Boletín Mosquero 20

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Noticias y servicios

Nuevos socios

Damos la bienvenida a los nuevos socios que se han incorporado a la AAPM en el último trimestre. Ellos son:
Marcelo F. Calviello
Jorge Altenburger
Carlos Bonastre
Ricardo Vega
Pedro Quiroga
Gustavo Feldman
Antonio María Linch
Horacio Sebastián Bogetti
Raúl Brea
Horacio C. Spaccavento
Roberto E. Alba
José Lalor
Isidoro Montoreano
Daniel Riesgo
Ronaldo Maciel

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Asamblea Anual

La Asamblea Ordinaria de socios tendrá lugar el día 26 de octubre a las 19 hs. en la sede social, con el objeto de tratar la memoria y balance del ejercicio finalizado el día 30 de junio de 1995.

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Cena de Principio de Temporada

La tradicional cena de principio de temporada tendrá lugar este año el día 2 de noviembre en la Asociación de Criadores de Caballos de Pura Sangre de Carrera, sita en Av. Pte Quintana 191, a las 20.30 hs. Todos los socios y sus familias quedan cordialmente invitados. En esa ocación sortearemos el hospedaje completo para dos personas por dos días en la Estancia “Puerto Lussich”, en Quillén, donación de nuestro consocio Mario Lussich.

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La trampa del arroyo Pocahullo es noticia en Japón

El diario Hokkaido Shimbun de Japón ha publicado un artículo sobre la futura trampa de peces del arroyo Pocahullo.
Su interés se explica por la participación que tendrá en el proyecto la Agencia de Cooperación Internacional del Japón, y por tratarse de un periódico que se edita en una región donde funcionan trampas similares a la proyectada.
Como puede apreciarse, compartimos la página con Mafalda, una celebridad argentina.

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Primer encuentro de pescadores deportivos de salmónidos

La Dirección de Pesca de Río Negro juntamente con la Asociación de Pesca y Caza Nahuel Huapi organizan un congreso de pescadores deportivos de salmónidos a realizarse en Bariloche entre los días 8 y 10 de Noviembre. Además de los pescadores y asociaciones que los nuclean, participarán del evento guías, prestadores de servicios, científicos y funcionarios responsables de la administración del recurso.
Dentro del marco del encuentro habrá conferencias, mesas redondas, cursos de atado, videos y exposición de artículos de pesca. A la finalización del evento se han previsto excursiones de pesca para los días siguientes, ya que se trata del fin de semana de inicio de la temporada.
El precio de la inscripción es de $ 50 para socios de instituciones que agrupan a $ 80 para no socios. Informes e inscripción en Elflein 10 (8400) San Carlos de Bariloche, tel/fax 0944-25160.

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Pesca en el Lago La Plata y sus alrededores

Cuando decidimos una conferencia sobre el lago La Plata, no teníamos ni idea sobre el interés que la misma ocasionaría. Evidentemente muchos mosqueros están ávidos de levar anclas hacia nuevos destinos. Esto nos pone en la obligación de transcribir algo de la conferencia, para que todos aquellos que no pudieron asistir tengan la oportunidad de compartir un lugar de pesca, que pese a la remoto para los que moramos en esta city, no deja de ser una alternativa realmente interesante y renovadora.

Los que pescamos con mosca en general, somos bichos de costumbres. Una vez que nos aquerenciamos con un sitio de pesca, no la dejamos hasta gastarlo. Esto sin duda tiene su lado positivo y su lado negativo.

Frecuentar siempre un mismo lugar permite conocerlo profundamente, y esto cimienta conocimientos muy importantes para crecer como pescadores. Sin embargo, la gran aventura que significa explorar lugares remotos también es algo a tener muy en cuenta.

No olvidemos que una parte fundamental de la pesca es la impresión de la naturaleza en nuestros sentidos, y el frecuentar mucho un lugar puede adormecer nuestro asombro.

Todavía conservo frescos en mi memoria, los sentimientos que me produjo ver por primera vez el Sur con sus imponentes escenarios. Por esto nunca dejo de aventurar en sitios alejados. En mi persona volver a sentirme como un pionero es en muchos casos más importante que sacar pescados.

En la zona del lago La Plata ví colmadas todas mis expectativas, y espero que lo experimentado no pase a ser un recuerdo para contar, sino algo que perdure en el tiempo, para uso y goze de otros.

Llegué al lago La Plata contratado por un grupo de personas que planean la construcción de una hostería para pescadores en una de las bahías del lago, denominada Bahía Arenal, en la margen Sur.

Mi misión era estudiar todas las alternativas y posibilidades de pesca en el lago La Plata, el río Unión, y de alcanzar el tiempo, en el lago Fontana y el río Senguer.

También formaría parte de la expedición un biólogo americano, encargado de realizar un informe sobre el estado de los peces, y posibles soluciones si es que encontrábamos algún problema.

Una vez arribados a Bariloche la mayor parte del grupo volaría hasta Alto Río Senguer en avioneta. Por mi parte elegí realizar el viaje manejando una camioneta 4×4. El pobre biólogo, pensando que solo eran unas horitas de buen camino se ofreció a ser mi copiloto. La idea de hacer solo el viaje
no me agradaba por lo que decidí no aclararle mucho el panorama y más bien le doré un poco la píldora sobre las maravillas que veríamos en el camino.

Cargamos algunas vituallas y partimos rumbo a Esquel por la ruta 258. Esta ruta pasa por el Bolsón, Hoyo de Epuyén, y un poco al sur nos desviamos para encontrar la ruta 40. Para los que viajen con tiempo conviene en vez de tomar la 40, entrar por los lagos, ruta 71, donde podemos pescar en el Cholila con su río Carrileufú, en el lago y río Rivadavia, o en el Arrayanes y el lago Futalaufquen, sin olvidar la laguna Larga y sus marrones para llegar finalmente a Esquel.

Como dije, al Sur de Epuyén nos desviamos por la 40 y recorrimos la misma bordeando por el Este los cordones de Leleque y Esquel cuyas altitudes llegan a los 2300 metros, separan la zona boscosa hacia el Oeste, de la estepa patagónica hacia el Este.

Al llegar a la altura de Esquel viramos aún más hacia el Este, siempre por la 40 rumbo a Tecka, durante muchos kilómetros orillamos el río Tecka, aunque lamentablemente no pude hacer unos tiritos en este interesante cauce bien poblado de sauces. Según lo averiguado, en sus aguas abundan las fontinalis y arco-iris de tamaño discreto, parece ideal para intentar con equipos 3 y 4. Sin duda en mi próxima visita a la zona no dejaré pasar este río sin mojar unas moscas.

A la altura de Tecka podemos desviarnos hacia el río Corcovado, famoso por las arco iris y fontinalis que se obtienen, no fácilmente por cierto, pero que las hay, las hay.

Seguimos hacia el Sur buscando la localidad de Gobernador Costa, un poco al Sur de esta hay que dejar la 40 para no destruir el auto y tomar la ruta 20 hasta La Laurita, donde hay nafta.

Siguiendo más al Sur hacia los Tamariscos, encontramos un camino nuevo que nos lleva directamente hasta Alto Río Senguer, aparentemente ruta 56. Desde Bariloche hasta Alto Río Senguer el camino es aceptable, por tramos pavimentados y en otros consolidado en buen estado, la peor parte tal vez es la que está entre Bariloche y El Bolsón, pero creo que en breve esto será historia y tendremos pavimento, por lo que se acortará bastante el viaje.

Una vez que llegamos a Alto Río Senguer, nos desviamos hacia el lago Fontana y La Plata, el mal llamado camino, pues en realidad es una huella muy deteriorada, fué el último obstáculo que tuvimos que vencer. Por supuesto no había carteles de ninguna índole que iluminaran al pobre viajero, que en plena noche tal como nos ocurrió a nosotros, tuviera alguna dudita sobre qué camino seguir, cuando a cada rato aparecen cruces de ignotos caminos ante los ya inservibles ojos.

Cuando ya nos creíamos irremediablemente perdidos, y francamente dispuestos a esperar el alba en la camioneta, llegamos al lago Fontana. A partir de este hallazgo, lo demás fué un juego de niños, y es así que luego de 12 horas desde nuestra partida de Bariloche, por fin llegamos a las cabañas situadas en el río Unión, vínculo entre el lago Fontana y el lago La Plata. En esta cabañas propiedad del señor Juan Carlos Brondo, nos esperaba el resto del grupo, quienes muy preocupados por nuestra suerte dormían profundamente.

Rápidamente junto con un biólogo desecho por la paliza del viaje descargamos los petates en una de las cabañas y nos dormimos de inmediato, con la tranquilidad de haber llegado.

La mañana se mostró espléndida, algo no tan comÚn para la zona que suele tener mal tiempo, pero por lo visto la suerte nos acompañaba. Ya reunido el grupo en el comedor donde desayunamos para acumular energías, se decidió el plan para el día. Un día sin viento y con las aguas del La Plata en calma no iba a ser desaprovechado, por lo que saldríamos a recorrerlo en bote, probando algunos lugares, sobre todo el fondo del lago donde desemboca un río pequeño pero bien poblado de fontinalis.

El lago La Plata es un lago grande, para recorrerlo es necesario contar con una embarcación muy marinera ya que los cambios de tiempo son bruscos y pueden hacernos pasar un mal rato con equipo inadecuado.

Nosotros contábamos con un semirrígido grande bien motorizado, con el que no tuvimos problemas aún en momentos de viento fuerte.

Salimos para el fondo de un pequeño muelle situado en el nacimiento el pintoresco río Union,en el lago La Plata, navegamos bordeando la margen Sur hasta llegar a una angostura formada por la punta de la península Huemul, que proveniente de la margen Norte se interna en el lago casi partiéndolo en dos. Tras pasar la angostura y sobre la orilla Sur arribamos a la bahía Arenal, sitio de la futura hostería.

En la bahía desembocan una serie de arroyos, uno de los cuales bastante mayor que los otros puede ser pescado perfectamente con un equipo liviano. Este arroyo lo remontamos un poco pero no encontramos demasiado pique, posiblemente no era el momento.

La zona de la bahía sin embargo se mostró increíble, los veriles están tan cerca de la orilla que casi no hace falta entrar al agua, abundan los mantos de algas hasta cierta profundidad y debo decir que lograr piques de fontinalis es asombrosamente sencillo, basta tirar algo al agua para que varias fontinalis suban a investigar el origen del ruido.

Se me ocurrió batir el agua con la puntera de la caña y 4 fontinalis rapidamente trataron de morderla, sin prestar atención a mi persona.

En la misma bahía tirando desde el bote hacia loveriles, se sucedían los piques tiro a tiro, y si bien el tamaño de las fontinalis raramente llegaba al kilo, la cantidad y el hecho de poder tentarlas con diferentes tipos de moscas y equipos fué una experiencia muy interesante.

Ya en esta bahía el biólogo comenzó a estudiar los ejemplares que para tal propósito tuvimos que matar.
El estudio consiste en extraer los otolitos (piedritas de carbonato de calcio del oído), con los que se puede determinar la edad exacta de las truchas. Junto con los otolitos se extraían escamas y se analizaba el contenido intestinal de los peces, así como su estado general.
Es indudable que en el lago hay una superpoblación de truchas fontinalis.

Muchas de tamaño chico tienen edades avanzadas y hay una gran competencia por los alimentos, por esto el pique es tan descuidado.
No obstante pese a no ser enormes, no son flacas y utilizando equipos livianos la pelea es muy buena.

A partir de la angostura el lago se calma bastante aún los días malos. Nosotros llegamos al fondo del lago paseando por lo planchado. Ya en el fondo el espectáculo es grandioso, se ven claramente los picos que rodean el lago siempre nevados, en todo el fondo del lago la frontera con Chile está muy cercana, a menos de 10 kilómetros, y el límite en este sector son las altas cumbres.

En el fondo del lago desemboca un río de tamaño similar al Mamuil Malal en Junín, por lo tanto muy pescable. Decidimos remontar el río lo más posible y bajar pescando hasta la bahía. Realmente el río es muy bonito, rodeado por bosques de lengas de inmensos troncos a cuyos pies se extiende un sotobosque de copiosos helechos, que dificultan el andar si no salimos de las sendas de caballos que no abundan.

La zona tiene algunas explotaciones madereras y salvo sus rastros, no se ven otras señales de permanencia humana.

Caminamos el curso un tramo considerable antes de tirar nuestras moscas al agua, cosa harto dificil pues en cada corredera y pozón veíamos truchas comiendo a montones. No sacamos nada grande pero la cantidad de fontinalis que tiene este río es asombrosa. Casi todos los tiros una media docena se pelea por la mosca, y la que finalmente toma es mordida por otras, que tratan de sacarle el bocado. Probamos con todo tipo de moscas, y lo más efectivo fueron pequeños y tradicionales streamers como el Little Rainbow Trout, Black Ghost, Mickey Finn, Light Edson Tigery Zonkers. Entre las secas se destacaron las caddis con pelo de ciervo que patinando sobre el agua lograban mejores resultados, ya que evidentemente las fontinalis responden muy bien a todo lo que presente colores llamativos o movimiento.
No encontramos en el río rastros de truchas arco iris.
Al igual que en la bahía Arenal hasta el momento nos eran esquivas.

La siguiente parada la hicimos ya en la margen Norte, bastante cerca del fondo, donde hallamos otro arroyo que desembocaba en el lago formando un amplio banco de arena volcánica cubierto de algas. En esta zona obtuvimos la primera arco iris) de alrededor de un kilo y medio, muy bonita y bien formada, pero fue la única ya que todas las demás fueron fontinalis hasta 2 kilos, muy dispuestas a engullir cualquier streamer.

Continuando por la margen Norte entramos a la bahía formada por la península Huemul, posiblemente la zona más hermosa del lago, la vegetación llega hasta el mismo borde de las aguas, abundando los troncos sumergidos y todo tipo de algas. Hay infinidad de lugares para detener el bote y pescar vadeando. Los veriles cercanos facilitan esto, y tal característica parece ser una constante en este lago, la que facilita la pesca, ya que no hace falta tirar largo para llegar a los peces. Es más, casi todos los piques son a metros del pescador con poco más que el leader fuera.

Al fondo de esta bahía se encuentra un laguito de ensueño, llamdo Sataraí. Allí sacamos las fontinalis de mejor tamaño, 2,5 kilos, y como en todos los demás sitios el pique era constante. Lamenté no haber llevado un belly boat, sin duda en el Sataraí me hubiera divertido en grande. De todos modos se la puede recorrer sin problemas a pié, aunque en varios sectores hay que pescar con roll, por la cercano del veril y la gran vegetación.

Cerca del Sataraí, en la bahía anterior sacamos varias arco iris, la mayor rondaría los 3 kilos, nada para el asombro pero por lo menos parece que no han desaparecido del lago. El lago La Plata fué famoso por sus arco iris, pero por alguna razón su número’ ha ido bajando lo mismo que su taIla, y hoy en día solo se consiguen con cierta seguridad al comienzo de la temporada, especialmente en la boca de río Unión.

No puedo detallar todo lo recorrido en el La Plata pero resumiendo lo considero un lago altamente interesante ya que en el conjugan una serie de características de mucho valor. La naturaleza se muestra en todo su esplendor, con montes nevados aún en pleno verano, bosques casi impenetrables, arroyos por todos lados y amplios litorales con perfectas estructuras para el pescador, veriles muy accesibles y un pique de fontinalis entre 300 gs. y 2 kilos sostenido en casi todo el lago. El único impedimento puede ser el tiempo, la temperatura en la zona es bastante más baja que lo que acostumbramos los que visitamos el área de Junín y San Martín, y tanto al comienzo como en el fin de la temporada el mercurio puede descender a niveles preocupantes. El viento azota la zona regularmente, y el lago se pone feo los días en que sopla fuerte, pero hay muchos sitios para pescar sin embarcamos, basta con recorrer la margen Norte por un camino de aserraderos, mejor en un 4×4, y luego caminar un poco para acceder a innumerables bahías reparadas donde es posible pescar a lo grande.

Desde el punto de vista biológico el lago tiene una superpoblación de fontinalis, hay gran competencia por la comida y por esto los tamaños se estancan alrededor del kilo y medio, siendo raros los ejemplares superiores a los 3 kilos. Un pescador promedio puede facilmente sacar unas 100 truchas por día, pero solo el 100/0 superará el kilo. En mi caso y para todos los que piensen que no es importante el peso sino la experiencia de algo novedoso, el lago La Plata tiene mucho que ofrecer. Sin duda para un principiante es un paraíso, o para ir con nuestros hijos pequeños, con la seguridad de que no saldrán frustrados como en muchos otros destinos, difíciles para ellos.

Las soluciones para lograr que aumenten los tamaños son de dificil implementación, pues tanto reducir la población de fontinlis como introducir especies forrajeras presentan problemas de implementación.

En mi opinión hay que dejar que el lago se estabilize solo, en esto la naturaleza es experta. Lo malo es que para los parámetros humanos a veces es un poco lenta.

En otra oportunidad continuaremos con el lago Fontana, el río Unión y el Senguer, ambientes muy interesantes y poco frecuentados por los pescadores de estos pago. Solo me resta decir que recomiendo verdaderamente comenzar a recorrer lugares nuevos o poco conocidos, donde nos encontraremos con agradables sorpresas, para la caña y espíritu y tal vez sentiremos la que experimentaron los primeros mosqueros que recorrieron el por entonces agreste Junín.

DATOS UTILES
CABAÑAS y HOSTERIA HUENTE-CO (Rio Union) – Juan Carlos Brondo
Tel. y Fax ; 0967-61878- Radio Teléfono; 0967-34963964/ (Pedir Lago Fontana)


Es mejor perder una trucha que agotarla.
D. Martin

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Whirling disease

CONSERVACION

METODOS DE PREVENCION

En el Boletín Mosquero de Invierno pasado informamos de la aparición de un brote de Whirling Disease, o enfermedad giratoria de las truchas en el Estado de Montana, y del potencial peligro de que la epizootia llegue a nuestros ríos y lagos por contagio a través de los pescadores que vengan a la Argentina después de pescar en esas aguas.

Tal como anunciamos en ese artículo, nos hemos dirigido a diversos centros de estudio y conservación de peces de los Estados Unidos, que nos remitieron folletos y datos sobre lo que se conoce de la enfermedad, sus formas de contagio y medidas de prevención.

Como la forma más frecuente de contagio -aunque no la única- es la incorporación de peces enfermos, es obvio recomendar a las autoridades y piscicultores que extremen los cuidados para que las partidas de peces que se importen cuenten con los certificados sanitarios expedidos en sus países de origen, y aún así que su salubridad sea controlada muy especialmente cuando lleguen a nuestro país.

En cuanto quienes hayan pescado en lugares afectados por la epizootia, hemos confirmado que las suelas de fieltro de botas y botines y los waders son los vehículos más probables de trasmisión de la enfermedad. El método de profilaxis consiste en lavarlos prolijamente con agua y jabón, para sacarles todo vestigio de barro y luego sumergirlos en una solución de agua lavandina comercial diluída en dos partes de agua. Luego es necesario enjuagarlos y ventilarlos para evitar que la lavandina entre en contacto con los ambientes de pesca, ya que los peces. son extremadamente sensibles al hipoclorito de sodio.

Estas simples medidas deberían ser tomadas por todos los pescadores que vienen del exterior, sean argentinos o extranjeros, independientemente del lugar donde hayan pescado y de tiempo que haya transcurrido desde que lo hicieron por última vez, ya que las esporas de Myxobolus cerebralis son muy resistentes y tienen larga vida. Aconsejamos no discriminar sobre el lugar donde han pescado, ya que la enfermedad ahora tiene escala mundial, afectando la mayoría de los países de Europa, 19 estados de la Unión y recientemente parece haberse producido un brote en Nueva Zelanda. Carecemos de datos sobre Chile, pero en vista del desarrolló del mal, creemos prudente no excluir a quienes han pescado en ese país de las medidas sanitarias propuestas.

Recordemos que una vez establecida la enfermedad no existen medidas curativas, debiéndose esperar la evolución de generaciones futuras resistentes al mal.

La Asociación Argentina de Pesca con Mosca se ha dirigido a las autoridades de todas las jurisdicciones patagónicas para que dispongan la obligatoriedad de estas medidas para todos los pescadores que llegan del exterior. Pero con esto no basta: es necesario que todos contribuyamos a preservar la salud de nuestros salmónidos cumpliendo y haciendo cumplir con el lavado y desinfección de botas y waders. Los guías de pesca y dueños de hosterías tienen una responsabilidad especial, pero todos los pescadores podemos cola.
borar, difundiendo la necesidad de aplicar las medidas sanitarias antedichas.

TRAMPA DE PECES EN EL ARROYO POCAHULLO

El 30 de junio pasado se celebró un convenio entre la Municipalidad de San Martín de Los Andes, la Subsecretaría de Producción Agraria de la Provincia del Neuquén y la Asociación Argentina de Pesca con Mosca para desarrollar, construir y operar una trampa de peces en el arroyo Pocahullo.La tecnología constructiva y de operación será aportada por el Centro de Ecología Aplicada, dependiente de la referida Subsecretaría, y cuenta con el aporte del gobierno del Japón, que ya ha enviado un técnico al emplazamiento. La construcción y operación de la trampa quedará a cargo de la Municipalidad, y la Asociación aportará ciertos elementos constructivos, cordinará el aporte del Sector Privado de otros materiales y se ocupará de la difusión del proyecto a nivel nacional.

Hay varios aspectos que vale destacar: la trampa impedirá la depredación de que actualmente son objeto los reproductores que remontan el arroyo y la tecnología de la trampa es novedosa en nuestro país, ya que consiste en un molino impulsado por la corriente.

Pero lo que creemos más importante es la modalidad cooperativa que inaugura este proyecto: por primera vez protagonizamos un convenio que vincula al Sector Público provincial y municipal con el Sector Privado, en este caso los suuarios del recurso, para promover una obra de conservación. De esta manera, un organismo no gubernamental ha podido promover una idea y cóncretarla juntamente con las autoridades locales, haciéndose cargo de una parte importante del esfuerzo.

En los próximos números mantendremos informados a nuestros lectores del progreso del proyecto, y tan pronto como se conozca públicaremos el listado de materiales que se requieren para materializarlo. Estamos seguros que tanto nuestros asociados como quienes están interesados en la preservación del medio ambiente prestarán su generosa colaboración.

El fracaso enseña mas que el éxito. El éxito enseña cosas pequeñas; el fracaso todo lo demás.
D. Martin

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Pautas para la selección de moscas

por Jorge Calandra

Una vez que hemos llegado a la orilla y abrimos las cajas de pesca, ¿qué mosca elegimos?

En la edición correspondiente al Verano’94 del Boletín Mosquero hablamos de cómo conviene adoptar los materiales con que atamos las moscas a los tipos de agua que vamos a pescar.
Como la corriente es fuerte, sabemos que los hackles deben ser duros.

¿Pero qué vamos a imitar?
Dejando de lado las moscas aptas para aguas lentas, todavía vemos muchas moscas en las cajas: secas, emergers, ninfas, streamers…

¿Cómo nos manejamos con esa apabullante oferta que se nos presenta?
La primera pieza del rompecabezas la identificamos en el párrafo inicial.

La segunda pieza está dada por el cuadro de identificación publicado en el Boletín de Otoño’94.

El cuadro me dice que no empiece con ninfas de Odonata en una corredera, o una ninfa de Plecóptera en un lago.

¿Pero se puede precisar un poco más? La respuesta está en la observación.

Hemos dicho muchas veces qué importante es acercarse al agua lentamente, con la caña baja y pisando en forma suave.
Tratemos de no recortarnos contra el cielo, y evitemos el sol de frente. La posición ideal es con el sol a la espalda, siempre que que nuestra sombra no caiga sobre el agua.
Observando con paciencia, muchas veces podremos ver qué están haciendo los peces. Su comportamiento nos aportará otra pieza del rompecabezas.

COMPORTAMIENTO DE LOS PECES

Nuestra observación (tener anteojos polarizados es muy importante) nos puede decir si nuestra presa está comiendo activamente o sólo en forma esporádica. A diferencia de la mayoría de los ejemplares del reino animal (y parecido a algunas personas), los peces comen cada vez que se les presenta un bocado.

El que coman con más abandono coincide con el momento en que se les presenta más comida. Al amanecer y atardecer aprovechan la deriva masiva de insectos (drift), mientras que en las eclosiones (hatches) vemos esos espectáculos de glotonería colectiva y al mismo tiempo selectiva.

Como todos los animales salvajes, los peces están presos en una ecuación de vida o muerte. No pueden gastar más energía cazando que la que ingieren al comer la presa. Si el balance es constantemente negativo, adelgazan y eventualmente mueren. Si es positivo, crecen y se desarrollan.

Ese es el motivo de la tan mentada “selectividad”. Eligen para comer lo que aporta más alimento con menor esfuerzo, aunque no desprecian un bocado ocasional de un alevino o páncora que les pase por las narices.

No dejemos de observar el fondo accesible a nuestra vista, la cara sumergida de las piedras que podamos dar vuelta y la recolección de insectos en una malla o red. Esto nos orientará y confirmará nuestras deducciones y, muy importante, nos indicará el tamaño, forma, color y etapa en que se encuentran los insectos prevalentes en ese lugar y ese momento.
De acuerdo a cómo le llegue la comida, el pez puede estar comiendo “arriba”, en la columna de agua o en el fondo.

1.- PECES COMIENDO ARRIBA
Si los peces se están alimentando de esta forma, se puede inferir que están comiendo insectos.
La forma en que comen “arriba”, el tipo de agua y las características del fondo, nos puede indicar qué tipo de insectos es el que están comiendo en ese momento. Cuando el pez come de este modo, las diferentes efectos en la superficie (rise forms) son bastantes distintivos.

. Suave bulto
Al tomar insectos pequeños cerca de la superficie, el pez “empuja” el menisco hacia arriba; ya que no tiene necesidad de atravesar la superficie (Fig. 1). Generalmente esta forma se repite a intervalos regulares.

Lo indicado es elegir “emergers”, ninfas, “soft hackles”, microcaddis o pupas de “midges” con anzuelos sin lastrar, tamaño 18 a 22. Colores de acuerdo a la que encontremos en el muestreo previo, ya mencionado.
Marcado bulto, desplazamiento de agua -Estas fonnas también indican que el pez está comiendo cerca de la superficie.

Algunas serán más violentas y erráticas, no siguiendo el ritmo pausado que caracteriza la forma anterior. El pez está haciendo ataques más violentos a blancos más activos y grandes. (Fig. 2).

También puede ser causada por insectos que vuelan apenas llegan a la superficie, como las Tricópteras. obviamente al pez le conviene atacar las “emerger” .Como son ejemplares de insectos más grandes, hay que tratar de individualizar qué insectos están volando sobre el río. Si esto no es posible, usar unas “soft hackles” o “emergers” genéricos.
Los anzuelos serán en el rango 12 a 18, sin lastrar.
Si se está pescando lagos o aguas muy quietas, de fondo limoso, no dejar de probar ninfas de libélulas (damsel o dragon flies). ¡No olvidar reforzar el “tippet”!

. Sorbos
En este caso la punta de la nariz del pez perfora suavemente el menisco y absorbe insectos que, o están en la superficie o están emergiendo. Su emergencia no es tan súbita como en el caso anterior. Obviamente ésto se nota en aguas de fluir lento. Un detalle que confirma esta forma de comer es una pequeña burbuja de aire, que se aleja con los anillos concéntricos. El pez ha tomado aire en la superficie y lo expele hacia atrás por las agallas. (Fig. 3).

Por lo dicho en el caso anterior, conviene en principio eliminar la posibilidad de usar caddis secas o sus “emergers”, ya que éstas causan la forma anterior. Considerar en cambio emergente de “mayflies”, “midges” y hormigas.

Los peces se muestran más ariscos en esta toma, conviene alargar el “tippet” y lanzar bien arriba del pez. Como la toma es suave, también se puede reducir el diámetro del “tippet”.

. Mostrando el lomo
Esta “subida” no es muy común, pero hay pocas más emocionantes cuando sucede. El pez sube lenta y majestuosamente, mostrando primero la cabeza, luego el lomo y por fin la cola. Se desplaza casi como un delfín. Por esta forma de mostrarse, el pez parece siempre más grande de lo que realmente es; y esta impresión está reforzada por saber que los ejemplares pequeños nunca comen de esta forma.

Hay que tener en cuenta que cuanto más lento es el movimiento tanto más pequeño será lo que come. En cualquier caso serán insectos que emergen lentamente, como “midges” y “mayflies”. (Fig. 4).
En este caso es también útil tratar de obsevar si el pez genera una burbuja en la superficie. Esto nos indicará mosca seca de “mayfly”; si no empezaremos con “emergers”, ninfas no lastradas o “soft hackles”.
Como generalmente estos peces son muy selectivos, es importante determinar qué están comiendo para adecuar el tamaño, “pattem” y color de la mosca.

. Chapoteo
Esta palabra no termina de convencerme para representar exactamente el comportamiento que tengo en mente, pero no encuentro otra. Es el “splash” de las descripciones en inglés, y su onomatopeya describe bien el fenómeno en nuestro idioma.

Cuando el pez sube de esta forma, es como si tirásemos una piedra mediana al agua. Las causas por las que se comporta de este modo pueden ser varias, pero la táctica a seguir es simple. (Fig. 5).

Hay que observar bien el fenómeno, pues muchos peces chicos comen de esta manera, y el disturbio hace que parezcan más grandes de lo que realmente son.

Cuando uno ha visto un pez mediano o grande hacer ésto, no se confunde más. La razón poque uno de estos peces come de esta forma es porque ataca a insectos que dejan rápidamente el menisco al eclosionar, Las “caddis” son un ejemplo típico.

De vez en cuando también ocurre con insectos relativamente grandes como “stoneflies”, libélulas, grillos y tucuras.
Esta forma se produce generalmente en aguas rápidas, donde el pez debe atacar con premura por miedo a perder la pieza.

También suele observarse este comportamiento en los períodos de mucha iluminación, cuando el pez se siente muy vulnerable cerca de la superficie.

En todos los casos la primer línea de ataque es una mosca seca mediana (12 a 16) con bastante hackle. Es uno de los pocos casos donde no importa tanto hacer un lanzamiento desprolijo, golpeando el agua con la mosca y causando algo de estela (”drag”). Si esta forma de subir se intercala con bultos marcados, con movimiento de agua, cambiar a caddis secas algo más chicas, emergentes o “soft hackles”.
Recordar que conviene ir a un “tippet” un poco más grueso, ya que el pez toma con un tirón.

II PECES COMIENDO ABAJO.
En la mayoría de nuestros ríos y situaciones encontramos los peces comiendo de esta forma.
Las características que podemos observar dependen de la profundidad del agua.
Cuando ésta no es muy profunda, a veces se observan peces sacando parte de la cola afuera, como si se pararan de cabeza en el fondo. Aquellos que han pescado bonefish en los playos tropicales habrán observado muchas veces esta forma.

. Coleando
No es muy común en nuestro ríos, generalmente está restringida a aguas lentas o quietas por dos razones.

Le es contraproducente al pez adoptar esta posición cuando hay mucha corriente ya que implicaría un desgaste muy grande (recordemos el comentario sobre la ecuación esfuerzo-ingesta). La segunda razón es que es común que en aguas rapidas el fondo presente mucho menos vegetación.

El pez hurga con su cabeza en ella, buscando pequeños camaroncitos (Hyallelidae) o ninfas de “mayflies” imitadas con mosca atadas en anzuelo tamaño 18 o 20, ligeramente lastrados. (Fig. 6)

También pueden tener éxito las moscas que imitan ninfas de libélulas (Zigopterae) en color verde oliva. Una vez pasé una tarde muy entretenida haciendo esta pesca en el largo playón del lago Nonthue, al Sur de la angostura que lo comunica con el Lácar.

. Crocereando
En nuestros ríos y lagos la mayoría de las veces observamos a los peces comiendo de esta manera, nadando en la columna de agua entre el fondo y la superficie. Como en esa zona generalmente no existen líneas de comida definidas llevadas por la corriente, se nota a los peces desplazarse sin rumbo fijo.
Al tomar el alimento, el pez generalmente hace un rápido movimiento lateral, produciendo un destello por el reflejo de la luz en su flanco. También se distingue a veces un fugaz toque blanco, al abrir el pez la boca para engullir agresivamente.

La dieta en estos casos es obviamente oportunista, y puede abarcar todo el rango de comida del pez, desde alevinos hasta pequeños insectos o crustáceos.
Lo importante en esta situación es apreciar lo mejor posible la profundidad en la que está cazando el pez y si está siguiendo un recorrido más o predecible.
En general, cada pez prefiere girar hacia un costado determinado al tomar la comida. Poder predecir hacia donde va a girar nos ayudará a planear la presentación de la mosca. (Fig. 7).

El tipo de fondo, su color dominante, la presencia o ausencia de corriente y como hemos dicho, la profundidad y los movimientos que usa el pez al cazar nos ayudarán a elegir las características de la mosca.

COMENTARIOS FINALES

. Cuando el pez causa un disturbio en la superficie, genera círculos concéntricos que se desplazarán a la velocidad de la corriente. Aún con corrientes relativamente lentas, a paso normal de una persona (2 a 3 nudos), si tardamos un segundo en hacer llegar la mosca, el centro del disturbio se habrá desplazado corriente abajo un poco más de un metro.

Creo que muchas veces la falta de éxito se debe a no apreciar correctamente la velocidad de la corriente, y estar colocando la mosca -con un lanzamiento perfecto- a espaldas del pez, en la que casualmente es su zona ciega.

. También la velocidad de la corriente (unida a la profundidad a que está el pez) nos dictarán cuánto debe hundirse la mosca en qué tiempo para causar interés. Este problemita en tres dimensiones influirá en qué peso debe tener la mosca (o el leader y hacia donde debemos apuntar ellanzamiento.

. No debemos olvidar el comportamiento de la comida que estamos tratando de imitar. Muchas veces, al pensar en “presentación”, nos concentramos en cómo cae la mosca al agua, olvidando la parte más importante de ese concepto. No se comporta lo mismo un alevino, una ninfa de libélula, un camaroncito o una páncora.

. Cuanto más pequeña es la presa, o más dificultad tiene ésta para escapar, más lento y deliberado es el movimiento del pez. La situación inversa genera movimientos más violentos y convulsivos.

. Habiendo elegido una de las alternativas sobre qué está comiendo el pez que observamos, tenemos que precisar algo más.
Muchos factores inciden para que miembros de una misma familia luzcan colores muy diferentes, de acuerdo al ecosistema donde se encuentran. Esto no sucede solamente en diferentes ríos o lagos, sino dentro de un mismo curso de agua.
No nos cansaremos de insistir en la conveniencia de obtener muestras en el momento y en el lugar donde estamos pescando.

. No solamente el color y el tamaño de lo imitado es importante. Si bien la forma en que come el pez (como he intentado resumir en esta charla) nos da pautas para decidir, nos conviene precisar la información lo más que podamos. La proporción entre adultos y emergentes nos puede indicar, al tomar la muestra, si la eclosión recién comienza o está por terminar. A veces hay eclosiones múltiples donde hay más de una especie.
Estamos llegando al final de esta charla, y hay algo que me preocupa en ella: releyendo lo escrito, noto que algunos comentarios suenan a receta.

En otras charlas relacionadas con la pesca he notado que muchos pescadores buscan una relación simple de causa y efecto; lamentablemente eso sucede muy raramente en la pesca.
Yo lo prefiero así porque me resulta más interesante, pero se pesca menos de lo que uno espera.
Como siempre decimos, profundizar en temas como los de esta charla no es imprescindible ni siquiera necesario para divertimos pescando.
Los dos caminos son respetables.
Pero yo le veo algunas ventajas a sí hacerlo.

Creemos saber un poco más qué debemos hacer al enfrentar el agua y, para aquellos que se inclinan por ello, les permite exprimir un poco más de anticipacion y placer a esa siempre corta excursión que nos costó tanto armar.

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