36 lbs. de acero canadiense

Prefiero hacer esta nota en forma anónima porque entiendo la hará más creíble y desprovista de las vanidades que a veces se deslizan en estos racontos.

Hace varios años que tengo la suerte de ir a pescar steelhead a British Columbia (Canadá). He pescado en los ríos Sustut, Babine, Bulkley y Kispiox. He pagado los derechos de piso correspondientes que fundamentalmente consistieron en dominar la particular técnica que se requiere para encarar esta pesca, acertar la época más propicia y tener los equipos adecuados para pelear con éxito, el que es uno de los peces más enérgicamente combativos que ofrece la pesca con mosca.   Tuve la suerte de hacer más de uno de estos viajes en compañía de hijos míos, tan entusiastas de la pesca como yo.

Fuimos concentrando nuestros viajes en un lodge excelente en cuanto a calidad de pesca, soledad, profesionalismo de guías y comodidades. Está ubicado en el río Babine y su nombre es el Silver Hilton. Este lodge es manejado en buena medida por Lani Waller que es el referente mundial en pesca del steelhead. Hay una serie de tres videos que Lani ha generado y que son más que útiles para cualquiera que quiera iniciarse en esta pesca.

Los dos primeros años que fuimos al Silver Hilton resultaron placenteros pero muy duros en cuanto al pique y la abundancia de steelhead. Nuestra semana era demasiado temprana (2da. de septiembre) y eran pocos los pescados que habían ingresado al río para esa época. Fuimos entonces maniobrando y logramos ubicarnos para el año siguiente en una semana más tardía (2da de octubre). Los runs varían en el tiempo de manera muy sustancial de río en río por más que pertenezcan al mismo sistema del río Skeena.

Si bien habíamos sacado algunas buenas steelhead en nuestros viajes previos, este resultó otra cosa. La del steelhead no es una pesca abundante. No sacar nada en un día, es común. Sacar una, está bien. De allí en más todo es un plus maravilloso.

Nuestra semana fue óptima. Tuve la suerte de prender 22 de los que saqué 20. Otros años no había tenido tanta suerte en esa relación. ¿Serán progresos o rachas? Esto daba 3.5 pescados por día lo que fue un sueño hecho realidad.

Pero el cuento no va en esta línea. La steelhead promedio en el Babine pesa unos 5 kgs. Lo que se llama un “Trophy Steelhead” es un pescado de más de 9 kgs (20 lbs). De estos últimos sacamos varios y hasta tuve la suerte de sacar uno de 25 lbs. Las condiciones estaban buenas inclusive para pescarlas con seca – haciendo drag – cosa que algunos hicimos con buenos resultados. Pocas emociones hay más grandes que sacar un steelhead con mosca seca!

En la historia del lodge (varias décadas) no se había logrado sacar una steelhead que superase las 30 lbs. Ese ejemplar había sido pescado con cuchara por el hijo del entonces dueño del lodge cuando tenía 12 años.  Hoy decora la pared del living del Silver Hilton.

El rio Babine es similar al Chimehuin de ancho aunque algo más profundo y caudaloso. No es posible vadearlo en ninguna parte.

La steelhead, como todo pez migratorio, no come en el río o lo hace eventualmente, razón por la cual, para tener éxito, la mosca debe pasarle lo suficientemente cerca como para provocar el pique por irritación. La recomendación más frecuente de los guías radica en uno se esfuerce en asegurar que la mosca se desplace lentamente lo más cerca del fondo posible. Se requiere un muy buen control de la línea.  Esto provoca enganches en no pocas ocasiones. Hay veces que esos “enganches” cobran vida y entonces sabemos que estamos conectados con algo importante.

De esta general introducción pasamos al grano. El guía, con su jet boat, me había depositado en la cabeza de un importante pool y a mi hijo de 23 años en la orilla de enfrente tras lo cual se fue a verificar como les iba a otros del grupo más río arriba fuera de nuestra vista.

Pasó muy poco tiempo cuando pescando bien profundo en la cabeza del pool mi hijo clava lo que era claramente un pescado importante. Caña de 9’ y línea 8 sinking tip. Mosca “Boss” sin rebaba #4. El pescado se movía con una parsimonia implacable lo cual era un indicio más de su probable buen porte. Durante largo rato la trucha marcaba el paso y mi hijo no podía hacer más que tratar de seguirlo con la línea firme. Se lanzó río abajo en dos corridas largas, no muy rápidas pero sostenidas, de esas que prácticamente vacían el reel. Y de nuevo volvía hacia la cabecera del pool. En su tercera corrida, entró en los rápidos de la cabecera siguiente con mi hijo corriendo detrás hasta casi flotar entre los grandes piedrones. Seguirlo allí fue algo que se hace en pleno estado de inconsciencia y que jamás se hubiera animado a hacerlo en circunstancias normales. La línea perdió tensión por un tiempo y creímos que ese era el final de la historia. Pero allí estaba todavía, descansando detrás de una roca.   Creo que pasar ese momento fue lo que inclinó la balanza a favor del pescador. A partir de allí se entró en agua bastante tranquilas y tras 45’ el pescado comenzaba a mostrar signos de cansancio. Yo filmaba de la otra orilla y no podía contribuir en nada. El pescado se fue acercando y allí mi hijo lo vio por primera vez y tomó plena conciencia que lo que tenía enganchado era algo fuera de lo común.

Todos sabemos que arrimar los últimos metros a la costa, a solas, un pescado grande es una de las partes más delicadas de todo el proceso. La caña trabaja menos y la ansiedad, más.

Finalmente lo logró. Acercó el pescado a la orilla y lo mantuvo en el agua con el ojo tapado para asegurar su inmovilidad. En ese momento reapareció el guía en su bote. Se arrimó a mi hijo y al pescado y casi cae de espaldas. Lo midió (varias veces), lo fotografió (muchas veces), me buscó en la otra orilla para que pudiese participar de la cuestión. Hizo las cuentas y pronunció que nunca había visto una steelhead de este tamaño. Un macho de 36 lbs !!!. Aparentemente el récord mundial para steelhead son 37 lbs lo cual da una idea de lo excepcional de la captura.

El Silver Hilton Lodge ha hecho una réplica del pez, que naturalmente fue liberado, que ahora acompaña al anterior campeón de 30lbs. Está montado sobre madera y tiene una placa con el nombre del joven pescador argentino que tuvo su día de felicidad en ese lejano lugar. El que visite el Silver Hilton lo podrá ver y sabrá entonces de quien se trataba, y quien era su orgulloso padre que escribe esta nota.

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