Whirling disease

CONSERVACION

METODOS DE PREVENCION

En el Boletín Mosquero de Invierno pasado informamos de la aparición de un brote de Whirling Disease, o enfermedad giratoria de las truchas en el Estado de Montana, y del potencial peligro de que la epizootia llegue a nuestros ríos y lagos por contagio a través de los pescadores que vengan a la Argentina después de pescar en esas aguas.

Tal como anunciamos en ese artículo, nos hemos dirigido a diversos centros de estudio y conservación de peces de los Estados Unidos, que nos remitieron folletos y datos sobre lo que se conoce de la enfermedad, sus formas de contagio y medidas de prevención.

Como la forma más frecuente de contagio -aunque no la única- es la incorporación de peces enfermos, es obvio recomendar a las autoridades y piscicultores que extremen los cuidados para que las partidas de peces que se importen cuenten con los certificados sanitarios expedidos en sus países de origen, y aún así que su salubridad sea controlada muy especialmente cuando lleguen a nuestro país.

En cuanto quienes hayan pescado en lugares afectados por la epizootia, hemos confirmado que las suelas de fieltro de botas y botines y los waders son los vehículos más probables de trasmisión de la enfermedad. El método de profilaxis consiste en lavarlos prolijamente con agua y jabón, para sacarles todo vestigio de barro y luego sumergirlos en una solución de agua lavandina comercial diluída en dos partes de agua. Luego es necesario enjuagarlos y ventilarlos para evitar que la lavandina entre en contacto con los ambientes de pesca, ya que los peces. son extremadamente sensibles al hipoclorito de sodio.

Estas simples medidas deberían ser tomadas por todos los pescadores que vienen del exterior, sean argentinos o extranjeros, independientemente del lugar donde hayan pescado y de tiempo que haya transcurrido desde que lo hicieron por última vez, ya que las esporas de Myxobolus cerebralis son muy resistentes y tienen larga vida. Aconsejamos no discriminar sobre el lugar donde han pescado, ya que la enfermedad ahora tiene escala mundial, afectando la mayoría de los países de Europa, 19 estados de la Unión y recientemente parece haberse producido un brote en Nueva Zelanda. Carecemos de datos sobre Chile, pero en vista del desarrolló del mal, creemos prudente no excluir a quienes han pescado en ese país de las medidas sanitarias propuestas.

Recordemos que una vez establecida la enfermedad no existen medidas curativas, debiéndose esperar la evolución de generaciones futuras resistentes al mal.

La Asociación Argentina de Pesca con Mosca se ha dirigido a las autoridades de todas las jurisdicciones patagónicas para que dispongan la obligatoriedad de estas medidas para todos los pescadores que llegan del exterior. Pero con esto no basta: es necesario que todos contribuyamos a preservar la salud de nuestros salmónidos cumpliendo y haciendo cumplir con el lavado y desinfección de botas y waders. Los guías de pesca y dueños de hosterías tienen una responsabilidad especial, pero todos los pescadores podemos cola.
borar, difundiendo la necesidad de aplicar las medidas sanitarias antedichas.

TRAMPA DE PECES EN EL ARROYO POCAHULLO

El 30 de junio pasado se celebró un convenio entre la Municipalidad de San Martín de Los Andes, la Subsecretaría de Producción Agraria de la Provincia del Neuquén y la Asociación Argentina de Pesca con Mosca para desarrollar, construir y operar una trampa de peces en el arroyo Pocahullo.La tecnología constructiva y de operación será aportada por el Centro de Ecología Aplicada, dependiente de la referida Subsecretaría, y cuenta con el aporte del gobierno del Japón, que ya ha enviado un técnico al emplazamiento. La construcción y operación de la trampa quedará a cargo de la Municipalidad, y la Asociación aportará ciertos elementos constructivos, cordinará el aporte del Sector Privado de otros materiales y se ocupará de la difusión del proyecto a nivel nacional.

Hay varios aspectos que vale destacar: la trampa impedirá la depredación de que actualmente son objeto los reproductores que remontan el arroyo y la tecnología de la trampa es novedosa en nuestro país, ya que consiste en un molino impulsado por la corriente.

Pero lo que creemos más importante es la modalidad cooperativa que inaugura este proyecto: por primera vez protagonizamos un convenio que vincula al Sector Público provincial y municipal con el Sector Privado, en este caso los suuarios del recurso, para promover una obra de conservación. De esta manera, un organismo no gubernamental ha podido promover una idea y cóncretarla juntamente con las autoridades locales, haciéndose cargo de una parte importante del esfuerzo.

En los próximos números mantendremos informados a nuestros lectores del progreso del proyecto, y tan pronto como se conozca públicaremos el listado de materiales que se requieren para materializarlo. Estamos seguros que tanto nuestros asociados como quienes están interesados en la preservación del medio ambiente prestarán su generosa colaboración.

El fracaso enseña mas que el éxito. El éxito enseña cosas pequeñas; el fracaso todo lo demás.
D. Martin

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