ATADO: Estilo de moscas y tipo de agua

Por Jorge Calandra

A los efectos de esta nota, ESTILO es el conjunto de características (proporción, materiales, anzuelos y técnicas) que definen una mosca.

Posiblemente por ser una actividad totalmente importada de otros países, la confección de moscas nacionales para la pesca todavía tiene un fuerte ingrediente de copia de recetas foráneas, nacidas para ecosistemas en muchos casos muy diferentes de los nuestros.
Como lo he dicho varias veces, creo que los pescadores deberían dedicar parte del tiempo en ríos y lagos a estudiar qué es lo que comen las truchas (observando su comportamiento, usando una bomba estomacal, mallas de filtrado del agua, anotando nuestras observaciones y leyendo la literatura científica local) y cómo se comportan estos animales que componen su dieta.

Con el tiempo, debería surgir un menú de moscas originadas en nuestro medio. Cuando nuestras conclusiones coinciden con alguna receta tradicional, mejor; si no deberíamos tener recetas propias. Que yo sepa, hay dos moscas con recetas publicadas que tratan de imitar al Páncora.
Con la importancia que este crustáceo tiene en la dieta de nuestros salmónidos, no debería haber más recetas?

¿Cuántos “streamers” usamos que imiten los pescaditos o alevinos que comen las truchas en nuestro país?
Con las moscas de dorado pasa algo parecido. Un guía de pesca dio algunas recetas hace unos años, pero el esfuerzo se diluyó gradualmente y pocos deben recordarlas.
Este problema de la falta de recetas se agrava cuando usamos moscas diseñadas para circunstancias diferentes de las que imperan cuando las queremos usar.

¿Cuántos de nosotros hemos tenido la suerte de pescar una eclosión (hatch) fuertemente establecida, con truchas que vemos subir? ¿Cuántas veces nos sucede eso en los viajes (siempre cortos) que hacemos?
El objetivo de este artículo es ayudarnos a diseñar (o adaptar) moscas de acuerdo a la clase de agua que estamos pescando.
Para ellos analizaremos las partes que componen una mosca, viendo cómo los tipos de agua afectan las construcciones y los materiales que se usan.

Anzuelos. Solamente cubriremos algunos puntos básicos, ya que proximamente trataremos ese tema en una charla especial. Lo fundamental a tener en cuenta es que el anzuelo debe cumplir tres cometidos: su forma debe ayudar al aspecto que queremos darle a la mosca, su peso debe contribuir al comportamiento y su resistencia debe permitimos traer al pez lo más rápidamente posible para ser liberado.

Es, en general, preferible que el peso está en el anzuelo y no en materiales agregados a él, siempre que ésto no afecte el comportamiento de la mosca.

Cabeza. La influencia de los concursos X moscas para exhibir ha reforzado una tendencia a las cabezas chicas. Esta tendencia debe tener algunas condiciones: nunca la cabeza debe disminuir la durabilidad de la mosca y además recordar el rol de la cabeza como parte de la imitación que queremos lograr. En general conviene que las cabezas de las moscas secas sean chicas. En cambio, las cabezas de algunos insectos deben de ser imitadas (especialmente las odonatas, plecópteras y terrestres). Los streamers plantean un caso especial: las cabezas de los pequeños peces y alevinos que queremos imitar son grandes. Es sabido que en general los peces utilizan el ojo de su presa como “punto a apuntar”, no la parte posterior del cuerpo o la cola.

Conviene atar una cabeza donde se pueda agregar un ojo razonable. Si nos gustan las cabezas de hilo pequeñas, pongamos algo que imite los ojos algo más atrás. De ahí viene la utilización del “jungle cock” en los “streamers” clásicos.
Una cabeza más grande en estas moscas nos permite pintar ojos sobre la vueltas de hilo. Yo lo recomiendo, aunque la “receta ” no lo exija.
Usemos epoxy para protegerlos de la abrasión.

Tampoco debemos ignorar el rol de las cabezas para facilitar la introducción de la mosca en el agua, y como generadoras de vibraciones. Como regla general creo que debemos pensar que las moscas que deseamos pescar profundamente deben tener cabezas de hilo un poco más grandes. Más hilo, más capacidad de absorber cemento, más peso y es mejor tener peso adelante que atrás, la acción de “jig” es más atractiva.

En aguas grandes o no muy cristalinas, las cabezas de pelo, a lo “Muddler”, transmiten más vibraciones, que atraen a los depredadores. Moscas a pescar con acción, cabezas grandes.
Moscas derivando con la corriente, sin movimiento, cabezas chicas.

Cuerpo. La principal función de los cuerpos es darle al depredador un punto de identificación claro para atraerlo desde alguna distancia. Obviamente parte de esa atracción es contribuir a imitar el insecto, alevino o crustáceo.
También debe contribuir al comportamiento de la mosca. Cuanto menos queremos que ésta se hunda, tanto más aire o flotante debe poder atrapar. También podemos cubrir la pata del anzuelo con espuma sintética (p. ej. Poly-celon), teniendo cuidado de no aplastarla demasiado con el hilo de atar. Un “ribbing” espaciado es suficiente.

Sobre eso podemos usar el “dubbing”, “quill” o “floss” que corresponda. Nadie lo sabrá y nuestras moscas flotarán mejor y más tiempo.
Hace tiempo, cuando el sistema usado era parafina disuelta, los principales agentes de flotación de las moscas secas, eran el hackle y la cola. Con los compuestos actuales, las moscas flotan mucho más.

Olvidémonos de que para mosca seca conviene usar “dubbing” sintético (generalmente polipropileno en hebras) porque su peso específico es menor que el del agua. Lo que conspira contra la flotación es la capilaridad del “dubbing”, que “chupa” agua entre los espacios de las fibras. Eso 10 evitamos con las formulaciones modernas, que hacen flotar un piano (hasta que por roce mecánico con el agua lo quitamos) y podemos prolongar su uso levantando la mosca con un falso roll en lugar de un tirón.

Las grandes ventajas de los sintéticos son tres:
-Su finura los hace muy aptos para usar “dubbing” en cuerpos pequeños.
-Los trilobales como el Antron d el Creslan refractan la luz de una manera atractiva, y, muy importante,
-sirven de aglutinantes para: fibras duras y difíciles, muy indicadas para cuerpos de ninfas.

Las moscas que trabajan hundidas funcionan mejor con cuerpos de “dubbing” tosco y a:parentemente algo desprolijo. Todas esas pequeñas puntas atrapan aire y, una vez hundidas, parecen estar cubiertas de pequeñísimas burbujas que imitan el aspecto de muchos insectos.
Como este aire atrapado dificulta la penetración inicial del menisco, y no queremos sacarlo (por ejemplo golpeando el agua con el cast), conviene usar algún peso, ya sea en elleader o en la mosca. ¿Recuerdan el rol de las cabezas un poco grandes?

Listado. El listado o “ribbing” se utiliza básicamente para cumplir todas o algunas de las siguientes funciones:

-Reforzar el cuerpo cuando éste está construído con materiales frágiles
-Marcar la segmentación del abdomen de algunos insectos y
-Proveer algún destello (”flash”) que convenza al atacante que la presa es un ser vivo. Es otro de los “gatillos” que atraen a la trucha de lejos.

En el primer caso, es siempre conveniente reforzar el “herl” de pavo real envolviéndolo en un lazo de fino monofilamento de nylon o por lo menos un “ribbing” de este material.
Esto último reza para cuerpos de plumas “palmer”, “dubbing” de marabou o cuerpos de “quill”.

Recordemos que la mayoría de las moscas secas flotan con el cuerpo en el menisco, de modo que segmentar el cuerpo es desearle también en las moscas secas, no solamente en las húmedas o hundidas.
El “destello” de la mosca no debe ser exagerado si el atacante tiene ocasión de verla claramente. En aguas muy claras, lentas o no muy profundas, con mucho sol, menos destellos.

A igual grosor de listado, aquél enrollado en el mismo sentido que el material del cuerpo se notará menos, “hundiéndose” en el material. Enrollado en sentido contrario, resaltará más.
Así debe también enrollarse para reforzar los cuerpos.

La enorme variedad de materiales para listar los cuerpos nos permite además agregarle algo de peso a la mosca, si así lo deseamos.
En aguas lentas o poco profundas usaremos mylar, hilo, “floss” o alambres finos; en aguas rápidas o profundas alambres más gruesos y “tinsels” metálicos.

Alas. Las alas cumplen diferentes funciones de acuerdo a si las moscas deben flotar o hundirse.
En el primer caso sirven para:

-Facilitar el que la mosca se pose suave y correctamente después del lanzamiento.
-Alertar a la trucha, ayudada por los destellos del hackle, de que se aproxima a su ventana un insecto.
-Mejorar la visibilidad para el pescador en aguas movidas.
-Ayudar a la flotación de la mosca.

De todos los materiales que se usan para las alas de las moscas secas, el que menos cumple estas funciones es el “quill” de las plumas primarias o secundarias de vuelo. Hoy prácticamente ha desaparecido por muy buenas razones; el pelo de ciervo, wapiti (elk), alce (moose) y de vaca la han suplantado con ventajas.
Mucha gente se pregunta por qué no se usa siempre una sola ala de lugar de dos.

Mi experiencia es que el ala debe ser la suficientemente alta para ser visible a la trucha, y una sola tiende a caerse de lado más fácil que un par. También ayuda mejor a mantener la mosca adrizada en aguas más movidas.
En aguas lentas, es mejor usar alas realizadas con plumas de gallina recortadas.
Presentan una silueta más real y duran bastante.

Las moscas hundidas, presentan un caso totalmente diferente. Ahí las alas cumplen un papel exclusivamente de imitación.
Durante los años 60s y 70s la gente se preguntaba qué imitaban las moscas hundidas tradicionales. Hoy, con mayor conocimiento de entomología, se sabe que hay, en la columna de agua entre el menisco y el fondo, una cantidad de insectos con alas. Hembras de efemerópteras y tricópteras nadando hacia abajo para depositar huevos, chinches de agua, ortópteras ahogadas, los motonéctidos e himenópteros (avispas, abejas, hormigas voladoras) que han caído al agua.

Al revés de las moscas secas, el “quill” de las plumas de las alas es especialmente apto para las moscas hundidas. No dificulta el hundimiento de la mosca, y presenta una imagen muy similar a la real. Conviene usarlas en aguas lentas y medianas, reforzadas con un fijativo para demorar lo más posible su desflecamiento.
Recordemos que una fuerte razón para la aptitud de materiales en las moscas secas o hundidas es la mecánica del lanzamiento, diferente en uno y otro caso.

La necesidad de secar la mosca hace que el cast “seco” sea más enérgico, con la línea desarrollando más velocidad y un “loop” más angosto, para que la mosca “caiga” al final del lanzamiento desde una distancia menor. El lanzamiento con mosca hundida es más suave, menos “false casts” o ninguno y el “loop” más abierto para que la mosca “caiga” de más alto, facilitando la ruptura del menisco.
Obviamente en el primer caso la mosca está sujeta a fuerzas destructivas mucho mayores.

Recordemos que las alas (de moscas secas o hundidas) ayudan a la
flotación, pero es un factor de gran importancia para fijar la atención de la trucha.
Aguas rápidas, alas más grandes; aguas lentas, alas más pequeñas.

Hackle. La función del “hackle” también cambia si la mosca es seca o hundida.
En el caso de la mosca seca, después de muchas teorías conflictivas a través de los años, se está llegando al consenso que el rol del “hackle” es doble: por un lado representa un refuerzo a la imagen de las alas (o “son” las alas en aquellas moscas que no las tienen) y las indentaciones en el menisco alertan a la trucha con sus destellos.
Teniendo en cuenta lo que dijimos anteriormente sobre la bondad de los compuestos flotantes actuales, yo creo que las muchas vueltas usadas en moscas para agua rápida se hacen para aumentar esos destellos, no para permitirles flotar.

En aguas lentas, demasiadas vueltas se convierten en demasiado de algo bueno” y asustan las truchas. ¿Recuerdan las exageradas vueltas de “tinsel”?
En las moscas hundidas, el hackle representa las patas de los insectos cuando la receta imita a éstos.

En los “streamers”, provee el color contrastante del interior de las branquias o contribuye a aumentar el volumen de la mosca, representando una parte de su cuerpo (generalmente la inferior).

Entre paréntesis, hablando del hackle de los “streamers”, ahora sabemos con los avances en el estudio de los colores que el rojo tan usado como “hackle” es efectivo solamente en profundidades bajas o medias.
Para pesca profunda, cualquier color contrastante es apto.

De ahí los colores inesperados de algunos “streamers”, especialmente los usados para “trolling” .
Posiblemente el carácter de las aguas tenga su mayor influencia sobre el hackle entre todos los componentes de la mosca, salvo el lastre.

En aguas rápidas y tumultuosas, no tiene sentido utilizar un hackle suave y débil, ya que instantáneamente se pega al cuerpo de la mosca y en esencia desaparece.
De ahí la gran diferencia entre el hackle de las moscas del Oeste de Estados Unidos y del Este. Parecería que las “soft hackles” de S. Nemes, un pescador del Oeste, contradicen esta teoría. Pero es interesante ver que mientras en su primer libro aconseja lo 2 vueltas de hackle, en el último indica 4 vueltas.

Las moscas de hackle de pelo duro de Grant y Potts, la montana Nymph, Bitch Creek, Woolly Worm y Muddler Minnow son todas moscas de ríos grandes y rápidos.
Las Damsel nymphs con su fuerte ingrediente de marabon, la Zug Bug, Wiggle nymphs, son de aguas lentas.
Lo que acabo de comentar en Estados Unidos se repite en Inglaterra, Francia, Italia y Austria.

Esto no quiere decir que una Hare’s Ear no pueda usarse en aguas lentas o rápidas, bajas o profundas. Lo que quiere decir es que se debe adaptar la receta original a la condiciones del agua, a veces muy distintas de las que originaron el modelo.

Lastre. Permítanme decir de entrada que cuanto menos lastre tenga una mosca, mejor.
Una vez ubicada la mosca a la profundidad que consideramos correcta, conviene que su falta de peso la haga comportarse del modo más natural posible.
La principal razón para usar peso adicional es para llevarla a esa altura deseada.

En ese sentido, los pesos en elleader son mejores que los pesos en la mosca misma; creo que la razón por la que no se usa más este sistema es que dificulta mucho el lanzamienro lejos, y ya sabemos cuán lejos nos gusta lanzar. Pesos en el leader también conspiran contra la precisión del lanzamiento. Casts exactos a un pez que vemos, es la excepción a cargar el leader. Pero esta charla tiene que ver con la construcción de la mosca, así que dejaremos el peso en el leader para otra ocasión. Pero recuerden, si cuatro vueltas de alambre debajo del cuerpo es bueno, ocho vueltas no es el doble mejor, es peor. Pero puede ser un mal necesario.

Además de llevar la mosca a la profundidad elegida, la ubicación del peso en el anzuelo hace que éste se comporte de diferentes formas. Joe Humphreys dice, después de muchas observaciones submarinas, que enrollar el peso en el anzuelo hace que éste trabaje con la punta hacia arriba. Él recomienda poner el peso a loS costados de la pata, cubrirlo con hilo de algodón y aplastarlo con pinzas una vez saturado de cemento.

La sección achatada, además de imitar muchas ninfas! “planea” en la corriente impartiendo una acción muy atractiva.
En general, todo el mundo está de acuerdo en que la concentración del peso debe estar desplazada hacia el tercio más cercano alojo.
Si queremos cargar más peso sin exagerar el tamaño del torax podemos enrollar un alambre más fino en el resto posterior de la pata.

De cargar las moscas hundidas, creo conviene poder reconocerlas. Yo ato todas las no lastradas con un color similar a la mosca (casi nunca con negro salvo que la mosca lo sea). Las medianamente cargadas llevan hilo amarillo en la cabeza, y las muy cargadas hilo rojo (como se van muy abajo, sé que el rojo se oscurece).
Llegamos al final de esta charla, que necesariamente araña la superficie del tema.

Otra vez hablaremos de estilos específicos de acuerdo a las regiones, tanto en Estados Unidos como en Inglaterra y el resto de Europa.
No olviden que nada de lo dicho es el Evangelio. La idea es despertar inquietudes, motivar experimentos y sacar conclusiones propias.

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