Boletín Mosquero 37

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Boca fever

Por Joaquín Roca Rivarola

Hemos extractado esta nota de un capítulo del libro de Joaquín Rocca Rivarola, “Caminos de la Intemperie”, en el que hace una semblanza de algunos de los más destacados pescadores que pasaron por nuestro sur y gestaron la fundación de nuestra Asociación, en 1974. Joaquín falleció en 1997, y debemos agradecer a Carmen, su mujer, la gentileza de permitimos reproducir texto y fotos. “Caminos de la Intemperie” se encuentra en la biblioteca de la Asociación.

Antes que nada, al comenzar este capítulo que tiene tantas cosas mías, debo aclarar que el título, obviamente, no me pertenece. Lo he tomado prestado del mejor mosquero de todos los tiempos, Joe Brooks, quien escribió un libro formidable en el que narra su paso por las aguas de Junín de los Andes.
No tuve el gran gusto de conocerlo por muy poquito, un año apenas, pero mucho me han hablado de él sus amigos argentinos, muchos norteamericanos con los cuales compartí charlas a la vera de los ríos neuquinos y todos, todos aquellos que, al decidirse por la mosca, empezaron también a dar y escuchar cosas de Brooks. Esta es la historia de todo eso.


José “Bebe” Anchorena – amigo y gran maestro de todos los pescadores que se cruzaron con él en alguna parte, a quienes ayudó a penetrar en el mundo de las grandes marrones, del doble haul y las skating spider, del loop y del revés, de las muddler y las blande, de pools y correderas-, junto a Jorge Donovan, llegó hace mucho a Junín de los Andes, por principios de los años cincuenta, para ser más exacto.

La pesca en Junín la habían descubierto unos pocos ingleses que llegaron, vaya a saber gracias a qué “dato”, al Hotel Lanín, propiedad del legendario José Julián, el Turco Julián, para más información … Luego aparecieron por allí dos cuchareros: Vallés y Sanmartino, padre del contemporáneo Raúl, gran amigo y excelente mosquero.

Vallés, famoso por sus jigs, instaló en Cuyo un criadero de truchas que abasteció a varias provincias. Antes, cuando el conservacionismo no se conocía, y se pescaba en invierno y en verano, Antonio Vallé s ahumó y saló en cantidades. iLos dos amigos pescaban de setiembre a mayo! Un poco después, había llegado allá el Dr. Cornelio Donovan, un eximio cirujano argentino, al cual su hijo Jorge siguió como pescador. Y el Bebe.
Detrás de ellos, con los años, se agregó una pléyade enorme de mosqueros, iniciados e incipientes, o ni siquiera eso. Con el tiempo fuimos un ejército de adictos los que llegamos a los pagos junineros, felices, contentos, sin saber que estábamos iniciando una etapa patológica de nuestra existencia, la cual termina con la vida misma, seguramente.
Así fue como, un día, ya “enfermos” desde hacía tiempo, se fueron a EE.UU., y allá, tras conocerlo a Brooks, decidieron invitarlo a venir a pescar a la Argentina. No vaya caminar por los detalles de todo esto, que sin duda está integrado, soldado y consustanciado con la historia misma de la pesca de salmónidos en la Argentina. Al decirlo de este modo, estoy tratando de ubicar esta pesca apasionante, calificada, en el verdadero lugar que debe tener, para que los argentinos invitemos al mundo a conocer, vivir, palpar, personal y vitalmente, esta razón fuerte para venir a la Argentina. Pero aquella visita de Brooks tal vez no había captado, ni estaba motivada, en esa acción de, si se quiere, promocionar el país.
El aprendizaje de muchísimas cosas nuevas, de estilos y artes, por parte del Bebe, del gran bagaje de sabiduría y experiencia que cargaba Brooks, la generosidad para enseñar lo que habían aprendido él y Jorge, convertidos así en maestros … ese conocimiento de técnicas con¬sumadas y de equipos necesarios cambió total y absolutamente la pesca con mosca en estas latitudes.

De ser una práctica casi misteriosa, suerte de leyenda inalcanzable, posible sólo para pequeñísimos grupos, pasó a ser, en algunos años, actividad de muchos y brillantes, excelentes pescadores y deportistas. Primero, convocando a muchos que comenzaron a llegar a Junín de los Andes para verlos, compartir y apasionarse con esta cuestión tan atractiva que es el fly cast. Para que esto sucediera intervinieron muchos factores. Como la aventura, pues no era otra cosa el llegarse a esos lugares por entonces. Eran tres días de viaje, con sólo la primera etapa de pavimento, y luego el ripio, el calor, la polvareda, la falta de todo, la precariedad.

Y allá … el taller del maravilloso Eulalio Mora para calmar los pesares de nuestros autos cansados … La Prensa, que llegaba una vez por semana a la Hostería de José y Elena … ¡Qué lindo era! No había teléfono … sólo unos telegramas que llegaban tarde, malo nunca … una botica … y una colosal y emocionada pasión por encontrarnos en las costas de! río donde no había casi alambres … Puesto Manteca… la Balsa… Piedra del Viento… el Manzano … la Marquesa …. el pool de Dolores … el Matadero … Bottanelli… los Alamos … la Confluencia … Larminat y sus maravillosas variantes de río… Puttkammer … Chacayal… itodo era nuestro! Luego, pasados ya unos cuántos años, vino aquella Asociación Argentina de Pesca con Mosca que fundamos con e! gran objetivo de agrupar, enseñar, compartir y divertimos, hace más de veinte años, un grupo de tipos que nos veníamos juntando en Palermo, para practicar el cast con mosca, en e! pasto, allá frente a Obras Sanitarias. El primero en esta iniciativa lógicamente, fue Eliseo Fernández. El me había convencido de que para pescar mejor en Junín de los Andes teníamos que practicar acá uno o dos meses antes de irnos al sur … iDespués terminamos yendo todos los domingos! A esta altura de la vida y de las cosas, no me interesa que algún desorejado salga a decir otra cosa. !Fuimos los primeros en estar allí! Seguramente saldrá alguno … Por eso les advierto su procedencia: un profesional. Nosotros no lo somos.
Después de esta digresión, volvamos a Brooks, que llegó al país y a la boca del Chimehuín. Allí sacó varias grandes, la mayor de siete kilos y medio. Esto, obviamente, lo “capturó” para siempre.

Joe Brooks y Bebe Anchorena tomando mate hace casi 30 años.

Era un enamorado de la boca del Chimehuín y de sus marrones, y afirmaba cada vez que podía que era una de las pescas con mosca más difíciles y atractivas del mundo, quizá la mejor. Provocó el asombro de todos con su estilo y eficacia, a punto tal que Donovan llego a decirle al Bebe, mientras lo miraban tirar esa honey blonde enorme que Joe utilizaba, “este tipo tira las moscas como nosotros tiramos la cuchara”.

Aparecía el doble haul en la Argentina…
En aquella primera visita al país, lo llevaron a pescar algunas veces a la boca del Quilquihue en sus comienzos, alla en el Lolog. Un lugar excelente cuando esta nublado, cuando hay “pesto”, porque en los días de sol todo es demasiado claro, muy “alcahuete” y las marrones se ponen dificilísimas. Sin embargo, Brooks aprovechó unos de ésos, con toda la oscuridad posible en un día, y sacó otra marrón de siete kilos.
Pescó treinta días con Jorge y con el Bebe, que pagaron de su bolsillo todos los gastos de Joe, y se dieron así el gustazo enorme de pescar al lado de ese monumento del arte de la mosca. Pero él quedó enloquecido con la Argentina. Con las truchas marrones de Junín de los Andes, con nuestra gente y con el mate con bombilla. Apenas regresó a los EE.UU., escribió su libro Boca Fever que sería con el tiempo, un famoso y excelente elemento promocional de nuestro país en el enorme mercado, de los pescadores con mosca estadounidenses, donde se venden unos 8.000.000 de licencias al año y, entre otras cosas, 2.000.000 de ejemplares por número de la gran revista de mosca Fly Fisherman.
Boca fever” quiere decir “fiebre de la boca”. En realidad, “boca” no se dice así en inglés, pero Joe lo utilizó como gancho refiriéndose a la boca del Chimehuín. Según él, cuando se saca una marrón de las de allá, el pescador queda con la boca temblado, castañeteandole los dientes, por la emoción y la energía demandadas por la pesca. El libro resultó un best-seller entre la gran familia de los pescadores con mosca americanos. ¿No podría alguien pensar en reimprimirlo? Con seguridad debe de haber ya casi dos generaciones que no pudieron leerlo, y están pescando o se van a iniciar en la mosca… Harían un buen negocio, y un gran aporte Joe Brooks inmortalizó así ese lugar paradisíaco. Pero hice una referencia no aclarada con respecto a Brooks y el mate. Tomaba mate todo el tiempo, y en mérito a ello el Bebe le mandó yerba hasta el día de la muerte de Joe, ocurrida al fin de los años setenta.

Unos años después de la primera visita, a Joe se le ocurrió volver, ahora por las suyas y con su señora. Hizo exhibiciones de mosca en la propia plaza de Junín de los Andes, donde asombró a todos poniendo la mosca, desde treinta metros, adentro de una lata de durazno s vacía. Pescó de lo lindo y de lo grande, fue agasajado y querido por todos, porque era un tipo macanudo, querible y abierto y, cuando se iba, le pidió la cuenta a José Julián en la Hostería. “Usted, aquí, no paga”, le contestó el Turco. Me han contado que Brooks lloraba ante el gesto de don José. Aquel viejo genial, despierto como pocos y generosos en sus gestos y procederes, con lógica inteligencia, agradeció así la propaganda que Joe, con su libro y sus conferencias, le había hecho gratis en EE.UU. No lo conocí a Joe Brooks, por un año, como dije. ¡Qué lástima grande! Por eso, en su homenaje, titulé así este capítulo. Y también por otra razón. Padezco de dicha fiebre, felizmente, repetida muchas veces en la boca del río Chimehuín.
Vaya contar pues sobre algunas de mis truchas sacadas allí, y las de otros amigos, que son muchos y excelentes pescadores. Pues en ese lugar no sólo se pescaban marrones como en ninguna otra parte, sino que se aprendía todo el día, porque allí iban los mejores. Y en cada viaje se aprendía algo más. Cuando empezamos a ir allá, nada sabíamos del doble haul, movimiento fundamental para el buen lanzamiento de la mosca, o mejor dicho, un conjunto de movimientos que hechos con armonía, permiten hacer las cosas bien.

Eliseo Fernández con una trucha marrón de 9.400kg
pescando en la Boca del Chimehuin.

Eliseo Fernández, a quien merecidamente tanto menciono no sólo en este libro, sino en todo lo que escribo y en todo lo que digo cuando me toca hablar sobre los temas de la pesca, y sin duda el responsable intelectual de que un día de 1962 haya llegado yo por primera vez a Junín de los Andes con el único y expreso fin de pescar truchas, no era partidario de que fuéramos por entonces a pescar a la Boca, pues decía que eso sólo estaba reservado para los muy sabios. Esos muy sabios eran el Bebe Anchorena, Charles Radziwill y Jorge Donovan, fundamentalmente, y algunos otros que eran, que son, parte misma del lugar. Esa es la razón por la cual nuestros primeros tramos de sur, en realidad, fueron largas y agotadoras caminatas por el río, metidos hasta la cintura en las aguas cristalinas del Chimehuín y del Malleo, desde la mañana hasta la noche. Gracias a esa decisión inteligente del Gallego, caminé todo el Chimehuín, reiteradamente, desde Las Viudas hasta el Chacayal. Es que Elíseo era un caminador notable que nunca se cansaba. Y como yo por entonces no pesaba ochenta kilos y estaba en un estado bastante aceptable, puedo asegurar que esas caminatas eran formidables. Y la pesca … ¡digna de ellas! La Piedra del Viento … la Balsa Vieja … la Herradura … Puesto Manteca la Usina y todas sus correderas y pozones el Cuartel… el Basural… Lady – s Pool… detrás de la Hostería … el Camping… el Pozón del Cura… el Matadero … Bottanelli … Piedras Blancas … Confluencia … Los Alamos … las correderas de Mendaña … el Manzano … Manzano abajo .. el Pool de Dolores… la Confluencia del Quilquihue … Puente Negro la Costa Turca … todo Larminat… Puttkammer Chacayal y sus mil tranqueras … y los soberbios pozones llegando a Collón Curá.

Joaquín Rocca Rivarola con una sea trout de 6.500kg en Río Grande.


Esa fue mi maravillosa escuela de pesca con mosca, con el Gran Maestro enseñando, que ya forma parte de las leyendas auténticas de la pesca con mosca en Argentina. Caminábamos por el río en medio de la corriente, casi codo a codo y tirando siempre la mosca cada uno a su costa. A veces, muchas veces, tuvimos dos truchas a la vez, peleando. Entonces, qué curioso, no dábamos a esa práctica el nombre de ahora: catch and release… Sin embargo le decíamos, vuelta al agua… qué extraño, ¿no? Devolvíamos casi todo, o todo, y sacábamos muchísimos. A veces, más de veinte piezas por día de pesca cada uno. Pero atención, contando nada más que las que andaban rondando el kilo para arriba.
También curiosamente puedo asegurar que el kilo de entonces, era dos o tres veces más grande que el kilo de ahora …
Aquellas pesquerías, con un sándwich y una manzana en algún bolsillo del chaleco, comenzaban a la mañana y terminaban con la caída del sol. Por ejemplo, para ir del Matadero al Manzano había que empezar a la mañana, dejar un auto en el Manzano, volver, y empezar a pescar el Matadero.
Eliseo era una verdadera máquina pescando. Encontraba los lugares donde estaban las truchas como si éstas lo estuvieran esperando. y los describía, con sentido de docencia: aquella piedra negra de enfrente … ese chorrillo que sale después del tronco semihundido … abajo del sauce, en la sombra … buscá la línea de espuma … ahí, en la cabeza del pozón grande … poné la mosca allá arriba de esa piedra y cuando salga … pafff! … entonces venía la toma fuerte, enérgica, de “la marroncita”, como solía llamarlas a las de dos kilos verdaderos y ciertos …
Sí… evidentemente, sin duda, aquellas cátedras magistrales en esas jornadas estupendas del río de Junín de los Andes, fueron también el generoso placer de tener a nuestra disposición un río notable, sin ver a casi nadie en todo el día, con una cantidad y una calidad de truchas extraordinaria, no existente en ninguna otra parte del mundo. Porque la zona era aún poco visitada; porque por entonces la presión de pesca local era casi nula; porque ese río de montaña tiene una oxigenación increíble; porque las posibilidades de contaminación, salvo en la zona de los cuarteles, era cero; porque la alimentación natural era considerable, proveniente de multitudes de cangrejos, de pancoras, de todos los insectos posibles, de todo tipo, forma y color; porque su cantera proveedora era nada más y nada menos que el Huechulafquen aguas arriba, y el Limay y el Collón Curá desde aguas abajo; por la temperatura ideal del agua; por la inmensa cantidad de accidentes ideales en costas y cauce; porque Junín de los Andes tenía 800 habitantes y ahora tiene más de 12.000; porque … ¿hace falta decir más?
Por todo eso, los años que no fuimos a la Boca, no fueron para nada en vano. Nos ayudaron asimismo a poder ir al río, ahora que los años han ido quitando elasticidad y movimiento a las coyunturas y fuerza a los músculos y agregando adiposidad a la cintura, no a caminarlo con aquella persistencia, pasión y energía, sino caminando menos y sacando lo suficiente para ser felices. ¡Joder!

Pero en una temporada, nunca sabré por qué, ni cómo se elaboró la decisión. Debe de haber sido en el 65 o 66. Dijimos … A la Boca
Esta llegada a la Boca estuvo lógicamente precedida por un montón de veces que me llegué hasta allí, como quien no quiere la cosa, para mirar … Me enloquecía mirándolo al Bebe en la curva, allí donde no hay posibilidad de equivocarse, puesto que, de hacerla, sale un tiro cortito como patada ‘e chancho, o termina por partirse la punta del anzuelo en alguna piedra de atrás si antes no quedó colgada de los ñires, que están justo donde más se necesita dejar ir la línea. Ver cómo él llega con la mosca al lugar que quiere, ahí donde uno se imagina que están las marrones, es observar exactamente lo que uno quisiera hacer. Y si encima, como varias veces me ocurrió, estuve allí en el preciso momento en que él tenía una toma, bueno … todo se daba en grado superlativo.
La cuestión es que ahora iba cambiando nuestra rutina de pesca diaria, porque en aquellos pagos cada uno tiene la suya. Algunas cosas de mi rutina, y la imposibilidad a veces de encontrarnos en el sur con Eliseo, pues febrero (su mes fundamental), para mí era imposible, hicieron que no nos encontráramos tanto como antes en Junín de los Andes.

Jorge Donovan, Charles Radziwill y André de Ganay y un truchón sacado por el príncipe, 7500kg. ¡Lo que fue el festejo!

Quedaban pues las cosas para ser contadas en Buenos Aires, en el comedor del Club de Pescadores (El mejor Club de Pesca del mundo), almorzando y pescando imaginariamente cuando volvíamos de allá, Por esto, en adelante no serán tan frecuentes los relatos de pesquerías que tuvimos con Eliseo hasta ese nefasto 28 de abril de 1982, en que tuvo aquel maldito accidente que terminó con su vida. Nada menos que él, el tipo más respetuoso de las leyes de tránsito y de la prudencia del manejo en rutas.
Un par de meses antes había sacado su última gran trucha en la “Boca”, una marrón de 8.500 gramos que dejó ahumándose en manos de doña Elena, y que yo traje a la vuelta en marzo. Para festejarlo nos juntamos un domingo en el Club con dos amigazos comunes, Claudinho Poceiro y Jorge Arciello, y con buen vino nos comimos un frasco de aquella delicia, y nos reímos y contamos todo el verano de pesca. Al día siguiente se iba para el Chaco. No nos vimos más, pues a los pocos días se mató.
Fue un enorme amigo, el mejor que conocí.

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Nudos III

Por Fernando Uhía

La pesca con mosca requiere de la práctica la habilidad de nudos, muchos nudos
Nudos para atar la mosca al tippet; nudos para confeccionar el leader; nudos para conectar el leader con la línea; nudos para unir la línea con el backing, y para fijar este último al carrete del reel.
Por suerte muchos de estos nudos se realizan en la tranquilidad del hogar, preparando la excursión de pesca, y pueden confeccionarse con prolijidad y en el momento que uno elija; pero es necesario atar otros en plena acción, metidos en el agua, en la última media hora, con viento y lluvia, poca luz y los anteojos empañados, los dedos entumecidos por el frío y las truchas ahí, lame ando glotonas, a diez metros de donde estamos tratando de cambiar el tippet que tiene un maldito nudo de viento y de serenamos mientras la adrenalina fluye en exceso y nos descompagina …
A pesar de estos condicionantes adversos, tenemos que hacer un nudo y tenemos que hacerlo correctamente, y luego tratar de pescar alguna de esas truchas que tenemos delante, aunque eso es ya otro cantar.

En esas ocasiones donde tenemos que hacer las cosas bien bajo presión uno adopta actitudes conservadoras: hace aquello que sabe hacer con facilidad y sin error, dejando para mejor ocasión soluciones más comprometidas, y ése es el objeto de esta nota, presentar un conjunto de nudos sencillos y de gran eficiencia con los que el pescador puede afrontar situaciones incómodas y salir airoso.

Este conjunto de nudos tiene algunas características comunes que nos han permitido agrupados:
• Todos se originan en el nudo simple.
• El proceso de formados consiste sólo en enrollar nylon en un mismo sentido.
• Todos se ajustan tirando simultáneamente de ambos extremos de la línea (el que queda y el que se corta).
• Al ceñirlos se forman con facilidad y no es necesario guiar este proceso con los dedos.
• Con un poco de práctica casi es posible atados con los ojos cerrados. No estoy recomendando cerrar los ojos para atados ni considero que esto tenga algún mérito en particular, pero para los que comenzamos a tener alguna dificultad visual en condiciones de baja iluminación estos nudos adquieren un atractivo especial.

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El nudo simple (overhand knot)

Es tan fácil de atar que se ata solo: es el detestado nudo de viento que desde siempre plaga a los mosqueros y es responsable de infinidad de truchas perdidas. A propósito, el viento tiene un papel secundario en la formación del nudo de viento, que en realidad es el producto de un tailing loop originado en un cast defectuoso. Como nudo es el más débil que pueda atarse; sin embargo, algunos nudos muy buenos se empiezan atando un nudo simple, y por eso lo incluímos al principio de este listado.


Paso 1. Sostenga la línea entre el pulgar y el índice de ambas manos y forme una vuelta (una cuca, según los marineros).


Paso 2. Pase una de las puntas por el interior de la vuelta.


Paso 3. Moje el nudo (con agua o con saliva* – esto lubrica el nylon y sirve para disipar el calor generado por la fricción al cerrar el nudo) y tire suave y firmemente hasta ajustarlo. (*usar saliva es algo chancho pero es económica, siempre está a mano y no hay que abrir ningún frasquito).

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Nudo doble o de cirujano (surgeon knot)

Este nudo no tiene aplicación en el campo de la práctica quirúrgica y no se sabe cómo fue que ganó su nombre (1). Es muy bueno para unir tramos de diámetro desigual del mismo material (nylon-nylon), y aún para unir materiales disímiles (nylon-cable). Correctamente atado tiene una eficiencia cercana al 100%. Es importante ajustarlo tirando simultáneamente de los cuatro extremos. Este nudo es sencillamente un nudo simple en el que se pasa dos veces por el lazo. El surgeon es un nudo que consume algo de material, por lo que esto debe ser considerado al calcular el largo de los tramos a unir. (1) este dato es completamente irrelevante pero no he podido resistir la tentaci6n de mencionarlo. Disculpen


Paso 1. Superponga ambos tramos de nylon (se ilustran en distinto tono para mejor apreciación) más o menos unos 20 cm.


Paso 2. Tome ambos tramos con la izquierda, y con la derecha haga un nudo simple. Conserve el nudo abierto, sin ajustar.


Paso 3. Vuelva a pasar con la derecha ambos extremos libres (los otros dos los tiene sujetos con la izquierda) por la vuelta abierta del nudo simple. Se ha formado un nudo doble!


Paso 4. Sostenga los extremos que le quedaron a la izquierda con la mano izquierda, y los de la derecha con la derecha. Ajuste el nudo con firmeza, tirando de los cuatros extremos a un tiempo.
No olvide lubricar el nudo con saliva o con agua antes de ajustar.


Paso 5. Antes de cortar los dos extremos sobrantes tire de cada uno de los cuatro para asegurarse de que el nudo esté correctamente ajustado.

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Lazo de cirujano (surgeon ’s loop)

Se ata igual que el nudo de cirujano sólo que se hace con un solo tramo de nylon. Es la manera más fácil de formar un lazo en el extremo de un líder, por ejemplo para formar una conexión lazo a lazo (loop to loop).


Paso 1. Doble el nylon sobre sí mismo y haga un lazo de unos 15 cm. Sostenga el extremo con la izquierda y con la derecha tome el extremo doble y forme un nudo simple.


Paso 2. Pase nuevamente el extremo libre por el nudo simple y forme un nudo doble. Le quedará un lazo de un lado y una línea doble del otro.


Paso 3. Moje el nudo, ya sabe cómo, y ajústelo con firmeza, pasando antes por el lazo algún elemento que le permita tirar y no lastime al nylon; un pequeño destornillador es bueno para esto. Después, corte el sobrante.

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Nudo Duncan o Uni-knot

Este es un nudo corredizo, que puede usarse para unir el backing al reel y también para atar la mosca al tippet. Como puede ajustarse dejando un pequeño lazo es muy útil para pescar con ninfas, wets tradicionales o streamers, porque la mosca queda atada muy libre dentro del lazo, lo que conduce a una deriva más natural y sin duda logra más piques. Aunque este nudo es algo menos resistente que otros, como el Jansik o el Clinch mejorado, esta circunstancia se supera utilizando un tippet algo más grueso, lo que no es un inconveniente pescando moscas bajo la superficie donde las truchas no se espantan tanto del grosor del líder. El 90% de un 3X es más resistente que el 100 % de un 4X.


Paso 1. Pase la línea por el ojo del anzuelo de la mosca unos 15 cm. y dóblela para formar dos líneas paralelas. Vuelva el extremo hacia el ojo del anzuelo y forme una vuelta.

Paso 2. Pase el extremo que ha quedado cerca del ojo del anzuelo 4 o 5 veces alrededor de la línea y a través de la vuelta.

Paso 3. Tire del extremo libre y cierre el nudo, sin ajustado mucho.


Paso 4 A. Si va usar este nudo para atar el backing al reel, lubrique el nudo, ajústelo y luego cierre el lazo sobre el eje del carrete, tirando de la línea, y después corte el sobrante.


Paso 4 B. Si esta usando este nudo para atar una mosca deslícelo hasta su posición final dejando un lazo del tamaño deseado, lubríquelo y ciérrelo con firmeza. Corte el sobrante. Tenga en cuenta que este nudo puede cerrarse sobre el ojo del anzuelo después de un pique violento o al pelear un pescado grande.

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Nudo Duncan doble.

Sirve para unir líneas de diámetro similar, o de diámetros distintos reduciendo el número de vueltas dadas con la línea más gruesa. También se usa para unir nylon con cable haciendo con el cable un nudo de sólo dos vueltas.


Paso 1. Superponga en forma paralela unos 15 cm. de ambas líneas a unir. Forme con una de ellas un nudo Duncan y ajústelo pero sin tirar demasiado.


Paso 2. Repita el procedimiento con el extremo de la otra línea. Si esta es cable de acero dele sólo dos vueltas.


Paso 3. Con ambos nudos formados, lubríquelos y ajústelos tirando de ambos tramos de línea que esta uniendo. Ciña cada nudo por separado y luego ajústelos firmemente entre sí. Corte el sobrante.

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Nudo Jansik

Es un muy buen nudo para unir la mosca al tippet, conserva casi el 100% de lo que resiste el nylon con el que se hace. Es menos voluminoso que el Clinch mejorado, y como para ajustado se tira de ambos extremos no queda en el tramo junto al nudo terminado ese rulo o calita de chancho, que nos indica que el nylon ha friccionado y se ha aplastado, debilitándose.


Paso 1. Pase el extremo de la línea 3 veces por el ojo del anzuelo.


Paso 2. Acomode las dos vueltas que se formaron para que queden como de 2 cm. de diámetro.


Paso 3. Cruce la línea y el extremo suelto, formando una tercera vuelta. Con el extremo suelto pase tres veces por el conjunto de las tres vueltas.


Paso 4. Moje bien el nudo. Sostenga el anzuelo con dos dedos de la mano izquierda, el extremo que sobra con el resto de la mano izquierda y la línea con la derecha. También puede sostener el extremo con los dientes, algo que los dentistas no recomiendan.

Ajuste cuidadosamente el nudo tirando de las tres puntas, acomodando las vueltas. Cierre el nudo firmemente y corte el sobrante.

N.B.: he reproducido este nudo de “Practical Fishing Knots-II” principalmente para utilizar las ilustraciones que son muy claras. A mí me lo enseñaron pasando sólo dos veces por el extremo del ojo del anzuelo, y dando sólo dos vueltas en vez de tres, y encuentro que así el nudo es más fácil de atar e igualmente resistente. Hagan la prueba.

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Nudo de araña (spider hitch knot)

Este nudo permite crear un lazo en el extremo de una línea sin que el nudo le quite resistencia a la línea original. O sea que conserva el 100% de resistencia y permite atar un segundo nudo con línea doble, lo que es necesario en la pesca del tarpon y otros grandes peces.

También es bueno disponer de una línea doble para atar un terminal de cable o alambre. El nudo que generalmente se ha usado para este fin (crear un tramo doble en el extremo de la línea) es el Bimini Twist, cuya sola mención produce a los pescadores una incómoda sensación en la boca del estómago, como cuando los estudiantes de secundaria se les habla de física cuántica. El Bimini Twist es un nudo básico en la pesca offshore y, sí, es algo complicado de aprender. El Spider Hitch es mucho más sencillo y puede reemplazado cuando se utilizan líneas livianas de nylon, que son las que se usan para pescar con mosca; el Bimini Twist se ata con distintos materiales y con líneas de diámetros mayores. Apréndanlo, uno nunca sabe cuándo estará pescando tarpones en el Caribe.


Paso 1. Doble la línea y haga un lazo de unos 40 cm., o más si lo desea. Con la línea doble forme una vuelta pasando el extremo por detrás, y sujételo entre el índice y el pulgar de la mano izquierda.


Paso 2. Pasando por detrás de la línea y de la vuelta que ha formado, enrolle 5 vueltas con el extremo doble sobre el pulgar colocando la
primera cerca de la base del pulgar y avanzando con las siguientes hacia la uña.


Paso 3 Pase por e! extremo doble por la vuelta que formó en el paso 1, Y tirando sostenidamente haga que las 5 vueltas se desenrollen de a una del pulgar y formen el nudo.

Paso 4. Aplíquele algo de la baba que generó al pensar en el
Caribe y los tarpones, y ajuste tirando con firmeza de los extremos. Corte el sobrante.

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Nudo de 8 (figure 8-knot)

Este nudo es una excepción dentro de este listado, ya que no deriva de nudo simple, pero es sencillísimo de hacer y es de gran utilidad para atar una mosca o un señuelo a un terminal de cable. Este nudo puede deshacerse para cambiar la mosca y volver a formarlo sin cortar el cable.


Paso 1. Pase el cable por el ojo del anzuelo y disponga el extremo libre por detrás del cable, formando una vuelta.


Paso 2. Pase el extremo libre por sobre el cable y por dentro de la vuelta formada en el paso 1. Quedará una figura de 8.


Paso 3. Importante: para ajustar el nudo, tire sólo del extremo libre.
Si se tira del extremo del cable la deformación producida en el
material al formar el nudo quedará en el terminal, (fig. 4, superior) y esto puede afectar la acción de la mosca. No cierre este nudo con firmeza, sólo es necesario ajustarlo y no se desarmará. Con un alicate corte el sobrante dejando unos 6 ó 7 mm. de cable, lo que permitirá deshacer el nudo y volver a formarlo posteriormente.

Pegamentos:
Hay un nuevo producto de Loon, un pega nudos que ofrece interesantes aplicaciones y vale la pena tenerlo en cuenta. Se coloca sobre el nudo terminado y forma a su alrededor una cápsula que lo bloquea y protege. Colocando este producto a un líder con nudos es posible evitar que los nudos atrapen algas, lo que es un inconveniente en este tipo de líder; puede usarse también sobre un nudo de clavo, encapsulando la unión y facilitando su paso por los pasahilos.
Si se desea usar shooting y como running algunas de las nuevas líneas de polipropileno como Dyneema o Spectra y siendo este material muy resbaladizo, conviene unir al shooting un tramo de 4 o 5 ms. de Amnesia de 25 lb. con un splice o nudo de clavo, y luego unir esta línea especial al Amnesia con un doble Duncan, que es el nudo recomendado para este tipo de material. Formado el nudo se lo bloquea y encapsula con el peganudos, y pasará con facilidad por los pasahilos. El mismo procedimiento se puede aplicar si se quiere usar Amnesia de 15 lb. u otro monofilamento de poco diámetro y difícil manipulación: se une un tramo de 4 o 5 mts. de Amnesia de 25 lb. al shooting y luego con un nudo surgeon, blood o barrilito se le ata el monofilamento fino, re cubriendo después la unión con el peganudos. Quedará un running de diámetro variable, a la manera de las “salidas” que se usan para castear con cañas de playas y plomada, lo que permitirá un cast más largo que a veces hace falta, aunque al precio de tener un running más propenso a enredarse y arruinar el tiro.

Fuentes:
Practical Fishing Knots 11; Outdaar Life; Field and Stream.
Nota: Recomiendo consultor los Boletines Mosqueros de Nudos I y Nudos II donde encontrarán mucho otros nudos de gran utilidad.

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Imitando subimagos de mayflies

Por Diego Flores

Las efímeras están asociadas desde siempre con la pesca de mosca seca. Su inconfundible e inerme presencia en superficie, la gracia y belleza de su estructura y la definida vocación por comérselas que las truchas evidencian han cautivado la atención de los pescadores, quienes a través del tiempo han procurado imitadas para así engañar y capturar a las truchas que las predan. Estas imitaciones han ido evolucionando conforme ha crecido la investigación y el conocimiento del ciclo vital de estos insectos y también con la aparición de nuevos y mejores materiales para la construcción de moscas artificiales.
Los mosqueros modernos más emprendedores ya no se contentan con nutrir sus cajas con moscas de catálogo. Hurgan en el medio natural coleccionando insectos, determinando las especies más frecuentes y sus variaciones de color y tamaño, según el ámbito o la época del año. Se asesoran con bibliografía especializada y experimentan incansablemente en busca de nuevas respuestas.
Esta entrega se compone de tres partes. En la primera exploramos el mundo de las imitaciones de subimagos, desde D. Juliana Berners hasta nuestros días. En la segunda, como adaptar mejor los modelos clásicos a cada situación. La tercera, incluye una síntesis y algunas experiencias del autor.

FORMACION DE MOSCAS

Para interpretar con mayor precisión este apartado, conviene olvidarse de los modelos tradicionales e iniciar nuestras experiencias a partir de “formatos o diseños estructurales”. Cada uno de ellos presenta distintas propiedades, ventajas y desventajas. A continuación se enumeran algunas de ellas.

1) Moscas de hackle (Hackle Flies): Sus orígenes son difusos siendo probable que existieran, aunque sin una función definida, a fines del siglo XV (D. Juliana Berners Treatadise). Resultan las imitaciones más fáciles de montar, conformadas básicamente por una cola de fibras, un cuerpo ahusado y un hackle que rodea todo el anzuelo en su tercio anterior.
Sus ventajas radican en la sencillez y una gran capacidad de flotación, utilizando materiales de buena calidad. Es una excelente opción si deseamos simular especies pequeñas (entre anzuelos N° 18 y 24). Como contrapartida resulta una imitación bastante pobre tratándose de insectos mayores o en presencia de truchas selectivas.
Entre las versiones más conocidas figura la Variante; idéntica a la anterior pero atada proporcionalmente en un anzuelo 2 o 4 números menor. Ello le brinda una flotación excelente en aguas quebradas, permitiendo largas patinadas sin problemas.
Como posibles variantes encontramos las moscas de hackle recortado. Un modelo destacable es el creado por Guillermo Mirenna, guía de pesca y amigo residente en la ciudad de Bariloche. Las utiliza con éxito en eclosiones de efímeras medianas, partiendo de un hackle de 2,5 gapes, recortado a 1 gape por debajo y 1,5 gapes a los laterales. Con ello logra una silueta muy parecida a la que brindan los Duns de alas altas.

2) Moscas aladas tradicionales (Tradicional Winged Flies):
surgieron como una variación del modelo anterior, a partir de mediados del siglo pasado. Este formato involucra los patterns más famosos en el mundo de la mosca seca. Admiten enormes variantes de materiales. Se las puede atar con alas de mallard o woodduck (Dark Cahill, Dan Cahill 1880), tips de pluma (Adams, Len Halladay 1922), alas de pluma de pato (Black Gnat) o alas de pelo (Brown Drake).

FLUTERING EGG LAYING

La principal ventaja de estos modelos es su versatilidad, funcionando aceptablemente en todo tipo de aguas y en tamaño muy variados (entre N° 8 y 22). Sus principales desventajas radican en no reflejar correctamente la silueta de un mayfly de alas altas, tendiendo a enrollar el tippet o a posarse de cabeza si las atamos desproporcionadas (mas de 2 gapes de largas). Este detalle se puede corregir rapando el hackle por debajo al estilo de una Thorax Fly o sobredimensionando el largo de la cola.

Entre las variantes más famosas se destacan las estilo Western y Wulff, que por poseer hackles muy espesos y materiales boyantes, resultan muy indicadas en aguas rápidas o con oleaje.

Otra variante es el formato Mosquito o de alas inclinadas, especialmente apta para imitar mayflies de alas grandes con plumas quemadas.

3) Moscas Thorax (Thorax flies): si bien las primeras menciones de este estilo rondan por 1930, fue Marinaro quien las popularizó 20 años más tarde con la publicación de A Modern Dry Fly Codeo El modelo de original incluye un hackle enrollado en forma de ocho, sin embargo la versión popularizada por Mike Lawson (finales del 60) resulta la mas recomendada.

Sin duda representan lo más evolucionado en moscas de hackle, siendo especialmente recomendadas para peces selectivos o aguas calmas. Su silueta resulta muy natural, especialmente en modelos medianos y chicos. Montadas con alas simples (pavo, mallard o polipropileno) resultan muy fáciles de atar. Además por su hackle recortado y central es posible utilizar alas altas sin perder estabilidad, respetando las proporciones de ciertos insectos.
Su única desventaja es una menor capacidad de flotación, aunque este efecto se atenúa si elegimos materiales de buena calidad, anzuelos 2 o 3 X fin e y dubbings sintéticos.

4) Moscas Parachute (Parachute flies):
Esta versión fue patentada por William Bush en Detroit (EEUU) durante el año 1931. Su principal ventaja es su capacidad de imitar con bastante exactitud tanto subimagos como ninfas mudando en el menisco. Resultan especialmente aptas en tamaños medianos (W 12 al 16), siendo algo engorrosas de atar por debajo de un número 18. La gran superficie de apoyo del hackle horizontal permite utilizar alas altas sin problemas, sobre todo si contrapesamos el modelo con colas largas. Las mismas admiten una gran variedad de materiales, como tips de plumas, polipropileno, pelo de ciervo o pato mallard.
Sus principales desventajas son su baja capacidad de flotación y lo difíciles de ver con poca luz. Esta última se atenúa utilizando un indicador de pique o atando el ala en colores vistosos (preferentemente polipropileno o pelo de ternero en colores blancos o fluorescentes.

CLUTER DUN

5) Moscas Secas sin Hackle (No Hackle Flies):
Resultan las moscas más indicadas para utilizar en aguas lentas o con peces selectivos. Para un mejor análisis conviene dividir esta categoría según el material que conforma las alas.

Alas de pelo de ciervo: creadas por Al Caucci a mediados de los años sesenta, derivan de un antiguo modelo llamado Haystack. Representan la quintaesencia de este grupo. Fáciles de atar, extremadamente durable s y versátiles resultan ideales entre anzuelos N° 12 y 16, en cambio generan imitaciones algo toscas por debajo de un número 18.
La Sparkle Dun (Craig Matheus y John Juraceck, 1985) atada con solo un tercio del volumen recomendado para el original, resulta una versión muy rendidora si además deseamos imitar ninfas flotantes, stillborns o pelechos vacíos.

Alas de fibra de gallo: muy similares a las anteriores se caracterizan por su facilidad de atado y su duración. Ideales para usarlas en tamaímos menores a un N° 18, resultan imitaciones muy pobres si elevamos el tamaño del anzuelo. Sus principales desventajas radican en ser difíciles de ver, además de su escasa capacidad de flotación, que las restringe a aguas de flujo muy lento.

Alas de pato: fueron ideadas por Doug Swisher y Carl Richards a finales de la década del sesenta. Dibujan muy bien el perfil de un subimago, sobre todo en tamaños medianos y pequeños (entre anzuelos N° 14 y 18). Esta imitación surgió de numerosas observaciones subacuáticas, especulando sus creadores que el disparador de pique primario resultan las alas y en segundo lugar el cuerpo.
Esta imitación posee sin embargo numerosas desventajas. La más notoria es su extrema fragilidad, además requerir una intensa practica para su correcto atado.

Alas de pluma blanda: se estima que este tipo de moscas fueron creadas en Vallorbe (Suiza) y luego popularizadas en Francia con el nombre de Cul de Canard. Las mejores plumas son las que rodean la glándula uropigia de los patos, que provee los aceites con los cuales impermeabilizan su cuerpo.
Las plumas de C.D.C., de textura alveolar y vaporosa, se caracterizan por una extrema suavidad y una natural tendencia a flotar. Estas imitaciones resultan ideales para engañar peces selectivos y siendo fáciles de montar en imitaciones menores a un numero 18. Los mejores resultados se obtienen combinando estas plumas con dubbings sintéticos.
Su principal desventaja reside en el elevado costo del CDC y las pocas plumas de calidad que provee cada paquete.

DAVES DUN

6) Versiones de cuerpo extendido: si bien la más conocida es el Paradrake (Swisher y Richards, finales de 1960) que se ata en sistema parachute, este método puede ser usado en todo tipo de estilos.
Resulta por demás indicado para imitar subimagos de gran tamaño, como el caso de Chiloporters o Penaplhebias (entre anzuelos N° 8 Y 12), siendo poco recomendable en tamaños menores. Sus principales desventajas residen en requerir un largo tiempo de atado y resultar algo frágiles. Para una mejor flotación se recomienda usar elk de la mejor calidad y anzuelos de alambre fino (1 o 2X Fine). También pueden ser utilizados Foam de celda cerrada o goma EVA. A ellos se le agregan cuerpos extendidos montados sobre plumas rígidas, muy indicados para imitaciones más pequeñas. Un ejemplo es el Perfect Dun que ilustra el manual de atado de Julio Gilardi. El mismo esta confeccionado con alas quemadas y un cuerpo extendido recortado a partir de una pluma de hackle.

EJEMPLOS DE SU UTILIZACION

Para un mejor entendimiento de cómo aplicar los formatos descriptos, aquí van tres ejemplos en relación a géneros de mayflies de distintas tallas y en distintos ambientes: Penaphlebia (grandes), Meridialaris (medianos) y Baetis (pequeños).

Hatch de Penaphlebia: los grandes lagos glaciarios del norte patagónico, que poseen costas con abundantes depósitos de rodados y enfrentadas a fuertes vientos, resultan el hogar típico de estos insectos. Algunos ejemplos son el Nahuel Huapi, Huechulafquen y Tromen, entre muchos otros. Se trata de una efímera de gran tamaño cuyo subimago se caracteriza por ser color café con leche, con alas muy altas del mismo color, pero barradas de un marrón más oscuro. Poseen tres cercos caudales. Atada en versiones tradicionales su tamaño equivale a un numero 10, en cambio con cuerpo extendido debe reducirse a un N° 12.
La elección del modelo más indicado dependerá de las condiciones ambientales reinantes. Si el lago se encuentra fuertemente rizado o con oleaje necesitaremos imitaciones que sin ser tan realistas presenten buena flotación. Aquí lo ideal es partir de modelos Westerns o Wulff respetando su tamaño y color. Colas de pelo de alce, alas de elk y dos plumas de hackle duras representan la mejor opción entre los posibles materiales.
Dar con un lago completamente planchado cambia la situación de plano. Las truchas tendrán una percepción envidiable de su entorno y mucho tiempo para inspeccionar nuestra mosca. Lo más probable es que los modelos anteriores sean rechazados por burdos y sobrecargados.
Si deseamos lograr piques en forma sostenida no queda más remedio que imitar al máximo los detalles anatómicos, detalle cada vez mas crítico a medida que aumenta el tamaño del organismo que deseamos recrear. Aquí se imponen Paradrakes o moscas de cuerpo extendido y alas quemadas.
Hatch de Meridialaris: este género (representados por la especie laminata y diguilina) incluye los mayflies más numerosos de la Patagonia. Sus duns se caracterizan por ser marrón chocolate y presentar tres cercos caudales medianos. Su distribución se extiende a lo largo de la región cordillerana, entre Tucumán y Tierra del Fuego.
Según la época del año oscilan entre N° 14 y 16 (anzuelo tradicional de mosca seca). Las versiones de cuerpo extendido resultan innecesarias, además de implicar anzuelos muy pequeños que dificultarían la clavada.
Como versión todo terreno la más recomendable es un Thorax. Como segunda opción funciona de maravilla la Sparkle Dun, que resulta un excelente contrapunto por flotar mas bajo (Low riding). Según mi experiencia son los mejores modelos para enfrentar un hatch de esta especie.
Las March Brown, Quill Gordon o Hendrickson representan opciones válidas mientras respetemos el tamaño y el color sugerido.
Hatch de Baetis: los integrantes del genero Baetis, conocidas también como Littles Blue Wing Olives, son los mayflies pequeños de mayor distribución en nuestro país. Los encontramos tanto en las Sierras Cordobesas y Tucumanas, como en provincia de Bs.As. y gran parte de la Patagonia. Si bien eclosionan a lo largo de casi todo el año, los mejores hatches se producen a final de temporada. Las bajas temperaturas endentecen notablemente las eclosiones permitiendo un match the hatch de incluso varias horas. Esta situación se advierte sobre todo en las extensiones patagonicas, que duran hasta finales de mayo. Se caracterizan por poseer solo dos colas, tener el cuerpo verde oliva y las alas de un color gris azulado. Dependiendo de la especie y época del año su tamaño varia entre un N°18 y 20, de un anzuelo tradicional de mosca seca.
En aguas rápidas si deseamos una buena sustentación, a pesar de su pequeño tamaño, una Hackle Fly resulta una buena opción. En aguas más lentas o con peces selectivos la mejor elección son imitaciones basándose en modelos Thorax (ala simple) o de C.D.C.

PARADUN

CONCLUSIONES FINALES

La elección del modelo elegido dependerá de las siguientes causas …
Condiciones ambientales: tipo de aguas u oleaje. Aguas movidas requerirán imitaciones densamente hackleadas y materiales boyantes. Que sean incluso más voluminosas que el natural, permiten una mejor captación por parte de los peces y piques más sólidos. Aguas lentas y chatas nos obligan ser muy cuidadosos con la elección del tamaño, modelo y color.

DUN DE MAYFLY

Perfil de los insectos: entre los mayflies existen especies más rechonchas, estilizadas, de alas o cercos más cortos o largos. Cada modelo tiene su “torque” y está en la intuición del pescador captarlo. Por ejemplo los Thorax resultan ideales para atar efímeras de aspecto comprimido como las Baetis, mientras un modelo de cuerpo extendido dibuja mejor la silueta de especies grandes con abdómenes muy desarrollados como Chiloporter o Penaphlebia.
Nunca dejar de experimentar: invierta tiempo y algo de dinero en probar distintos tipos de materiales, anzuelos o técnicas de atado. Asesórese con libros y vuelva loco a cuanto atador se cruce en su camino. Las cajas de moscas ajenas resumen años de experiencia, echar un vistazo en ellas puede aportarnos muy buenas ideas. Coleccione los insectos de las aguas que más visita. La diferencia de entre atar frente a ellos y no, resulta abismal.
Como final les paso la receta de dos modelos que después de ser probados por largos años, en docenas de hatches y ambientes, hoy los considero totalmente indispensables en mis cajas.

Penaplhebia Dun
Anzuelo: 2X long y IX fine N° 12 (Mustad 94831 o Daiichi 1280).
Hilo: 8/0 marrón.
Hackle: microbarb o supersaddle color marrón, recortado por debajo.
Alas: Pluma de gallina marrón clara barrada (recortada o quemada con burners) Cuerpo: dubbing sintético color marrón claro.
Cuerpo extendido: elk natural oscuro.
Cercos: Tres pelos de alce (moose).

Meridialaris Dun
Anzuelo: 2X short y 2X fine N° 14 (Mustad 94838 o Daiichi 1310).
Hilo: 8/0 marrón.
Hackle: microbarb o supersaddle color marrón, recortado por debajo (l y fi gapes). Sólo 3 vueltas.
Ala: Tip de pluma de cualquier gallinácea color marrón atada como ala simple (2 gapes).
Cuerpo y bajo hackle: dubbing sintético color marrón.
Such: fibras del mismo dubbing (la técnica de plegaria mejora su duración).

Observaciones: los hackles rapados tienen la ventaja de ser más estables, además de alterar el menisco de agua mínimamente. Recordemos que las efímeras nunca lo rompen, apenas lo deforman. La rotura de la tensión por las barbulas del hackle puede ser motivo de rechazo por parte de las truchas. En moscas más grandes a un N° 16 prefiero usar saddles de buena calidad y fibras duras. Tienen un raquis más delgado y una sola pluma permite el atado de varias moscas.
Los anzuelos extrafinos y los dubbings sintéticos mejoran notablemente la flotación. Nunca olvide que los dubbings al mojarse se oscurecen. Ate sus imitaciones en colores más claros.

El Meridialaris Dun resulta un híbrido entre una mosca tradicional de Hackle, un Thorax y un Sparkle Dun. El agregado del shuck no corresponde estrictamente a la imitación de un pelecho, puede tomarse como un cuerpo extendido blando que disimula el anzuelo o como un disparador extra de pique. Por su mayor naturalidad prefiero los construidos con fibras de dubbing, a los de Z Long o Sparkle Yarn.
Hasta la próxima y felices
“Match the Hatch”

Bibliografía consultada

What the trout said (Datus Proper).
Tying dry flies (Randall Kaufmann).
La estrategia en la pesca con mosca (Doug Swisher y Carl Richards. Traducción Emilio Fernández Roman).
La Mosca: un libro de pesca (Benito Pérez).
Manual de atado de moscas (Julio Cesar Gilardi)

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Un pacú con mosca en el Iberá

Por Armando Pedoja

Vamos a retroceder unos 25 años cuando Iberá era una palabra mágica, distante, esotérica -donde sólo se accedía con baque anos y canoas impulsadas a botador- donde todo parecía misterioso y oculto.
Todo comenzó cuando tres pescadores” de carnada”- perdón por el pecado original- cansados del Paraná Miní (afluente del río Corrientes a la altura de Paso Santa Rosa entre Esquina y Gaya) decidieron seguir viaje hasta Puerto Bermejo. El fuerte viento en la ruta hizo volar uno de los remos de la lancha y terminamos en una carpintería de Gaya.

Carpintero: -Dónde van muchachos?
Equipo: -A pescar a Formosa.
Carpintero: -Porqué no van al Iberá?
Equipo: -Qué? – Víboras, embalsados, extravío, riesgos, malandras, fantasmas…. etc.
Carpintero: -Vayan a Chavarría, vean al Dr. Pérez Sánchez y él les va a indicar…
dubitativos sobre el futuro incierto hasta que llegamos a un caserío pequeño y prolijo llamado Chavarría. Fue fácil encontrar el diminuto hospital y al Señor de cuerpos y almas de la zona; Alejandro Pérez Sánchez.
Debidamente instruidos sobre como llegar al Paso Capitán Miní donde acamparíamos en pleno Estero y luego de llenar tanques (con bomba de mano desde tambores) nos encaminamos hacia el Río Corrientes, desagüe de! Ibera distante 11 Km. del pueblo. Con la lancha en el agua el grupo se dividió, el acuanauta se encomendó a las Sílfide s y a Neptuno y partió con rumbo desconocido hacia el Norte. Los otros dos con toda la parafemalia de acampe salieron por tierra hacia la estancia Santo Domingo donde un carro con cinco caballos los llevaría al Paso atravesando una legua de bañado. Al lugar se lo llama Paso porque allí cruzaban el Corrientes las tropas de hacienda antes de existir la ruta Goya/Mercedes. Una ranchada grande y precaria regenteada por la Pasera, Doña Aurelia, 3ª.generación de Paseros, proveía la canoa para cruzar las pilchas mientras que arrieros y animales lo hacían con su vestimenta natural.

Capitán Miní es una lengua de tierra alta de un kilómetro de largo por sesenta metros de ancho bordeada por cinco kilómetros de bañado en una margen y por el Corrientes en la orilla opuesta. Un gran bosque de lapachos y timbós, bajo el cual crecen los jazmines del Paraguay, provee de sombra y abrigo; las ovejas de Doña Aurelia se encargan de mantener el césped. Es el único lugar de tierra firme en más de 100 km. de río y el rosa de los lapachos en flor se divisa desde lejos.
El río nace en la laguna Itatí Rincón e insume dos horas de navegación rápida para llegar hasta donde el Corrientes pierde su cauce en un enorme madrejón. Se navega aguas arriba marcando con banderitas de plástico lugares clave para orientación. El estero no está estancado en esta zona, el agua clarísima se mueve de continuo. Nutrias, carpinchos, comadrejas, vizcachas y toda clase de aves habitan este paraíso incluyendo algunas yararás solo faltaría Eva para completado. Volvimos otras trece veces al Iberá pasando un promedio de una semana cada vez, y le fuimos tomando la mano hasta llegar a Itatí Rincón. Y durante ese tiempo dejamos “fierros” y carnadas de lado y aprendimos a usar la mosca.

El ámbito es ideal por la claridad del agua, por las correderas formadas por las curvas del río, por los albardones interrumpidos por desbordes y por la abundancia de forrajeros. Sábalos, bogas, palometas mora y dorados son las especies predominantes; también se ven rayas y algún surubí en los banquitos de arena.
y en uno de los viajes cuando llevábamos once días de campamento con las vituallas ya bastante escasas se produjo el pique que da origen a este cuento. Yo pescaba desde la lancha y mi compañero lo hacía caminando por el albardón. El pique de dorados era bueno pero había que cambiar de lugar con frecuencia.

Con las plumas de un pato crestón y otras de garza mora (proteínas para Doña Aurelia) atamos unas moscas “telúricas” para repoblar la maltrecha caja. Hago el último tiro para recoger la línea y cambiar de lugar cuando algo tomó la mosca y empezó a correr río abajo drenando backing hasta casi el fondo del carrete. Allí paró en un remanso a cien metros de la lancha. Solté el ancla y me dejé caer con la corriente cobrando línea mientras pensaba ¡Qué c ….o es esto? Y mi compañero corría por el albardón a los gritos.
Despacito fui arrimando el pez hasta que vi una tremenda torta azulada cabeceando en el agua clara.
Silviooo … ! Pacúuuu … !! hoy comemos…… La balanza de 15 libras quedó corta; a ojos de pescador calculamos unos 9 kilos de prótidos para la parrilla. Aún conservo la Mosca Telúrica como recuerdo de una emoción imborrable.
Nunca más sacamos otro pacú con mosca en el estero y sólo otros dos, con carnada, en los primeros viajes. Quizá éste haya sido un regalo del Iberá para quienes lo aman y lo respetan.
Saludos.

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ARPEMO

Nueva Sede
Luego de larga búsqueda nos trasladamos a Servando Bayo 856 donde disponemos de más espacio y comodidades. Extendemos una cordial invitación a todos los amigos que deseen visitarnos.

ACTIVIDADES
29 de diciembre: brindis de fin de año
5 de enero: informe sobre resultados del inicio de temporada
19 de enero: informe sobre la pesca en Chile
26 de enero: cena de amigos
9 de febrero: video: Anatomy or a trout stream
23 de febrero: cena de amigos
8 de marzo: taller: nudos y empalmes
22 de marzo: cena de amigos
26 de abril: asamblea ordinaria
3 de mayo: informe sobre resultados del fin de temporada

Nota: Nos reunimos todos los miércoles en Servando Bayo a las 21 hs.
Todos los domingos se enseña casting en el piletón del Parque Norte.

Condiciones de Pesca en la zona

En el informe anterior comentábamos con preocupación la bajante del Paraná. Si bien el régimen conocido creciente / bajante pronostica río bajo entre Agosto y Octubre, el estiaje alcanzó este año niveles mínimos extraordinarios y prolongados en el tiempo.

Una bajante normal llega a niveles de 2,50 mts. en Puerto Rosario y dura a lo sumo un par de meses: Hoy, fin de Noviembre, estamos en 1,80 mts. y sin miras de repunte. Como referencia digamos que la altura media es 3,5 y la mejor para pesca con mosca es de 4 mts. para arriba. Nosotros buscamos el dorado en los “puntos de concentración” o sea los cazaderos formados en las bocas con correntada a la entrada o salida de las lagunas o en los desbordes cuando el río en creciente sobrepasa la altura del albardón. En general se pesca en los múltiples afluentes que forman el enorme delta entre Rosario y Victoria. Todo este sistema se altera en las bajantes: los riachos no corren, las lagunas se secan, el agua se enturbia, las chances disminuyen y hay que intentar en el “río grande”.
La técnica ahora es buscar contra la barranca, sea caminando donde es posible o casteando desde una lancha a la deriva, en general con pobres resultados.
Para colmo, estando los peces concentrados en el río grande tienen poca defensa contra las redes, cada vez más largas y con mallas más chicas -y con pescadores profesionales que no respetan tamaño ni veda- y con autoridades que no hacen cumplir los reglamentos. Esperemos que llueva pronto en el Mato Grosso y que el próximo informe sea más optimista.

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Noticias y servicios

Socios Nuevos

Nuestra Asociación da la bienvenida a los socios que se han incorporado en el cuarto trimestre. Ellos son:
Felipe Deves
Luciano Ignacio Merino Fernando Galíndez
Ornar Enrique Salguero
Domingo Forciniti Francisco
Pablo D ‘ Aloia
Alejandro Morales
Raúl Héctor Merlo
Sebastián Maximiliano Schillaci José Felipe Schillaci
Socio cadete:
Nicolás Ignacio Zabalegui

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Cena de Principio de Temporada

Con el éxito habitual tuvo lugar la cena de principio de temporada 99/00 que se llevó a cabo en la Asociación de Criadores de Caballo de Pura Sangre. Sobre el final y según es costumbre se realizó un sorteo de distintos e importantes premios aportados por nuestros socios y anunciantes, entre ellos:
Outside – Tito Barone – Armando Maubré – The Irresistible Fly Shop – Loop – Buenos Aires Angler’ s – Baos Orvis- Rogelio Durán – Humo
Azul – Mario Capovia – Susy Valdéz – Javier Alurralde – Luis Agrest y Luis Galli, a quienes mucho agradecemos su generosidad.
E-mail: arturo@goyanet.com.ar

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Vacaciones de la Secretaria

Informamos a nuestros socios que durante el período anual de vacaciones de nuestra secretaria María Esther, que está previsto entre el 15 de febrero y el 25 de febrero, mantendremos la atención de secretaría pero con un horario reducido, por lo que recomendamos comunicarse por teléfono antes de acercarse personalmente.

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Venta de Permisos de Pesca

Recordamos a nuestros asociados y a quienes puedan estar interesados que nuestra Asociación vende por secretaría permisos de pesca para la temporada en curso, en el horario habitual de martes a viernes de 15 a 20.

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Mercado del Usado:

Reel Sovereign 2, 3, 4 con un spool extra. Caña Redington DFR 9′ #5 3 tramos. Caña Sage RPL 690 4 tramos. Cañas Orvis y Loomis varias. Reels usados. Waders y bolsos de pesca. Llamar al 4312-0492 en horario comercial.

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Certificación de Instructores

Realizada la última certificación de instructores el día 30/10, informamos que han aprobado el examen de certificación los señores:
Fabián Alberto Anastasio
José Luis Cagliolo
Sergio Fabián Martorelli
Sergio Gustavo Salvatore
Juan Jorge Scalise

A quienes debemos agregar a Santiago Rodriguez Uriz, quien rindió su examen con anterioridad. A todos ellos nuestra felicitación. Próxima certificación de instructores: tendrá lugar el próximo domingo 12 de marzo en nuestra sede y el Circuito KDT rogamos a los interesados anotarse con anticipación. En esta oportunidad conducirá el examen nuestro socio honorario Mel Krieger.

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Correo del Lector

Asociación Argentina de Pesca con Mosca:

Me dirijo a ustedes con el objeto de agradecerles infinitamente el hecho de habernos enviado un profesor en forma gratuita para enseñamos la apasionante técnica de la pesca con mosca.

Como les había comentado en un e-mail anterior, somos un grupo de cuatro guías de pesca convencional y deseábamos aprender, un poco porque tenemos la suerte de tener como oficio coincidente mente un hobby y otro tanto porque es la única forma de captar algo del mercado extranjero. Para nosotros que vivimos en una provincia de paupérrimos recursos, además de muy castigada por distintos factores y en donde les aseguro que cada dólar tiene un valor muy distinto que en la Capital; también consideramos una gran suerte tener una salida laboral digna y bien remunerada.

También queremos darles las gracias por enviamos a Fernando Uhía que no sólo es un excelente instructor, sino una bellísima persona y el cual ya sabe que en el momento que desee puede venir a estos pagos pero únicamente como amigo.

Por todo esto nuestra más sincera gratitud a la A.A.P.M. y a su entera disposición en nombre de las personas que tomamos el curso. Cesar Atilio Cuadrado, Omar Pancuca Ferrari, Gabriel Emilio Morato y mío.
Un abrazo a todos.
Ayte., “El Mercenario” Carlos Arturo Lindholm
25 de Mayo 241 C.P. (3450) Goya- Corrientes – Rep. Argentina Tel.móvil: 03777 -15620293
Tel./fax: 03777-422100
E-mail: arturo@goyanet.com.ar

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La AAPM entre otras cosas, desarrolla una tarea de enseñanza y difusión de la Pesca con Mosca, cuidado del recurso pesquero, promociona y fomenta el desarrollo de actividades deportivas, realiza encuentros y establece relaciones con otras instituciones afines. Es por esto que lo invitamos a sumarse a nuestro esfuerzo, a participar y formar parte de la AAPM, asociándose y acompañándonos.

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