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Aluminé
por Fabián Hamú
"Aluminé 90
km.". El puente del Malleo es el lugar más cercano que muchos pescadores
con mosca estuvieron de nuestro destino de pesca. Quizás nunca se
plantearon seriamente que la zona de Aluminé pudiera ser el lugar elegido
para programar su salida. Espero que luego de leer esta nota aunque sea
les pueda transmitir mi enamoramiento con esta región -que ya lleva l0
temporadas ininterrumpidas- y tal vez, por qué no, Uds. se acerquen a
Aluminé más que esos 90 km y puedan disfrutar de sus magníficas y esquivas
truchas.
Río Aluminé
Aluminé se halla al norte de Junín de los Andes aproximadamente 130 kms.
No tiene aeropuerto por lo que los que se trasladan en avión deben viajar
hasta Neuquén capital o bien hasta Chapelco y de allí trasladarse en micro
o combi.
Los que viajan en micro lo que más les conviene es viajar hasta Zapala. De
esta última son l30 kms. De Neuquén son 340 kms. Deben tener cuidado con
la combinación de horarios entre Neuquén, Zapala, Junín o San Martín
porque los horarios de las combis para hacer el trayecto final nunca
coinciden con los horarios de llegadas de los micros desde Buenos Aires.
Si el micro desde Buenos Aires llega a la mañana, la combi sale a la
tarde; si a la vuelta llega a la tarde, el micro a Bs. As. sale a la
mañana. Parecería que la Secretaría de Turismo de Aluminé hiciera todo lo
posible para ahuyentar la llegada del turista. La mejor combinación que
encontré es tomarse un micro hasta Zapala y de allí ya tener contratado un
transfer a Aluminé (que cobra aproxi-madamente $ 150) o bien si contratan
los servicios de un guía de pesca sea el mismo el que efectúe el traslado.
El pueblo en sí mismo, si bien no se destaca por su belleza urbanística,
tiene un entorno paisajístico que no tiene nada que envidiarle a otros
destino turísticos de más renombre, con solo hacer unos pocos kilómetros.
Además tanto la estadía en cuanto a gastos de hotelería, cabañas y
actividades recreativas como cabalgatas, rafting, etc, es bastante más
barata que en San Martín de los Andes, Bariloche o Villa La Angostura, por
citar a otros destinos de la zona más conocidos. De cualquier modo si Ud.
decide ir con su familia mejor que a su señora le guste lo agreste y
natural y que sus hijos no estén enviciados por internet o cyberjuegos,
porque de lo contrario ya lo veo con dificultades para conseguir sobre la
marcha alojamiento en San Martín de los Andes.
Pero si su salida es exclusivamente de pesca le aseguro que la zona de
Aluminé lo sorprenderá gratamente.
Como antes expresara desde hace aproximadamente l0 temporadas que
indefectiblemente mi destino de pesca truchero es Aluminé. Por mi
profesión sólo viajo en el mes de enero. Muchos amigos me invitan a
cambiar de lugar y sin embargo yo insisto y vuelvo a la misma zona. Mis
razones son las siguientes: a) Alumíné cuenta en su zona de influencia con
6 ríos de primer nivel: Pulmarí, Quillén, Malalco, Calfiquitra, Relem y el
mismo Aluminé. Los mismos se encuentran a una distancia razonable del
pueblo que como máximo llega a los 60 kms. (el Malalco), estando los
restantes entre una distancia de 30 y 40 kmts. El río Aluminé pasa por el
pueblo. Además todos los caminos son transitables con un vehículo
convencional y se hallan en bastante buen estado (salvo el último tramo
del Calfiquitra, que hay que hacerlo con cuidado). Creo que no existen
muchas zonas de pesca habituales con 6 ríos de primer nivel para optar. Y
a mi me gusta pescar en ríos, no en lagos, siempre hablando de pesca de
costa, vadeando.
b) Los ámbitos exigen una técnica refinada y sutil. En muchos lugares la
pesca es a truchas vistas y no meramente un "prospecting". Y se ven cada
truchones....
Los que aseveran que sólo hay truchas chicas quizás no conocen bien la
zona. Pero les aseguro que divisar una trucha de entre 800 grs. y l,300
kilos (las más) o entre este último peso y los 2 kilos o más (las menos) y
hacerlas subir a una pequeña mosca seca es una experiencia inolvidable
aunque la mayoría de las veces termine ganando la trucha o bien porque no
conseguimos hacerla tomar o porque el tippet para conseguirlo es tan fino
que al menor obstáculo se corta (en general un 6 ó un 7 x), aunado ello a
que las truchas en general se posicionan en lugares difíciles, trabados
(con algas, ramas o troncos). La mayoría de las veces en que no logramos
hacerlas tomar es cuando comen en lugares con nula correntada, en donde
las imitaciones deben ser de una similitud casi milimétrica y para que no
vean el tipett creo que directamente no habría que ponerlo y tirar la
mosca sola al agua...
c) Los ríos son de medianos a chicos, salvo el Aluminé. Esto permite
utilizar equipos chicos. Mis cañas van de una para línea l a línea 5 como
máximo. Llevo una l, una 3 y dos 5, una más lenta y otra más rápida. El
uso de tippets tan finos se ve facilitado si le sumamos el uso de equipos
livianos y cañas no tan "duras" o rápidas. Una caña para línea chica para
mi tiene sus ventajas, aunque muchos disientan con esta postura. Para mi
la caña para líneas menores en realidad apura la pelea con tippets finos y
en peces de hasta l,5 kilos. Con una caña más potente y dura al utilizar
tippets finos no se puede apurar en nada la pelea porque no absorbe
convenientemente la misma y si se apura al pez sobreviene invariablemente
el corte. Esta es mi experiencia y respeto las opiniones contrarias. En el
Calfiquitra he sacado varios pescados muy buenos con tippets 6 y 7 x y
caña l y la pelea fue razonablemente corta como para liberar al pez en
buenas condiciones de recuperación. Y si le ponemos tippets más gruesos
para supuestamente acortar la pelea directamente ni logramos hacerlas
picar.
d) Muy pocas veces nos cruzamos con otros pescadores. En una semana entera
de pesca sólo nos cruzamos con otros pescadores en una flotada en el
Aluminé y nada más. En el resto de los ríos pescamos en absoluta soledad.
Y los pescadores tenemos el mito que los lugares con menor presión de
pesca rinden mejor si en el momento en que vamos a pescar un sector antes
no pasaron otros que no sabemos si "cuidaron " el lugar vadeando
correctamente.
e) La zona tiene una excelente población de peces. Sacar una trucha de más
de 2,5 kilos en enero (el mes en que siempre voy) es casi imposible. Pero
en qué ámbitos, sacando los más australes o las bocas es posible sacar
esos peces?. Pescar en el Río Grande es prohibitivo y no me gusta pescar
las bocas (que muchas veces también pagan mal). Prefiero ver y/o pescar
una cantidad de peces que me aseguren la diversión, aunque por supuesto
que sobre gustos no hay nada escrito.
Por todo
esto año tras año vuelvo a Aluminé, que ya es como mi casa. El primer día
llegamos a Aluminé aproximadamente a las 3 de la tarde, luego que
puntualmente el guía contratado nos pasara a buscar por Zapala. Ese día no
teníamos contratado servicio alguno. Sin embargo las ganas de pescar
fueron superiores al cansancio del viaje y en una hora estábamos flotando
el Aluminé en el catarraft. Aquí tuvimos el primer contacto con las
truchas, a pesar de pescar tramos muy cercanos al pueblo, en donde tomaron
truchas en zonas inclusive con bañistas cercanos.
El 2do. día fuimos a pescar al Pulmarí. Este río es muy cambiante y está
conformado por la más variada fisonomía truchera: correderas bajas,
rápidos, pozones y unos ensanchamientos del río que parecen lagunones.
Hacia estos últimos fuimos y a los cuales llegamos luego de un vadeo
bastante complicado por tener muchas piedras grandes en la mitad de la
corriente. En este lugar la tarea es tratar de divisar a las truchas
comiendo "arriba" para luego presentarle en su línea de comida una mosca
seca . Hay muy buenas truchas, algunas cercanas a los 2 kilogramos. Ese
día el tiempo nos jugó una mala pasada porque estaba nublado y muy
ventoso, lo cual rizaba y oscurecía la superficie y dificultaba
sobremanera la visualización de las truchas. Como prácticamente no se
podían ver opté por poner una soft hackle en tamaño l6 y tirando a los
rises logré capturar algunas, 2 de buen tamaño. En un momento que el sol
ayudó pude visualizar un par de truchas muy grandes a las cuales l pude
hacer tomar pero la"dureza" de mi mano luego de un año sin practicar esta
pesca provocó el maldito corte y soporté las cargadas del guía que me
insinuaba que me había enrollado la línea alrededor de mi mano para
sostener la corrida y que por eso corté (juro que sólo la sostuve un
poquito pero igual me cortó). Mi compañero de pesca también hizo subir a
una muy buena y yo le tiré a una "monstruo" que terminó comiendo a 50 cmts.
de mi mosca. El nuevo tiro fue para pescar árboles y la trucha ya no me
iba a dar tantas chances. El Pulmarí queda a unos 35 kmts. de Aluminé en
dirección al lago Aluminé.
El tercer día fuimos al Calfiquitra. El mismo queda aproximadamente a unos
25 kmts. del pueblo en dirección al lago Rucachoroi. Se puede llegar con
el auto hasta la zona de su desembocadura en el lago, luego de recorrer
todo el lago. El camino es complicado en sus últimos 4 kmts. por unas
piedras grandes que si no tenemos cuidado pueden dañar a un vehículo
convencional. Pero con mucho cuidado se puede llegar hasta la zona de la
boca (mejor dicho desembocadura) del río Calfiquitra. De allí debemos
efectuar una larga caminata río arriba de aproximadamente una hora para
luego pescarlo río abajo y estar más cerca del auto al terminar la jornada
de pesca , que suele ser bastante agotadora.
Río Calfiquitra
El Calfiquitra es un río de ensueño. Serpentea un hermoso valle rodeado de
montañas en todo su contorno. Allí la técnica ideal es pescar
exclusivamente a truchas vistas. El agua es baja y clara y los peces se
divisan perfectamente. Uno cree que ha llegado al paraíso del pescador
mosquero: un río chico, con muchas truchas, que se ven y que se intenta
pescarlas con mosca seca. Además hay truchas de muy buen tamaño (hasta l,5
kilos). Sin embargo verlas es una cosa pero pescarlas es otro cantar. Se
deben utilizar tippets muy finos ( 6 y 7 x) y se debe castear en forma
precisa para presentar la mosca correctamente. Si hacemos todo bien la
trucha colabora y toma. Pero hay muchas algas y palos (sobre todo algas) y
las truchas buscan inmediatamente el obstáculo metiéndose abajo de las
mismas, terminando muchas veces en corte. Es una pesca divertidísima y la
que más me gusta. Ese día pesqué con una caña para línea 1 y las moscas
más rendidoras fueron unas adams en anzuelo l8 y 20 y una imitación de
trico en anzuelo 20 y 22. Mi compañero usó una caña para línea 3 un poco
rígida y tuvo algunos problemas con tippets extra finos como cuando le
tomó una trucha muy buena -de las grandes- que disfrutó sólo de hacerla
tomar porque sabía que con un 7x como estaba utilizando, esa caña y
rodeado de algas era muy difícil sacarla. Se metió en las algas y le
cortó. Por eso recomiendo una caña "blanda" o lenta para que absorba un
poco más la pelea. Disfrutamos mucho ese día de pesca por la cantidad de
truchas que vimos y que hicimos tomar, algunas de muy buen tamaño, por el
río y por el entorno.
Al día siguiente fuimos a un río llamado Relem. Es el único río al que no
recomiendo ir, por lo menos sin prepararnos antes mentalmente en relación
a la jornada de pesca con la que nos vamos a encontrar. Y no porque no
tenga buenas truchas, al contrario.. Pero es un río de muy difícil acceso
(nunca se divisa desde ningún camino), de muy difícil caminata para
recorrerlo y entrarle (hay que escalar montañas permanentemente y para
bajar al río hay que pasar por arbustos, espinillos, troncos de las copas
de los árboles, etc desde las alturas) y además tiene pocos lugares
pescables.
Río Relem
Sin embargo tiene truchas buenísimas (de hasta 3 kgs.)que también debemos
visualizar antes de tirarles. Y ahí es donde el panorama se complica aún
más. Hay que ubicarse en un lugar donde sí o sí no nos vean y nos dan
chance para un solo cast. O lo hacemos todo bien o chau trucha y chau
lugar (porque se espantan todas las demás). Sin embargo el tamaño de las
truchas bien vale la pena. Ese día a mi compañero le subió un truchón (el
más grande de todos los que estaban nadando en el pozón) al cual lo ví
nítidamente porque me encontraba en una elevación y él tiraba desde abajo.
La única trucha que salió fue sin mérito alguno del pescador porque tomó
una ninfa en la profundidad de un pozón mientras le sacaba fotos a su
compañero y ni siquiera se dio cuenta del pique. Como el día se nubló, se
puso a llover y se levantó un fuerte viento, decidimos buscar un lugar más
fácil y nos dirigimos al Aluminé arriba en donde mi compañero capturó unas
cuantas truchitas mientras yo dormía una plácida siesta. De allí nos
dirigimos a una corredera que vuelca en un pozón que ya me ha dado sus
buenas marrones, por lo que le tenía mucha fe. El único shooting que tenía
en ese momento era para la caña 3 y lo había llevado de casualidad porque
el destino original era pescar el Relem todo el día con floating. Así que
encaré el lugar nomás con mi caña 3. Tras casi una hora y media y varias
buenas arco iris, picó en una wooly bugger oliva con tórax anaranjado. Era
el pescado buscado. La parada de caña y el primer cabezazo potente no me
dejaron dudas de que era una marrón de las buenas. Empecé a recoger
lentamente y el pez venía hacia mi a lo cual lo maldije porque parecía que
se iba a entregar sin pelear. Pero al salir del agua rápida estando a unos
l5 mts reaccionó, encaró de nuevo hacia la corredera, me fondeó la caña y
en medio de mis gritos de "auxilio" porque no podía pararla, me cortó el 2
x. Había perdido seguramente el pescado del viaje. Lo primero que hice
mentalmente fue echarle la culpa a la caña: que la 3 era poco, que me la
fondeó y al no poder pararla (a la caña) seguramente rozó en tensión con
alguna piedra o palo. En fin, lo cierto es que con esa misma caña había
sacado pescados de arriba de los 2 kilos. Pero esta la había perdido...
Recogi inmediatamente y nos fuimos ya casi de noche a tomar un café a una
confitería cercana para reponer energías.
Al día siguiente hicimos la primer flotada en serio. La iniciamos "Aluminé
arriba", a unos 20 kmts. del pueblo. Mientras preparábamos el catarraft mi
compañero hizo unos lances en la corredera y clavó una bonita arcoriris.
Era un buen comienzo. Apenas empezó la balseada (o catarrafeada) vimos una
actividad de insectos notable. Las truchas estaban comiendo mayflys por lo
que inmediatamente comenzamos a pescar con línea de flote y mosca seca,
sacando una tras otra. Una adams en l4 se llevó todas las palmas. Al
mediodía la actividad decayó y aprovechamos para almorzar. Una picada,
plato principal, postre y café. Casi nada...A la tarde el shooting y
streamers nos dieron buenos dividendos.
La jornada siguiente nos dirigimos al arroyo Malalco. Queda pasando todo
el río Quillén y al cual se entra por un sendero que pasa por la casa del
guardaparque. He pescado este arroyo muchas veces. Pero debe ser una de
las veces que más truchas vi y que más grandes eran. Cuando empezamos a
pescar había poco viento y opté por utilizar la caña 1. Craso error. A la
hora aproximadamente se levantó un viento terrible y yo con mi cañita 1.
Más que lanzar revoleaba. Así y todo comencé a capturar peces. El mejor lo
logré con una ninfa con patas de goma que ató y me regaló mi amigo Eduardo
Bresba. Pesaba aproximadamente l kg. Al rato me acerco a mi compañero que
con el guía estaban como locos tratando de divisar algo en el agua. Por
supuesto que supuse que era un pez. Pero no supuse que le calculaban un
peso aproximado de 3 kgs.y ninguno de los dos son de exagerar. Le pasó la
mosca 3 veces razonablemente bien y el pez ni se mosqueó. Cuando yo llegué
ya se había ido. Por algo llegan a ese tamaño en ese pequeño arroyito,
estando tan expuestas. Finalmente mi compañero capturó una hermosa
arcoiris de aproximadamente l,3 kilos y también con la ninfa de nuestro
amigo Bresba, transformándose en la reina de la jornada al capturarse con
la misma las dos mejores truchas, por lo que automáticamente quedó
bautizada como G.P.S fly. (ubica satelitalmente a las truchas y Eduardo
nos confesó que los materiales los compró en Cabo Cañaveral).
Los dos últimos días también los balseamos. En uno de ellos mi compañero
capturó una hermosa marrón de aproximadamente 2 kilos, con una Blonde
atada por Juan Pablo Gozio, al caer la tarde. De libro.
Así concluimos nuestra salida anual en la búsqueda de la realización de
nuestros sueños invernales. Prometo volver. Y espero recuperar mi wooly
bugger oliva con tórax anaranjado.
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