Un Americano en la Patagonia

En la apertura de la temporada 1998/1999 conocí a un pescador americano, Jim Bucklew, que estaba pescando solo en el Lago Tres. Con mi amigo y colega Enrique Velásquez lo invitamos a compartir una tarde de pesca. Esa tarde fue incomparable, especialmente por la emición de nuestro nuevo amigo. A partir de entonces nos comunicamos frecuentemente por correo electrónico.
Jim quiso compartir sus experiencias en nuestra pPatagonia y publicó un artículo en Anzuelo y Sedal (en Internet) que me autirizó a publicar en el Boletín Mosquero de la A.A.P.M.
El autor vive en Wisconsin y habla y escribe muy bien en español.

Luis Schegel

Hace dos años de noviembre y principios de diciembre de 1998) viajé a la Patagonia para pescar y ver algo del Sur de la Argentina. Alejandro Viñuales de España me pidió que hiciera un informe para la revista de Internet Anzuelo y Sedal, sobre la pesca argentina desde el punto de vista de un pescador americano.
A pesar de que que no soy un experto de la pesca con mosca (la verdad es que tengo más fama de ser despistaado que de ser buen pescador), ojalá que mis experiencias ssean de interés para alguno de Uds.

La meta del viaje fue pescar en tantos lugares como fuera posible sin la ayuda de un guía (principalmente por razones monetarias: saben que todos los profesores universitarios hemos tomado votos de pobreza).
Supongo que la lección de este relato es que si un americano que habla (y escribe) en pésimo español puede pasar un tiempo encantador en la Patagonia en una visita no guiada, pues cada uno de Uds. puede hacer lo mismo.
Primero, los ríos de Argentina estan en estado natural. Esto significa mucho.
Por lo general no hay muchas presas y embal: y en las que hay, no se pesca tanto río abajo estas presas. La cosa en Montana, por ejemp es que los mejores ríos del estado son ríos del jo de presas, por ejemplo, el Bighorn, Missouri, el Madison (la gran mayoría del está bajo una presa natural creada por un terremoto). Estos ríos tienen bastantes ras similares: el más importante es que la tempetura de las aguas es bien estable y bastante fría.
Otra característica es que no hay mucha variación en la tasa de flujo de estos ríos, menos en comparación con la de los ríos estado natural. Todo esto crea un ambier estable (para los bichos acuáticos) y rico en fuentes de alimentación para las truchas. En mi opinión, los ríos silvestres tienen otros rasgos no muy buenos para el pescador.
Por ejemplo, la pesca es bastante variable con relación a las temperaturas, la luz, la precion de la atmósfera. Para mí los ríos patagónicos estuvieron bastantes cambiantes. Muchos de estos ríos se pescan muy bien al atardecer o en la mañana, pero pésimo durante el mediodía. Mucha de la fama de la pesca en Argentina está relacionada con las bocas de varios ríos.
En la zona del Norte de la Patagonia(la boca del Chimehuín, el Correntoso, el Limay) y más al sur la boca del Corcovado). Hablé con bastante gente (guías y pescadores) y tengo algunas opiniones de la pesca en las bocas. Durante ciertas temporadas truchones muy grandes llegan de los lagos y migran por las bocas. Con mucha suerte es posible pescar un trofeo (truchas de 5 hasta 10 kilos). Pero habitualmente el pescador no tiene mucha suerte. El dueño de una tienda de pesca con mosca en Junín de los Andes me dijo que usualmente es necesario pescar 10 días en la boca del Chimehuin para capturar una grande.

Roberto Linares (un muy buen pescador de Neuquén) me dijo que la boca del Correntoso puede ser muy rendidora, pero solamente, durante los principios de la temporada. La cuestión es que hay puestos de pesca para 6 o 7 pescadores en esta boca y cada mañana una muchedumbre de 20- 25 personas tc turnos para pescar. Me parece un rol seguramente es posible pescar truchas a de tamaños muy muy grandes.
La boca del Limay está cerca de la ciudad Bariloche y cada madrugada y atardel gente pescándola. La pesca en las boca: cabezas de shooting y líneas de hundi rápido. Es un tipo de pesca que usamos 1 steelhead del noroeste de los EEUU. 1 mucha paciencia (que usualmente no Solamente pesqué una vez en una boca (1a del Chimehuin). Había 4-5 pescado allá y nadie pescó nada.

Empecé la pesca cerca de Bariloche. Hable con algunos chicos en unatienda de mosca cerca de la ciudad y alquilé un flotador con aletas.
Fui a pescar en el río Manso. El río fluye a través muchos lagos y laguitos, muy lentamente (como sugiere el nombre).
Pesqué en un laguito que se llama Media Luna. Fue un día hermoso y las montañas de Bariloche me rodeaban. Con la mosca mágica: una Wooly Bugger de color naranja, pesqué como 20 truchas de tamaños muy respetables (16 hasta 22 pulgadas). El promedio era de 18 pulgadas. Había marrones, arco-iris, y fontinalis (pesqué muchas de 16-17 pulgadas, por acá en Wisconsin una de 12 se considera un monstruo). El siguiente día fui con uno de los guías (no como guía sino como compañero, me costo 50 dólares pero no había almuerzo y no me ayudó con la pesca).
Pescamos en el río Limay por 5 horas y agarramos solamente 3 o 4 pequeñas. Después fuimos a un embalse donde hay muchos “evadidos” de un gran criadero de truchas (no para repoblación sino para el mercado). Pescamos muchas truchas de kilo a kilo y medio (con aletas atrofiadas) pero muy peleadoras.

Después hice un viaje (con el flotador) al Parque N acional los Alerces.
AlIado del camino está la cabaña de Butch Cassidy y Sundance Kid. Después de sus vidas en el oeste de los EEUU, compraron un rancho en la provincia de Chubut cerca de Cholila. Desgraciadamente, no les gusto la vida de ganaderos y empezaron a robar y matar otra vez. Supuestamente se encontraron con su destino en Bolivia, pero no se sabe por cierto. Me desvío (otra vez). Un alerce es un especie de árbol que solamente se encuentra en el cono sur de Sudamérica. Pues les digo que el parque es un paraíso para un mosquero.
Pesqué primero en el río Rivadavia. Las aguas son cristalinas. Hay muchas truchas arcoiris por todas partes. Andando por las orillas el método fue hallar un grupo de truchas y después situarse para lanzar una ninfa cerquita del
grupo. Casi siempre una de cada grupo subía a la mosca y la tomaba, (y por supuesto, cuando clavé, las otras del grupo se espantaban y huían). La trucha promedio era como de 15 pulgadas. i i iQue día! !!. Nunca vaya olvidar este río.
Al día siguiente por la mañana tomé el flotador y pesqué el Lago Verde. Estaba pescando cerca de algunos paredones cuando un truchón tomó la Wooly verde. Luché con el pez por 25 minutos. La trucha era de 27 pulgadas y estimé que pesaba de 7.5 a 8 libras. El animal (una marrón macho) era magnífico, muy pesado, gordo, y de muy buena forma. Todo el resto del día solamente pesqué 5 ó 6 truchas del tamaño promedio de 18 pulgadas.

El siguiente día fui a pescar en la boca del río Menéndez (con el flotador). La pesca estuvo fantástica. Pesqué 20 truchas de tamaño promedio de 16 pulgadas. La trucha más grande era de 21 pulgadas (una arcoiris muy buena).
El día siguiente floté todo el río Arrayanes en el flotador. Fue un fracaso casi completo. Solamente pesqué una trucha de 15 pulgadas. Después hice autostop (solamente hubo un coche en 40 minutos de caminata) y dos chicos de Buenos Aires me devolvieron a la boca del Arrayanes. Me dijeron que el río no se estaba pescando bien (debido a la sequía), y que el año anterior estuvieron pescando como 30 truchas por día de tamaños muy respetables.

Después de 4 días de acampar, con alivio regresé a la civilización, o sea la ciudad de Esquel. Pasé una noche muy buena y tomé un po’quito demasiado de vino y por eso me desperté bastante tarde el próximo día.
Me encantan algunos de los platos típicos de los argentinos. Hay uno que se llama milanesa que es una chuleta de ternera, empanado, y con queso fundido. Las pizzas son muy buenas también y los helados. Lo siento por otro desvío, pero usualmente la comida de un lugar me interesa tanto como la pesca, Hay muchos ríos bastante conocidos en la zona, pero decidí probar las proximidades del Río Pico (está 160 kilómetros al sur de Esquel y necesitas transitar quizás otros 60 kilómetros de ripio al oeste (hacia las montañas) para llegar a algunos lagos.) Había oído que un lago que se llama Lago Tres era muy rendidor especialmente con un flotador. Hay un camping privado alIado del lago (15 dólares por noche con duchas calientes). Llegué a la una e inmediatamente fui a pescar en el lago. El dueño me dijo que pescara cerca de los juncos, había muchas truchas pero no co~seguí ni un pique.
Conocí a dos hombres que estaban pescando cerca mío. Se llaman Luis Schelgel y Enrique Velázquez y son jueces en Buenos Aires.Luis ha pescado en el lago por muchos años y ambos tienen bastante destreza como pescadores.
Le dije a Luis que no había tenido ni un pique y me dijo que durante el mediodía la pesca muchas veces disminuía, y que era bueno afinar el tippet. Le pregunté si entonces debía cambiar de 4x a 5x. Se rió y me dijo que estaba pensando en bajar del OX! !Me dijo que cada año usualmente pesca una de más de 14 libras (en 3-4 días de pesca)!
Me invitaron a acompañarlos durante la tarde, cuando me mostrarían la técnica y las mejores moscas.
Por supuesto acepté la invitación. Empezamos a pescar a las 5. Al principio fue bastante lenta. Luis pescó una de 6 libras. Tuve un pique y después de 20 segundos de luchar se me rompió el tippet de OX! En otra ocasión, un pez saltó del agua a mis espaldas.

Luis me grito, “Jim, tira la mosca, hay un truchón cerca de los juncos.”
Con dedos de mantequilla, tiré, y después de tres tironcitos, creía que había enganchado un tren. No pude parar la trucha que inmediatamente se fue para los juncos. Después de 10 segundos, se me rompió otra vez el tippet de Ox. No pude creer la suerte. La trucha saltó otra vez y me pareció como un steelhead: plateada y muy muy grande. Luis me dijo que al menos era como de 7 u 8 libras.
Después, solamente pesqué una más de 22 pulgadas y 2 kilos. Grande, pero no tan grande como la perdida. El próximo día pescamos juntos otra vez.
Una me sacó toda la línea y al menos la mitad del backing antes de liberarse del anzuelo. Nunca la vi pero seguramente era una trucha muy grande. Pesqué tres más, arco-iris gordas, de 2 kilos o más.
Por fin pesque una de 3 kilos, saltó, e inmediatamente se enredó en algunas plantas acuáticas. Después de 15 minutos de luchar, estaba tratando de levantarla de las plantas cuando se me rompió la caña.
En este momentp la trucha se liberó de las plantas, nadó en círculos 2 o 3 veces alrededor del flotador y rompió el tippet de OX (iotra vez!) dejándome atado como un lomo de puerco listo para el horno. Con esto, dejé el lago y a mis nuevos amigos.

¡Qué lugar! Nunca he visto jamás tantas truchas tan grandes.
Regresé después al norte, a la zona de Junín. Pesqué donde desagua el Río Chimehuin, en el Collón Cura. No tuve mucha suerte hasta el atardecer y pesqué bastantes de tamaño promedio de 15 pulgadas. El próximo día, Roberto Linares y yo nos reunimos y fuimos a pescar el Malleo arriba del puente amarillo. El Malleo es pequeño pero esta lleno de truchas. Pescamos alguna de vez en cuando hasta (otra vez) el atardecer cuando empezó una eclosión de hexagenia. No tuvimos el patrón correcto, pero con una Humpy roja número 10 hubo “una matanza”. Pesqué como 20 truchas en una hora y media (la más grande de 20 pulgadas) y Roberto pescó aún más, incluso una de al menos 24 pulgadas. Paramos solamente cuando no pudimos ver nada más que el río (ni hablar de la cola de rata o la mosca). Debo decirles que no teníamos una linterna y el regresar al coche a través de los arbustos, cactus, huecos en el suelo, etc. fue muy interesante.

Al día siguiente fuimos al Chimehuín. Fue un día encantador. Roberto hizo un asado con 6-7 libras de carne, morcillas, chorizos, tomates, aceitunas, pan. Los argentinos comen espantosas cantidades (para un americano) de carne. La res argentina tiene un sabor muy rico en comparación con las de los EEUU. Creo que tiene algo que ver con el hecho de que casi todas las vacas llevan toda su vida en el campo y no hay ningún proceso de “engrasarlas” antes de la matanza.
Después,al menos para mí, no fue posible pescar y tomamos una pequeña siesta.
Empezamos a pescar a las 5. La pesca fue bastante lenta hasta el atardecer.
Empezó una eclosión de tricópteros y casi cualquier mosca funcionaba bien. Pescamos 10 truchas cada uno (para mí la más grande era de 22 pulgadas, una trucha arco iris muy buena y peleadora). Otra vez no paramos hasta la oscuridad completa. Esta vez tuvimos una linterna. Roberto conocía un atajo para regresar al coche. Pues el atajo tenía la necesidad de cruzar un pantano, dos arroyos, y el río Collón Cura, en una noche completamente sin luna. No voy a decir más pero había momentos de desesperanza completa al pensar en llegar a destino. Creo que a los argentinos les gusta espantar a los americanos.

El próximo día fuimos al Collón Cura y pescamos muchísimas truchas (iesta vez durante el día!) de tamaño promedio de 15 pulgadas. Roberto pescó una de 22 más o menos. Solamente pescamos por 3 horas porque tuvimos que regresar a Neuquén. Paramos por un rato de 2 o 3 horas más y pescamos en el río Limay cerquita del pueblo de Piedra del Aguila pero no tuvimos suerte para nada. Después fuimos a su casa y tuvimos un muy buen asado juntos con su hermosa esposa Susana y su hijo Robertito. El siguiente día regresé a los EEUU. Para concluir, creo que la pesca en Argentina es encantadora. Muchas veces pesqué un día entero y no vi otro pescador. El ambiente es salvaje y en muchos casos no hay ni un sendero alIado de los ríos. Los argentinos, la tierra, las montañas, la soledad, todo crea un lugar mágico. Me gustaría regresar y seguramente voy a hacerlo.
Es difícil una comparación con mi querida Montana. Creo que en general las truchas de la Patagonia son más grandes en lugares similares que las de Montana. Pero creo que hay mas truchas por kilómetro de río en general en Montana y la pesca es mas confiable que en Argentina.

Me parece también que hay muchas más eclosiones de todos tipo y las oportunidades de pescar con mosca seca son mejores en Montana. Los pescadores de la Patagonia viven sus vidas enteras con líneas sinking con wooly buggers puestas.
¿Cuál lugar más me gusta? Pues son lugares muy diferentes y tienen métodos de pesca muy distintos. Amo a ambos.

Jim Bucklew

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