea esas rayas, está subiendo la marea, los bones vendrán en unos minutos, señor! –
– Barracuda! Dos barracudas!. Buena señal para bonefish, señor!-
– Bones, vea cono vienen, vea ese grupo, señor!-
– Bones a las 12!- Castee a la 1, haga un cast bajo, ahora señor!
– Aguante no mueva la mosca, no recoja!
– Espere al pez, no se mueva!- .
– Está viniendo traiga!. Traiga ahora, despacio.-
– Traiga, traiga, siga trayendo, despacio, no se apure!-
– La ha visto!. Ha visto la mosca!. Se acerca-
– Traiga, traiga, traiga ahí viene, traiga y clave AHORA!-
– Lo clavó!. Ok. Señor ahí tiene a su primer pescado de la mañana!-

No habían pasado diez minutos desde que llegamos al flat y un bonefish de 3 ó 4 libras sacaba backing del reel a toda prisa rumbo a mar abierto. Estábamos pescando en los flats de Man Island, al norte de Harbour Island, y yo no podía creer el talento de este hombre y su habilidad para hacerme pescar en equipo con él.
Lo que siguió a partir de aquel momento fue lo que he llamado el “Show de Vincent”, dónde este buen guía de pesca no sólo me enseñó cómo marcar los pescados, clavarlos con el “strip and strike”, y diversas técnicas de presentación, sino que también era capaz de interpretar la intención y la actitud de los pescados cuando zigzageando aparecían en el flat. Él preseleccionaba cuál era el pez al cual debíamos acechar, el apto para el cast, y ése era nuestro blanco de pesca. Si me cuentan esta precisión no la creo, pero por suerte tuve la oportunidad de verlo en acción y compartir su pasión por esta pesca.

Una mañana me marca a ciento cincuenta metros la cola de un bone que sobresalía del agua del flat, -es un pez coleteando, señor! – Le pregunté cómo podía distinguir la cola a tal distancia y me respondió: -La cola brilla como un espejo en el flat- viendo como brilla el agua del flat bajo un sol implacable, distinguir que la cola del bonefish brilla dislinto que el agua para mí era cosa de otro mundo. Es mi trabajo señor, me dice Vincent, una sonrisa.
Pescábamos sólo por la mañana hasta la una, cuando lar marea empezaba a ceder y el que se extinguía.
Para la estadística les cuento que no hubo mañana en no sacara entre cinco o siete pescados, todos con un peso entre 3 y 6 libras. Vimos algunos pescados de 8 a 10 libras a los cuales tenté con una mosca muy especial que imita al “yellow mantis shrimp”, alimento muy apreciado por bonefish, pero no tuve forma, eran muy esquivos y desconfiados.
Pesqué exclusivamente con equipo 8 y nunca sentí estuviera sobredimension, sea en el cast con viento o para controlar las corridas y arrimar los pescados. Creo que equipo 6 puede usarse, debe ser un 6 bien robusto mejor aún, según Vincent, equipo 7 es el ideal.

Las moscas diseño de Jeffrey Cárdenas fueron excelentes, el conejo en el agua tiene acción irresistible para los bonefish.
Según Vince, un buen pescador americano que él guía ha sacado hasta trece bones en una sola mañana ( Él lo recuerda bien porque en aquella ocasión su cliente le dejó un tip de 50 dólares).
En mi caso, si bien no llegué ese récord (y de paso economicé los 50 verdes), me gratificó el no haber perdido ni corrido ninguno de los piques obtenidos, a partir del momento en que comencé a dominar el “strip and strike” en la avada. Pescamos exclusivamente en los fiats, salvo un día le Vince me llevó obligado a los “muds” para pescar desde bote en “agua profunda” (2 a metros de profundidad). Digo obligado porque las barracudas nos espantaron a los bonefish del flat a tal punto una bestia de 18 libras partió al medio delante de nuestras narices a un pescado que habíamos liberado minutos antes. El “mud” fue rendidor pero me aburrió como ategia de pesca. Pero mi mayor satisfacción la tuve la  última mañana que salimos con el guía a buscar vez más la buena marea del flat de Man Island. Los días anteriores intentaba ‘marcarle yo” los bones a Vincent él siempre me “gastaba” mis errores.
Ese día veo, hacia mi derecha, la posición que Vincent no podía apreciar, un grupo de sombras que patrullaban el flat  muy cerca de nuestra orilla, tenían que ser bones, no podía fallar esta vez.
– Bones Vince?
– Seguro, señor! Bonefish a su derecha!
– Hago un cast largo a las dos, y espero?
– Sí, señor! Haga su cast!
– Vince, estoy aprendiendo, que te parece?
– Sí, señor, está aprendiendo … está aprendiendo a divisar los bones!

Ese fue el mejor momento de toda la salida, el que mayor satisfacción me dio: pude avistar mi bonefish, presentarle la mosca y aplicar todo lo aprendido en este viaje. Fue una buena captura, si bien no fue ningún récord, para una disciplina de pesca que, como bien indica Dick Brown en su libro, puede no sólo ser adicitiva, sino que también puede arruinar nuestras otras habituales prácticas del fiy fishing.

De escéptico del Saltwater he pasado a convivir con la “fiebre del flat”.
La próxima (siempre hay que estar tramando una próxima) quizás sea a fin de año. Tal vez en Andros …

Hasta entonces

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Crayfish

por Juan Pablo Gozio
ALIMENTO DE TRUCHAS GRANDES

Este trabajo tiene su origen hace unos años en la boca del Limay. Allí encontré un crayfish grande (como los voy a llamar desde ahora por comodidad a los decápodos de orden astacura). Su aspecto me llamó la atención y su tamaño era importante. Medía cerca de 10 cms y era de color gris transparente, como un camarón antes de cocinarlo. En ese momento pensé que sería un buen bocado para truchas y comencé a investigar. Hoy, unos años después, pescando con imitaciones de crayfishes he cosechado algunas satisfacciones. duda no será la respuesta para todas las situaciones de pesca, pero es una muy adecuada para esas horas de oscuridad en las que se ven las truchas grandes…

Introducción
En el menú de las truchas se encuentran distintas formas de vida y la mayoría son objeto de nuestra imitación mosquera. Una rápida (y seguramente incompleta) lista podría contener:

• Insectos acuáticos: mayflies, caddisflies, stoneflies, dragonflies, damselflies, midges, hellgrammites

• Pequeños peces: ale vinos de salmónidos, puyenes, bagrecitos, pejerreyes, otros peces

• Insectos terrestres: grillos, langostas, hormigas, cascarudos, polillas, mariposas, gusanos, arañas, abejas.

• Crustáceos: camarones, pancoras, scuds y crayfish (langostas de agua dulce)

• Otras formas de vida: sanguijuelas, ranas, renacuajos, ratones, pichones, lagartijas, huevos de peces, lombrices, etc.

A pesar de la amplitud del menú, no todas las has acceden a la lista completa de alimentos. Dependerá del ambiente que habiten para tar o ampliar esta lista. Hay formas de vida aparecen en casi todos los ambientes como flies, caddis, alevinos y, sorprendentete, crayfishes.

Anatomía
El dibujo muestra los rasgos comunes de la aromía de cualquier especie de crayfish. Si bien todos comparten los rasgos principales, la especie tendrá sus características particulares, según el lugar en que viva, modo de alimentarse, etc. De acuerdo a su forma de vida desarrollará algunos atributos por encima de los otros.

Un poco de entomología:

Tengo la convicción de que no es indispensable aprender los nombres científicos de insectos para poder pescar una trucha. Lo que si creo importante es poder identificar los distintos tipos, reconocer la forma en que viven para poder imitar con nuestra mosca sus movimientos, tamaño y colores. Si conocemos la nomenclatura científica, mejor, pero sepamos que no es indispensable. Consecuente con esa creencia, comentemos solamente que el crayfish es un crustáceo, del orden de los decápodos (deca= diez, poda= patas). Comparte su clase de crustáceo con otros camarones de agua dulce, langostinos, langostas, etc.

Vida

Los crayfishes viven en casi todo tipo de aguas.
Son muy resistentes a las variaciones de temperatura y de oxigenación del agua. Tienen capacidad para caminar o nadar. Cuando nadan mueven con la cola hacia delante y las pinzas hacia atrás. Esto es para mantener contacto visual con su perseguidor, lo que les da capacidad de reacción inmediata ante un ataque, asímismo disponen de sus pinzas para defenderse en caso de agresión. Generalmente viven cerca del fondo, siendo muy esporádicas las excursiones natatorias. En el fondo se ocultan tras accidentes como piedras, troncos, o cavan cuevas en la arena o barro. Llegando la oscuridad del atardecer empiezan a salir de sus escondites para alimentarse. Su menú está compuesto por vegetales, otros animales y hasta pequeños crayfishes. En sus excursiones alimentarias, están expuestos, siendo más vulnerables y ahí son atrapados por las truchas.

Generalmente viven entre 2 y 3 años, dependiendo de la especie y el ambiente. En los meses cálidos tienen su ciclo reproductivo y es cuando están más activos (igual que las truchas!!!). Además, los crayfishes más jóvenes están activos, practicamente todo el día.
En época de reproducción, las hembras se ponen color rojo-naranja y tienen los huevos sujetos bajo el abdomen. Incluso los crayfishes juveniles permanecen adheridos al abdomen materno por unos días después del nacimiento. En meses cálidos es cuando se produce el crecimiento. Así van mudando el caparazón aumentando de tamaño. El nuevo es blando y flexible. Con caparazón blando es cuando son un verdadero manjar para las truchas. El proceso de muda dura aproximadamente 5 días y en ese período están algo atontados. El ciclo de pérdida de caparazón, formación de uno nuevo y endurecimiento puede producirse hasta 15 veces en el primer año de vida y 2 ó 3 veces en el segundo año.

¿Cómo se los comen las truchas?

Este punto es muy importante a la hora de atar lila mosca imitiación de un crayfish al tippet. Básicamente podríamos distinguir dos patrones le alimentación en las truchas: oportunismo y selectividad. Sin duda habrá situaciones o matices intermedios, pero nos es útil ahora, focalizamos en estos dos comportamientos.
Con un simple repaso a la tabla, comprenderemos que la forma en que las truchas se llimentan de los crayfishes es oportunista. De nodo que deberemos ajustar o flexibilizar nuestras artes de pesca en función de ese comportamiento.

Rasgos esenciales a imitar en nuestras moscas:

Para imitar el comportamiento de un crayfish en el agua, nuestra mosca no debería descuidar algunos aspectos principales. Lo que no significa que debamos atar una de esas moscas de colección que casi salen caminando para pescar bien. Generalmente sucede todo lo contrario. lo que tendremos que tener en cuenta es el movimiento que nuestra imitación en conjunto tiene en el agua. Cuánto más se acerque al natural, mejor. Veamos esos rasgos anatómicos traducidos en materiales de atado.

Pinzas

(son un rasgo bien diferenciador)
Deben ser finas y proporcionadas, evitar pinzas tipo langosta de mar. Deben presentar un aspecto poco agresivo. Tener en cuenta que en a natación las pinzas son plegadas hacia adelante, por lo que podrían llegar a confundirse con una sola.
Materiales: cuero (pelado), látex, plumas anchas recortadas o no y laqueadas o no, fibras de plumas largas como de cola de faisan.

Forma del cuerpo – silueta

Debe ser robusto en el tórax, afinándose levemente hacia la cola (también robusta). Tanto tórax como abdomen presentan segmentos. No es indispensable para la imitación, pero sepamos que el tórax tiene 4 segmentos y el abdomen 6 (para calcular las vueltas de ribbing) Materiales: dubbings, chenilles, lanas, mohair, etc. variados, una pizca más oscuros que el color del fondo del ambiente en que pesquemos.

Caparazón

Debe acompañar la forma del cuerpo, de color algo más oscuro que éste y suave para imitar un “soft shell” (caparazón blando). Esto ayuda a que la trucha no lo rechace rápidamente y lo tenga en su boca más tiempo.
Materiales: cuero (sin pelos), látex, foam, raffia, peacock herl, segmento de pluma (pavo, por ej.), etc.

Antenas y patas

Las antenas se deben notar al igual que las patas. Igualmente tienden a confundirse con éstas al ser plegadas al frente durante la natación. No se debe exagerar con la rigidez, ésta debe estar ajustada al tipo de agua que se va a pescar. Más rígidas para aguas rápidas.
Materiales: “rubber legs”, nylon, quills de gallo, para las antenas; “rubber legs”, hackles diversos, segmentos de plumas cortas (pato, perdiz, faisán, paloma); para las patas.

Ojos

Parece un detalle menor pero los ojos son muy atractivos para peces predadores. Generalmente es el punto de ataque de éstos.
Materiales: generalmente se hacen de nylon quemado, hay ojos prehechos en metal, plástico, etc. También pueden usarse ojos de cadena (bead chain).

Lastre

No conviene exagerar con la cantidad de lastre. En lo personal, prefiero lastrar menos las moscas y cargar el leader, le da la acción más natural a la mosca. Igualmente estas moscas el lastre es necesario por el movimiento ondulante hacia arriba y hacia jo que debemos imitar. El lastre debe cola se cerca del ojo del anzuelo facilitando este movimiento.
Materiales: Bead heads, alambre de plomo, mo autoadhesivo, los ojos, etc.

Patterns

Existen muchos modelos de moscas que imitan los crustáceos. Según mi experiencia, la mejor es la Fleeing Crayfish de Gary Borger (”Designing Trout Flies”). Es una mosca sugestiva que imita a la perfección la natación de un crayfish.
Una mosca muy efectiva es la conocida Woolly gger. A la que para imitar más adecuadamente la forma y comportamiento del crayfish, le hacen algunas modificaciones. Atarla en zuelo de pata más bien larga (2XL), con un hackle de fibras apenas más largas que la apertura del anzuelo y un collar denso y suave de la se de la misma pluma, imitando la pulsión de cola. Es ideal el lastre en la parte delantera del anzuelo. Alejándonos un poco más de la receta original, podríamos agregarle patas de ma, atadas en la mitad posterior del anzuelo, dividir la cola de marabou en dos colas separadas.

En el tercer puesto encontraremos Girdle Bug, Bubber Legs, Mini Crawdad (Phil Camera fying with Synthetics”), Bitch Creek (atada al revés), Withlock ’s Crayfish (Dave Whitlock “Acquatic trout food”). Las imitaciones exactas no son mis preferidas, en general caen al agua como un peso muerto y su poder de imitación se ve reducido al accionarlas. Moscas como la Spuddler, Sportman Muddler, Muddler Minnow, Marabou Muddler, etc. pueden dar una buena imitación, pescadas con “conciencia de crayfish”. Para consultar por más recetas, pueden visitar la biblioteca de la AAPM.
En esta última dirección hay una nota de Paul Marriner “Canadian Crayfish Patterns” donde describe cuatro patterns interesantes que usan para small mouth bass y pueden adaptarse perfectamente a nuestra pesca.

Técnicas de Pesca:

Estilo ninfa. Dead drift:
Se realiza en ríos rápidos, con correderas, explorando lugares puntuales como pockets, ramas, torrentes, etc. Utilizar una línea floating o wet tip no menor que #6 porque vamos a utilizar moscas desde nro. 8 hasta 4 (o más), algo lastradas… El leader de 3 metros (en floating) y 1.3 metros (en wet tip), construído con un butt corto y un tippet largo para que la mosca profundice rápido. Lastre, cuanto resista el casting y strike indicator para los que les guste. Tener precaución especial en el timing de profundización de la mosca. Debe llegar “raspando el fondo” en las posiciones clave mencionadas. Hay que atrasar o adelantar el tiro según la velocidad de la corriente. Es muy importante mantener un contacto permanente con la línea y controlar que esté siempre tensa (sin producir drag). Al finalizar la deriva realizar tirones cortos simulando un crayfish asustado huyendo, luego levantar la caña y preparar un roll para volver a tirar.

Lejos, rápido y profundo:

Para grandes ríos, Se usan modelos grandes, llegando a números #2 o 1/0 y lastrados. Es lreferible usar cañas #8 o #9, con shooting de hundimiento IV (o más!) un número más que a caña y amnesia fino, lo más fino que se animen… El objetivo es claro: llegar a la distancia y a la profundidad donde están las grandes. El leader corto, de no más de 1 metro o 1.2 metros. La estrategia de pesca es lanzar lejos, muy lejos, unos 20 grados upstream. Permitir la deriva, manteniendo la mayor cantidad de amnesia fuera del agua mientras se produce la deriva e ir controlando la línea (con algunos tironcitos). Cuando empieza a inclinarse la línea iniciar la recuperación con diferentes cadencias. Tiros cortos, más largos, más rápido, más lento, lo que se les ocurra, pero variando cada dos tiros el tipo de recuperación. Cuando pican… el mundo se detiene y hay que aferrarse. Esta técnica es la más habitual usada para la pesca de cualquier streamer en estos ámbitos.

Lagos

Se puede usar cañas de #6 a #8, según el gusto de cada uno y las exigencias del lugar. En general vamos a usar líneas de rápido hundimiento, salvo cuando pesquemos en algún bajío, cuando una wet tip o full sinking de bajo hundimiento, serán las más indicadas. Cabe acotar que en esos bajíos las truchas los entran a comer en horas de oscuridad y una imitación bien pescada puede ser letal. Ejemplo: la costa del lago Huechulafquen alrededor de la boca del Chimehuín. La idea es “arrastrar” el crayfish por el fondo del lago, hacerlo recorrer los bordes de veriles y otros puntos clave, dando pequeños “saltos”. Por ello puede ser bueno utilizar moscas con weedless o atadas con el anzuelo hacia arriba. En los lagos es vital ir variando la cadencia de recuperación. Cuando pesquemos con imitaciones atadas “al revés”, es decir con la cabeza cerca de la curva del anzuelo, la recuperación deberá ser más frenética, ya que los crayfishes nadan hacia atrás cuando escapan o se ven amenazados. En cambio si usamos una mosca atada convencionalmente, la recuperación deberá ser lenta y pausada, con tirones suaves.

Conclusiones

· El tamaño y comportamiento de los crayfishes los hace atractivos para truchas grandes, que, con poco esfuerzo obtienen mucho alimento.
· Sus hábitos los hacen vulnerables. Su actividad nocturna empieza cuando las truchas grandes se disponen a comer.
· Están distribuídos en casi todos los tipos de aguas trucheras: lagos, lagunas, ríos, etc
· Son fáciles de imitar con una mosca (rubber legs, woolly buggers, crayfish patterns, etc.)
(Dedicado a mi papá: Juan Carlos, que siempre tuvo y tendrá tiempo para llevarme a pescar.)

Fuentes: Bibliografía:
– “Aquatic Entomology” Patrick Me. Cafferty –
– “Guide to Acquaric Trout Foods” Dave Whitlock – “Designing Trout FIies” Gary Borger
– ‘The Fly Tycr’ s Nymph Manual” Randan Kaufmann ,
– Fly Tying with Syntheticsll Phill Cammera

Video:
– “Fly Fishing with Crustaceans” Gary Borger Internet:
http://www.oit.itd.umich.ed u;bio/ Anthropoda/Crustacca/Decapoda.shtml
http://www.flyshop.com/Bench/índex.html http://www.sner.org/ENV/u tc/org/crayfish.html hnp://www.cciw.ca/eman
temp /reporrs/pu blica tions/Mi xcdwlJod/cra yflsh/intro. h tm http://www.mwflytyer.com/mft/uld _ files/warmwatcr/rs _ crawdad; d)’.htm
hnp:/ /www.conscrvadon.state.mo.us/na th is/arthropo/crayfish/cra yfish.htm
http://homc.usnetway.com/-crayfish/
http://www.facmcd.unam.mx/ac u icil/
http://www. u texas.ed u/depts/tnhc/. www/crayfish/

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Las steelhead del Río Santa Cruz

Por Yayo San Martín

Me llamaron mis buenos Amigos el Piti Chaparro y Mario Zwetzig, guía local de pesca, conocedores del rio como pocos, “Yayo venite que están entrando las grandes, traete el cajón de atado o moscas oscuras” … ni lo pensé, acomodé la 4×4 los bártulos de pesca, cené livianito y me dispuse a encarar los 1400 km. que me separaban de las Steelhead del Santa Cruz y del reencuentro con entrañables amigos. La ruta 3 en esta parte es bastante despejadita por lo que a buen promedio en unas 16 horitas de marcha estaba cargando combustible en Piedrabuena, en un día espectacular.

Mis preguntas a los muchachos de la estación de servicio, habituales cuando uno llega al lugar de pesca y quiere enterarse por boca de quien no practica la pesca (y mucho menos con mosca … “) ¿y, se pesca algo o no sale nada? ” … por respuesta obtuve una cara de suficiencia como diciéndome (este no esta enterado) y unas manos que se separaban cada vez más ante mi asombro “siii … así de grandes” “¿quien las pescó? .. ¿con qué?” .. respuesta y .. el Piti Chaparro y el guía de aquí … se llama Mario ¿lo conoce?” …. dije que sí, y allí mismo me di cuenta que estaba en el lugar apropiado en el momento correcto y con los mejores compañeros para intentar engañar a las enormes y luchadoras Steelhead. Encuentros y charlas de rigor, nos instalamos en el camping, ya que andábamos con nuestro trailer a cuestas a orillitas del Santa Cruz y a enredar unas moscas según la orientación dada por mis amigos. Como aun estabamos algo cansados por el largo viaje, decidí pegarme una vueltita de inspección por los lugares donde me habían contado podían estar los peces, intentando leer un poco el río ya decir verdad, se me empezaron a quemar los papeles, ¿Leer qué?, en un río que a veces supera los 500 metros de ancho y no se ve nada, ni profundidad, ni fondos … ni nada y allí donde parece que está más mansa la correntada, metés una mosca y sale disparada como flecha y a esto se empezó a sumar un vientito que según la radio local soplaba a 98 km. por hora, pero el saber que al día siguiente andaría con el Piti y Mario, me daba cierta seguridad que andaría por los lugares correctos. La coloración del río es como todo río de deshielo, verde esmeralda lechoso, por lo que mis amigos me recomendaron colores negros, violetas y algún toque de rojo o brillos naranjas en las moscas. Por supuesto, unas buenas W. Buggers, unas Muddler Minnows, y otros patrones salmoneros con toques personales o sea, un buen festival de streamers.

Un buen asadito, cuentos, payadas mosqueras, bastante jugo y bastante tarde … a dormir, con la promesa de mis amigos “mañana a las 7 te pasamos a buscar”.

Les debo contar que los dos primeros días, a pesar de algunas capturas pequeñas (no más de dos kilitos ) y una caña partida por el violento pique y disparada de una monstruosa Steelhead en la caña de Dinah, mi esposa, quien estaba intentando con cuchara … no pasó nada fuera de lo normal. Y sucedió algo esa noche, que es para que tenga muy en cuenta aquel que vaya por aquellos lares; hubo una marea extraordinaria, se nos inundó el campamento, pero, creo ese factor hizo que entrara un cardumen de steelhead, las cuales al otro día y en los mismos lugares que antes habíamos estado, nos dieron muestras de lo que son estas bestias hechas truchas.

Les comento una captura fallida de Mario, que no solo tienen una vitalidad asombrosa sino hasta se demuestran inteligentes para zafar del anzuelo, “jamás te creas que la tenés, hasta que este fuera del agua”

Luego de una media hora de tener una trucha que andaría por los 5 ó 6 kilos y no dar señales de agotamiento, Mario me dice: “ves aquella roca que sombrea a unos veinte metros de nosotros en el medio de la corredera, bueno allí una vez se pegó dos vueltas un truchón y debí cortar”, pareció que la trucha escuchó la suerte de su anterior compañera e hizo lo mismo, se enredó en la roca y allí se quedó, ni por asomo se podía alcanzar la piedra, por lo que cortar fue inevitable. Otra … tengo clavada una de estas preciosuras que pesó 5.800 kg. y al toque de la clavada, se me viene como moribunda, panza blanqueando a los pies, me quedé asombrado por su forma de actuar y pensé “… estará enferma …”; qué iluso, se dió dos vueltas completas en torno de mí a un metro y medio de distancia de mis piernas, parecía tener motor en vez de cola, tuve que hacerle unos pasos como de torero con la caña girando sobre mi cabeza y al ver que no se enredó salió disparada para el centro de la correntada en una carrerita que me llevó toda la línea y 20 metros de backing. Luego de casi 40 minutos la pude pesar, fotito y al agua. Respecto a las Steelhead les tengo que comentar mi impresión, y esto ya me lo habían dicho unos amigos canadienses allá en la XI región de Chile, es la Formula Uno de las truchas, por su fortaleza, hermosura y viveza. Es una Arco Iris que tiene la particularidad de migrar al mar luego de transcurridos unos dos años en el río, graba en su cerebro, olores y características propias del lugar donde nació y al volver del mar, lo hará exactamente a este sitio. Pero, hasta ahora se había determinado que esta especie (las Steelhead) estudiadas en Canadá y algunas otras partes del mundo, hacían su retorno luego de una permanencia de 4 a 7 años en el mar, vuelven a su lugar de nacimiento desovan y mueren, en algunos casos entran y salen del río dos veces en su vida y en la última entrada, también mueren, cosa que en el Santa Cruz no ocurre y según los biólogos que allí están haciendo sus primeros estudios de esta especie, han determinado que entran y salen del río casi a placer, determinando de esta forma, una conducta única en el mundo y logran alcanzar en poco tiempo tamaños espectaculares (por ej., 3 kilos en un año). Muchos de los datos que ellos poseen, son aportados por pescadores locales y es bastante poco lo que se ha sacado en conclusión; no se han encontrado las camas de desove, pero como están repletas de ovas, sin dudas entran a desovar. No se sabe a ciencia cierta, quienes o quién las sembró, o si son Arcoiris comunes que al ser sembradas en un río con salida al mar han adquirido la particularidad de vivir en los dos ámbitos, volviéndose anádromas.

De esto, nos ha hablado con bastante material de por medio el biólogo Miguel Pascual, en el marco del IV Congreso de Challhuaco, en Bariloche y de ser necesario, recopilaré ese material y informaré con bases más científicas del tema, pero de que son la Formula Uno de las truchas a mi no me quedaron dudas.

La costa del Santa Cruz es bastante variada, ya que podes encontrarte con que corre por un bastante profundo, cañadón ya que su cauce está a más de unos 20 metros de la barda o explayarse como un río de llanura, con costas arboladas por álamos, sauces o vegetación propia de la zona, los arbustos, rosa mosqueta y otras especies que están en la orilla y al reparo del viento.

El viento, casi siempre del oeste, con variantes OSO. ú O.N.O dificulta el casteo para quienes somos diestros en la margen norte del río, no así en lamargen sur, y ambas márgenes son buenos pesqueros, más aquí va el asunto del porque se me hizo el río tan difícil de pescar. En primer lugar, cualquier experto lanzador, así sea el campeón del mundo, no dejará de sentir la sensación de que …. “no tiré nada”, ya que en muchas partes el río tiene como 500 metros de ancho y dónde pueden andar los peces … solo Dios lo sabe, pueden picar en correderas, pozones, veriles y muchas veces se las ve “delfineando” en el medio del río, como si fueran remontándolo, a su vez, (nos comimos una), no pican por hambre ya que en sus estómagos no encontramos ni siquiera una triste larva de nada, ni tampoco escuché de los lugareños haber encontrado nada en sus estómagos y es buena la cantidad que se sacrifica pero esta tendencia se esta revirtiendo gracias al trabajo de algunos pescadores locales que dan el ejemplo de pescar y soltar. Pero volvamos al río, el color de las aguas es casi un mate cocido con leche (perdonen la comparación hecha a lo gaucho, pero así nadie tendrá dudas del color), por lo que “leer aguas” es una utopía, no se ven rastros de ondulaciones en el fondo, rocas, veriles, pozones ni nada, debes “leerlo” metiendo las patitas y algo más en el agua, o andar con algún lugareño que sepa de pozones y correderas por haberlas visto en las grandes bajantes.

Si le sumamos lo poco que sabemos de la especie, que no están alimentándose, un río que parece un mar, una coloración de algo opaca, un vientito que a veces hace imposible castear, el agua muy pero muy fresquita (casi les diré que los 3 mm. de wader se hicieron escasos y más de una vez debimos hacer un fueguito para calentarnos un poco) se darán cuenta del porque es un río difícil al menos para mí.
Con respecto a la época, creo, según cuentan los lugareños y por las experiencias de Mario Y Piti, allá por diciembre, enero y febrera ya comienzan a entrar, pero pareciera que son más chicas de 2, 3 y 4 kilos y a medida que nos metemos en marzo, abril o mayo (en mayo devolución obligatoria y sin rebaba) entran los monstruitos, 5, 6, 7, 8, ó 9 y pico, según date creíbles y registrados … Mario por ejemplo (guía local) usaa shootings de alta densidad e hundimiento 5 ó 6, y pescó más que nosotros que usábamos menor densidad, creo es menester, que la mosca empiece a profundizar lo más rápido posible, pero, debemos llevar también de menor densidad, pues al caminar un poco el río, podemos encontrarnos en el medio a 100 metros de la costa y el agua tiene 60 cm …. y también hay pique, pero las líneas de alta densidad quedan enganchadas en las piedras si dejas derivar un poco la mosca. Con respecto a las moscas oscuras (streamers) yo creo estas son tomadas con más asiduidad por ser más visibles en este tipo de aguas y no por otro motivo, las W Buggers se llevan las palmas, las Muddlers anduvieron muy bien y una mosca que me dió muy buen resultado es la Signal Light (comprada, Randall Kaufmann) y luego atada ante su pérdida, la cual recomiendo. Más no se dejen llevar solo por mi experiencia ya que pienso que toda variante, con predominancia de colores negros… debe funcionar.

No creo tomen las moscas por alimentarse (aunque no lo descarto), si no por su carácter sumamente agresivo, ya que en varias oportunidades me (nos) paso, que ante un buen pie fallido, al hacer un nuevo lance al mismo lugar la volvió a tomar inmediatamente.

Para finalizar les comento que a casi todos lugares de pesca se llega en auto hasta la orilla misma del río o muy cerca, hay un excelente camping en la isla Pavón, con todos los servicios, incluídos juegos para niños, cuesta pesos por día, para acampar y uso de fogón y todas las comodidades (allí funciona la piscicultura local) y pueden ver las Steelhead en los piletones. El biólogo local quien trae en esta piscicultura (Sr. Fernández) les de seguramente más datos sobre la especie y contará con lujos de detalles por ejemplo, una operación realizada en ejemplares, que fue liberados, donde les han instalado un trasmisor portatil de manera interna, pero con “antena exterior” a algunas truchas con la intención localizar su zona de movimiento, desover, por favor si pesca alguna, tome datos del donde la pescó, estado etc.. y ni siquiera piense en matarla) … también hay hotelería, no 5 estrellas pero muy confortable, y cómodas cabañas, guías de pesca locales y también un camping municipal gratuito, con fogones, un baño de campaña y muy reparado, aunque si hay mareas grandes pueden quedar bajo agua quienes allí acampen … y creo las grandes, grandes … entran con las mareas grandes.

Se llega hasta Piedrabuena por la ruta tres, todo asfalto desde Bs.As., si pasa por Viedma, futura Capital Nacional del Steelhead, le doy más datos.

Pd: Por favor, si visita la Patagonia (nuestra casa) no arroje sus residuos. Preste mucha atención con el fuego y las colillas.

Muchas Gracias

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Pescando en la Red

Una vez más nos encontramos frente a nuestra PC. Lejos de la temporada de pesca, es momento para investigar, estudiar y prepararnos para la próxima temporada. En este sentido, la web nos da acceso a información valiosa. En esta oportunidad vamos a recomendar algunas páginas para visitar, descontando la previa visita a nuestra página en:

http://www.rnonline.com.ar/us/msb/aapm1.htm

Allí pueden enterarse de las actividades sociales, cursos, conferencias, certificaciones de instructores, artículos del Boletín Mosquero, además de hallar una solicitud de ingreso para los amigos que aún no se asociaron.

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Veamos que otras páginas hay para visitar:

http://www.killrois.com/

Es una página muy completa que abarca todos los aspectos de la actividad. Son sus principales secciones: Leaders, Patterns, Nudos, Herramientas, Artículos, Anzuelos, etc.
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Muy recomendable.

http://www.uky/edu/-grdany/flyfising/

Es una página de una lista inglesa (FLYFISH@LSV.UKY.EDU). Se encuentra en ella, abundante información sobre textos, siendo especialmente recomendable la parte de FAQ – s (preguntas habituales). Allí pueden hallarse buenos artículos.
Finalmente, invitamos a todos los socios que conozcan páginas web interesantes para nuestra especialidad, que nos manden un mail a la Asociación (aapm@cvtci.com.ar) para publicado en los próximos boletines.

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Correo de Lectores

LOTEO EN LA BOCA DEL CHIMEHUIN 

Buenos Aires, 21 de mayo de 1999

Estimado Señor Presidente: 

El recorte periodístico que le adjunto, publicado en el diario “La Nación”, sección economía, del día 18 del corriente, me motiva para enviarle la presente, en la seguridad que esa Asociación habrá de compartir mi preocupación y seguramente se habrá de sumar con su peso y prestigio para solicitar a las autoridades que eviten lo que considero un agravio.

El aviso en cuestión, promociona un loteo nada menos que, “en las costas del Río Chimehuín y su Boca famosa entre los pescadores”
Sorprende lo contradictorio del mensaje:” El Parque Nacional Lanín es considerado internacionalmente como uno de los rincones mas bellos e INTACTOS del planeta…”
A continuación, sin hesitación alguna agrega: “En las inmediaciones de esta sorprendente RESERVA NATURAL, encontramos este excepcional LOTEO.
Entiendo que no estamos ante personas que inadvertidamente se preparan para acometer este loteo y su secuela de construcciones, en una zona de excepcional belleza y famosa entre los pescadores como mismos expresan. Por el contrario, pareciera que la crisis que se soporta en el país, permite efectuar todo tipo de negocios, aun a costa de la naturaleza, lo que se cuida muy bien de ocultar.
Creo que no hace falta apelar, como pescadores que somos, a argumentos muy valederos por cierto, que por esa boca pasaron y siguen pasando los mejores deportistas del país y del extranjero. Que allí se obtuvieron varios record s y que por todo ello continúa siendo la meca de infinidad de pescadores.
Varias cosas pueden objetarse. Ya debimos soportar durante muchos años, que otros colegas de la firma que proporciona este nuevo loteo, colocara un horrendo cartel anunciador, en el mismo lugar en el que, por primera vez, el viajero que circula hacia el Oeste, tiene una visión completa, panorámica e inigualable del lago Huechulaufquen, el Río Chimehuín y el volcán Lanín. Construcciones cuya legitimidad aparenta ser dudosa fueron levantadas en las cercanías. Las estancias de la zona también levantaron sus construcciones y fundaron casi un pueblo allí, a metros de las nacientes del río.

Mientras todo eso iba creciendo y las autoridades encargadas del control de pesca, algún importante esfuerzo de vigilancia realizaron durante los primeros años -hoy reducido a una muy escueta e insuficiente presencia-la pesca comenzó a disminuir. Nadie explicó que, además de ser la boca “famosa entre los pescadores”, sus playados y correderas son, lugar de desove para las truchas, todo lo que puede certificar y explicar mucho mejor, el excelente grupo de profesionales encargados de la Fauna de la provincia del Neuquén y, en particular, los de Junín de los Andes.
La población de la zona fue creciendo de la misma manera que el tamaño y la cantidad de las truchas disminuía. Los famosos y enormes cardúmenes del otoño, como si quisiera ocultarse del ojo humano, se fueron retrasando y s cantidad disminuyendo en forma alarmante.

Excelentes pescadores y deportistas de todas partes del mundo comenzaron a dejar la zona buscando otros lugares.
Qué difícil señor Presidente decir que la culpa de esa merma en la pesca la tiene la población existente y las construcciones que se le fueron agregando, pero, como explicar entonces este fenómeno?
Los que tenemos la edad que tenemos, seguramente no podremos tampoco pontificar pero si asegurar, que disminución en todos los ríos y en esa famosa Boca del Chimehuín en particular, es una triste realidad.
Sin falsas modestias me excluyo totalmente entre los grandes pescadores que pasearon sus habilidades por allí y aún continúan pescando en ese lugar, pero puedo asegurar, ellos habrán de compartir en su inmensa mayoría estas reflexiones.
No nos basta con el desorden edilicio de la ciudad de Junín de los Andes, desarrollada y expandida casi en su totalidad sobre el río?
Es que nadie piensa poner freno a ese desatino?

Que tal si ponemos un cartel anunciador frente a las Cataratas del Iguazú o letreros luminosos en la Isla Victoria en el Nahuel Huapí?, sabrán los que promocionan el mentado loteo, que la Boca del Chimehuín no solo es “un lugar de pesca” sino un lugar de concentración para el desove, la reproducción y el desarrollo de las truchas?, habrán visto alguna vez un alevino en sus orillas?

La compañía que administra y vende el promocionado loteo, habrá de perforar rocas y montañas para efectuar las necesarias conexiones cloacales del futuro barrio? y, estas últimas, donde y cuando serán tratadas? Y donde serán arrojadas? Tomarán ellos agua del río en ese lugar?, no alcanzan acaso los ejemplos de la terrible contaminación que se produjo en S.C. de Bariloche y en San Martín de los Andes?
Las autoridades de la provincia del Neuquén han demostrado enorme sensibilidad y elevado criterio para cuidar y aun mejorar sus reservas naturales.
Es necesario entonces acudir a ellas en busca de ayuda. La Patagonia es muy extensa para efectuar un loteo allí, en lo que debería ser ya una extensa y bien protegida reserva, patrimonio de la humanidad. Las autoridades deberán decirles a estos comerciantes que una trucha en ese lugar es mucho más importante que un negocio efímero y degradante.

El límite del Parque Nacional Lanín en las espaldas de la boca, con más la prohibición de levantar nuevas construcciones -aún en lugares privados- en las márgenes del río desde su nacimiento hasta el pueblo mismo de Junín de los Andes y otras medidas más que pueden y deben tomarse, nos podrían asegurar que estamos aun a tiempo de frenar este proyecto catastrófico. Por lo demás resaltaría y afirmaría una fuerte y valiente vacación y actitud demostrativas que las autoridades del Neuquén no están ajenas a la conservación de la naturaleza, su flora y su fauna.
Pido en consecuencia al señor Presidente su colaboración y la de esa Asociación, para que la misma con su reconocido prestigio pueda dirigirse en forma urgente a las autoridades de la provincia de Neuquén, pidiéndoles la paralización y prohibición inmediata de todo proyecto urbanístico en la zona aludida, preservando ese santuario natural para las generaciones futuras.

Juan F. Rosselli

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FELICITACION I

Quiero felicitar a toda la HCD de la AAPM, por la estupenda edición del último número del Boletín Mosquero. Un lujo.

Cristian A. Bengolea

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FELICITACION II
Simplemente para saludarlos y felicitarlos por este nuevo cambio en el Boletín.

Guillermo I. Tusini

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FELICITACION III

Quiero felicitar a toda la Comisión Directiva, por el esfuerzo realizado en tan breve plazo. Se nota la pasión y por sobre todo el empeño en obtener realizaciones para la institución y beneficiar a todos los socios.

Broni Mech

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A LOS PESCADORES DEL INTERIOR

Quiero enviarles mi pensamiento que a la vez es un sentir profundo hacia la pesca con mosca y sus protagonistas, los pescadores de todo el país.

Sepan ustedes que la A.A.P.M. es una verdadera escuela. Sus instalaciones, su biblioteca y lo más importante su factor humano, me fueron brindados cada vez que visité esa casa que calurosamente me brindó aquellos conocimientos y riqueza en historia del fly fishing que tal vez más completos libros pudieron enseñarme.
El maravilloso hecho de que esta excusa (la pesca con mosca), pueda reunir personas de igual objetivo es increíble y quiero hacerla notar para que la gente adicta a este noble deporte que vive lejos de Buenos Aires lo sepa y desmitifique aquellos conceptos que hablan de que la AAPM era un ambiente cerrado y para pocos; nada más lejos de la verdad.
Por último quisiera agradecer sin olvidarme de ninguno a todos “Los Muchachos del Club” que saben en cada viaje como recibir a un amigo y hacerlo sentir como en su casa; rodeado de materiales, morsas, buena comida y consejos amables.
Los abraza, Jorge Alberto Bisso
S.M. de los Andes

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Noticias y Servicios

Socios Nuevos:

Nuestra Asociación da la bienvenida a los socios que se han incorporado en el segundo trimestre. Ellos son:
Sergio Ferreyra Fernandez
Gustavo Alejandro Maddio
lvan Poklepovic Campos
Karl C. Gebert
Pablo Cristian Germain
Fernando Horacio Vieytes
Norberto Franklin Feldman
Eduardo Emilio Huerta
Julio Alejandro Raimondo
Mariano Javier Mohadeb
Eduardo Javier Barusso
Héctor Pedro Zappettini
Fabián R. Oubiña
Eduardo Guillermo Diaz
José Luis Gomez
Gastón Carlos Crosta
Edgardo Ramiro Fernandez

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25º Aniversario

Celebraremos nuestro 25° Aniversario el próximo jueves 22 de julio con un cóctel en nuestra sede social, a partir de las 9:30. Convocamos a todos nuestros asociados a sumarse a este festejo, al cual también hemos invitado a autoridades, entidades amigas y medios de comunicación. Los esperamos.

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Clínica de Casting

Domingo 26/9, en el Circuito KDT
Esta clínica está dedicada a los que hayan completado el curso de casting y a todos los pescadores con mosca en general. Durante el día los instructores de la AAPM corregirán defectos y enseñarán las técnicas correctas a todos los participantes. El horario de la Clínica es a partir de las 10 y hasta las 17, con un intervalo para almorzar. El arancel es de $ 30 para los socios y de $ 60 para no socios y es necesario inscribirse previamente en Secretaría de la AAPM.

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Cursos

De iniciación, de atado de moscas y de casting.
Durante el segundo trimestre, se dictarán cursos de “Iniciación a la Pesca con Mosca” y “Atado de Moscas”, en la sede social de Lerma 452, dpto. “2″ de la Capital Federal, los días miércoles en el horario de 19,30 a 21,30.
Los cursos de casting se dictarán los domingos en el Circuito KDT a partir de las 10,30.
Hemos previsto el siguiente calendario:
“Cursos de Iniciación a la Pesca con Mosca”
3* Curso: Miércoles 8/9, 15/9 y 22/9
“Curso de Atado de Moscas”
2* Curso: Miércoles 2117,2817,4/8,11/8,18/8 y 25/8
“Curso de Casting”
5* Curso: Domingos 8/8, 15/8 y 22/8
6* Curso: Domingos 5/9, 12/9 y 19/9
7* Curso: Domingos 3/10, 10/10 y 17/10

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Cena de Cierre de Temporada

Con el éxito habitual tuvo lugar la cena de Cierre de Temporada 98/99, que se llevó a cabo en la Asociación de Criadores de Caballo de Pura Sangre. Sobre e! final y según es costumbre se realizó un sorteo de distintos e importantes premios aportados por nuestros socios y anunciantes. El sorteo fue seguido con gran entusiasmo e interés por parte de los asistentes. Los fondos obtenidos de esta forma serán aplicados a tareas de conservación. Queremos manifestar nuestro agradecimiento por la generosidad que los siguientes donantes han tenido para con nuestra Asociación:

Cabañas Humo Azul, Tito Barone, Loop, The Irresistible Fly Shop, Mario Capovía, El Paraná, Armando Maubre, Rogelio Durán, Fly Shop, Jorge Cardillo, Fly Stream, Scott, Javier Alurralde, Carlos Villaggi, Baos.

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Certificación de Instructores

Bajo la dirección de nuestro socio honorario Mel Krieger la AAPM llevó a cabo una certificación de instructores de casting en Palermo los días 19 y 20 de marzo, según estaba previsto. Los nuevos Instructores Certificados por la AAPM y Mel Krieger y a quienes felicitamos son: Carlos Alberto San Martín “Yayo”; Jorge Alberto Bisso; Juan Pablo Gozio y Alejandro Kohner.

El listado completo de quienes han aprobado el examen de certificación a la fecha es el siguiente:
Juan Carlos Funes
Humberto Zilocchi
Ignacio Barone
Antonio María Lynch
José Scrivano
Francisco Maschi
Pablo Pessaq
José Notario
Ernesto Mazzola
Fernando Uhía
Bronislao Mech
Nicolás Caffaro
Sergio Opatowsky
José María Losano
Raúl San Martín
Guillermo Ricigliano
Oscar Baruzzi
Mariano José Diez Peña
Efraín Pablo Castro Briz “Tornillo”
Rubens Sampaio de Almeida Prado “Rubinho”
José Julio Rinaldini
Juan Pablo García
Claudio Alejandro Martínez
Louiz Fernando Pinheiro
Clodomiro Andrés Ferreira
Francisco Barrera
Orcar Aníbal Marínez “Banana”
Andrés Muller
Carlos Alberto San Martín “Yayo”
Jorge Alberto Bisso
Juan Pablo Gozio
Alejandro Kohner

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Agradecimientos

Por distintas tareas y/o donaciones realizadas en beneficio de nuestra Asociación queremos expresar nuestro agradecimiento a: Marcelo Alonso – Cristina y Juan Campagnola – Mario Capovía – Fernando Cebada – Coco Funes – Gerardo Grau – Broni Mech – Marcelo Morales – Daría Pedemonte – Humberto Percalli.

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Cuchillo “25 aniversario”.

Como objeto conmemorativo de nuestro 25 aniversario hemos elegido un cuchillo de muy alta calidad realizado totalmente a mano por Martín Onetto, un reconocido artesano en su especialidad.

Se trata de un cuchillo plegable con cabo en dos piezas de bronce y hoja de 4 pulgadas de acero inoxidable aleman, templada a 56 grados Rockwell.
Su diseño lo hace sumamente liviano y cómodo para portar, y es a la vez muy sólido y manuable. El cuchillo se presenta en una caja de madera y se incluye una vaina de cuero tambien cosida a mano.
Este cuchillo está garantizado por su productor contra defecto de material o hechura, y él además ofrece servicio de re afilado gratuito de por vida.
En la pieza superior del mango se ha grabado la inscripcion:”AAPM-25 ANIVERVARIO y en la inferior se graban las iniciales de cada comprador.
Quienes deseen adquirirlo deben solicitarlo en secretaría.
El cuchillo tiene un precio de $ 55 y está disponible para todos nuestros socios y para quienes quieran adherirse a la celebración de nuestro 25 aniversario con la compra de este objeto conmemorativo.

Vasos para whisky y copas para champán 25 aniversario.
Se ofrecen en caja de 6 vasos, y tienen grabado por termofusión el logotipo de nuestra institución: AAPM – 25 ANIVERSARIO. La caja de 6 vasos o copas tiene un precio de $ 30 y se pueden adquirir en Secretaría.

Cajas para moscas 25 aniversario
Hemos encargado distintos modelos y tamaño de cajas para llevar moscas en el chaleco.

Los modelos son los conocidos de celuloide de plástico con interior de foam, que para ocasión hemos encargado a nuestro proveedor con nuestro logo y la inscripción: AAPM- 2 ANIVERSARIO. Las cajas tienen precios varios y estarán próximamente disponibles en Secretaría.

Hebillas y bombillas de plata y alpaca
Estas hebillas tienen el logo de nuestra Asociacion y está fundidas en alpaca y luego bañadas en plata. El precio de las hebillas es de $ 25.

Las bombillas de alpaca y boquilla bañada en oro han sido confeccionadas especialmente para la AAPM y también tienen nuestro logo, su precio es de $ 14.

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