Bead Head Ornitorrinco

Esta es una sección dedicada a la Fantasía, el Humor, la Creatividad con Historias Verdaderas
o Ficticias que tienen que ver con la Pesca con Mosca y su entorno.

Por Enrique Gómez

-¿Tiene pelo de Ornitorrinco?

La mirada del vendedor se quedo quieta como la de un muerto mientras asimilaba la pregunta. -No. Dijo. ¿Para que mosca lo necesita? -Para un streamer que se usa cuando comienzan los deshielos y las aguas muestran en su espuma un color blanco sucio amarillento. Es la Bead Head Ornitorrinco.

El fly shops tenía a tres clientes. Uno de ello, como es natural, trataba de hacerse notar levantando un cuero de gallina color lila o un sobre de Fine and Dry Dubbing colorado tomate, interrogándose íntimamente: ¿para que carajo usarán estos colores?.

Todos habían escuchado al del streamer especial Bead Head Ornitorrinco y sin cambiar de actitud se fueron arrimando para poder enterarse un poco más de esa mosca tan especifica y especial.

El que estaba de traje azul, camisa blanca y corbata de arabescos celestes y rosas dejó la pared con los materiales y se arrimó a un exhibidor giratorio cargado de reeles. Este movimiento lo dejaba prácticamente a la espalda del personaje. Otro, de pantalones anchos cargado de bolsillos y camisa Columbia color beige, directamente, se puso al lado, fijando su vista en una ilimitada variedad de moscas chinas. A pesar de estar sumamente interesado en la solicitud mas extraña que jamás había escuchado pensó: ¿Como puede ser que después de 40 años comprando cuanta boludez aparece siempre me falte algo?. La próxima compro moscas chinas.

El tercero, un peladito de cara redonda y ojos saltones, había girado la cabeza como un soldado que escuchó el grito de su sargento – Aaalinearrrrrse – y se quedo atento esperando que continuara el tema que lo había atrapado hasta borrarle cualquier interés momentáneo.

El vendedor, esbozó una sonrisa y sin querer levantó el mentón. Nunca creyó que algo más lo sorprendería en ese negocio y no pudo evitar preguntar.

-¿Bead Head Ornitorrinco?.

-Sí, la Bead Head Ornitorrinco.

-¿Cómo es?.- Dijo suavemente como para que los demás no lo escucharan. -Es un bucktail. Cola de ciervo, cuerpo de collares de gallo bataraz y ala de pelo de ornitorrinco hasta el final de la pata. Se ata en anzuelos del 6 al 10. No se ata en anzuelos más grandes porque son pelos cortos, ni en anzuelos más chicos por que desperdiciarlo es un pecado.

El peladito no aguantó con su vanidad y manifestó sin mirar a los interlocutores. -El ornitorrinco es un animal acuático australiano. De Australia vino la Fuzzi Woozzy por ejemplo. Allan Frazer un escocés la incorporó a la Argen…..

Antes de que terminara la frase viendo que el peladito quería sobresalir sobre él, agregó: -El ornitorrinco es un mamífero del orden de los monotremas, del tamaño de un conejo, cabeza casi redonda y mandíbulas ensanchadas y cubiertas por una lámina córnea, por la cual su boca se asemeja al pico de un pato, pies palmeados, sobre todo en las extremidades torácicas y cuerpo y cola cubierto de pelo gris muy fino. Vive en Australia y se alimenta de larvas, insectos y pececillos.

Y giró la cabeza mirando desafiante al peladito. Su figura atildada se acomodaba a una cabeza pulcramente peinada hacia atrás que terminaba en unos rulitos que se formaban en la nuca.

-El pelo que se usa es el que se forma detrás de los ojos. Son lo suficientemente suaves como para que el ala formada con ellos apenas se apoye en el cuerpo de la mosca y envíe destellos solamente perceptibles por los peces. Es un animal en extinción y el pelo solo se extrae de animales vivos. Si ven algún documental miren bien sobre los ojos. Casi todos tienen esa parte como afeitada. Los mosqueros australianos, por las dudas tengan la suerte de encontrase con uno, siempre llevan unas tijeras de puntas curvas para poder extraer estos pelos de los ornitorrincos.

Todo el grupo lo miraba con los ojos muy abiertos, la boca entreabierta y el cuerpo detenido como si jugaran a las estatuas.

El de la ropa Columbia, aún asombrado por lo que acababa de escuchar, preguntó. -¿Es necesario lastrarla?

La respuesta no se dejó esperar. -El pelo del morro de ornitorrinco es tan flotador que si no la lastrara jamás podría hacerla bajar.

El vendedor, sin saber porque, afirmaba con sus gestos cada palabra.

El silencio aumentaba el olor de Wadders nuevos, de los aprestos de la indumentaria exhibida y de la naftalina aromatizada en los pelos curados y las plumas teñidas.

La frente con tres surcos marcados enaltecía el peinado aplastado de su pelo entrecano. Los rulos de la nuca mostraban resabios de una altanera existencia. Sus ojos intimidantes miraban un envase Ziploc con un cuerito de cuis y lo comparaba con otro igual que contenía un pelo artificial similar pero más oscuro. -De acuerdo a lo que me dice esto es lo que se me ocurre ofrecerle.

-No, no son ni parecidos. Replicó

-Tengo pelo del reno ciego de las cuevas de Mongolia. No hay nada mas sofisticado en pelos para bucktail. Si me permite se lo iré a buscar.

El ruido de los pasos del comerciante, sonaron espaciados en el silencio. Se detuvieron. El ruido de la rueda de códigos de una caja fuerte se oyó en sus variaciones. Primero agudo hacia un lado, luego un sonido mas oscuro, un clic y el picaporte de la caja fuerte que se abre. Los pasos que vuelven y tres sobres de celofan fueron expuestos sobre el mostrador. El pelo suave, como de Mara, se exhibía majestuoso y dúctil. De acuerdo a lo que el vendedor y los otros imaginaron, por lo expuesto del pelo flotador de ornitorrinco, esos parecían el suplemento perfecto.

-Esto es exclusivo. Lo utilizan selectos atadores que pescan en la Bahía de Kamchatka.

La sobriedad del vendedor había sido superada. Su exaltación lo había llevado a competir con esos pelos exquisitos en contra del sofisticado y extraño pelo australiano. Los extendió cuidadosamente y deslizó hacia fuera el más oscuro.

Todos se acercaron y no pudieron dejar de emitir un sonido de aprobación ante el brillo y la suavidad de los cueros de color negro intenso, verde seco oscuro y marrón ocre de los pelos del reno ciego de Mongolia.

-Nada de esto me sirve. Lo que busco es pelo de morro de ornitorrinco. Si no tiene, no se moleste. En algún lugar del mundo lo encontraré.

Ante esta afirmación surgió de la extraña escena una pregunta lógica.

-¿Ud tiene un poco al menos para verlo?.

-No. Nunca lo conseguí.

-Y de donde sacó el dato de las bondades del pelo de ese extraño animal.

-Encontré esa mosca en una vieja revista inglesa y desde ese día, mi vida es la búsqueda de ese pelo

Tomó con su mano izquierda una cartera de cuero negro que colgó de su hombro izquierdo y mirando a todos despectivamente, dijo:

Cuando lo encuentre volveré a visitarlos. Buenas Tardes.

Giró su cuerpo y con la mirada al frente encaró hacia la puerta de salida. Al abrirla, en el reflejo del vidrio, se notó una mínima sonrisa satisfecha.

Mientras tanto, cuatro estatuas lo miraban retirarse sin saber si lo que habían vivido era una locura o una revelación.