Editorial 51

13 años del Boletín Mosquero 

Mejor manejo del recurso y más pescadores deportivos.

La calidad de la pesca deportiva se ha deteriorado en las últimas décadas. Todos los pescadores conocemos esta realidad.

Este deterioro se debe a múltiples factores. Son tantos que resulta difícil comprometer una enumeración sin riesgo de omitir alguno.

La pesca furtiva, el deterioro ambiental, la pesca comercial sin límites, el crecimiento demográfico, la falta de control, la falta de educación, la inexistencia y desconocimiento de las normas, etc.

Muchas veces escuchamos que se relaciona directamente el deterioro de la calidad de la pesca con el aumento del número de pescadores.

Entonces surge la pregunta de si para conservar la calidad de la pesca deportiva hay que limitar el acceso de los pescadores a los ambientes de pesca.

Rechazamos esta idea.

El problema de la pesca deportiva en la Argentina no es la cantidad de pescadores, ni siquiera creemos que lo sea en los ambientes mas accesibles.

En las bocas famosas, salvo en los primeros días de la temporada, es difícil ver congestión de pescadores.

El presente y el futuro de la pesca deportiva depende de la implementación de políticas de manejo del recurso que sean eficaces y logren poner fin a la pesca furtiva, el deterioro ambiental, etc.

El principal problema es la ausencia y discontinuidad de buenas políticas de manejo del recurso, debido a la escasez de presupuesto y de apoyo político, aún pese al buen trabajo y dedicación de biólogos y funcionarios técnicos.

Por momentos toda la atención se centra en el conflicto de los accesos. Esta disputa, que nos ocupa desde hace unos años, debe ser superada rápidamente, deben garantizarse los derechos públicos.

La verdadera discusión y el verdadero desafío que debemos enfrentar todos a los que de una u otra forma nos interesa la pesca es la implementación de políticas de manejo del recurso que lo hagan sustentables en el tiempo y susceptible de ser usado por todos.

Debemos poder ocuparnos de gestionar el recurso, no de cómo poder acceder al río o de cómo impedir que otros lo hagan.

Resulta absurdo discutir horas acerca de si los pescadores podemos navegar en un río y después de concluido el debate sin resultados, tomar conciencia que en ese mismo río hay grupos organizados de furtivos diezmando el recurso.

De qué sirve dedicarle horas al debate de si la temporada se abre tan solo una semana antes o una después, mientras en ese mismo río no hay eficiente control sobre las erogaciones de caudal de las represas y los furtivos transitan por sus costas.

Los pescadores queremos pescar, queremos que no se cierren más accesos, que se acuerden nuevos y que se reabran otros que antes había.

Somos los mismos pescadores que hemos instalado el concepto de captura y suelta, de uso sustentable y de respeto por la naturaleza.

Queremos superar esos conflictos y consolidar todo lo que conceptualmente hemos avanzado para conformar una alianza con todos los sectores interesados en la pesca deportiva.

Pero queremos estar en el río que defendemos y pescar los peces que cuidamos.

La Comisión Directiva