Las steelhead del Rio Santa Cruz

Por Yayo San Martín

Me llamaron mis buenos Amigos el Piti Chaparro y Mario Zwetzig, guía local de pesca, conocedores del rio como pocos, “Yayo venite que están entrando las grandes, traete el cajón de atado o moscas oscuras” … ni lo pensé, acomodé la 4×4 los bártulos de pesca, cené livianito y me dispuse a encarar los 1400 km. que me separaban de las Steelhead del Santa Cruz y del reencuentro con entrañables amigos. La ruta 3 en esta parte es bastante despejadita por lo que a buen promedio en unas 16 horitas de marcha estaba cargando combustible en Piedrabuena, en un día espectacular.

Mis preguntas a los muchachos de la estación de servicio, habituales cuando uno llega al lugar de pesca y quiere enterarse por boca de quien no practica la pesca (y mucho menos con mosca … “) ¿y, se pesca algo o no sale nada? ” … por respuesta obtuve una cara de suficiencia como diciéndome (este no esta enterado) y unas manos que se separaban cada vez más ante mi asombro “siii … así de grandes” “¿quien las pescó? .. ¿con qué?” .. respuesta y .. el Piti Chaparro y el guía de aquí … se llama Mario ¿lo conoce?” …. dije que sí, y allí mismo me di cuenta que estaba en el lugar apropiado en el momento correcto y con los mejores compañeros para intentar engañar a las enormes y luchadoras Steelhead. Encuentros y charlas de rigor, nos instalamos en el camping, ya que andábamos con nuestro trailer a cuestas a orillitas del Santa Cruz y a enredar unas moscas según la orientación dada por mis amigos. Como aun estabamos algo cansados por el largo viaje, decidí pegarme una vueltita de inspección por los lugares donde me habían contado podían estar los peces, intentando leer un poco el río ya decir verdad, se me empezaron a quemar los papeles, ¿Leer qué?, en un río que a veces supera los 500 metros de ancho y no se ve nada, ni profundidad, ni fondos … ni nada y allí donde parece que está más mansa la correntada, metés una mosca y sale disparada como flecha y a esto se empezó a sumar un vientito que según la radio local soplaba a 98 km. por hora, pero el saber que al día siguiente andaría con el Piti y Mario, me daba cierta seguridad que andaría por los lugares correctos. La coloración del río es como todo río de deshielo, verde esmeralda lechoso, por lo que mis amigos me recomendaron colores negros, violetas y algún toque de rojo o brillos naranjas en las moscas. Por supuesto, unas buenas W. Buggers, unas Muddler Minnows, y otros patrones salmoneros con toques personales o sea, un buen festival de streamers.

Un buen asadito, cuentos, payadas mosqueras, bastante jugo y bastante tarde … a dormir, con la promesa de mis amigos “mañana a las 7 te pasamos a buscar”.

Les debo contar que los dos primeros días, a pesar de algunas capturas pequeñas (no más de dos kilitos ) y una caña partida por el violento pique y disparada de una monstruosa Steelhead en la caña de Dinah, mi esposa, quien estaba intentando con cuchara … no pasó nada fuera de lo normal. Y sucedió algo esa noche, que es para que tenga muy en cuenta aquel que vaya por aquellos lares; hubo una marea extraordinaria, se nos inundó el campamento, pero, creo ese factor hizo que entrara un cardumen de steelhead, las cuales al otro día y en los mismos lugares que antes habíamos estado, nos dieron muestras de lo que son estas bestias hechas truchas.

Les comento una captura fallida de Mario, que no solo tienen una vitalidad asombrosa sino hasta se demuestran inteligentes para zafar del anzuelo, “jamás te creas que la tenés, hasta que este fuera del agua”

Luego de una media hora de tener una trucha que andaría por los 5 ó 6 kilos y no dar señales de agotamiento, Mario me dice: “ves aquella roca que sombrea a unos veinte metros de nosotros en el medio de la corredera, bueno allí una vez se pegó dos vueltas un truchón y debí cortar”, pareció que la trucha escuchó la suerte de su anterior compañera e hizo lo mismo, se enredó en la roca y allí se quedó, ni por asomo se podía alcanzar la piedra, por lo que cortar fue inevitable. Otra … tengo clavada una de estas preciosuras que pesó 5.800 kg. y al toque de la clavada, se me viene como moribunda, panza blanqueando a los pies, me quedé asombrado por su forma de actuar y pensé “… estará enferma …”; qué iluso, se dió dos vueltas completas en torno de mí a un metro y medio de distancia de mis piernas, parecía tener motor en vez de cola, tuve que hacerle unos pasos como de torero con la caña girando sobre mi cabeza y al ver que no se enredó salió disparada para el centro de la correntada en una carrerita que me llevó toda la línea y 20 metros de backing. Luego de casi 40 minutos la pude pesar, fotito y al agua. Respecto a las Steelhead les tengo que comentar mi impresión, y esto ya me lo habían dicho unos amigos canadienses allá en la XI región de Chile, es la Formula Uno de las truchas, por su fortaleza, hermosura y viveza. Es una Arco Iris que tiene la particularidad de migrar al mar luego de transcurridos unos dos años en el río, graba en su cerebro, olores y características propias del lugar donde nació y al volver del mar, lo hará exactamente a este sitio. Pero, hasta ahora se había determinado que esta especie (las Steelhead) estudiadas en Canadá y algunas otras partes del mundo, hacían su retorno luego de una permanencia de 4 a 7 años en el mar, vuelven a su lugar de nacimiento desovan y mueren, en algunos casos entran y salen del río dos veces en su vida y en la última entrada, también mueren, cosa que en el Santa Cruz no ocurre y según los biólogos que allí están haciendo sus primeros estudios de esta especie, han determinado que entran y salen del río casi a placer, determinando de esta forma, una conducta única en el mundo y logran alcanzar en poco tiempo tamaños espectaculares (por ej., 3 kilos en un año). Muchos de los datos que ellos poseen, son aportados por pescadores locales y es bastante poco lo que se ha sacado en conclusión; no se han encontrado las camas de desove, pero como están repletas de ovas, sin dudas entran a desovar. No se sabe a ciencia cierta, quienes o quién las sembró, o si son Arcoiris comunes que al ser sembradas en un río con salida al mar han adquirido la particularidad de vivir en los dos ámbitos, volviéndose anádromas.

De esto, nos ha hablado con bastante material de por medio el biólogo Miguel Pascual, en el marco del IV Congreso de Challhuaco, en Bariloche y de ser necesario, recopilaré ese material y informaré con bases más científicas del tema, pero de que son la Formula Uno de las truchas a mi no me quedaron dudas.

La costa del Santa Cruz es bastante variada, ya que podes encontrarte con que corre por un bastante profundo, cañadón ya que su cauce está a más de unos 20 metros de la barda o explayarse como un río de llanura, con costas arboladas por álamos, sauces o vegetación propia de la zona, los arbustos, rosa mosqueta y otras especies que están en la orilla y al reparo del viento.

El viento, casi siempre del oeste, con variantes OSO. ú O.N.O dificulta el casteo para quienes somos diestros en la margen norte del río, no así en lamargen sur, y ambas márgenes son buenos pesqueros, más aquí va el asunto del porque se me hizo el río tan difícil de pescar. En primer lugar, cualquier experto lanzador, así sea el campeón del mundo, no dejará de sentir la sensación de que …. “no tiré nada”, ya que en muchas partes el río tiene como 500 metros de ancho y dónde pueden andar los peces … solo Dios lo sabe, pueden picar en correderas, pozones, veriles y muchas veces se las ve “delfineando” en el medio del río, como si fueran remontándolo, a su vez, (nos comimos una), no pican por hambre ya que en sus estómagos no encontramos ni siquiera una triste larva de nada, ni tampoco escuché de los lugareños haber encontrado nada en sus estómagos y es buena la cantidad que se sacrifica pero esta tendencia se esta revirtiendo gracias al trabajo de algunos pescadores locales que dan el ejemplo de pescar y soltar. Pero volvamos al río, el color de las aguas es casi un mate cocido con leche (perdonen la comparación hecha a lo gaucho, pero así nadie tendrá dudas del color), por lo que “leer aguas” es una utopía, no se ven rastros de ondulaciones en el fondo, rocas, veriles, pozones ni nada, debes “leerlo” metiendo las patitas y algo más en el agua, o andar con algún lugareño que sepa de pozones y correderas por haberlas visto en las grandes bajantes.

Si le sumamos lo poco que sabemos de la especie, que no están alimentándose, un río que parece un mar, una coloración de algo opaca, un vientito que a veces hace imposible castear, el agua muy pero muy fresquita (casi les diré que los 3 mm. de wader se hicieron escasos y más de una vez debimos hacer un fueguito para calentarnos un poco) se darán cuenta del porque es un río difícil al menos para mí.
Con respecto a la época, creo, según cuentan los lugareños y por las experiencias de Mario Y Piti, allá por diciembre, enero y febrera ya comienzan a entrar, pero pareciera que son más chicas de 2, 3 y 4 kilos y a medida que nos metemos en marzo, abril o mayo (en mayo devolución obligatoria y sin rebaba) entran los monstruitos, 5, 6, 7, 8, ó 9 y pico, según date creíbles y registrados … Mario por ejemplo (guía local) usaa shootings de alta densidad e hundimiento 5 ó 6, y pescó más que nosotros que usábamos menor densidad, creo es menester, que la mosca empiece a profundizar lo más rápido posible, pero, debemos llevar también de menor densidad, pues al caminar un poco el río, podemos encontrarnos en el medio a 100 metros de la costa y el agua tiene 60 cm …. y también hay pique, pero las líneas de alta densidad quedan enganchadas en las piedras si dejas derivar un poco la mosca. Con respecto a las moscas oscuras (streamers) yo creo estas son tomadas con más asiduidad por ser más visibles en este tipo de aguas y no por otro motivo, las W Buggers se llevan las palmas, las Muddlers anduvieron muy bien y una mosca que me dió muy buen resultado es la Signal Light (comprada, Randall Kaufmann) y luego atada ante su pérdida, la cual recomiendo. Más no se dejen llevar solo por mi experiencia ya que pienso que toda variante, con predominancia de colores negros… debe funcionar.

No creo tomen las moscas por alimentarse (aunque no lo descarto), si no por su carácter sumamente agresivo, ya que en varias oportunidades me (nos) paso, que ante un buen pie fallido, al hacer un nuevo lance al mismo lugar la volvió a tomar inmediatamente.

Para finalizar les comento que a casi todos lugares de pesca se llega en auto hasta la orilla misma del río o muy cerca, hay un excelente camping en la isla Pavón, con todos los servicios, incluídos juegos para niños, cuesta pesos por día, para acampar y uso de fogón y todas las comodidades (allí funciona la piscicultura local) y pueden ver las Steelhead en los piletones. El biólogo local quien trae en esta piscicultura (Sr. Fernández) les de seguramente más datos sobre la especie y contará con lujos de detalles por ejemplo, una operación realizada en ejemplares, que fue liberados, donde les han instalado un trasmisor portatil de manera interna, pero con “antena exterior” a algunas truchas con la intención localizar su zona de movimiento, desover, por favor si pesca alguna, tome datos del donde la pescó, estado etc.. y ni siquiera piense en matarla) … también hay hotelería, no 5 estrellas pero muy confortable, y cómodas cabañas, guías de pesca locales y también un camping municipal gratuito, con fogones, un baño de campaña y muy reparado, aunque si hay mareas grandes pueden quedar bajo agua quienes allí acampen … y creo las grandes, grandes … entran con las mareas grandes.

Se llega hasta Piedrabuena por la ruta tres, todo asfalto desde Bs.As., si pasa por Viedma, futura Capital Nacional del Steelhead, le doy más datos.

Pd: Por favor, si visita la Patagonia (nuestra casa) no arroje sus residuos. Preste mucha atención con el fuego y las colillas.

Muchas Gracias

2 respuestas a “Las steelhead del Rio Santa Cruz”

  1. Ignacio Martínez Prado dice:

    Maravilloso relato….sin ser pescador de mosca , logró provocar una tremenda casi
    Necesidad de iniciar esta noble “ cultura”
    Ya a mis 67 años y después de un infarto grave, debo averiguar que se siente tener un bicho grande en una caña delgada ….
    GRACIAS

  2. Fernando Guerrero dice:

    Hermoso relato. Nunca pesqué en el río Santa Cruz y nunca una Steelhead, somos tres jubilados que cobramos la “mínima en serio” y nos gustaría ir a principios de marzo, pero no sabemos si hay accesos públicos para pescar, ya no estamos para pagar un Lodge y para nosotros que somos de Pinamar y Villa Gesell es una aventura ir sin conocer lugares que uno pueda acceder en forma gratuita, ya que solo de combustible tenemos “una fortuna”. Dejé mi Gary Loomis 8/9 ya hace tres años por una afección muscular irrecuperable y ahora solo puedo hacer spinning al igual que mis compañeros, no sabemos tampoco si se permite esa modalidad. Te agradecería mucho si nos puedes pasar información de donde dormir de acuerdo a nuestras necesidades, por supuesto que alguna cabaña donde podamos cocinar. Mi vehículo es una Isuzu 2001 4×4 con solamente 110.000 kms. e impecable, quiero saber si es un vehículo apropiado pues no conozco el terreno, el último viaje fue en noviembre del 2018 a Tierra del Fuego lado Chileno y no tuve problemas. Desde ya agradecería alguna información al respecto. ¡¡Muy bueno lo tuyo!!! Muchas gracias.

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