Ecología Acuática

por José Pedro Mestre Arceredillo

José Pedro Mestre Arceredillo ha sido uno de los colaboradores más enjundiosos que tuvo el Boletín  Mosquero y su antecesora Roll Cast. Con el propósito de rendirle un justo homenaje ante su reciente desaparición física, recordamos el artículo que se publicó en el Número 1 de la Revista Roll Cast, que transcribimos a continuación:

El propósito de esta nota es dar a los pescadores, o a quienes se interesen conocer nuestros ambientes acuáticos, algunas ideas acerca de la biología de los mismos.

Vamos a tomar primero algunas consideraciones de los sistemas biológicos en general, las desarrollaremos y remarcaremos aquellas que tienen especial importancia en los ecosistemas acuáticos.

La vida está organizada a caballo de un sistema disipativo de energía, con una fuente constituida fundamentalmente por el Sol, y un sumidero de energía que es el espacio hacia el que nuestro sistema irradia.

En general podemos decir que la energía directamente usada en las actividades orgánicas llega en forma de radiaciones luminosas y representa solamente menos del uno por mil de la total disponible. No quiere decir esto que la energía no usada de manera directa carezca de importancia para la vida pues ciertamente la atmósfera y la hidrosfera (mares, lagos, ríos, etc) son activadas por esta energía y sus dinámicas repercuten en las formas de adaptación, transporte y actividades de los organismos.

A través de un ecosistema fluye permanentemente un ciclo cerrado de materia y, como dijimos, un ciclo abierto de energía. Ambas, materia y energía, son acumuladas por las plantas verdes a través de su proceso fotosintético. Pasan luego sucesivamente a otros niveles (a los que pertenecen organismos herbívoros y carnívoros). En cada uno de los eslabones de las cadenas tróficas se disipa un porcentaje de la energía acumulada por los vegetales y se pierde una parte de la materia orgánica que se restituye al medio físico como detrito, que conserva en ciertos casos, una porción de energía no totalmente degradada. Figura 1

Ahora vamos a definir algunos términos necesarios para explicar más detalladamente el funcionamiento de los sistemas biológicos. Agunos de ellos ya los he usado, pero aquí me parece necesario aclarar su significado.

Ecosistema: conjunto formado por el medio ambiente con sus características y propiedades físicas y químicas (elementos abióticos) y lo organismos vivos que lo pueblan con todas las interrelaciones  y actividades que lo caractericen (elementos bióticos).

Cada ecosistema está caracterizado por el conjunto de relaciones existentes entre sus componentes abióticos y bioticos. Diferenciándose por ejemplo, por las características del medio, un ecosistema acuático y uno terrestre. A su vez cada uno de ellos se puede subdividir según los elementos bióticos y abióticos (el acuático en ecosistemas marinos, lacustres, fluviales, etc) que los caractericen.

Según algunos autores, dadas las interrelaciones que se pueden encontrar entre los distintos ecosistemas se debería hablar de un único ecosistema, pero esto no es practico para su estudio.

Organismos productores o autótrofos: son organismos que elaboran compuestos orgánicos a partir de substancias inorgánicas más sencillas con la ayuda de la luz solar en un proceso denominado fotosíntesis. Las plantas verdes son los autótrofos por excelencia. En el medio acuático encontramos las algas como principal productor, siendo los vegetales superiores arraigados (juncos, etc) importantes también en las aguas dulces.

Organismos consumidores o heterótrofos: son organismos que elaboran las sustancias requeridas para su desarrollo a partir de la ingesta de otros organismos y se dividen en:

a) Consumidores primarios o herbívoros; son los que se alimentan de vegetales.

b) Consumidores secundarios o carnívoros; son los que se alimentan de herbívoros.

Se llama consumidor terciario aquel que se alimenta de consumidores secundarios y así sucesivamente.

Organismos desintegradores: son organismos que en sus procesos biológicos actúan sobre otros organismos muertos degradando sus compuestos en otros más sencillos que pueden volver al ciclo de la materia (originan detritos)

Plancton: la palabra plancton procede del griego, significa andar errante y se usa genéricamente para las formas de vida, en general microscópicas, que se encuentran flotando en el medio acuático y que se mueven arrastradas por el movimiento del agua más que por su propia habilidad para nadar y se puede clasificar en:

• Fitoplancton; que es la porción compuesta por algas unicelulares, principales responsables de la productividad en el sistema acuático.

• Zooplancton; porción compuesta por invertebrados correspondiente a distintos niveles de consumidores. Figura 2

Cadena alimentaria: la transferencia de la energía alimenticia desde su origen en las plantas a través de una sucesión de organismos, cada uno de los cuales devora al que le precede y es devorado a su vez por el que le sigue, se llama cadena alimentaria.

Estos sucesivos estados o niveles que toma la energía son los denominados niveles tróficos que forman los eslabones de la cadena alimentaria.

Dado que muchas criaturas pueden tomar sus alimentos de distintos niveles tróficos, esas ligazones de la cadena comienzan a interconectarse y llegan a formar redes o tramas tróficas. Figura 3

En general cuanto más evolucionado y rico es un ecosistema más compleja es su red trófica y por lo tanto en un ecosistema joven o pobre la energía tiene un flujo casi lineal.

Vamos a diferenciar ahora dos términos a menudo confundidos y muy importantes cuando analizamos la dinámica de las poblaciones animales; en nuestro caso, las que más nos interesa son las de peces, que estudiaremos mas adelante.

Productividad: se entiende por productividad de un nivel trófico la cantidad de materia orgánica producida por unidad de espacio y tiempo en ese nivel. En un ecosistema en equilibrio, la productividad representa el flujo de energía entre niveles.

Producción: llamada también standing crop, es la abundancia de organismos existentes en un espacio definido en un momento dado. Puede expresarse como una densidad (número de individuos por unidad de superficie) o como una biomasa (peso de la materia viva)

Las producciones de los distintos niveles se pueden sumar directamente hallándose la producción del ecosistema.

Las productividades no son sumables, dependen del nivel trófico que consideremos. La máxima productividad se da en el nivel primario (vegetales) y sólo el 10% de la productividad de un nivel pasa el otro, debido a que en cada transferencia de materia se produce una pérdida de energía no recuperable.

Las abundancias en los niveles tróficos, de un ecosistema en general, se pueden representar por pirámides de biomasa; las diferencias entre niveles están explicadas por los pasajes de productividad (transferencia del 10%) e indican porqué no se puede llegar a niveles muy altos con mucha biomasa. Figura 4

Consideramos ahora una división dentro del ecosistema acuático dulceacuícola.

Ambientes lénticos: son todos aquellos cuerpos de agua que no presentan flujo de agua (lagos, lagunas, esteros, etc.) apreciable.

En estos ambientes la energía entra al sistema directamente por la fotosíntesis que se produce en ellos (fitoplancton)

Ambientes lóticos: Son todos aquellos cuerpos de agua caracterizados por la presencia de una corriente (ríos, arroyos, etc)

En estos ambientes se hace imposible que la energía entre al sistema directamente pues la corriente arrastra los organismos fotosintéticos. Por lo tanto la materia orgánica original proviene de fuera del sistema (origen halóctono)

El camino más importante de la energía es el llamado del detrito, característico de estos ambientes lóticos.

Las aguas corrientes reciben el aporte de sustancias simples degradadas por los desintegradores terrestres o restos complejos (hojas, ramas, etc) que son atacados por los desintegradores acuáticos obteniéndose detrito con remanente de energía, que es utilizado por organismos de nivel equivalente, en este caso, a consumidores primarios. En la cuenca Paraná – Platense, es característico el sábalo como aprovechador de este recurso; en el sur, en los ríos trucheros, son característicos lo Trichopteros (caddis fly) y los cangrejos del género Aegla

Por lo tanto la productividad de un río dependerá fundamentalmente de los aportes de material holóctono, regulado por el desarrollo de la cuenca del río (tamaño del valle de inundación) y la vegetación que hay en dicha cuenca, y por la presencia de organismos capaces de utilizar este camino de la energía.

Un buen ejemplo de esto, es la riqueza del río Paraná, con gran valle de inundación y un organismo capaz de aprovechar eficientemente el recurso (el sábalo)

Nuestros ríos del Sur tienen, en general, muy poco aporte de material externo y se ve que son más productivos aquellos donde tenemos cangrejos (Aegla) capaces de transformar el detrito de manera más eficiente.

Bueno, después de tanta lata y terminología científica, espero que no estén aburridos, y que estos conceptos les sirvan para interpretar el funcionamiento de los sistemas biológicos; para que en futuros encuentros podamos dedicarnos a problemas específicamente relacionados a las poblaciones de peces.

Obras consultadas:
Ecología, Ramón Margalef; Ed.Omega
Elementos de ecología, el ambiente acuático, Santiago Raúl Oliver, Ed. Por C.I.C. Río Negro
Cuencas Fluviales, R. L. Welcomme, FAO Doc.Tec.de Pesca Nª 202

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