Boletín Mosquero 51

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Información general

Double Bunny

Anzuelo: Mustad 3407  #4 – 1/0
Hilo: 3/0 rojo
Weedless: Cable de acero 40 lbs.
Ala: Dos tiras de rabbit pegadas, el lomo siempre más oscuro que la panza.
A los costados unas hebras de Flashabou,
Crystal Flash u otro material brillante.
Collar: Hackle rojo
Ojos: Pintados en la cabeza de hilo o Lead Eyes para lastrar la mosca.

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SOCIOS NUEVOS

Les damos la bienvenida a los que se asociaron últimamente.

Socios Activos:
1238  COUTTERET, Leandro
1239  PICCA, Martín
1240  LOUREIRO, Martín Ignacio
1241  URREAGA, Hector
1242  RUBINI, Gustavo
1243  RESNICOFF, Santiago
1244  PORTA, Fernando
1245  ACEVEDO, Arturo
1246  SCRIVANO, Jose Luis

Socios Adherentes:
3015  MAYORAL, Juan Carlos
3016  GALLARDO, Raul
3017  ERGUY, Mauricio
3018  SALAMA, Enrique
3022  GUERRERO, Gerardo
3023  BEAS, Hugo Miguel    

A todos ellos les deseamos que participen de las muchas actividades de nuestra Asociación.  Especialmente agradecemos a los socios adherentes, que, aún no encontrándose cerca de nuestra sede, colaboran con las actividades institucionales desde la distancia.

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Reunión de Asociaciones en Azul

El día 10 de mayo, en la ciudad de Azul, pcia. de Buenos Aires, se llevó a cabo la novena reunión de los representantes del Foro de Asociaciones de Pesca con Mosca de la Pcia. de Buenos Aires. Participaron representantes de la Asociación Argentina de Pesca con Mosca, Asociación Platense de Pesca con Mosca, Asociación Olavarriense de Pesca con Mosca, Asociación de Pesca con Mosca de Mar del Plata, Asociación Necochense de pesca con Mosca, y Asociación de Pescadores con Mosca de Azul. Algunas asociaciones anticiparon su imposibilidad de concurrir pero manifestaron su apoyo a los proyectos en desarrollo. Se deliberó acerca del funcionamiento del foro en general, lográndose una total coincidencia sobre seguir adelante con los proyectos previstos, tratando de aunar esfuerzos para la concreción de los mismos. El cronograma de reuniones se seguirá desarrollando con una  periodicidad de aproximadamente 3 meses. En esta reunión se resolvió llamar “MOSCAS Y LINEAS”, al órgano de difusión de las APM. Deberá  estar editado el numero Cero a mediados de año, y de allí en más resultar ese periódico una publicación que convoque a todas las APM del país. Se dispuso usar el dinero existente (resultado del cónclave 2001) para el financiamiento del primer número del periódico. Se decidió también seguir gestionando ante las autoridades de la Pcia. de Buenos Aires el pedido de reglamentación sobre salmónidos y tarariras. Se coincidió en organizar una nueva edición del Cónclave de equipos de Pesca con Mosca, a llevarse a cabo el 25 de octubre de 2003 en la ciudad de la Plata y que la edición 2004 se realizará en la ciudad de Mar del Plata. El Foro, creado hace dos años sigue siendo una reunión de asociaciones con verdadera vocación de trabajo y unidad, los proyectos en marcha son varios y ambiciosos, pero la voluntad de las APM está puesta en poder alcanzar esos objetivos.

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Comisión Consultiva de Pesca Continental Patagónica

Los días 22 y 23 de mayo de 2003 se reunió en Río Grande, Tierra del Fuego la Comisión Consultiva asesora de pesca continental patagónica. Los temas a tratarse fueron varios y muy importantes. Cada jurisdicción que participó expuso respecto de lo sucedido la temporada que terminaba. Se pasó luego a deliberar respecto de la edición del reglamento de pesca para la temporada 2003/4. Se decidió al respecto solicitar la financiación al CFI y se encomendó la coordinación de la edición a la AAPM. Luego se trataron otros temas como valores de las licencias para la próxima temporada, acordándose que los mismos no sufran modificaciones y se incluirá a los pescadores de países limítrofes en la categoría residentes. En cuanto a los aspectos reglamentarios se dispuso que en los ambientes con captura y devolución se deberá utilizar anzuelo simple sin rebaba. También se acordó eliminar la prohibición de navegar los ríos y arroyos, contenida en el Reglamento General. Las jurisdicciones de Neuquén y Santa Cruz no pudieron concurrir debido a causas de fuerza mayor. Los miembros presentes mantuvieron informados a los representantes de esas provincias y se fijó una nueva fecha de reunión para el mes de agosto. Allí quedarán finalmente acordadas las modificaciones y oportunamente las daremos a conocer. La hospitalidad de los anfitriones fueguinos fue destacable y también fue muy festejado por todos los concurrentes que la reunión tuviera lugar en esa provincia pues ello es la primera vez que sucede dado que esta recientemente integrada al convenio, luego de varios años de trabajo. El subsecretario de Turismo Aldo Donoso fue quien luego de varios años de trabajo finalmente logró esa incorporación.

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Cena de Fin de Temporada

Como es tradición y con la presencia de numerosos asociados y amigos mosqueros, el jueves 8 de mayo en el Club de Criadores Pura Sangre se realizó la “Cena de Fin de Temporada 02-03″.   A la cena asistieron numerosos socios acompañados por sus esposas, una tendencia que festejamos y esperamos que siga aumentando.  Sobre el final se realizó el sorteo de premios donados por comerciantes y amigos.

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Agradecimientos

En esta sección expresamos el agradecimiento que siente la Asociación a todos los que han colaborado con su tiempo, dinero o bienes.  Entre los muchos que lo han hecho, mencionaremos a:

A los que prepararon charlas o actividades en el trimestre:  Mel Krieger, Marcelo Morales, Carlos Becerra, Luis Ottolini, Carlos Villaggi, Aurelio de la Pina, Domingo Forcinitti, Luciano Merino, Antonio Grigi y Marcelo López, Daniel Bebebino, Mario Capovía, Oscar Dono, Gregorio Abiusi, Nicolás Cafaro, Juan Pablo Gozio, Roberto Vercellini, Eduardo Huerta y Guillermo Barreiro (Director de Pesca Continental de Chubut).

También agradecemos a los amigos que colaboraron con materiales y elementos para ser sorteados en la cena de fin de temporada como: Pirá Lodge, Oscar Dono, Irresistible Fly Shop y Mario Capovía y Cabañas Humo Azul de Coco Funes.

Al socio Oscar Ciale por los arreglos realizados en el techo de nuestra sede y en la conexión eléctrica en la mesa de atado.

Al socio Eduardo Huerta por la eficiente organización del torneo de casting.

A todos ellos y a los muchos más que anónimamente ponen su tiempo y esfuerzo a disposición de la Asociación, y son ejemplo de entrega por la pesca con mosca y el cuidado del recurso pesquero, les decimos: ¡MUCHAS GRACIAS!

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Se fueron dos amigos

Durante el último trimestre fallecieron dos amigos y consocios: Fernando Tabia y Juan Carlos Gozio. Ambos participaban activamente en nuestras actividades y los encontrábamos en las reuniones de la asociación. Algunos compartimos con ellos buenas salidas de pesca.  En estos casos la sorpresa es una constante, ya que no presumíamos semejante desenlace.

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Quedará en nuestra memoria el recuerdo de dos amigos y hombres de bien, entusiastas de nuestro deporte y buenos compañero.  Un lugar queda sin ocupar entre sus amigos, quienes les deseamos que descansen en paz, allí dónde todos nos encontraremos.

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Concurso de casting 2003

Sobre la impresión de este boletín se realizó el primer concurso de lanzamiento del año 2003, el día 22 junio.  Con una importante participación y entusiasmo se desarrolló este nuevo evento deportivo y de camaradería. Felicitamos a los que participaron y en especial a los ganadores:

Desde la Asociación, es nuestra intención incentivar la participación de los mosqueros en estos eventos deportivos que nos permiten mejorar nuestra técnica, practicar y compartir momentos amenos durante el torneo.

Por ese motivo repetiremos la experiencia, realizando el tercer torneo consecutivo el día 21 de septiembre de 2003.  Los ganadores de cada categoría recibirán trofeos, como también aquél que realice el cast más largo.

En caso de lluvia, se postergará para el fin de semana siguiente.  Esperamos la participación de muchos casters para seguir mejorando nuestro lanzamiento.

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Concurso de Fotografía

La pesca con mosca y su entorno

Las fotos a ser presentadas tienen que tener alguna relación con la pesca con mosca, no importa la especie, el ambiente ni las condiciones, cualquier circunstancia relacionada con la pesca con mosca, sus peces y sus ambientes será bienvenida. El objetivo del concurso no es estrictamente la exhibición de piezas de gran porte.
Criterio de evaluación
Es importante tener en cuenta que el jurado premiará aquellas fotos que mejor comuniquen o representen el tema principal, no centrará su calificación en los aspectos estrictamente técnicos concernientes a la fotografía.

Jurado: Sindo Fariña, Edgardo Filloy (Asesor AGFA), Daniel Bebebino, Carlos Villaggí, Mano Capovía, Juan Ferruchelli.

1. Podrá concursar toda persona, socio o por de la AAPM, sin límite de edad o residencia.

2. Se podrán presentar hasta un máximo de 5 foto” grafías por persona.

3. El tema de las fotografías estará relacionado con La Pesca con Mosca y su entorno.

4. Las fotografías deberán presentarse exclusivamente en papel fotográfico color o blanco y negro, brillo o mate en un tamaño de 18×24 cms, hasta 20×30, montadas sobre cartulina. Para fotografías digitales, deberá hacerse la impresión en papel fotográfico.

5. Cada foto deberá tener un nombre.

6. La fotografía se deberá presentar con un seudónimo del autor en un sobre cerrado adjuntando una hoja que contenga los datos personales del autor (seudónimo, nombre, número de teléfono, dirección de correo electrónico y nombre de las fotografías presentadas).

7. Los participantes cederán a la Asociación Argentina de Pesca con Mosca el derecho de utilización dé las fotos para las publicaciones de la institución y promoción de la misma, sin fines de lucro y haciendo mención del título y autor de acuerdo a la ley 11.723.

8. Las fotos presentadas serán expuestas en nuestra sede y los resultados del concurso serán publicados en el Boletín Mosquero y comunicados a los participantes.

9. El plazo de presentación de las fotografías termina el jueves 16/6/2003 a las 21 hs. Debiendo ser remitidas a Secretaría AAPM – Lerma 452 dto. 2° – Buenos Aires, Argentina. En el caso de las fotos enviadas por correo, se tomará en cuenta la fecha de despacho, siempre que lleguen antes de la reunión del jurado.

10. Existirán tres premios:
1 ° Premio: Caña Talon IM6 9″ para línea 6 + 5 rollos AGFA
2° Premio: 1 día de flotada con Oscar Dono + 3 rollos AGFA
3° Premio: 10 moscas secas atadas por Carlos Becerra + 2 rollos AGFA
Entre todos los participantes se sorteará un año de cuota social de la AAPM, sin cargo. (Un número por foto presentada)
Para aquellos que no sean socios, obtendrán la afiliación con un período de gracia (sin cargo) de un año.

11. Los resultados del Concurso se darán a conocer en la cena de Apertura de Temporada a realizarse a fines de. octubre, principios de noviembre de 2003, momento en que se realizará la entrega de premios.

12. El hecho de participar en el concurso implica la aceptación total de las Bases; Los organizadores Se reservan el derecho de resolver sobre cualquier interpretación o circunstancia no explícita en el presente reglamento.

Auspicia este concurso:
AGFA+
Calidad Garantizada.

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Juliana: una ninfa blanca

por Juan Pablo Gozio

No debes usar lo mencionado aquí por codicia para incrementar o ahorrar dinero, debes usarlo para tu diversión y para procurar la salud de tu cuerpo y, más especialmente, de tu alma.

Dame Juliana Berners, Treatysse of Fysshynge Wyth an Angle, 1496

A través de este artículo quisiera resembrar una semilla que años atrás dejó caer distraídamente entre nosotros, nuestro socio, amigo y Maestro Jorge Calandra, para que germine en los mosqueros, especialmente en los más nuevos.  Jorge siempre nos invitaba a bucear en las aguas profundas de la pesca con mosca, a través de su historia.  Lástima que Jorge ya no nos obsequie su sabiduría!  Creo que si un mosquero ignora los orígenes de la actividad que evolucionaron en la técnica actual, practica simplemente una metodología efectiva de pesca que puede aprenderse en unas pocas sesiones de instrucción y práctica.  La pesca con mosca es mucho más completa que una técnica para pescar más peces o hacerlo más estéticamente, o una moda pasajera a la que “hay” que adherir.  Los que se animen a recorrer la historia de la actividad, encontrarán el lustre que los siglos han dejado en las técnicas actuales, y encontrarán un contenido riquísimo detrás de un, otrora, simple lanzamiento.  Así, la experiencia de pesca será más compleja, completa y por lo tanto atractiva.

En este mundo vertiginoso y efímero, no es raro que la historia sea de los temas menos presentes en la bibliografía o filmografía general, y en especial la mosquera.  Abundan los libros técnicos de pesca, de lanzamiento, de atado, de entomología y muchos temas más, cuyo único objetivo es la transmisión directa de información para que el pescador “saque más pescados”.  En general, poco encontramos sobre los orígenes y evolución de esas técnicas descriptas.  Incluso, a veces nos sorprendemos ante injustas atribuciones de originalidad a métodos de pesca muy antiguos.  Esta ausencia mediática de la historia nos priva a los lectores del alto valor que tiene el conocimiento cuándo se comprenden las circunstancias y motivos que llevaron a sus creadores a desarrollarlo.  Poco se lee actualmente sobre valor de capturar un pez con determinada técnica o equipo, más bien se enfatiza la efectividad de una caña para lanzar mil quinientos metros o una mosca para tentar a todos los peces.  La mayoría de los libros modernos busca crear mosqueros plásticos, que conocen las últimas y más modernas técnicas de pesca (algunas obtenidas en internet), lanzan aceptablemente y buscan tener los mejores equipos.   Este estereotipo de mosquero plástico conoce casi todo, salvo el proceso evolutivo intelectual, práctico y tecnológico por el que pasó la comunidad mosquera para llegar al nivel de sofisticación que hoy disfrutamos.  Conoce a los popes modernos pero desconoce quién fue Theodore Gordon o Isaac Walton, cuáles fueron sus aportes a la técnica que hoy practican y cuáles las circunstancias que los llevaron a esos descubrimientos.

Creo que la tradición es una componente fundamental en la práctica de nuestro deporte y no solo lo enriquece por su vigencia histórica, sino que ayuda a que los pescadores modernos seamos mejores y más completos depor-artistas.  Hay una frase de Henry David Thoreau que resume el mensaje: “Muchos van a pescar todas sus vidas sin saber que no son los peces lo que persiguen”  La pesca con mosca es tan atractiva que resumirla en una Woolly Bugger negra es una simplificación perversa.   Entiendo que no todos los pescadores estén dispuestos a profundizar sus conocimientos mosqueros en igual medida, sin embargo, aquellos que se limiten, se pierden de la gran diversión que nos regala nuestra actividad.

Para ir entrando en el tema que nos convoca, le sugeriré amigo lector, que tome en la deriva larga que Jorge Calandra dejó en su prolífica saga “Tradición Mosquera” (ver BM anteriores) y las numerosas conferencias que dictó en nuestra sede, en las que a muchos nos abrió un nuevo paradigma.  Tómese unos minutos y relea lo escrito por Jorge.  Vamos, lo espero, mientras tanto iré pensando en cómo continuar su gigante tarea reivindicatoria de la Tradición Mosquera.  Humildemente, a continuación lo haré, si usted me permite y me acompaña.

Corría el año 156 y un nuevo sol nacía en Macedonia.  Un historiador y escritor romano llamado Claudius Aelianus plasmaba la primera mención y descripción de una mosca artificial en su libro De Natura Animalium. Claudius describía la forma en que los macedonios pescaban algún tipo de trucha con moscas hechas con lana roja y plumas de gallo marrón claro.  Se imaginan que hace más de 1800 años ya había mosqueros?   Durante muchos años posteriores a Claudius, la producción bibliográfica fue escasa y se conocen muy pocas e incompletas menciones escritas de la pesca con mosca, hasta 1496 cuándo se publicó el famoso Treatysse on Fyshinge wyth an Angle, de Dame Juliana Berners.  De ella y sus importantes aportes a la pesca con mosca, vamos a hablar hoy.

La religión y la pesca

Como diría Jorge, sírvase una copa y acompáñeme en este recorrido medieval, con personajes nobles y clérigos, monjas atrevidas para la época, e incógnitas sobre la identidad de autores.

Casi seis siglos antes de la aparición del grafito en la pesca con mosca, se iniciaba una leyenda.  Rondaba fines del siglo XIII y en Hertforshire (UK) nacía una niña a la que su padre, Sir James Berners de Essex, puso como nombre Juliana.  Probablemente debido a su condición de habitante de las afueras de la ciudad, convivió toda su infancia con deportes relacionados con el aire libre.  Podemos imaginar a Juliana observando silenciosamente a su padre compartir jornadas de caza, pesca o cetrería con nobles y clérigos en los campos cercanos.  Ya mayor, adopta la vida religiosa y decide convertirse en monja, hecho que no le hizo perder su pasión por los deportes al aire libre.  Luego de una exitosa carrera se convierte en Superiora del Convento Benedictino de Sopwell, cerca de Saint Albans (ciudad del sur de Inglaterra, cerca de Londres).  Es de suponer que mientras desarrollaba su vida clerical, se tomaba pequeñas licencias para practicar sus deportes preferidos. 

John McDonald, en su “The Origins of Angling” resumió su historia del siguiente modo: “Ella era, como lo dice la leyenda, digna de nacimiento y espíritu, sociable, solitaria, elegante, hermosa, estudiosa e intelectual.  De alguna forma se refugió en los deportes al aire libre para evitar el amor; y se había retirado a un convento desde un desengaño amoroso.  Considerando la época en que vivió, es presumible que haya tenido algunos conflictos para complementar su vida en el convento y su pasión por la caza y la pesca. “

Esta vivencia permanente de la caza y la pesca le dieron la experiencia suficiente que le sirvió como base para escribir el famoso “Treatysse of Fysshynge wyth an Angle”, tratado incluido en la segunda edición del “Book of Saint Albans” y principal motivo de este viaje que emprendimos juntos.

El Book de St. Albans

Su primera impresión está datada en 1486 y fue realizada en Saint Albans por un maestro de escuela, de nombre desconocido.  

St. Albans es el pueblo más viejo de Hertfordshire (sur de Inglaterra).  Debe su nombre a Mr. Alban, el primer mártir ingles que vivió allá por el siglo IV y que fue decapitado por los romanos en el año 304.  El santo es conocido por su heroísmo al ayudar a escapar del Imperio a un sacerdote del cuál heredó la fe, convirtiéndose luego de conocerlo.

Es una ciudad con más de 2.000 años de ocupación humana (Buenos Aires tiene menos de un tercio).  Estuvo dominada por los romanos durante casi 400 años (43-410 DC) quienes la llamaron Verulamium. Luego de la migración romana, la ciudad cayó en decadencia y sus ruinas sirvieron para construir un nuevo monasterio y un mercado situado cerca del lugar de la ejecución del, entonces, Mr.Alban.  Llegando al siglo XIV, existía una violenta separación entre la Iglesia y el pueblo, simbolizada por las altas murallas que rodeaban los conventos.  La torre reloj construida en 1403 fue un símbolo de la independencia del pueblo de la iglesia, unos lustros antes del nacimiento de Juliana.  La historia de la ciudad es muy interesante, pero, como no quiero que se aburra, mi amigo, vamos a seguirlo a Polo Bardin cuando decía: “hablemos de truchas”.

El “Boke of Saint Albans” cuenta con algunos récords, como ser el primer libro impreso en idioma inglés sobre deportes y el primero de una autora femenina.  En su primera edición el libro contiene tres tratados, el primero sobre cetrería, el segundo sobre caza y el último sobre heráldica.  Mucho se ha investigado sobre el autor de este libro con pocos resultados.  Lo cierto es que probablemente no fue escrito completamente por la misma persona.  La parte de caza está escrita en verso y termina con las palabras “Explicit Dam Julyans Barnes in her boke of huntyng” (Explícitamente Dam Julyans Barnes en su libro de cacería).  Estas palabras son las que inducen a pensar que la mítica Juliana Berners fue la autora.  La leve diferencia en la escritura del apellido probablemente se deba a un error de imprenta (los métodos de impresión de aquella época no eran lo precisos que son actualmente).  En la edición de 1496, la ortografía del apellido fue alterada de Barnes a Berners, que es como trascendió hasta nuestros tiempos.

Cabe mencionar en este punto que si buscamos objetividad histórica a la existencia de Juliana, pronto caeremos en la desilusión.  Resulta difícil rastrear el paradero de la escurridiza dama, ya que no se conoce ni existen registros sobre miembro alguno con ese nombre en la familia Berners.  Adicionalmente, para poner otro manto de sombras sobre el tema, los registros del convento de Sopwell entre los años 1430 y 1480 se perdieron.

En la edición de 1762, de su popular libro “Complete Angler”, John Hawkins dio un tremendo respaldo a esta leyenda, afirmando la existencia de la autora. Hawkins describe al autor del Treatysse como: “Dame Julyans Berners, Madre Superiora del convento de Sopwell, cerca de St. Alban’s; una dama de noble familia, y celebrada por sus conocimientos y talento por Leland, Bale, Pits y otros.”   Leland, Bale y Pits fueron de los primeros anticuarios ingleses. Bale, sin duda alguna empezó la leyenda en su libro “Lives of the Most Eminent Writers of Great Britain” (Vidas de los más eminentes escritores de la Gran Bretaña) publicado hacia 1559. En este libro, Bale describe a Dame Juliana como:  “… una ilustre dama, eminentemente dotada con superiores cualidades mentales y personales Entre las muchas actividades recreativas del la vida humana, ella tenía en gran estima a los deportes al aire libre. Esta heroica mujer, veía a estas actividades, como el ejercicio de los hombres nobles después de la guerra, después de la administración de la justicia o de los asuntos concernientes al estado. Ella suponía que Ulises había instituido estas diversiones después de la guerra de Troya y de que Platón las recomendara como fuentes de renovado esparcimiento para aquellos que habían sufrido, ya sea por calamidades domésticas o heridos en las guerras. Entonces esta ingeniosa mujer, mediante sus escritos, presentaba a estas artes como elementos primarios de nobleza y con la persuasión para que aquellos jóvenes, cuyo corazón lleno de virtud u honor, las cultivaran para alejarse de la futíl holganza… Ella alcanzó el éxito en el año de nuestro Señor 1460, bajo el reinado de Enrique VI “  Bale no cita fuentes por lo que la precisión del texto es dudoso. A pesar de la florida descripción de Bale, sorprendentemente éste no menciona nada sobre el cargo de abadesa de Sopwell, hecho que sigue sembrando sospechas sobre Juliana.

Estas fuentes de información disgregada y difusa hacen pensar a algunos investigadores inquisitivos que la famosa Dame Juliana Berners nunca existió, que el libro es simplemente una traducción de escritos realizada en St.Albans, y que utilizaron un nombre de fantasía para adjudicarle la autoría del libro.

Quienes creen en su autoría, se basan en una de las 3 copias del libro de St.Albans que se conserva hoy día, dónde pueden leerse las siguientes palabras:  “This Booke was made by Lady Julian Berners, daughter of Sr. James Berners, of Berners Roding, in Essex. She was Lady Prioresse of Sopwell, a Nunnery neere St. Albons” (Este libro fue escrito por la Señora Juliana Berners, hija de Sir James Berners, de Berners Roding, en Essex.  Ella era Superiora del Convento de Sopwell, una casa de monjas cercana a St. Albans.)  Gracias a este párrafo hay relativo consenso entre los “creyentes” en adjudicar a DJB la autoría de los textos.

Cualquiera haya sido la participación de Dame Juliana en la escritura, traducción y compilación de los tratados incluidos en el libro de St.Albans, hay certidumbre en que no se trata de un trabajo original.  La mayor parte de los tratados sobre cetrería y caza fueron copiados de “Venerie de Twety”, un trabajo escrito en francés a principios del 1400.   En el tratado sobre heráldica está expresamente mencionado que fue traducido y compilado, y probablemente deriva en gran parte de un trabajo sobre el tema escrito en 1441 por Nicholas Upton para el duque de Gloucester. El tratado más caro a los afectos mosqueros es el de pesca, el de “Fysshynge wyth an Angle”.  Como dijimos, éste no estaba incluido en la primera edición de 1486 y fue incluido en la segunda de 1496 y sus sucesivas, que no fueron pocas por aquellos días, ya que se trató de un libro con mucho reconocimiento.  La impresión de esta segunda edición corresponde a Wynkyn de Worde, discípulo y sucesor de William Caxton, el primer impresor inglés, nacido en 1422 y que realizó más de 100 impresiones.  Los investigadores determinaron que es probable que el tratado sobre pesca haya sido escrito originalmente en inglés, aunque esto no nos brinda evidencia adicional sobre la autoría de Juliana. 

El Treatysse of Fysshynge wyth an Angle

Luego del título “Here begins the Treatysse on Fysshynge wyth an angle” Dame Juliana postula su filosofía respecto de los deportes al aire libre y en especial, hace una defensa de la pesca poniéndola por encima de todos los demás deportes al aire libre.  La introducción dice así:

“Salomón, en sus Proverbios, dice que un buen espíritu hace una vida floreciente, esto es, una vida larga y feliz. Y dado que esto es verdad, me hago esta pregunta: ¿ Cuál es el significado y las causas que llevan a un hombre a tener un espíritu feliz ? En verdad, en mi mejor juicio, al parecer existen buenos deportes y juegos honestos con los que el hombre de regocija sin arrepentimiento posterior. Por consiguiente, estos buenos deportes y juegos honestos son la causa de que un hombre viva feliz y largamente. Entonces elegiré de entre cuatro buenos deportes y juegos honestos: a saber, la cacería, la cetrería, la pesca y la cacería de aves. La mejor en mi humilde opinión, es la pesca, la pesca con caña una línea y un anzuelo. Y de ella hablaré de manera tan simple como mi mente me lo permita.”

A continuación encontramos cómo continúa esa acérrima defensa de la pesca con los fundamentos expuestos por Juliana.

“Ahora describiré, de la mejor manera que pueda, estos deportes o entretenimientos para establecer cual es el mejor de ellos, aunque los nobles, el muy honorable príncipe y el Duque de York recientemente han llamado “El Juego Maestro” a los placeres de la cacería, que prontamente describiré así como a los otros.

La cacería, desde mi punto de vista, es demasiada laboriosa. El cazador debe correr tras sus sabuesos, ejercitándose y sudando copiosamente. Debe tocar su cuerno hasta que sus labios se ampollan y, a menudo, cuando piensa que ha perseguido a una liebre, resulta que era un puerco espín. Así que caza sin saber que esta persiguiendo. Al anochecer, regresa a casa empapado, magullado, la ropa desgarrada y sus pies cubiertos de lodo. Uno de sus sabuesos se ha perdido y el otro fue mutilado o quedó inválido. Estas contrariedades y muchas otras cosas suceden y por respeto a los cazadores, no discutiré aquí. Entonces en realidad, para mí, la caza no parece ser el mejor de los deportes o juegos de los cuatro que he mencionado.

El deporte de la cetrería, me parece, es difícil de practicar y dominar. Para el halconero, que a menudo pierde sus aves, así como para el cazador cuando pierde a sus perros, el placer y la diversión se esfuman. Comúnmente debe gritar y silbar hasta el cansancio. Su halcón se posa en una rama y lo ignora. Cuando quiere que el ave vuele, ella decide tomarse un baño. Si se le da poco alimento, el ave se enoja; el rayo, muchas enfermedades y otras cosas la matan. Esto prueba que la cetrería tampoco es la mejor de las cuatro actividades en discusión.

El deporte de la caza de aves, se me figura que es el peor. En el invierno no tiene suerte, excepto en los días más fríos, que es peor. Cuando tiene que revisar su cepos, no puede hacerlo debido al frío. Coloca muchas trampas y cepos, aunque deba pagarlo caro. En la mañana, el rocío lo moja hasta los muslos. Podría decir mas, pero mejor lo dejo así para no molestar a nadie. Creo entonces que la caza, la cetrería y la caza de aves son agobiantes y desagradables, que no pueden llevar al hombre a ese estado de felicidad y tranquilidad mental que le permita vivir una vida larga conforme a lo dicho en los proverbios de Salomón.

Dado lo anterior, se puede asumir que el ganador es el deporte de la pesca con caña y anzuelo. Los otros tipos de pesca, también son agobiantes e ingratos, a menudo obligando a los que las practican a permanecer fríos y mojados, hecho que, con frecuencia, les causa graves enfermedades.

Pero el pescador con caña y anzuelo no sufre de frío ni de incomodidades ni de corajes, a menos de que se los cause él mismo. Lo más que puede perder es una línea o un anzuelo, los cuales, el mismo puede fabricar en buenas cantidades, como este sencillo tratado le enseñará. Así que sus pérdidas no son serias y nada puede molestarle, excepto que algún pez se le escape después de haber sido enganchado y que de plano no pesque nada, pero esto no tiene mucha importancia. Si el pescador falla con un pez, seguramente ya no fallará con otro si sigue las enseñanzas de este tratado… a menos, claro, que no haya peces en el agua. Y después de todo, disfruta de una saludable y placentera caminata, envuelto en la deliciosa fragancia de las flores de la campiña. Escucha el armonioso canto de las aves. Disfruta de los cisnes, patos, garzas y otras muchas aves y sus crías, todo lo cual es mucho mejor que escuchar el ladrido de los perros, el estruendo de los cuernos de caza, y el clamor que cazadores y halconeros hacen que produzcan las aves. Y si el pescador pesca, no habrá hombre más feliz. Además, quien desee practicar el deporte de la pesca con caña y anzuelo, deberá levantarse muy temprano, hecho que resulta muy provechoso. Eso es, a saber: lo mejor para su alma. Todo esto lo lleva a la santidad y a la salud de su cuerpo. Por lo que esto hará que se sienta y esté bien, incrementará sus bienes y se hará rico. Como el antiguo proverbio inglés recita: “Todo aquel que se levante temprano, será sano, santo y feliz”.(Al que madruga, Dios lo ayuda)

Esto prueba, como era mi intención, que el deporte de la pesca con caña y carrete es la mejor instrumento y causa para llevar al hombre a poseer un espíritu dichoso, lo que, de acuerdo a lo dicho por Salomón en sus proverbios y por lo que nos enseña la medicina, produce una vida larga y floreciente. Y por consiguiente, para todos ustedes, que son virtuosos, gentiles y libres, he escrito y en forma sencilla este tratado, que si lees y sigues sus enseñanzas, seguramente adquirirás, tanto como desee, las habilidades para pescar, en orden de que tu vida sea más próspera y mucho más larga.”

Esta defensa intensa de la pesca como el primer deporte al aire libre le habrá ocasionado más de un inconveniente a la autora.  La caza, en aquella época, era el deporte de reyes y nobles, quienes seguramente no vieron con alegría que una monja desprecie su deporte preferido y les diga que la pesca es el deporte real.  Como escribiera filosamente Jorge Calandra “esta señora no necesitaba que nadie la liberara”.

Se sabe que actualmente existen sólo tres copias en perfecto estado del tratado.  Sin embargo se supone que hay algunas más dispersas porque en su momento, debido al éxito del libro, fue reimpreso varias veces.  En sus escritos, Dame Juliana utiliza la palabra “fly” para referirse a anzuelos revestidos con pelos, lanas, plumas e hilos.  Esta denominación no es original ya que Claudius Aelianus la introdujo en el siglo II en la descripción de una receta de mosca Hiporus con la que los macedonios engañaban a los peces del río Astraeus. 

Del Treatysse se tienen copias manuscritas que datan del año 1450, por lo que se presume que fue escrito por ese año, aunque estas versiones manuscritas tienen algunas diferencias con la versión finalmente fuera publicada en 1496.

A continuación repasaremos juntos algunos aspectos técnicos abordados en el Tratado.  Alguno podrá sorprenderse por el nivel de avance de los conocimientos aplicados a la pesca y de la cantidad de cuestiones que un pescador debía conocer y saber realizar para practicar su deporte.  Obviamente no existían los cómodos y tentadores fly shops ni las marcas internacionales de productos, el que deseaba pescar tenía que fabricarse su equipo. Y esa construcción era parte importante de la actividad piscatoria. En este sentido me gustaría reivindicar lo importante que es manufacturar algunas piezas del equipo, y no dejar todo librado a los ingenieros diseñadores.  Cuando un pescador construye sus herramientas, no solo disfruta de un deporte más completo, sino que tiene amplias ventajas a la hora de pescar porque conoce perfectamente el funcionamiento de cada parte del equipo, sacándole el mayor provecho y  entrando en un círculo de mejora continua.  Hecha esta introducción, repasemos cómo pescaban nuestros antepasados.

Las cañas

Las técnicas descriptas para construir cañas para la pesca es simplemente asombrosa.  Como verán a continuación es poco probable que su desarrollo sea producto, solamente, de una monja investigadora.  Lo más probable es que el tratado esté explicitando varios siglos de avances en el conocimiento de la pesca deportiva.

Respecto de las cañas, Dame Juliana propone construirlas con dos secciones principales, con un largo total de unos 18 a 22 pies.  Las partes, eran el butt y la puntera.  El butt era hecho de avellano, sauce o fresno.  Para seleccionar la vara recomienda que “de una braza y media de longitud y tan gruesa como tu brazo”, esto significa un tramo de unos 6 pies y un diámetro que asusta.  Luego de cortada la vara, el proceso de construcción consistía en enderezarlo en un horno caliente y dejarlo enfriar y secar durante un mes.  Luego se ataba a una pieza de madera perfectamente recta y con un alambre calentado al rojo blanco se va quemando el corazón de la vara, buscando ahuecarla en toda su extensión.  La perforación debe ir ensanchándose mientras se cuida que vaya tomando una forma cónica.

La puntera se compone de dos tramos de unos 6 pies cada uno, para el tramo de puntera que se une al butt se debe cortar una vara de avellano verde, se debe humedecer y poner a secar junto con el butt.  Cuando ambas estén secas se debe introducir la puntera hasta la mitad de la vara perforada.  Para el tip se debe usar una rama recta de manzano, cedro o ciruelo, luego de un procedimiento similar de secado y enderezado, se desbasta en forma ahusada y se une al anterior tramo de la puntera con un anillo de hierro.  Juliana nos sorprende describiendo la primera caña telescópica en la historia de la pesca y una cuyo peso difiere muscularmente de las actuales de grafito.

Las líneas

Juliana sugiere hacer las líneas con crin de caballo blanco, las que son teñidas de distintos colores según la época del año y el ambiente en el que se vayan a usar.  Los colores sugeridos son amarillo, verde, café, bermejo, naranja, parado y otros oscuros.  Por supuesto describe la receta para realizar las tinturas con materiales naturales, recuerden que no existían las, ya de por si difíciles de manejar, anilinas en sobre.  Respecto de los colores, sugería que “el verde es para todo tipo de aguas entre abril y septiembre, el amarillo para todo tipo de aguas claras entre septiembre y noviembre, por esto es que son del color de la hierba y otras plantas que crecen en lagos y ríos.  El bermejo sirve durante el invierno hasta finales de abril, así como en ríos, estanques o lagos.  El café sirve en aguas turbias y obscuras, el pardo es para el tipo de aguas cenagosas y turbias.”  Sorprendidos?  Parece que el camouflage llegó a la pesca con mosca bastante antes de lo que pensábamos y de las novedosas líneas transparentes.

Una vez teñidas las crines, se procedía a retorcerlas o trenzarlas, para cuya operación se describe y dibuja un instrumento.  Una vez trenzadas varias secciones de crines, se unían a través de nudos pequeños. La cantidad de crines en una línea define su resistencia, Juliana decía que para pequeños peces había que usar una sola crin y para el salmón unas 15.

Las anzuelos

Nuestra monja amiga (a esta altura del texto creo que no debiera ofenderse si la sentimos de ese modo) dice que “el más ingenioso y difícil arte en la manufactura de tu equipo de pesca es el de fabricar anzuelos.” Continua mencionando una lista de herramientas necesarias para este fin, dibujando la mayoría de las herramientas mencionadas a modo de guía para su construcción.

Los anzuelos se hacían doblando agujas metálicas, templándolas con fuego y afilándolas con una lima.  Luego se les realizaba una muesca en la punta, lo que finalmente conformaba la rebaba.  El tamaño del anzuelo era definido en función del tamaño del pez a capturar y era resultado de las dimensiones de la aguja empleada para su manufactura.

Las moscas

En esta parte del Tratado no encontramos explicación o introducción.  Simplemente Juliana se lanza a dar una lista de 12 moscas para “pescar truchas y graylings” dando el mes en que deben usarse y su receta para atarlas.  Por ejemplo para pescar en marzo recomienda la “dun fly”, una mosca con cuerpo de lana color pardo y alas de plumas de perdiz. Para abril tenemos la “stone fly” atada con cuerpo de lana negra poniendo lana amarilla debajo de las alas y cola.  Las alas son de pluma de pato.  Para agosto funciona la “drake fly” con cuerpo de lana negra, ribeteado con seda negra y alas de plumas de pecho de pato silvestre negro.

Otros datos

Dado que todavía no se había creado el reel, la pelea con el pez era dificultosa, sobre todo si picaba uno grande.  La lucha se daba a través de la caña, cuya puntera flexible permitía proteger la línea de los embates de los peces.  Cuando se trataba de un pez muy grande, soltaban la caña al agua con la esperanza de recuperarla más tarde, una vez que el pez se hubiera agotado.  Debía ser muy extenuante para un pez arrastrar 6 metros de caña de madera y metal…

También da extensas indicaciones sobre lugares, temporadas, especies y técnicas de pesca a utilizar en Gran Bretaña.  Una vez que repasa los componentes del equipo y la forma de pescar, aborda el tema de las carnadas.  Allí, mes por mes y especie por especie señala sus preferencias, y el abanico de peces a capturar y carnadas es realmente extenso. Completa la información explicando la manera de mantener las carnadas frescas o vivas (no había heladeras ni telgopor!)

Sobre el final de esta explicación, describe 12 causas por las cuales un hombre no pesca nada.  Amigo lector, voy a transcribirlas a continuación para que usted vaya pensando en la excusa para su próximo fracaso piscatorio.  Tienen tanta actualidad que nadie notará que eran de Juliana…

1. El equipo no es el adecuado o no está hecho en forma debida
2. Las carnadas no son buenas o finas
3. No estás pescando en el momento correcto para que los peces piquen
4. Los peces se asustaron por haber visto un hombre (alguna vez escucharon la frase “novedosa”: “trucha vista no pica”?)
5. El agua está demasiado turbia por alguna inundación reciente
6. Los peces no se mueven a causa de las bajas temperaturas
7. Hace calor excesivo
8. Está lloviendo
9. Está nevando o granizando
10. Hay tempestad
11. Hay demasiado viento
12. El viento sopla del este y los peces no morderán, en especial en invierno y verano

La actualidad del tratado es indudable, sin embargo sorprenden algunos conceptos vertidos en relación con la etiqueta del pescador que parecen escritos el año pasado…

“Puedes pescar un pez y capturarlo para tu placer.  Yo te invito y demando en nombre de todos los hombres nobles a que no pesques en ninguna poza que pertenezca a un hombre pobre, ni en sus estanques, ni que sin su permiso te quedes con sus peces ni te aproveches de su buena fe….. Por otro lado, te advierto que no debes romper ni traspasar las rejas y bardas de las propiedades de otros con el único afán de practicar tu deporte.”  Parece que el problema de los accesos era un tema vigente desde aquellas épocas.

“Evita también la codicia a la hora de pescar, aunque puede ser fácil hacerlo siguiendo los consejos de este tratado, ya que al ceder a ella estarás destruyendo tu deporte y el de otros.  Detente una vez que pesques los suficientes peces  para satisfacer tus necesidades de ese día.  También deberás fomentar el deporte en toda forma que te sea posible y luchando en contra de prácticas que lo desvirtúen ya que por todas las acciones positivas que hagas, recibirás las bendiciones de Dios y de San Pedro.”  Y nosotros que creíamos que habíamos descubierto el manejo sustentable del recurso en el siglo XX.  Los objetivos estatutarios de difusión del deporte y cuidado del recurso pesquero de nuestra institución ya eran un tema a mediados del 1400, y eso que había muchos más peces!

En esta nota, lamentablemente no se puede reproducir completamente el texto del tratado, sin embargo, les recomiendo a los más inquietos, leerlo completo en castellano en www.pesca.org.mx/historia

Reflexiones finales:

Existen documentos escritos entre Aelianus y el Tratado, y por el grado de evolución de la técnica descrita en el último, es evidente que la pesca con mosca había evolucionado en todos esos siglos.  Es poco probable que todo lo escrito haya sido producto de la investigación de una sola persona o de una sola vida.

Es posible que Dame Juliana Berners, o Barnes o como sea no haya sido la autora de esta magnífica pieza de la bibliografía pesquera.  Quizás Juliana es sólo una creación pícara del impresor del libro, para ocultar o disimular la traducción y/o compilación de documentos que conformaron el Tratado. 

Hay un indicio claro sobre la participación clerical en el texto, dado por la recurrente aparición del número 12 (discípulos de Jesús), por ejemplo en las 12 moscas (no coinciden con los meses del año porque las describe para una temporada de pesca reducida) y en las 12 causas por las que no se pesca.

Como vimos, hay indicios encontrados sobre la existencia de Juliana, sin embargo, creo que mientras no haya certidumbre sobre la Dama y su libro, yo prefiero encontrarme entre los creyentes de que existió una monja rebelde y pescadora en el siglo XV que escribió el primer libro completo de pesca con mosca.

El café se enfrió y el hielo se derritió aguando la mezcla, los invito a ir a sus morsas y reproducir algunas de las moscas de Juliana, cuando las aten en sus tippets invisibles de fluorcarbon, empuñando una caña de grafito XXCPWE Plus y un reel de peso tan bajo que casi es negativo, sentirán que esa parte del equipo tiene una larga historia, y que la trucha engañada será sucesora de las que Juliana engañaba en el sur de Inglaterra, unos 17 siglos antes.  Esa tradición es una de las partes más ricas de nuestro magnífico deporte, no debemos olvidarla.

Nos encontramos en la próxima.  Saquen peces, pero háganlo inteligentemente.

Dedicado a Papá que siempre tuvo tiempo para llevarme a pescar y hoy, pesca con Juliana.

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” Dedicada a mi viejo Carlos que me dejó el mejor de los recuerdos,
muchas horas compartidas con peces y amigos, y hoy pesca con Juliana”

Fuentes:
Treatysse of Fysshynge wyth an Angle – Dame Juliana Berners
The Compleat Angler – Izaak Walton
Complete Angler – John Hawkins
The Origins of Angling – John McDonald
Fishing flies – Robert Atkinson
The Art of Fly Fishing – Paul Ferson & Margot Page
Hablemos de truchas – Polo Bardin
Boletín Mosquero – Tradición Mosquera – Jorge Calandra

www.flyfishing-argentina.com
www.stalbans.gov.uk
www.uktravel.com
www.encyclopedia.org
www.flyfishinghistory.com
www.fedflyfishers.org
www.harrisonrods.co.uk
www.izaak.unh.edu
www.pesca.org.mx/historia
http://homepages.enterprise.net/davefink/history.html
www.foliosoc.co.uk/angler1.htm
http://home.vicnet.net.au/~neils/renaissance/caxton.htm
http://www.roca.org/OA/35/35e.htm
http://www.stalbanfw.org/alban/alban_the_martyr.htm

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Dos tardes con las fontinalis

por Cristián A. Bengolea

Hacia fines del agobiante año  2002, me puse a pensar como iba a festejar un compromiso que se avecinaba en mi vida, que resultaba difícil de eludir y a la vez tentador para realizar alguna escapada original que me permitiera festejar como correspondía mis 20 años de casado.

La vida, que muchas veces es muy generosa con los humanos, me cruzó con una invitación que me cursara el propietario de la Hostería Bahía Arenal en el lago La Plata, provincia de Chubut, la cual cayó como anillo al dedo para enfrentar el compromiso por venir.

Dado que mi compañera de los últimos 20 años de vida es  amante de los paisajes cordilleranos y de la Patagonia, no dudamos un segundo y decidimos pasar en Bahía Arenal nuestro aniversario.

Inmediatamente fui a la biblioteca en busca del Boletín Mosquero de primavera del 95, y releer el articulo que Marcelo Morales publicara sobre la pesca en el lago La Plata y sus alrededores.

El día 11 de marzo pasado (el día D) partimos en el avión de las 6 AM. con destino a Comodoro, donde nos esperaba el encargado de Bahía Arenal con su camioneta dispuesto a cruzar de este a oeste  en búsqueda de las aguas del lago y la madera de la hostería.

Luego de recorrer los lindísimos 340 Km de la ruta que va de Comodoro a Esquel, y sorprendernos de la magnifica ciudad de Comodoro Rivadavia y sus alrededores, del nivel de limpieza y estado de la ruta, sobre todo hasta Sarmiento, llegamos a Alto Río Senguer, en donde nos esperaba un costillar de cordero al horno, cuyo sabor y excelente preparación, haría que cualquier ciudadano del mundo pagara U$S 50 por comerlo en algún restaurant francés.

Con nuestras reservas recompuestas por el almuerzo, y el tanque de la camioneta completo por el combustible, partimos rumbo al lago que dista unos 95 Km de Senguer, por un ripio que si bien tiene 2 o 3 pasadas algo complicadas para un auto chico, hasta unos 7 Km antes del muelle no se presenta como algo imposible. Los últimos 7 Km no son nada recomendables para un vehículo común. Para este tramo es indispensable una camioneta, y si es 4×4 mejor.

Yo sabía  que el clima en esta zona no es muy favorable, sobre todo por los fuertes vientos que soplan todo a lo largo del valle que ocupa el lago, y que su navegación debe ser muy cuidadosa, sobre todo los días muy ventosos. Cuando llegamos al lago Fontana, que es el primero que aparece, este se mostraba calmo dado que ese día había poco viento, pero cuando divisamos el La Plata, los “corderitos” de la olas se marcaban claramente a pesar del tímido viento que nos recibía.

Si bien me inquietaba como lograríamos cruzar el lago, cuando llegamos al muelle que tiene la hostería en la margen norte del lago cerca del río Unión, nos esperaba amarrada la “Asterix”, una Bertram de 28 pies con dos Volvo Penta de 240 hp. cada uno, doble puente de mando, uno en cubierta y el otro dentro de  cabina, en condiciones de cruzar con suma facilidad y confort dicho lago en cualquier situación de viento y oleaje, con toda la tecnología y seguridad náutica que se pueda disponer hoy en día.

Treinta y cinco minutos de navegación transcurrieron desde que comenzaron a rugir los Volvo Penta hasta llegar a la magnifica hostería ubicada en la margen sur del lago, aproximadamente  a mitad de navegación desde el embarcadero de donde salimos y  el fondo del lago, ya sobre el límite con Chile.  Realmente la “Asterix” nos regaló un paseo formidable.

La imponente obra realizada en  la Bahía Arenal me conmovió profundamente. Resultaba realmente increíble encontrar en ese lugar una hostería de la magnitud y la calidad de “Bahía Arenal”. Rápidamente recordé el articulo de Marcelo de hace apenas algo mas de 7 años, en donde el proyecto estaba en veremos, y lo contrasté con lo que se me presentaba a la vista. La magnifica obra del hombre que con su ingenio y tesón, logró entrometerse en la obra de Dios, pintando un cuadro de una belleza incalculable. Padre e hijo trabajando en el mismo sentido.

Ya algo mas tranquilo gracias al escocés con hielo que me saboreaba en el living de la hostería contemplando el magnifico lago, comencé a programar mi encuentro con las Fontinalis que citaba Marcelo en su articulo. Debía repartir salomonicamente mi tiempo entre el motivo familiar que me había llevado a dichos lares, y el deseo casi atávico de prender un pescado con mi caña. Tenia solo dos días para no romper ese equilibrio entre la vida familiar y la pesca, por lo tanto decidí dedicar las tardes a las Fontinalis.

Llegadas las 4 de la tarde del día 1, di por concluida la etapa familiar del día y dado que el clima acompañaba con muy buen tiempo pero ventoso, decidí no salir en uno de los gomones para pescadores que posee la hostería, y fui a lanzar las plumas a las bahías que están a la derecha de la hostería, en donde desemboca el arroyo Ingenieros. Comencé con la primer bahía antes de la boca del Ingenieros, y viendo que el veril se encuentra a pocos metros de la costa, decidí allí no más probar suerte con una Worm negra.

Primer cast y ¡zas!, pique. Segundo cast y ¡zas!, pique. Enseguida me di cuenta que Marcelo no había exagerado  ni un poco en su articulo. Al finalizar la tarde ya contabilizaba 34 truchas en escasas tres horas de pesca, con un 30% de ellas por debajo del kilo, y el resto alrededor del kilo, con máximos de una hembra de 1,25 kilos y un macho de 1,4 kilos (pesadas como corresponde). Realmente disfrute  mucho el ver como salían las truchas de abajo del veril para tomar la mosca.

Luego de pescar un rato con la Worm negra, decidir probar otros colores. De todas las alternativas probadas, las Wolly Baggers blancas las excitaban tremendamente. Tal es la atracción que tenían por los colores blancos, que en un momento cambie por una Marabou Maddler blanca, que al caer al agua quedó como un pompón flotante al que atacó rápidamente una trucha que la tomo con el costado de la boca, por lo que se sumergió con el pompón de Marabou muy expuesto. La sorpresa increíble fue que otra fontinalis atacó el Marabou prendido de la boca de la trucha clavada.

Todas las truchas prendidas además de su extraordinaria belleza natural, mostraron unos colores muy intensos,  muy buena gordura y mucha potencia, la cual se hacia sentir en mi equipo liviano. Algunas de ellas se atrevieron a insinuar algunos saltos.

Ya con mi instinto satisfecho, puse rumbo al living y al escocés con hielo.

Atendido como un rey, con comida y bebida de primera, coroné mi día con un yacuzzi antes de entregarme al reparador descanso que el cuerpo me demandaba dada la pesca vespertina, y la escalada a la “cima” que había realizado por la mañana; se trata de una subida a un cerro espectacular que demanda aproximadamente 4 horas entre la subida y la bajada.

La segunda tarde me encontró nuevamente en las mismas bahías, pero en la que sigue a la boca del Ingeniero. Si bien estaba algo más nublado y ventoso, los piques se sucedían uno tras otro.

En un momento dado el viento calmó, las aguas se aquietaron y el típico silencio de la montaña y el lago no dejo dudas que se trataba de una  invitación a las secas que se  hizo irresistible. Que manera de disfrutar la  exquisitez de tentar una trucha con  una caddis llamativa. Realmente disfruté muchísimo esa tarde mientras duró la calma. 

Solamente el silbido del vuelo de la línea y el suave ulular de la turbina de la usina hidroeléctrica de la hostería, se sobreponían al sordo sonido del silencio que reina en este lugar.

Llegada la hora de las gaitas y nuevamente  satisfecho por la faena del día,  fui al encuentro del escocés con hielo, contabilizando 28 truchas pescadas más unas 7 u 8 perdidas. En solo dos tardes de pesca sumaban 62 las piezas cobradas. Una de ellas fue sacrificada a fin de satisfacer la demanda gastronómica de mi mujer. Realmente la cantidad de pescados es de tal magnitud, que aquellos que aprecian la cocina de la trucha, pueden ver ampliamente satisfecha su demanda, siempre y cuando se avengan a los límites fijados por el reglamento.

La mañana siguiente nos recibió con un sol espléndido, y a pesar del viento decidí cruzar en uno de los gomones a la bahía Huemul, que se encuentra justo enfrente de la hostería, en  búsqueda de alguna arcoiris. La pesca duró aproximadamente una hora, en la que prendí varias fontis, y una sola arcoiris muy chica de unos 0,400 kilos. El viento era importante, por lo que se hacia dificultoso castear. En esa bahía, encontré unos lugares muy interesantes para probar, pero necesitaba mas tiempo del que disponía, pues la hora de partida eran las 11 AM y ya eran las 10:30.

Llegada las 11 AM, nuevamente la ”Asterix” rugió con furia, y puso proa al embarcadero que nos recibiera dos días antes. La imagen del lago y los cerros enmarcando a “Bahía Arenal” alejándose por popa bajo un sol espléndido,  conformaban una postal difícilmente de describir con palabras, sobretodo para una narrativa tan limitada como la mía.

Creo que mi experiencia en el Lago La Plata  fue exacta a la que tuvo Marcelo y que describiera en aquel artículo. El lago La plata se muestra fascinante para cualquier visitante sea este pescador o no.

Para los pescadores principiantes, podría llamarlo algo así como “el lugar ideal” para comenzar, dado que el éxito en la pesca   está asegurado y con ello se evitan las frustraciones iniciales que alejan tantos chicos de la pesca con mosca.

Para los mas avanzados, si bien los tamaños están algo por debajo de los ejemplares que se suelen buscar, la experiencia de la pesca con secas resulta realmente embriagadora, sobre todo con el uso de equipos livianos en los cuales estas fontinalis hacen sentir su alto voltaje.

Si a ello le sumamos el marco de enorme belleza y soledad que uno encuentra en el lago La Plata, el resultado es altamente satisfactorio y conforman una riquísima experiencia de pesca interesante para repetir.

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Standard AFTMA

por Juan Pablo Gozio

Aún para algunos mosqueros experimentados la numeración de las líneas y sus pesos correspondientes son un misterio.  En general, nos conformamos con saber que una caña X tira una línea X.  Algunos más aventureros hemos hecho pruebas lanzando shootings un número mayor que el marcado en la caña, con excelentes resultados.   Muy pocos profundizan en este tema.  Saber exactamente cuánto pesa una línea no es indispensable para ser un buen pescador, pero puede ayudarnos a mejorar nuestro lanzamiento o a customizar nuestras líneas y estilos de lanzamiento.

La historia nos cuenta que recién después de la Segunda Guerra mundial se empezaron a utilizar materiales diferentes a la seda, introduciendo en la pesca el dacron y el nailon, para la construcción de las líneas para la pesca a mosca.  No estando sistematizada la relación entre peso y diámetro, podíamos encontrar líneas de igual diámetro pero diferente peso, lo que ocasionaba gran confusión entre los pescadores.

Recién en el año 1960, la American Fly Tackle Manufacturers Association implementó el sistema standard AFTMA, que se utiliza actualmente (aunque se haya prácticamente descartado el uso de las letras AFTMA empleado antiguamente).  Se trata de un sistema numérico que mide el peso de los primeros 30 pies (~9,2 metros) de línea en grains.  Este sistema no contempla la forma de la línea ni su densidad, solamente el peso.

Si bien el sistema original está definido en grains, a continuación desarrollamos una tabla con los pesos en gramos, que es la medida más usada en nuestro país.   Por tanto, si encontramos una línea vieja y sin rótulo, para saber qué número es podemos hacer pruebas con varias cañas o pesar los primeros 9,144 metros y revisar en la tabla, qué número de línea corresponde con el peso obtenido:

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Copando truchas

por Marcos Czerwinski

Vale, tal vez, este juego de palabras para llamar la atención sobre un elemento del que disponen la mayoría de los pescadores y no lo usan: el copo.

Hoy han proliferado los programas en televisión sobre pesca de truchas y otras especies en nuestro país. También han aumentado las notas o artículos sobre la pesca con mosca en diversos medios gráficos. Hasta en las publicidades se ven mosqueros practicando su deporte. Pero, en casi ninguno de los casos, salvo muy raras excepciones, se ven pescadores usando un copo para recoger la trucha del agua.

En todos los medios especializados ahora se está hablando o escribiendo sobre la captura y devolución y sobre los beneficios de esta práctica. Además de las explicaciones de cómo se debe manipular una trucha para soltarla adecuadamente como para que tenga posibilidades de sobrevivir.

Hace muchos años atrás, en realidad no tantos, las fotos de truchas que se mostraban en estos medios eran de cadáveres de truchas, algo totalmente contradictorio con el incipiente movimiento de la captura y devolución de todas las piezas cobradas.

Cada vez son menos los medios que publican ese tipo de fotos pero hay todavía algo para mejorar. Todos hablamos de cómo pelear una trucha después de clavarla con nuestra mosca y de cómo soltarla. Pero pocos son los que tienen particular cuidado al manipular una trucha desde que ésta se entrega, hasta que le sacamos la foto y la devolvemos al agua como todos sabemos hacer.

Y hay quienes hasta le faltan el respeto a esa trucha por la forma en que la tratan. Muchos de ellos lastimándola innecesariamente y, tal vez, sin darse cuenta. No importa el tamaño de las truchas, sean grandes monstruos del Río Grande o truchitas de menos de medio kilo, todas sufren por igual. Lo que hay que recordar es que, si practicamos la captura y devolución, hay que poner el mismo cuidado para tratarla durante el manipuleo, previo a la foto y a su posterior puesta en su medio.

Muchas veces vemos en los ríos o en la televisión a un pescador quien, obviamente buscando la trucha grande, clava una truchita de un tamaño menor que no es de su agrado. ¿Que hace con esa truchita? Pues la trae como si el reel fuese un malacate con multiplicación 5:1 y cuanto más rápido mejor, trayéndola haciendo algo parecido al esquí acuático, desgarrándole la boca en la maniobra, seguramente. Una vez que la tiene al alcance de la mano, la toma y de un tirón le saca la mosca de la boca y, permítanme la expresión, la revolea sobre su hombro hacia atrás. ¡Horrendo!

Esas truchitas de un tamaño que apenas entran en nuestra mano y que siempre se nos prenden hasta en los anzuelos más grandes y cuando menos las queremos, son las más fáciles de soltar. Primero no hay que traerlas rebotando en la superficie del agua, sino tratándolas en forma delicada como lo que son, truchitas delicadas… que alguna vez van a ser el monstruo que queremos pescar hoy.

Una vez que están al alcance de nuestra mano pasamos la caña a la mano menos útil, la otra la mojamos en el agua y bajando por el leader tomamos la pata del anzuelo con la truchita dentro del agua. Giramos el anzuelo de tal manera que la pata del mismo quede paralela al cuerpo y apuntando con el ojo hacia la cola. En este momento levantamos levemente de la superficie del agua a la trucha de tal manera que esté vertical y, créanlo o no, la truchita se zafa sola, cayendo al agua desde muy poca altura, digamos veinte centímetros.

Con este procedimiento evitamos que esta truchita, primero, se desgarre la boca mientras la recogemos con el reel o trayendo la línea rápidamente con la mano; segundo, evitamos que se le desgarre la boca cuando le sacamos el anzuelo; y, tercero, evitamos que se le desgarren los órganos internos por tenerla en posición vertical mucho tiempo o por arrojarla con fuerza al aire para que caiga donde pueda en el río o lago.

Este procedimiento también es válido para las truchas un poco más grandes. Si el peso de esta trucha excede la posibilidad de levantarla con la pata del anzuelo, le quitaremos la mosca entonces, dentro del agua tratando de tocarla lo menos posible y siempre enfrentándola a la corriente en un río o tratando de que no le entre agua por las agallas en un lago. Una vez que la trucha fue liberada del anzuelo y no está agotada, se irá nadando rápidamente dando un coletazo salpicándonos la cara.

Las truchas de mayor tamaño y otras especies deportivas, con algunas excepciones, se manipulan en forma distinta aunque persiguiendo los mismos fines, dañarla lo menos posible y no faltarle el respeto.

Existe un elemento dentro del arsenal de accesorios a disposición del pescador con mosca al que éste no está acostumbrado y que por alguna razón oculta y desconocida, se niega a usar. Se trata del copo. Es de uso muy común en prácticamente todo el mundo y para la mayoría de las especies deportivas de agua dulce, tanto en la pesca al vadeo o embarcado.

En nuestro país son casi exclusivamente los guías profesionales de pesca, aunque no todos lamentablemente, y algunos pocos pescadores quienes utilizan este elemento. En los medios masivos de comunicación es muy raro ver a alguien utilizando un copo para retirar un pez del agua, tal vez por la premura de sacar la foto o determinada toma. Pero el uso del copo bajo ningún punto de vista demora esta maniobra ya que, cualquier pescador, profesional o no, demora menos en sacar al pez con el copo que sin él.

Descripción de los copos de pesca

Los copos que nos presenta el mercado son de muchas formas, tamaños, marcas. Construidos de madera o de metal, con redes de malla fina de nylon suave o con malla gruesa que parecen trasmallos y que generalmente lastiman a las truchas. Hay copos para vender y copos aptos para usar. Hay copos con mangos cortos para el vadeo y con mangos mas largos para los que pescan embarcados en tubos flotadores. Y los hay de mangos mas largos todavía para los que pescan de botes, pontones o balsas.  Los hay también con red chica, tanto en profundidad como en diámetro y los hay mas grandes. Hay copos para truchas chicas y hay copos para truchas o salmones de peso considerable y que, algunos de ellos, hasta traen una balanza bastante precisa incorporada a su mango. Los copos de madera, por lo general, son mas prácticos ya que si se nos caen de las manos al agua, flotan. Además no hacen ruido al caminar o castear y no pesan prácticamente nada.

Hay muchos modelos de copos de donde elegir, tanto nacionales como importados. Particularmente uso para las truchas chicas uno de madera, muy lindo, nacional, regalo de un amigo que los fabrica, con un enganche con imán y lo llevo colgado del chaleco en la espalda donde no me molesta. Para truchas medianas uno similar pero mas grande. Y para el río Grande en Tierra del Fuego usamos uno importado, metálico, con mango extensible, con red de malla fina y suave, muy amplia y que tiene una balanza incorporada en el mango. Este copo es muy popular en Rusia en la pesca del salmón del Atlántico en la península Kola.

Utilización del copo

Todos sabemos que a los salmónidos hay que cansarlos lo menos posible para que puedan sobrevivir a la acción y estrés de ser sacados de su medio. Siempre que traemos con el reel una trucha de tamaño mediano, por mas que tengamos el leader prácticamente dentro de la caña, siempre cuesta tomar la trucha con la mano. Esto lo obliga al pescador a hacer maniobras, las cuales, vistas desde una distancia, parecen el baile de una persona atacada por avispas. Vemos a una persona con la caña bien levantada, tan arqueada que parece que se rompe en cualquier momento, como muchas veces sucede en esta situación,  girándola por sobre su cabeza siguiendo a la trucha que no se quiere entregar y que nada desesperada alrededor de esa figura quien con la mano libre, extendiendo su brazo en toda su longitud, pretende tomar la  esquiva trucha.

En este caso el copo es la mejor ayuda que puede tener el pescador. El copo le permite alcanzar la trucha a mayor distancia de su cuerpo, evitando contorsiones muchas veces grotescas del pescador y ganarle unos minutos al cansancio de la trucha. Tampoco exige tanto la caña y el leader ya que, al poner la trucha en el copo a mayor distancia, ésta no está tan asustada por la presencia cercana del pescador y se mueve mucho más tranquila. Además, el pescador se evita mojar el brazo hasta casi el hombro, muchas veces, por querer tomar la trucha con la mano.

El modo de uso del copo es muy simple. Primero hay que mojarlo, para que la red se empape bien y no lastime con sus hilos secos a la trucha. Luego, cuando tenemos la trucha al alcance del copo lo que se puede hacer es mantener firme el mismo copo, con el brazo extendido y llevar con la caña la trucha al copo que ya la está esperando por debajo de la superficie, o, el procedimiento inverso, llevar el copo a la trucha. No son maniobras fáciles para los que utilizan este accesorio por primera vez. Pero, si lograron aprender el ‘downup’ de Mel Krieger en los primeros pasos del lanzamiento, esta maniobra de ‘copar’ la trucha les va a resultar muchísimo mas simple.

Este procedimiento es válido tanto para el pescador que pesca al vadeo como para aquél que está embarcado y no tiene la ayuda de un guía de pesca o de un amigo.

En el caso de salir con un guía o amigos y necesitemos la ayuda de ellos para copar ese pez, el guía tomará el copo y se colocará aguas abajo del pescador, en el mismo andarivel de la trucha en el río, con el copo en el agua apuntando a la trucha. Es responsabilidad del pescador llevar esa trucha aguas abajo e introducirla dentro del copo. El guía lo único que hace es levantar el copo cuando la trucha se está introduciendo en él. El guía debe tener  mucho cuidado de presentar correctamente el copo a la trucha ya que si no es así, ésta apoya su cuerpo en el marco del mismo y toma ese apoyo para su último salto, generalmente, a la libertad.

Lo mismo se aplica para los que pescan embarcados con ayuda. Lo importante aquí, de copar las truchas con ayuda, es que esta ayuda debe permanecer con el copo quieto y no tratar de maniobrar con el mismo para embocar la trucha en él. Esta maniobra la realiza únicamente el pescador, quien es el que determinará cuál es el momento justo para introducir su trucha en el copo. Si esta ayuda es un guía profesional, éste se limitará a  asesorar. El que tiene la última palabra es el pescador, a menos que éste sea novato y necesite algo mas que asesoramiento por parte del guía.

Manipulación de las truchas

Una vez con la trucha en el copo, podemos proceder de diferentes maneras. Si la trucha es chica y no queremos perder tiempo con fotos, colocamos la caña debajo de la axila, y tomamos la trucha con la malla del copo, de tal manera que nos quede expuesta la cabeza de la misma para poder quitarle el anzuelo con la pinza o con los dedos y poder retirarle la mosca. Si es posible esta maniobra la haremos con la trucha y el copo dentro del agua. El copo no se hunde y no lo perderemos y la trucha se liberará sin ningún problema. Siempre, antes de comenzar con esta maniobra pero una vez que la trucha está dentro del copo, sacaremos unos metros de línea del reel para que la punta de la caña no se arquee y no se rompa.

Si la trucha es tan grande que no podemos maniobrar con el copo con una sola mano y, además, le queremos sacar una foto, deberemos salir del agua si no estamos embarcados y realizar la suelta de la trucha en la orilla. Deberemos tratar de manipularla no en la parte seca de la orilla, sino en unos diez centímetros de agua o, en última instancia, en algún sector con césped y si éste está húmedo, mejor. Las piedras o rocas de la orilla están generalmente a mayor temperatura que el agua, algunas hasta están muy calientes. No creo que a la trucha le haga bien que la frían viva en las piedras.

Cuando las truchas son realmente grandes y necesitamos la ayuda de alguien, el procedimiento es el mismo que el anterior. Nos deberemos acercar a la orilla y, dentro del agua en alguna parte muy poco profunda, realizaremos la maniobra de la suelta.

Si estamos pescando sin ayuda cerca, nunca arrastrar la trucha sobre la playa de arena o piedras para poder manipularla. Siempre podremos tomarla de la cola o con las dos manos cerca de la orilla en poca agua para poder quitarle la mosca de la boca. Generalmente la trucha va a estar acostada sobre alguno de sus costados y no se escapará en tan poca agua.

Nunca levantar la trucha grande de la cola de tal manera que ésta permanezca en forma vertical con la cabeza hacia abajo. Esto produce desgarramientos en los delicados órganos internos de la misma.

Si queremos pesar cualquier trucha lo mas cómodo para nosotros y sano para la trucha, es pesarla mientras está dentro del copo. Colgaremos el copo de la balanza y la trucha no será dañada. Si queremos medirla o sacarle escamas para su estudio posterior lo haremos también mientras la trucha está dentro del copo en poca agua. Ella se mantendrá quieta allí lo suficiente como para darnos tiempo para realizar estas mediciones. No olvidarse de tener todos los elementos necesarios para ello dentro del chaleco y no en la camioneta a quinientos metros.

Conclusión

La pesca es un deporte lindísimo, creo que no hay quien lo dude, pero debemos respetar ciertas normas de buen gusto y criterio. Alguien más sabio que yo dijo alguna vez que respetamos al pez por el tipo de mosca que le ofrecemos, y yo con humildad le agregaría también, ‘por la forma en que la tratamos’.  El uso del copo nos ayuda a preservar la integridad del pez y nos simplifica la maniobra de su suelta.

Si bien la pesca es una actividad solitaria, usualmente salimos en grupos de amigos a practicarla. Todos debemos ser solidarios con los pescadores vecinos, aún perdiendo nuestro propio tiempo de pesca, y ofrecer nuestra ayuda para que ellos puedan soltar su trucha con elegancia y respeto a la misma. Hoy no sabemos cuándo vamos a necesitar nosotros de esa ayuda… por lo menos para que nos saquen una foto con un pescado descomunal. ¡El mismo que soltamos hace unos años con la ayuda del copo, siendo un bebé todavía!

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El cable de acero

Líderes de hundimiento

por Gregorio Dunayevich

Presentamos una somera descripción de los leaders que facilitan el hundimiento e introducimos un leader desconocido pero que siempre estuvo al alcance de nuestras manos.

En la pesca del tarpon se usa muchas veces una línea floating. Tiene la gran ventaja de permitir una levantada rápida para el siguiente cast. Pero el tarpon no esta tan en la superficie como el uso este tipo de líneas sugeriría.  Entonces, cómo procedemos si queremos hundir fácil y rápidamente la mosca? La respuesta es: usar leaders largos.

Nos encontramos ahora en Goya pescando dorados, en la correntada, entre los palos. Usamos un shooting de hundimiento extra rápido. Que clase de leader usamos si queremos hundir la mosca rápidamente? Un leader bien corto.

Cosa curiosa. Para facilitar el hundimiento de la mosca en un caso usamos un leader bien largo, y en otros casos un leader bien corto. De que depende la decisión a tomar? De varios factores, pero especialmente, del tipo de línea que estamos usando y de cómo esté atada la mosca. En el caso del tarpon, si la mosca tiene mucho pelo de ciervo y el anzuelo es liviano por mas que alarguemos el leader la mosca flotará como un corcho. Si la mosca de dorado tiene cabeza de epoxi, bajará mas rápido que el shooting y nada ganaremos acortando el leader!!!

Una vez mencionado el tema de los largos, hablemos de los materiales con los que se consigue un leader que se hunda.

La solución más antigua o clásica es la incorporación de plomo, en alguna de sus modalidades. Podemos aplicar plomo en pasta, trabándolo con los nudos. Podemos utilizar municiones de plomo, ya sea las que traen un orificio central o las que se aprietan con una pinza. Existen también algunas que son extraíbles, un poco más sofisticadas.

Viene también en forma de tiritas que se enrollan sobre el monofilamento.

También hay tubitos de aluminio que se van distribuyendo a lo largo del leader, y no debemos olvidar los famosos “fósforos” de plomo que se retuercen en el nylon.

Hace unos años apareció un nuevo material que reemplaza al monofilamento común, denominado fluorocarbon. Tiene la característica de ser más pesado, es decir tener mayor peso específico que el nylon. Además, es más transparente,  haciéndolo menos visible. Como contrapartida, tiene la insólita cualidad de ser sorprendentemente caro. Además hay pescadores que desconfían de su resistencia en los nudos.

Un recurso por el que se suele optar son los leaders que vienen originalmente de hundimiento como los de tungsteno o los que tienen una cobertura similar a las líneas de mosca. Son excelentes pero también son caros y a veces, difíciles de conseguir.

En este artículo vamos a proponer una solución sorprendentemente simple y económica. Consiste en utilizar el cable que normalmente usamos como shock tippets para tararira o dorado. Siempre y cuando adaptemos la resistencia del cable a la línea o shooting que estamos utilizando.

Es muy sencillo de adaptar a nuestra necesidad, permitiendo con el sistema “loop to loop” el intercambio de secciones (butt y tippet) a voluntad.

Tiene una velocidad de hundimiento algo inferior al leader de tungsteno, pero es mucho mas barato y lo venden en todos lados.

Para la pesca de truchas sugerimos un butt de 15 libras, y tippets convencionales. Para pesca de dorados, proponemos un butt de 25 libras y un tippet también de cable de 15 libras. El dacron interior de las lineas es de aproximadamente 30 libras, por ello, en un inevitable enganche, el tippet de cable de 15 libras ( ó de 10) debería funcionar como fusible.

Estos son valores hipotéticos ya que en cada situación el pescador evaluará que “libraje” de cable usar, ya que además la dureza del cable varia de una marca a otra.

Respecto de los largos, mi experiencia es que butts de 1 metro de 25 libras y tippets de 60 centímetros de 15 libras funcionan perfectamente.

El hecho de conectar el butt al tippet con el sistema loop to loop permite también renovar los tippets a medida que se van consumiendo.

La memoria que tiene el material cuando se retuerce no molesta en aboluto, ya que no es excesiva.

La manera tradicional de formar los loops es con calor, arrimando un encendedor, derritiendo la cobertura del cable.

En su próxima salida de pesca no deje de experimentar esta clase de leaders. Considero que se sentirá gratamente sorprendido.

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El Tony´s cast

por Mel Krieger

Si, el secreto de este nuevo cast en el viento es castear la línea.  A esto yo le conteste: ¨ si tú realmente crees esto, yo tengo algunas acciones del puente Golden Gate que me gustaría venderte…¨
 
Mi amigo, Pete Anderson, me estaba explicando un nuevo cast que él había aprendido en su reciente viaje a Nueva Zelanda, y este barbado mosquero estaba algo más que un poco escéptico. Todo el concepto era demasiado simple.
 
Después del almuerzo y  bastas descripciones de  batallas épicas con grandes peces en ese pequeño país, nos picó la curiosidad acerca de este nuevo cast y nos dirigimos a las piletas de casteo del Golden Gate Park. Pete nos explicó que fue del retorcido cerebro de Tony (uno de los mas respetados caster y pescadores con mosca de Nueva Zelanda), donde nació este cast, por lo que empecé a prestar mayor atención. Asombroso esta cosa funciona
 
El cast de Tony simplemente requiere de entre 1 pie y 1 pie y medio de línea suelta en la mano de la línea.  Se lanza normalmente y hay que darle un pequeño tirón a la línea que separamos. Esto hará que la línea salte y golpee contra el reel y al hacerlo esto también producirá un golpe en la línea en el aire que provocará un dramático vuelco del leader y la mosca.
 
Desde ya, todos los experimentados casters hemos hecho esto de una u otra forma en nuestra vida. Algunos de nosotros en los tiros largos deliberadamente sobrecargamos el cast o sacamos menos línea para que al trabarse con el reel, vuelque la mosca, una técnica muy útil de casteo.
 
Otros, le damos un pequeño “golpecito rápido a la caña” (flip the rod) y otros le damos un tironcito con la mano de la línea (a veces llamado “triple haul”) justo en el momento en que el leader empieza a volcarse.
 
Mi efectividad personal con este tipo de tiro es de 1 cada 3, en casts cortos o medios el Tony´s cast es infalible siempre.  Simplemente elimina la necesidad de tener un timing perfecto y da como resultado un vuelco perfecto del leader y la mosca, con respecto al triple haul o el goplecito de la caña (fliping de rod).
 
Desde ya este cast no elimina la necesidad de lanzar un buen loop, y cuando el viento nos enfrente de hacer un cast bajo. Se perfectamente lo que están pensando, que cualquier pescador experimentado ha hecho algo
parecido a esto en muchas ocasiones.  Estos simples conceptos, sin embargo, deben ser definidos de forma tal que podamos reconocerlos y agregarlos a nuestro arsenal de conocimientos de casteo.
 
Muchas gracias Tony.
 

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Atado: Adult Caddis

Una seca muy versatil

Tres grandes virtudes tienen esta mosca seca: sencillez en su confección, altísima flotabilidad y eficacia por su realismo.

Mucho se ha escrito sobre el Cul de Canard. Es recomendable efectuar alguna incursión en Internet anotando “CDC”, “Cul de Canard” o “Culo de Pato” (como se denomina en España), para verificar la popularidad que tienen estas plumas.

Lo cierto es que en la primera oportunidad en que usé esta mosca, quedé asombrado; cuando la sacaba del agua y la observaba parecía un pollo mojado, pero al efectuar dos o tres falsos casts y el lance final, se posaba nuevamente sobre la superficie como un pompón, flotando perfectamente. Una maravilla.

Hace cuatro años y en abril – época en que las truchas suelen ponerse bastante selectivas-, estaba pescando con un amigo en el Malleo. Era furiosa la actividad que podíamos observar tras unos sauces y francamente no lográbamos comprender que estaban comiendo, ya que habíamos desplegado toda nuestra artillería de secas clásicas y pequeñas ninfas en distintas medidas, mientras truchas seguían subiendo sin prestar atención a nuestros artificiales.

Y lo que estaban comiendo era muy pequeño y oscuro, ya que a simple vista no se veía nada volando, por lo cual decidí colocar una CDC Adult Caddis negra en anzuelo 18 y el resultado fue inmediato. Desde ya que ni la veía y había que “adivinar” los piques…

Al día siguiente me sucedió lo mismo en el Chimehuín; las truchas estaban comiendo en una línea de comida y solo tomaron esta mosca también en #18 pescando aguas arriba.

Tati Taquini, guía de Bariloche, me comentó que obtuvo excelentes resultado con esta mosca en tamaños muy grandes (#6 y 8), y en aguas muy turbulentas. Hay que tener en cuenta que algunas caddis son realmente muy grandes y además, el diseño de esta mosca puede, en tamaños muy grandes, ser también confundidas con stones y en los muy pequeños con midges.

Es importante tener en cuenta que la alta flotabilidad del CDC responde a la estructura de la pluma, pues rechaza el agua y retiene el aire entre sus fibrillas. El uso de siliconas sobre ellas es contraproducente ya que anula estas propiedades, por lo cual solo deberán aplicarse al cuerpo de dubbing de esta mosca, sin que toque el ala.

Las variantes de color que suelen presentarse en los recetarios son el marrón claro, negro, blanco y oliva.

RECETA

Anzuelo: Mustad 94840 # 12 a 20.
Hilo: 8/0 del mismo color que el cuerpo.
Cuerpo: Dubbing superfino oliva claro.
Bajo ala: Z-Lon del mismo color que el cuerpo.
Ala: Dos plumas de CDC del mismo color que el cuerpo.
Tórax: Dubbing superfino oliva claro.
Patas: Las bases de las plumas de CDC utilizadas para el ala.

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Paso 1. Confeccionar el abdomen con dubbing oliva

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Paso 2. Atar el bajo ala de Z-Lon

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Paso 3. Atar dos plumas de CDC oliva de manera que queden en forma plana

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Paso 4. Enroscar un poco de dubbing sobre la atadura del ala para comenzar a conformar el tórax

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Paso 5. Repetir hacia los lados, en partes iguales, las bases de las plumas de CDC para conformar las patas de la mosca y cortar luego los raquis. Enroscar entre ellas el hilo en forma de cruz. para que queden separadas.

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Paso 6. Completar con dubbing el toráx hasta el ojo del anzuelo, anudar y cementar.

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