Secas, una aclaración y una perplejidad

Hugo Nochteff

He pescado algunos cientos de días con mosca seca, he conversado con gente que sabe de secas, he leído artículos y libros sobre pesca con seca, he leído en artículos y libros sobre el atado de secas, he observado a gente atando secas, he conversado con ellos (no ato, pero quiero saber qué les pido a los atadores, y también saber qué atan para mí -dicho sea con sincero agradecimiento a la paciencia de esos atadores-). Creo que algo, sólo algo, sé de secas. Eso no fue irónico, nunca estoy verdaderamente seguro, aunque a veces sí creo que, o sospecho que…o pienso que…. Toda la parrafada a manera de prólogo.

Una aclaración
Un socio del club afirmó en una charla dedicada a ninfas y wets, que la mosca seca es una cosa y la flotante otra. Como ejemplo de la segunda -me parece recordar- mencionó a los bombers. Entonces estuve en desacuerdo, pero la charla ya terminaba y se sabe – o, entre otros, saben los viejos del club- que soy ya demasiado charlatán durante como para seguir cuando ya todos se están levantando y la función se da por terminada.
Retomo ahora el que no llegó a ser debate. Creo que toda mosca que está atada para flotar es una seca: desde mi preferida Adams hasta un ratón de pelo de ciervo, siempre teniendo en mente que en el lenguaje, todas fronteras son borrosas. Alguien podría preguntar ¿También un popper?. Yo contestaría que sí. Por dos grupos de argumentos (no de demostraciones, y recuerdo que demostración es cosa bien distinta de argumento -al menos desde Aristóteles y más desde Marco Tulio-).
El primer grupo. Pienso -o pensó Ludwig Wittgenstein y los pensadores de las tradiciones analíticas afines a él o que de él partieron, desde Bertie Russell hasta John Wisdom pasando por John Maynard Keynes- que en el lenguaje no hay lugar para la definición (aunque lo hay en la filosofía y las ciencias). Esto no por hacer historia de la filosofía sino para enfatizar que pienso que, hablando de moscas (o simplemente hablando) no es santo preguntar por cuál es el límite, la frontera, en que dejamos de decir seca y decimos streamer, o ninfa, o wet. Aunque también pienso que cualquier pescador o atador de moscas o ambos, que entienda un mínimo muy mínimo de la jerga, sabe qué dice alguien cuando dice seca, o wet, o streamer, o ninfa. Pero si se pregunta por la definición de cada una de estas clases, se atranca para siempre (al menos, esto es lo que sostengo o, mejor, sigo al sostenerlo a Wittgenstein, etc.). Abusaré de la paciencia de aquellos a la que la filosofía les da urticaria recordando dos ejemplos. Un ejemplo -no recuerdo si de Wittgenstein mismo-: preguntar qué hora es no nos crea ningún problema; intentar definir el tiempo nos sume en una trampa sin salida. Aclaro, para no sembrar malas famas, que el que se suele denominar el “último Wittgenstein”, no pensaba que esas encerronas debían evitarse siempre, ni que no valía la pena meterse en ellas, pero sí sostenía que eran encerronas y que ellas ocurrían cuando no se comprendían los, decía, “funcionamientos del lenguaje”. El otro ejemplo (que al fin puede ser el mismo). Los llamados filósofos cirenaicos preguntaban algo así cómo: si de un montón de arena vamos sacando uno a uno los granos de arena, cuál es (en términos de cantidad) el grano aquél que al ser sacado deja algo que ya no es un montón de arena? Más modernamente Sir John Hicks, perturbado por las teorías de la competencia imperfecta, preguntaba ¿Y al fin cuándo termina la competencia imperfecta y cómo se puede definir -especificar, que es la palabra que corresponde- un precio en competencia imperfecta? Bueno, Maynard Keynes dijo alguna vez que Sir John nunca había tenido pasta de buen teórico, y yo (acompañando a tantos otros) digo que Maynard la tenía para hacer buena (y también parar criticar bien) teoría económica- . Verán que, nuevamente, se trata de los límites de una palabra, o -lo que aquí viene a ser lo mismo- del intento de definir la mosca seca, o separarla de la mosca “flotante”. Los pensadores de las escuelas analíticas y lógicas a los que aludí dirían que el problema que se plantea no es un problema válido, ni siquiera una proposición (si se la pone en la forma ” cuando retiro el grano ‘n’ el montón deja de serlo”) con significado en el lenguaje, ni que hablar de proposición científica. Dirían (resumo groseramente para hacerla corta), algunos que es una confusión entre lógicas (Bertie Russell), otros que es mero desconocimiento de los “funcionamientos del lenguaje”, que sólo “conduce a encerronas” (Wittgenstein). En fin, que hablando se entiende la gente, no filosofando, aunque la filosofía es evidentemente imprescindible para el hombre occidental, o al menos así parece, si se tienen en mente los muchos siglos en que ha persistido en pensar filosofía. Los problemas del tipo ¿qué es el tiempo? o, ¿qué es conocer?, o ¿qué es un montón? son problemas en el espacio -digamos- de la filosofía, no en el del lenguaje sobre moscas secas.
El segundo grupo de argumentos – o más rigurosamente, el argumento de autoridades-. En ninguna de mis diversas relaciones con la mosca seca -véase el primer párrafo- di con alguien que diferenciase una mosca seca de una mosca “flotante” (sí hablando sobre cómo se usa la mosca seca: Jorge Donovan distinguía así diferentes usos de la seca, no diferentes secas, y esto le retomaré). Al final del artículo menciono las fuentes que consulté después de aquel debate que no fue. Todo para no encontrar referencia alguna a moscas flotantes que no son secas (nadie me venga con ¿y qué cuando no se hunde una muddler?, porque es chicana, y para su vergüenza lo sabe). De paso, se puede pescar muy bien en ciertas situaciones con una Muddler Minnow atada con anzuelo de seca para que se comporte como seca (esto es, para que flote). Yo lo he probado con muy buenos resultados, tanto mientras tomaban tucuras como cuando atacaban adultos de dragons. ¿A usted le parece que una Muddler Minnow #8 se parece (perdón por el pleonasmo) a una tucura o a un dragon? A mi tampoco, pero si a las truchas sí, allá ellas, y -como diría Datus Proper- prefiero atender a lo que las truchas dicen. Y hablando de decir, puede que haya alguien que llame a unas moscas hechas con la intención (no sólo) de que floten, secas, y a otras hechas con la misma intención, flotantes. De hecho, cité a alguien que no sólo las llama, si no que sostiene que eso es lo correcto (vocación de arbiter del habla, le contesto de buen humor, como los miembros de la Real Academia Española, los únicos hombres que han conseguido, decía Paul Groussac, escribir un libro del cual cada edición hace extrañar la precedente). Pero el lenguaje, o mejor los lenguajes, no los hacen uno sino muchos (muchísimos), y a éste de la mosca también. De allí a cuántos y a quiénes menciono en la bibliografía que consulté. Y perdonen los filósofos y lingüistas que un economista se meta en la filosofía del lenguaje. Retomo lo del uso. Si bien -enfatizo- creo que las definiciones de límites precisos no tienen lugar en el lenguaje -aunque sí lo tienen en la filosofía y la ciencia- en uno de los funcionamientos del lenguaje vale la pena aclarar límites, pero siempre teniendo en cuenta que son borrosos. Así, si alguien me dice que la Alexandra es una ninfa, le digo que creo que no. ¿Por qué que no? Porque en general las ninfas tienen al menos una cola y al menos un wing case, y la Alexandra no. ¿Pero por qué le digo creo y no le digo “sé con seguridad”? Porque en la Casual Dress el wing case no está -o no está tan claramente definido como en, digamos, la Hare’s Ear o la A.P. Black . Y sin embargo, las truchas opinan que…. De paso, recuerdo que muchos autores de los que saben en serio sobre moscas sugieren que las wets funcionaban porque -en términos de Datus Proper- las truchas decían que eran pupas, y algunas hasta las llamaban ninfas de mayflies, o simplemente mayflies que se habían hundido. Yo he pescado recuperando rápido secas hundidas, y -también deliberadamente- con ninfas untadas para que floten. Así, diría que en ciertos funcionamientos del lenguaje con el que hablamos de moscas, el uso cambia la clasificación. Por eso, cuando hablamos de uso de la mosca, podemos cambiar clasificaciones. Pero cuando hablamos de moscas más que de cómo las usamos, es mejor agregar aclaraciones del tipo “cuando uso la Blue Dun recuperando con la mosca hundida….”. ¿Por qué? Porque evitamos confusiones que harían imposible, o al menos inútil, hablar de moscas (sí, de noche todos los gatos son grises, pero si no encendemos la linterna nos tragamos un michai). Y lo mismo vale cuando hablamos, ahora más en general, de moscas, porque si al amigo que nos pregunta en el último crepúsculo y desde allá 25 metros ¿Que moscas te toman? Le contestamos “wets”, y estamos usando una Hare’s Ear, bueno… o no somos amigos o lo mismo daría que no le contestemos. Porque hablando se entiende la gente. Un amigo fue desarrollando (creo que con ayuda, como es habitual) una mosca que para mí sirve de ninfa de mayfly pero más de pupa de seca y que (creo que él mismo, pero no estoy seguro) llamó “Muerte peluda” y que sería más atractiva para los mosqueros argentinos si la llamase Hairy Death (pero ese es otro tema). A mí me dio mejor resultado cuando decididamente había más caddis que mayflies en el agua y -como me aconsejó él- aún mejor cuando pensaba que se acercaba una eclosión de caddis que durante la eclosión misma. Por eso yo, si un amigo me preguntara…., le contestaría -supongamos que sé que no conoce las Muertes peludas- “pupas” y no “secas”, o ‘wets” o “flotantes” . Porque hablando….Para Jorge Donovan pescar con mosca seca era pescar con mosca seca cuando estaban subiendo a secas, y pescar mosca flotante cuando no estaban subiendo. A él no le gustaba pescar “mosca flotante”. La distinción que hacia el Maestro no se generalizó entre los mosqueros, y por ello no es (hasta ahora, al menos) el lenguaje con que se entiende la gente. Y, volviendo al principio para llegar al final -como diría T.S. Eliot-, mientras no se generalice, la distinción entre seca y flotante usada como clasificación de moscas seguirá siendo una “encerrona” (diría Wittgenstein) que entorpece el que hablando se entienda la gente.

Una perplejidad
Muchas veces he oído y leído y usado la palabra attractors. Si bien creo que es más que suficiente -por lo dicho bajo el primer subtítulo- que todos sepamos a qué nos referimos cuando decimos attractor, sin meterse en encerronas, he notado que muchas veces unos llaman attractors a lo que otros no llaman attractors . Me parece, y sólo me parece, que unos llaman -siempre hablando de secas- attractors a todas las secas muy grandes que, como son los casos de algunas imitaciones de adultos de dragons o de mayflies o de stones, otros no llaman attractors.
También me parece que algunos llaman attractors a las Wulff . Sean o no creadas por Lee Wulff, creo que todos le decimos Wulff a casi todas las secas que no son una parachute y tienen alas de ternera -un ejemplo evidente es la que llamamos Royal Wulff y que es prácticamente igual a la Royal Coachman -salvo por el material de la cola- con alas de ternera en vez de alas de pato. Por otra parte, el mismo Lee Wulff dice que la razón principal por la que introdujo la ternera fue que duraba más y no se perdía, sino en todo caso se ganaba, en la imitación de las alas.
De paso, una digresión: no sé si alguien antes había usado ternera para alas de seca, pero sería bueno, para desasnarse y de paso pasar un buen rato pedirle al Señor Jorge Calandra -lo de Señor no es irónico, es le mot juste- que un día nos cuente sobre esto y otras muchas cosas más. Sobre lo de pasar un buen rato, al menos a mí, y creo que no soy el único, me agradan mucho las charlas del Señor Jorge Calandra. Una lástima que ya no venga (o no lo invitemos, no sé) a charlar. Y vuelvo a los attractors. Unos decía, llaman attractor -hablando de secas- a cualquier seca tamaño baño; otros no. Algunos llaman attractor a cualquier parachute, (supongo que por el ala de ternera agregando una extensión de las Wulff, a las que también llaman attractors) y a muchos se nos ocurriría llamar a una parachute cualquier cosa menos attractor. Todo esto porque me gustaría saber a cuáles secas llamamos attractors y por qué (no para buscar definiciones precisas, de fronteras perfectamente nítidas, contra las que argumenté más arriba, sino porque hablando se entiende….). Muchas veces, cuando no suben, me digo -bueno, pongo un attractor para hacer que suban-. Y pongo, digamos, una Royal Wulff #10, de la que pienso que es una imitación de una mayfly del mismo tamaño, o más bien creo que eso me dicen las truchas, y lo último me basta a la hora de pescar. Algunos dicen que un attractor es algo que no se parece a nada que coman las truchas (como los mismos dicen de tantos otros tipos de moscas) pero que las irrita y por eso la toman. Creo que, por una parte, esto huele demasiado a antropomorfismo (perdón por otra palabra boticaria). Por otra, recuerdo que Marcelo Morales dice a menudo -sobre todo hablando de ninfas- que las truchas a veces toman algo parecido a algo que es comida (una ramita, por ejemplo) y rápidamente la escupen (y algunas, aunque muchas menos veces, hasta se las tragan) y que por eso en la pesca de ninfa el afirme -clavada me suena a pescar tiburón con uno de los garrotes fabricados para pescar grandes atunes- tiene que ser muy rápido. Yo -fumador empedernido- hasta he visto a truchas subir a un filtro de pucho -a menudo les saco el filtro y, que Greenpeace no me perdone, en el apuro por seguir pescando, y fumando, cae al río o al lago- y escupirlo inmediatamente. No creo que sea porque con una pitada les basta, o porque les guste fumar sin filtro o porque está apagado, o porque los Parisiennes no les gusten. Creo que es porque se parece a algo que comen y descubren que no es comestible (como la ramita de Marcelo Morales). Con lo que llego a que creo que todas las moscas secas que andan imitan algo que las truchas comen, aunque a nosotros no nos parezca (yendo a streamers -en los que incluyo a los bucktails-, la blonde afuera del agua parece un pincel, adentro, un pescadito – pececito, que dirían los puristas entre los que no estuvieron ni Borges ni Cervantes-). En secas, he pescado bien con un bomber verde con hackle negro # 10 cuando estaban tomando esos escarabajos verdes que se prenden a la ropa como ternero a la teta (dicho sea sin disculpa alguna). Para mí, ese bomber se parece muchísimo más a un bomber (y, decididamente, sólo a un bomber) que a un escarabajo, y decididamente, no se parece a un escarabajo ni por dudas. Pero si la trucha dice… Y ya cansé -probablemente hace rato- a muchos y sobre attractors sólo insinué un: creo que…. Por eso a esto subtitulé “una perplejidad” a estas líneas. Por eso, y para avisar antes de entrar. Y por lo primero espero una charla sobre attractors.

Bibliografía consultada para el subtítulo “Una aclaración”.
Donovan, Jorge; Nací Pescador, 1983.
Gilardi, Julio C.: Manual de Atado de Moscas, 1997.
Goddard, John; John Goddard’s Trout Fishing Techniques, 1996.
Koch, Ed; Terrestrial Fishing, 1990.
Lee, Art; Fishing Dry Flies for Trout. On Rivers and Streams,1982.
Migel, Michael (ed.) The Masters of the Dry Fly (autores que contribuyen: Charles Fox, Dave Whitlock, Lefty Kreh, Art Flick, Poul Jorgensen, Charles Waterman, Leonard Wright, Lee Wulff, Nick Lyons, Steve Raymond, Carl Richards, Ernest Sschwiebert y Roderick, Haig-Brown), 1972.
Ritz, Charles; A Fly Fisher’s Life, 1960.
Wright, Leonard: Fishing the Dry Fly as a Living Insect. An Unortodox Method, 1972.
Wulff, Lee; Trout on a Fly, 1986.

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