Boletín Mosquero 66

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Información General

Ninfa de jabalí

Mosca diseñada por Bebe Anchorena y atada por Marcelo Morales

Anzuelo: Mustad 3906 # 14
Cola: dos pelos de jabalí
Cuerpo: dubbing de jabalí.
Ribbing: de tinsel chato dorado.
Wingcase: Golden pheasant crests
Patas: de perdiz húngara.
Cabeza: la de la fotografía es de hilo rojo, Bebe Anchorena la ataba con hilo negro.

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NUEVOS SOCIOS

Les damos la bienvenida a quienes se asociaron en el último trimestre:

Adherentes
3098 – Alejandro Beckmann
3099 – Alfredo E. Méndez

Activos
1444 – Robert E. Palmer.
1445 – Jorge Luis Gallardo.
1446 – Rodrigo Alfonso Campos.
1447 – Patricio M. Steverliynck.
1448 – Horacio Carlos Garagola.
1449 – Arnoldo Friedmann.
1450 – Carlos Héctor Viviani.
1451 – Juan Matías Rey.
1452 – Gustavo Fabián Oddi
1453 – Guillermo A. Sánchez
1454 – Lloyd Armstrong
1455 – Hernán Maximiliano Diego

Menores
2045 – Juan Martín Velázquez

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PROYECTO DE EXPROPIACIÓN BOCA DEL RÍO CHIMEHUÍN

La Comisión Directiva de la AAPM ha adherido a la propuesta de expropiación de tierras en la Boca del río Chimehuín haciendo público el siguiente comunicado:
“La Asociación Argentina de Pesca con Mosca está esperanzada de que en este caso los legisladores acepten el criterio que ha propuesto la Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén, y en consecuencia dispongan las medidas que consideren menester a fin de que la Provincia del Neuquén recupere para sí este verdadero santuario de la pesca reconocido internacionalmente, declarando la zona de utilidad pública e intangible. Si bien antes de ahora ya apoyamos la moción y establecimos desde 2004 nuestra posición adversa a proyectos de construcción que alteraran este extraordinario rincón de la naturaleza, por este medio hacemos público nuestro ferviente deseo de que el proyecto propuesto arribe a buen fin. Fernando Uhía.
Presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca” (Diario Río Negro: Fecha: 28/08/2007 – Columna de Opinión).

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DAÑOS EN EL LIMAY MEDIO Y RECURSO DE AMPARO

En razón de alteraciones inusitadas en el caudal del río Limay Medio, regulado por las presas que lo controlan, que ha producido consecuencias dañosas, la Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén ha planteado un recurso de amparo ante la justicia.
La Comisión Directiva de la AAPM ha decidido apoyar públicamente tal accionar emitiendo el siguiente comunicado:
“La Asociación Argentina de Pesca con Mosca deplora las dañosas consecuencias del uso abusivo del manejo de la variación de la generación de la presa de Pichi Picún Leufú, tal como describe el amparo articulado por la Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén quien, ante la omisión de las autoridades en el ejercicio del poder de policía, se ha visto obligada a demandar ante la justicia la reparación y el cese de una gestión dañina e irrazonable. Tal accionar debe ser sancionado puesto que empleando la debida atención y conocimiento los perjuicios pudieron ser evitados, ya que resulta obvio que según el curso natural y ordinario de los hechos era previsible que tales daños acaecieran. La demanda promovida resulta un hito trascendente el que no sólo intenta la reparación sino el cese de tal conducta reñida con la ética, la custodia y supervivencia del recurso. En mi calidad de Presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca transmito nuestro apoyo a la Asociación de Pesca con Mosca del Neuquén y consideramos que su loable acción debe ser acompañado también por las autoridades provinciales, en tanto que lo que se encuentra en juego es la fauna silvestre y parte del ecosistema como recurso sustentable.- Fernando Uhía. Presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca”.

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POLUCIÓN EN EL RÍO CHIMEHUÍN

Ante las noticias de polución por efluentes al que está expuesto el río Chimehuín, la Comisión Directiva ha cursado una comunicación por correo electrónico al Municipio de la ciudad de Junín de los Andes, el cual no ha sido respondido, del siguiente tenor:
Tengo el agrado de dirigirme a Ud., solicitando que copia del presente sea elevado al Señor Intendente de la ciudad de Junín de los Andes, a efectos de poner en su conocimiento la preocupación que causa entre nuestros asociados y público en general, la noticia de que se está volcando efluentes cloacales en el río Chimehuín (Ver Diario Rió Negro del 7 de Agosto del corriente entre otros). Este río emblemático conocido internacionalmente por su pesca como por lo prístino de sus aguas, meca de los pescadores de mosca del mundo entero, seguramente no es un lugar apropiado para verter los efluentes contaminantes puesto que se pone en tela de juicio la sustentabilidad del recurso y el turismo, fuente de ingreso local.
Los mismos argumentos que son válidos para impulsar una expropiación, a todas luces justas, en la boca del río Chimehuín no debieran resultar desvirtuados por el accionar aquí criticado en el resto de su cauce.
El hecho de que la descarga de efluentes se realice aguas abajo de la ciudad no resulta un atenuante puesto que con ello igual se contamina el recurso, y la repercusión que esta noticia puede tener, nacional e internacionalmente, seguramente resulta adversa para la concurrencia de turistas y pescadores a la zona. Va de suyo que no puede priorizarse la construcción de casas sin conjugarlo previamente con las obras de infraestructura indispensables para no afectar el medio ambiente y los recursos naturales.
La ciudad de Junín de los Andes es un lugar internacionalmente reconocido y vinculada indisolublemente al río antes mencionado; cualquier accionar que lo afecte será en detrimento del futuro de la ciudad.
La noticia del caso produce en nuestros asociados un particular pesar, puesto que tradicionalmente todos los años concurren invariablemente a la vera de sus aguas a practicar nuestro deporte y de allí nuestro enorme interés en que se soluciones el problema a la brevedad posible.
También otros temas son motivo de preocupación, como por ejemplo la existencia de desvíos u modificaciones del curso natural del río Chimehuín y la construcción de puentes en su cauce, ambos producidos por particulares sin conocerse si obran con autorización y cuál sería ésta, puesto que las autoridades locales han guardado silencio sin formular aclaración alguna.
Consideramos que tales aspectos deben ser custodiados por las autoridades, y en su caso, proceder a la remoción y restauración a la condición original.-
Fernando Uhía.
Presidente de la Asociación Argentina
de Pesca con Mosca.

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CENA DE INICIO DE TEMPORADA 2007/2008

Se ha celebrado la tradicional cena de inicio de temporada el día 18 de Octubre de 2007 en la Asociación de Criadores de Caballo Sangre Pura de Carrera, agotándose prácticamente los lugares disponibles.
Cabe agradecer la cantidad y calidad de las donaciones recibidas que motivaron las contribuciones por parte de los asociados en beneficio de la AAPM, quedando luego ellas adjudicadas mediante el ya inveterado sorteo entre los concurrentes..

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CENA DE FIN DE TEMPORADA 2007/2008

La misma se realizará el día 8 de Mayo de 2008, a las 20:30 hs. en la Asociación de Criadores de Caballos Sangre Pura de Carrera, sita en la calle Quintana 191, ciudad de Buenos Aires.

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REGLAMENTO DE PESCA DEPORTIVA CONTINENTAL PATAGÓNICA

Una vez más la AAPM ha trabajado intensamente para que el Reglamento salga a la luz en fecha, reuniendo las diferentes legislaciones de las distintas Provincias intervinientes con el objeto de armonizar el texto del Reglamento de Pesca Deportiva Continental Patagónico. En la ocasión se han aceptado las sugerencias de la AAPM de colocar en especial relieve en su texto del peligro que implica el ingreso de plagas exóticas a nuestro país a través de botas o vadeadores usados. Destacamos el importante aporte de horas de trabajo que ha demandado la armonización y compaginación de los diversos regimenes provinciales y el reglamento general.

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SOCIOS VITALICIOS

La Comisión Directiva felicita a los socios Ernesto Hayes (N° 312) y Alberto Maclean (N° 310), por haber alcanzado la categoría de socios vitalicios de la institución.

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CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE EN LA CUENCA DEL RÍO DULCE

Ante la Secretaría del Medio Ambiente de la Nación, quince ingenios azucareros y siete empresas citrícolas comprometieron una inversión de 156 millones de pesos en los próximos dos años para minimizar el impacto ambiental de sus actividades en el saneamiento de los ríos Ali y Dulce evitando que la cachaza y deshechos resulten vertidos en la cuenca, en el marco del Programa de Reconversión Industrial, habilitándose una línea de crédito especial por parte del Banco de la Nación Argentina. Esta información fue publicada el día 19/10/07 en el diario El Cronista, pág. 7.

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DONACIONES

Agradecemos a Buenos Aires Anglers, The Irresistible Fly Shop, Wald S.A., Gonzalo Galan, Daniel Yanes, Javier F. Alurralde, Julio Rosotti y Enrique Gómez, por la cantidad y calidad de las donaciones recibidas que permitieron amenizar la cena de inicio de la temporada de pesca 2007/08.

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PROHIBICIÓN DE PESCA DEL DORADO EN LA PROVINCIA DE SANTA FE

En el Boletín Oficial de la Provincia de Santa Fe, con fecha 13 de Julio de 2007, se publicó la ley 12.722, declarando al Dorado pez turístico provincial, estableciendo la prohibición de su pesca comercial, acopio, venta, tenencia o tránsito y permitiendo su pesca deportiva con devolución obligatoria, otorgando 90 días para su reglamentación.-

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ASAMBLEA DE SOCIOS

on fecha 25 de Octubre del corriente año se ha celebrado en la sede de la AAPM la Asamblea Ordinaria y Extraordinaria de Socios habiéndose adoptado importantes resoluciones. Así se ha aprobado la modificación del Estatuto Social y de un Reglamento Electoral que deberá ser aprobado e inscripto en la Inspección General de Justicia antes de resultar operativo, que permitirá llevar al seno de las futuras Comisiones Directivas representantes de la minoría en caso de haber más de una lista propuesta para asumir la conducción social.
Además la Asamblea de Socios ha aprobado instituir, con carácter excepcional, una condonación y moratoria de deudas de asociados con el objetivo de permitir que estos puedan pagar las cuotas adeudadas, sujeta a las siguientes condiciones: La condonación de deudas será hasta el 31/12/06; Quienes decidan acogerse a esta condonación deberán abonar el total del año 2007 y en lo sucesivo abonar sus cuotas mediante tarjeta de débito o crédito suscribiendo la documentación del caso, destacándose que e1 30 de Junio de 2008 fenece el plazo para acogerse a este beneficio.

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CIERRE DE LA SEDE SOCIAL

Con el fin de realizar diferentes refacciones en la cocina de la sede social, ésta permanecerá cerrada por el lapso que transcurre entre el 01/01/08 al 15/01/08 inclusive, sin atención de Secretaría en virtud de habérsele otorgado sus vacaciones anuales a la Sra. Diana Sanmartino por idéntico período.

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NUEVAS FECHAS FIJADAS PARA LAS CENAS DE CIERRE E INICIO DE TEMPORADA

Con el objeto de evitar dilaciones u postergaciones, prefijando un cronograma que permita la mejor organización de las actividades sociales, se ha reservado fecha para celebrar la habitual cena de cierre de temporada 2007/8 para el día 8 de Mayo de 2008; y para la de inicio de temporada 2008/9 el día 6 de Noviembre de 2008, en la Asociación de Criadores de Caballos de Pura Sangre de Carrera, lugar habitual de estas reuniones.-

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NOTA A PARQUES NACIONALES

Debido a que en el Parque Nacional Los Alerces se encuentra en trámite una petición que importa la flotación exclusiva y excluyente del Río Rivadavia a favor de guías de pesca, la Comisión Directiva de la AAPM ha decidido oponerse a ello, circunstancia por la cual ha cursado la nota que a continuación se transcribe, remitida al Ing. Héctor M. Espina:

Buenos Aires, 1 de noviembre de 2007.-
Sr. Presidente del Directorio
de la Administración de Parques Nacionales.
Administración de Parques Nacionales
Ing. Agr. Héctor M. Espina
S / D.-

Me dirijo a Ud. en mi calidad de Presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca, asociación civil sin fines de lucro con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que está integrada por pescadores de todas las Provincias y tiene actividad en todo el país. Nuestra Asociación se enorgullece de tener una larga, sostenida y fructífera historia de colaboración con Parques Nacionales desde su fundación en 1974 a través de su participación en distintas comisiones asesoras, y en la actualidad concurre a las reuniones anuales de la Comisión Consultiva de Pesca Continental Patagónica, que desde hace muchos años elabora el Reglamento General de pesca en la Patagonia.
Motiva la presente el haber tomado conocimiento de que algunos guías de pesca de la ciudad de Esquel, que ejercen actividad profesional de prestadores de servicio a pescadores en el ámbito del Parque Nacional Los Alerces, han peticionado ante el Intendente del Parque el otorgamiento de una cierta exclusividad o tratamiento prioritario en su favor y de sus clientes respecto de cuanto se refiere a flotar las aguas del río Rivadavia, implicando esto una clara exclusión del resto de los habitantes de la Nación, los turistas y el conjunto de los pescadores en particular que opten por no contratar sus servicios.
El otorgar prebendas o beneficios especiales a un grupo en detrimento del conjunto, tratándose de bienes del dominio y utilización pública, no puede ser considerado un uso aceptable por parte de la Administración de Parques Nacionales, en razón de que dicho proceder vulnera claramente el principio constitucional de la igualdad ante la ley establecido en el art. 16 de la Constitución Nacional; además de que se estaría contrariando el principio de la libre na-vegación de los ríos, derecho éste consagrado a favor de los particulares (en este caso los pescadores) por los arts. 14, 26 y conc. de la Constitución Nacional,
Resulta inadmisible la ambiciosa pretensión de este reducido grupo de prestadores de servicios que intenta reservar para sí la utilización con intención comercial de un bien que ha sido consagrado de dominio público por nuestra legislación de fondo, excluyendo de esta manera a quienes son sus usuarios legítimos, los turistas pescadores que concurren a los Parques Nacionales y el público en general.
Tampoco es aceptable la pretendida razón de seguridad, alegada a falta de otra mejor, siendo que este aspecto está suficientemente regulado por Prefectura; y además debe tomarse en cuenta que la relativamente alta presencia de embarcaciones que en algunos días de la temporada se observa en el río Rivadavia obedece precisamente a la nutrida y reiterativa concurrencia de los propios guías con sus clientes, que han encontrado en este lugar una ubicación favorita para el ejercicio de su comercio. Así, los guías en esta oportunidad se afligen de las consecuencias de su propio abusivo accionar e intentan proponer el absurdo de excluir o limitar la concurrencia de los destinatarios primarios del uso y goce del recurso -los turistas pescadores- en beneficio de su actividad lucrativa de prestadores de servicio en jurisdicción de un Parque Nacional.
El establecimiento de prebendas, fueros, exclusividades o concesiones especiales a grupos en detrimento de los derechos de los pescadores en general no dejará otro camino que la protesta, el rechazo y el reclamo por vía jurisdiccional de esta Asociación en defensa de los derechos y garantías que les asisten a los verdaderos usuarios de los bienes del dominio público: el público en general.
Cordialmente instamos al Señor Presidente a rechazar éste y cualquier futuro intento de aprovechamiento privado o avance comercial que signifique el uso excluyente de los bienes de dominio público que se encuentran en jurisdicción de los Parques Nacionales cuya Administración Ud. preside y que todos los habitantes solventamos por vía de nuestros impuestos.
Saludo a Ud. con mi más distinguida consideración,

Lic. Fernando J. Uhía
AAPM

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Hewitt

Por Andrés Álvarez

Edward Ringwood Hewitt (1866 – 1957) nació en Ringwood, Nueva Jersey, en la segunda mitad del siglo anterior, cuando la controversia entre las moscas húmedas, utilizadas por necesidad hasta ese momento, y el desarrollo de las moscas secas, posible gracias a la aparición de nuevos materiales, recién estaba por definirse.

Proveniente de una familia acomodada, contó con los medios para dedicar al desarrollo de su deporte, incluso para comprar una fracción de tierra con un tramo de río y llevar a cabo sus investigaciones.
Conforme el espíritu mecanicista de su época, y siendo un dedicado pescador, aplicó las innovaciones técnicas disponibles en ese momento para estudiar, en un cajón construido a ese efecto, el modo en que una trucha puede ver un insecto que flote sobre la película de agua, tratando de comprobar con un método investigativo riguroso, los desarrollos predominantemente intuitivos de Halford -1886- acerca de las moscas secas. Sus trabajos se realizan a partir de 1918 cuando adquiere una propiedad rural con cuatro millas y media de costa sobre el río Neversink, y se encuentran descriptos en el capítulo ‘What the Fish Sees’, de Secrets of the Salmon, l927.

Este enfoque consistente en estudiar de cerca, reproduciendo en condiciones de laboratorio los fenómenos naturales, lo lleva a continuar la obra de Francis Ward -1911- quien observaba el comportamiento de las truchas desde una ventana lateral que había instalado en un estanque. La innovación de Hewitt consiste en aislar el fenómeno que se proponía estudiar, construyendo un tanque en el que así podía fotografiar las acciones desde un primer plano. Lo novedoso de este método y su validez como herramienta de investigación, queda evidenciada por su utilización por Vincent Marinaro cincuenta años después para los trabajos que publica en su libro En el Anillo de Subida -1976- y su famoso postulado de los puntos de luz característicos que produce un insecto al posarse sobre la película superficial.

Para situarnos correctamente en las moscas secas de ese momento, debemos entender que éstas no eran más que el patrón de atado de las conocidas Spiders, a las que con un collar de pluma de diferente calidad se les confería más flotabilidad, que el estilo catskill y sus proporciones aún no existían, y que las razas de aves de las cuales se pudieran obtener plumas con bárbulas más duras, para que una mosca seca una vez posada en el agua, siguiera siendo seca y flotara, recién comenzarían en 1940.

Es que en realidad, y por ese entonces, lo que estaba puesto en cuestión era el concepto mismo de una mosca seca, que posteriormente evolucionaría hasta lo que hoy conocemos como estilo catskill, precisamente el nombre del cordón montañoso en el noreste norteamericano en el que Hewitt estaba instalado.
Históricamente se lo recuerda como uno de los creadores de ese estilo, que precisó de muchos talentos como el suyo para evolucionar desde las moscas húmedas, anzuelos sin ojo y pesadas cañas de madera de dos manos, a los líderes de crin y las cañas de bambú que permitían por su flexibilidad y su peso los lances falsos que resultan imprescindibles para secar la mosca.

Hoy en día estamos asistiendo a una revalorización de las moscas húmedas que redescubrimos como si hubieran sido dejadas de lado por una tendencia meramente caprichosa a favor de las secas, pero lo cierto es que estas últimas, precisaron del desarrollo de todo un nuevo sistema de pesca que permitiera su utilización. Actualmente, ambos tipos de moscas, y sobre todo teniendo en cuenta los materiales de que ahora disponemos, hasta parecen conceptos equivalentes, que el pescador puede utilizar a su arbitrio conforme las condiciones de pesca, lo que nos hace perder de vista el intenso trabajo de investigación y desarrollo que debieron llevar adelante estos pioneros, y en los que la tarea de Hewitt, con su tanque y sus fotografías, se revela como imprescindible.

Si bien el origen de la mosca seca es incierto, y a mediados del siglo diecinueve ya existen referencias a su uso, aún cuando mencionadas como moscas flotantes, no fue sino hasta principios del siglo siguiente en que se produce su desarrollo, así como el de todas las técnicas asociadas a su utilización.
Esto llevó a una revolución de todo lo conocido, pues constituía una técnica nueva para la que no resultaban aptos ni las cañas, ni las líneas, ni los anzuelos, ni ninguno de los elementos de que se disponía hasta ese momento, desarrollados para moscas húmedas.

Pescar con mosca seca hace necesario lanzar aguas arriba, cuando con wets se lo hace aguas abajo. Una modificación que no resultó fácilmente aceptada. Tampoco era necesario con moscas húmedas, efectuar un lanzamiento propiamente dicho del modo en que lo ejecutamos hoy en día, sino que bastaba con una caña larga, generalmente de dos manos por lo pesada, y una línea del largo de la caña. Con una mosca seca era necesaria una técnica diferente, con lances falsos que secaran la mosca, una caña más liviana y flexible que los permitiera y una línea que flotara. Necesidades éstas que condicionaron el desarrollo de las cañas de split bamboo y de las líneas de seda. La mosca seca y la caña de split bamboo son dos elementos que en su evolución van de la mano.

Hewitt si bien experimentaba con las truchas, sus investigaciones y sus libros se encuentran dirigidos a la pesca del salmón, y de ahí posiblemente el tamaño de sus moscas. La elección de su método experimental sin embargo, utilizando truchas, parece ser bastante adecuado, pues de las truchas, y sobre todo teniendo una propiedad con un río, podía disponer durante toda la temporada; a diferencia del salmón que sólo estaba presente durante la corrida, cuando remontaba aguas arriba para desovar.

En la pesca del salmón, y en forma contemporánea con sus trabajos, alrededor de 1930, es que aparece desarrollada la técnica de la “greased line” o sea la línea de flote, que engrasada flotaba, y que constituye un elemento esencial en el desarrollo de la pesca con mosca seca y en particular con la mosca por él creada, la Skating Spider, que tiene la caprichosa manía de hundirse, quedando inútil, si el líder o una parte de él no flota. Si bien no existen descripciones del autor en cuanto a sus métodos de pesca con esta mosca, sino solamente en cuanto a sus capturas como demostración de su efectividad, está claro que debió necesariamente utilizar esta técnica, sino la pesca con su mosca resulta imposible.
Autor de numerosos desarrollos en la pesca con mosca, las dos contribuciones que parecen más interesantes en cuanto a atado, pues reflejan su personalidad y el sentido de sus investigaciones, son la creación de la Bivisible, como resultado directo de la aplicación de sus trabajos en la práctica, y la de una mosca, que si bien poco frecuente en la actualidad, se encuentra vinculada con los orígenes de la pesca con mosca en nuestro país, en lugares tan representativos como la mítica Boca del río Chimehuin, la Neversink Skater o Skater Spider.

La Bivisible aparece en 1926. Atada en estilo palmer, está concebida como un simple instrumento de pesca, que sin concesiones estéticas ni pretensiones imitativas, el pez ve correctamente desde abajo y el pescador puede distinguir eficientemente desde arriba. En realidad está diseñada estrictamente para ello, con un color marrón que sus experimentos en el tanque de fotografía había mostrado que disparaba el reflejo de ataque de la trucha, y un mechón blanco por delante que permitía distinguirla.

El propio autor en su libro Telling on the Trout, 1926, explica: “Los tonos oscuros son más visibles para la trucha desde abajo que los claros, y en consecuencia pescan más en la mayoría de las condiciones y son más utilizados. Pero son más difíciles de distinguir sobre el agua que las moscas claras. Esa es la razón por la que mi diseño favorito que llamo Bi Visible consiste en un hackle marrón estilo palmer, y un pequeño mechón blanco al frente. El blanco contrastando sobre el marrón resulta muy visible para el pescador en la mayoría de las condiciones de luz; y el marrón, por su lado, es percibido por la trucha desde abajo mejor que cualquier otro color. Esta mosca es por lejos, la mejor que haya visto para todas las especies de trucha y está basada en un sólido principio físico.” Y en un libro posterior escrito más de veinte años después Un Pescador de Trucha y Salmón por Setenta y cinco Años, l948, “La Bivisible marrón, con el mechón blanco al frente, que yo mismo he creado. . . el mechón blanco permite al pescador ver la mosca inmediatamente, y de ahí proviene el nombre que le puse –Bi visible – porque puede ser distinguida tanto por el pescador cuanto por la trucha. La mosca en varios tamaños es la más útil en todas circunstancias y posiblemente la mosca seca más utilizada.”

La Skating Spider llamó mucho mi atención cuando la vi incluida, entre un conjunto de moscas históricas, en el Concurso de Atado de la Asociación, Boletín Mosquero de Invierno de 2000 página 31.
Allí, en una corta y descriptiva reseña, se hacía mención a su utilización por los iniciadores de la actividad en nuestro país, a quienes llegó de la mano de Joe Brooks, quien precisamente había escrito sobre esta mosca, su conocido artículo aparecido en la revista Outdoor Life del mes de julio de 1976.
La Skating Spider constituye una síntesis de diseño, sin cuerpo, sin alas, sin cola, tan solo dos collares de pluma enfrentados entre sí, debería ser considerada indudablemente una mosca atractora, dado que nada imita.

Pero entonces, cuál es el motivo de su permanencia a través del tiempo. Teniendo en cuenta que fue creada hace casi un siglo, y reiteradamente es rescatada por los autores como una mosca sumamente útil y claramente pescadora -Joe Brooks, Outdoor Life, l976-, sobre todo en condiciones cuando todo lo demás no funciona Mike Lawson, Unmatching the Hatch, Fly Fisherman.
Lawson señala que no es posible obtenerla comercialmente, no solamente por tratarse de un diseño antiguo que la excluye de la venta, dado la necesidad comercial de ofrecer permanentemente novedades, sino por el hecho que lo afecta a él mismo, de no encontrar las plumas adecuadas para su atado, dado que el sentido de la evolución en la selección de razas para plumas, ha sido precisamente el de disminuir el largo de las bárbulas de modo que permitan el montaje de una nº 22, lo que en muchos casos es expuesto como un dato que hace a su calidad. Un irónico resultado, sin duda, del sentido de la evolución de la mosca seca y del estilo catskill, teniendo en cuenta que el autor motivo de la nota es considerado uno de sus iniciadores.

Lawson en su comentario alude a esta circunstancia, explicando que los únicos hackles que puede emplear para su atado son los spades, o sea las bárbulas largas de los costados del cuero que habitualmente se emplean para hacer colas.

Hoy, ochenta años después de que fuera creada, y a pesar de que la mosca seca siguió en su evolución un sentido francamente imitativo en el que se desarrolla una mosca específica para cada insecto, resulta apasionante y nos invita a ahondar sobre el sentido de la evolución, el talento creador de estos iniciadores, que pudieron anticipar el agotamiento de la etapa imitativa y concebir un diseño de permanente presencia, revalorizado hoy en día como una mosca atractora “…para cuando todo lo demás no funciona.”

Cómo Pescarla

El autor ha dejado pocas indicaciones en cuanto a la utilización de la Skating Spider, o cómo montarla. Salvo el tamaño nº 16 del anzuelo, que debería ser de pata corta y el hackle hasta tres veces la medida de abertura de éste.

Los comentarios provienen en su mayoría de Joe Brooks y autores posteriores, quienes refieren un líder corto ante la necesidad de animar la mosca, durante la deriva, haciéndola patinar posada sobre las puntas del hackle.

Para darle este movimiento resulta imprescindible pasarle flotalínea al líder para que flote en toda su longitud, y que el ojo del anzuelo sea, recto o volcado hacia abajo, a los fines de impedir que un líder parcialmente sumergido o un ojo de anzuelo en un ángulo abierto, tienda a hundir la mosca cuando se la tracciona para animarla.

Tratándose de una mosca voluminosa y que ofrece al volar gran resistencia al viento, la punta del líder debe ser lo suficientemente gruesa – 4x – para contrarrestar la torsión que induce sobre él, lo que no significa ninguna desventaja a la hora de pescar con ella, pues suele desatar violentas tomadas; tanto es así que en ocasiones las truchas yerran los piques, pues al abalanzarse sobre ella, y estar la mosca flotando sobre las puntas de las plumas, la ola que produce la trucha con su hocico al aproximarse hace que ésta se desplace y pretenda tomarla donde ya no está. El modo en que el pique se produce es habitualmente una lomeada.

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Smallmouth Bass, pura actitud

Por Nicolás Schwint

En cuanto mi amigo Jason me invitó a pescar smallmouth bass (Micropterus dolomieu) al río Grande Rhonde en el Estado de Washington (U.S.A.) no lo dudé ni un segundo, hacía rato quería ir a pescar específicamente estos chiquitos que pelean en forma desproporcionada. Había pescado steelheads en este río varias veces y siempre me fascinó, corre serpenteando por las montañas en medio de un paisaje que ninguna foto puede reflejar en toda su dimensión. En alguna oportunidad por casualidad había sacado algunos “smallies”, quedando impresionado por su potencia. Además, sabía que Jason entendía de esto y mucho, toda una vida de experiencia lo convertían en un as en la manga. El único detalle era que él nunca los había pescado con mosca, siempre con equipo de baitcast.

Busqué en Internet qué modelos de moscas podía usar y de paso tomé cierta referencia acerca del comportamiento de estos bass de boca chica. Uno de los tantos pro de Internet es que se puede encontrar toneladas de información sobre cualquier tema, está en cada uno saber filtrarla a gusto.

En base a esto y a una larga respuesta por mail de Jason describiéndome sus técnicas con jiggs y demás, decidí qué moscas llevar. Sanguijuelas y pescaditos clásicos con distintos tipos de alas (plumas, marabou y pelo) compusieron el ABC. También até pescaditos de los modernos usando bastante de la parafernalia de sintéticos, que están sumando y mucho. Quedaron bastante lindos, en especial con los ojitos caros tenían muy buena facha. De la reserva de moscas no atadas por mí elegí una letal para truchas creada hace rato por Mario Capovía: la Tío Cosa color negro. Lleve 2 de las 3 que me quedaban, reservando la última para algún viaje en busca de truchas gordas. En cuanto a equipo, llevé una caña 7 y varias líneas, aunque terminé usando solamente una Wet Tip con 10 pies de hundimiento tipo III rematada en un leader cortito.

Fue un día de esos en que por alguna misteriosa razón se veían animales por todos lados, muchos ciervos, un par de coyotes caraduras que no se espantaron, pavos y diversos rapaces de vuelo altivo. A la pasada frenamos en la casa de fin de semana de Jason frente al Snake, me tuvieron que endulzar el oído con lo que vendría para que no bajase a la playa a pescar ahí nomas. Durante todo el camino que bordeaba el Snake River y luego el Grande Rhonde fui pescando mentalmente, manteniendo el hilo de la conversación en piloto automático (y eso que saltaban escamas para todos lados con cada frase). Las ganas de pescar eran tremendas, como siempre, no se si será bueno o malo pero me ha traído amigos y permitido conocer lugares alucinantes. Al llegar, luego de andar un rato por un camino de ripio medio malo que se desviaba del camino principal, tardé en armar todo. Jason tenía su equipo listo en la caja de la camioneta, sólo cargó unas pinzas además de unas bolsitas con muñequitos de goma en el bolsillo de su camisa. Caminamos unos diez minutos por un senderito lleno de arañas de tamaño más que respetable, era sólo una cuestión de circunstancias y motivaciones ya que de ver una de esas dentro de casa hubiese rociado todo con Raid hasta que los frascos sólo largasen gas sin veneno alguno.

El pool era bien grande, dividido en dos canales por una islita en su cabecera, bien hondo y arremansado en la junta para seguir hacía abajo como una recta pareja que se hacia honda con un veril bien marcado. Mientras todavía miraba el pool, Jason en el remanso ya había sacado tres y Lorraine otro en la cola del pozo. Me escurrí en medio de los dos y salí con una Platinum Blonde. Ni bien pegó la vuelta en la deriva tuve un toque, empecé a recoger para acelerar la mosca tipo huída y atrás vino el león. Pensé que tenía clavado algo de un par de kilos hasta que apareció un chiquitín que no pasaba el medio kilo, de locos. Creí tener todo resuelto pero los tiros venideros fueron en vano. Cambié a una Clouser Minnow chartreuse y pasó lo mismo; saqué uno al traer la mosca y después nada más. Algo estaba haciendo mal porque Jason me pintaba la cara con su cañita de baitcast, cada vez que miraba lo veía en plena acción. Recogí y me fui a ver qué hacía; tiraba apuntando ligeramente río arriba, dejaba hundir y seguía muy atento la deriva. Cuando tenía un toque, y no un pique firme, apenas movía el jigg, esperaba a sentir el pique firme para clavar, tipo carnada. Tratando de retener los conceptos principales del éxito de mi amigo caminé río arriba y crucé a la isla para pescar el canal más tranquilo desde el otro lado. Para completar el refresque cambié a una Tío Cosa negra. Lo que siguió fue vértigo, usé esa primera mosca hasta que no le quedó ninguna pata, era tiro-pique, después até la que quedaba pero duró poco; enganché en el fondo y la perdí. Que fea sensación fue quedarme sin “la” mosca en pleno frenesí de pesca.

Tratando de superar el bajón puse una Fuzzy Bugger, mi razonamiento fue que al menos esta tendría algo del “mojo” de la otra. Bajé del Maxima de 10 lb que venía usando a 2X de Río para que la mosca trabajara mejor y la até con un lacito. Tonto y re tonto porque tuve un corte violento ahí nomás, había un par de troncos hundidos donde automáticamente buscó refugio y ganó. Volví al Maxima y empecé a pescar más tranquilo, bajando las revoluciones. Fue como si me hubiese sacado las anteojeras porque aparecieron ante mis ojos todo tipo de pescaditos, inclusive un par de sculpins que de no moverse hubiesen sido invisibles contra el fondo. También pude ver que había suckers y carpas bien grandotas patrullando no muy lejos mío. Los bass se dejaban ver poco, solamente cuando atropellaban contra los forrajeros, un deleite a la vista. Era esa paz contemplativa que uno tiene cuando pesca mucho o nada. Para cuando perdí mi última Fuzzy ya tenía dominada la técnica, consistía en derivar la mosca por el fondo, esperar el toque y ahí mover la mosca muy poco con la punta de la caña para incitar la tomada. Seguí con los pescaditos modernos que pulsaban bien, con éstos los piques eran muy violentos pero más raleados.

Me llamaron para cambiar de lugar y asentí con gusto, prefería recorrer y conocer más, aún a riesgo de no pescar. El siguiente pool al que fuimos era recto y parejo, haciéndose hondo en forma gradual hacia el lado de enfrente. El vadeo era placentero; pantalón corto, agua arriba de veinte grados y mucho calor afuera. Ahí clavé mi mejor pescado del día, bien en la parte honda. Peleó muchísimo, buscó cortar en cuanta piedra había y hasta saltó afuera del agua como sus primos de boca grande, zapateando en superficie. Era atigrado, extremadamente lindo, hasta le di un beso a lo Jimmy Houston antes de liberarlo. A las dos y media de la tarde bajó al río un grupo de bighorn sheep, eso marcó el cambio de modalidad a spinning, pero no viene al caso describir lo que hice con el “heavy metal”. Al rato me quedé dormido en la costa hasta que me despertaron para volver.

En base a mi experiencia sólo la boga y el pira-pita tienen reservas de energía comparables a las del smallmouth bass dentro de las especies consideradas de aguas templadas (aclaro que por suerte todavía me faltan pescar unas cuantas). Poco tienen que ver con los largemouth en cuanto a hábitos y ambiente donde viven, los primeros están en lugares “ataruchados” y de yapa toman moscas en superficie con espíritu similar a nuestra querida, pero desgraciadamente maltratada, Hoplias. Los smallies son implantes en los ríos del oeste de los Estados Unidos, siendo su lugar de origen el este del país. Estos son ríos trucheros, típicos freestones, cuando el agua levanta temperatura durante el verano mandando a las truchas a lo hondo de los pozos aparecen estos gladiadores para copar la escena. Definiendo al bass de boca chica en una palabra ésta sería sin lugar a dudas: “actitud”.

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Tube Flies II

Continuación – Capítulo II

Por Javier Alurralde

1.- En ocasión de elaborar la nota anterior había mencionado que el nacimiento de estas moscas se encontraba relatado en el libro de Bates que allí he citado, en el que se describen los acontecimientos y los nombres de sus creadores; no obstante, recientemente arribó a mis manos un libro de William F. Blades (Fishing Flies and Fly Tying) publicado en 1951 y reimpreso en 1962, donde éste describe a las tube fly indicando que los indios norteamericanos las usaban desde antaño para pescar bonefish, e incluso indica el proceso de atado utilizando los viejos tanques de birome metálicos forrando su interior con cable plástico para elaborar los cuerpos y así evitar que el filo metálico corte el nylon.

Resulta curioso señalar que idéntico planteo se encuentra volcado en la obra de Thomas Clegg “Modern Tube Fly Making”(1965), sin que ninguno de estos autores aporten prueba concreta alguna, y vale destacar que la primera publicación que menciona las tube fly data de 1932 en The Angler and the Thread Line por parte del escritor inglés Alexander Wanless, quien menciona que la idea es originaria de Gran Bretaña, y data aproximadamente de 1930. (Fuente “Fly Tube Two-Evolution” de Mark Mandel and Bob Kenly-Frank Amato-2007 donde el tema se trata en extenso)

Traigo a colación estas líneas con el objeto de confrontar lo expuesto con la opinión predominante de su invención que en la nota anterior hemos citado, y exteriorizar que siempre hay nuevos puntos de vista y ningún capítulo de la historia de las moscas ni de su conocimiento debe considerarse definitivamente cerrado.

2.- Efectuada esta digresión, retomamos el objeto de la nota que consiste en volcar puntos de vista prácticos que nos ayuden en nuestros inicios en la construcción de las tube fly.
Ya desarrollado brevemente las ventajas que predican sus defensores y las diferentes clases de tubos (en realidad podría decirse “el chasis” elegido sobre el cual se ha de montar la mosca), pasamos al punto inicial que marca un severo interrogante para quien se inicia, y que consiste en desentrañar en cómo fijar el tubo de modo eficiente a la morsa.

Inicialmente hemos de dejar de lado las morsas especialmente adaptadas para ello por cuanto importa la adquisición de cabezales específicos o morsas que tengan la doble utilidad (la de Marc Petitjean por ejemplo), y en principio nos ceñimos a sistemas elementales mediante los cuales se puede utilizar la morsa tradicional (que ya poseemos) para atar tube fly.

También dejamos provisional e intencionalmente de lado la utilización de los tubos de bronce, cobre o aluminio, pero hacemos constar que en los dos primeros casos destacados atadores utilizan sin dificultad alguna las mismas morsas tradicionales o clásicas, tomando directamente el tubo en su pinza, mas en el caso de tratarse de tubos de aluminio ello debe realizarse con especial cuidado para no doblarlo ni aplastarlo en el proceso.

Entonces, nos volcamos al tratamiento de como fijar los tubos plásticos a nuestra morsa tradicional, impidiendo que giren sobre si mismos puesto que ello imposibilita su atado en forma eficiente, ya sea por cuanto tal giro deshace las vueltas de hilo o por cuento éste nunca queda firme y con la tensión que corresponde, llegando al grado de que los materiales se desprenden del tubo.

2.1.- Preparación preliminar: para evitar que el hilo de atado se desenrolle y torne la mosca inservible, en forma preliminar a su atado debe prepararse el tubo a utilizar; inicialmente debe quemarse levemente el extremo del frente del tubo plástico y ejerciendo leve presión sobre el extremo recalentado debemos formar una pequeña deformación o protuberancia en su frente, que servirá a modo de contención del hilo de atado de la cabeza al momento de su finalización.

También suele realizarse idéntico procedimiento para su parte posterior, mas si un segmento posterior del tubo debe quedar libre de hilo y materiales para colocar el hook holder no le veo una necesidad insalvable, salvo que diseñemos la mosca para que tenga doble movimiento, es decir en sentido horizontal por la tracción del pescador y también sobre si misma, puesto que la mosca al pasarse por el tipett y atarse éste al anzuelo, la mosca queda suelta haciendo tope en el nudo del anzuelo (es corriente en estos casos que se le ponga un bead head adelante y atrás, o por lo menos atrás).

Sólo en este último caso en que la mosca se ata para que quede suelta vale la pena también formar tal protuberancia atrás, pues son válidas idénticas razones a las expresadas en párrafos anteriores evitando que la mosca con el pique pueda desarmarse.
Tampoco aconsejo quemar el tubo plástico inicialmente si vamos a colocarle un conehead, puesto que tomamos uno del tamaño y peso que consideramos necesario y procedemos a agrandar el agujero pasándole una mecha con un taladro y así obtener idéntico diámetro al tubo que vamos a utilizar. Al finalizar el atado de la mosca debemos dejar adelante un tramo de tubo plástico sin utilizar, y luego de hacer el nudo final y pegar, insertamos el conehead preparado especialmente y lo deslizamos hasta que haga tope con el nudo de la cabeza; por delante todavía tendremos un segmento de tubo sin utilizar; es en esta ocasión que con un encendedor cuidadosamente le damos calor, provocando que el tubo se consuma (lo hace rápidamente), antes de llegar al conehead. formando una protuberancia que hará que el peso quede fijo y firme sobre la cabeza de la mosca, quedando perfecta y finalizada.

Lamento los comentarios y desvíos pero resultan inevitables, sólo se formulan para que los lectores añadan nuevos puntos de vista y los usen, a la larga seguramente han de encontrar mejores caminos y espero que tengan la generosidad de hacerlo saber.

2.2- La fijación del tubo: Esto, por lo menos en mi caso y en mi inicio estando acostumbrado al agarre de las morsas tradicionales, me sumergió en la perplejidad, no entendía bien porqué ciertos productos que había adquirido no funcionaban todo lo bien que yo pensaba que debían y sólo más tarde comprendí que necesitaban un pequeño proceso deadaptación.
No obstante, hay sistemas simples que me sacaron de más de un apuro y que funcionaron perfectamente, circunstancia por la cual prefiero transitar aquí un camino que nos lleve de lo simple a los más complejo, ya que estos últimos no siempre son imprescindibles.

2..2.1. El Clip de la Oficina (Foto 1): Una tarde en que quería atar una tube fly me encontré sin el adaptador y por supuesto no encontraba como iniciar la tarea; en la búsqueda de los materiales que tenía más a mano encontré un grueso clip de oficina y al enderezarlo (como seguramente Uds. notarán en caso de ocurrir al sistema) su superficie quedó plagada de ondulaciones. Bienvenidas ellas, no las quiten. Inserten un extremo del alambre del clip en su morsa de modo tal que quede visible y para ser utilizado como punto de atraque o compresión el segmento ondulado, teniendo presente para ello el largo del tubo que deseen usar (aconsejado para tubos cortos o medios únicamente). Inserten el tubo plástico hasta llegar a las protuberancias y allí comprimiéndolo, háganlo girar gradualmente insertándolo hasta el punto de atraque del alambre con la morsa. Una vez logrado ello Uds. notaran que el tubo plástico se encuentra firme y que su tendencia a girar es mínima, aún con una regular compresión del hilo pues no es fácil que gire sobre sí mismo. Si bien este sistema casero les permite atar la mosca tiene el problema que, en general, el alambre utilizado para la fabricación de los clips es demasiado blando, circunstancia por la cual deberán compensar la tracción que ejercen con el hilo sosteniendo el tubo con la otra mano para no doblar exageradamente el alambre en el proceso de atado.

2.2.2. El Alambre de Acero (Foto 2): Éste también es un sistema práctico y se basa en igual principio que el anterior, pero ahora utilizamos un alambre de acero, como aquellos que utilizan los dentistas, lo más grueso posible, y lo doblamos en una “u” muy cerrada. Notaran que quedan dos extremos del mismo lado y es el inferior aquél que se coloca en la morsa. En el otro extremo que forma una “u” muy cerrada se inserta el tubo, el que se gira y se ejerce presión para ingresarlo. El extremo libre del alambre irá cediendo, pero siempre ejerciendo una presión progresiva quedando en definitiva firme y atrapado el tubo, procediéndose luego a dar inicio al atado.

2.2.3. El shank de un anzuelo: En este caso el procedimiento es ubicar un anzuelo de shank extra largo; con un buen alicate cortamos el arpón y el ojo y le dejamos sólo el gap. Nos quedamos con la parte recta y parte del gap (segmento utilizado para agarrar el instrumento a la morsa tradicional), y sobre el final del shank, donde concluye la parte recta del anzuelo, montamos un cono de hilo de atado en lenta progresión en degrade, menor hacia donde debería estar el ojo del anzuelo que hemos quitado y por donde haremos ingresar el tubo, y mayor hacia el gap. Hecho ello aseguramos la progresión de hilo con un nudo y luego lo aseguramos con una capa de epoxi y dejamos secar. El principio es el mismo que lo anterior, se ingresa el tubo y se lo desliza hacia el gap hasta arribar a la progresión de hilo; allí lo hacemos girar bajo presión hasta que traba firmemente.

Este sistema también se puede manufacturar en forma casera con agujas gruesas o incluso modificando las de crochet a nuestro paladar.

Hay que tener sumo cuidado con todos estos sistemas que indicamos redondeando bien las puntas y filos, puesto que en caso contrario es muy común tener accidentes indeseables y hasta peligrosos; los cortes que se realicen con alicates deben ser cuidadosamente pulidos y redondeados, y en lo posible trabajar colocando en las puntas alguna bolita de foam o goma fabricada al efecto.

2.2.4. Si somos un poco más sofisticados podemos elaborar, tal vez adquirir, una aguja especial que se encuentra formada por dos conos sucesivos, graduales y de diferentes tamaños en la misma pieza o eje, que se conoce con el nombre de European Tube Fly Nedle o también como Falkenberg tapered fly needle, diseñada especialmente para ser utilizada con adaptadores, más no veo ningún obstáculo en fabricarla para ser asegurada directamente en la moras quitándole la indeseable y peligrosa punta que los fabricantes insisten en colocar.

2.2.5. Puede acontecer que el lector quiera utilizar otros medios para asegurar el tubo y tenga habilidades manuales, en tal caso le informo que he visto, pero nunca utilizado, un sistema que consiste en un alambre que hace de eje con un tope firme (una bola de plástico) que se instala en el extremo contrario al que va a quedar fijado en la morsa. Del otro lado existen dos topes móviles, plásticos también, y en el medio un resorte para que haga presión. Se hace compresión y el tubo supuestamente queda firme. En mi opinión le agregaría algún trozo de foam pegados a los topes para evitar que el tubo gire sobre sí mismo.

2.2.6. La industria y el comercio nos han provisto de aparatos especiales o adaptadores que nos permiten utilizar nuestra morsas comunes para atar tube fly (Fotos 3 y 4). Muchas marcas de morsas han desarrollados modelos muy similares, en general con tres medidas de ejes que se fijan al adaptador mediante un sistema simple de tornillos y el adaptador como si fuera un anzuelo a la morsa, siendo lo más conocido, entre otras HMH; Eumer; etc.. Estos sistemas de fijación trabajan por compresión en los extremos y no por expansión interna del tubo como se ha relatado en los casos anteriores, circunstancia por la cual pueden trabajar con todo tipo de tubos, ya se trate de metálicos o plásticos. El problema es que no anclan los tubos metálicos todo lo sólido que se pretende y con presión giran sobre sí mismo. Tal circunstancia obliga a algunos agregados, como por ejemplo colocar vueltas de hilo en el eje para que el tubo pueda fijarse mejor; o poner vueltas de hilo haciendo tope y allí ajustar firmemente el tubo; o colocar gomas y pegarlas en los topes para evitar que el tubo gire; en fin, a gusto del consumidor.

2.2.7. Lo cierto es que ahora hay cabezales donde los tubos se insertan y que funcionan como un mandril de un taladro, no lo he utilizado pero seguramente estos han de funcionar eficientemente, y si bien creo que la mejor solución en casos de tubos metálicos duros es colocarlos directamente en la morsa, cabe recalcar que aquí lo único válido es el gusto del usuario y aquello que le brinde placer en utilizar.

3.- Variaciones sobre el mismo tema: Ya fijada la pieza a utilizar existen innúmeras variaciones que podemos llegar a elaborar, destacando que al utilizar un chasis plástico la tendencia es de alta flotación, que constituye la queja más común del pescador de streamers.

Pero esto puede compensarse muy fácilmente, no sólo fijándole uno o más coneheads como hemos visto en puntos anteriores, sino que ello también se logra simplemente llevando una cajita con bead heads de diferente tamaño; es cosa de pasarlos por el tippet y volver a atar el anzuelo, logrando el peso que nos parece necesario y la profundidad que deseamos.

Pero también podemos lograr otros efectos, podemos atar otro tube fly sin anzuelo por delante aumentando dramáticamente el tamaño de la mosca que estamos utilizando, o fabricarnos unos mini tubes con cabeza muddler que ponemos o quitamos a nuestro paladar convirtiendo así la forma de nuestra mosca, o logrando una mayor flotación o mayores vibraciones (Foto 5); agregar rattlers; e incluso mini tubes con ojos, que ponemos o quitamos según nos parezca; podemos modificar el anzuelo poniendo uno más grande o pesado, o adoptar la tesis contraria, más liviano; etc.

No dejemos de lado la posibilidad de montar alguna mosca seca importante en tubos plásticos, pues justamente esta tendencia a flotar en el caso es benéfica, con el agregado de que podemos hacer una perforación lateral para pasar por allí el tipett y así lograr un perfecto skating de la mosca, una acción muy preciada en ciertas circunstancias.

Como se ve es un nuevo mundo por descubrir aún, donde el pescador transita el río con pocas cajas, en una los anzuelos, en otra las moscas, y de otro lado, las mini tubes con rattle; cabezas muddlers; ojos; bead heads; etc., y va armando el producto que desea utilizar o le parece conveniente, combinando sus variaciones casi al infinito.

Tal vez el juego de estas posibilidad sea una de las partes más interesantes de pescar con mosca y de allí que quise transmitirles y alentarlos a que prueben otro punto de vista.

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La joyita

Por Sindo Fariña

Ver subiendo a mi mosca una trucha marrón de 58,5 cm de largo y 31,5 cm de circunferencia, y que la coma, es fantástico. Y si además salta cinco veces, amenazando con cortar un tippet de 5X, ¡es asombroso! Y si le agrego que en mis manos tenía una caña de bambú marca Hardy, modelo Phanton para línea 5, de 6 pies de largo, de nombre “la joyita”, es mucho más gratificante. Esto viene a cuento de lo que quiero narrar sobre esta histórica caña.

Don Jorge Donovan, en su libro Nací Pescador, en el capítulo “Río Quillén ¿Un paraíso que se acaba?”, hace mención a lo siguiente: “Armo mi caña, que es estreno. Una Phanton de Hardy de 6 pies,”la joyita”, como la bautizó el Bebe Anchorena”.
Pues bien, hace muchos años Jorge Donovan me regaló esta caña junto con un reel CFO 3, como muestra de afecto y cariño hacia mi persona. Pasaron muchos años desde entonces, y en aquel momento me comprometí a que siempre que pueda, en alguna temporada (mientras yo viva) esa caña tendrá que volver a pescar algún río o lago de su querida Patagonia. ¡Siempre!

Es por eso que, retomando el relato, sigo contando una de esas tantas veces que “la joyita” pescó conmigo. En este caso fue una formidable trucha marrón, en el río Malleo.
Ayudado por mi diario de pesca, esa tarde me tocaba visitar un pool llamado “la piedra baya” (mi santuario), que está ubicado Malleo arriba del puente amarillo, dentro del campo de la familia Olsen.
Pues bien, empecé a pescarlo poniendo una Parachute Adams nº 18 y una Arco Iris de unos casi 39 cm. la tomó rápidamente, apenas la mosca empezó a flotar.
La tarde se estaba yendo, y el viento se ponía cada vez más calmo. La eclosión comenzaba a insinuarse y yo debía elegir en qué lugar terminaría de pescar.

Fue así que me decidí por otro pool llamado “Red Gate” (la tranquera colorada para mí). Este lugar es una barranca bastante alta, de 3 metros aproximadamente, y de un largo de 300 m, en donde el río corre muy despacio. Las buenas truchas allí se colocan muy pegadas a la barranca, sin moverse mucho, esperando la comida que el río les trae. Esa tarde, como casi siempre, subían unas cuantas por varios lugares del río, haciendo un deleite para mi vista y para mi espíritu.

Cambié de mosca y puse una Gray Wulff tamaño 18, pues observé que estaba volando algo parecido en color y tamaño. Comencé a pescar río abajo, eligiendo la mitad del recorrido de la barranca, hasta más o menos donde termina la parte buena. Ya oscurecía y la pared de la barranca empezaba a ponerse sombría y misteriosa.
Guardé los anteojos de sol y mientras casteaba iba revisando con mi vista todo lo que subía. De pronto vi una trucha especial, sacando apenas su gran cabeza para comer, exactamente donde el terreno, por la erosión de la corriente del río, había producido una gran hendidura creando una zona de corriente muy lenta, que visualmente parecía inmóvil.

Desde entonces, mi mirada no se alejó del lugar donde la había visto subir. Me acerqué lo más posible, recordando siempre lo que mi experiencia en mosca seca me decía: tener poca línea en el aire y aprovechar el largo del leader.

Comencé a hacer volar la línea, y “la joyita”, formando ese loop impresionante, hacía que la mosca se posara como una natural. Hice varios falsos tiros, primero cortos para calcular la distancia y para saber cómo la corriente se comportaría con la línea, el leader y la mosca: quería evitar el letal drag que produce esa corriente. Obviamente esto era elemental, nada de tironeo en la mosca, pero lo que se dice nada, si no, se daría cuenta de que algo no funcionaba bien, se hundiría y adiós. Sin embargo, ella seguía con sus ciclos, subiendo a comer.
Decidido a que la mosca se depositara en la zona de visión de la trucha, en el tercer intento la deposité donde estaba comiendo, y haciendo un movimiento con la puntera de la caña para que la línea quedase atrás de la mosca (reach), logré que se mantuviera por unos segundos quieta, muy quieta, en esa circunferencia imaginaria donde ella aparecía.

Y en la casi oscuridad de la tarde, volvió a subir, pero esta vez, a mi mosca. Levanté “la joyita”, afirmé unos segundos y la caña se arqueó con mi clavada. El contacto con ella, seguido de un borbollón y la salida de la línea con varios saltos me llenaron de alegría. Línea y backing corrían del CFO haciéndolo sonar con esos acordes imaginarios que sólo los pescadores podemos escuchar y traducir en música.
Empecé a salir del medio del río caminado lentamente hacia la costa. La varé y la medí. Rápidamente la puse de nuevo en el río, en el menor tiempo posible, para no dañarla.

Ya casi era de noche. Miré hacia el Lanín, mi único testigo, que se recortaba en un cielo teñido de rojo. Mientras recogía los últimos tramos de la línea pensaba lo feliz que estaba de haber pescado una marrón de trofeo con “la joyita” que Jorge tanto quería. Este relato, sobre esta caña tan especial, es para todos aquellos pescadores que la conocieron en el libro Nací Pescador de Don Jorge Donovan, o que alguna vez leyeron notas sobre ella en el “Boletín Mosquero” de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca, y se pueden preguntar qué habrá sido de “la joyita”. Pues bien, ahora saben que ella sigue pescando y seguirá pescando. ¡Siempre!

PS: La caña se la doné al Sr. Marcelo Morales, quien fue durante años compañero y discípulo más cercano de Jorge Donovan.

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Correo de lectores

Queridos lectores, a mediados de septiembre 2007, recibí un mail de invitación para un concurso de pesca con mosca a realizarse en el mes de octubre en Traslasierra, Córdoba, organizado por un grupo ambientalista y la Cámara de Comercio del Municipio local.
Después de leer: “Primer concurso provincial de pesca con mosca“ y “concurso a la mayor cantidad de piezas capturadas en dos días de evento¨, exprese en voz alta: -ésta la tengo clara-.
A continuación les cuento mi apreciación personal, sin ánimo de generar controversias al respecto, y sin aspirar a la aprobación de mis pares o de quien publique esta línea de pensamiento.

Yo concursé en pesca del Río de la Plata durante 6 o 7 años cuando tenía unos 18 de edad, fue una etapa fantástica de mi vida y mi relación con la pesca era fenomenal, hasta logré figurar en algún certamen, e incluso representé al club de mis amores en un evento internacional embarcado de mar.
Quiero decir que conozco bien el tema de concursos y que me motivó durante muchos años.
Pero hoy mi relación con la pesca es otra, estando lejos del negocio de la misma, actualmente me considero un amante de este deporte. Desde este último punto de vista, el deporte y la competencia, los veo lejos de poder aglutinarse.
La pesca con mosca exige un aprendizaje permanente, de disfrute y goce del lanzamiento, del atado y la combinación de estos elementos, con la comprensión, entendimiento y adaptación al medio y la naturaleza que lo rodea, llegando por fin a un equilibrio de fuerzas entre los elementos que modelan un buen pescador con mosca.

Por todo lo dicho anteriormente, no considero grato crear un ambiente de competencia y tensión por ganar, demostrar que se es el mejor, o el que más captura; en lo que mucho interviene la suerte, incrementando en el peor de los casos, la posibilidad de la práctica desleal, generando un ambiente casi hostil, angustiante, reticente e incluso peyorativo hacia algunos pescadores. Apenas diría que es posible dentro de nuestro deporte, algún concurso de lanzamiento o de atado, donde no se pone en juego la extracción de peces, que en definitiva son el recurso que sostiene nuestra pasión.
Sin ir mas lejos, recuerdo algún concurso de lanzamiento en épocas pasadas, y no tan pasadas, en el que han surgido discusiones entre amigos por 1 metro más o menos de distancia de línea, o sobre el espesor de la amnesia que se usó, generando situaciones de discordia que sólo han sido superadas por los años.

Claro que desde otro punto de vista podríamos decir que un concurso especializa, empuja hacia adelante y obliga a mejorar permanentemente para poder estar entre los primeros puestos, ya que concursar para no llegar no resulta, y llegar implica mejorar.
Por lo tanto y sin extenderme demasiado, no apruebo el concurso “de pesca” en la pesca con mosca, ni siquiera  en una situación de pesca con amigos, en la que suele haber alguien disgustado a la larga, y entiendo que esto no es propio del fly fishing.

La pesca con mosca en su más pura esencia es un concurso pero con uno mismo, en la soledad de un río donde veo que no pesco, y comienza el propio concurso interno por ver qué pasa, cuál es el error, qué puedo mejorar y en qué me estoy equivocando.
Y este es el tema: la experiencia de la pesca con mosca es personal, mejora con amigos y maestros, pero en definitiva siempre es personal, salvo en algunas situaciones donde es casi imposible pescar al lado de alguien todo el día, y estar evaluando como me va o me deja de ir, si pican o no.

Entre mi grupo de amigos, se juega con el tema y diría que hay algunos con deseos más competitivos que otros.
Entiendo que a veces se ponga un poco difícil el tema, sobre todo para los que vienen atrás, o están aprendiendo.
Por último reconozco mi pasado concursero, donde encontré una evolución en la pesca, y aún así tuve mis propias internas entre el fly y la competencia.
Por último pido una disculpa para todos aquellos que se sintieron afectados por mi opinión y si nos encontramos en el río, espero no me “llenen de escamas”.
Daniel Riesgo

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Nota a Parques Nacionales

Debido a que en el Parque Nacional Los Alerces se encuentra en trámite una petición que importa la flotación exclusiva y excluyente del Río Rivadavia a favor de guías de pesca, la Comisión Directiva de la AAPM ha decidido oponerse a ello, circunstancia por la cual ha cursado la nota que a continuación se transcribe, remitida al Ing. Héctor M. Espina:

Buenos Aires, 1 de noviembre de 2007.-
Sr. Presidente del Directorio
de la Administración de Parques Nacionales.
Administración de Parques Nacionales
Ing. Agr. Héctor M. Espina
S / D.-

Me dirijo a Ud. en mi calidad de Presidente de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca, asociación civil sin fines de lucro con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que está integrada por pescadores de todas las Provincias y tiene actividad en todo el país. Nuestra Asociación se enorgullece de tener una larga, sostenida y fructífera historia de colaboración con Parques Nacionales desde su fundación en 1974 a través de su participación en distintas comisiones asesoras, y en la actualidad concurre a las reuniones anuales de la Comisión Consultiva de Pesca Continental Patagónica, que desde hace muchos años elabora el Reglamento General de pesca en la Patagonia.
Motiva la presente el haber tomado conocimiento de que algunos guías de pesca de la ciudad de Esquel, que ejercen actividad profesional de prestadores de servicio a pescadores en el ámbito del Parque Nacional Los Alerces, han peticionado ante el Intendente del Parque el otorgamiento de una cierta exclusividad o tratamiento prioritario en su favor y de sus clientes respecto de cuanto se refiere a flotar las aguas del río Rivadavia, implicando esto una clara exclusión del resto de los habitantes de la Nación, los turistas y el conjunto de los pescadores en particular que opten por no contratar sus servicios.
El otorgar prebendas o beneficios especiales a un grupo en detrimento del conjunto, tratándose de bienes del dominio y utilización pública, no puede ser considerado un uso aceptable por parte de la Administración de Parques Nacionales, en razón de que dicho proceder vulnera claramente el principio constitucional de la igualdad ante la ley establecido en el art. 16 de la Constitución Nacional; además de que se estaría contrariando el principio de la libre na-vegación de los ríos, derecho éste consagrado a favor de los particulares (en este caso los pescadores) por los arts. 14, 26 y conc. de la Constitución Nacional,
Resulta inadmisible la ambiciosa pretensión de este reducido grupo de prestadores de servicios que intenta reservar para sí la utilización con intención comercial de un bien que ha sido consagrado de dominio público por nuestra legislación de fondo, excluyendo de esta manera a quienes son sus usuarios legítimos, los turistas pescadores que concurren a los Parques Nacionales y el público en general.
Tampoco es aceptable la pretendida razón de seguridad, alegada a falta de otra mejor, siendo que este aspecto está suficientemente regulado por Prefectura; y además debe tomarse en cuenta que la relativamente alta presencia de embarcaciones que en algunos días de la temporada se observa en el río Rivadavia obedece precisamente a la nutrida y reiterativa concurrencia de los propios guías con sus clientes, que han encontrado en este lugar una ubicación favorita para el ejercicio de su comercio. Así, los guías en esta oportunidad se afligen de las consecuencias de su propio abusivo accionar e intentan proponer el absurdo de excluir o limitar la concurrencia de los destinatarios primarios del uso y goce del recurso -los turistas pescadores- en beneficio de su actividad lucrativa de prestadores de servicio en jurisdicción de un Parque Nacional.
El establecimiento de prebendas, fueros, exclusividades o concesiones especiales a grupos en detrimento de los derechos de los pescadores en general no dejará otro camino que la protesta, el rechazo y el reclamo por vía jurisdiccional de esta Asociación en defensa de los derechos y garantías que les asisten a los verdaderos usuarios de los bienes del dominio público: el público en general.
Cordialmente instamos al Señor Presidente a rechazar éste y cualquier futuro intento de aprovechamiento privado o avance comercial que signifique el uso excluyente de los bienes de dominio público que se encuentran en jurisdicción de los Parques Nacionales cuya Administración Ud. preside y que todos los habitantes solventamos por vía de nuestros impuestos.
Saludo a Ud. con mi más distinguida consideración,

Lic. Fernando J. Uhía
AAPM

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Símbolos de nuestra Asociación

Por Fernando Uhía

Hace poco se han cumplido treinta y tres años desde que se fundara nuestra AAPM, y bien vale recordar algunos hechos de esa época inicial cuyos efectos en nuestro beneficio perduran hasta el presente. Pocos quedan que puedan dar testimonio de lo realizado entonces, que fue mucho, y nos ha permitido desarrollarnos y crecer hasta hoy. La memoria de los primeros años se ha ido diluyendo con el paso del tiempo, y nadie se ha ocupado por ahora de organizar los recuerdos para que puedan llegar a quienes estamos hoy y a quienes vendrán de forma fidedigna.

Muchos de nuestros actuales asociados se unieron a la AAPM con posterioridad a 1995, cuando nuestra institución tenía ya más de veinte años de existencia, y muchos de los fundadores habían dejado de asistir a las reuniones semanales, por distintos motivos; así, muchas preguntas relativas a los primeros años de nuestra Asociación quedaban sin respuesta sencillamente porque no había a quién hacérselas.

Yo no he sido parte del grupo original de pescadores que participó de la fundación, pero mi curiosidad me ha llevado a averiguar y conocer algunos detalles de esa época y creo es mi obligación transmitirlos en honor y recuerdo de ellos, muchos de los cuales ya se han alejado de nuestra Asociación, temporal o definitivamente.

Algunas preguntas que me ha tocado escuchar, provenientes de socios de nuestra institución y también de otras, nos llevan a las primeras épocas de la AAPM y hacen también a la historia de los primeros años de la pesca con mosca en la Argentina. Por ejemplo: ¿Por qué la AAPM tiene ese nombre y no otro? ¿Quiénes eligieron esa denominación? ¿Cómo y cuando se creó nuestro logotipo? ¿Quien lo diseñó?
Hoy puedo contestar lo que antes no sabía. Hasta puedo contar quienes fueron los “Maestros de la Asociación”, o como algunos los llamaban, los “Doble Círculo”. Pero después.

Nuestro nombre

El nombre es algo de gran importancia, para empezar. En algunas culturas los individuos ocultan su nombre a los extraños, en la creencia de que su conocimiento otorgará al otro poder sobre su alma (no se ha demostrado que esto sea falso). En la segunda línea de “El Golem”, poema que refiere a un relato de la tradición judía en el que un rabí anima a un muñeco grabándole el secreto nombre de Dios en la frente, Borges dice: “El nombre es arquetipo de la cosa”. Es harto elocuente.

¿Por qué nos llamamos así? Cuando en el viejo Hotel Castelar se fundó la AAPM el 19 de julio de 1974, la asamblea que se había reunido a ese fin se ocupó entre otras cosas de darle nombre a la institución. Como hace tiempo me contó Quique Schiavone, uno de los socios fundadores (a quien conozco desde antes que la AAPM se formara), se ofrecieron algunos nombres en inglés, lo que no debe sorprendernos dado que el desarrollo de la pesca con mosca, como hoy la conocemos, tuvo lugar en el siglo pasado en USA y en el Reino Unido, en donde algunos de los allí presentes la habían conocido. Sin embargo, la mayoría de quienes allí se encontraban prefirió finalmente el nombre que el mismo Quique propuso y que es el que hoy llevamos con orgullo: Asociación Argentina de Pesca con Mosca. Se obtuvo así una denominación nacional lo suficientemente amplia y abarcadora como para dar lugar y participación a todos quienes practicaban la pesca con mosca en nuestro país. Recordemos que en ese entonces la AAPM recién fundada y comenzando a tomar forma era la primera y única organización referida exclusivamente a la pesca con mosca en la Argentina, situación que se mantuvo por doce años más hasta la fundación en 1986 de la Asociación Rosarina de Pesca con Mosca, y que recién aún veintidós años más tarde de la fundación de la AAPM comenzaron a florecer las distintas asociaciones y clubes que hoy existen en nuestro país.

Nuestra Asociación estuvo desde su inicio abierta a la participación de socios de todo el país y del extranjero, y recientemente esto se ha facilitado aún más a través de la incorporación de la categoría “socio adherente” a la que pueden acceder quienes residen a más de cien km. de Buenos Aires, aportando una cuota diferencial.

Nuestro símbolo gráfico

Quienes hemos tenido alguna participación profesional en publicidad conocemos la importancia y el valor de un logotipo, o isologo como hoy se denomina a este símbolo, que es la síntesis gráfica del mensaje esencial de una marca. Como referencia, el valor comercial de la marca “Coca Cola”, incluyendo a su isologo supera el de los activos físicos de la misma compañía en el mundo, tal es su importancia comunicacional. Las grandes compañías transnacionales gastan (¡invierten!) muchos millones de dólares en contratar consultoras de imagen expertas en la actualización de estos símbolos, lo que por el paso del tiempo suele ser necesario. Un cambio en el isologo representa una decisión mayor, y un riesgo en la estrategia comunicacional que es evaluado con extremo cuidado, sin mencionar el enorme presupuesto necesario para comunicarlo a través de los medios.

Nuestro isologo es realmente extraordinario. Transmite con claridad el mensaje “Pesca con Mosca” en todos los idiomas y en cualquier parte del mundo en que esta modalidad sea conocida. Ha resistido la erosión del tiempo y hoy es tan vigente como cuando fue creado en 1974. Debemos estar orgullosos de lucirlo en las distintas formas (pins, escudos, gorras, remeras, stickers) en que la AAPM lo pone a disposición de los socios, y apreciar que aún quienes no son asociados lo requieren y valoran porque lo identifican con la pesca con mosca en un sentido amplio, como lo hemos podido comprobar en nuestra concurrencia a exposiciones.

Pero cuándo y cómo fue que llegamos a disponer de tan importante pieza de comunicación? Estando hace un par de años pescando en Junín de los Andes visité como siempre lo hago a Aníbal Sacconi. Aníbal es socio vitalicio de la AAPM, tuvo una muy activa participación en los primeros años de vida de nuestra institución y es muy generoso con sus recuerdos, por lo que siempre lo consulto cuando tengo alguna duda sobre lo sucedido en la AAPM en los inicios. Vive en Junín adonde llegó en los 80 como parte de la sociedad que estableció la fábrica de reels STH, y hoy es dueño del lodge Río Dorado y también de un fly shop. Recientemente y con otros pescadores de Junín han formado la Sociedad de Caballeros de la Mosca, un grupo de interesante accionar. Con los años nos hemos hecho amigos.

Desde mi curiosa ignorancia le pregunté si tenía alguna idea de cómo se había adoptado el símbolo que nos representa tan bien. Sorpresa! Aníbal conocía en detalle el proceso por el cual se creó nuestro actual isologo. Nuestra recién fundada Asociación, en pleno frenesí inicial y alentada por el entusiasmo de quienes la estaban estrenando, encontró que necesitaba un símbolo gráfico que la representara. Y se tomó una muy elogiable decisión: lanzar un concurso de ideas entre los asociados, favoreciendo así la participación de todos en el diseño de un elemento que representara e identificara el espíritu de la nueva asociación. Así, se presentaron numerosas propuestas de entre las cuales se eligió la que actualmente es nuestro símbolo.

También me contó como se había organizado el concurso. Y mucho más: me informó que el diseño que él mismo había presentado era el seleccionado como ganador!
Así que es a Anibal Sacconi a quien debemos agradecer todos la creación de nuestro emblema. Haciendo ejercicio de la generosidad que ya he mencionado, también me entregó todo el material que había guardado durante estos treinta y tres años, gracias al cual podemos hoy conocer el nombre de algunos de los participantes y los diseños presentados al concurso, y a la distancia que da el tiempo agradecer su esfuerzo. Quienes quieran apreciarlos pueden encontrarlos en nuestra página web, como complemento de esta nota.

Los Maestros de la Asociación
El Doble Círculo

Aníbal además me habló de los “Maestros de la Asociación”, de cuya existencia no tenía yo idea, y les cuento. En esos primeros años en los cuales un número relativamente importante e indistinto de pescadores con mosca se había asociado a un mismo tiempo, a quienes dirigían la AAPM les pareció oportuno destacar de entre ellos a algunos notables pescadores que todos reconocían por su conocimiento, experiencia y vocación de enseñanza como los Maestros de la Asociación. Y para ello se determinó entregarles un distintivo especialmente confeccionado: es el mismo símbolo que todos tenemos, pero con dos círculos exteriores en vez de uno. Se entregaron solamente cinco. Los Doble Círculo.
Cinco acreedores hubo a esta distinción, Maestros de la Asociación, formidables pescadores y singulares personajes de por sí: Jorge Donovan, nuestro primer presidente y hombre de desbordante e incontenible voluntad; Bebe Anchorena, quien también presidió la AAPM y tuvo prestigio internacional como fino pescador con mosca; Charles Radziwill, príncipe polaco e ingeniero refugiado en nuestro país en ocasión de la segunda guerra (muy popular entre las damas de su época); Eliseo Fernández, incansable y exitoso pescador del Chimehuín, y Tito Hosmann, de quien poco conozco a mi pesar.

Todos ellos hoy ya han fallecido, valga esta mención como respetuoso y agradecido recuerdo por lo mucho que en su momento aportaron a la Asociación que hoy disfrutamos. Que nos sirvan de ejemplo.
Si quieren apreciar como era un patch de Doble Círculo pueden encontrarlo en una foto de Jorge Donovan en una pared de nuestra sede donde lo tiene cosido a su chaleco, o en nuestra pág. web antes mencionada.

Es interesante conocer cómo se crearon los símbolos de nuestra Asociación, sabiendo que esto también hace a la historia de la pesca con mosca en la Argentina.

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La doré

Por Bruno Carrera

Vamos a atar en esta ocasión, un emergente genérico, el cual, variando tamaño y color, logra imitar muchas especies de efímeros y tricópteros. Las cualidades más notorias de esta mosca son, su poco peso y su transparencia.

Materiales:

Anzuelo: Curvo, estilo Tiemco 200R
Hilo: 8/0, color a elección.
Atado de cola: Poly Stretch.
Cuerpo: Dubbing algo tosco de colores oscuros y pluma de pato Mallard
del color de su elección.
Cola: Se forma con la misma pluma de pato mallard.
Collar: Pluma de Perdiz Húngara.
Cabeza: Dubbing un poco más claro que el del cuerpo.

SECUENCIA DE ATADO

Paso 1. Colocaremos a modo de cola, unas 12 fibras de gallo de León. Nótese el largo de la cola y su rigidez.

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Paso 2. Con una cantidad mayor del mismo material, y hacia delante, ataremos lo que formará la mitad del ala.

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Paso 3. La otra mitad del ala, la haremos atando un mechón de cul de cannard sobre el mechón anterior.

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Paso 4. Atamos el alambre fino y las fibras de faisán que formarán el abdomen.

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Paso 5. Con el faisán formaremos el abdomen y haremos el ribbing enrollando el alambre en sentido contrario al de las fibras de faisán.

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Paso 6. Formamos el tórax con el dubbing de jabalí.

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Paso 7. Con el hilo de atar por delante, damos posición vertical al ala. Nótese el volumen de la cabeza, el cual ayuda a dar al ala una forma de abanico.

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Vista de la mosca en el agua desde el punto de vista del pez.

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