Dorados con mosca en Itatí

Dorados con mosca en Itatí

Charlando con amigos de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca decidimos hacer una salida al dorado con la intención de pescarlos exclusivamente con fly, para eso nos pusimos en contacto con Peto Della Nogare, conocido guía en la zona del alto Paraná que reside hace muchos años en Itatí y conoce perfectamente el río.                                                                                                               Pescar dorados con mosca es una manera de jerarquizar la especie, hay que hacer un reconocimiento previo de la zona para corroborar que efectivamente se encuentran y estudiar el lugar, no es lo mismo pescarlos casteando hacia la costa, una corredera, banco de arena o un pozón, tenemos que estudiar a nuestro rival ver cómo se mueve, por dónde, luego pensar y elaborar una estrategia.                                                                                                               Si pescamos realmente por deporte y percibimos al pez como un digno rival, difícilmente este termine en la parrilla; en cualquier otra actividad deportiva es impensable sacrificar y luego comerse al contrincante después del partido.

Tomamos un vuelo a Corrientes donde nos aguardaba Peto, luego de transitar unos 60 kilómetros arribamos a la pintoresca ciudad de Itatí donde se encuentra la Basílica que le da el nombre a la ciudad. Lugar de reunión de infinidad de peregrinos que se acercan a rendirle culto a la Virgen.                                                                                            Los días que pescamos en la zona el Paraná se encontraba muy bajo y sus aguas extremadamente trasparentes. Utilizamos caña 8 de 9 pies de largo, tanto para pescarlos contra la costa o entre los palos, siempre con línea de flote, colocamos leader de un metro y medio, streamers oscuros combinando rojo y negro, azul, fucsia, etc., con ojos de plomo para que profundicen.

Apenas cae al agua debemos traccionar para darle vida al engaño, también los buscamos en grandes y lentas correderas,  en estos lugares cambiamos de técnica, pusimos líneas de hundimiento tipo teeny 300 o shooting, dejando que profundicen con la intención de buscar los más grandes.            También pescamos varios pira pita de muy buen tamaño con líneas de flote colocando moscas secas tipo chernobil.  Si pudiésemos hacer una comparación entre la alimentación de las truchas y los dorados podríamos coincidir en que la trucha come fundamentalmente pequeños insectos crustáceos y alevinos, estos al ser pequeños y con poco contenido proteico las obliga a alimentarse casi todo el día, en cambio el dorado se alimenta de otros peces, fundamentalmente sábalos, en una sola cacería puede engullirse uno entero que pesa tranquilamente uno o más kilos. Con una sola ingesta puede pasar el resto del día sin otro bocado, estas dificultades hacen que el desafío para tentarlo a tomar una mosca sea aun mayor.

En general el bait es más efectivo, los señuelos mueven mucha agua, producen más vibraciones, y podemos arrojarlos a más distancia, en menos tiempo, pero la satisfacción que sentimos en la caña y las manos cuando clavamos un dorado con mosca es única y solo la puede entender quien la haya experimentado aunque sea una vez.

La pesca fue buena, los dorados chicos y medianos salieron pescando contra la costa o entre los palos, y  los grandes en profundas correderas a última hora de la tarde.

Una tarde nos fondeamos en una corredera y mientras pescábamos le pregunté a nuestro guía, nacido y criado en Itatí, sobre el significado de la frase “Corrientes tiene payé”.

Se tomo su tiempo y con respeto me comento que “payé” en guaraní significa  encanto o magia, la frase alude a que la tierra correntina embruja y cautiva a quien la pisa y toda su vida padecerá añoranzas por volver.                                Es difícil para un habitante de una gran ciudad entender y aceptar estas creencias populares.                                            Me quede en silencio, seguí pescando mientras contemplaba un árbol en el medio de la corredera cargado de biguás preparándose para pasar la noche, por detrás un enorme sol poniéndose, que teñía de rojo sangre todo el cielo, el canto de cientos de ranas se confundía con el susurro del bicherio desde la selva.

                                                    En un momento cambió el viento, una fuerte brisa cálida y húmeda me da de lleno en la cara trayéndome el incomparable perfume del bosque, cerré los ojos y en ese preciso instante sentí en mi cuerpo el profundo significado de la palabra Payé.

 

Luis Kurz                                                                                                 kurzluis@gmail.com

Guía en Itatí           Peto Della Nogare                                                 cel. +549 11 53786433

Publicado en: General salidas de pesca

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