Manso, no tan tranquilo

Pocos ríos se prestan tanto a confusión como es el caso del Manso. Esto no es casualidad, ya que abarca un extenso territorio, definiendo muchas posibilidades de pescarlo en sus diferentes tramos. Por ello, primero trataremos de ubicarnos geográficamente con relación al río y sus diferentes secciones. El río Manso se encuentra al sur de la ciudad de Bariloche, nace en los glaciares del cerro Tronador, sirve de conexión a 5 lagos dentro del territorio Argentino, y forma la famosa cascada de los Alerces. En su extensión tiene numerosos rápidos y saltos de agua, incluyendo en su cauce 2 pequeñas lagunas ideales para pescar con flotadores personales. Es un río de la cuenca del Pacífico ya que cruza la Cordillera de los Andes hacia Chile por un verde y frondoso valle. Una vez en el país hermano, se conecta con el lago Tagua Tagua para luego dirigir sus aguas hacia el Océano Pacífico. En la sección que corresponde a la Argentina se lo divide en 3 diferentes tramos: superior, medio e inferior, y lo curioso es que, pese a ser el mismo río, en cada tramo las truchas se comportan de manera diferente.

La primera parte del río comprende desde su nacimiento en el Tronador hasta la desembocadura en el lago Mascardi, y es denominada Manso superior. Esta es la única sección que no se pesca debido a que, por el origen glaciario del río, arrastra sedimentos que enturbian las aguas dejándolas de un color lechoso. Si bien hay experiencias de pescas realizadas allí, no es la mejor opción. Gracias a que el Manso desemboca primero en el Lago Mascardi, éste actúa como un filtro natural depositándose en su fondo los sedimentos arrastrados por el río. De esta manera cuando el Manso retoma su recorrido en la otra punta del lago lo hace totalmente limpio y transparente, característica que lo acompañará durante el resto de su recorrido. Esta claridad muchas veces nos jugará en contra a la hora de presentar correctamente la mosca.

El Manso medio abarca desde el lago Mascardi hasta el lago Steffen. Esta es la sección más accidentada del río ya que posee un importante desnivel y es donde comienzan a aparecer los lagos encadenados. Al Mascardi le sigue el lago los Moscos, la laguna de la Medialuna, el lago Hess, el Roca y, pocos kilómetros aguas abajo de éste, encontramos esa belleza imperdible que es la cascada de los Alerces, a la que sigue la laguna de la Triple Cascada y por último el lago Steffen. En toda esta zona hay muy buenos peces residentes como también muchas truchas en tránsito entre un lago y otro. Los pozones están habitados por excelentes marrones y son lugares ideales para pescar con streamers sobre todo al anochecer. Al final de los mismos, en condiciones de baja visibilidad, no hay que ser dema-siado gentil en el grosor del tippet ya que la cantidad de troncos con la que cuenta el río no lo permite. Gracias a todos los lagos y lagunas que conecta hay bocas y desembocaduras al por mayor y para todos los gustos. Las hay de aguas lentas y profundas como el caso de la boca del Mascardi, o de buena corriente como la desembocadura del manso en el lago Hess. Para los amantes de los flotadores personales, las 2 lagunas de ésta sección son una oportunidad imperdible para tentar a las gordas fontinalis que las habitan. Ninfas de dragonflies y secas grandes tipo Bombers son moscas que no pueden faltar en estos casos. Para los que decidan intentar con las mañosas marrones del río, la Muddler Minnow se lleva todos los laureles.

La sección conocida como Manso Inferior abarca desde la boca en el lago Steffen hasta el límite con Chile. Salvo los últimos 10 kilómetros antes de la frontera, el resto del río se caracteriza por tener poco desnivel, por ello sus aguas son bastante tranquilas. Esta es la sección soñada para los amantes de los equipos livianos, cañas 2, 3 y 4 equipadas con secas y ninfas están en la gloria. La pesca es muy sutil y es normal en algunos lugares ver cómo las truchas vienen hacia nuestra ninfa y la toman antes de sentir el pique. Por más que los peces no sean tamaño récord, el disfrutar de este espectáculo satisface al pescador más exigente, se los aseguro. Moscas como las pupas de caddis, Hare´s Ear y Soft Hackles son infaltables en estos casos. Tampoco se deben descartar streamers chicos ya que han dado varios batacazos. Las secas más rendidoras son la Humpy, Adams, y Elk Hair Caddis.
Por suerte o desgracia, dependiendo del punto de vista personal de cada pescador, el Manso es inaccesible por tierra en muchos lugares. Las balsas inflables son una alternativa muy buena en estos casos. Antes de embarcarse por cuenta propia siempre será conveniente consultar con los lugareños el estado del río en términos de altura del agua, dificultad y ubicación de los rápidos que todas las secciones de este río tienen, en mayor o menor medida.

Más allá de la pesca, el paisaje es uno de los más lindos de nuestro sur, parece sacado de un libro de cuentos. Para los que no cuentan con balsas ni con la posibilidad de contratar un guía les recomiendo que consigan, en Parques Nacionales, mapas de la región dónde están marcados todos los caminos y accesos posibles. Siempre que caminen en esta zona traten de tomar puntos de referencia y no se alejen demasiado del río, ya que la vegetación es muy espesa y no es nada difícil perder el rumbo.

Espero que disfruten y cuiden del Manso y todo lo que es capaz de brindar este río, me despido hasta la próxima.

Oscar Dono

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