Temporada 90/91

Siguiendo con el comentario que hiciéramos en el Boletín de verano, comenzaremos por decir que el panorama no varió demasiado desde la apertura. Ya fuera por las temperaturas tan contrastadas, o por las aguas muy bajas, las características de esta temporada de pesca no han variado sustancialmente y sigue siendo difícil y poco pródiga.

El Malleo con aguas tan bajas y temperaturas tan altas, acotó la pesca a las horas de la mañana ya las últimas de la tarde, ya los pozones profundos o a las correderas bien oxigenadas. Las eclosiones variaron notablemente, se produjeron en algunos casos consecutivas y superpuestas. Así aparecieron “tricos” negros N° 20, junto con caddis amarillas N° 14 ya la par efímeras N° 8. Las moscas rendidoras AP Black Nll 16, Hare’s Ear N° 14 y 16, estas en cuanto a ninfas; Adams N° 16 y 18 y Adams Parachute Nll 18 y 22, Nelson’s y Hair Wing Caddis Nll 14 y 16, Trico Spiner Black N° 18 y 20 y también moscas
grandes como la Waterwalker, Bastard Adams, Grizzly Wulff y Humpy hasta el Nº 8.
En este curso sabemos de dos capturas destacadas, las dos marrones, una de ellas un macho de dos y medio kilos aproximadamente y la otra una hembra de dos kilos trescientos, esta última tomó una Adams Nº 18.
El Chimehuin no escapó a las generales de la ley y estuvo en su totalidad bastante pobre en casi todo el curso (seguimos atribuyéndolo a la matanza indiscriminada que sufre en la zona del pueblo), no así en la Boca que en horas de la tarde rindió buenos resultados con moscas secas grandes.
Sabemos de una captura importante lograda por el “Bebe” y de otra de muy buen porte (4,500 kg.) por I. Roselli.

El Collon Curá, en su primer tramo desde la Balsa hasta el Cerrito Piñón le fue inversamente proporcional el menor tamaño de las piezas a la gran cantidad. Desde el Cerrito Piñón hasta la desembocadura del Caleufú los tamaños fueron más importantes, en las correderas fue posible usar moscas secas grandes con óptimos resultados. El viento constante hizo reflexionar sobre la necesidad de hacer las prácticas especialmente los días de viento, por cierto bastante escasos en la Costanera.
En los pozones debajo de los grandes paredones, las capturas fueron realmente importantes (hasta 3,500 kg.), todas Arco Iris de colorido muy notable y con una potencia de pelea deliciosa. Las moscas usadas con éxito: Wolly Bugger, marrón, negro y verde; Wolly Worm negras con hackle grizzly o naranja; Fuzzy Wuzzy de mara; y en cuanto a seca, las del tipo Wulff, Irresistible, Caddis de pelo y Humpy, todas en tamaños grandes -NQ 8 y’ 0- y muy cargadas de hackle.
Por último, recomendamos un campamento a orillas de este maravilloso río, un asado regado con mucha amistad y buen tinto puede resultar inolvidable.

Otros cursos no cercanos a junín, pero muy recomendables, son el Traful, el Caleufú, y el Limay. Este último con aguas bajas se hace un poco más fácil de pescar pues se puede acceder a más lugares, y debemos recordar que las marrones de este río suelen ser gigantescas. El Traful registró en el mes de febrero el récord de más bajo nivel de la historia (en la estancia La Primavera). Pero las grandes piedras y los profundos pozones siguen albergando muy buenas marrones. De igual manera el Caleufú ha hecho su aporte, luego de buscar una marrón en los pozones o correderas frente a los sauces, ha sido posible hallarla, especialmente a última hora y con moscas oscuras.

Los lagos han sido en todo momento una alternativa muy interesante para los días de mucho calor, si bien la pesca no es lo divertida que en un río los resultados pueden ser atractivos.
Estaremos a la espera de un fin de temporada mejor, pero si por caso no mejora, lo mejor será estar practicando en esa curva del río bajo los sauces, el cast que tanto nos dificulta presentar bien la Hendrickson. Seguro que será más divertido que hacerlo en el circuito KDT.
Hasta la próxima.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *