¿Hay pike en Holanda?

¿Alguno de ustedes ha pescado un LUCIO alguna vez? ¿O conoce alguien, o le han contado de alguno que lo haya logrado? Alejandro Kohner tuvo esta oportunidad en medio de un viaje de negocios a Holanda a fines del año pasado, y nos cuenta su experiencia

Enviado por mi empresa, durante los últimos días de noviembre de 1998 viajé a Holanda, mas precisamente a la Ciudad de Amsterdam. Por cuestiones de disponibilidad de pasajes, tuve que optar por llegar a Europa 5 días antes de lo previsto, o volverme 4 días más tarde.
Elegí la primera opción, ya que me daría tiempo de descansar del viaje previo al trabajo y aprovechar el fin de semana para hacer algo de turismo.

Mientras preparaba mi viaje traté vía Internet de averiguar direcciones de casas de pesca
con mosca en Amsterdam.
Casi por casualidad me contacté con Paul, pescador holandés que tras cruzar algunos e-mail me invitó a pescar con él el fin de semana que me quedaba libre. La propuesta era muy tentadora: pescar northern pike(1) con mosca, y acepté agradecido e ilusionado.

(1) El lucio es un pez de agua dulce propio del Hemisferio Norte donde se lo conoce como pike. Prefiere aguas calmas
y de poca profundidad, y es conocido por su agresividad y voracidad: en Canadá, donde abunda, lo llaman water wolf seguramente teniendo también en cuenta su dentadura. Es posible pescar lucios de más de 15 kilos y desde hace años se los pesca con mosca. En nuestra videoteca tenemos titulas que muestran la pesca de esta especie de gran valor deportivo. Lucio, lucioperca, northem pike, Pickerel, muskellunge y muskie son nombre que se aplican a distinta variedades de esta especie, según su procedencia y tamaño.

Desconociendo totalmente este tipo de pesca, busqué información en los videos y biblioteca de la AAPM. En otro e-mail Paul me recomendó que llevara un equipo bastante pesado: un equipo #8 con línea de flote, leader con terminal de cable y moscas tipo diver atadas en anzuelos 5/0 y 7/0.
Dos imágenes se me aparecieron al unísono: la primera era tener la posibilidad de pescar un monstruo, perla segunda era temor de no estar a la altura de las circunstancias en el casting, ya que si pescar con moscas de dorado (que son mas chicas) con línea shooting me resultaba trabajoso, el tener que castear moscas más grandes y con línea de flote me parecía mucho más difícil. Después de ese e-mail quede un poquito descorazonado.

Eso no fue todo. Diez días antes de partir recibí un desalentador e-mail de Paul donde me anunciaba que una ola de frío (no esperable para mediados de noviembre) había cubierto Holanda y la mitad de los canales ya se habían congelado (en los diez días de mi estancia en Europa nevó durante siete y debí soportar temperaturas de -9 c. Hace frío, allí.)
Luego de casi 18 horas de viaje entre aviones, esperas y trenes llegué a la ciudad de Hoorn (aproximadamente 1 hora de tren al norte de Amsterdam) donde me esperaban Paul, una ducha caliente en el hotel y una lluvia que de a ratos se transformaba en nevada.

Al día siguiente entre lluvia, nieve y un frío de O grados, Paul decidió que intentar pescar era inútil (almenos por la mañana) y fuimos a su casa donde conocí a su amigo Bjom, quien nos acompañaría por la tarde si el tiempo mejoraba. Pero no mejoró: la temperatura bajó a -3 C. y el viento soplaba fuerte y firme.

A pesar de semejantes condiciones Paul y yo partimos en busca de algún canal dónde intentar nuestros lances.
Bjorn prudentemente se quedó; Luego de casi media hora en auto, y después de cruzar varios canales congelados, encontramos uno de 15 o 20 metros de ancho, donde decidimos hacer nuestros intentos ya que nos quedaban poco más de 2 horas de luz solar. Los días son cortos en esa época.
Se acercaba la noche y los lucios no aparecían. Faltando muy poquito para volvernos un lucio se confundió y tomó mi mosca. Por suerte no se desprendió y en cinco minutos pude sacarlo y devolverlo,
previa sesión de fotos por parte de Paul. Tenía unos 55 cm. y menos de 2 kilos, algo chico para el equipo que estaba usando. Además por la baja temperatura del agua le faltaba algo de vitalidad para la lucha, no así para el pique que fue muy violento.
La boca de este animal es MUY grande (le entraba un puño) ymuy!argay en el paladar tiene unos dientes pequeños pero extremadamente filosos que mellaron el cable de 20 lbs. A pesar de estar usando moscas sin rebaba, para poder sacarle el anzuelo tuvimos que usar un abrebocas y una pinza de puntas largas, que Paul traía como parte de su equipo básico.


Después de este éxito nos fuimos a cenar. Mientras compartiamos una cerveza con Will y Bjorn planificamos la salida del sábado y del domingo. Pero esa noche una llamada desde mi oficina me avisó que el domingo tendría que viajar a Amsterdam para una reunión no prevista, lo que me limitaba el tiempo de pesca a solamente el sábado.
Will era él mas experto del grupo en la pesca del lucio; hace años que los pesca con mosca y ocasionalmente ha oficiado de guía para turistas alemanes. Así que dejamos a su criterio la elección del lugar donde pescar al día siguiente.
Amaneció con lluvia, viento y frío bajo cero. Lo que anticipaba un día muy similar al anterior, o tal vez peor. Partimos antes del mediodía y evitamos el almuerzo para aprovechar al máximo el tiempo disponible.
Con Will al volante recorrimos no menos de media docena de sus lugares preferidos, pero los piques no se daban y el tiempo se iba acortando.
Era mi ultimo día de pesca en Holanda, y nada. Will decidió que hiciéramos los. últimos intentos en un canal donde en un día de octubre había pescado seis lucios, dos de ellos de mas de 90 centímetros.
El canal era muy similar al que habíamos pescado el día anterior con Paul, salvo que este tenía en la mitad, una pequeña pared que limitaba el paso del agua, quedando una pequeña abertura de aproximadamente 3 metros de largo por donde pasaba el agua creando una pequeña turbulencia.
Nos dividimos, y Paul y yo nos fuimos a pescar aguas arriba de la pared. Paul tuvo un primer pique fallido y al mismo tiempo comenzarnos a escuchar los insultos de Will y Bjom por los piques perdidos (en holandés, es muy desagradable escuchar insultos en holandés.). Nos acercamos rapidamente aguas abajo, ya que la poca actividad se concentraba en ese lugar.
Los peces tomaban con poca decisión; todos teníamos toques pero ninguno lograba retener un solo pez. Will logro clavar un par de lucios pero se le soltaron en el primer cabeceo (Will también tiene la habilidad de insultar en alemán, me di cuenta).
Otra vez la suerte me dedicó una sonrisa y logré clavar y sacar un lucio de unos 65 centímetros que según mis amigos holandeses pesaría como 2 kilos.
A diferencia del lucio del día anterior, el pique de este fue bastante delicado, y esto (según me comentaron mis amigos) se debía a que venía enganchado del labio y tal vez por esto la lucha consistió en una sucesión de fuertes cabezazos hasta que terminó en mis manos (en la foto se ve la mosca prácticamente en su totalidad fuera de la boca).
El ancho máximo de los canales que visitamos (incluyendo los que no pescamos) no superó en ningún momento los 20 metros, la profundidad promedio era de 1 metro y algunos de los canales no superaban los 5 metros de ancho aunque en éstos la profundidad era mayor.
Los canales holandeses tienen muy poca corriente (prácticamente ninguna) por la escasa pendiente, por la que no es necesario hacer ningún tipo de corrección de línea.
Además, al final del otoño y con los primeros fríos, estos canales se limpian de vegetación, y al ser hechos por el hombre no hay piedras, árboles’ etc., eliminando casi por completo la posibilidad de enganche.

LAS MOSCAS

Paul prefería los bucktails con flashabou a los que le agregaba una cabeza de cristal chenille.
Will prefería casi con exclusividad los bunny divers (en el video que vi en la AAPM sobre pesca de lucios en Canadá muestran como atarla) .Bjom probó cuanto plumero tenía en la caja.
El primer lucio lo logré con una mosca que me dio Paul de color blanco( como las que él prefiere), flashabou y cristal chenille rojo. El otro lucio me tomó una mosca que até para pescar dorados en anzuelo 5/0 que tenía 4 plumas de hackle naranja insertadas en un tubo de mylar que até desde la mitad del anzuelo hasta unos milímetros después de la terminación del anzuelo (para evitar que la pluma se dé vuelta y se enganche) y cuerpo de bucktail rojo con mechas de flashabou dorado.
Una mosca muy poco discreta, en realidad.
Francamente creo que, debido a la poca distancia promedio de los tiros ya las posibilidades de poder ‘caminar’ el pescado que, en todos los casos, eran superiores a los 500 mts. una caña #6 de acción rápida, el mismo tipo de línea que utilice (una Bass Bugc Taper un número mas que la caña) o un shooting de flote armado con running y unas moscas con un poco menos de volumen, hubieran sido suficiente para pescar en estos lugares. De todas formar respeto la experiencia de los holandeses que, todos, usan equipos 8.
Esa noche después de cenar fuimos a la casa de Will quien nos mostró el video casero de finales de octubre en el mismo lugar donde habíamos pescado esa tarde. Los lutios entre 80 y 90 cms, daban corridas francas y exhibían una agresividad muy superior, lo que cambió mi apreciación sobre la calidad deportiva de este pez. Haré lo que puede para que la próxima vez que me toque viajar a Holanda sea en setiembre. y ojalá sea pronto.

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