Relato de una tarde de pesca en marzo de 2009 (temporada muy seca, poca lluvia y poca agua en los ríos)
Cerca de las 14 hs. llegué al Malleo y bajaba caminando el río, aguas abajo del “pozón de los álamos plateados” allá abajo casi en confluencia con el Aluminé, casteando sin pausa, mis tiros con la soft hackle cremita con algún brillitos eran realizados con precisión milimétrica…
Casi pegado a cualquier obstáculo la mosca se posaba, y en este lugar me encontré con una piedra negra semi sumergida sobre la costa de enfrente…. como el río está angosto y se cruza con un buen cast… allá fue mi mosca…………
No fue más que caer pegada a esa piedra, que asomó la trompa de un pez y se la llevó para el fondo…….. no atiné más que a afirmarme cuando ya emergía rompiendo la superficie plana del río, una marrón enorme… que saltó fuera del agua dejando ver un pedazo de tipet colgando de su boca cual medalla por batalla ganada se le da a un soldado……..
Cayó al agua desparramando y salpicando a todos lados…….. yo no cabía en mi asombro y sólo atinaba a sostener la caña en posición vertical……… los cabezazos se sucedieron uno tras otro y suponía que también se refregaba por el fondo de piedra ya que avanzaba aguas arriba……… y allá fue de nuevo en otro salto majestuoso y abriendo su boca adiviné una mosca clavada oscura…….. cae nuevamente profundiza y es allí donde creyéndome un ser superior presiono y le quiero doblar ( robar ) el destino suyo…. fueron sólo un par de tirones y me devolvió la mosca como quien dice “hasta acá te dejé jugar, ahora se terminó”
Me quedó un gusto en la boca como a poco… habían pasado no más de 2 minutos y ella nuevamente volvía a ser la reina del pozo.
Coco Funes “La Leyenda”
