30/11/11 | En San Martín de los Andes señalan presencia de la alga invasora Didymo en un tramo del río Chimehuín. Cerca de 15 kilómetros se encontrarían afectados.
Durante la primera
semana de noviembre, fue detectada la presencia microscópica del
alga en una zona del río Collón Cura conocida como “Balsa
Vieja”. Todo hacía sospechar que el foco se encontraba
aguas arriba, a un metro o a cien del lugar. En aquel momento, los
muestreos en el encuentro del río Chimehuin con el Collón
Cura seguían dando resultado negativo.
La mala noticia es que acaba de ser detectada la presencia del alga en el río
Chimehuin, en el tramo que va desde su confluencia con el Quilquihue
hasta la unión con el Collón Cura. La segunda mala
noticia es que el alga encontrada no tiene una dimensión
micróscópica, ya que hoy resulta visible –por manchones
diseminados- sobre el lecho del río y las piedras.
Tres focos puede haber más arriba. Uno es el propio Quilquihue, que nace en el lago
Lolog. Otro es el río Aluminé. El tercero, las aguas del
propio Chimehuin, río que nace en el lago Huechulafquen y
atraviesa la ciudad de Junín de los Andes. Es permanente la
tarea del CEAN monitoreando diferentes puntos de la cuenca en busca de
evidencia alentadora o negativa.
Según nos explicaron expertos en biología acuática, no se sabe a
ciencia cierta cuánto tiempo puede tomarle al alga su desarrollo
desde el estadio microscópico hasta la floración. Temen
las autoridades que la disminución de caudales a partir de
enero, sumada al aumento de temperatura del agua, aceleren el
proceso.
El protocolo a seguir es claro y fue establecido en varias zonas afectadas del planeta. No hay
nada que inventar: la provincia de Neuquén debería
instrumentar doce puestos sanitarios para evitar la propagación
del alga. Solo uno funciona, y a medias.
Puede parecer un tema para entendidos, circunscripto a los intereses de pescadores o de la
ciencia. No es así. Como hemos informado anteriormente, el alga
Didymo produce un significativo impacto biológico, alterando la
estructura de las cadenas tróficas y las características
hidráulicas de ríos y arroyos. En su peor
expresión, en la más avanzada, genera una
floración semejante a un moco de pésimo aspecto y
textura. En materia económica, la modificación de los
ecosistemas naturales, de las comunidades acuáticas y la
turbiedad de las aguas pueden disminuir la afluencia turística
con un consecuente impacto en la economía regional.
Su avance es veloz y amenaza la geografía de nuestro país de Córdoba
hacia abajo. No tiene cura.
Provincia, municipios, habitantes de esta región y todo el turismo deben comprender
la seriedad del tema. Una posibilidad es ir vedando el acceso a
las zonas comprometidas, posibilidad que nada asegura y que
además permite seguir esquivando el bulto a las urgentes medidas
a tomar. Otra es seguir protocolos internacionales, volviendo
obligatoria la desinfección de cada equipo de pesca, cada ojota,
cada bote y cada reposera que haya estado en contacto con zonas
probadamente afectadas. Y con las todavía libres. Deberemos
acostumbrarnos a seguir las indicaciones de las autoridades, pero para
eso es necesario que las autoridades indiquen acciones y que concreten
los benditos puestos sanitarios.
Que a contrarreloj pongan recursos donde es imperativo ponerlos o en un plazo impreciso
pero inexorable perderemos algo que estamos forzados a cuidar: nuestro
ecosistema, nuestra oferta turística, nuestras aguas.
Fuente:
Lavozdelosandes.com.ar
No hay compromiso desde el gobierno provincia de neuquen, en combatir la propagacion del alga, no hay puestos de desinfeccion en las rutas provinciales, a fin de tratar contener la infeccion del alga. Quienes somos pescadores de zonas no afectadas, tenemos que tener a precaucion de desinfectar todo lo posiblemente contaminado, equipos de pesca, botes, remos, absolutamente todo… cosa que no es dificil ni costos.