Lo que se hace con lo que se dice y lo que se dice con lo que se hace

Por Gregorio Dunayevich
(Doctor en pisicología y entusiasta de la pesca con mosca en el mar)

Algo que los niños suelen conocer muy bien; más que a través de las palabras, la información valedera proviene de estar atento a la observación de los hechos.

Rodolfo Pueblas y yo fuimos en mayo del 95, a Tampa, Florida, en busca del tarpón. No acompañó el tiempo, ya que la intensidad del viento reinante producía varios obstáculos difíciles de salvar.

Por un lado, el tarpón suele salir a la superficie para tomar aire. Es la clásica imagen del “rolling tarpon”. (Es muy valiosa la habilidad de este pez para respirar tanto al aire disuelto en el agua como el que captura cuando emerge. Esta aptitud le permite subsistir en aguas pantanosas como las de los Everglades).

Al estar el agua muy batida por el continuo viento, el tarpón no tenía necesidad de subir para capturar oxígeno aéreo.

Por otro, el oleaje hacía muy difícil la discriminación visual para dar cuenta de la presencia de Megalops Atlántica. y por si estos dos factores no alcanzaran, el agua había perdido su cristalina transparencia por el arratre de partículas en suspensión que se produce como efecto también del viento. (Es necesario tener presente que en esta zona la pesca del tarpón sólo se puede realizar si podemos verlo; “sight fishing”).

A pesar de estos contratiempos vimos algunos cardúmenes, aunque cuando prácticamente ya estabamos sobre ellos, y mi amigo Rudy, como lo llamaba el guía Cliff Martin, tuvo dos piques de tarpón que lograron huir luego de su poderoso primer salto.

Entonces, este viaje resultó preponderantemente orientado hacia el acopio de experiencia. En primer lugar, empleamos las ocho horas diarias con el guía para enriquecer nuestro humilde inglés, contando así a nuestro favor para este fin el hecho de que Cliff no conocía una sola palabra de castellano. Aprendimos algunos términos que tratamos de incorporar en las charlas subsiguientes. Hasta pudimos manejar ciertas expresiones del lunfardo como también características de la pronunciación de acuerdo con la zona.

Nos cruzamos varias veces con Billy Pate y también obtuvimos datos sobre los anzuelos y el reel que lleva su nombre.

Preguntamos sobre los leaders que usan y más que nada acerca de los nudos con los que están realizados, que resultan muy poco familiares para quien está acostumbrado a pescar en agua dulce con caña 5 ó 6.

Y la auténtica razón de esta nota es algo que aprendimos sobre las moscas que se usan para esta pesca.

Una noche, volviendo de un lejano restaurant donde Cliff nos había llevado, me surgió la pregunta acerca de si no utilizaban moscas con cabeza muddler. (Yo había visto en todas sus cajas el clásico modelo de las plumas atadas bien atrás con el cuerpo del anzuelo prácticamente desnudo).

Como Rudy se había quedado dormido y estábamos recorriendo a media noche un sinuoso camino, la respuesta de Cliff sonaba como una profunda confesión mantenida en cuidadoso secreto durante mucho tiempo:
“…Mira Greg, si quieres pescar tarpón con mosca olvídate del modelo y del color. Sólo importa la presentación. Nunca castees muy lejos ni muy cerca del campo visual del pez. Nunca dejes caer la línea 9-4, mosca sobre el tarpón porque se espantará. Nunca hagas avanzar la mosca en dirección hacia él, siempre se debe estar alejando”…

Esta conversación se daba al promediar nuestra semana. Ahora bien, el primer día, al producirse el recambio de pescadores, quien nos “entregaba” el guía era nuestro nuevo amigo Paul Banchuk. Paul nos comentó que a su vez era amigo de un atador que confeccionaba moscas para Bill Pate según sus directivas. y que había conseguido que le venda seis moscas iguales a las últimas que había atado para Billy. De estas seis, tres le había regalado a Cliff.

cola: olive neck grizaly
cuerpo: tinsel plateado
garganta: cristal
flash verde y rojo
collar: natural polar bear

La mañana siguiente a nuestras reflexiones sobre patterns, Rudy seguía confiando en una mosca atada por mí, de color rojo y negro, con la que había tenido un pique días atrás. En un momento, mientrás luchábamos con las galletas que el viento producía sobre la línea, que no terminaba de acomodarse sobre la plataforma de casting, Cliff grita: “Rudy! two o’clock! fifty feet!” Rudy acertó en la dirección y en la distancia pero el tarpón miró la mosca, dió media vuelta y se alejó.

Entonces Cliff dijo ¡let me! pidiendo la caña, sacó la mosca que estaba en línea y la cambió por una de las que le había regalado Paul.

Como podría suponerse, en la siguiente oportunidad, el tarpón sí tomó la mosca con oso polar.

No quisiera creer que esta mosca es un “cheque al portador” pero tampoco que el modelo o el color son factores sin importancia. Como broche de oro de esta historia, cuando Rudy y yo estábamos por volver a la Argentina, le pedimos una de las moscas con oso polar para copiarla y Cliff nos contestó: No puedo, tengo esas tres solas!

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