Las moscas realistas

por Andrés Alvarez

Si bien desde un primer momento las moscas impresionistas que imitan vida a través de la apariencia, transparencia o movimiento de los materiales, demostraron ser las más efectivas en condiciones de pesca; las moscas realistas han capturado siempre la imaginación de los atadores, y han desarrollado una escuela de atado con asombrosa capacidad de imitación.

Nada hacía prever ese resultado, dado que los primeros intentos de imitación, como las ninfas de Hewitt duras y rígidas tras sucesivas capas de barniz, terminaron en un completo fracaso; y en moscas secas, aparentemente nadie hizo el intento, ni con los materiales de antaño ni con los de ahora.

Las moscas realistas se desarrollaron como un arte de exhibición, en el que, utilizando técnicas de atado, se reproducen hasta los más mínimos detalles de un insecto.
Se destacan dos características, una de ellas, es que en su confección se utilizan exclusivamente técnicas de atado. Todos los materiales deben ser montados sujetándolos con hilo sobre el anzuelo y no se admite ningún vaciado ni tallado; y todos los materiales utilizados, deben ser, en lo posible los que tradicionalmente se utilizan para atar. La segunda es que constituyen exclusivamente objetos de exhibición, que no están pensados para pescar con ellas.

Esto se advierte claramente cuando se las compara con las moscas de estilo realista que si están concebidas para pescar como las que ata Steve Thornton, pues este autor, y algunos otros que siguen esta escuela, atan fundamentalmente pupas y ninfas, esto es, aquellos estadíos del insecto en los que resulta posible una imitación minuciosa que reproduzca sus más mínimos detalles, sin comprometer por ello, su desempeño funcional, el que quedaría frustrado si pretendiéramos imitar con técnicas realistas cualquiera de las fases aladas, pues ó bien, éste no se mantendría a flote o su apariencia rígida le quitaría toda ilusión de vida.

Esta cuestión, que se hizo evidente para los atadores desde los comienzos de las técnicas de atado, ha resultado siempre un dilema de difícil solución. Pues éstos lograban un patrón de atado que imitada correctamente al insecto, pero luego se encontraban con el problema de cómo conferirle vida; y ésta solamente podía ser obtenida con la utilización de ciertos materiales, que por su movimiento, o por su transparencia conferían esta ilusión, y hacían que las moscas fueran aceptadas.

En esto se basa la escuela impresionista, que busca determinar cuáles son las características que las truchas buscan en su alimento y que disparan su atención.

En el caso de las moscas secas, además del hecho de que deben flotar, se advirtió que producían sobre la película superficial una impronta muy particular, al deformar ésta con sus patas, que era razonablemente imitada por las puntas del hackle del collar de una seca. Entonces si lo que dispara la atención de la trucha son estos puntitos de luz que produce la mosca seca, ese mismo efecto no podría ser conseguido con un objeto tieso como es una mosca realista, y que además difícilmente se mantendría a flote.

Otra diferencia que se ve claramente es la gran diversidad de insectos que toman las moscas realistas. Es que mientras los patrones de atado destinados a pescar imitan los insectos que las truchas suelen encontrar en su hábitat; las moscas realistas imitan todo tipo de insectos, aún aquellos que como las mariposas tropicales viven en sitios diferentes y difícilmente se pongan alguna vez al alcance de una trucha.
Siendo una especialidad en pleno desarrollo no hay todavía uniformidad en las técnicas ni en los materiales utilizados, hasta ahora todo esto significa pasarse semanas en la morsa y una cantidad de pasos que se cuentan por decenas.

Nuestro atador estrella, Humberto Torelli ha procedido a pasarse varios meses manipulando rafia, celofán y monofilamento para lograr las creaciones que ilustran este comentario, y frente a las cuales uno lo primero que piensa es en rociarse con insecticida.

Pero sin asustarse, y aun cuando no hayan actualizado este año la vacuna contra el dengue, pueden hojear estas páginas con confianza y disfrutar de las ilustraciones

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *