INFORME DE LA TEMPORADA 1991/1992

Estos pequeños informes intentan mejorar las chances de pesca de nuestros lectores, siendo elaborados en base a la experiencia de reconocidos pescadores.

En diciembre mantuvo el nivel elevado de las aguas, las que recién se situaron en sus cauces normales a mediados del mes de enero. Toda la zona de Junín y San Martín de los Andes fue afectada por una ola de calor inusitada que elevó la temperatura de los ríos a límites anormales. Así se tomó la temperatura del río Caleufu a las siete de la mañana y la marca fue de 16º centígrados.

Esto motivó que las truchas tuvieran una mínima actividad y una gran selectividad y si bien se producían abundantes eclosiones de insectos ( caddisfly  stonefly y mayfly ) los peces no subían a tomarlas y reduciéndose esa mínima actividad a períodos muy cortos y a cualquier hora del día.

Estas características se repitieron en el río Malleo, Chimehuín y Quilquihue con escasas capturas y en general de piezas pequeñas. Los pocos buenos piques correspondieron siempre a truchas marrones.

Las moscas con mayores éxitos fueron  entre las ninfas. Zug Bug y Jabalí (Bebe) # 12, 14 y 16 lastradas usando leader de más de 9 pies.

Entre las secas. se destacaron Royal Wulff y Elk Caddis # 16 y 18. Relativo resultado produjo el uso de Woolly Bugger como Streamers en # 10, 12 y 14 en colores negro y verde oliva con hebras de Kristal Flash en la cola. La situación en los lagos, si bien fue más favorable, también necesitó de esfuerzos para lograr alguna buena pieza. Tal el caso del lago Tromen de excelente rendimiento lanzando desde una embarcación hacia las costas con paredones verticales o playones que tuvieran troncos sumergidos, utilizando shooting taper Hi Di Hi Speed gris y la mosca de más éxito volvió a ser Wooly Bugger color verde intenso con hakcle marrón o cuerpo verde oliva con hakcle y cola negra, todas sumamente lastradas; también en este caso fueron más efectivas en números pequeños (#8, 10 y 12 incluso 14), fracasando los streamers atados en anzuelos mayores de tanto rendimiento el año anterior.

Estas diferencias de pique entre el río y el lago se notaron también en la zona de Bariloche, como en el caso del río Limay, que debido a su elevado caudal y velocidad, dificultó la pesca con mosca en casi todo su curso. En cambio se pescó muy bien en su boca sobre el lago Nahuel Huapí.

En la zona de Villa la Angostura, pescando sobre el Nahuel Huapí, tuvimos noticias de muy buenas capturas a principios del mes de enero.

En conclusión esta diferencia tan notoria del pique en el río y el lago. Se debió a nuestro entender por la diferencia de temperatura en el agua y de mantenerse las condiciones climáticas en la zona, la pesca deberá buscarse en los lagos preferentemente en las desembocaduras de aguas de deshielo o en los grandes ríos que pueden tener una temperatura menor que los ríos chicos.

AAPM

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