Por Bentio Perez
Efímera, el Pescador y la Tucha
El río, reflejando su hermosura
a efímera enamorada, espera,
que blanca y translúcida vuela
sobre el lecho nupcial
de piedras y agua pura.
Entregada a urgencias amorosas
que su corta vida le reclama
de salmones y truchas peligrosas
la acechanza cierta, no le allana.
Mano experta, delicada caña,
el pescador por la ribera avanza
y su línea con mucha maña,
en curva graciosa, al aire lanza.
Una efímera artificial coloca,
hecha con plumas y fina lana,
tan delicada, que cuadno el agua toca
a la voraz trucha engaña.
Media luna de plata, fueriosa,
sobre el agua aparece
en el crepúsculo asomada,
mas ni la quietud de la profunda poza,
ni la fuerza desplegada, puede
evitar que húmeda y brillosa,
su vida al pescdor entregue.
Pero no anida en él, la intención aleve
y al agus devuelve la hermosa trucha,
pues comer su carne no se atreve
y satisfecho está, sólo con la lucha.
. . . . .
Boca del Chimehuin
Neuquén
Tobogán de agusa, del lago a la media luna
tus centinelas Araucos en la loma
te observan al anochecer
y también cuando el sol asoma
Cancha pesqueril, no hay ninguna
que en el mundo se te pueda parecer
En tu boca, perlas negras destacas
y en tus dos pozones, sombras acechantes,
unas son marrones, otras son de plata
y unes a tus encantos mil
del Lanín la cumbre helada
y la piedra de Radziwill.
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