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DE
SECAS SECAS
Por
Coco Funes
Primera Seca
Como es habitual en el mes de noviembre me visitan y se quedan unos
días Daniel Riesgo y familia, que por supuesto aprovechamos para
irnos de pesca.
Adelantándome a su llegada había llamado a Daniel Ortega,
eximio guía de Piedra del Águila, para arreglar una salida.
La pregunta que le hice antes de tomar la decisión de ir fue
si había buena pesca de arco iris en aguas bajas, ocultándole
que quería ir a pescar con moscas secas, eso se lo diría
cuando llegáramos. Respondió que la pesca era buena y
que el río estaba alto lo que favorecía encontrar a las
truchas. No dije nada, pero esa respuesta me intrigó.
Viajamos un martes bien de madrugada, si bien la distancia que nos separa
de Piedra del Águila es de 200 kilómetros nada más,
queríamos estar temprano para desayunar y ultimar los detalles.
Preliminares
Mientras desayunábamos aclaramos nuestros retaceos e intrigas.
Lo primero fue decirle a Ortega que pescaría con húmedas
pero también con moscas secas, cosa que no lo sorprendió,
respondiendo que estaba muy buena la pesca con secas. La intriga que
tenía se dilucidó ya en el río.
Entramos al río por el acceso pago en el campo de Dehais, bajamos
la lancha, nos vestimos y armamos los aparejos, así en ese orden.
Tanto Daniel Riesgo como yo armamos nuestras cañas número
6, con líneas de hundimiento ya que la represa estaba erogando
unos 1200 metros cúbicos de agua por segundo, una barbaridad.
Como estaba tan alto el río, el guía navegó por
brazos que en otros momentos no tienen agua o están muy bajos
lo que hace imposible su navegación, aún con una embarcación
de fondo plano como la que posee.
Primer intento
Al rato de salir, aguas abajo, nos hizo bajar en una junta de aguas
para hacer el primer intento. Allá fueron nuestras moscas a las
profundidades en busca de truchas; los piques llegaron enseguida y una
a una las arco iris fueron cobradas y liberadas. Las moscas que usaba
eran pequeños streamers imitación pescaditos (pejerreyes,
alevines de arco iris), en cambio Riesgo había atado unas ninfas
con patas de goma de color verde iridiscente. Esta modalidad de pesca
duró unas horas y la realizamos en diferentes lugares del río
durante la mañana.
Segundo intento
Luego del almuerzo y descanso a la sombra de los sauces mimbres en una
isla del río, decidimos comenzar a pescar la última parte
del día, para eso bajamos un par de kilómetros más,
a la altura de los “Corrales de los Chivos”, curva del río bien
amplia y con estos corrales sobre su costa. Bajamos del bote no sin
antes observar que el río todavía había crecido
un poco más, el agua estaba algunos metros más sobre tierra
firme, alcanzando a plantas y arbustos.
No pude mantenerme tranquilo a partir de ese momento ya que había
observado actividad en superficie, concretamente las colas de muchas
truchas comiendo entre los arbustos mencionados rodeados por las aguas.
Cambie rápidamente de línea, el viento de la tarde había
comenzado tenuemente para luego incrementar su fuerza. Puse una línea
de flote con un torpedo más adelante (Wind Cutter o cortadora
de viento). Corregí el tippet por uno de 4x. leader de 9 pies,
que tal vez se hubiese podido acortar un poco, porque las truchas comían
con una porción de su cuerpos afuera del agua y su visión
perimetral se reducía a escasos centímetros, pero como
contrapartida tenía que castear con precisión.
Observé la superficie del agua para decidir qué mosca
atar a mi tippet, inclinándome por una emergente de caddis que
no fue aceptada en ningún momento. Cambié por otras pero
nada, entonces abrí mi caja de secas y sin dudar un instante
até una imitación de caddis en tamaño 12, que pasó
sin pena ni gloria entre el cardumen de arco iris hasta que decidí
moverla un poco. Ese fue el detonante, los piques se fueron sucediendo
uno tras otro. Era tal la pelea que no podíamos sacar más
de 2 pescados por lugar y el cardumen dejaba de comer trasladándose
unos metros aguas abajo para comenzar a repetirse la misma situación.
El peso de los peces oscilaba entre los 800 gr. y el kilo y medio, pero
con una fuerza de tracción que hacía pensar en muchos
casos que habíamos capturado uno mucho más grande. Esta
situación se repitió durante toda la tarde y promediando
las 19 hs. decidimos emprender el regreso, no sin antes arreglar con
Ortega otra salida.
La
otra Seca
El 3 de Enero junto con Gonzalo Galán y Daniel Alessi partimos
a Piedra del Águila donde nuevamente Ortega nos esperaba, esta
vez sabía que pescaríamos en lo posible con secas.
Primer intento
Entramos al río con el bote en el mismo lugar que la vez anterior,
cruzamos el río y bajamos hasta una corredera que se encuentra
a unos 300 metros.
Mis amigos usaron cañas 6 de 9 pies; la mía fue una de
7 1/2 pies para línea 2, con una Irresistible amarilla 12. Ellos
comenzaron usando Stimulator y Elk Hair Caddis, también en tamaño
12
Nos separamos sobre la costa tomando yo la punta ya que me encontraba
con el equipo preparado desde antes de partir.
Me aleje del bote aguas abajo unos 200 metros y empecé a realizar
unos falsos cast dejando caer mi Irresistible amarilla 12 sobre las
turbulentas aguas de una gigantesca corredera que hacía bailar
de manera fenomenal a esta mosca, como la velocidad era muy alta casteaba
aguas arriba lo que hacía que la flotación en condiciones
de pesca durara unos segundos más.
Se podrán imaginar por el largo de la caña y la sección
del tippet que mi cast era relativamente corto. El pique no se demoró
y mi mosca desapareció de la superficie atrapada en las fauces
de una arco iris que luego de un largo tiempo, así me pareció
ya que tuve que seguirla un poco por la costa para poderla arrimar,
fue cobrada por mi copo. Era un macho ancho de cabeza chiquita, que
pesaría aproximadamente 1,200 kg., diría sin temor a equivocarme.
Un pez que hizo lo imposible por cortar, para escaparse, pero que afortunadamente
para mí no lo logró.
Mientras tanto escuchaba a Gonzalo gritar que tenía un pique
fantástico que resultó ser una marrón muy buena,
bastante más grande de la que yo había pescado, también
Alessi pesco la suya y varias más, hasta que Ortega decidió
cambiar de lugar para repetir durante todo el día esta pesca
fantástica de SECAS SECAS en el Limay Medio.
Final
Recomiendo para aquellos que todavía no incursionaron con esta
modalidad en Piedra del Águila llevar una caña para línea
6, el reel puede ser cualquiera, la línea de flote de muy buena
calidad ya que esta permanecerá por mayor tiempo flotando sin
agregarle flotalíneas, una caja de moscas secas de muy buena
flotabilidad, de pelo son las aconsejables y cada tanto ponerle un poco
de flota moscas.
No utilizamos atractors de materiales sintéticos ya que esta
había sido una salida programada de pesca con moscas SECAS SECAS
las otras no me interesan.
Datos a tener en cuenta: el guía debe conocer el río como
así también la modalidad de pesca con secas, de lo contrario
lo barato saldrá caro y la decepción pondrá en
tela de juicio esta nota.
El pescador deberá castear en muchos lugares con precisión
ya que la mayoría de la pesca se hace a vista, o sea viendo en
superficie al pez. Los cortes de tippet van a ser muchos porque los
peces a cobrar son de una fortaleza importante, por lo tanto llevar
tippet de buenas marcas para no demorar la captura. Por último,
a la hora de cobrar al pez, el copo será de mucha utilidad.
Estas arco iris son muy vitales y en su desesperación por escapar
gastan mucha energía, hasta cuando están en nuestras manos
se retuercen en aras de su libertad. Cuando las agarre no las apriete
en demasía ni deje que se golpeen contra las piedras, corte el
tippet si es necesario y pierda su mosca, estos peces son muy valiosos
para que mueran de esa manera.
Hasta la próxima Seca.
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