Editorial 26

Fin de año 

PESCA DE TRUCHAS EN INVIERNO

El año pasado la Provincia del Neuquén autorizó la pesca de truchas con devolución obligatoria durante una parte de la temporada invernal en un tramo del río Chimehuín. La medida fue tomada, con carácter experimental, a instancias del Centro de Ecología Aplicada, con el propósito de determinar las características de la pesca que es posible encontrar en esa época del año y el impacto ambiental que produciría esta actividad.

Durante esa mini-temporada se pudo observar un número no muy grande de pescadores, casi todos locales, controlado y censado permanentemente por los guardapescas, que llevaron
cuenta de la especie y tamaño de las piezas cobradas, los lugares donde se produjo el pique, la modalidad, líneas y hasta tipo de moscas utilizadas. Esta extensión de la temporada no fue suficientemente publicitada como para que se pueda evaluar la cantidad de pescadores que puede atraer la habilitación de una temporada invernal.

En cambio, se recogieron datos sorprendentes sobre la pesca. En efecto, tanto la calidad de las truchas, casi solamente marrones que arrojaron un promedio de 1.9 Kg., como la cantidad de piques, que para la totalidad de los pescadores censados alcanzó un promedio de uno ca-
da 30 minutos, exceden los valores que se pueden esperar en verano. Las truchas fueron pescadas en su mayoría en correderas, con líneas de hundimiento y streamers o ninfas grandes.

Estos datos parecen retrotraernos a la lejana época de gloria del Chimehuín. Según el CEAN, se pescaron los peces migratorios, que permanecen en el lago en verano y entran al río para desovar en invierno. Parece, pues, que en esa época es posible pescar peces distintos de los que están disponibles durante la temporada.

Ante estos resultados, seguramente este año se mantendrá la autorización para pescar en invierno un tramo del río Chimehuín. Como el CEAN asegura que ello no impactará negativamente sobre la población de truchas ni su hábitat, los pescadores no podemos menos que celebrar la oportunidad de pescar más y mejor. Pero es necesario que se cumplan tres condiciones: que se trate de un tramo de río perfectamente acotado, que sigua siendo pesca y devolución y, sobre todo, que se mantengan los controles que se implementaron el invierno pasado.

Si alguna de estas condiciones no se diera, en poco tiempo también las “truchas de invierno” serán una gloria del pasado.
Es responsabilidad de todos, autoridades, científicos, hoteleros, dueños de restaurantes y pescadores aprovechar esta oportunidad de disfrutar este recurso y asegurarlo para las generaciones que vienen.

LA COMISION DIRECTIVA