Permits criollos y lenguados

por Manfred Relling

Los mosqueros, comenzamos a practicar nuestra pasión y en un rato creemos que ya lanzamos bastante bien. Por supuesto en el parque, sin viento, sin patinar sobre redondas piedras, sin agua corriendo, sin terribles “galletas” y con una simple lanita en vez de pesadas y poco aerodinámicas moscas. Esta creencia se ve reforzada por la lectura de un de Boletín Mosquero o Fly Fisherman con lo cual creíamos haber acumulado muchísima experiencia (teórica). Si, además de lo mencionado, en nuestra primer salida pescamos algo, la brecha es gigante.
En esos comienzos, creo que a todos los mosqueros nos pasó decirnos: “De aquí en más pescaré todos los peces con mosca”. Entonces no dejamos lago, río, arroyo, laguna o charco sin ser testigo de nuestros intentos. Con el tiempo irrumpió en escena otro espejo de agua que también tenía peces: el mar. Allí nos enfrentamos a una problemática nueva. ¿Cómo abordar semejante inmensidad y entender las leyes del juego en este nuevo ambiente? ¿Cómo tratar a ese mar, nosotros moqueros acostumbrados a ríos que sabemos de memoria piedra por piedra? Con la misma humildad, perseverancia, observación y paciencia. Mi experiencia se limita a Bahía San Blas y en las especies que he logrado pescar con mosca: pejerrey, anchoa de banco, pescadilla, lenguado y palometa. En esta entrega hablaremos de dos de las más atractivas de la lista: palometas y lenguados, profundizando especialmente en la última.

Permits criollos

Las palometas llegan a las costas de Bahía San Blas en la primer semana de Octubre y se mantienen con altibajos hasta fines de ese mes, luego se retiran de la costa y se quedan durante todo el verano en la Bahía, obligándonos a hacer la pesca desde embarcaciones. Cuando hablo de la costa en realidad puede llegar a significar la costa seca, las redondas piedras. En su afán cazador y cuando se alimentan con voracidad sin igual, es común verlas quedarse totalmente varadas y a los coletazos sobre la orilla. Parecen pequeñas orcas cazando lobos marinos. Detectarlas es muy sencillo, parados en la costa veremos continuos borbollones y surcos en la superficie, moviéndose a una velocidad increíble. El mejor lugar para pescarlas (no el único) es la playa de piedras sobre la Costanera. Por comodidad yo las pesco en un tramo de costa ubicado frente a la Farmacia “Paihuén”. Normalmente uso caña para línea #6 con línea sinking tip de hundimiento II o una floating con leader largo y lastrado. A veces no puedo con mi genio y cometo la picardía de sacar mi caña #3, teniendo la precaución de usar tippet 4X o 5X, realmente necesario ya que una palometa de 3kg. en una caña tan liviana se transforma en un problema bastante serio. Las moscas que uso no son muy complejas, cualquier streamer blanco con algunas hebras de brillo atado sobre anzuelo fuerte, de tamaño 6 y 8, y de un largo total de 3 a 7 cms. También funcionan las imitaciones de camarones en anzuelos chicos #8 al 12.

Platos nadadores

Cuando llegué a vivir a Bahía San Blas no había antecedentes de pesca de lenguados con mosca o artificiales, por lo que tuve que hacer mi propia experiencia. Comencé a pescar con carnada, la clásica línea con filet de pejerrey. De allí a trasladar la técnica a la mosca fue un pequeño paso. Así lo pensé al principio… La realidad superó, en mucho, la complejidad inicial supuesta. Fueron muchas horas de caminata, observación y descubrimiento realmente apasionantes. Esta pesca tiene un ingrediente cazador que produce una agradable cantidad de adrenalina cuando la practicamos. Hay que seguir rastros, respetar vientos, condiciones climáticas, acechos, buscar dormideros, lugares donde se alimentan, etc.

Los lenguados están todo el año en la Bahía, pero se ponen activos y comen con lo primeros calores, y al tiempo que el agua se va templando. Dependiendo de los factores, la actividad se va incrementando a partir de la primer semana de Octubre y en pocas semanas está a pleno. La temporada se mantiene hasta que las condiciones cálidas se invierten, lo que sucede normalmente hacia fines de Abril.
El lenguado caza al acecho y si bien su alimentación básica aquí es el cangrejo del que tiene una enorme disponibilidad, su debilidad es el pejerrey. Es fascinante verlos hacer piruetas y grandes esfuerzos para cazar su bocado preferido. La táctica es sencilla: se tapa con arena dejando solamente sus ojos descubiertos, quedando inmóvil y perfectamente camuflado a la espera del paso del bocado. Para poder cazarlo debe pasar ni muy rápido ni muy lento, ni muy arriba ni muy abajo, ni muy lejos de su escondite.

Aplicando este conocimiento a la técnica de pesca, y al tener ambos ojos arriba de su cuerpo, la mosca debe pasar encima de él. Como cazan en baja profundidad (entre 40cm. y 1m) y con marea subiendo o bajando, normalmente alcanza una línea floating o sinking tip de hundimiento lento. Cuando atrapa un pejerrey nunca lo traga inmediatamente, sino que lo muerde con sus muy fuertes y afilados dientes, y se recuesta en la arena para matarlo y engullirlo. Esto hace que el pique se sienta como un “enganche”. Hay que ser cuidadosos porque esto no significa que esté clavado, solamente tiene a su presa fuertemente apretada en su boca. Ese es el momento de clavarlo y podemos tener dos resultados posibles: o se clava o abre la boca y larga la mosca. De cualquier forma la clavada debe ser enérgica ya que su boca es muy dura. El lenguado es insistente y, en cierta, forma ingenuo. Si no se pincha con el anzuelo suele volver a picar al pasarle la mosca cerca otra vez. Es un pez muy territorial, siempre fija su posición en el “coto” y la defiende agresivamente. Los lugares estratégicos, con mayor cantidad de comida y facilidad para obtenerla, siempre están ocupados por los más grandes, igual que con los salmónidos, y los mismos peces vuelven a ellos todos los días. En marea baja, y con la ayuda de anteojos polarizados, pueden verse las marcas de sus cuerpos en la arena. Por ello es muy importante la observación de los bancos en esos momentos para conocer su distribución cuando la marea esté más alta y queden cubiertos por el agua. Como los bancos suelen cambiar con fuertes vientos o mareas, también, cambiando la posición de los cazadores, hay que actualizar la información y observar las posiciones periódicamente. Las marcas o camas son tan nítidas que al medirlas el error, respecto del tamaño del pez que la ocupó, no es mayor a 2 cms. Y aquí viene algo espeluznante: he medido “camas” que tenían de cabeza a cola: 1,25 mts.!
Un consejo, los lenguados no siempre reaccionan igual ante la clavada. Los que sobrepasan los 2 kgs. corren velozmente saliendo del banco y son manejables con equipos relativamente livianos (hasta #6) pero debemos tener cuidado con el freno del reel y esa primer corrida. Es brutal la diferencia cuando el lenguado pesa más de 4kg. La velocidad de la corrida es asombrosa, aún cuándo en apariencia no es un pez tan veloz.
La pesca de lenguados es todo un desafío para el mosquero y, dada su exigencia, pone a prueba nuestros mejores dotes de pescador.
Una recomendación más: tener mucho cuidado al sacar la mosca de la boca, usar siempre pinzas. En tierra también son muy vigorosos y una dentellada, a la que son muy proclives, pude producir desgarrantes y dolorosas heridas.

Para ilustrar con un ejemplo esta asombrosa pesca de lenguados con mosca, les contaré mi fascinante experiencia con el más grande que pesqué (hasta ahora). Un hermoso plato volador de 5.5 kgs. y 86 cms. de largo.
 

Sobre un banco muy conocido por haberlo caminado infinidad de veces, aparece una “cama” de alrededor de 90cm. que realmente me tenía inquieto. Durante 4 días consecutivos lo intente todo pero sin resultados. Cada día esperaba hasta que bajara la marea y sistemáticamente aparecía la marca del “aterrizaje” en el mismo lugar. Si bien había otros lenguados cazando, el misterioso “plato gigante” nunca se mostró activo. Al quinto día y con gran esfuerzo en la pelea, pude hacerlo tomar. Pero es otra historia, que le contaré cuando nos veamos juntos, con los pies en la arena costera.

Equipos:

Caña: #5 a #8 – tratar de usar la más liviana posible y que se adapte a situaciones de lanzamiento con viento.
Línea: Floating, Intermediate o Sinking Tip II
Moscas: Streamers blancos con un par de hebras de brillo (no abusar) de 6 a 10 cm. de largo sobre anzuelos fuertes tipo Mustad 3407. El objetivo es imitar un pequeño pejerrey
Leader: 5 cms. de cable de acero
Varios: Shorts y zapatillas comunes para caminar en el agua, sombrero y anteojos polarizados

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