Bebe Anchorena

La AAPM nos solicitó escribiéramos sobre la reciente desaparición del Bebe Anchorena. Inmediatamente coincidimos que la pauta de una nota sobre quien fuera el verdadero maestro de la pesca -vaya paradoja- sería la de no referirnos a la pesca.

Expliquémonos. Hablar de quien se paseó por cuanto río famoso existe en nuestro país, en Islandia, Canadá, Inglaterra, Noruega o Estados Unidos y que allí dejó la más exquisita muestra de la perfección en la pesca con mosca, habrá de resultar siempre incompleta.

Cualquier anécdota o recuerdo de gigantescas truchas, salmones, bonefish, steelheads, etc., siempre quedará relegada o superada por algún éxito mayor del propio Bebe. Dejemos a quien quiera encontrar un catálogo o listado de records y técnica empleados por el Bebe, que recurra a la vastísima literatura nacional o extranjera en diarios, revistas y videos que existen.
Es así que nuestro recuerdo en este momento, sólo queda referido a a exaltar los aspectos personales del Bebe.

Se dice que en medicina existe la figura del maestro y del profesor, siendo el primero el que brinda sus conocimientos por placer, a diferencia del segundo, quien lo hace por formar parte de su trabajo. Así era el Bebe, donde se lo pudiera encontrar, sentía verdadero placer en enseñarnos los descubrimientos que hacía cada día, algo que para él constituía un hábito.

Sigamos con lo que para muchos, lamentablemente, pasa inadvertido. Jamás se lo habrá visto pescar en algún lugar donde creyera incomodar a otro pescador, lo que constituye una perfecta ética del pescador en el río y fuera de él. Estaba abierto también a quien se lo preguntara, a explicar qué técnica había empleado y el porqué de los sutiles elementos que había elegido. Y decimos a quien se lo preguntara, pues el Bebe pescó siempre para él mismo. Su habitual reserva hizo que pocas veces nos enteráramos de sus éxitos, guardando reserva sobre todo ello, no publicitándolo y sólo comentárselo a sus amigos luego que éstos formularan la pregunta.

El bajo perfil fue otra de las características de este señor. También destacamos su no claudicar en la previa elección de los elementos que usaba para pescar. Jamás utilizó algo que no considerara elegante, pese a que pudiera haber logrado mayores resultados. Todo ello manteniendo así, un camino en la pesca con mosca hasta el final de sus días de pescador, representando el ideal del verdadero pescador con mosca.

Es nuestro deseo que todo esto sirva de ejemplo a las nuevas generaciones de pescadores y, a quienes fuimos sus amigos, el recuerdo imborrable de un verdadero caballero y maestro.

JUAN ROSSELLI
MARCELO MORALES

Una respuesta a “Bebe Anchorena”

  1. enrique gherardi dice:

    EXCELENTES PALABRAS PARA DEFINIRLO.En el 74 a mis 19 años fui por primera vez a Junin .Ancle en la Hosteria de Jose Julian , habia hecho amistad con Diego Guglielmi.Con mi equipo de spinning me dirigi al rio,.detras aparecio un hombre mayor y mosquero, le cedi el paso lo que nego.Me pregunto que señuelo tenia y me indico como pescar ese lugar…..lance y para mi sorpresa clave mi primer trucha sureña , una marroncita de kilo…no la podia devolver casi…pero lo hice.De regreso a las dos horas y ya en la Hosteria me encuentro con Diego..”.-Te emocionaste tanto que no la podias soltar..??” Y vos como sabes??
    -“Bebe me conto” .Pasaron muchos años y en los 90 vuelvo a visitar la AAPM y su Presidente Fernando Uhia me dice : -Historia como la tuya hay decenas y decenas!
    Era un democrata de la pesca, un gran señor ; creo q la pesca le dio la rara oportunidad de ser el mismo hermanandose en el servicio a todo aquel que lo necesitase.

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