La avispa “Chaqueta amarilla”

Recopilación de Freddy Freysselinard

Ya forman parte de los insectos con los que nos toca convivir en la Patagonia. Comenzaron su tímida aparición allá por Enero de 1980, cerca de Chos Malal. Lo cierto es que hasta hoy han seguido su expansión en forma sostenida. Su dispersión las hace presentes en San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y sur de la Provincia de Buenos Aires. Han encontrado un medio favorable y su poder de adaptación las ha convertido en un habitante más de buena parte de nuestro suelo. No podemos precisar cómo será el desarrollo futuro de la especie, pero creemos conveniente poner en conocimiento de nuestros socios y demás pescadores el siguiente trabajo realizado con mucho esfuerzo y profesionalidad por el Grupo de Ecología de Insectos del INTA Bariloche, integrado por los licenciados Paula Sackmann, Paola D´Adamo y Juan Corley. Agradecemos que nos hayan posibilitado hacerles llegar el mismo mediante nuestro Boletín Mosquero.

A La avispa Chaqueta Amarilla (Vespula Germanica). Paula Sackmann; Paola D’Adamo y Juan Corley. Grupo de Ecología de Insectos. INTA Bariloche.

Las “chaquetas amarillas” son avispas sociales pertenecientes al género Vespula (Thomson). El género Vespula posee varias especies, V. germanica es la especie que se introdujo en nuestro país. Su distribución abarca mayoritariamente zonas templadas, también ha invadido exitosamente áreas semitropicales.
Su aspecto morfológico es similar al de la abeja y aunque su cuerpo es de color amarillo y negro, usualmente se las confunde.

Distribución geográfica

La avispa chaqueta amarilla, es una especie originaria de la región del mediterráneo. En nuestro país, fue observada por primera vez en Enero de 1980 en Andacollo, localidad situada a 60 Km al Oeste de Chos Malal, provincia del Neuquén, a 30 Km de distancia de la frontera con Chile.
En 1981 la especie era abundante en Chos Malal, y en 1982 en Aluminé, Junín y San Martín de los Andes, Bariloche y El Bolsón, conquistando en pocos años las provincias del Neuquén, Río Negro y Chubut.
El éxito invasivo, junto a su extrema voracidad, la hacen una especie problemática por el impacto que causa.

Organización Social

Poseen un ciclo de vida anual. Los nidos son construidos en primavera e iniciados por una reina fecundada en el otoño anterior, que so-brevivió el invierno refugiada bajo la corteza de árboles u otros sitios protegidos.
Esta reina, producirá inicialmente obreras, alcanzando picos de hasta 4000 individuos al entrar en el otoño, momento en que se generan los individuos sexuados (machos y nuevas reinas vírgenes). Luego comienza la declinación y muerte de la colonia.
Los zánganos copularán con las reinas vírgenes que salgan a realizar su vuelo de apareamiento, produciendo para el próximo año una gran cantidad de reinas (1.000) que hibernarán.
En zonas más cálidas, se encuentran colonias perennes resistentes al invierno que son poligínicas (tienen varias reinas), y poblacionales enormes.

Los nidos

Los nidos, subterráneos o aéreos, son construidos a partir de una pasta de celulosa que las avispas elaboran con fibras vegetales. Los nidos aéreos son construidos en paredes y áticos de casas. Su arquitectura comprende celdas de obreras y celdas de reinas en panales dispuestos horizontalmente. Son de color grisáceo, tienen un diámetro de 20 cm aproximadamente con una población total de 2000 a 5000 individuos.
El número de celdas va aumentando conforme el nido madura, llegando a tener entre 4000 y 10000 celdillas distribuidas en cinco a once pisos.

Alimentación

Para su alimentación requieren carbohidratos, proteínas y agua. Los primeros los obtienen principalmente de mieladas (exudados azucarados de pulgones) y frutos maduros o en descomposición.
Las proteínas las incorporan al predar sobre invertebrados, restos de vertebrados, y atacando agresivamente colmenas y ganado doméstico que presente heridas.
Incluso pueden llegar a morder personas dada la alta ingesta que presenta esta especie. Sus hábitos necrófagos la llevan con los humanos, alimentándose en parte de desperdicios o comida desprotegida.

Comportamiento

La agresividad aumenta en el otoño, ya que la avidez por proteínas crece sustancialmente debido a la producción de machos y reinas. Por otro lado, la oferta ambiental decae en esta época, siendo éste el momento en que las avispas se tornan más “molestas”. Esto tiene consecuencias importantes sobre la apicultura, dado que en este período la actividad de las colmenas decae, quedando más indefensas.
Esta especie no almacena el alimento como ocurre en las abejas.
Se ha comprobado que durante el forrajeo las avispas son atraídas por otras de la misma especie a explotar una fuente de alimento. Este mecanismo, denominado facilitación social, permite la explotación de un rico recurso alimenticio de forma muy eficiente.

Importancia Económica

1- La apicultura: estas avispas predan sobre las abejas, atacan las colmenas y también las larvas, pillando miel y polen.
2- La fruticultura: las chaquetas son fuertemente atraídas por los frutos maduros, les ocasionan heridas que facilitan su infección, también afectan las tareas de colecta manual.
3- El turismo: constituyen una molestia de consideración durante las actividades al aire libre (como picnics, asados, pesca, campamentismo, trekking) ya que pueden ocasionar serias picaduras, que en el caso de personas alérgicas pueden concluir en su hospitalización.
4- El ganado se ve afectado cuando atacan animales heridos o en el momento de parición, y también durante el ordeñe.

Medidas de Control y Prevención

Consiste en destruir los nidos individuales y en utilizar cebos proteicos tóxicos.
Además es conveniente tomar ciertas medidas de prevención:
– no dejar alimentos, residuos y desperdicios expuestos,
– al comer al aire libre prestar especial atención a lo que se lleva a la boca, dado que las avispas suelen posarse sobre los alimentos y no se espantan fácilmente,
– evitar andar descalzo en áreas de alta densidad.
– En caso de picadura, la aplicación de una compresa fría retarda la absorción del veneno y los ungüentos (p.ej. Caladryl) alivian el dolor. En casos de numerosas picaduras o de personas alérgicas, debe consultarse a un médico en forma inmediata. Es importante aclarar que normalmente las chaquetas no son agresivas excepto cuando se disturba el nido.

Destrucción de nidos

Los nidos pueden ser subterráneos o aéreos. Los primeros son los más sencillos de eliminar, por medio de la inundación o aplicación de algún combustible como el gasoil, tapando posteriormente la entrada para evitar que las avispas puedan salir. Debe hacerse de noche o antes del amanecer.
Los nidos construidos en las casas son más difíciles de eliminar ya que al inyectar un insecticida y taponar la salida las avispas pueden abrir otra salida introduciéndose en la vivienda. Dado que este tipo de nidos es fácilmente detectado en sus comienzos, es conveniente realizar su destrucción en los inicios, momento en que hay pocas avispas y los riesgos son menores.
Un producto que ha dado muy buenos resultados es el hormiguicida en polvo que se coloca a la entrada del nido, cuidando de no taparla. Las mismas avispas lo van introduciendo en la colmena al ingresar al nido.

Trampas

Para disminuir la presencia de chaquetas localmente, se colocan trampas cebo, que atraen a las obreras forrajeando y una vez dentro no pueden salir. Las trampas se cuelgan en las cercanías del lugar donde se quiere disminuir la presencia de avispas. Otra alternativa es colgar de un árbol un pedazo de carne o pescado y colocar debajo una palangana con agua y detergente. Usualmente las avispas cortan un pedazo mayor al que pueden acarrear, cayendo al agua. El detergente disminuye la tensión superficial del agua con lo cual las avispas se hunden y ahogan. En todos los casos, estas medidas no terminarán con la presencia de chaquetas en un área sino que disminuirán su densidad localmente.
Las trampas con cebos tóxicos en cambio, pueden ser muy efectivas.

Cebos tóxicos

La colocación de cebos (carne, alimento para gatos, soluciones frutales fermentadas) con insecticidas con poder residual debe realizarse de manera de asegurarse que ningún otro animal vaya a ingerirlos. Para esto se recomienda colocarlos a cierta altura (11/2 m del suelo) y dentro de una malla metálica de tamaño tal que permita el pasaje de avispas pero no de aves, gatos o perros. Al regresar las avispas al nido con el cebo y alimentar las larvas, éstas se intoxicarán, con lo cual el tamaño del nido disminuirá considerablemente.
Se utilizan en la época de mayor demanda de proteína, normalmente desde principios de febrero a fines de abril.

El precebado es recomendable para probar la atracción de la carne, poniendo 5 estaciones de cebado, una cucharada en cada una, para acostumbrar a las obreras.
Si en una hora hay menos de 1 obrera de promedio, continuar unos días más. Si hay muchas poner inmediatamente el cebo con tóxico.
Tratamiento: una cápsula alcanza para aproximadamente 500 metros cuadrados, para extensiones mayores hay que incrementar las estaciones de cebado (50×50mt).

Hasta aquí todo lo referente a las Chaquetas Amarillas. Como los pescadores con mosca hemos aprendido que la entomología es de gran ayuda para nuestro quehacer mosquero y ya que tendremos que convivir con las Chaquetas Amarillas, creemos que hay que sacar ventaja de esta circunstancia. Entonces, agregamos a continuación una receta de mosca para atar y tratar de obtener algún beneficio de estas inoportunas intrusas. Si las avispas pican, las truchas también.

Agradecemos a Julio Alejandro Raimondo la receta y a Hans Weilem la fotografía.

Chaqueta Amarilla
Receta:
Anzuelo: estándar para mosca seca, # 10 a # 12
Hilo: marrón 8/0
Cuerpo: dubbing súper fino de dos colores alternativos, amarillo y negro.
Alas: 2 puntas de pluma de gallo marrón
Hackle: pluma de gallo marrón
Ojos: de monofilamento

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