Moscas de hackle adelantado

por Javier Alurralde y atados de Mario Capovía

Reedición del artículo publicado en el Boletín Mosquero nro. 75 de 2011

En una de mis habituales incursiones en el ciberespacio encontré una mosca que me llamó la atención de construcción simple y atípica con hackle adelantado, creada por Neil Patterson y que denominara Funneldun. Recordé viejos tiempos y estaba casi seguro de haberla visto mucho tiempo atrás bajo otro nombre. Tenía algo de la serie de moscas Valsesianas que se utilizaban en el norte de Italia por mediados del 1700 (en el valle del Río Sesia), pero rápidamente descarté esta idea pues éstas no tienen cola y son moscas húmedas, aunque pueden trabajar en superficie, en tanto que la moca creada por Neil Patterson claramente estaba destinada a la flotación y upside down, es decir que flotan con la punta del anzuelo hacia arriba.

Al mirar las láminas con los diseños de las moscas Valsesianas a simple vista se aprecian las diferencias antes apuntadas, mas no pude resistir considerar la similitud de ellas con los modelos Tenkara, tan de moda ahora, y la casi idéntica técnica y elementos de pesca aplicada por ambas escuelas.

Continué mi búsqueda y me zambullí en mis viejas cajas de modelos (modelos que nunca ven la luz del sol sencillamente porque los olvido) para tratar de ubicar esa mosca que podía ser la diseñada por Patterson. Tras revolver un rato, sólo encontré algo que tenía algún parecido pero que no era igual: se trataba de una mosca
diseñadas por Aimee Devaux de hackle adelantado que me regaló mi amigo y maestro de mosca seca, Hugo Nochteff, quien las usó por mucho tiempo en el lago Tromen con señalado éxito.

 

 

Aimee Devaux diseñó estas moscas aproximadamente en la década de 1930 y el modelo que tengo se caracteriza por utilizar dos hackles, uno blando y otro duro, construidas con el hackle levemente adelantado (Me llama la atención la página web que contiene los modelos actuales de moscas con la marca Devaux pues observo que en ella el modelo sólo tienen un hackle en lugar de dos, y desconozco si ello se debe a razones de comercialización o responde a alguna otra razón. Sobre todo si tenemos oportunidad de consultar The Fly Tier´s Benchside Reference de Ted Lesson y Jim Scholmeyer, pág. 361, donde se detalla la técnica de atado en el estilo Devaux con dos hackles).

Tal como me explicaba Hugo Nochteff, un profundo analista de la técnica de pesca y de las moscas que utilizaba aún cuando curiosamente nunca tomó una morsa para atar, un hackle blando levemente más largo y entremezclado con otro más duro y un poco más corto ayuda a que la mosca se pose suavemente en el agua de modo natural, evitando el efecto de rebote que suele suceder con las moscas de hackle denso y duro: puedo aseverar que a él esto le daba un gran resultado.

 

 

Pero volviendo al tema, al comparar las moscas de Devaux y la Funneldun entre sí surgen nítidas sus diferencias, a saber: la Funneldun sólo utiliza un hackle, el que se ata hacia adelante a tal punto que el ojo del anzuelo queda inmerso dentro de un cono formado por la pluma (de allí su nombre funnell=embudo) y reposa en el agua en forma invertida. Es común que se corta una pequeña V del hackle en su parte inferior y se ata la cola bien retrasada (ya en la curvatura posterior del anzuelo); en tanto la Devaux posa sobre el agua del modo tradicional; la cola se ata recta sobre el shank del modo habitual en la mosca seca y los hackles se atan bien adelante, del modo tradicional, más el atador da varias vueltas de hilo por detrás del hackle hasta lograr inclinarlo levemente y que éstos se posicionen levemente en cono, adelantados hacia el ojo del anzuelo.

Cabe mencionar que el modo tradicional de atado de ambas moscas es en reversa, un estilo muy común en Europa, o sea de adelante hacia atrás, pero no veo que exista inconveniente o impedimento alguno en atarla del modo convencional, de atrás hacia adelante.

Es interesante poner en relieve, como Neil Patterson lo destaca, que en el atado de las Funneldun se pueden utilizar grandes hackles sin inconvenientes (Oversize pero siempre atando sobre un anzuelo un número más pequeño), o si se prefiere incluso permite sustituir el hackle con pelos.

Pienso que el estilo se puede aplicar a casi cualquier mosca e imagino, por ejemplo, una mosca al estilo de la Haystack de Fran Betters, con ala invertida y hacia delante logrando que flote con el gap hacia arriba, me parece que quedarían más que bien.

Al consultar el libro de Judit Dunham (The Art of de Trout Fly) pude apreciar alguna foto con las moscas originales atadas por Patterson, quien comenta en la ocasión que son su imitación de efímeras up-wing, resultan simples de atar, no necesitan plumas caras (grado uno), flotan con el anzuelo hacia arriba y las plumas al estar adelantadas no perforen la superficie del agua, y son eficientes a la hora de pescar.

Al brindar la receta Patterson señala que puede usarse cualquier anzuelo y tamaño, con hilo de cualquiera color. Lleva como cola fibras de hackle de pluma de gallo y el cuerpo puede ser de fibras naturales o sintéticas, con el tórax en color oscuros señalando que el hackle debe ser largo, atado en forma de tubo.

 

 

Huelga destacar que la receta deja una enorme libertad al atador para que éste haga su elección de los materiales y utilice los que resulten de su preferencia.

Atada por su diseñador original la Funneldun tiene un hackle bastante escaso (sparse), con evidencia su creador no enrolla muchas vueltas de hackle en el anzuelo; es lógico suponer que tal característica se ajusta a la corriente de los ríos de Inglaterra, que difieren de los nuestros que se asemejan más a los del Oeste de Estados Unidos; por ello, así atada me parece que su fuerte son las aguas más o menos calmas, donde las truchas tienen tiempo sobrado para inspeccionar las moscas antes de decidir si toma o rechaza.

Como me encanta el modelo y me merece fe, voy a optar por recargarle un poco con vueltas de hackle para intentar mejorar su flotación en aguas rápidas y, como toda elección siempre implica pagar un costo, seguramente mi modelo se verá bastante más tosca y perderá transparencia pero, tal vez, resulte una mejor adecuación del modelo a nuestros ríos, más esto queda a gusto del atador.

 

 

Me resulta irresistible señalar que la técnica de atado de mosca con el objeto de que la mosca aterrice en el agua con el gap hacia arriba dista de resultar moderno; el estilo data de 1662 por lo menos, ocasión en la cual Robert Venables (nacido en Inglaterra en 1612 y fallecido en 1687) escribe su libro The experienced angler, que se edita en 1662, en el que explica formas de atar los materiales en la mosca para que ésta se pose en el agua con la punta hacia arriba, evitando así que la punta del anzuelo penetre en el agua y en su deriva enganche las plantas o vegetación; La técnica es la misma de hoy y consiste sencillamente en montar los materiales en el anzuelo de tal modo que funcionen como un paracaídas y así lograr que la mosca se deposite invertida en el agua.

Surge Europa nuevamente, cuna de viejos principios que retornan una y otra vez para señalarnos que lo aparentemente moderno, muchas veces, ya tiene historia y años de descubierto. Desconozco las causas por las cuales la técnica de atado en hackle adelantado tiene poca o nula tradición en nuestro país, tal vez resulte consecuencia de su raíz europea y que estamos fuertemente influenciado por la escuela y modelos del Norte de América, pero éstas moscas de hackle adelantado son excelentes y de probada eficiencia, seguramente nos brindarán numerosas satisfacciones a lo que se agrega un atado simple.

 

 

El sistema funcionaba tan bien que años atrás me atrevía a atar una mosca en este estilo en un anzuelo Tiemco 400, que se posa en el agua del modo común y corriente imitando un insecto, pero a la menor tracción funciona como una Skating. La bautice SN, sin nombre, pues alguien seguramente ya la ha de haber inventado, y para el caso de que el lector la descubra, me gustaría que me lo haga saber indicando la fuente. Resultó una mosca muy divertida para pescar, claro que no es muy clavadora, pero esto es deporte y si el practicarlo no es divertido a mí no me interesa; Sólo puedo señalarle que la pruebe que seguramente se cansará de ver los reflejos de peces que suben a mirar esta mosca en acción, garantía de buen momento (aunque por lo bajo me masculle alguna maldición al fallar alguna clavada).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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