El atado de las moscas de James Leisenring
Marcelo ZieglerEn la alimentación de las truchas, por disponibilidad y búsqueda de resguardo, resultan claves los insectos en estadíos inmaduros de su desarrollo. Los mismo ocurre con sus imitaciones en relación a nuestros intentos por pescarlas. Las ninfas, si bien son de las últimas imitaciones en ser incorporadas históricamente a las cajas de moscas, merecen toda nuestra atención. De entre ellas, hay un grupo con el que quizá no se haya sido generoso en lo que respecta a la descripción de sus características y procedimiento de atado. Son las que llamamos “flymphs” y tienen su origen como uno de los grandes aportes a la pesca con mosca de su creador: James Leisenring, quien además nos ha propuesto hasta su manera de pescarlas, el leisenring lift o ascenso de leisenring que sin dudas está más presente entre los pescadores que los patrones que específicamente diseñó para esa estrategia de pesca.
Cuando nos remontamos en el tiempo en la indagación del atado de moscas con hackles blandos, damos con investigaciones que afirman que ya a fines del siglo XV, en el “Tratado de pesca con caña” al describir la mosca “Donna”, atribuida a Juana Berners (Barnes según escritos de la época), priora en St. Albans, en Hertfordhire, Inglaterra, se podrían sugerir insinuaciones a la que terminaría siendo la tradicional y efectiva Partridge & Orange.
Sin embargo, fueros pescadores como Skues, Sawyer, Leisenring y Hidy quienes promovieron y potenciaron algunos siglos más tarde, la pesca con moscas húmedas.
Varios siglos después de la “Donna”, William C. Stewart describió las North Country Spiders de Inglaterra en “The practical angler”, ofreciendo claras recetas de patrones como la Dun Spider, entre otras. Ellas imitaban emergentes pero que se pescaban apenas por debajo de la película superficial del agua.
Distintos escritos de fines del siglo XIX y principios del siglo XX, como el “Yorkshire Trout Flies” de T.W. Pritt, en medio de la exclusividad de la pesca con secas, llamaron la atención de pescadores como G.E.M. Skues, quien se interiorizó profundamente en la pesca con imitaciones de insectos inmaduros, a las que nombró como “ninfas de tórax de hackle suave”.
Del otro lado del Atlántico, James Leisenring, un fabricante de herramientas de Brodheads, Pennsylvania, adaptó ideas de Stewart y de Skues y propuso sus propios diseños de patrones de “ninfas de tórax de hackle corto” en su “The Art of tying the wet flies” de 1941. Sus aportes fueron de gran trascendencia, al punto que el mismísimo Skues presentó las moscas y las técnicas de pesca de Leisenring en el Fly Fisher´s Club londinense.
La propuesta de Leisering refería a moscas que imitaban insectos en proceso de emergencia, favoreciendo la recreación de este proceso mediante un procedimiento de pesca que generaba un ascenso natural de la mosca, luego de una deriva acompañada por la caña, con escasa línea, que al detenerse río abajo, provocaba dicho ascenso en sintonía a la velocidad de la corriente.
A diferencia de las “spiders” tradicionales, de cuerpos delgados y hackles ralos, Leisenring redimensionó el cuerpo en sus moscas, y les otorgó un aspecto bicolor y translúcido, combinando con su innovador dubbing loop de seda y pelo de guarda y subpelo de materiales naturales que guardaban burbujas de aire al derivar, a los que le sumó hackles suaves muchas veces retrasados hasta la mitad del cuerpo, que ofrecían a sus moscas mucho movimiento y fundamentalmente sensación de vida.
En efecto, uno de los conceptos primordiales de las moscas de Leisenring, consistía en que el cuerpo de sus patrones mostrara dos colores: el externo o primario propio del insecto que imitamos dado por el material del dubbing y la insinuación de un color de base o secundario que se trasluce al mojarse la mosca y transparentar la seda de atado.
Otra característica destacada de sus moscas es que, al carecer de alas y disponer los materiales sin diferenciar un arriba y un abajo, la imagen en su deriva resultaba siempre conveniente y natural.
Sus estudios fueron exhaustivos, al punto de sugerir la selección de los materiales y su color, en el mismísimo ambiente de pesca, a fin de no tener alteraciones de luz.
Cararacterísticas tales como
- La selección de materiales naturales como la máscara de liebre para los pardos y marrones, dubbing de Australian oposum para los bronces y naranjas, muskrat para la diversidad de tonos grisáceos y ardilla para los tonos cobrizos;
- los hackles de plumas blandas de gallina, faisanes, perdices y estorninos, y su aporte de movimiento;
- la transparencia que aportaba la combinación de las sedas de colores diferenciándose del pelo mixeado del dubbing que opcionalmente presentaban algún tipo de ribeteado;
- y la naturalidad del movimiento ascendente provocado por la influencia transversal de la corriente sobre la particularidad del diseño de estos patrones.
Todos estos aspectos se potenciaron mutuamente como disparadores de efectividad.
Él opinó que sus moscas de hackle blando sin alas, como las llamaba, resultaban más efectivas que las tradicionales wets con alas, al pescarlas como emergentes, porque expresaban con mucha naturalidad el tránsito de un estadío inmaduro a uno adulto alado.
La propuesta de Leisenring fue continuada y profundizada por Vernon Hidy, su discípulo, a quien el mismo le había acerado su modo de pesca y enseñado el atado de las moscas.
Cuando falleció en 1951, fue Hidy quien continuó desarrollando sus ideas. En 1971 reeditó el libro de Leisenring, al que agregó varios capítulos. Fue allí donde por primera vez se utilizó el término “Flymph” para estos atados. Entre los avances de Hidy, adoptó el uso del bloque de torsión de Clark, de manera que evitaba la formación del dubbing loop sobre la pierna del atador, como propuso Leisenring, Este bloque consistía en una base de madera con dos puntos de fijación en línea para el hilo en el que colocaba el dubbing que luego “pisaba” conformando el lazo que torsionaba al retirarlo de la base y guardarlo a la espera de atar las mosca en tarjetas ranuradas en las que los ordenaban por densidad y combinación de colores. Hoy las diferentes técnicas de loop nos facilitan trabajar su confección directamente al tiempo de estar atando.
Varios años más tarde, en 1994, Dave Hughes en su libro “Wet flies: Aying and fishing soft hackles, winged and wingless wets and fuzzy nymphs” retoma las flymphs y detalla acabadamente cómo atarlas.
Las moscas de Leisenring han sido algo descuidadas en el tiempo, quizá opacadas por la belleza y sutileza de sus parientas, las soft hackles tradicionales. Sin embargo, mantienen su efectividad cuando se las emplea adecuadamente al imitar el ascenso natural de los insectos en la corriente porque la manifestación de vida que emulan parece irresistible, tal como comentaba su creador.
Seguramente, en el tiempo, la evolución de los materiales como el uso del CDC, podría proveer innovaciones que potencien aún más sus bondades, aportando disparadores sin alterar su esencia.
Sea este humilde artículo, una remembranza de su origen y su atado que resulte de provecho para actualizarlas y tenerlas más presentes entre nosotros.
Vamos ahora al paso a paso de su propuesta de atado, agiornando algunos de sus aspectos pero sin dejar de recordar los originales en un intento conservar y respetar la idea de James Leisenring.
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