Equipos

En los cursos a los que concurrí, así como conferencias a las que tuve oportunidad de asistir, durante los conclaves de la FFF, me enseñaron que lo más importante para el principiante, es aclararle todos los puntos que, por obvios, a veces nos olvidamos de enseñar. Al extremo de oír, en una conferencia de Lefty Kreh, cómo se debían de atar los zapatos de vadeo. Cuando le pregunté a Lefty a que venía tal recomendación. me dijo: un cordón de zapato suelto en el medio del río, puede significar un pescador ahogado. Parece ridículo, pero para el que no sabe, significa mucho el más mínimo detalle.
En equipos, es importante saber dos o tres cositas, que parecen sin importancia y sin embargo se deben de tener en cuenta.

El balance del equipo es fundamental si queremos pescar descansados y cómodos durante todo el día, a la vez de realizar los lanzamientos con más facilidad y precisión.
Muchos creen, que una caña pesada con un reel liviano, se balancean, y es todo lo contrario.
Una caña de bambú que pese 6 1/2 oz con un reel de la línea Featherweight de Hardy, digamos el Princess, que pesa 4 3/4 oz, queda desbalanceada, mientras que un Saint John, que pesa 8 1/2 oz, la balancea perfectamente, es más, la hace sentir más liviana.
Todos saben que el reel, en la pesca con mosca, sirve sólo para almacenar la línea, aunque resulta más cómodo traer el pez con el reel que con la mano, sobretodo hay mucho menos posibilidad de hacer una galleta. A lo que me refiero es a la inoperancia del reel en el lanzamiento. Por eso hoy, para abaratar costos se están comprando reeles baratos, más o menos bien hechos, sin pensar que el peso excesivo de estos artefactos sobre las cañas modernas de grafito y aún de vidrio, muy livianas, desbalancean totalmente el equipo. Para este tipo de cañas, no se debe de usar un reel que pese más de 3 1/2 oz a 4 oz. me refiero a cañas para líneas N° 7/8, calculando que estas cañas pesarán entre 3 1/2 oz a 4 1/4/8 oz.
Para cañas N° 6/5 que pesan de 2 a 3 oz. creo que el ideal es un reel que no pese más de 3 1/2 oz.
Las cañas de Bambú, de 3, 4, 5. 6 caras datan del siglo pasado.

Alrededor de 1845 un armero americano de Pensylvania, de nombre Samuel Phillipe, construía este tipo de cañas, pero la verdadera industria de la caña de pescar en EE.UU. nace con Hiram Leonard de Bangor, Maine. El perfeccionó al extremo la técnica, y no sólo eso, sino que fue el maestro de los famosos constructores de cañas, como Ed Payne, Fred Thomas, Billy Edwards.
El gran avance realizado por estos precursores y su sucesión, se debió principalmente, al éxito que tuvo la importación de trucha europea (Salmo Fario).

Hombres como T. Gordon, A. E. Hendrickson, George Stevenson, desarrollan la mosca seca en EE.UU. Se inicia, lo que con el tiempo, sería una de las industrias más importantes del país del norte, la industria de los equipos para pesca. Surgen los negocios de Payne, Leonard, Thomas, Edwards, Garrison, Powell, Orvis, Gillim, y muchos otros fabricantes de cañas que hacían las cañas a medida para sus clientes. Después de la segunda guerra mundial, aparecen en el mercado, las cañas de fibra de vidrio, que provocan una verdadera revolución en la industria. Son fabricadas en serie industrialmente. El costo se rebaja en forma notable, al alcance de todos los bolsillos, mientras que el bambú, debido a los hechos políticos que afectan a China, empienza a escasear. Luego aparecen los materiales especiales, grafito y borón. Las cañas industriales, cada vez son mejores, más livianas y más potentes mientras que el bambú por su costo, su peso. y la dificultad de conseguir materia prima óptima, pierde cada vez más mercado.
La guerra entre fabricantes de cañas industriales es terrible. ha entrado en competencia el Japón y otros países del lejano Este. Sus cañas aún dejan bastante que desear, pero su precio las hace accesibles. Lo cierto es. y por eso he escrito toda esta historia, que cañas hay muchas, pero cañas buenas hay muy pocas.
Si Ud. es un principiante, no compre una caña. Espere a aprender y tenga antes de comprar, la sensación del lanzamiento.
Si es posible y siempre debería serlo, pruebe el equipo completo.
hágase asesorar por un amigo experto. y pruebe la caña a fondo.
Gaste bien una sola vez, una caña mala, es un lastre difícil de sobrellevar en el río y en el bolsillo.
Recuerde, nadie en el mundo puede diagnosticar si una caña sirve simplemente flexionándola. Es necesario pasarle la línea y montar el reel. Fijarse que el leader este bien hecho, es decir que sea cónico y rematado en un tipet fino, además que tenga atado una mosca o un pedacito de lana en la punta.
¿Cual es la mejor caña? La que a Ud. le resulte más fácil para lanzar correctamente, para ello pruebe más de una, si es posible varias. No se fije en la marca, las hay de grandes marcas que no sirven, y recuerde que el reel debe balancear, es tan importante como el número que corresponda a la caña.
Espero que estos consejos le sean útiles. Si fuera así, tal vez la dirección de la revista, me dé la oportunidad de seguir escribiendo.

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