Editorial 21

Proyecto Hidroeléctrico Segunda Angostura 

Este año los ríos y lagos de la Patagonia verán llegar un número creciente de pescadores de todos los rincones del país y del extranjero.

¿Qué atrae a los pescadores extranjeros a recorrer semejantes distancias? No vienen para encontrar más ríos y lagos, ya que en su mayoría vienen de América del Norte, donde hay muchos más kilómetros de ríos y lagos pescables, ni por el tamaño de los ejemplares, ya que allí prosperan especies con ejemplares notables, como el salmón del atlántico, el steelhead y el king salmon. Vienen porque la pesca es buena, tal vez mejor que en su país. Y es buena, reconozcámoslo, porque hay menos pescadores.

Pero esta ventaja comparativa es solamente provisoria. La cantidad de permisos de pesca que se venden se ha triplicado en los últimos cuatro años, a pesar de la crisis económica. La desregulación del transporte aéreo seguramente abaratará los pasajes aéreos y aún los terrestres, lo que aumentará aún más la tasa de crecimiento del número de pescadores, tanto nacionales como extranjeros. Si a ello agregamos en el futuro una largamente demorada recuperación de la actividad económica, podemos vaticinar un crecimiento explosivo.

Para que podamos coexistir un mayor número de pescadores sin deteriorar la calidad de la pesca, debe aumentar el cuidado. No podemos seguir manejándonos como si el recurso pesquero fuera infinito: quienes recordamos cómo años sabemos cuánto hemos perdido. Los pescadores debemos exigir un reglamento estricto y cumplirlo a rajatabla.

Pero las comunidades patagónicas y sus autoridades, beneficiarias casi exclusivas de este incremento auspicioso del número de pescadores, tienen una gran responsabilidad: proseguir con la investigación y la resiembra sistemática y sobre todo hacer cumplir el reglamento y evitar el furtivismo. Se trata de políticas cuya eficacia ha sido probada en otras partes del mundo, que sólo requieren invertir una fracción de los beneficios directos que genera la pesca.

De lo contrario, en poco tiempo perderemos la buena pesca que atrae a los pescadores argentinos y extranjeros. Habremos mata la gallina de los huevos de oro.

La Comisión Directiva