Boletín Mosquero 22

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Noticias y servicios

NUEVOS SOCIOS

Damos la bienvenida a los nuevos socios que se han incorporado a la AAPM en el último trimestre. Ellos son:
Luis de Anchorena
Matías Lopez Gaffney
Miguel Angel Sarrabayruse Bargalló
Adrián Momesso.

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CENA DE FIN DE TEMPORADA

El Jueves 25 de Abril tendrá lugar la cena de fin de temporada. Como ya es tradición, nos reuniremos a las 20,30 hs. en la Asociación de Criadores de Pura Sangre de Carrera, sita en Av. Pte. Quintana 191. Todos los socios y sus familias quedan cordialmente invitados.

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DONACIÓN DE LA AAPM Y MEL KRIEGER A PARQUES NACIONALES

La Asociación, juntamente con el Sr. Mel Krieger, donó a Parques Nacionales más de 10.000 folletos que tratan sobre la importancia del agua, para ser distribuidos entre los visitantes de los Parques. Los folletos fueron editados con los fondos provenientes de la realización de la clínica realizada el año pasado en Junín de los Andes. El texto y las ilustraciones fueron proyesctados por los especialistas del organismo oficial, mientras que los restantes aspectos corrienron por cuenta de la Asociación.
Estamos orgullosos de haber contribuido a alertar a la población sobre la importancia de preservar este recurso insustituible. Po lo demás, como pescadores estamos concientes de que el agua abundante y limpia es el requisito necesario para la existencia de peces en nuestros ríos y lagos.
Con esta donación se continúa dando cumplimiento a los objetivos estatutarios de contribuir a preservar los pesqueros y recursos naturales, colaborando con las autoridades.

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PRECINTOS PARA PECES SACRIFICADOS EN CHUBUT

Por primera vez en el país se ha introducido la modalidad de hacer obligatoria la colocación de precintos a los peces sacrificados. La Provincia de Chubut ha incorporado así lo que es práctica en algunas otras regiones del mundo. Se trata de precintos plásticos numerados que se entregan con los permisos de pesca. Su número varía de acuerdo con la duración de la licencia, entre 5 para la semanal, 10 para la mensual y 30 para la temporada. Los pescadores no pueden adquirir precintos adicionales ni usar los de otros pescadores. Todo salmónido sacrificado deberá tener el precinto asegurado entre las agallas y la boca, considerándose su ausencia una infracción grave. Los precintos se utilizan en otros países con fines conservacionistas, y esta herramienta viene necesariamente asociada con un riguroso control en los lugares de pesca y aún en las carreteras, hoteles y hosterías. Si ese es el compromiso de las autoridades, entonces se trata de un recurso eficaz. De lo contrario, creemos que se transformará en una mala señal, en un permiso para acopiar peces muertos y nada más.
Esperamos interesados la evaluación de la primer temporada de aplicación de este novedoso sistema. De ser positiva, sería interesante analizar su extensión a todo el resto de las jurisdicciones patagónicas. Cualquiera sea la decisión al respecto, de mantener Chubut este sistema durante la próxima reunión de la Comisión Consultiva de Pesca Continental Patagónica, las partes deberán efectuar los necesarios ajustes al Reglamento General ya los anexos de cada jurisdicción para armonizar esta modalidad.

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CONTROL DE LA PESCA

Continuamos oyendo toda clase de historias truculentas sobre la falta de control en nuestros ríos y lagos. No tenemos estadísticas, pero la cantidad de anécdotas aumenta día a día. Si bien se trata de experiencias individuales, relatadas ocasionalmente por sus protagonistas, tenemos la sensación que el descontrol está aumentando de forma notoria, y que este avance no es similar en todas las jurisdicciones. Por ello les pedimos a nuestros asociados que nos hagan llegar sus experiencias, sean estas positivas o negativas, para que la Comisión Directiva pueda evaluar la situación y fundamentar nuestra posición ante las autoridades. Los pescadores no pretendemos erijimos en censores de las autoridades locales, pero tenemos el derecho de preservar nuestros recursos naturales, y de exigir a los funcionarios que cumplan con sus obligaciones. Pagamos gustosos el permiso de pesca, y ello nos da el derecho de exigir que siquiera parte de los fondos provenientes de la venta de los permisos se emplee en el control del cumplimiento del reglamento.
Quedamos a la espera, pues, de los comentarios escritos que nos envíen. El aporte que pueda efectuar cada uno de los socios nos será de gran utilidad. Muchas gracias.

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Lo que se hace con lo que se dice y lo que se dice con lo que se hace

Por Gregorio Dunayevich
(Doctor en pisicología y entusiasta de la pesca con mosca en el mar)

Algo que los niños suelen conocer muy bien; más que a través de las palabras, la información valedera proviene de estar atento a la observación de los hechos.

Rodolfo Pueblas y yo fuimos en mayo del 95, a Tampa, Florida, en busca del tarpón. No acompañó el tiempo, ya que la intensidad del viento reinante producía varios obstáculos difíciles de salvar.

Por un lado, el tarpón suele salir a la superficie para tomar aire. Es la clásica imagen del “rolling tarpon”. (Es muy valiosa la habilidad de este pez para respirar tanto al aire disuelto en el agua como el que captura cuando emerge. Esta aptitud le permite subsistir en aguas pantanosas como las de los Everglades).

Al estar el agua muy batida por el continuo viento, el tarpón no tenía necesidad de subir para capturar oxígeno aéreo.

Por otro, el oleaje hacía muy difícil la discriminación visual para dar cuenta de la presencia de Megalops Atlántica. y por si estos dos factores no alcanzaran, el agua había perdido su cristalina transparencia por el arratre de partículas en suspensión que se produce como efecto también del viento. (Es necesario tener presente que en esta zona la pesca del tarpón sólo se puede realizar si podemos verlo; “sight fishing”).

A pesar de estos contratiempos vimos algunos cardúmenes, aunque cuando prácticamente ya estabamos sobre ellos, y mi amigo Rudy, como lo llamaba el guía Cliff Martin, tuvo dos piques de tarpón que lograron huir luego de su poderoso primer salto.

Entonces, este viaje resultó preponderantemente orientado hacia el acopio de experiencia. En primer lugar, empleamos las ocho horas diarias con el guía para enriquecer nuestro humilde inglés, contando así a nuestro favor para este fin el hecho de que Cliff no conocía una sola palabra de castellano. Aprendimos algunos términos que tratamos de incorporar en las charlas subsiguientes. Hasta pudimos manejar ciertas expresiones del lunfardo como también características de la pronunciación de acuerdo con la zona.

Nos cruzamos varias veces con Billy Pate y también obtuvimos datos sobre los anzuelos y el reel que lleva su nombre.

Preguntamos sobre los leaders que usan y más que nada acerca de los nudos con los que están realizados, que resultan muy poco familiares para quien está acostumbrado a pescar en agua dulce con caña 5 ó 6.

Y la auténtica razón de esta nota es algo que aprendimos sobre las moscas que se usan para esta pesca.

Una noche, volviendo de un lejano restaurant donde Cliff nos había llevado, me surgió la pregunta acerca de si no utilizaban moscas con cabeza muddler. (Yo había visto en todas sus cajas el clásico modelo de las plumas atadas bien atrás con el cuerpo del anzuelo prácticamente desnudo).

Como Rudy se había quedado dormido y estábamos recorriendo a media noche un sinuoso camino, la respuesta de Cliff sonaba como una profunda confesión mantenida en cuidadoso secreto durante mucho tiempo:
“…Mira Greg, si quieres pescar tarpón con mosca olvídate del modelo y del color. Sólo importa la presentación. Nunca castees muy lejos ni muy cerca del campo visual del pez. Nunca dejes caer la línea 9-4, mosca sobre el tarpón porque se espantará. Nunca hagas avanzar la mosca en dirección hacia él, siempre se debe estar alejando”…

Esta conversación se daba al promediar nuestra semana. Ahora bien, el primer día, al producirse el recambio de pescadores, quien nos “entregaba” el guía era nuestro nuevo amigo Paul Banchuk. Paul nos comentó que a su vez era amigo de un atador que confeccionaba moscas para Bill Pate según sus directivas. y que había conseguido que le venda seis moscas iguales a las últimas que había atado para Billy. De estas seis, tres le había regalado a Cliff.

cola: olive neck grizaly
cuerpo: tinsel plateado
garganta: cristal
flash verde y rojo
collar: natural polar bear

La mañana siguiente a nuestras reflexiones sobre patterns, Rudy seguía confiando en una mosca atada por mí, de color rojo y negro, con la que había tenido un pique días atrás. En un momento, mientrás luchábamos con las galletas que el viento producía sobre la línea, que no terminaba de acomodarse sobre la plataforma de casting, Cliff grita: “Rudy! two o’clock! fifty feet!” Rudy acertó en la dirección y en la distancia pero el tarpón miró la mosca, dió media vuelta y se alejó.

Entonces Cliff dijo ¡let me! pidiendo la caña, sacó la mosca que estaba en línea y la cambió por una de las que le había regalado Paul.

Como podría suponerse, en la siguiente oportunidad, el tarpón sí tomó la mosca con oso polar.

No quisiera creer que esta mosca es un “cheque al portador” pero tampoco que el modelo o el color son factores sin importancia. Como broche de oro de esta historia, cuando Rudy y yo estábamos por volver a la Argentina, le pedimos una de las moscas con oso polar para copiarla y Cliff nos contestó: No puedo, tengo esas tres solas!

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El registro de la Hostería Chimehuin

CONSERVACION

Un socio nos ha hecho llegar una revista de 1973 que reproduce el registro de la Hostería Chimehuín, donde el recordado Don Julián (el “Turco” Julián) llevaba llevaba la nómina de peces importantes que cobraban sus clientes.

Si consideramos que se trata solamente de las piezas “notables”, pescadas por quienes se hospedaban en esa hostería, y que, según nos consta, muchos no anotaban sus capturas, podemos imaginamos la enormidad de lo que se pescaba en esa época.

Por contraste, no podemos dejar de evocar la Boca del Chimehuín el último día de la temporada 1994, con un tiempo espléndido, con sol y sin viento, donde un sólo pescador casteaba sin muchas esperanzas.

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Pescando con ninfas

Por Marcelo Morales

En Argentina la pesca con ninfas es considerada por muchos aficionados a la pesca con mosca como algo tremendamente difícil y complicado, al punto que muchos la descartan totalmente insistiendo con streamers y wooly buggers. Estas moscas si bien efectivas muchas veces no sirven para tentar una trucha que se está alimentando con ninfas.

Es cierto que pescar una ninfa efectivamente implica vencer una serie de problemas, pero en general estos no están relacionados con el equipo o la técnica en sí, sino que dependen de la dedicación que le entreguemos al estudio de esta modalidad.

Es muy difícil obtener resultados consistentes en la pesca con ninfas sin un conocimiento importante del medio donde viven las truchas. Esto incluye saber leer las aguas y conocer los insectos que las habitan así como el comportamiento de estos insectos bajo el agua.

Día a día, con el creciente aumento de pescadores, las truchas se toman más cautelosas, luego de ser pinchadas y liberadas o de escapar milagrosamente de los que no practican la captura y liberación. De las malas experiencias descubren que comiendo cosas cada vez más chicas están relativamente a salvo y es por esto que en lugares muy pescados ya avanzada la temporada o afinamos mucho el equipo y achicamos las moscas o no sacaremos nada.
Más de uno recordará como las truchas comían por todos lados a su alrededor aparentemente inmunes a todos sus intentos.

En el boletin anterior Jorge Calandra comenzó con algo largamente esperado por muchos pescadores, un detallado estudio de nuestros insectos, en este caso los Plecópteros. Sinceramente recomiendo el estudio de esa nota pues en ella no solo se detalla la forma de vida y características de esos insectos, sino una serie de modelos para iniciar las experiencias de una manera racional. A partir de aquí cada pescador teniendo una guía de nuestros Plecopteros podrá ir experimentando con los modelos sugeridos o otros de su inventiva, pero sabiendo ciertamente qué es la que está imitando.

A veces cuando se escribe sobre ninfas pareciera que la mosca seca y los streamers requieren menos estudio y conocimientos.

Nada más lejos de la realidad. Lo que pasa que en las moscas secas vemos el pique y en los streamers la sentimos, y sólo esto, la detección del pique es un poco más fácil. Por la demás pescar realmente bien con secas y streamers es algo serio, ya no engañarse cuando sacamos algunas truchas tirando secas y Wooly Buggers a la bartola.

El potencial de esas dos modalidades usadas en el momento adecuado y conociendo a fondo el tema es igual que el de las ninfas.

Dentro de cualquier curso de agua las truchas tienen sus preferencias a la hora de alimentarse, y no sólo eso sino que entre ellas las truchas presentan diferentes gustos.

Así en un corto sector de un río tendremos truchas que comen solo pancoras, otras que rara vez suben a la superficie y patrullan el fondo en busca de ninfas, y muchas eligen la superficie donde el menú suele ser variado.

Estudiar como se mueven las truchas al comer cada tipo de organismo es muy importante ya que en pescas futuras si recordamos estos movimientos, al ver una trucha comer podemos predecir con bastante seguridad de qué se está alimentando aún sin verlo.

Mucho se ha escrito sobre el rise de una trucha en la superficie y sabemos que a determinada subida corresponde algún tipo de insecto. Debajo del agua sucede lo mismo, las truchas se mueven en formas diferentes para comer una páncora que para inhalar casi sin moverse una ninfa de Efemeróptero que deriva sin posibilidad de escape en la columna de agua.

El pescador de ninfas debe actuar cerca de los peces, por lo tanto es prioritario tener una idea clara de las capacidades visuales de las truchas y acorde con esto mantener un márgen de seguridad para ver sin ser descubiertos.

A diferencia de la mosca seca donde usualmente podemos mirar claramente a las truchas y lo que están comiendo, actuando con ninfas muchas veces tenemos que imaginar donde está la trucha y qué puede estar comiendo. Predecir esto acertadamente depende de conocimientos que hayamos incorporado en pasadas experiencias, conocirnientos que debidamente almacenados van formando una base de datos fundamentales para no actuar al azar, enemigo número 1 en la pesca con ninfas.

Todos comenzamos cambiando ninfa tras ninfa, utilizándolas como si fueran streamers, a la derivada, esto produce muchos fracasos mechados con alguna alegría que sólo sirve para esmascarar la situación. Al sacar algo todos piensan que con esto de las ninfas se saca poco y no se dan cuenta que están haciendo algo mal.

En mi caso durante mucho tiempo creí firmemente que las ninfas no eran el medio adecuado para tener muchos piques, hasta que me enfrenté a verdaderos pescadores de ninfas, que lanzaban poco prolijamente para nuestro gusto, no usaban el doble tirón y sacaban con ninfas cuanta trucha nadaba en el río.

Al darme cuenta que el burro era yo comenzé a devorar cuanto libro y artículo se me ponía a tiro, esto me dió una excelente base de todas las estrategias, técnicas y equipos existentes, pero lo más importante es que de golpe me convertí en un cazador de truchas, un predador sin ánimo de matar a la presa pero con la firme idea de usar todos los recursos disponibles para conocer a fondo al adversario y sus hábitos.

El primer paso para mejorar con las ninfas es olvidamos de tirar lejos, hay que dominar los lances cortos totalmente y sobre todo poder poner la mosca desde casi la punta de la caña hasta unos 15 metros en un círculo de unos 30 centímetros Como máximo.

A veces cuando veo probar cañas y la fruStración en las caras de loS que no tiran toda la línea pienso cuán equivocada Son las primeras lecciones que muchos reciben, donde sólo se trata de que tiren distancia.

Siendo guía de pesca diariamente me enfrento a magníficos lanzadores que no logran sacar una trucha pues no logran poner la mosca a menos de 2 metros del blanco en tiros cortos y medianos. Hay que practicar la puntería, de otra manera las ninfas y las secas nos estarán vedadas.
Retomando el tema, lo primero que tiene que hacer este pescador-cazador es conocer las diferentes estructuras de un río, la que llamamos leer las aguas.

Simplemente leer las aguas es poder predecir donde se ubicarán las truchas, o sea distinguir sus preferencias en cuanto a estructuras de agua particulares. En cada curso de agua las truchas tienen sus preferencias, que pueden variar de río en río.

Sin embargo hay un patrón básico que nos sirve de plataforma inicial en cualquier ambiente, ya este patrón la vamos formando reuniendo y recordando datos provenientes de diversas fuentes.

Como prefiero pescar ninfas en ríos, me perdonarán si no menciono los lagos. Estos son un tema amplio y escapan a las posibilidades de esta nota, los dejaremos para más adelante.

El primer paso para leer las aguas es poder diferenciar y reconocer en diferentes ríos las mismas estructuras, tales como: correderas bajas con fondos de piedras chicas, medianas o grandes; correderas de mayor profundidad con diversos fondos; pozones con sus cabeceras; colas y diferentes variantes; aguas chatas de variada profundidad y aguas con vegetación ya sea sumergida o cubriendo las orillas’ como los sauces y otros.

En cada río truchero del globo encontraremos repetidas una o muchas de estas estructuras y esto facilita la tarea de encontrar a las truchas una vez que sepamos en qué parte de cada estructura les gusta estar.

A lo largo de la temporada de pesca los diferentes niveles de agua hacen que una estructura se convierta en otra con la consiguiente migración de las truchas.

Nuestro objetivo es ir notando estos cambios para que en las siguientes temporadas con sólo mirar el nivel de las aguas podamos dar con el sitio adecuado.

Una vez que podemos distinguir y reconocer los diferentes tipos de aguas tenemos que determinar cuáles son los más elegidos por las truchas y no sólo cuáles sino qué parte de los mismos son ocupados realmente por las truchas. Aquí radica el secreto de por qué algunos pescadores sacan el mayor número de peces.

Estos saben que las truchas se concentran en un porcentaje muy pequeño de la superficie del río, y han descubierto exactamente donde se halla ese sector.

Los equipos modernos permiten largos lanzamientos sin mayor dificultad, y esto si bién es sumamente útil en ciertos tipos de pesca, no lo es pescando ninfas ya que nos tienta a tirar sin acercarnos lo suficiente.

Haciendo ésto nos perdemos de ver toda una serie de señales que podrían indicarnos claramente cómo pescar y pasamos a depender solamente de la fortuna.

Volviendo a los pequeños sectores ocupados por las truchas disponemos de varias formas para detectarlos. Obviamente la primera es la visión. Curiosamente gran parte de los animales de presa dependen bastante de este sentido para localizar a la víctima y elegir la estrategia para obtenerla.

Por supuesto que luego utilizan otras capacidades, pero la ubicación de la presa y el estudio de sus movimientos es fundamental para la captura.

Muchos pescadores fallan al no asumir realmente su papel como cazadores, no olvidemos que la trucha nunca se olvida de su rol de presa y mantiene todos sus sentido alerta. O sea que mientras el pescador descuidado se acerca al río sin mirar nada, ruidoso cual manada de búfalos y sin ocultar su figura -como si fuera invisible- está cometiendo un error fundamental que se paga con truchas en franca huída y magros resultados, achacados a la ineficacia de las ninfas o al poco apetito de las truchas.

La vista, el primer sentido que tenemos que entrenar, dándole todo el tiempo necesario, nos permite localizar muchos peces. No hace falta ver todas las truchas de un río para damos cuenta de su lugar preferido, solo con ver algunas y su modus operandi es suficiente para deducir el resto.

Toda ayuda para ver mejor es importante y decididamente ningún pescador, sobre todo de ninfas, puede pasar por alto los anteojos polarizados.

Este tipo de anteojos permite ver debajo de la superficie del agua eliminando casi totalmente los reflejos. Sin ellos es muy difícil ver a los peces o cuando lo hacemos ya es tarde.

Prefiero los de color ámbar o marrón que resaltan los verdes y otros colores facilitando la localización de las truchas. Es conveniente adquirir los de mejor calidad que nuestro bolsillo permita, ya que los tendremos puestos largas horas y cualquier aberración en sus lentes puede ocasionamos problemas en la vista y en el mejor de los casos un fuerte dolor de cabeza. Los buenos no solo polarizan la luz sino que bloquean todo tipo de radiaciones nocivas para los ojos.

Mirar un lugar comienza por un estudio a distancia, alejados de la orilla. Buscaremos sobre el agua signos de actividad de la truchas: una subida, salpicaduras, ondas, etc. Si la luz incide de manera adecuada, aún desde gran distancia lograremos descubrir a las truchas que se ubican cerca de la superficie, incluso las que están a media agua. Un pequeño binocular es de gran ayuda para este tipo de estudio.

Son muchos los casos en que lo observado de lejos nos indicará por dónde acercamos, ya veces lo que comen las truchas.

El segundo paso es un acercamiento mucho más cercano. En este momento entramos dentro de la zona de seguridad de las truchas y aquí pueden vernos o sentirnos fácilmente si actuamos incorrectamente.

Todos tienen alguna idea de la forma en que ven las truchas tanto dentro como fuera del agua. Se han escrito libros enteros sobre esto y los que han asistido a las charlas de Jorge Calandra sobre el tema se habrán dado cuenta que conocer el tema puede aumentar nuestras chances para engañar a las truchas.

Para los que no quieran indagar tan a fondo, basta con decir que cada trucha establece alrededor de ella una zona de seguridad ayudada por su vista y línea lateral capaz de detectar vibraciones anormales a su medio producidas por el pescador descuidado.

Penetrar esta zona alerta es posible si nos movemos lentamente, vestimos ropas que disimulen nuestra figura y caminamos sin producir ruidos. Sólo hay que usar el sentido común.

Mirar de cerca las truchas sin ser vistos permite descubrir qué están comiendo. A veces podemos ver claramente los insectos, aún ninfas sumergidas, y es muy pero muy importante ver cómo se comportan los peces a tomarlas. Cada tipo de ninfa es tomado de forma diferente y con cierta flexibilidad (por supuesto) podemos establecer patrones generales de movimientos de las truchas al comer distintos tipos de ninfas. En pescas futuras recordando cómo se mueven las truchas al comer podemos acertar bastante el tipo de ninfa adecuado.

Nuestros ríos ofrecen cientos de lugares donde ver las truchas es sumamente fácil, hoy todavía me asombro al pensar como durante mis primeros años de pescador de mosca no veía ni una. Evidentemente no es un problema de agudeza visual ya que antes tenía vista de halcón y ahora voy camino a los aumentos.

Lo cierto es que cuando mi frenesí por tirar lejos cualquier mosca al agua se calmó un poco, posiblemente porque la pesca fué tornándose difícil, comenzé a mirar a fondo abriéndose ante mí un panorama totalmente diferente, donde ya la trucha no viene misteriosamente sino que es elegida, estudiada y engañada usando la información que ella misma ofrece.

Grandes pescadores del pasado como Skues y Sawyer se dieron cuenta que la dieta de las truchas se compone mayormente de ninfas, y esto sigue siendo tan válido hoy como entonces.

Dentro de lo que llamamos ninfas hallamos muchos tipos de insectos que pasan parte o toda su vida en las aguas.

Un conocimiento de los insectos que habitan nuestros ríos es fundamental. No es necesario saber los nombres científicos, aunque ésto en mi caso es un atractivo más a los ya muchos de la pesca con mosca. Lo que sí debemos saber al menos es diferenciar una larva o pupa de caddis (Tricópteros), de una ninfa de stonefly (Plecópteros), o de una de mayfly (Efemerópteros), o de un crustáceo, para lo cual tenemos que ir a los libros. Cada uno de estos tipos de insectos está representado en nuestras aguas por diferentes familias, e hilando más fino podemos dentro de cada familia distinguir diversos géneros con sus diferentes especies.

A los fines prácticos de la pesca con ninfas usualmente no es necesario ir más allá de las familias pues entre ellas las diferencias morfológicas sí son importantes. Los géneros y especies a veces son muy parecidos, dentro de cada familia.

Cada familia de insectos en su estado de larvas o ninfas se mueven en su medio y eclosionan de manera diferentes, produciendo movimientos distintos y predecibles en las truchas al comerlas.

En mosca seca se ha estudiado y determinado con bastante certeza, que a ciertos insectos flotantes corresponde un tipo de rise o su bida peculiar. Ver Boletín Mosquero primavera 95 donde se trata ampliamente el tema. Con ninfas sucede lo mismo. Para cada tipo de la ninfa la trucha se comporta bajo el agua de una manera especial. Si comenzamos a mirar lo que pasa bajo el agua con detenimiento empezaremos a diferenciar las distintas formas de comer de las truchas ante cada tipo de insecto. Ver las truchas conlleva un poco de paciencia, pero una vez que comenzamos a descubrir algunas, nuestro ojo se va acostumbrando siendo cada vez más fácil localizarlas. Al mismo tiempo hay que tomar en cuenta qué insectos las rodean y como reaccionan al comerlos. Todo esto hay que irlo fijando
para el futuro. Con el tiempo, con sólo ver como se mueven ya qué profundidad, podremos determinar con alto grado de certeza que tipo de ninfa tenemos que usar y como. Hay veces que no podemos ver a las truchas y la única forma de localizarlas es pescando. Buscaremos aguas similares a las que en el pasado dieron resultados y usaremos ninfas que imiten las presentes en el lugar. No hay que cambiar de ninfa hasta agotar todas las posibilidades de uso de la misma. Me refiero a pescara diferentes niveles y con distintos tipos de derivas naturales.

Con cada ninfa nueva repetiremos el proceso hasta dar en el clavo. Algunos tiros en lugares que a nuestro juicio no valen la pena son necesarios para lograr un conocimiento acabado de cada lugar. Como la pesca no es una ciencia exacta, no siempre todo sale como en los libros, y de esta forma se descubren apostaderos de truchas en lugares insólitos.

Una forma de saltar escalones rápidamente en el conocimiento de un lugar es contratar un guía competente. Una vez hecho ésto, en lugar de pescar simplemente, hay que tratar de absorber los conocimientos del guía, que le han tomado cientos de horas en el río. Tenemos que preguntar Como en la escuela, y casi todos los buenos guías estarán encantados de compartir sus descubrimientos y teorías. De nosotros depende aprovechar al máximo esto de manera que al volver hayan incorporado un sinnúmero de técnicas y estrategias nuevas. Toda la información de pescadores locales es importante, y puede llevamos a buen puerto. Como vemos la pesca con ninfas no es solamente atar una Montana al leader, o una Bitch Creek y barrer el río. Hacer lo bien depende de una estrategia, que incluye conocer profundamente las aguas, y sus habitantes, así como sus modos a lo largo de la temporada.

Este pantallazo preliminar sobre algunos temas que considero muy importantes para el pescador de ninfas lo iremos ampliando en las próximas ediciones, donde trataremos a fondo todos los temas que les permitirán pescar ninfas con seguridad.

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Lineas de Moscas

Por Jorge Calandra

La frondosa oferta de líneas confunde al pescador de mosca que se inicia.

Recientemente me dediqué a contar las alternativas (sin incluir colores) que me presentaban mis catálogos en caso de querer comprar una línea 7. Encontré que podía elegir entre 102 propuestas.

Como otros tantos elementos de la pesca con mosca las líneas también han “sufrido” el efecto de comercialización llamado segmentación de mercado.

Parecería que dentro de poco nos van a ofrecer una línea para pescar los martes a la tarde de un día nublado y otra para usar en el solsticio de verano por pescadores de 80 Kg. de peso.

Si bien algunos de los efectos de esta atomización de la oferta realmente nos permiten pescar mejor -ampliando el ámbito de nuestra actividad- otros no nos aportan más que una gran confusión de alternativas.

Creemos conveniente pensar algunos conceptos básicos que podrán orientamos para proveemos sensatamente del equipo coherente con nuestras necesidades, sin caer en exageraciones que cuestan mucho dinero y nos entregan poco servicio.

FUNCIONAMIENTO

Las líneas sirven para lanzar la mosca hacia un punto determinado previamente y dictar en gran medida su comportamiento posterior. Así como la caña de mosca sirve principalmente para generar Energía Cinética (Ec) y transmitirla a la línea, la línea sirve primordialmente para transmitir esa Energía al leader y por su intermedio a la mosca.

Por supuesto, la línea cumple también otras funciones: amplía las curvas que queremos impartir entre la caña y el leader, contribuye al comportamiento de la mosca, nos permite “trabajar” al pez con la acción de la caña y pescar a la profundidad que queremos.

Hemos dicho que la misión básica de la línea es transmitir al leader la Energía Cinética generada por la caña. La reflexión sobre la fórmula de dicha energía nos ayuda a sacar conclusiones interesantes.

La fórmula es Ec=1/2mV2, donde m es la masa que se mueve y ves la velocidad con que lo hace.

Vemos que Ec es directamente proporcional a la masa del objeto (la línea) pero también lo es al cuadrado de la velocidad que le impartimos.
Si aumentamos la masa 10 veces (manteniendo la misma velocidad) la Ec aumenta también 10 veces.
Pero si aumentamos la velocidad 10 veces, la Ec aumenta ¡cien veces!.

Es por eso que apreciamos el efecto aparentemente desproporcionado del pequeño tirón del “double haul” donde aumentamos “un poquito” la velocidad.

Por supuesto, hay otros factores que afectan a la línea en el lanzamiento. La gravedad, que actúa sobre la masa (m) de la línea; la resistencia del aire, que adquiere niveles frustrantes con vientos fuertes de frente; el rozamiento (con pérdida de de velocidad) de la línea en las guías de la caña en la mano del lanzador.

Todos estos factores disminuyen la velocidad de la línea en su componente horizontal. Para tratar de mantener la Ec en los últimos momentos del lanzamiento, cuando la línea se ha “desenrollado” casi en su totalidad, es que -en forma similar al perfil del látigo- se reduce el diámetro de la línea en sus últimos tramos.

Si analizamos dos sectores contiguos del perfil decreciente de una línea (fig. I), vemos que la Energía Cinética prácticamente no ha disminuido, pero sí la sección (masa) de la línea. De acuerdo a la ecuación ya vista, el tramo de menor sección no tiene más remedio que aumentar su velocidad.
Recuerden que los primeros fabricantes de líneas fueron los productores de látigos para carruajes.

LANZAMIENTO

Para que la línea adquiera Energía Cinética hay que impartir Velocidad, -según hemos visto- ya que la masa es una cualidad inherente a la línea. No cambia la masa aunque esté guardada en un cajón.

Para esto es que se lanza la línea hacia atrás y hacia arriba y luego hacia adelante. El viaje hacia adelante es mejor cuando, a la acción de la caña hacia esa dirección, se suma algún componente de la fuerza de gravedad. La línea se desenvuelve deslizándose sobre un plano inclinado hasta agotar su Energía Cinética y caer al agua.

En el caso de moscas ahogadas (ninfas, moscas hundidas o streamers) conviene que la mosca caiga más rápidamente, para atravesar el escollo elástico del menisco. Cuando no queremos que se hunda, deseamos que caiga al haber agotado su Energía Cinética.

Estos diferentes comportamientos los conseguimos con la forma en que lanzamos (loops amplios o estrechos) y con la configuración de la línea (DT o WF).

La forma del lanzamiento excede el tema de esta charla. En cuanto al perfil de la línea, hemos visto que cuanto más gradual es la disminución del diámetro, tanto más fácil es mantener (o controlar) la Energía Cinética. Podemos hacer que la línea y elleader agoten su energía un instante antes de tocar el agua y la mosca caiga suavemente sobre la superficie. Una línea con reducción gradual de su diámetro es mejor para moscas que no deben atravesar el menisco.

Otra línea con abrupta disminución de diámetro nos permite terminar el lanzamiento con mucha velocidad remanente, ideal cuando la mosca debe hundirse.

Obviamente estas dos configuraciones conllevan el hecho que en el primer caso la línea, el leader y la mosca no perturban demasiado la superficie; en el segundo, el contacto con el agua es más violento. Estas diferentes consecuencias condicen perfectamente con los objetivos de la pesca en superficie o abajo de ella.

En el primer caso, la mosca debe posarse suavemente y cerca del pez para evita el “drag”. En el segundo, la mosca se posa lejos para que alcance a hundirse antes de llegar a él.

Antes de dejar este tema, recordemos que un modo de “gastar” rápidamente la Energía Cinética es permitir que la línea arrastre su propio peso, aflojando la presión que ejercemos sobre ella con los dedos. Es lo que llamamos hacer “shooting” y alarga el lanzamiento. Por el contrario, cuando frenamos la línea apretando los dedos, también agotamos Energía Cinética pero antes se produce un rápido aumento de la velocidad del extremo por inercia. Es casi como un medio “haul” y la más cercano al efecto de látigo, y podemos usarlo cuando queremos aumentar la violencia con que la mosca llega al agua.

CONTRUCCIÓN

En la actualidad la enorme mayoría de las líneas constan de un núcleo o alma y un recubrimiento.
Núcleo: La enorme mayoría de los núcleos actuales son de material sintético trenzado de diámetro constante. Con la aparición de las líneas sintéticas en 1947 (Cortland), se usó nylon para las de flote y poliéster para las que debían hundirse. Posteriormente se han introducido otros sintéticos y otras construcciones, tratando de adaptar el comportamiento de las líneas a las demandas cada vez más grande de usos especiales.

Hoy se hacen núcleos tejidos de nylon (la mayoría), poliester, Kevlar, monofilamento de nylon y hasta algunos sectores de la misma línea construidos con monofilamento de diámetro variable (como si fueran un largo y grueso leader).

Recubrimiento: Así como dijimos que la mayoría de los núcleos son de nylon tejido la mayoría de los recubrimientos son de PVC (Cloruro de polivinilo) en diferentes formulaciones. El comportamiento de la línea en el agua se consigue modificando la densidad y su formulación. Si debe flotar, se apela al agregado de sustancias hidrófobas (repelentes del agua), pequeñísimas burbujas de aire y materiales con peso específico menor que el agua. Si se quiere que la línea -o parte de ella- se hunda, se usan materiales con mayor peso específico que el agua, como agregar al compuesto de PV.C pequeñas cantidades de metales pesados o introducir un fino hilo de plomo en el núcleo.

De acuerdo a la configuración de la línea los más comunes actualmente son: Double Taper (DT), Weight Forward (WF), Triangle Taper y Shooting Head. De acuerdo a su peso específico, las líneas pueden ser Floating (F), Sinking (S), Wet Tip (F/S o WT).
Analicemos primero la configuración.

CONFIGURACIÓN

Llamamos configuración al perfil que tiene la línea independientemente de su peso específico. Teniendo en cuenta lo que hemos hablado sobre Energía Cinética, analicemos algunas líneas graficadas en la Fig. 2.

Allí se muestra un perfil en rigurosa escala longitudinal, y refleja mediciones hechas sobre líneas reales, llevadas a cabo con un medidor de espesores de gran precisión.

La Cortland DT nos muestra una línea fabricada alrededor de 1970. Estas líneas llevaban todavía el arrastre de las líneas de seda donde el extremo final era muy largo -en este caso 1 metro- ya que el leader de seda (Gut) se deterioraba rápidamente y al cambiarlo seguido se acortaba rápidamente este tramo de la línea. Es por eso que hasta no hace mucho se aconsejaba cortar unos 50 cm. antes de empatillar el leader de nylon.

En las líneas actuales el tramo fino del extremo es mucho más corto, y no debe acortarse.

Volviendo a la Cortland 444 DT, su perfil dió origen al término “cola de ratón” y sus dos extremos iguales (como las de seda) permite darlas vuelta al deteriorarse el extremo que se pesca. Su largo declive hasta llegar al tramo de grosor uniforme (5 metros) hace que la mosca llegue suavemente y con gran precisión al final del recorrido, aunque conspira contra la distancia máxima posible. Para lanzamientos hasta 15 metros y para realizar “roll casts” es ideal.

El caso opuesto es el de las otras Cortland (Bass Taper, Salt Water) y la radical “Shooting head” de Teeny.

Su concentración de peso adelante y abrupta conicidad entregan la mosca en forma bastante violenta, pero permiten usar moscas pesadas o con marcada resistencia al aire.

Es el concepto de la Nymph Taper de Scientific Anglers, ,donde-la abrupta conicidad anterior facilita lanzar ninfas cargadas y dar vuelta correctamente leaders con plomos o “strike indicators”. Su conicidad posterior, mucho más gradual, facilita el “mending” del tramo, de un largo total de 17 metros.
El extremo, más grueso que el de otras líneas, facilita su obsevación en el agua y prolonga su flotación.

La Wulff Triangle Taper, con su diseño totalmente original, se comporta básicamente como una WF en cuanto a alcanzar distancia, pero su perfil constantemente decreciente entrega la mosca con delicadeza y facilita el “roll cast”. Creo que es lo más cercano a una línea para todo uso.

En cierto modo, la comunidad de pescadores de mosca está disfrutando la globalización de los mercados. El enorme tamaño de la demanda en Estados Unidos ha motivado una cantidad muy grande de líneas de uso muy especializado.
Antes de comprar una línea, debemos evaluar muy honestamente nuestras preferencias, gustos y limitaciones.

Hay pescadores para quienes su satisfacción consiste en lanzar lo más lejos posible un streaner tamaño 2 ó 4. Nunca deberían comprar una Double Taper, sí una Weight Forward, y hasta deberían considerar una Shooting Head o por lo menos una Salt Water.

Si, por otro lado, el tipo de pesca se concentra en pescar con moscas pequeñas (especialmente secas), a truchas que se vean ya una distancia no mayor de 15 a 20 metros, no tiene sentido usar ninguna de las líneas anteriores. Aquí es importante la precisión y delicadeza, con la posibilidad de roll-casts. Lo obvio es usar una Double Taper (DT) o a lo sumo una Triangle Taper de Wulff.

PESO ESPECÍFICO

Anteriormente dijimos que las líneas pueden ser Floating (F), Sinking (S) y Wet Tip (F/S ó WT).

También mencionamos que las Floating están construídas para flotar lo más fuera del agua que puedan durante el mayor tiempo posible. En este tipo no hay gradaciones. O flotan o no flotan. El gran enemigo de estas líneas es la filtración de agua al núcleo. Recordaremos este punto cuando hablemos del Mantenimiento.

Las líneas Sinking (S) se presentan, debido a las sutilezas del uso especializado, en muchos tipos diferentes que, básicamente, representan la velocidad con que se hunden.

Los últimos adelantos en este tipo de línea están dados por las Intermediate (que se hunden muy lentamente y de este modo evitan la acción del viento) y las Uniform Sink, con el peso variable p~,que el extremo se hunda un poco más rápido que la parte posterior más gruesa (aproximadamente 1 cm/ segundo más rápido).

Generalmente cada fabricante tiene unas 10 diferentes velocidades de hundido.

Los valores extremos van de 3.5 cm/seg. en el caso de la Intermediate WF a 25 cm/seg. para la Deep Water Express 800 Grains, las dos de Scientific Anglers.

Con semejante refinamiento en la oferta de diferentes velocidades de hundido, el pescador puede tener líneas que respondan a todas sus necesidades, desde pescar ríos calmos y poco profundos, a ríos importantes, tumultuosos y lagos de gran profundidad.

UTIlJZACIÓN

Aparte de la utilización de las líneas que hemos esbozado en l¡ls secciones anteriores y que está dictada por las características (configuración y peso específico), nosotros podemos refinar aún más su uso, empatillando sectores de diferentes líneas. Recordemos que los grandes adelantos actuales fueron originados por líneas “armadas” artesanalmente por lanzadores de concursos y pescadores con necesidades específicas sin respuesta en el mercado.

El detalle de cómo empatillarlas excede el alcance de esta charla, y puede aprenderse fácilmente en varios manuales.

También podemos construir pequeños lazos en el extremo de la línea, y conectarle tramos cortos de líneas “sinking” de diferentes densidades, construyendo de este modo una reserva de líneas “Wet Tip” de variados largos y velocidad de hundido.

Recordemos que la clasificación por peso de las líneas está referida al peso en gramos de los primeros 9 metros. Si mi modo de lanzar y la caña que uso se optimizan con una línea 7, esto quiere decir que los primeros 30 pies (9.15 mts.) pesan entre 177 y 193 gramos con un standard de 185 gramos, o 6.2 gramos por pie. Mientras el tramo que está afuera de la caña y la hace trabajar pese entre 177 y 193 gramos, la caña trabajará bien.

Piensen que la solución es ideal. En lugar de llevar dos o tres carretes con diferentes líneas, llevaremos en el chaleco un librito con 3 ó 4 trozos de líneas diferentes, que me permitirán pescar secas, emergeos, ninfas o streamers en riachos, ríos y lagos. Lo único que hay que recordar es la fórmula siguiente:
Largo a usar- 30 x peso a usar (por pié) peso nonnal (por pié) La longitud del resultado será en pies (1 pie=30,5 cm) y el peso deberá usarse en granos, información que viene así expresada en los envases de las línea.

Un comentario, al pasar, sobre las línes DT. No tiene sentido ocupar la casi totalidad del carrete con un “backing” muy caro que, además, casi nunca se usa.

Cortemos la línea por la mitad (a la caña no le importa) y empatillemos el “backing” a la parte más gruesa. Recordemos que si estamos usando una línea DT es porque pescamos cerca, hacemos “mending” para compensar el arrastre de la corriente y usamos “roll casts”. ¿Para qué queremos 30 metros de línea en ese tipo de pesca?

A diferencia de las viejas líneas con núcleo de seda, los núcleos de las líneas actuales son casi indestructibles. Por lo tanto, la mayoria de los cuidados se centran en los recubrimientos plásticos.

Como todos los plásticos, sus mayores enemigos son los rayos ultravioleta y el calor. La luz del sol genera estos dos enemigos. No dejemos nunca las líneas expuestas, innecesariamente, al sol. No las guardemos en el baúl del coche, en la guantera o contra las ventanillas. Cualquiera de estos lugares puede llegar fácilmente a los 50° C en verano.

Mantengamos las superficies de la línea tal como las compramos. Es importante que la línea se deslice por las guías con el menor frotamiento posible.
Usemos antes de cada sesión de pesca los varios compuestos que se ofrecen en el mercado para ayudar su deslizamiento.

Cuidemos que las guías no tengan rebarbas o canales (pensamos en la acción constante del “double haul”). La mejor prueba es deslizar, ida y vuelta, un trozo de media de nylon por las guías. Cualquier enganche se notará enseguida, y puede trabajarse con un papel de esmeril sumamente fino o las pequeñas chairas con que se retocan los anzuelos. Llevemos estas ayudas en el equipo que queda en el auto o la hostería.

Las líneas pierden plastificante a través del tiempo y se hacen duras y quebradizas. En el mercado se venden plastificantes que se aplicarán, sobre las líneas limpias, una vez que termina la temporada. No confundir los plastificantes con los lubricantes.

Estos últimos, mencionados anteriormente, se usan, por lo menos, todos los días ya veces más. Su uso depende de la velocidad de la corriente y de la violencia con que se desprenda del agua, del “double haul” y de la longitud que se haga “shooting”. En una palabra, de cuánto se pierda por frotamiento.

Como el núcleo se estira menos que el recubrimiento plástico, se debe tener cuidado al estirar las líneas para “sacarles memoria”, sobre todo las “floating”.

Si se resquebraja el revestimiento, el agua penetra por las finas rajaduras y, si bien no afecta el sintético del núcleo, el agua que se filtra adentro conspira conta la flotación de la línea.

Obviamente, esto no es problema en las líneas “sinking”, aunque aumenta la velocidad de hundido.

La penetración del agua al núcleo también debe evitarse en la punta, donde va unido el “leader”. Por eso es mejor un lazo que el “nail Knot”.

En caso de usar este último, recubramos con “Poxiram” o “Suprabond” también el extremo de la línea, no solamente el nudo propiamente dicho.

Por último, debemos cuidar no pisar la línea. El pellizco contra la arena o una piedra origina rugosidades en el plástico, aumentan al frotar contra las guías, desgarrandolo eventualmente.

Con estos comentarios terminamos esta charla, que reanudaremos con algún otro tema que les interese.
Hasta la próxima.

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