Boletín Mosquero 24

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Noticias y servicios

Asamblea Anual – Renovación de autoridades

El próximo jueves 31 de octubre se celebrará la Asamblea Ordinaria anual de la Asociación con el objeto de tratar la memoria y balance del ejercicio 1995/96, así como renovación total de las autoridades, con un mandato por dos años.

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Cuotas sociales

La recaudación en concepto de cuotas sociales ha sufrido una importante disminución en estos últimos meses. No dudamos que ello es consecuencia de l apersistente recesión que aflige al país, por lo que la Comisión Directiva ha restringido los gastos al máximo posible. Pero con ello no alcanza, por lo que exhortamos a nuestros asociados a hacer un esfuerzo para ponerse al día con el pago de las cuotas sociales

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Cena de Principio de Temporada

El jueves 7 de noviembre a las 20.30hs tendrá lugar la tradicional Cena de Principio de Temporada, a la que quedan cordialmente invitados todos los socios y sus familiares. Como es ya habitual, se sortearán importantes premios. La cita es en la Asociación de Criadores de Pura Sangre de Carrera, sita en Av. Quintana191, Capital.

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Curso de Pesca con Mosca para Principiantes

Los días 9, 16, 23 y 30 de octubre en el horario de 19.30 a 21.30 hs se dictará un nuevo curso de pesca con mosca para principiantes. Se trata de una nueva versión de los cursos que se vienen desarrollando exitosamente desde hace varios años, y que han iniciado en nuestro deporte a centenares de mosqueros que se desempeñan muy bien en nuestros ríos y lagos. Si Ud. conoce a alguien que planea pescar la próxima temporada y que tiene poca o ninguna experiencia, el mejor consejo que puede darle es que se anote. El curso está abierto también a los no socios, previa inscripción en Secretaría, los martes, jueves y sábados de 15 a 20 hs.

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Nuevos socios

Damos la bienvenida a los nuevos socios que se han incorporado a la AAPM en el último trimestre. Ellos son: Luis Domingo Dambra, Diego Ignacio Dambra, Nicolás Alberto Dambra.

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Material Promocional de la AAPM

Se encuentran en venta nuevos artículos promocionales con el logotipo de la Asociación. Se trata de autoadhesivos rectangulares con la leyenda Pesca y Devolución, autoadhesivos redondes con nuestro escudo (donaciones de Diego Riesgo) y de bombillas fabricadas y donadas por Humberto Percalli. Estos artículos se agregan a los tradicionales pins, patches para chalecos de pesca y escudos para sacos que se venden en secretaría.

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Primer Festival Internacional de Mujeres Pescadoras con Mosca

Organizado por el Golden West Women Fly Fishers, entre los días 6 y 8 de diciembre próximo tendrá lugar el primer Festival Internacional de Mujeres Pescadoras con Mosca, en el Fire House de Fort Mason, San Francisco, California.
La entidad organizadora fue fundada en 1984 y tiene más de 130 miembros. El Festival cubrirá los siguientes eventos: Organización de Clubes, Educación, Actividades de Conservación, Sesiones de Habilidad de Pesca, Actividades Sociales, Remates y Programas de Entretenimiento.
Para mayor información dirigirse a Fanny B. Krieger, 790 27th Avenue, San Francisco, California CA 94121, USA.

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Carta de Lectores

Por la presente me dirijo a Ud. adjuntándole un artículo, escrito por el que suscribe, que fue publicado por la revista Aire y Sol, como carta de lectores y como es mala costumbre de los medios la retaciaron.
Creo que sería conveniente publicarla íntegramente, ya que hay conceptos erróneos en la gente sobre el problema.
No se si el Sr. Presidente lo ha notado, pero la calidad de la pesca en la zona de San Martín y Junín de los Andes ha decaído en forma alarmante. Ya no es cuestión de reglamentos ni de posturas heroicas, hay que respetar lo ya exhaustivamente expuesto y hacer cumplir al pié de la regla el reglamento.
Lo mismo que sucede en el deporte (juegos, al decir del Sr. Anchorena) el negocio se impone sobre lo bueno. Los dueños de estancias sobre el río se benefician económicamente con la pesca y la cuidan mal. Si bien es cierto que la mayoría de los extranjeros practican el Catch & Release, esto no sería suficiente, ya que la presión de muchas cañas diarias en un sector del río es muy perjudicial, sugiero que se les pase una nota indicándoles que lo sano es una por pool y no dos días seguidos. Les va a costar trabajo aceptar esto y los guías pondrán el grito en el cielo, pero es el caso de la gallina de los huevos de oro.
O cuidamos la pesca o nos quedamos sin pesca.
Lo saluda atentamente,
Jorge C. Donovan

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Catch & Release

Me llama la atención, que un pescador de mosca, no sepa la filosofía del Catch & Release. Nadie jamás pretendió, que un pescador de mosca, pudiera depredar un río, al límite de concluir con la existencia de truchas en el mismo. Cuántos peces puede matar un pescador deportivo, el número es tan exiguo, que no vale la pena ni pensarlo.
La captura y suelta tiene otro sentido. Los pescadores de mosca, por el simple hecho de haber llegado a serio, deberían ser conservacionistas. Ser un “carnicero” de pesca, esta en contraposición conelarte de pescar con mosca, con cañas finas y leaders delicados.
Matar un pez, dos peces, diez peces, no noS hará depredadores. LOs pescadores de mosca, pretendemos, egoistamente si se quiere, conservar nuestra diversión. Sin truchas el hobby se acaba. Algunas truchas se mueren aún después de soltarlas, pero muchas viven, no por pescarlas una o más veces, pierden la salud.
De lo que estoy seguro, es que de las se sueltan un gran porcentaje vive, de las que se matan, no vive ninguna. Con respecto a las truchas que mueren y se ven muertas por el río; en el río Malleo, que es donde más tiempo se ha aplicado el método; en los muchos años que lo pesco, no he encontrado esos cadáveres. Sí he comprobado su recuperación, hasta convertirse en el mejor pesquero de la zona Junín de los Andes.

Otra mala información, es con respecto al salmón encerrado, si todos se mueren. ¿Cómo se recobró el río Traful? Se morirá un porcentaje, otro porcentaje vivirá. Las afirmaciones terminantes erran muchas veces.

Qué sucede con los lugares de pesca, donde la captura y suelta, es obligatoria. Aunque no se vigile, todo aquel que no lo cumple está violando una disposición oficial, que contempla penas diversas, para los carniceros o furtivos. Se pone una traba más alos depredadores. Los ladrones y criminales están fuera de la ley, muchas veces cometen actos que no son descubiertos, por lo tanto no son castigados, lo que no quiere decir que la leyes mala o que no se cumple. Hay veces que no se puede.

Si los mosqueros no damos el ejemplo, los pseudo pescadores hacen su América.
No es ni el árbol, ni el monte, es simplemente la colaboración de los deportistas, para conservar la naturaleza. El hecho que el aficionado mate por deporte, justifica que se mate para comer o vender. En este último caso, fomentaríamoslas matanzas. Si yo deportista mato, porqué no matar quien tiene una necesidad económica. Claro que no sabe o no quiere saber que los peces tienen dueño, que es el estado. Matar para comer o vender es un robo.Tampoco le pertenece al aficionado, pero éste no comete delito, ha comprado un permiso de pesca que lo autoriza a pescar, a guardar uno o dos pescados fruto de su pesca.
Se equivoca quien dice y cree, que el catch & release se impuso fácilmente en la Argentina. Tardó treinta años, aún hoy no está totalmente aceptado. Se necesita, no porque el aficionado deprede, sino para que no depreden los demás; como por ejemplo los ferreteros del río, que para demostrar su habilidad, exhiben, con orgullo, sus freezers llenos de truchas. (Río Gallegos, información de Pablo Martelli).
En la revista norteamericana “Fly Fisherman”, de Septiembre de 1989, publicó una carta de un señor Sidney Du Broff desprestigiando el catch & release, pocas veces he leído imbecilidades tan grandes como las que escribe este señor, cuyos argumentos no solo no convencen sino que producen náuseas. Gracias a Dios, individuos como éste, sirven para prestigiar el método.

Con respecto a la siembra, coincido en parte. Si se cuidaran los lugares de desove, en la Argentina la repoblación natural estaría ya garantizada. No hay que comer todo lo que se saca, porque sucede lo del Chimehuin…, los grandes ejemplos del Catch & Release, son el río Malleo, el Traful y ahora el Meliquina. (Me dicen que lo flotan, los socios de un club de pesca. Mi opinión es que tiene poca vida. No solo no hay que flotarlo sino limitar el N° de cañas diario).
Se necesitan ictiólogos con técnicas y equipos modernos para completar el éxito de estos ríos.

Tengo entendido que en los ríos ingleses, Test é Itchen hace cuatrocientos años que se siembran anualmente. Siguen siendo ríos famosos por la calidad de su pesca, sin catch & release, pero con atención esmerada de los ríos. En cambio en USA lo que se siembra por la mañana; está en el sartén por la noche.
El Catch & Release no es,la panacea universal, es una herramienta más. Si Ud se hace adicto al método, no se convierte en conservacionista, pero sí ayuda a que se deprede menos
Buenos Aires, 23 de Marzo 1996
Jorge C. Donovan

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Tricópteras patagónicas

Por Jorge Calandra

Continuando con la discusión de los principales insectos acuáticos patagónicos, ahora es el turno de este Orden tan amplio y diversificado.

El Orden Tricóptera está representado en la Patagonia y Chile por cientos de Especies citadas, pertenecientes a más de una docena de Familias, algunas de las cuales agrupan más de cien Especies (Ver Apéndice 1).
Es obvio, dado mi escaso conocimiento sobre el tema, que nunca hubiera podido recorrer este enorme laberinto sin un Angel Guardián.
En este rol he tenido la gran suerte de contar con la ayuda de la Doctora Elisa B. Angrisano, del Departamento de Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Los aciertos son de ella, los errores míos.

Gracias a sus comentarios fue fácil discernir que este Orden debía ser tratado en forma diferente del estudiado anteriormente. Plecóptera.
En este último caso un enfoque detallado de su morfología fue relativamente manejable y útil, ya que sus Familias ocupan nichos relativamente definidos y tienen características físicas reconocibles fácilmente, datos útiles y prácticos para el pescador.
En el caso de las Tricópteras, las diferencias entre algunos Géneros y sobre todo entre Especies son muy sutiles e identificables sólo con el microscopio. Por suerte, ya pesar del frondoso equipo con que llegamos al río, todavía no hay muchos pescadores que carguen con un microscopio. Lupa sí, pero ahí paramos los más entusiastas.
Como pescadores, no nos interesa identificar taxonómicamente un insecto y asignarle un nombre, salvo en el caso de correspondencias tradicionales entre Especies y “pattems”. En el caso de las Tricópteras esto último no sucede en general y sí es muy importante conocer el color, el tamaño y el estado, datos fáciles de adquirir obteniendo muestras. En caso de no obtenerlas, también es útil conocer el hábitat predecible y el comportamiento.

Por suerte para nosotros, las Caddis se pueden agrupar (según estas características) en grandes grupos.
Las Tricópteras es un Orden que experimenta metamorfosis completa, como sus primas las Lepidópteras (mariposas y polillas). Esto significa que pasan de huevos a larvas, luego a pupas y por último a adultos.
Recordemos de paso que las Plecópteras y Efemerópteras poseen metamorfosis incompleta, pasando directamente de larvas a adultos.
La razón de la necesidad de la etapa de pupa es que las diferencias morfológicas entre la larva y el adulto son demasiado grandes, y es necesario un paso intermedio.

Por lo tanto los diferentes estados son muy disímiles entre sí. Esto, para el pescador, significa conocer cómo es y cómo se comportan la larva, la pupa y el adulto.
Veremos ahora la larva

LARVA

La larva tipo es elongada, con una cabeza bien diferenciada y sin antenas. El orificio por donde hila la seda está en la parte delantera de la cabeza, sobre los labios. No posee receptáculos alares pero su tórax está esclerotizado y es más oscuro (Fig. 1). Sus patas, ubicadas en el tórax, están bien desarrolladas. El abdomen es obviamente segmentado y su largo tres O más veces la longitud del tórax.

Si son llevadas por la corriente, sin su refugio, la larva adopta una posición notoriamente curva.

APENDICE 1

Por falta de estudios de campo los conocimientos larvales de Tricópteras son escasos. Se ha supuesto que las Familias, Géneros y Especies identificadas en Chile también se encuentran en la Patagonia. El objeto de este cuadro es mostrar la gran variedad taxonómica del Orden Tricóptera, y está abreviado.

El refugio es uno de los triunfos evolutivos de las Tricópteras. Durante mucho tiempo se pensó que su fUnción era primordialmente de protección y mimetismo. Si bien cumple esa función, hoy se sabe que está relacionado con importantes adaptaciones incluyendo comportamiento alimentarlo, distribución del hábitat y, muy especialmente, respiración.
Hemos hablado de la evolución dentro del Orden. La complejidad de la construcción de este refugio refleja el grado de evolución de cada Familia, Género y especie.

Desde la Familia Hydrobiosidae (antes Rhyacophilidae) que pasan libres todo su estado larval hasta el elaborado refugio helicoidal de la Helicopsychidae (Ver Apéndice 2).
Las Caddis son hidropnéusticas, ya que su respiración se lleva a cabo a través de las superficies cutáneas blandas, incluyendo agallas filamentosas en muchas Familias.
El capullo, con su forma tubular, consigue aumentar el flujo de agua sobre estas superficies al mover la larva el abdomen en forma ondulatoria (Fig. 2) y ésto permite a algunas Familias ocupar nichos en aguas con bajo contenido de oxígeno, que les estarían vedados si no lo pudieran compensar de alguna manera.
El pescador debe tener en cuenta que todas las larvas de los insectos acuáticos son arrastradas periódicamente por la corriente. Estos desplazamientos a veces involucran una gran cantidad de larvas, aunque estén protegidas por sus refugios. A este fenómeno se le llama entomológicamente Derivas (Drifts) y se agrupan, de acuerdo a sus causas, en dos grandes grupos: Derivas Catastróficas y Derivas de Comportamiento (Behavioral Drifts).
Las primeras son por muchas causas. algunas tan importantes como una crecida violenta o tan pequeñas como una tropa de vacunos entrando a tomar agua. O un pescador vadeando sin cuidado.

Las causas de las Derivas de Comportamiento no son todavía muy comprendidas, pero parecen ser un mecanismo periódico adoptado por la naturaleza para evitar la superpoblación en un área determinada y la consiguiente presión sobre nichos establecidos.
La mayoría de las larvas de Caddis son fototrópicamente negativas, su mayor actividad está regida por la ausencia de luz en su hábitat, con picos al ponerse el sol y al amanecer. Comparten esta actividad con las Efemerópteras y las Plec6pteras, y ésto es una de las razones del éxito del pescador en esos momentos del día.

De la menor a la mayor complejidad de sus refugios las larvas pueden agruparse de la siguiente manera:

Sin Refugio -Típicamente la familia Hydrobiosidae (antes Rhyacophilidae). Estas larvas pasan sus cinco estadios desplazándose sobre las piedras del fondo, aseguradas por un hilo de seda que van extruyendo al desplazarse.
Recién construyen un refugio al comenzar su transformación a pupa. Son larvas agresivamente predadoras, atacando larvas más pequeñas y restos animales.

Otras familias que no construyen cápsulas elaboradas aunque sí refugios primarios de seda son las fabricantes de redes, donde filtran el alimento que les entrega la corriente. Típicas familias de este tipo son las Hydropsychidae, Philopotamidae y Ecnomidae. Estas larvas se ubican inmediatamente corriente abajo de sus redes (de diversas formas y mallas) protegidas en los intersticios de las piedras, y captan la vibración de los hilos al atrapar las partículas de alimento. Salen rápidamente y lo comen, en una acción parecida a los Arácnidos.
El uso de redes filtradoras restringe el hábitat a aguas que se mueven (inclusive orillas de lagos batidas por las olas).
Estas larvas que hemos descripto constituye el grueso de las larvas libres que se encuentran en las Derivas. Durante mucho tiempo, y al observarlas muertas en colecciones, se las imitó con anzuelos de pata recta. Hoy, gracias a observaciones in situ con equipos de buceo, se sabe que, al ser arrastradas, adoptan una posición curva evidente, pudiendo ser esta actitud uno de los “gatillos” que atrae la atención del pez.

Con refugios como canarazón tortuga -Típicamente la Familia Glossosomatidae. Estas Familias son el paso siguiente en el proceso evolutivo y la forma de su refugio les permite ocupar la zona de agua más lenta pegada a las piedras mientras se alimentan de las algas que las cubren. Sus caparazones están hechas de hojas o guijarros y la respiración se produce por el agua que fluye entre sus intersticios, lo que indica que habitan aguas bien oxigenadas.
Como cambian de refugio en cada estadio (y hemos comentado que en las Tricópteras éstos son cinco) para construir uno más grande, es en esos momentos cuando pueden ser arrastradas por la corriente en una Deriva que presenta oportunidades al pez y al pescador.

Con refugios tubulares o piramidales elongados – Las Familias representativas son las Lirnnephilidae, Leptoceridae y Philorheithridaeque, con la seda como material aglutinante, fabrican tubos resistentes y organizados utilizando trozos de vegetación béntica (palitos, detritus vegetales) o guijarros más o menos pequeños.
La Familia Helicopsychidae también se aloja en tubo cilíndrico, pero lo construye en una forma helicoidal de caracol que la hace inconfundible.

Libres durante 4 estadios –
Esta Familia (Hydroptilidae) es generalmente ignorada, ya que su pequeño tamaño (hasta 5 mm.) las hace difíciles de distinguir en su estado larval. Los pescadores llaman a todas las Tricópteras pequeñas Microcaddis, aunque ésta es la única que entomológicamente lleva este nombre.
Es una Farnilia enonnemente evolucionada y, por lo tanto, habita un gran número de ambientes lénticos y lóticos, en muchos casos marcadamente eutrópicos (ricos en nutrientes pero muy bajos en oxígeno).
Construyen, al iniciar su 5° estadio, refugios tubulares con muy diversos materiales y fonnas: seda solamente, detritos vegetales y pequeños guijarros; de sección cilíndrica, rectangular y achatada.
La Fontaine piensa que la mosca Brassie, de tanto éxito en Colorado, USA, representa una Hydroptilidae cuyo refugio está construido con pequeños trozos de feldespato, granates y esquistos, minerales que abundan en el fondo de los ríos de la zona.

COMO IMITAR LA LARVA

Teniendo en cuenta lo que hemos dicho respecto al comportamiento de las mismas es obvio que, en la enorme mayoría de los casos, los peces las toman hurgando en el fondo o en la primera capa de agua sobre él, aprovechando las Derivas.
La historia de la pesca con imitaciones de larvas de Tricóptera (libres o en refugios) parece comenzar, aunque no intencionalmente, con Edward R. Hewitt en los ríos del noreste de Estados Unidos a principios de la década del ‘30.
Invitado por G.M.Skues a compartir sus ríos alcalinos, del Sur de Inglaterra, comprobó rápidamente al regresar a su país que el método utilizado por el maestro en los lentos y plácidos ríos de Hampshire no podía utilizarse en los turbulentos ríos que él pescaba.

Mientras Skues pescaba a peces que veía comer, lanzando corriente arriba, la superficie quebrada de sus ríos impedía a Hewitt hacer lo mismo. Ya en 1933 publicó “Handbook of Ay Fishing” donde dice que hay que lanzar hacia arriba, pero a unos 45°, con moscas pesadas y “leaders” largos, para conseguir que la mosca llegue al fondo. Mientras Skues posiblemente pescaba “emergers”, Hewitt buscaba las ninfas ¿o larvas? en el fondo.
Como hemos dicho, cuando las pupas libres derivan lo hacen adoptando una posición curvada, mientras los refugios son en general rectos. Esto indica que, de acuerdo a qué situación se quiera imitar, se usarán distintos anzuelos.

Larvas sin refugio -Sabemos que los picos de su presencia (aunque están durante todo el día) se producen a la caída del sol ya la salida del mismo. Deberemos imitarlas sobre todo cuando pescamos en esos momentos.
Copiando su posición curvada, usaremos los siguientes anzuelos:

PARTRIDGE: K2B, K12ST, MMIB, GRS7MMB
MUSTAD: 37160, 37162, 37161
TIEMCO: 2457, 2487, 205BL, 346Z
ORVIS: HEAVY WIRE CADDIS, CADDIS NYMPH
DAI RIKI: 135
DAIICHI: 1130, 1140, 1150

Dada la enorme variedad de tamaños de las pupas, no sólo por sus diferencias evolutivas sino también por sus numerosos instar, se pueden,usar anzuelos de #6 al #14.
Con tan gran variedad de colores, conviene encontrar, como de costumbre, muestras en el sector de río a pescar. Las áreas iniciales deben preferenciar las salidas de rápidos y correderas si las hubiera, aunque algo más lentas que las que habitan las ninfas de Plecópteras. En caso de no encontrar muestras, probar con colores BCS 14,33,15,100, 116 ó 91.

Algunas de las recetas que pueden imitar a las larvas son las siguientes:

LATEX LARVA
Hilo: Negro
Bajo cuerpo: Floss color apropiado
Sobre cuerpo: Latex
Cabeza:Herl pavo real, avestruz

GILL-RIBBED LARVA
Hilo: Negro
Cuerpo: Floss color apropiado
Rib: Herl pavo real o avestruz
Counter rib: Alambre fino
Cabeza:Herl pavo real o avestruz oscuro

BREADCRUST
Hilo: Negro
Cuerpo: FIoss color apropiado
Rib: Raquis gallo marrón
Hackle: Grizzly Hen corto

LA FONTAINE CADDIS LARVA
Hilo: Marrón
Rib: Hilo o raquis marrón o negro
Cuerpo: Dubbing color apropiado
Torax: Dubbing más oscuro
Hackle: Grouse o partridge

Larvas con refugio -Ya vimos que las larvas con refugio también derivan y además son tomadas por los peces hurgando en el fondo. Observaciones subacuáticas con equipos de buceo llevadas a cabo por La Fontaine descubrieron un detalle significativo que puede ser un gatillo importante: lejos de parecer inmóviles, los refugios mostraban claramente la parte delantera de la larva moviéndose constantemente y el material de los mismos con un juego cambiante de destellos y sombras.
Por ser la gran mayoría rectos, los anzuelos tendrán sus patas de la misma forma y los más indicados son:

PARTRIDGE: H1A, CS28GRS, H1A, D3ST, D4A
MUSTAD: 9671, 3906B, 94831, 7957B
TIEMCO: 3761,2302,5262
ORVIS: TRADmONAL NYMPH
DAI RIKI: 070, 730
DAIICHI: 1280, 1710

Notarán que hay anzuelos livianos y otros pesados. Como veremos más adelante, esto permite tener el peso en la mosca misma (más aún si se agrega peso a un anzuelo ya pesado de por sí) o agregar pesos al “leader”. Los tamaños serán en general algo más grandes que la larva libre correspondiente, por lo que convendrá atar las imitaciones en anzuelos #4 al #10.
Como hemos visto, estas larvas viven en aguas más lentas que las anteriores, hasta en lagos.

Algunos “patterns” pueden ser:

STRAWMAN NvMPH
Hilo: Marrón o Negro
Refugio: Pelo ciervo como
Muddler, e irregular(2/3)
Cuerpo: Dubbing o chenille (1/3)

PEEKING CADDIS
Hilo: Marrón
Rib: Alambre cobre
Cuerpo: Hare’s mask tosca
Hackle: Perdiz marrón wet
Cabeza: Herl avestruz negro

LA FONTAINE CASED CADDIS
Hilo: Marrón
Refugio: Pecho pato palmer escaso recortado, mezclado en colores
Cuerpo:Dubbing o chenille(1/4)
Hackle: Barba larga grouse

REALISTA
Hilo: Negro
Refugio: Dubbing algodón o lana, impregnado cemento y cubierto arena o palitos (3/4)
Cuerpo: chenille (1/4)
Hackle: Barba larga grouse o perdiz

Larvas libres hasta 5° estadío. – Si bien son de tamaño muy pequeño (hasta 5 mm.) hay veces que su abundancia las convierte en una fuente alimentarla importante. Como en todas en estas situaciones, los peces desarrollan una gran selectividad y conviene tener algunas pequeñas (anzuelo #18, #20) en un rincón de la caja de moscas.
Un poco de “dubbing” en el anzuelo, del color apropiado, basta.

TÁCTICAS DE PESCA

Teniendo en cuenta lo que hemos dicho respecto al comportamiento de las larvas, es obvio que los peces las toman en el fondo o muy cerca de él.
Para alcanzar estas zonas, se usan generalmente dos métodos: el de Hewitt y el de Chuck Fothergill. Los dos utilizan líneas flotantes y “leaders” largos (12 pies).

Hewitt no cargaba sus moscas, la profundidad se consigue lanzando lo más corriente arriba posible, para que la mosca, esencialmente libre, vaya descendiendo. obviamente la distancia del lanzamiento dependerá de la velocidad de la corriente y de la profundidad.
En general la línea se mueve algo más rápido corriente abajo que la mosca. Conviene hacer “mends” continuamente. Pequeños pero constantes. Con este método la mosca se enganchará en el fondo más seguido que con el método siguiente, ya que la mosca va más cerca del lecho del río. Conviene usar “strike indicator”.
En el método de Fothergill hay que usar “leaders” anudados. Además de cargar algo la mosca en sí, se van agregando pequeños pesos en los nudos del “leader”, empezando por el más cercano a la mosca, en la unión con el “tippet”.
Se lanza desde 45° a 90° respecto a la corriente, con una línea muy corta (alrededor de 10 metros). Con 4 metros de leader y una caña de 9 pies, queda muy poca línea en el agua. La caña se mantiene casi perpendicular.
Con los pesos que se han agregado, es peligroso hacer un “cast” normal. Se deja eventualmente derivar la línea y al llegar corriente abajo, se lanza nuevamente al punto elegido utilizando la tensión superficial del agua para “armar” la caña. Conviene usar una línea de una o dos medidas más pesadas que lo habitual.
Ahora pasaremos al segundo estadio del insecto: la pupa.

PUPA

Todas las larvas de Tricópteras, libres o no, se encierran en un capullo para efectuar su transformación a Pupa.
Como ya insinuamos anteriormente, la etapa pupa es necesaria para permitir una marcada divergencia entre la larva y el adulto.
Debido al estado intermedio de pupa, la larva puede ser bastante diferente del adulto, y esto le ha permitido adaptarse a diferentes condiciones. Esta es una de las razones por la cual las Tricópteras y las Dipteras han llenado muchos más nichos que otros insectos acuáticos. Esta profunda transformación dura de dos a tres semanas, al cabo de las cuales emerge la pupa, con todas las características del adulto, pero envuelta todavía en la cutícula exterior de la larva.
Su aspecto es elongado, con largas patas en constante movimiento, largas antenas dispuestas hacia atrás y dos alas incipientes pegadas a los costados del cuerpo (Fig. 3).

No adopta la posición marcadamente curva de la larva, y todas tienen el mismo aspecto, variando el tamaño y el color según la especie.
Al salir de su refugio, la cutícula exterior comienza a llenarse de burbujas de aire, que ayudan a la pupa a desplazarse hacia la superficie.
Algunas pocas Familias se desplazan por el fondo, llegando a la orilla, donde emerge el adulto. Los ejemplares de 1a mayoría de ellas asciende por la columna de agua hasta llegar al menisco.
Hasta hace poco tiempo se creía que ese ascenso era en todos los casos sumamente rápido (como soltar un globo lleno de aire desde el fondo de una pileta) y que la pupa, al transformarse en adulto también atravesaba el menisco explosivamente.

Una vez que la acumulación de gases le confiere flotabilidad positiva, el insecto comienza a subir en el agua, ayudándose con enérgicos movimientos de las peludas patas.
Observación sub-acua ha demostrado que ésto no sucede, y posiblemente esta confusión es el origen del a veces poco éxito al pescar imitando de ese modo este estado.

En realidad lo que sucede es que al dejar el refugio en su viaje a la superficie, el insecto tiene que generar las burbujas de aire dentro de su cutícula. Mientras ésto sucede, la pupa (en realidad ya ahora es un adulto envuelto en una cobertura flexible) es arrastrada por la corriente. Esto puede prolongarse por horas (en el caso de algunas especies), mientras los peces aprovechan esta “deriva” cerca del fondo, sin mostrarse para nada cerca de la superficie.

Al llegar al menisco, todos los insectos emergentes tienen una enorme dificultad para atravesarlo. Mientras hacen grandes esfuerzos por perforarlo, son llevados por la corriente hasta que tienen éxito, aunque siempre un número no lo logra y continúan sin eclosionar.

Una vez que logran llegar a la superficie, vuelan rápidamente.
Obviamente los peces, persiguiendo el mayor insumo con el menor esfuerzo, se enfocan en los dos momentos y zonas de mayor concentración: cerca del fondo y en el menisco.
Ninguna de las dos actividades es claramente visible para el pescador.

CÓMO IMITAR LA PUPA

Como hemos dicho, las pupas no presentan la aguda curvatura de las larvas. Anzuelos con pata recta o suavemente curvos son muy aptos para imitar este estadio; y la mayoría de las recetas puede atarse agregándole o no pesó al anzuelo, dependiendo esta decisión de las dos zonas en la columna de agua donde queremos concentarnos: cerca del fondo o en el menisco.

Es importante recordar que tanto las larvas como las pupas, en su deriva, no son revolcadas por la corriente, como sucede con Efemerópteras y Plecópteras.

Su actitud es normal, con la cabeza enfrentando la Corriente y, el dorso hacia arriba, las patas hacia abajo. Por lo tanto, al cargar el anzuelo con alambre, conviene colocar el primer tramo debajo y siguiendo a la pata. Si se quiere cargar más, se puede enrollar entonces el peso de atrás hacia adelante, tanto como se quiera cargar la mosca.

Como las pupas son algo menores que las larvas y bastante más chicas que los refugios, no es necesario usar patas largas en los anzuelos, eligiendo los de largo standard:

PARTRIDGE: L2A,L3A,A,L3B,L3AY,CS20
MUSTAD: 9480,94842,94859,94845,7948A
TIEMCO: 100,101,102Y,400T,5210,900BL
ORVIS: BARBLESS, EXTRA FINE, WIDE GAFE DRY
DAI RIKI: 305,310,300
DAIICH: 1100,1110,1170,1180,1190

Tamaños del #10 al #18, Hasta #20 para Hydroptilidae.

Durante mucho tiempo las imitaciones se ataron tomando como modelos pupas fuera del agua e ilustraciones de libros o artículos de entomología.
Como hemos visto, eso no es lo que ven los peces, Al llenar se la cutícula exterior de aire, la pupa adquiere, por reflexión y refracción del mismo, el aspecto de un pequeño objeto iridiscente y brillante, semejando más unas gotas de mercurio que las ilustraciones tradicionales (Fig, 4), Creo que este enfoque para atar las imitaciones es el más indicado, aunque mucha gente todavía usa los “patterns” tradicionales,
Estos se encuentran en muchos libros y artículos que tratan el tema, y son demasiado numerosos para cubrirlos en este artículo.
Los que deseen probar el enfoque decididamente impresionista pueden atar la Emergent Pupa de La Fontaine (para pescar el menisco, sin peso extra) o la Deep Pupa del mismo autor para pescar el fondo. Estas dos moscas han generado otros “patterns”, ya que en el fondo es un estilo de atado más que una sola receta.
Lo importante es atarlas con Antron* o Creslan*, ya que estos hilados sintéticos atrapan las burbujas de aire y su propio índice de refracción es muy similar a ellas. Me llegan noticias de pescadores expenmentados que el “dubbling” de jabalí, preconizado por Anchorena, da igual resultado.
Ultimamente han aparecido unas imitaciones de pupa atadas utilizando pequeñas cuentas de plástico iridiscentes llamadas (las que yo conozco) Scintillator Bubbles, que están en venta en algunos catálogos, así como cuentas de vidrio en varios colores. No conozco qué resultado dan, pero me parece que vale la pena probarlas, Esta es una de las cosas que hace divertido atar moscas ¿no les parece?
No olvidemos que las “Spiders” (llamadas generalmente “Soft hackles”) imitan bastante bien a las pupas.
En cuanto a colores, de nuevo el mismo consejo: traten de obtener muestras. Si no se consiguen, probar con beige BCS97, oliva claro 110 ó 142,’ naranja 46 o amarillo suciO 39.

TÁCTICAS DE PESCA

Ya habiendo imitado el aspecto que presenta la pupa al pez, hemos provisto uno de los “gatillos” importantes.

Ahora tenemos que imitar el comportamiento.
Por lo pronto, hay una gran diferencia entre a larva y la pupa del mismo insecto. La primera enva sm movimiento, con el cuerpo curvado y las patas inmóviles. La segunda, además de no cur-
varse casi nada, le agrega un ingrediente mientras se eleva, sus patas se mueven como remos o como un nadador que nada estilo pecho.
Esto hace que la pupa se desplace transversalmente a la corriente. El mejor modo de imitar este desplazamiento es lanzar la línea ligeramente corriente arriba, a unos 600, con un cast curvo, de modo que la mosca quede corriente abajo del “leader”.
Luego de una corta deriva muerta, hacer un “mend” corriente arriba tratando de darle un pequeño tirón a la mosca al hacerlo.

Es como si hiciéramos un “mend” mal hecho y moviéramos la mosca al realizarlo.
Luego se continúan estos movimientos hasta que la mosca quede corriente abajo. Luego se repite el lanzamiento, siempre tratando de terminar el recorrido en la “costura” entre la corriente más rápida y la más lenta contra la orilla.

Si se elige pescar abajo del menisco, usar línea de flote.
Si cerca del fondo, una Wet-Tip, de densidad acorde con la profundidad y velocidad de la corriente.

¿Cuándo pescar la pupa?
El pico de actividad de las caddis cubre, en añoS normales, de Noviembre a principios de Marzo. Pero como hemos dicho que las pupas están en movimiento desde varias horas antes de verse adultos eclosionando, Conviene reconocer algunos signos de lo que sucede debajo de la superficie.

Un dato para desentrañar este misterio es que algún pez de regular tamaño salta sobre la superficie. Esto sucede cuando, persiguiendo una pupa cerca del menisco, el envión le hace atravesar la superficie y proyectarse sobre ella.
Otro indicio es que la mayoria de los peces que se nos muestran lo hacen generando bultos o chapoteo (Bo. Mosquero, Primavera ‘95). La primera de estas formas se produce en aguas lisas aunque de regular correntada, la segunda en aguas quebradas y más rápidas.
El último dato para identificar esta “eclosión oculta” es que, a pesar de los dos indicios anteriores, no se ven insectos posados en la superficie. Recordemos que, a diferencia de las Efemerópteras, las Tricópteras no se quedan mucho tiempo en la superficie.
La mayoría de los pescadores creen que se está en el medio de una eclosión cuando ven muchas caddis sobrevolando el agua. Cuando sucede ésto, la eclosión ya se ha producido hace rato. Estos insectos volando están involucrados en una danza nupcial o tomando agua del río.

A diferencia de las mayflies, a las caddis adultas no se les atrofia el aparato digestivo y su aparato bucal es un tubo enrollado, como el de las Lepidópteras. Sobreviven varios meses tomando néctar de las flores, agua del rocío, ríos, charcos y parches húmedos en la tierra. ¿Recuerdan haber visto cómo se congregan en estos parches? Es por esos que los adultos siempre están cerca del río.
Una vez que la pupa se libera de su envoltUra vuela rápidamente y, por primera vez, podemos ver claramente el adulto.

ADULTO

El insecto en este estadio tiene un aspecto distintivo: cabeza pequeña, ojos grandes con relación a la cabeza, largas antenas y alas triangulares que se pliegan sobre el cuerpo en forma de techo a dos aguas. Con una lupa de regular aumento es fácil distinguir la superficie de las alas cubierta de pequeños pelos (Fig. 5).
Cuando los adultos toman vuelo, muchos de ellos realizan una corta corrida sobre la superficie. Los bordes de las alas, proyectándose sobre los costados del cuerpo, actúan como estabilizadores y dejan una estela paralela muy notable, sobre todo para los peces que las miran desde abajo.
Una cosa importante a tener en cuenta es que el cuerpo del adulto es bastante más chico que el largo de las alas, y que, en vuelo, los adultos parecen más grandes y pálidos de lo que realmente son. La importancia de obtener muestras es subrayada una vez más.
Una vez que el adulto ha iniciado el vuelo, el comportamiento de los machos y de las hembras es diferente. Mientras los primeros sólo vuelven al río a tomar agua o participar en el rito nupcial, las hembras también vuelven a él para depositar los huevos que reiniciarán el ciclo. Estas dos actividades son vistas por el pez de muy diferente manera.
El adulto macho se posa en la superficie y deriva un corto trecho o revolotea en el mismo lugar sobre la superficie.

Las hembras depositan sus huevos de muy diferentes maneras, dependiendo de las especies. Algunas bajan al fondo caminando por las piedras o utilizando la vegetación cuyas raíces están en el lecho del río. Otras “corren” sobre la superficie dejando caer los huevos y por fin algunas se precipitan desde una altura apreciable, impactando el menisco y tratando de penetrarlo. Muchas, en todas estas ocasiones, se ahogan y no vuelven a levantar vuelo, pero también todas las que se dirigen al fondo llevan una burbuja bastante grande entre sus alas.

CÓMO IMITAR EL ADULTO

Lo primero a tener en cuenta es la diferencia entre el tamaño que ~ tener el insecto y el que verdaderamente tiene. Una vez que hemos atrapado un adulto y hemos apreciado el largo de sus alas, recordamos que éstas sobrepasan el cuerpo. En la Fig. 6 damos una equivalencia promedio entre largo alas, largo de cuerpo y anzuelos Mustad 94840, obtenida del libro de Solomon-Leiser.

En aquellas ocasiones que queremos imitar al adulto en la superficie, tenemos que recordar que el borde inferior de las alas tocan el agua a cada costado. Al atar las moscas que se mencionan a continuación, las alas deben envolver el cuerpo hasta llegar a los costados, cualquiera sea el material. De las muchas recetas que imitan este estado, podemos mencionar la Henryville Special, Solomon’s Hairwing, Wright’s Skittering Caddis, Troth’s Elk Hair, Goddard’s Caddis, Trude y La Fontaine Dancing Caddis.

Los anzuelos son los clásicos para mosca seca:
PARTRIDGE: L2A,L3A,GRS3A,A,L3B
MUSTAD: 94840,94842,94833,94859,3906, KEEL HOOK
TIEMCO: 100,101,102Y, 5210
ORVIS: BARBLESS, EXTRAFINE1, WIDE GAPE DRY
DAI RlKI: 305,310
DAIICHI: 1100,1110,1170,1180,1190,1310,1330
SWEDISH DRY FLY PARTRIDGE: PARA DANCING CADDIS.

En el segundo caso, usaremos alguna mosca húmeda clásica como la Hare’s Ear (la mosca con alas, no la ninfa) la Lead Wing Coachman o March Brown. También da muy buen resultado la La Fontaine Diving Caddis, con su ala de grouse, perdiz o pecho de pato y sobre-ala de Antron* o Creslan*. La burbuja atrapada por las alas es muy notable, así que usaremos los sintéticos incoloros, para que destellen más.
Los anzuelos, si se quiere pescar la mosca en la columna de agua deben ser pesados, del tipo Mustad 7957-B, Partridge G3A, Orvis Heavy Nymph Hook o similares.

Tamaños y colores de acuerdo a las muestras.

La mayoría de las veces intentaremos imitar a las hembras que, fracasado su intento de volver a volar, derivan ahogadas o aquellas que se dirigen al fondo respirando ayudadas por su burbuja de aire.

En el primer caso usaremos algunas de las clásicas “soft hackles” con anzuelos clásicos para mosca seca, como el Mustad 94840 y similares.

Como siempre, color y tamaño de acuerdo a las muestras que atrapemos en el aire o con la red sobre o debajo de la superficie.
La descripción del comportamiento de los adultos nos indica cómo pescarlos: aquí es el área donde se conectan la Entomología y la pesca.

TÁCTICAS DE PESCA

El énfasis reciente en la que llamaremos presentación “activa” de moscas secas representando caddis ha elevado lo que solía ser una táctica secundaria a una importante. Este cambio ha sido beneficioso ya que el pequeño movimiento o la corta “patinada” sobre la superficie realmente copian lo que hacen los adultos.
Pero como sucede muchas veces, el cambio ha ido demasiado al otro extremo.
Hoy hay pescadores que piensan que la mosca caddis seca debe pescarse activamente todo el tiernpo, y esto no es correcto.
Hay muchos adultos, especialmente hembras, que flotan serenamente corriente abajo. Las que dejan sus huevos en la superficie para que se hundan y aún las que se sumergen y vuelven a ella, descansan antes de emprender nuevamente el vuelo.
En la mayoría de nuestros ríos, por la velocidad de la corriente, los peces se mantienen cerca del fondo y suben a interceptar el insecto que les aparece en el círculo de visibilidad. El “rise” es el
clásico mostrando el lomo.
En estos casos, el conocido lanzamiento corriente arriba con la mosca inactiva da buenos resultados.
Para la mayoría de los casos, tendremos que usar una manipulación más activa de la mosca.
Un modo de conseguir ésto es el “bounce cast” indicado por La Branche en su libro “The Dry Ay and Fast Water”. La mosca, con un lanzamiento fuerte y la caña bajando hasta la superficie del agua, golpea la superficie y continúa hasta extender el “Ieader”. Esto causa una explosión de luz en el menisco, que le llama la atención al pez y se convierte en un gatillo importante. El secreto es conseguir este “pique” cerca del pez, para que éste lo pueda ver. Es como lanzar una piedra para que haga “patitos”.
El “bounce cast” puede ser seguido con un pequeño desplazamiento de la mosca hacia el pescador, cruzando la corriente, y luego dejar derivar un momento, para dar otro pequeño tirón. Obviamente, esta acción funciona mejor cuando la mosca está corriente abajo y derivando a partir de 45° del pescador. En general, este método no anda muy bien cuando el pescador potencia el .’deslizamiento” de la mosca a expensas de la deriva de la misma. Cortos “deslizamientos” y derivas más largas es lo que da resultados.
Como hemos dicho, un porcentaje alto de adultos no está en la superficie del agua, independientemente de cuántos haya en el aire. Más aún, cuando veamos muchos adultos volando creo que conviene pensar primero “mosca hÚmeda” y luego, si fracasamos, apelar a la mosca seca.
Los métodos mencionados para la pupa dan buenos resultados con adultos bajo la superficie. Las mismas tácticas que imitan la pupa en movimiento también copian, con los “pattems” correctos, al adulto.

COMENTARIOS FINALES

En esta pesca, las teorías de imitación (como lo ve el pez) y de presentación (la mosca actúa naturalmente) se unen en la pesca de caddis.
La pesca de adultos presenta un escollo para el pescador experimentado: muchos de los lanzamientos implican pescar con la mosca corriente abajo y ésto va a contrapelo con la costumbre de pescar rígidamente corriente arriba.
La fórmula clásica del “leader” (butt: 60%; reducción: 20%, tippet: 20%) es ideal para un correcto desenvolver del mismo al final del lanzamiento corriente arriba, pero causa problemas al pescar corriente abajo. Agregándole 50 a 70 cm de “tippet” especialmente flexible resulta un lanzamiento no tan perfecto pero muy apto para pescar corriente abajo, ya que la mosca deriva más tiempo sin demandas.
Bueno, hemos llegado al final de esta larga charla. Espero que aquellos que han tenido la tenacidad de acompañarme obtengan su merecido premio: divertirse un poco más cuando decidan pescar caddis y, edificando sobre la experiencia acumulada, decir “tengo que corregir aquello que decía el artículo. Y voy a dar una charla en la Asociación…”

Bibliografía

-El Orden Trichoptera en Argentina y países limítrofes -E.B. Angrisano PHYSIS 1995
-Contribución al Género Antoptila -E.B. Angrisano -Revista Sociedad de Entomología -1993
-Descripción hembra y larva de Mage1lomyia. E.B. Angrisano. PHYSIS- 1986
-Ecosistemas de Aguas Continentales (3 Tomos) -Lopretto y Te1l -Ediciones Sur -1995
-Wet Flies -D. Hughes -Stackpole -1995
-Caddisflies -G. La Fontaine -N. Lyons Books -1981
-The Caddis and the Angler -Solomon & Leiser -Stackpole -1977
-Moscas para la pesca -R. del Pozo- Everest -1987
-Aquatic Entomology -W.P. McCafferty -Science Books -1981
-The Fly-fisher’s Manual -K.M.Ligas -Private print- 1992
-Art of Tying the Wet Fly -Leisenring -Crown -1971
-Borger Color System -G. Borger -Tomorrow River Press -1991
-Nymphs -E. Schwiebert -Winchester Press -1973
-The Ecology ofRunning Waters -H.Hynes -U. of Toronto -1970
-Fisherman ’s Fly -D. Jacques -A & C.Black -1965
-A Book of Trout Flies -P. Jennings -Derrydale -1935
-Telling on the trout -E. Hewitt -Scribner -1922
-Hewitt´s Nymph Fly Fishing -Marchbanks Press -1934
-Hewitt´s Handbook of Fly Fishing -Marchbanks Press -1934
-Dry Fly and Fast Water -G. La Branche -Scribner’s -1914
-Los Insectos -W. Forster -Omega -1968
-Stream Insects of New Zealand -N. Marsh -Millwood -1983
-Trichoptera of Australia and New Zealand -British Museum -1953
-Catálogos Orvis. Kaufmann. Hunter´s, Bailey y Cabela´s
-The Hook Book -Stewart -Northland Press -1986

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Pescando streamers I

Por Marcelo Morales

Hace unos cuantos años cuando me inicié como pescador de mosca, los streamers reinaban supremos. Era el tiempo de las Blondes, Marabou Muddlers, Spuddlers y tantos otros streamers hoy posiblemente herrumbrados en algún rincón de nuestras cajas.
Por esos no tan lejanos tiempos, verdaderos cultores de los streamers lograron sacar con ellos truchas que hoy son casi un sueño, y lo hacían no solo porque las truchas grandes eran frecuentes, realmente conocían el arte en el uso de los streamers; la semilla plantada por el conocido Joe Brooks germino en el terreno adecuado.

Durante décadas Argentina fue la Meca para pescadores del mundo entero, cuyo sueño era sacar una trucha excepcional; los streamers fueron los artífices que hicieron realidad muchos de estos sueños. Aún hoy en día -con muchas menos truchas de gran porte que antaño- este tipo de moscas sigue llevándose las palmas a la hora de tentar a las grandes.

Todavía recuerdo como si me hubiera sucedido ayer, al Bebe Anchorena mostrándome como pescar la zona de la Boca del Chimehuín. Con una Platinum Blonde en la punta de mi leader, parados sobre la piedra de los 11, me regaló un par de truquitos como el Reel Inn, que sigo empleando cada vez que pesco con streamers.
El Sur que recuerdo tenía una magia muy diferente a la actual, la inmensidad y soledad de los ambientes todavía intacta impresionaba fuertemente nuestros sentidos. y la vista de un buen streamer anudado a nuestro leader, sumado a la promesa casi segura de una trucha estupenda, nos mantenía horas y horas envueltos en un clima muy difícil de repetir hoy.

Lamentablemente de los peces grandes ya casi nos va quedando el recuerdo. Muchos -entre los cuales me incluyo- tenemos parte de culpa por no darnos cuenta antes, cuánto más importante es el clima previo al pique y su logro, que el efímero placer que brinda un pescado después de muerto.

En el Boletín Mosquero de otoño del 96, se publicó parte del registro de capturas de la Hostería Chimehuín. Al repasarlo nos damos cuenta de lo efectivo que son los streamers con las truchas grandes, y la calidad que tenía la pesca hace poco más de 20 años.

Recuperar el pasado para que todos puedan experimentar lo que yo sentí, cuando a los 14 años lancé por primera vez una streamer en el Chimehuin, es tarea de todos. Si cada uno suma su grano de arena devolviendo los peces, sobre todo los de buen tamaño, pronto podremos volver a enfrentarnos a diario con esas truchas que forman parte importante en los sueños de cada pescador.

Paralelamente con la disminución de las truchas grandes, el arte de pescar streamers, enfocado principalmente en estas truchas, fue cediendo terreno entre dos modalidades muy efectivas para peces medianos y chicos. Las Secas y las Ninfas.

Poco a poco los pescadores comenzaron a creer que los streamers sólo son de utilidad al comienzo de la temporada cuando las aguas corren altas, o cuando los insectos acuáticos no están presentes. Esto constituye un gran error, los streamers no son moscas sólo para principiantes.

Un conocimiento y uso correcto de los streamers a lo largo de la temporada nos será de gran utilidad cuando las otras técnicas fallen.
Sucede que tanto la pesca de streamers, como las secas y ninfas son modalidades que han alcanzado elevados niveles de especialización. Esto hace que sea complicado dominar las tres y muchos pescadores se inclinan hacia una de estas técnicas, ya sea por placer o por no poder dominar todas ante la falta de tiempo.
Pescar eficientemente un streamer depende de nuestro conocimiento del medio y los peces que lo habitan. ¿ Cuántos usan streamers en los ríos del sur sin saber qué clase de peces forrajeros hay? .Ya es hora de que comencemos a pensar y diseñar moscas y estrategias para imitar alevinos de puyenes, bagres, percas, pejerreyes y otros forrajeros presentes en nuestras aguas.

Cuando pescamos confiadamente un sculpin es importante recordar que no hay esos peces en Argentina, lo que estamos imitando son bagres del torrente (Hatcheria macraei), alevinos de pesca (Percichtys sp.) o por qué no, cangrejos pancora, (Aegla sp.). Todos estos actúan y se ven diferentes a los verdaderos sculpins del hemisferio norte, por lo que posiblemente tenemos que alterar tanto el diseño de nuestras moscas como la forma de pescarlas si queremos tomar la cosa con seriedad.

Al mismo tiempo cada uno de nuestros forrrajeros, bagres, pejerreyes, puyenes o percas se comportan de maneras totalmente diferentes, lo cual abre un amplio terreno para experimentar modelos de moscas y formas de pescarlas.

Viendo nadar a los bagrecitos por la noche, cerca de la orilla con la ayuda de una luz, me ha dado muchas respuestas sobre la efectividad de algunas moscas como las Wooly Buggers, Marabous y Blondes. Las pancoras -si bien son crustáceosdes- pliegan al nadar habilidades de alevinos. No dudo que varios streamers son tomados por las truchas creyendo que son pancoras, langostas o ninfas grandes, especialmente los Buggers y los de cabezas Muddler, dependiendo de la forma en que son usadas.

Habrán notado que me refiero a bucktails y Muddlers como streamers. Tal como expresó Jorge Calandra en su conferencia sobre el tema, todos son streamers con diferentes materiales en el ala, por lo que a los fines prácticos de la pesca no conviene dividirlos demasiado.

La afición por los insectos que muestran las truchas puede inducirnos a ideas no siempre correctas. Los peces forrajeros y pequeñas truchas, aunque no nos demos cuenta, forman parte de la dieta, por ésto el uso adecuado de los streamers puede completar la estrategia de cada día de pesca.

Presentar de manera eficiente un streamer no es algo muy complicado; lo que sí tenemos que hacer, es estudiar detenidamente los comportamientos de los peces chicos. Tanto cuando están tranquilos como cuando son atacados; al mismo tiempo las reacciones del atacante son importantes para decidir cómo actuar. Prestando atención a todo esto no tendremos problemas en diseñar o elegir los streamers y pescarlos eficazmente.
Los peces chicos permanentemente están buscando comida, a tiempo que se mantienen bien alertas por si aparece peligro. Siempre los encontraremos en las inmediaciones de algún tipo de escondite, donde las truchas mayores no puedan entrar.

Las aguas bajas son lugares donde vemos alevinos; los troncos, rocas y vegetación son sitios también visitados. Cada vez que cerca de estos escondites ubiquemos zonas donde pueda esconderse al acecho una trucha grande, las posibilidades de haber dado con un buen apostadero aumentan.

Los streamers tienen que ser pescados cubriendo la mayor cantidad de agua posible, no solo en las partes hondas como generalmente acostumbramos, los alevinos no abundan allí.

Las partes bajas del río son áreas de primera para tirar streamers, y mientras la profundidad cubra el lomo de una trucha, podemos asegurar que vale la pena intentar. Cuántos se habrán sorprendido ante la ola de una trucha grande, asustada por nuestro descuidado paso por las aguas bajas.

Las truchas grandes esperan a cubierto que los peces pequeños cometan un error mientras buscan su alimento; nuestro objetivo como pescadores de streamers es imitar un pescadito en actitud vulnerable; ya sea porque ha incursionado más de la cuenta o porque se halla herido o enfermo y no puede mantenerse en un lugar seguro.
La mejor forma de mostrar un streamer a las truchas es lógicamente de costado, de esta manera éstas tienen una visión completa del streamer, y todas las características del mismo están a la vista, invitando al ataque. Es importante hacer notar que en la mayoría de ellos, la trucha grande (y demás peces de presa) toma a los peces chicos de costado, para luego, con un rápido movimiento de sus fauces darlos vuelta y tragarlos por la cabeza.

Muchas veces en mi trabajo de guía me ha tocado ver a truchas marrones (mayormente) atacar a otras truchas que se encontraban prendidas en una mosca. Siempre la trucha chica termina mordida brutalmente por el medio por la grande, que sacude la cabeza para atontarla y poder darla vuelta para tragarla de cabeza sin que escape. Esto significa que las grandes esperan hasta que ven claramente el flanco de las presas, y en ese momento deciden si la atacan o no.

Pescando en lagos con streamers desde un bote, podemos ver claramente como las truchas siguen al streamer y para morderlo lo rodean atacándolo por el flanco, es muy raro que lo hagan directamente de atrás.
Todo esto nos indica la regla básica para los streamers: emplear todos los medios para presentar nuestras moscas de lado, facilitándole a la trucha su ataque. Si no lo hacemos, la trucha tiene que moverse para tomar posición y las posibilidades que rechace totalmente al streamer aumentan mucho.

La técnica más elemental para pescar un streamer es castear atravesando la corriente permitiendo que el streamer describa un arco hacia nuestra posición, manteniendo la línea fija sin recoger. Podemos activar la mosca en aguas muy lentas con movimientos de la punta de la caña o cambiando el ángulo de tiro, pero sin usar la mano izquierda demasiado.

Esta técnica simula un alevino que cruza la corriente descuidadamente.

Esta sencilla técnica tiene sus refinamientos que incluyen el reposicionamiento de la línea alterada por las corrientes, el ángulo de tiro y el tipo de línea, y mosca. No es simplemente tirar el streamer y esperar que de vuelta sin hacer nada.

Generalmente el mosquero lanza a través de una corriente rápida, poniendo el streamer en aguas más lentas. Inmediatamente esto produce una curva en la línea que desplaza el leader y consecuentemente el streamer que comienza a navegar río abajo, presentado la cabeza en vez del flanco a las truchas. En este caso un “mend” río arriba cada vez que se forma la molesta panza, corrige la posiciÓn de la mosca que vuelve a nadar de costado.
En una situación diferente, puede que tirernos sobre una corriente lenta, poniendo la mosca en aguas más veloces. La línea entre el pescador y la mosca se queda atrás, adelantándose el leader y el streamer. La mosca empieza a nadar apuntado con la cabeza río arriba, mostrando la cola a las truchas. Aquí el “mend” lo hacernos río abajo, volviendo de esta rnanera el streamer a nadar correctamente.

Evidenternente para poder efectuar las dos correcciones anteriores tendrernos que usar una línea flotante. De las hundidas nos ocuparernos también, pero más adelante.

Al lanzar, el ángulo que le darnos a la línea sobre la corriente depende de la velocidad de las aguas; nuestro objetivo es que el strearner nade lo rnás posible de costado, a una velocidad tentadora. Esta velocidad no siempre es la rnisrna, hay truchas que prefieren un strearner nadando lentamente y otras que se inclinan por otro que escapa a mil. Tendremos que probar por lo tanto diferentes ánguloS tanto inclinando el tiro aguas arriba, a través o río abajo, haciendo “mends” para mantener la mosca de lado. ESto no quiere decir que podamos hacerlo de costado a lo largo de todo un recorrido, pero por lo menos tenemos que ponerlo de esa manera en el lugar más prometedor dentro del trayecto. La única manera es experimentar con diferentes ánguloS de tiro y distintas posiciones nuestras en el río.

No hay que ser holgazanes y movemos siempre en busca de un lugar que nos facilite el trabajo de la mosca. Tirar desde lejos es la mejor manera de arruinar un lugar; el streamer no puede ser corregido, y si pasa mal varias veces las truchas se alarman y ya no10 tomarán por más que tiremos un siglo.

En la próxima veremos como usar la mano izquierda y la caña para imitar distintas actitudes de loS alevinos, preferencias de las truchas en cuanto a colores, el USo de líneas de profundidad en esta pesca y todo lo que haga falta para reactualizar la pesca de strearners volviéndola al nivel que merece. Hasta la próxima.

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El viaje

Por Rómulo Perez

La cosa era simple, el Colorado y yo partíamos el miércoles y pescábamos hasta el martes.

Un día después me llevaba temprano hasta Bariloche, desde donde yo regresaba a Buenos Aires en el mismo avión en el que llegaba Marita, su mujer. Ellos pensaban quedarse una semana pescando y acampando cerca de Junín.

Había que ir a buscar primero la camioneta al campo de Gustavo, el amigo del Bonachón, que era amigo de mi amigo (el Colorado), donde había quedado hacía dos años para efectuarle algunas reparaciones que buena falta le hacían. Ambos compartían la propiedad del vehículo con el Tordo y en vista de que el arreglo era gratis, juntaron algunos pesos para cambiarle las gomas. y las colchonetaS, pues estaba preparada para albergar a por lo menos tres robustos pescadores, más una cocina y los inevitables bultos y equipos de pesca.

El jueves a mediodía, con un día de demora, Gustavo nos pasó a buscar por la casa del Colorado, donde olvidamos, después de cargar el equipaje, la caja donde estaba la comida. En vista de la falta de plata que crónicamente padecíamos, unos días antes habíamos comprado en el supermercado latas, embutidos, queso, arroz y otras vituallas para achicar el gasto. La cosa es que Marita, que es una luz, se fue hasta la terminal de Retiro con la caja y la despachó a Junín de los Andes, donde la recibiríamos al otro día.

En el camino nos enteramos que le habían cambiado el motor por otro V8 más nuevo, que un chacarero de la zona no podía mantener. y hubo que hacerle el seguro en Trenque Lauquen. Llegamos a Pellegrini antes de la hora de cenar. La camioneta estaba allí, la estaban lavando. No encontramos casi nada del equipo que disponía la caja carrozada, cosa que atribuimos a la falta de luz y al desorden. Optamos por aceptar la frugal cena y partir.

Gustavo nos dijo que las gomas estaban esperándonos en la gomería “24 horas” que encontraríamos frente al motel del ACA, en Santa Rosa. También nos aseguró haber cargado 40 litros de combustible.
Recorrimos apenas unos 15 kilómetros cuando la camioneta se detuvo. No tenía nafta.

La distancia era grande como para ir a incriminar a Gustavo a pie. Además era medianoche. Estábamos en el camino que iba de la RN N° 5 a Saliqueló, a unos 15 Km de esa ruta. Buscamos sin éxito ayuda en las inmediaciones. Una Ford Ranchero paró ante nues tras señas y aceptó llevarnos hasta la próxima estación de servicio. El tipo era bastante sospechoso. Nos preguntaba si éramos “chorros” y afirmaba que nos había parado porque vio la camioneta y que de estar sola la habría “limpiado”.
Nunca supimos si nos estaba tomando el pelo, si era policía o si era “chorro”.

Con el tanque lleno nos dirigimos a Santa Rosa. La gomería estaba con las luces apagadas.

Irascible, el Colorado golpeó el portón hasta que apareció el gomero, levantado de mal humor. Las gomas no eran nuevas, tampoco eran cuatro y tampoco eran de la misma medida. Eran dos, recapadas y no hubo manera de cambiarlas pues “a éstas no se las lleva nadie” aseguró el sujeto. Dormitamos un par de horas, a la vera del camino, cerca de Acha, hasta que clareó.

Yo iba conduciendo por el camino del Desierto. Veníamos discutiendo, sobre el problema que tendríamos si nos paraban los milicos en la ruta. El número de motor no coincidía con los documentos, que estaban además a nombre del Tordo. No teníamos cinturones de seguridad ni matafuegos. Faltaban las balizas y el crique, que quedaron en otras manos, allá en Pellegrini. Unos kilómetros después de Chacharramendi se paró el motor. Habíamos cargado suficiente combustible y así lo atestiguaba el indicador. Con un destornillador y un alicate oxidados, que fue lo que quedó de la caja de herramientas, pudimos descubrir que no funcionaba la bomba de nafta. Le habían puesto el filtro después de la bomba y ésta recibió todo el óxido que venía del viejo tanque.

Mandé una nota pidiendo auxilio mecánico al ACA de Colonia 25 de Mayo (a unos 120 kilómetros), por medio de un gentil camionero. El cercano mediodía de Febrero se hacía sentir en el desierto. No teníamos agua. Al rato apareció la amarilla y única grúa de auxilio que poseía el ACA de 25 de Mayo. El conductor se detuvo porque le señalábamos el capot abierto. No había recibido la nota, que llegó después de su salida. Nos dijo que no volvería antes de un par de días y nos dejó una manguerita para chupar combustible.
Juntando alambres del costado del camino (es increíble la cantidad de cosas que hay tiradas al costado del camino), logramos atar el bidón de plástico a la visera del parabrisas. y cargario con el combustible que el Colorado chupó del tanque. La manguera abastecía de nafta en forma directa al carburador, lo que permitió reiniciar la marcha. Pero el bidón tenía una pequeña fisura, por la que goteaba nafta, que caía finalmente en el motor. Ante el peligro de incendio y de producirse éste, convinimos en tirar la camioneta inmediatamente a la banquina y saltar afuera para salvar los bolsos y las cañas, que estaban en la caja. El problema era que la puerta de mi lado se trababa y era muy difícil volver a abrirla. Viajé los siguientes 120 km. sosteniendo la puerta abierta con mi brazo derecho.

En Colonia 25 de Mayo, luego de tomarnos un par de litros de agua mineral y comer algo, fuimos a ver al concesionario del ACA, que se deshizo en disculpas, asegurando que nos mandó un aviso, a través de un automovilista, ante la imposibilidad de prestarnos auxilio.

No podían cambiar la bomba pues no tenían al1í un taller, pero en Catriel, a unos 15 km.Miguelito estaba aguardando nuestra llegada para hacerlo, gracias a su oportuna gestión.

Habiendo cargado combustible en el tanque y el bidón, partimos hacia el ta1ler de Miguelito, con la sensación de estar conduciendo el carromato de algún viejo circo.

El control del SENASA (Sanidad Animal, por la campaña contra la aftosa) nos detuvo en la ruta para preguntarnos si llevábamos algún producto cámico hacia el sur y fumigarnos con entusiasmo la camioneta. Pagamos la fumigación, mientras veíamos con inquietud, a pocos metros de allí, a la policía local controlando vehículos. Nadie nos paró.
Catriel es una pequeña ciudad rionegrina de unos 16.000 habitantes, que tiene pocos árboles y una heladería abierta a la hora de la siesta. Miguelito dormía, como era de esperar. A las cinco de la tarde este hombre serio y regordete nos cambió la bomba, regulé el carburador y salimos.
Era viernes y podíamos llegar con suerte el sábado por la mañana a Junín. La promesa de estar pescando pronto nos reanimó. Decidimos tomar por Añelo para evitar el embotellamiento del viernes en Neuquén y de paso esquivar controles policiales.

Acabábamos de dejar atrás el Dique Portezuelo Grande cuando tuvimos el placer de admirar el crepúsculo mas hermoso que yo hubiera visto en la Patagonia. La mitad del cielo estaba límpido, sin nubes, mientras que desde el Suroeste se aproximaba una tormenta eléctrica de nubes violetas. Los rayos del sol que se filtraban destacaban los volúmenes de fuego de los Cerros Colorados. En el embalse había patos y el viento era fresco.

El primer neumático se pinchó un poco más allá. Por suerte venía una camioneta con obreros de la presa que nos ayudaron a cambiarlo, bajo la tormenta de granizo. Suerte también, porque tenían un buen crique.
A los veinte minutos de marcha se reventó la goma recapada de Santa Rosa. Estábamos en medio de la Patagonia, de noche, sin crique ni goma de auxilio. Para colmo había “luz mala”. Acordamos que yo me quedaría a cuidar las cosas (defendido con mi Victorinox) y el Colorado haría autostop hasta Cutral Có -Plaza Huincul, donde haría arreglar las gomas ya la mañana siguiente me pasaría a buscar para reemprender la marcha.

Una pareja de alemanes se lo llevó, dejándome en medio de la noche reflexionando acerca del sorprendente resultado de la superposición de los pequeños efectos.

No podía dormir, pues dentro de la caja se había acumulado todo el calor del desierto. Intenté conciliar el sueño en la cabina, sobre el volante. A poco de cerrar los ojos, me desperté sobresaltado: se acercaba un vehículo con todas las luces prendidas, con un cartel luminoso amarillo con letras rojas que decía claramente TAXI. Tardé en relacionar la extravagante aparición urbana en la noche patagónica con la llegada de mi amigo, con las gomas reparadas y un crique prestado.

El crique no funcionó pese a los ánimos propiciatorios con que recordamos a los parientes del gomero de Cutral Có. El impasible taxista cobró sesenta pesos por el viaje y se fué.
De nuevo la noche en el desierto y sin poder levantar la condenada camioneta. Al rato paramos un vehículo en el que viajaba una familia mapuche.

El hombre que venía de padecer aventuras similares a la nuestra en una vieja Rambler, se ofreció a ayudar a cambiar la goma. Entonces sacó un crique de tijera, de ésos que tenía el Citroen, con una varilla larga, articulada en el medio. Sin que yo pudiera dar crédito a lo realizado, cambió la goma con la ayuda del Colorado. Exte-
nuados, reanudamos la marcha una vez más, agradeciendo la ayuda al lugareño. El hotel de Cutral Có fué el primero que encontramos y tomamos con la firme promesa de su propietario de disponer de agua caliente en el baño y un desayuno a las siete.

No es fácil empresa, en general, hacer cumplir lo convenido en nuestras tierras, pero fué mucho mas difícil en ese hotel. Después de ducharnos en el baño de la única habitación que recibía los favores de la caldera, que no era la nuestra, desayunamos ya las ocho salimos a la ruta.
El viaje fué apacible. A partir de Zapala tomamos la RN N° 40 y no tuvimos sobresaltos.
Cuidamos de llevar la camioneta a menos de ochenta, lo que demoró aun más la segura pesca del sábado. La ansiedad casi hizo estallar nuestros corazones al bajar la cuesta de La Rinconada bajo un mediodía soleado. Al llegar al periurbano de Junín de lo Andes, el motor volvió a detenerse, pero esta vez una rápida limpieza del filtro permitió llegar a la estación de ómnibus a retirar la caja de la comida. Nadie nos atendió, por lo cual decidimos irnos al Malleo, a media tarde, después de comprar algunas provisiones.

El sentimiento de frustración y el cansancio del viaje, que duró dos días y medio, no ayudaron a relacionarnos con el río y menos aún con las truchas. Al Colorado se le escaparon tres y yo clavé un poco de chiquitaje, además de caérseme un reel al agua, que pude, con trabajo, recuperar. Descubrimos que tampoco ~staba el farol en la camioneta y cocinamos algo olvidable, antes de dormir; El día domingo no fué mejor. En la estación de micros nos dijeron que la encomienda posiblemente hubiera sido bajada en Zapala (en realidad se extravió, lo supimos más tarde).
Dado el estado de nuestro vehículo, no era aconsejable usarlo para trasladarse a Bariloche. El estudio comparativo de los horarios de ómnibus, me convenció que era mas fácil viajar de Junín de los Andes a Honolulu que a Bariloche. Por cualquiera de las tres alternativas posibles, que incluían hasta tres trasbordos para hacer 170 km., la hora de arribo era siempre posterior a la salida de mi vuelo, lo que implicaba pernoctar en Bariloche y perder otro día más de hipotética pesca.

Después de hablarle a Marita para suspender su llegada, decidimos regresar en micro el lunes. En la terminal de ómnibus de Junín, nos robaron un bolso, con reels y cámara fotográfica. El viaje de regreso fue tan lamentable como era de suponer. Arribamos a Retiro el martes a las siete de la mañana, cansados y de pésimo humor.

Llegado a mi casa, entre los mensajes que acumulaba el contestador, escuché un recado que pedía que me comunicara con un señor al que no conocía. El automovilista que había partido de Colonia 25 de Mayo con la esquela del concesionario, avisándonos que no podía mandar el auxilio, consiguió mi teléfono en el automóvil Club y me llamaba para entregarme la nota.

R. P., Bs. As, Julio de 1996

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