Informe de temporada

Al fin llegó el tan esperado 14 de noviembre y con él la apertura de la temporada de truchas.
El nivel de los ríos sobrepasó el conocido como normal y casi no se recuerda uno similar desde muchos años atrás. Así, ríos pequeños como el Pulmarí, Quillén o Litrán, al norte de Neuquén tenían sus cauces casi desdibujados.
A las truchas hubo que buscarlas en lugares insospechados. En las costas sobre los pastos o en remansos que comúnmente carecen del aporte de la corriente principal.
El informe que disponemos sobre el río Chimehuín no es muy alentador.
Allí la pesca fue sencillamente pobre.
La boca del Correntoso no ofreció mejor cosecha. En la primer semana no sacaron más de 15 truchas, entre muchos concurrentes, y apenas una o dos de porte respetable. El río Bonito crecido en exceso dificultó enormemente la pesca.
En el Malleo el vadeo resultó muy difícil en su curso superior aunque una vez localizadas las truchas, las capturas con mosca seca fueron abundantes y de buenos tamaños.
En cuanto al Malleo inferior el rendimiento fue notablemente escaso, con mejores resultados con “ninfas” o “emergers” y en lo referido a los tamaños, una vez más notamos los beneficios de la captura con devolución obligatoria dado que arriba, donde se la practica, fueron notablemente superiores.
La cantidad de nieve acumulada en el lago Tromen, que llegaba hasta el borde mismo del agua, hace suponer una temporada toda con mucha agua.

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