Boletín Mosquero 4

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MUESTRA FOTOGRAFICA

El día 22 de agosto tuvo lugar la inauguración de la muestra fotográfica sobre el Río Malleo de nuestro socio Cindo Fariña, quién, según sus palabras, ha querido trasmitir sus dos pasiones: la pesca con mosca y la fotografía, conjugando la hermosura de capturar y devolver una trucha con la captura fotográfica de ese instante y retenerlo para siempre.
Tuvimos ocasión de apreciar 27 fotografías que reflejan las impresiones del artista sobre la pesca, las truchas en su ámbito y conmovedores paisajes del río.
La cantidad de asistentes al cocktail de inauguración indica claramente el interés despertado. Ello, unido a lo apropiado que ha resultado nuestro edificio para estos eventos nos mueve a planear otro similar para un futuro próximo.

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TROLLING EN EL LAGO MELLIQUINA

Los días 1 y 2 de agosto tuvo lugar en la sede central de Parques Nacionales la reunión anual de la Comisión Asesora Honoraria de Pesca Deportiva Continental Patagónica, de la que la Asociación es miembro desde su constitución en 1985.
En ese ámbito se discutieron, además de los aspectos administrativos de los permisos de pesca y su reglamentación, temas de gran trascendencia para todos los pescadores, La degradación ecológica y la depredación de que son objeto nuestros ríos trucheros fue analizada desde diversos aspectos y en todo momento nuestros representantes mantuvieron, como ya es tradición, el punto de vista consagrado por nuestro estatuto, tendiente a cuidar la naturaleza y preservar la fauna ictícola.
Si bien las resoluciones adoptadas por la Comisión no son obligatorias para las diversas jurisdicciones representadas, el consenso alcanzado nos alienta a continuar con la prédica para que se continúe la difusión yel control de las prácticas conservacionistas.
Aprovechando su presencia en Buenos Aires, la Asociación agasajó en la sede social a los miembros de la Comisión con una comida precedida por las exposiciones de los Lic. Jorge Bruzone, de Parques Nacionales y Alejandro del Valle, de Neuquén, quienes se refirieron a los proyectos que están llevando a cabo para mejorar la población de los ríos.
El interés demostrado por la concurrencia motivó el compromiso de renovar estas reuniones para profundizar el temario y analizar la posibilidad de que la Asociación apoye estos proyectos.

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NUEVOS SOCIOS

En la sesión del18 de Junio se incorporaron oficialmente a nuestra asociación 26 socios nuevos. He aquí sus nombres:
Cristian Santiago Verger, Sergio Carlos Etcheverría. Antonio Ivrea, Diego Hernán Ivrea, Manfredo Singer, Malcolm L. Deane, Andrés Heinnich, Mario Sampaolesi, Claudio Francisco Reggiani, Antonio Rubén Céspedes, Eric Henri Cotcheit Forat, Carlos Raúl Monsegur, Carlos M. J. Aldao Zapiola, José Salvador Di Biase, Jorge Eduardo Moavro, Daniel Rodolfo Bebebino, Paul Brodesky, Daniel Piredda, Humberto Antonio Percalli, Alberto Zeldin, Roberto Carlos Vercellini, Julio A. Chamizzo, Marcelo A. Botti, Juan Mario Di liscia, Juan Pablo Gozio, Carlos Marín Osés
Desde ya nuestra más cordial bienvenida.

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Líneas cruzadas

Buenos Aires, 20 de agosto de 1991
Sres. AAPM/Boletín
Les escribo para comunicarles la preocupación que me causan (y creo que deben causarle a la AAPM) ciertas afirmaciones publicadas en “Un libro de pesca. La mosca por Benito Pérez, Ed. B.P., Mendoza, 1990.
En mi charla del día 11 de julio pasado en la AAPM critiqué algunos aspectos de dicho libro. en esta carta me limitaré a señalar un solo conjunto de errores encadenados que me parecen particularmente graves, ya que mis demás críticas pertenecen al ámbito de las meras opiniones y preferencias. Destaco el término error puesto que, tanto por buena educación como por respeto a quien ha hecho un esfuerzo como el del Sr. Pérez al escribir este libro, estoy totalmente seguro de que se trata de errores -si bien gruesos errores- cometidos con la mejor de las intenciones.
En la pág. 87 del libro mencionado, el Sr. Pérez afirma que, dado que “la ley natural es que haya una transferencia de energía de solo el DIEZ POR CIENTO entre un nivel trófico y otro” (mayúsculas del autor) (…) si se va aumentando el número de pescadores (…) se llega a un punto de inflexión que es el indicado diez por ciento, no se puede extraer más de esa cuota (…) (mayúsculas del autor).
El Sr. Perez cita como fuente de la afirmación sobre la transferencia de energía a José P. Mestre Arceredillo; “Ecología acuática”, en Roll Cast, AAPM, Año I, N 1, Invierno de 1987. Este último observa, como parte de la descripción simplificada e introductoria de ecosistemas acuáticos, que sólo el 10% de la productividad pasa de un nivel trófico a otro.
Ello, más que obviamente, no incluye a un pescador ni de mosca ni de ninguna otra clase, a menos que se esté dispuesto a considerar la extravagante hipótesis de que los ecosistemas no pueden ser modificados por el hombre, o de que el grafito, los tippets 6X, los lentes polarizados o los hackles producidos a partir de hibridaciones y selección artificial obedecen a las reglas de comportamiento de la transferencia de productividad entre niveles tróficos. De su error inicial, el Sr. Pérez extrae una propuesta también errónea, pero además peligrosa para la pesca con mosca y absolutamente opuesta a las posiciones y esfuerzos de la AAPM, en tanto (op. cit. pág. 88) afirma que en la Argentina se trata de “sobreproteger absurdamente (a) los salmónidos” (paréntesis mío, en el original falta la preposición). A menos que todos los que manejan ríos, tanto en la Argentina como en los países con más científicos dedicados al tema estén equivocados (Trout Unlimited, todas las Wildlife Agencies de U.S.A., etc.), la presión de pesca puede terminar con el 10%, el 20% y el 100% de los salmónidos, incluso cuando se la limita al uso de equipos de mosca y moscas (vale la repetición). Mi profesión no me confiere autoridad para desmentir a las instituciones aludidas, pero -leyendo el curriculum del Sr. Pérez, detallado en el libro en cuestión- no creo que los conocimientos del Sr. Pérez se la confieran.
En todo caso, cualquier buen pescador de mosca sabe cuánto se puede sacar de un pool y cuánto se ha sacado de algunos ríos, y cuán poco queda. y cualquiera que haya pescado el Traful arriba o el Malleo arriba, en los que el “catch and release” es obligatorio, sabe que cada año son mejores. Por otra parte, como ya insinué, el solo sentido común indica que el hombre, con todos los elementos que provee la industria actual de equipos de pesca con mosca (ni hablar de otros métodos) no puede ser incluido en una ley de transferencia entre niveles tróficos.
Por último, quiero señalar que el Sr. Perez teme que los salmónidos, a los que considera un elemento “perturbador” (op. cit., pág.
88) puedan provocar la desaparición de “especies nativas valiosísimas, como cangrejos, bagres, puyenes, insectos acuáticos, aves, plantas, etc.”. En primer lugar, me pregunto ¿qué contiene el “etc.”; quizás después de acabar con las plantas las truchas arrasarán a los árboles, y luego a los herbívoros y otros vertebrados superiores? En segundo lugar, aunque la discusión sobre las truchas “foráneas” o “perturbadoras” se va volviendo aburrida, recuerdo que con el mismo criterio habría que considerar perturbadores a la mayor parte de los grandes mamíferos “foráneos” (tales como los caballos, cerdos, vacas y ovejas), de los árboles “foráneos” (la gran mayoría de los que hoy crecen en la pampa húmeda) e incluso a buena parte de la cosecha fina y gruesa “foránea” (como el trigo y la soja). En tercer lugar, la trucha marrón es tan “perturbadora” en Argentina como en USA, en Australia o en Nueva Zelandia, países en los que se la “sobreprotege”. Lo mismo vale para la arco iris, que es “perturbadora” en todos los países mencionados, inclusive en gran parte de USA, ya que es oriunda de algunos ríos de la zona de la costa Oeste, y es tan “perturbadora en el Madison o en los ríos de los Catsklls como en el Chimehuín.
Insisto en que confío totalmente en la buena intención del Sr. Pérez. No obstante, también insisto en que, dados los objetivos estatutarios de la AAPM, su posición y sus esfuerzos para proteger a los salmónidos en un ambiente a menudo hostil, se conteste en el Boletín a propuestas y argumentos que, como los del Sr. Pérez, perjudican -aún sin intención- a la pesca con mosca (y a toda otra forma de pesca deportiva) de truchas.
Los saludo cordialmente.
Hugo Nochteff

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Hemos probado...

Orvis adjustable fly box

Esta caja de moscas tiene la originalidad de ofrecer compartimentos móviles, lo que permite variar su número de tres a quince (y aún 29 si se adquiere el juego accesorio). Así cada uno puede elegir la configuración que mejor se adapte a sus necesidades, desde streamers hasta las secas más pequeñas.
Fabricada de sólido acrmco transparente
con juntas de neoprene para hacerla casi hermética, a pesar de sus generosas dimensiones (180 mm x 95 x 33) cabe en un bolsillo de cualquier chaleco.
Después de un año de uso la muestra no evidencia rayaduras y sumergida totalmente en agua durante 15 minutos solo entraron algunas gotas.
Existe además una versión “jumbo” llamada lógicamente Large ajustable fly box, de idénticas características, que mide 191 mm x 114 x 34, pero antes de comprarla sugerimos verificar si cabrá en el chaleco.
Nuestra opinión: Excelente.

Bobbins Tiemco de cerámica:

Si su bobbin: a) corta el hilo 8/0 al volver a enrollar para rehacer un paso de atado, o b ) se tapa con cera, o c) se gasta en la punta, mellando o cortando el hilo, la solución viene de japón, con un tubo enteramente cerámico que además es irrompible.
Si a nosotros también nos pareció una exageración, pero consultamos con dos atadores profesionales que confirmaron estas cualidades. Cosa e’ mandinga.
Nuestra opinión: Cuesta 50% más pero ahorra el 100% de rabietas.

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Especies autóctonas

La siguiente es una guía de peces autóctonos Andino-Patagónicos. Las descripciones pertenecen al Lic. Jorge Bruzzone y los dibujos son de Marcelo Betinelli. La intención de publicarla es la certeza de saber que son por muchos desconocidos. En el ámbito de los Parques Nacionales está protegida y pensamos que deberían estarlo en el resto de los ambientes.

BAGRE ATERCIOPELADO

(Diplomystes viedmensis)
Color: morado grisáceo o lila pizarra con motas negras, vientre gris claro.
Datos biológicos: silurorme de mediano tamaño, posee un par de barbillas maxilares cortas, comprimidas a modo de cinta en la base. Ojos pequeños, aletas pectorales y dorsal con el primer radio transformado en espina dentada y robusta. Se oculta bajo piedras y presenta hábitos nocturnos. Es una especie rara, dispersa en una franja reclinada hacia la estepa y extendida desde a provincia de Mendoza hasta Chubut.
Otros nombres comunes: Otuno, Bagre sapo.

PERCA

(Percichthys spp.)
Color: en fresco, dorado pálido o limón, hasta oliváceo dorado, en el vientre violáceo pálido y en el dorso oliváceo verde o azul pizarra, todo con pintas negro-azuladas en cada escama. Ambas aletas dorsales con pintas negras.
Datos biológicos: posee dos aletas dorsales con radios espinosos, al igual que el resto de las aletas, es la única especie en la patagonia que tiene espinas punzantes en los radios de las aletas. Vive en lagos como en grandes ríos, es una especie muy común en la patagonia.

PUYEN GRANDE

(Galaxias platei)
Este puyen es poco común en los parques nacionales a diferencia del G. MACULATUS, que sí es muy abundante.
Color: coloración oscura, tronco dorsal negro oliváceo y laterales cubierto con manchas vermiculadas de color dorado oliváceo.
Datos biológicos: es alargado con tronco más o menos tubular, aunque la panza sobresale un poco, labios prominentes y carnosos.
Puede medir hasta 30 cm.

PUYEN

(Galaxias maculatus)
Color: los juveniles son casi transparentes, tornándose a plateado con manchado negro en los adultos.
Datos Biológicos: pequeño pez sin escamas, ocupa la zona Andino Patagónica desde el norte de Neuquén hasta Tierra del Fuego e Islas Malvinas. Es común verlo entre juncales, bajo troncos, muelles o piedras próximas a la orilla en lagos, lagunas y ríos. Se alimentan de micro crustáceos (plancton) y de pequeños insectos.
Es común que se los confunda con juveniles de trucha, se diferencian de éstas por tener la aleta dorsal implantada muy posteriormente casi llegando a la aleta caudal.
Los ejemplares adultos pueden alcanzar los 7 cm. de largo total.

BAGRE DE LOS TORRENTES

(Hatcheria macraei)
Color: manchado (atigrado) marrón oscuro
sobre el lomo, sobre los flancos marrón más claro, vientre marrón pálido.
Datos biológicos: pequeño siluriforme sin aleta dorsal la adiposa, posee tres pares de pequeños bigotes, ojos pequeños; aleta dorsal implantada posteriormente y próxima a la aleta caudal.
Habita arroyos, ríos esteparios y semíesteparíos oculto debajo de piedras.

PEJERREY PATAGÓNICO

(Patagonia hatcheri)
Color: amarillento plateado con punteado negro en el borde expuesto de cada escama, lo que le confiere una tonalidad oscura.
Datos biológicos: esta especie es idéntica al pejerrey de Buenos Aires, es común en el norte del P. N. Lanín y raro en el P. N. Nahuel Huapi; presente en el P. N. Puelo y los Alerces. El peso máximo registrado fue de 695 grs. con 449 mm. de largo.
Esta especie se reproduce artificialmente y los servicios de piscicultura nacional la han difundido en pequeña escala en la Patagonia en ambientes donde existía naturalmente.

PELADILLA

(Aplochiton taeniatus)
Color: plateado
Datos biológicos: tiene el aspecto de un salmónido pequeño, pero sin escamas. Es muy común en Chile, en la Argentina se encuentra en bajo número en las cuencas que desagüan al Pacífico, habita en lagos próximos a la costa.
Se lo ha observado en Lago Puelo, se lo considera especie rara.

PELADILLA LISTADA

(Aplochiton zebra)
Color: presenta una coloración con barras oscuras dispuestas transversalmente a lo largo del flanco, rectas o levemente angulosas; aproximadamente en número de 12.
Datos biológicos: tiene el mismo aspecto que A. TAENIATUS, pero el tamaño de los adultos es menor.
El ocico es redondeado, ojos grandes. Se lo puede confundir fácilmente con juveniles de trucha, se lo ha observado en los lagos Queñi, Puelo y Menéndez en los P. N. Lanin, Puelo y Los Alerces; es considerado como especie rara.

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Tradición mosquera III

(1577-1651) De Berners a Walton

Por Grizzly Muddler

La pesca con mosca no evolucionó mucho en el siglo siguiente al “Treatyse”. En ese lapso, esta obra fue reeditada dieciséis veces!
Hasta hace poco tiempo, se creía que la siguiente obra piscatoria había sido publicada en 7590.

En 1954 un conocido coleccionista estadounidense, encontró, entre las obras apiladas en el altillo de una mansión inglesa, un libro editado en 1577, cuyo título es “The Arte of Angling”. Lamentablemente, al folio le faltaban las tres primeras páginas, donde se supone figuraba el nombre del autor, yel texto no aventura su nombre.
La importancia de esta obra no estriba en llenar un hueco histórico, si no en su forma literaria. Está escrita como un diálogo entre “Viator” y “Piscator”.
Hasta este descubrimiento se creía que Walton (1593 -1683) había sido el primero en apartarse del discurso lectivo para humanizar sus conceptos asignando roles a personajes ficticios (y con los mismos nombres).
Este no es el único punto donde Walton contrae una deuda con un autor desconocido. Párrafos enteros han sido prácticamente copiados de un libro a otro.
No deberíamos ser severos con Walton.
En esa época era común esta “liberalidad literaria”. Esperen a ver lo que hizo Markham a principios de siglo XVII!.
En 1590 se publicó ” A Booke of Fishing with Hookc and Une”, un libro de Leonard Mascall, conocido horticultor y naturalista de la época. Esta obra tiene dos partes perfectamente diferenciadas.

Una, obviamente copiada de trabajos anteriores (especialmente del “Treatyse”) es titubeante, poco ágil y dura, plagada de errores; como si el autor no se hubiera sentido cómodo. La otra dedicada a la piscicultura, parece ser totalmente original y es rigurosa, fresca e interesante. Mascall puede considerarse el primer escritor preocupado por la conservación. Protesta airadamente contra los que pescan todo el año, aconsejando no molestar a los peces en época de desove.
Los esfuerzos para mantener la mosca en la superficie fructifican con el primer consejo práctico de construcción: el autor propone poner debajo de las lanas del cuerpo una base de corcho.
Curioso que la treta del kapok, el polipropileno, la espuma de poliuretano y la madera balsa se haya atisbado hace cuatro siglos.
Esta línea que se extiende a través de los años es una de las que hablábamos en el primer capítulo y que estas charlas intentan revitalizar. Ya encontraremos otras muchas.
Mascall también fue el primer escritor en describir el anzuelo doble, ilustrado en su obra.
En 1600 se publicó un libro muy interesante. Su autor, John Taverner, Inspector de Bosques del Rey Jacobo I de Inglaterra, es quizá el padre de la entomología acuática. En esa época, y aún más tarde, se creía que las moscas que aparecían inexplicablemente en los ríos se generaban mágicamente del barro o del rocío. Taverner observó correctamente el comportamiento de las ninfas o pupas subacuáticas y su relación con los insectos alados. Por alguna razón sus observaciones, contenidas en “Certaine experiments concerning fish and fruite” , no tuvieron amplia difusión posterior, y parecen ser desconocidas por figuras posteriores como Walton.
John Dennys publica su poema “Secrets of Angling” en 1613. Esa obra, considerada como una de las cumbres de la poesía piscatoria, no contiene referencias a la pesca con mosca. su interés para nosotros aparece en su segunda edición en 1920.
En ella su editor, William Lawson, adquiere, a través de sus notas y comentarios, notable estatura en nuestra historia. No se tienen datos de este misterioso personaje, pero sus anotaciones son tan originales, prácticas y amenas que apuntan a un gran pescador, versado en las rápidas corrientes de los ríos del Norte de Inglaterra, en Yorkshire.
Es una gran pena que no nos haya llegado una obra original de este ducho pescador, pues entre las acotaciones a Dennys menciona, al describir la trucha, el hecho de “lanzar” la mosca. De este modo infiere por primera vez, ubicar la mosca en un lugar predeterminado.
Ahora aparece en escena una figura humana clásica, que se evoca con una sonrisa mezcla de complicidad, cariño y comprensión: el pícaro simpático.

Para pintar a Gervase Markham de cuerpo entero basta un comentario: hemos visto que en 1613 Dennys publica su famoso poema. En el mismo año Markham publica “The English Husbandman” donde, a pesar de dar consejo sobre innumerables temas, no toca el de la pesca. Al año siguiente, el “Second English Husbandman” incluye trozos enteros del poema de Dennys, vertidos en prosa (y sin reconocer la fuente), bajo el título ” A discourse of the General Art of fishing with the angle”.
Casi es un corolario inevitable comentar que el libro de Markham era más conocido que el poema de Dennys.
Cuando juzguemos a Markham recordemos a Walton. Era una práctica bastante bien vista, o por lo menos común. Yo no tiraré la primera piedra. ¿Cómo escribiría ésto sin jJ W. Hills, E. Schewiebert, A Gingrich o R. Walker?
Lo cierto y rescatable es que Markham tenía una personalidad fascinante.
Soldado de carrera, su temprano retiro lo precipitó a la literatura. Si creen que exagero al decir precipitó, veamos. Empezó a los veinticinco años (sobre equitación) y continuó alegremente haciéndolo sobre poesía, medicina, teatro, jardinería, agricultura, veterinaria, pesca, arquería, cetrería, heráldica y táctica militar. y éstos no son todos los temas.

Es cierto que “tomaba prestado” todo lo escrito sobre cualquier tema (y casi en cualquier idioma, ya que se entendía en latín, francés, español, italiano y holandés) pero, usando una prosa fácil y elegante, producía un manual útil y ameno. se cree que importó los primeros caballos árabes a Inglaterra y escribió un poema que sirvió de modelo a otro de Tennyson.
Que lástima que nos se hayan conocido con Dame Juliana Berners!
Se supone que el folio de Markham tiene una fuerte colaboración (por lo menos) de William Lawson, ese buen pescador que editó y comentó la segunda impresión del poema de Dennys.
Lo cierto es que el “Discourse” tiene la paternidad oficial de Markham, y los pensamientos originales engarzados en el texto brillan como piedras preciosas. Fue el primero en escribir que a veces podía convenir deslizar sutilmente las moscas en la superficie. (¿Hasta que punto es una “herejía” el tironcito corriente arriba de las caddis de L. Wright propuesto hace unos pocos años?)
Adelantándose enormemente al furor actual, recomienda al atar moscas, copiar los insectos lo más fielmente posible, al extremo de aconsejar el tener un modelo natural delante.
Tomó las moscas descriptas por Mascall en 1590 (quién a su vez las había “pedido prestadas” a Dame Juliana) y describió sus componentes con mucho más rigor y exactitud. Markham o Lawson o algún otro, de ahí en adelante no hay duda de qué materiales se debían usar en esas moscas.
Felizmente ahora tenemos que hacer una pequeña escapada a España. Si bien casi toda la literatura piscatoria occidental es inglesa, hay algunas luces que brillan en otros países.

Juan de Bergara escribió en 1624 el llamado “Documento de Astorga” y su importancia radica en ser el primer folio escrito exclusivamente sobre el atado de moscas. Hasta ahora, y por algún tiempo más, tendremos esta único “manual” de atado.
Bergara da las recetas para 33 moscas, y un punto interesante es el sistema de atar las alas. En lugar de utilizar trozos unidos de plumas primarias (quills) o del pecho de las aves (pato, perdiz, etc.), arranca las barbulas o plumillas individuales y las dispone en forma semicircular sobre le cuerpo, formando una pequeña carpa sobre el mismo. Recuerdan como el “hereje” Wright ata hoy sus caddis?
El próximo autor, otra vez inglés, hace su aparición en 1651 .en ese año Thomas Barker, cocinero de Cronwell a cargo de los banquetes de Estado, decide con toda humildad (reconoce no ser letrado caballero), publicar sus instrucciones sobre el arte tan en boga.
Su libro “The arte of Angling”, aparte de ser el primero de habla inglesa donde se detalla cómo atar moscas, también rompe el fuego con la primera mención en ese idioma del reel de pesca (usado en trolling).
No sé si sería muy culto o caballero, pero decía: “Si se puede unir el anzuelo a la línea con una sola cerda, en lugar de dos o tres, subirán más peces y se tendrán más piques”.

¿Reconocen el consejo?
Ya estamos en el umbral de Cotton, Walton y Venables.
Desde 1496 a 1651 (prácticamente un siglo y medio) la pesca con mosca ha recorrido un lento camino. Todavía se pesca en forma muy parecida al principio, con grandes cañas, sin reel, gruesas líneas y tanzas de cerda. De aquí en adelante notaremos una nueva fuerza, un nuevo rigor, que nos llevará fascinados hasta el sistema de pescar con mosca seca, dentro de doscientos años.
Y después de eso nos quedan muchas cosas. Espero no se aburran, pero avíseme si me pongo pesado.
Hasta la próxima.

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El leader

Un componente fundamental del equipo

De un correcto diseño de ese tramo de nylon que nos permite presentarle adecuadamente la mosca al pez, puede depender el éxito de nuestra pesca.
Solemos gastar mucho dinero para pescar con las mejores cañas, líneas y reels, nos esforzamos en la confección de las más sutiles moscas, practicamos casting durante el receso y luego viajamos hasta lejanos lugares para dedicarnos a nuestro pasatiempo favorito. Muchas veces, sin embargo, no prestamos la debida atención a esa vital conexión entre la trucha y nuestra línea; distracción que a menudo se traduce en presentaciones inadecuadas, lanzamientos poco eficaces y, en definitiva, en menores posibilidades de éxito.

Si tenemos presentes las funciones del leader, no resulta exagerado afirmar que es uno de los componentes más importantes
del equipo. Representa la continuidad de la línea, la unión -de otro modo imposible- entre ésta y la mosca, permite una correcta presentación del artificial y, algo que frecuentemente se olvida, es el fusible del sistema, es decir, el punto donde debe producirse la rotura en caso de sobreesfuerzo. Para poder cumplir su cometido, un leader de tener un buen turn over. Aclaremos qué es esto: cuando el loop formado por la línea se extiende en el aire, tanto en el forward como en el backcast, como también durante el “acuatizaje” de la mosca, este movimiento continúa en el leader, el que debe extenderse completamente. Para ello, el leader debe transmitir eficientemente la energía de la línea hasta la mosca, de modo que ésta de vuelta al final de cada lanzamiento. Como veremos más adelante un buen turn over es el resultado de un adecuado balance entre las distintas partes y materiales que componen un leader, y depende, además del tamaño de la mosca atada en su punta.
Todo leader tiene tres partes bien definidas: butt, progresión (o taper) y tippet. El butt es el tramo más largo y grueso, el que se une a la línea; de él depende, fundamentalmente, una correcta transmisión de energía.
Si es demasiado corto o de poco diámetro, se producirá durante el cast el “efecto bisagra”: una flexión excesiva que dificultará la llegada del impulso de la línea al tamo final del leader y, por tanto, la mosca “no dará vuelta”. Si es muy grueso, en cambio, ocasionará un loop demasiado abierto, de pobre aerodinamia y poco eficaz, en consecuencia, para penetrar el viento.
La progresión es el único tramo cónico, conformado en los leaders clásicos por secciones de nylon de diámetro decreciente. El tippet, finalmente, es la parte más fina y de diámetro uniforme en la que se ata la mosca.

Para todos los gustos

Existen actualmente tres tipos de leaders: sin nudos (knotless), comunes (knotted o tradicionales) y trenzados (braided). Cada tipo presenta ventajas y desventajas y cuenta, por supuesto, con defensores y detractores.

Knotless: se trata de un grueso monofilamento al que se ha dado conicidad mediante una máquina especial. No es, sin embargo, cónico de extremo a extremo sino que tiene las tres partes perfectamente definidas.
La mayoría de los pescadores coincide en que la mayor ventaja de los knotless es que, al no tener nudos, presentan pocos puntos débiles que puedan fallar. Además, resultan ideales para pescar en sitios donde abundan algas, plantas acuáticas o partículas flotando o en suspensión, ya que no hay nudos en los que éstas puedan adherirse. Para muchos, una ventaja extra es que no hay que confeccionarlos y su calidad, a diferencia de los anudados que se venden, es muy pareja. En cuanto a desventajas, estos leaders no son pasibles de modificación alguna, sobre todo “onstream”; por otra parte, al estar construidos con un solo tipo de nylon no tienen, como es ideal a fin de lograr un buen turn over, una reducción de dureza desde el butt hacia el tippet.

Comunes: son los leaders clásicos, hechos a mano anudando distintas secciones de nylon. Tienen en su contra todo aquello que es ventajoso en los knotless, es decir, puntos débiles, levantan verdín y hay que confeccionarlos (a pesar de que es posible adquirirlos, su calidad no siempre es uniforme). Pero permiten que uno los haga a la medida de cada necesidad y, muy importante, es posible seleccionar monofilamentos de diferente dureza (no resistencia a la abrasión o al corte, sino a la flexión) para utilizarlos en cada parte. A tal fin es ideal un nylon duro para el butt y la progresión, y blando -flexible- para el tippet. Cuando hablemos de formulación de leaders nos seguiremos ocupando de ellos.
Braided: tienen el butt y la progresión hechos con filamentos de nylon trenzados que forman un tubo hueco y cónico, rematado en un pequeño loop al que se fija -loop to loop mediante- un tippet de monofilamento. Vienen en tres largos diferentes: siete, nueve y medio y doce pies (incluyendo el tippet); se diferencian además, en floatings y sinking.
Permitamos a sus creadores -Orvis- señalar sus ventajas: “son cuatro veces más flexibles que el monofilamento, lo que facilita una mejor presentación de la mosca y previene el molesto drag (estela); trasmiten más eficientemente que el nylon la energía de la línea; permitiendo extender tippets más largos: se estiran cuatro veces más que el monofilamento; amortiguando así el impacto de la tomada y permitiendo la utilización de tippets más finos; y no tienen la memoria propia del monofilamento.
Además, son cómodos de usar y facilitan un rápido cambio de leaders y tippets”. En cuanto a desventajas, reconocidos autores aseveran que estos leaders no castean bien con viento. Un inconveniente observado es que se llenan de agua; si bien esto puede prevenirse impermeabilizándolos con algún dressing de siliconas, sólo resulta útil cuando deseamos que floten. Pescando en ríos con grandes rocas en la costa, si eventualmente el braided roza con ellas se desgasta y, no bien se rompe un filamento se desarma completamente.

Elección y formulación

Interesa definir, a fin de seleccionar o construir el leader más adecuado a una necesidad en particular, los siguientes parámetros: largo total, largo de las distintas partes y diámetros del butt y del tippet.
Largo total: esta variable se define, en principio, por el tipo de línea en la que se va a utilizar el leader. Así, para líneas floating se usan leaders largos, tradicionalmente de un pié más que la longitud de la caña; sin embargo en los últimos años, quizá gracias a mejora en la calidad de los monofilamentos y en el diseño de los leaders, para líneas floating se utilizan frecuentemente leaders bastante más largos que la caña, de ente 9 y 12 pies (e incluso más). Y esto es independiente de que dicho conjunto línea-leader se use para pescar con moscas secas o con ninfas.
Con líneas sinking o sinking tip, para facilitar el hundimiento de al mosca, y atendiendo a que la presentación en general es menos crítica, los leaders comúnmente empleados tienen 4 ó 5 pies, más o menos un largo equivalente al de la mitad de la caña.

Otros factores que condicionan el largo son: transparencia y profundidad del agua, ausencia o presencia de viento, tamaño y comportamiento de los peces, etcétera. En general, habrá que alargar el leader cuando se pesque en aguas muy transparentes! y bajas, y con peces escarmentados o asustadizos; y acortarlo cuando sea necesario lanzar con viento y con moscas muy grandes.
Largo de las distintas partes: si bien es posible trabajar empíricamente y determinarlo en base a la experiencia, es más racional recurrir a fórmulas. De éstas, la más célebre es la del francés Charles Ritz, conocida comunmente como 60/20/20. Estos valores son porcentajes del largo total y corresponden al butt, progresión y tippet respectivamente; o sea: 60% de butt, 20% de progresión y 20% de tippet. Otra, menos famosa aunque no menos eficaz es la de Geroge Anderson: 65/25/lO.
Respecto de la metodología de trabajo de Charles Ritz, detallamos en recuadro aparte la aplicación de sus fórmulas.
Diámetro del butt: como vimos anteriormente, es de importancia capital en la performance del leader, sobre todo en lo que hace a su turn over. No está de más recordar que no es la resistencia del monofilamento que se usa lo que da vuelta la mosca sino su diámetro (y, por supuesto su dureza, entendiéndose por ésta a la resistencia a la flexión).
Los diámetros de nylon para butts recomendados por Scientific Anglers son: para líneas 3 y 4: .017′ (0,43 mm); línea 5: 0.19′ (0.48 mm); líneas 6 y 7: 0.21′ (0,53 mm.) y líneas 8 y 9: 0.23′ (0,58 mm.). Los valores en décimas de milímetro deben aproximarse a los de los monofilamentos disponibles.
Diámetro del tippet: debe ser acorde a tamaño de la mosca con que se va a usar.
Cuanto más chica sea la misma, más fino deberá ser el tippet, de este modo la mosca trabajará con naturalidad. Es un error, sin embargo, considerar que el tippet ideal es el de mentor diámetro posible: si la mosca se ata a una punta muy fina; el leader no se extenderá bien, caerá sobre sí mismo y, durante el cast, pegará en la línea ocasionando nudos (”wind knots”). Contrariamente, un tippet demasiado grueso hará que la mosca se pose de modo poco natural, incluso de costado o invertida si es una seca.

Si bien hay tablas que relacionan el tamaño de la mosca con el diámetro del tippet correspondiente -y de las cuales reproducimos una-, es más práctico valerse de una sencilla fórmula.
Simplemente hay que dividir el número del anzuelo por 4 y adicionar 1. Por ejemplo: para una mosca #16 será: 16/4 + 1 = 5. Este valor obtenido se donomina 5 X y corresponde a la nomenclatura empleada para definir el diámetro de un tippet. Si deseamos expresarlo en décimas de milímetro -como estamos acostumbrados en nuestro país- todo lo que debemos hacer es restar el valor del número “X” (5 en este caso) a 11, y multiplicar el resultado por 2,54. Ejemplo 11-5 x 2,54 = 15,24 décimas de milímetro o sea que un 5 X equivale a un 0,15.

Un par de ejemplos

Leader para línea floating # 4 y moscas del 16 (promedio)
Largo total: lO pies (3 metros)
Largo de cada sección. según fórmula 60/20/20: butt 1,8 metros, progresión (en total) 0,6 metros, y tippet 0,6 metros.
Diámetro del butt: 0,45.
Diámetro del ti12oet: 5 X, o sea 0.15
Tramos de nylon: butt: 1,8 metros del 0.45 progresión: 12 cm cada uno de los siguientes: 0.40, 0.35, 0.30, 0.25 y 0.20 (total 0,6 metros) tippet: 0, 6 metros del 0.15
Hay quienes utilizan para la progresión, en lugar de tramos de igual longitud, una suerte de fórmula 60/20/20, de modo que el primer tramo e esta sección resulta considerablemente más largo que los demás. En la práctica esto no presenta ventajas significativas.
Leader para línea sinking (o sinking tip) #6 y moscas del 8 (promedio)
Largo total: 4 pies (1,2 metros)
Largo de cada sección según fórmula 60/20/20 butt de 0,72 metros; progresión (en total) de 0,24 metros y tippet de 0,24 metros.
Diámetro del butt: 0.55 mm.
Diámetro del tiooet: 3 X o sea 0.20
Tramos de nylon: butt: 0,7 metros del 0.55 progresión: 4 centímetros de cada uno de los siguientes: 0.50, 0.45, 0.40, 0.35, 0.30 y 0.25 (total 0,24 metros) tippet: 0,24 metros del 0.20.
En nuestro próximo encuentro, que estimamos será a mediados de diciembre, continuaremos analizando los pormenores de esta vital conexión.
Hare’s ear

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