Double Bunny

Un buen volumen mueve truchas grandes

Atada por Mario Capovía del Cet

Cuando uno comienza a pescar con mosca, la elección del artificial a usar al momento de decidir es un tanto complicada, ya que uno no sabe que ni porque poner una u otra mosca y solo puede guiarse por las recomendaciones de algún amigo con mas experiencia, los comercios que las venden, o algún atador particular.

En pocas temporadas uno va juntando un poco mas de conocimiento y si bien la variedad es infinita ya tiene en sus cajas esas “favoritas”…las que nunca le fallaron.

Y es así, uno se encanta con mas de un diseño, pero si al probarla no obtiene resultados le pierde la fe y esa mosca pasa casi al olvido. Por mas que nuestros compañeros de pesca le tengan una fe ciega por los resultados que obtuvieron con ella, uno le desconfía y ya no la usa.

Me pasó…a principios de los 70, cuando hice mi primer viaje a la Patagonia, llevé unas cuantas Blondes ya que era un clásico en Junín de los Andes y no había pescador de la zona que no la usara allí. Y no saqué nada con ella esa vez… y no volví a utilizarla. Debo ser uno de los pocos “bichos raros” que nunca pescó nada con una Blonde y no porque no funcione, sino porque no le tengo fe y no la uso.

Y así, los pescadores más inquietos van probando, adoptando o descartando moscas cada temporada. Y mucho más los que confeccionan sus propias moscas, ya que a la fantasía de probarla ante los peces en un río se le suma la curiosidad por saber como se ata, y así el juego se amplía.

Por tanto pescar, atar y probar moscas, ya uno se va haciendo “el ojo” y a primera vista, ante un diseño de mosca que nunca había visto, queda encantado con su silueta y siente deseos de atarla y agregarla a sus cajas o simplemente la ignora, sabiendo que seguramente nunca la ataría a su tippet.

Y con la Double Bunny me ha pasado eso, ya que me encantó su diseño desde la primera vez que la vi, aunque confieso que si bien he atado algunas todavía no la he usado.

La temporada pasada, en marzo, mientras flotábamos el Limay con mi amigo Oscar Dono, vi en una de sus cajas dos de estas moscas de aproximadamente 13 cm de largo.

Al preguntarle el porque tan grandes me respondió: “Mario..para mover las marrones grandes a veces hace falta mucho volumen, sino no suben”.

Materiales:

Hilo: 3/0 acorde al color de la mosca
Anzuelo: Mustad 79580, Tiempo 300 o similares.
Brillo: Flashabou o Crystal Flash.
Ojos: Molded eyes.
Ala: Dos tiras de conejo (Zonker strips) de un ancho acorde al tamaño de la mosca (medium o magnum).
Adhesivo Elástico: tipo Suprabond para el ala y cianoacrilato (la gotita) para los ojos.
Lastre: (opcional) Alambre de plomo

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Desarrollo:

Paso 1. Enroscar el alambre de plomo como lastre.

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Paso 2. Seleccionar dos tiras de conejo de idéntica medida (oscura para el lomo y más clara para la panza). Estas tiras deberán ser lo suficientemente anchas como para que se puedan pegar tapando totalmente el anzuelo y queden bien adheridas entre ellas.

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Paso 3. Perforar con una aguja gruesa la tira inferior a la altura de la rebaba del anzuelo.

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Paso 4. Enhebrar la tira en el anzuelo por la perforación que le hemos efectuado.

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Paso 5. Atar la tira enhebrada junto al ojo del anzuelo.

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Paso 6. Atar la tira superior en el mismo punto que la inferior.

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Paso 7. Pegar con el adhesivo elástico ambas tiras de conejo.

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Paso 8. Colocar a cada lado algunas hebras de Flashabou, Crystal Flash, o similar.

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Paso 9. Pegar los ojos con “la gotita” a cada lado, junto al ojo del anzuelo.