Boletín Mosquero 71

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Información General

Black Gnat

Mosca atada por Mario Capovía del Cet

Anzuelo: Para mosca seca # 18
Hilo: 8/0 negro
Alas: Segmentos de plumas de alas de pato mallard natural
Cola: Fibras de pluma de gallo negra
Cuerpo: Dubbing superfine negro
Hackle: Pluma de gallo negra

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NUEVOS SOCIOS

Activos
1533 BONFIGLIO, Gisela
1534 GARZARON, Jorge
1535 ZIZZETA, Gustavo Ernesto

Adherentes
3117 EVANS, Pablo Ariel
3118 MAGRINI, Diego

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CENA DE APERTURA DE TEMPORADA 2009/2010

El día 22 de octubre, en un clima de cordial ca-maradería, se llevó a cabo la tradicional cena de apertura de temporada en la Asociación de Criadores de Caballos Pura Sangre de Carrera.
Respondieron un número importante de asociados a la convocatoria, disfrutando de una grata velada en un clima de entusiasmo y alegría, oportunidad en la que compartieron inquietudes frente al comienzo de temporada.

Expresamos nuestro agradecimiento a todos los asistentes y especialmente a los amigos y comerciantes que hicieron las donaciones de los productos sorteados entre los concurrentes.

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LA AAPM EN LA II FLY EXPO 2009

Los días 30 y 31 de octubre, como en la anterior oportunidad, en la ciudad de Junín de los Andes, se llevó a cabo la II Fly Expo 2009.
En representación de la A.A.P.M. concurrieron Fernando Cebada, Héctor A. Urreaga, Julio A. Raimondo y Aurelio de la Pina incorporándose en la zona nuestro socio vitalicio Coco Funes.

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CLINICA DE MARCELO MORALES

El sábado 24 de octubre, en el ovalo central del circuito KDT, se realizó una clínica avanzada de casting, dictada por el prestigioso Marcelo Morales.
La misma convocó a un nutrido número de pescadores con mosca que disfrutaron de la clínica. Durante el transcurso de la mañana se trataron temas tan importantes como el lanzamiento en sus distintos estilos y variantes, consejos para corregir errores comunes, mejorar distancia y lograr mayor precisión. Con extrema humildad y una técnica envidiable, atendió a cada consulta formulada por los asistentes.
Pasado el mediodía, compartimos un almuerzo, que fue condimentado con el relato de las últimas salidas de pesca de Marcelo.

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CLINICA DE KLAUS FRIMOR

El 5 de diciembre, en el predio de Lago Escondido, la Asociación Argentina de Pesca con Mosca presentó a Klaus Frimor, quien realizó una clínica intensiva sobre Underhand (la moderna técnica que revolucionó la pesca con mosca) para cañas de 1 y dos manos.
Este dinamarqués de treinta y ocho años, es uno de los principales referentes del estilo Escandinavo de pesca con mosca. Desde 2008 es el responsable del diseño de cañas y líneas para Loop Tackle Design de Suecia. Se trata de la única persona en alcanzar el “Titulo de Instructor Certificado” por la leyenda escandinava Göran Andersson.
Dentro de las actividades, además de la clínica de Underhand con cañas de una y dos manos, y de una charla indoor sobre diseño de cañas y líneas; se pudo disfrutar de un almuerzo, testeo de equipos Loop y sorteo de productos.

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La AAPM con los alumnos de los Cursos Integrales I y II

Acompañando a los alumnos que organizaron su primera salida de pesca, viajaron a Junín de los Andes, Fernando Cebada, Héctor Urreaga, Alejandro Raimondo y Aurelio de la Pina.
Fue una salida de 4 días, llena de expectativas e ilusiones. El grupo de 16 alumnos se alojó en la Hostería Chimehuín, uno de los tantos lugares donde se fue gestando hace más de 35 años la AAPM, lugar digno de visitar, están las imágenes de aquella pesca con mosca que muchos no conocimos, fotos del Bebe Anchorena, Jorge Donovan, Eliseo Fernán-dez, Joe Brooks, Morena Quirno Lavalle, y tantos más.
La pesca no fue tan fácil. El río estaba con mucha agua, difícil, lo cual si bien no permitió pescar lo suficiente creemos que esta condición dura les servirá a los alumnos en un nuevo intento con aguas más fáciles de vadear, ya que el casting en general era bueno.
La despedida nos encontró en el quincho recién reestrenado, el brindis y la promesa “que se repita” fue el broche de oro.
Para la AAPM fue una primera experiencia en acompañar, a alumnos de un curso. Ya estamos trabajando para el año próximo en los Cursos Integrales III y IV.

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Carpas con mosca

Se reitera en las sucesivas ediciones del Reglamento de Pesca Continental Patagónico que la carpa común (Cyprinus Carpio), “…al decir de los mosqueros, es uno de los peces mas delicados y cautos para la pesca bajo esta modalidad, haciéndola muy atractiva…” (pag 121, 09/10).

Tan elogiosa presentación corresponde a una respuesta pragmática frente a la avasalladora presencia de la especie en los más variados ámbitos. Su práctica esta tan difundida en el hemisferio norte que se erige como una modalidad propia, llamada “carp fishing” o también “pesca dorada”.
Posee una destacada capacidad de adaptación a ámbitos acuáticos de marcada amplitud térmica, incluso con muy baja oxigenación y elevado p/h, que junto a su régimen alimentario omnívoro, constituyen la clave de su expansión e indicador de los distintos comportamientos que puede asumir.

La temperatura del agua parece ser el único límite a su dispersión, ya que si bien los adultos toleran registros muy rigurosos, por debajo de los quince grados, los reproductores no muestran maduración de los gametos impidiendo esta actividad. Por debajo de los trece disminuye su crecimiento y a los cinco grados centígrados deja de alimentarse.
Durante su etapa juvenil viven en cardúmenes, hasta adquirir hábitos solitarios al alcanzar la madurez.
Además, su boca proctátil y vigorosa permite una acción de remoción prolongada de los fondos para obtener alimento donde le resulta vedado a otras especies. Esta acción consiste en “…proyectarla para sustraer una porción de barro del fondo del agua. Luego expulsa fuertemente hacia arriba lo ingerido y atrapa entre los sedimentos dispersos, los diferentes organismos que habitan en la comunidad bentónica y que son su principal alimento?? (Rosso, pág.156).-

En las orillas de poca profundidad donde se desarrollan y viven larvas e insectos y caen semillas y frutos, es habitual encontrarla en importantes concentraciones. Es en estos sitios donde “…las carpas se alimentan de ninfas e insectos emergentes de manera bastante similar a como lo hacen las truchas…” (Wegrzyn & Ortubay, pág. 40, t I ).-
Aún así, para el correcto funcionamiento de nuestros engaños, el agua debe presentar un importante grado de transparencia.-
En esta situación se detecta fácilmente a simple vista si se tiene la precaución de evitar exposiciones o ruidos que alteren el ambiente, pues es un pez muy cauto y perceptivo. Desde fuera del agua debemos observar el lugar hasta advertir su presencia. Su robusto cuerpo genera al desplazarse en aguas someras una apreciable turbulencia, la acción de remover el limo produce un típico enturbamiento en forma de cono, y también, ya sea cuando escarba o se traslada puede sacar la aleta caudal o dorsal fuera del agua.

Ubicado el pez, con cuidadosos lances debemos depositar la mosca con la mayor naturalidad en su espectro de caza, pero nunca dirigírsela directamente, pues difícilmente en la naturaleza un insecto actuará así.

En tales condiciones, ninfas algo voluminosas y de colores vivaces o pequeños streamers lastrados, trabajados con desplazamientos lentos y erráticos, en lo posible al ras del fondo, pueden lograr esa tomada característica muy lenta y suave al principio pero vigorosa y zigzagueante luego. Ninfas de jabalí teñido, lastradas y con brillos, u alguna otra similar, pequeñas zonker o woolly bugger en anzuelo diez resultan aptas.
En las mismas aguas, moscas emergentes o secas puedan dar resultados asombrosos cuando su boca tubular emerge parsimoniosa hasta englutirla con un buen bocado de agua, momento oportuno para la certera clavada.
Las moscas bivisible y adams, algo voluminosas y de colores vivos u otras del tipo parachute, montadas sobre cuerpo de foam para darles mayor adherencia a la superficie del agua, evitando así, que la turbulencia que genera su boca al expandirse desplace la mosca y erre el pique.-

Para acentuar este mismo efecto de fijación se puede agregar al leader un corto tippet (short-tippet) de fluorocarbon de un diámetro importante, pero reservando para la mosca un nudo del tipo Lefty, que no le reste movilidad propia.
Encontramos adecuadas las cañas de 7.6 a 8 pies, de acción cuatro a siete según el porte activo en el momento, armadas con líneas de flote de torpedo avanzado para lograr precisión en tiros cortos con moscas grandes.
Sin perjuicio de la abundancia de la especie, para la situación efectiva de pesca -al menos del modo que aquí se indica-, se ha logrado en las aguadas o sectores de bajo caudal de ríos y arroyos, en momentos de nivel estable o en bajante, donde la decantación de sedimentos permite la mayor transparencia.
De manera meramente ilustrativa, debo indicar que han resultado particularmente rendidores en su momento el arroyo Las Flores del partido homónimo, en ejemplares chicos y con mosca seca. También el arroyo El Gaucho de Coronel Dorrego, al que corresponden las fotografías que ilustran la nota.- También se han logrado capturas en los arroyos El Venado de Guaminí, y el arroyo Las Garzas en el partido de Navarro.
Un amplio desarrollo se avisora en esta especialidad donde surge un creciente interés por su conocimiento.

Bibliografía citada:
Juan José Rosso, “Peces Pampeanos, guía y ecología” ed. L.o.l.a. 2007.
Daniel Wegrzyn y Silvia Ortubay “Salmónidos en la Patagonia” ed 2009.
Nuestro agradecimiento al Dr. Ceferino Traverso, de Oriente, por el material fotográfico aportado y las pescas compartidas

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Algunos apuntes acerca de ?El pescador de mosca y el punto de vista de la trucha? de Col. E. W. Harding

acerca de “El pescador de mosca y el punto de vista de la trucha” de Col. E. W. Harding

No hace mucho, y gracias a la generosidad de un distinguido consocio, cayó en mis manos el libro “The Fly fisher & the trout’s point of view”, del coronel E. W. Harding.

Luego de una leída superficial a los primeros capítulos le comente al entonces dueño del libro que no lo encontraba novedoso ya que muchas de las observaciones acerca de la luz y su comportamiento en el agua, así como de la visión de las truchas ya las había leído en otros libros. En Vincent Marinaro y en Gary Borger principalmente.
Claro, fue su respuesta, solo que Harding fue el primero en escribir sobre ello, medio siglo antes.
Esas palabras me hicieron mirar el libro (y a su autor) con otra atención y bajo una nueva luz y de manera mucho más respetuosa.
Volví a leerlo, ahora con otra atención.
Es de esa relectura que surgen algunos conceptos que quisiera compartir.

Una de las primeras cosas que hice fue volver a Vincent Marinaro y su “En el anillo de la subida”, una joya que recomiendo especialmente, para poder comparar los conceptos de uno y otro.
La primera impresión es que no hay demasiadas diferencias, pero una lectura más atenta nos muestra que mientras Marinaro pone énfasis especialmente en la “ventana” de visión de la trucha, Harding le da importancia relativa. Para Harding es más importante lo que la trucha ve antes de que el insecto entre en la ventana. Se fija entonces en la impronta de las patas del insecto en el agua y como, al deformar la película, producen destellos de luz que son los que atraen a la trucha bastante antes de poder ver al insecto entero.

También introduce un concepto muy interesante: al hacer hincapié en que nosotros, los humanos, podemos darnos cuenta del concepto de reflexión en un espejo, o en la película de agua, para el caso, para la trucha no hay distinción entre la imagen real y la reflejada. Para la trucha, además, no existe el concepto de superficie del agua como separación entre dos mundos, el acuático y el aéreo, sino más bien como una especie de cortina traslúcida oblicua detrás de la cual ve también parte del mismo mundo sumergido en el que vive, ya que no ve el cielo, y no sabe tampoco entonces que lo que sí ve es el reflejo del mundo sumergido en el que habita. Simplemente ve más agua, solamente que a veces deformada o menos nítida.
Para Harding el mundo refractado es menos importante para la trucha que el reflejado, desde abajo y hacia abajo.
Reflexionando sobre este tema, parece bastante lógico. La mayor parte de la alimentación de la trucha se da con organismos que están dentro del agua y no sobre ella: insectos en sus estadíos pre-adultos, pequeños peces y alevines, e inclusive insectos que se sumergen para desovar.
Incluso cuando se alimentan en la superficie, y eso lo sabemos los pescadores, muchas veces se alimenta de insectos que están en la película y no sobre la misma, con lo cual su objetivo está dentro del agua. Y cuando come insectos sobre la superficie, lo que primero ve, apunta Harding, no son las puntas de las alas, lo que primero ve es la impronta de las patas en la película, deformándola gracias a la tensión superficial, y lanzando entonces los destellos que llaman la atención del pez. Por la misma razón desestima que un anzuelo brillante espante a la trucha.
Son estos puntos de luz los que alertan al pez y lo preparan para atacar su presa una vez que se acerca lo suficiente.
Y son éstos los puntos que tenemos que imitar, o su efecto, en nuestros hackles. Con sus puntas apoyándose pero no atravesando la película, con puntos de apoyo distinguibles para producir esos puntos de luz en la superficie vista desde abajo, que imitan el efecto de las patas del insecto.
Esto enfatiza la necesidad de usar pocas vueltas (3 o 4) de hackle de buena calidad, que no se ablande y permita que la mosca apoye en pocos puntos sobre el agua.
Harding también sostiene que cuando la mosca hace un drag en forma incorrecta o no deseada (a diferencia de cuando se “patina” la mosca) lo que el pescado ve es una estela de luz casi en forma de cometa, la que la hace muy visible y, por lo tanto, al ser algo totalmente fuera de lo que se da en la naturaleza, la trucha la ignora. Todos conocemos eso…
También sospecha Harding que el color de la mosca es de menor importancia en la seca, ya que lo principal sería la impronta luminosa de las patas y luego las alas y cuerpo, vistas siempre o casi siempre a contraluz. Distinto el caso de moscas que se pescan en la película o bajo ella, como los spent spinners o las ninfas emergentes, cuyos cuerpos están en el agua y por lo tanto más a la vista de la trucha y entonces el color debe ser lo más parecido a los naturales.
Como conclusión y resumen sobre esta parte de los estudios y conclusiones de Harding diremos que nuevamente se sorprende por la, según él, desmedida importancia que se le da a la ventana en la pesca con mosca seca. Sostiene que la trucha ve a lo lejos la impronta de luz de las patas del insecto y es a ellas a las que va subiendo, con lo que la ventana se va reduciendo y solamente al final ve las alas del insecto por ella. Atribuye entonces, en aguas quietas, a esa aparición casi repentina de las alas, en un lugar diferente de su campo visual, el que a veces la trucha cambie de objetivo para atacar la nueva aparición y el consiguiente yerro en la tomada que a veces podemos notar a último momento.
En las moscas secas hay que poner más atención entonces a la delicadeza del apoyo en el agua, a la utilización de hackles de primera calidad y en poca cantidad para mantener la mosca liviana más que otros detalles que alegran la vista para el pescador pero son invisibles para la trucha.
En las húmedas y ninfas (emergentes o no), el color y otros detalles como la textura, branquias, colas y patas sí adquiere relevancia, al encontrarse toda la mosca bajo la observación de la trucha.
Es importante hacer notar que estas observaciones están en su libro publicado en 1931.

Para aquellos interesados en duplicar sus observaciones, adjunto esquemas de su tanque que, a diferencia del de Marinaro, no deja entrar la luz desde abajo para mejor duplicar el efecto real e impedir una poco natural iluminación de los insectos desde abajo.

Por Patricio Pusso

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PMX Royal (Parachute Madam X Royal)

(Parachute Madam X Royal)

Todos los años surgen materiales de atado novedosos que se integran a nuestras cajas de atado y de los cuales pensamos que nos brindarán la posibilidad de tener más éxito a la hora de pescar. El espectro es infinito… y eso es lo realmente divertido en el “juego” de atar moscas.
La variedad de moscas artificiales que ofrece el mercado mundial es cada vez más amplia. Tantos diseños hay que es imposible recordarlos a todos y pocos nos sorprenden…mas bien diría que nos marean, ya que en su mayoría son mas de lo mismo pues el simple cambio de un material o un color da lugar a la publicación de “una supuesta mosca nueva”
Algunas de estas moscas son adaptaciones de diseños ya reconocidos, reinventados a través de la incorporación de algunos pasos más dentro de sus recetas.
En este caso, la “PMX Royal”, cuya secuencia de atado describiremos, es una derivación de la antigua y mundialmente famosa Royal Coachman, que según mi criterio es una de las mas bonitas moscas que se hayan diseñado.

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Materiales:

Anzuelo: Mustad 94831, TMC 200R TMC 2312 o similares # 8 a 12.

Hilo: 8/0 negro.

Ala (poste): Pelo de ternero o si mntético blanco.

Cola: Pelo de ciervo.

Cuerpo: 30% de la pata de pavo real, 30% de cintura de floss rojo y 40% de pavo real hasta el ojo del anzuelo.

Ala: pelo de ciervo.

Patas: De goma a los lados al estilo Madam X.

Hackle: Gallo marrón.

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Secuencia de atado

Atar un mechón de pelo de ternero blanco o material sintético (ej.: Z-lon), que servirá luego para enroscar en su base la pluma en estilo parachute y que nos permitirá visualizar mejor la mosca cuando la estemos usando.

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Atar un mechón de pelo de ciervo a lo largo de la pata de anzuelo, cuyas puntas oficiarán de cola de la mosca.

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Atar en la base de la cola tres o cuatro fibras de pluma de cola de pavo real.

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Enroscar las fibras de pavo real en un 30% aprox. de la pata del anzuelo.

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Atar una hebra de floss rojo junto al primer segmento de pavo real.

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Enroscar el floss rojo formando la cintura del cuerpo de la mosca.

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Atar como ala un mechón de pelo de ciervo que quede apenas más corto que el final de la cola.

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Atar en forma vertical la pluma de gallo marrón sobre el poste de pelo blanco.

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Atar otras tres o cuatro fibras de pavo real en la base del ala de pelo de ciervo.

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Enroscar las fibras de pavo real hasta llegar al ojo del anzuelo.

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Llevar el hilo hasta atrás de la base del poste de pelo blanco y atar de cada lado las patas de goma apretándolas para que queden en cruz.

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Adelantar nuevamente el hilo junto al ojo del anzuelo y enroscar la pluma de gallo marrón en estilo parachute, anudar, cortar el hilo y cementar el nudo y la base del poste del pelo donde está enroscada la pluma para que la mosca sea más resistente.

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Estilo Paraloop

Las moscas estilo parachute, en las que el ala de hackle es enrollado en un soporte fijado verticalmente sobre la pata del anzuelo, como si ésta fuera un paraguas, gozaron de popularidad desde su aparición; y si bien su origen es incierto, parecen haber sido una creación comercial desde su inicio. Una casa escocesa empezó a ofrecerlas en su surtido, y una patente comercial fue solicitada por William Brush en Detroit, Estados Unidos, que le fue otorgada en 1934.
El éxito de esta modalidad de atado posiblemente se deba a que, de los distintos estadíos por los que pasa la vida de un insecto, la emergencia, ese breve momento en que se encuentra suspendido en la película superficial a punto de eclosionar resulta ser el más vulnerable; aquél que las truchas aprovechan para comerlos con voracidad, y por ese motivo ha despertado la imaginación de los pescadores a través del tiempo.
Esa es la apariencia que imita muy bien el estilo parachute, con el cuerpo hundido horizontal sobre el agua semejando el exoesqueleto de la ninfa, y el insecto emergiendo por la parte superior de ésta junto a la caja de alas.
Pero más allá de este estadío de los insectos alados que pareciera representar en particular, el parachute es un estilo de atado en sí mismo y un tipo de moscas muy pescadoras, como lo acredita el hecho de que existen atados en parachute todo tipo de insectos, aún los que no eclosionan en el agua, como las hormigas.
Es que se trata de una mosca que presenta muy bien, tiene muy buena flotabilidad, y al ser eminentemente representativa y no imitadora, las truchas no parecen ser demasiados exigentes por su aspecto. Es una mosca que, cuando la trucha la ve, siempre está a punto de salir volando.

Ian Moutter es un atador escocés, que como cualquiera de nosotros, iba pensando, mientras manejaba su auto hacia su casa, como mejorar algunas de sus moscas favoritas. Así fue que se le ocurrió, partiendo de la idea de las parachute atadas sin poste, en las que el hackle se enrolla sobre un lazo de hilo, que luego se repliega hacia el interior del cuerpo dejando solamente visible el collar de pluma. Llevar esta técnica un paso más allá, montar el lazo en la caja de alas, enrollar el hackle sobre él, luego compactarlo hasta llegar al largo de la caja, y posarlo sobre el lomo de la mosca, atando junto a la cabeza y cortando el sobrante, como si se tratara de un wing case de pluma.
El autor hace una comparación muy interesante, diciendo que este procedimiento es similar a doblar sobre el tórax de una ninfa la caja de alas, con la que se cubre el tórax y se fija junto al ojo del anzuelo.
Por esa razón el largo de la cresta de hackle debe ser similar al largo del tórax que se va a cubrir, debiendo finalizar en el punto de fijación junto al ojo del anzuelo.
Las ventajas de este estilo están en aumentar la flotabilidad de la mosca, la posibilidad de usar plumas de saddle en lugar de cogote, y según su criterio mejorar la silueta de la mosca sobre la superficie.

También, y según el lugar de la pata del anzuelo en que el hackle se fije podremos pasar de un emergente de quironómido colgado de la superficie y vertical en el agua, hasta una mosca invertida, si lo colocamos sobre la curva del anzuelo.

Anzuelos
El autor recomienda el Captain Hamilton de Partridge L3A, es un anzuelo de curva Round Perfect, abertura ancha con ojo volcado hacia abajo; similar al Tiemco 100.
La abertura ancha nos mejora la capacidad de mordida en este caso, dado que un 18 tendría la abertura de un 16, y no perjudica las proporciones pues tratándose de un estilo parachute, sin collar de hackle, no debemos guardar la proporción de éste con el ancho de la abertura. El resto de las proporciones, como largo de pata o grosor del alambre siguen siendo las de la medida que hayamos elegido.

La única modificación que introduce la abertura ancha sobre la curva Round Perfect es abrir más el ángulo de tiro -de clavada- del anzuelo, poniendo mayor presión sobre la punta, dado que tenemos una pata de largo 18 con una abertura de ancho 16. Por ello no resulta conveniente utilizar anzuelos Light, como el L4A, dado que tendrían mayor tendencia a abrirse, sobre todo si pescamos desde una embarcación o desde costa.

La técnica de atado en paraloop consiste en fijar un lazo de material resistente, el autor recomienda GSP (gel spun polipropileno), o bien Superfloss o kevlar fijarlo a la herramienta Gallows, fijar la pluma con el lado cóncavo, el más vistoso, hacia el atador, enrollarla hacia arriba en vueltas firmes pero no tocantes entre sí, y luego hacia abajo hasta la base. Ahí desenganchar el lazo de la herramienta y engancharlo en la gomita para que quede hacia atrás, fijar la pluma, cortar el resto y completar el torax.
Luego se desengancha el lazo de la gomita, y se compacta el hackle ejerciendo una presión razonable y se lo peina hacia atrás, hacia la cola de la mosca. El gráfico resulta exagerado, por que las fibras deben abrirse en un ángulo de 160º a lo sumo.
Una vez compactado y peinado se dobla sobre el torax y se lo fija en la cabeza de la mosca.

También, y según el lugar de la pata del anzuelo en que el hackle se fije podremos pasar de un emergente de quironómido colgado de la superficie y vertical en el agua, hasta una mosca invertida, si lo colocamos sobre la curva del anzuelo.

Otra modalidad es un parachute tradicional, pero con un poste confeccionado de poliestireno expandido que abraza la pata del anzuelo mejorando su fijación, y posiblemente también su flotabilidad.

por Andrés Alvarez

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Ologá Pescando Pavones en el Lago de Maracaibo

Pescando Pavones en el Lago de Maracaibo

Teníamos muchas expectativas sobre este viaje exploratorio de un nuevo pesquero para pavones. Habíamos escuchado historias de increíbles capturas de pavones en las lagunas y caños cercanos a la desembocadura del Río Catatumbo sobre las costas del Lago de Maracaibo. Nuestro destino sería la laguna de Ologá y el pequeño caserío de palafitos del mismo nombre, situado en un largo istmo que corre de Norte a Sur y que separa el cuerpo principal de la laguna del Lago de Maracaibo. ¿Pavones en el Lago de Maracaibo? Parecía el típico cuento de pescadores.

Nuestro Lago que es realmente un estuario con salida al mar, fue notorio por la pesca de sábalos en los años 50. EL record mundial de esta especie perteneció a Mario Salazar con un ejemplar de 141 Kg logrado en 1956. Desde entonces, la actividad de producción petrolera, la salinización causada por el dragado del canal de navegación para permitir la entrada de buques petroleros y los efluentes no tratados de las ciudades en la cuenca, han contribuido a erradicar esta y otras especies de nuestro lago y destruir la pesca deportiva como tal. De allí la importancia de este nuevo descubrimiento.
Echamos los botes a las aguas del Caño Colón casi en el centro del poblado de Sta. Bárbara del Zulia en la región al suroeste del Lago. El tráfico de lanchas y pequeñas em-barcaciones comerciales es nutrido. Este caño, que corre al norte del Rio Escalante, fue construido para ayudar a drenar las tierras circunvecinas y es una importante arteria fluvial en la zona.

El día era agradablemente nublado, la temperatura fresca y el entusiasmo crecía con cada kilometro recorrido. El trayecto cruza extensas tierras llenas del verdor del invierno y escasos puestos donde el ganado se congregaba para evitar las tierras inundadas por las recientes lluvias. La amplitud de la boca del Escalante es impresionante y justo al salir al lago, tomamos rumbo al norte, pasando la desembocadura del Río Catatumbo, y el pequeño poblado de palafitos del Congo Mirador en la distancia contra la costa cubierta de manglares y frondosos árboles. El agua turbia, típica de un rio de ese caudal en nuestras latitudes, se veía interrumpida por extensiones cubiertas de algas y pequeñas islas de lirios de agua y troncos flotantes, traídos por el río.

La entrada a la laguna se hace evidente por el drástico cambio de las aguas cargadas de sedimentos a aguas más oscuras, teñidas de taninos por la vegetación y de una transparencia sorprendente. El sol, ya bastante bajo en el horizonte se escondía detrás de una espesa nubosidad cuando arribamos a nuestro destino, un palafito desocupado retirado a unos 500 metros en la parte norte del poblado. Mientras se preparaban los aposentos y organizaban las cosas, mi amigo y socio de años, Fernando Fonseca y su hermano Freddy armamos cañas y salimos a pescar en la entrada a una laguna directamente frente al poblado. Quedaba quizás hora y media antes de oscurecer y la temperatura era muy agradable, la escasa brisa un deleite para permitirnos el lance de nuestras cañas de mosca sin problema alguno.
Aguas profundas, trasparentes y oscuras rodeadas de manglares y otros árboles tropicales con recodos cubiertos de vegetación, y el ocasional conjunto de lirios de agua cuyas hojas parecían esconder sorpresas inusitadas para el pescador. Decidimos pescar combinando poppers en una línea de flote y moscas pesadas en una línea de profundidad para muestrear eficientemente la superficie y las aguas medias. Yo escogí pescar el popper en una caña #8 mientras Fernando usaba una #6 para la mosca. La acción no se hizo esperar y pronto un violento strike me sorprendió al punto de no estar preparado para reaccionar. La efectividad de ambos métodos fue similar esa primera tarde y si alguien tenía un strike el otro casi podía asegurar otro lanzando al mismo sitio. Los pavones eran muy coloridos y fornidos, gruesos para su tamaño, promediando bien por encima del kilo y medio con algunos excediendo los tres kilos. Esa primera hora y media de pesca arrojó 12 piezas capturadas y devueltas. Nuestra satisfacción de haber comprobado la existencia de este pesquero, bastante cerca de nuestras residencia en Maracaibo, era inmensa. Regresamos al palafito ya oscuro para encontrar casi lista una excelente cena criolla.

Mientras esperaba conciliar el sueño, cosa que no fue nada difícil, me preguntaba qué circunstancias fortuitas habrían permitido el establecimiento de pavones en esta zona que parecía estar hecha para ellos. Sin enemigos naturales como las toninas del Orinoco ni pirañas, los pavones se adaptaron rápidamente en este nuevo entorno donde apenas tres años antes se había capturado el primer ejemplar. Si bien en la actualidad solo se encuentra el Mariposa (Cichla Orinocensis), el potencial de la zona para la pesca deportiva de esta y otras especies es simplemente inmenso.

La mañana fue fresca y de nuevo nublada. La llegada de las lluvias a la zona ha sido prematura y la amenaza de lluvia era constante. Un joven del pueblo de nombre Johnkelvis era nuestro botero. Nunca había visto a nadie pescar con mosca y nos aseguró que éramos los primeros. Esto se evidenció por la tarde cuando al regresar a almorzar, le comentó a los otros locales de nuestro nuevo método. Alexis, el cacique local, insistió en acompañarnos en otro bote por la tarde para ver con sus propios ojos la novedosa técnica.
Para los locales la presencia del pavón es algo nuevo y están llenos de dudas y desinformación. Mientras cenábamos, me di a la tarea de tratar de enseñarles y hacerles comprender el tremendo potencial turístico de ese hallazgo y la necesidad de preservar la población de pavones. El concepto de pesca y captura era nuevo para ellos y no comprendían el devolver hoy para tener mañana. La expresión de uno de los jóvenes que nos sirvió de lanchero esa tarde evidencia su percepción del asunto. Al ser preguntado por Alexis cuando regresamos sobre cómo nos había ido, sus palabras textuales fueron: “Sacaron más de treinta pero los botaron todos” No los devolvimos ni los liberamos, los botamos.

Les hablé de las experiencias en otros países en la gerencia de una cuenca para su explotación como pesquero deportivo. Les expliqué el por qué se debe limitar la captura, la importancia de devolver los grandes por su mayor impacto en la habilidad reproductora, les di la idea de crear algún tipo de licencia local para limitar el número de cañas y crear un ingreso para la comunidad. Creo que hay una importante tarea por hacer por este nuevo patrimonio que merece nuestra protección y cuido. Ellos piensan que el pavón está diezmando la población de las especies tradicionales de pesca en la zona y principal fuente de ingresos de los habitantes de la zona. Les expliqué que lo más probable es que el pavón estaba reemplazando el nicho biológico del bagre cazador o doncella, muy común en esas aguas en tiempos pasados pero muy escasos hoy en día. Les explique el privilegio y gran potencial que tienen en sus manos, si lo aprenden manejar, para el beneficio de todos.
La zona es extensa y el pavón ha ido extendiendo su penetración. Lagunas y caños están colmados y hasta en el propio lago de Maracaibo, sobre las costas se pueden sacar. La zona de ríos y lagunas de aguas claras penetra la tierra zuliana por las caños y ciénagas donde ocurre el fenómeno del relámpago del Catatumbo que alumbra los cielos todo el año noche tras noche. Se encuentran dentro del Parque Nacional Ciénagas del Catatumbo. Son parajes hermosos, salvajes, donde los araguatos y los paujís todavía son comunes. El potencial de la zona como nuevo paraíso para la pesca deportiva es significativo. Invita a explorar hasta dónde se evidencia la presencia de la especie y a la siembra, ahora con conciencia, de las otras especies de pavón.

La mañana fue un deleite para la pesca con mosca. Nublado, agradable temperatura y hermosas aguas. El popper no resultó muy productivo y Fernando me llevaba una buena ventaja. Preferían las moscas de profundidad de colores claros y pescadas bien lentas. Pescamos la mañana y unas dos horas al final de la tarde. Las capturas excedieron los 70 ejemplares en los dos días.

por Rafael Morillo

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Pesca con mosca en el Central Park

New York, ciudad cosmopolita por excelencia, la ciudad del vértigo, de los rascacielos, de la quinta avenida y sus negocios, de Broadway y sus musicales increíbles e imperdibles, del Empire State y los recuerdos de King Kong.
Del Ground Zero y el lamentable recuerdo de la estupidez humana, de Chinatown, de Little Italy, de la estatua de la libertad y así podría seguir un rato largo y aburrirlos.

Que tendrá que ver esto con una nota de pesca, bueno en principio muy poco, pero si es el comienzo de un relato de una pesca inesperada.
Hacia un tiempo con Juan Pablo Gozio estábamos organizando un viaje, con nuestras respectivas mujeres y la idea era una combinación de vacaciones y pesca, para lo cual organizamos un viaje de diez días en la zona de New York.
Lamentablemente por cuestiones de tiempo solo pudimos organizar un día de pesca en Cape Cod, unas millas al sur de Boston dónde nos esperarían los famosos striped bass. Partimos con dos resumidos equipos #8 en los bolsos y el compromiso de comprar líneas, moscas y toda cosa que nos tentara en Urban Angler de la quinta avenida.
Durante nuestras extenuantes caminatas diarias y recorriendo el Central Park, el pulmón de la gran manzana, (para los que no lo conocen y conocen los Lagos de Palermo, bueno… nada que ver) nos encontramos con un padre y un hijo pescando.
Automáticamente las mujeres quedaron de lado y nuestra actitud se convirtió en un ataque furioso de preguntas, hasta apabullar al pobre americano que dejo de pescar para poder responder a nuestro inquisidor cuestionario.
Él pescaba con pan unas carpas espantosas del laguito de Central Park alternando con señuelos de látex para tentar algún largemouth bass. Sin embargo, por lo visto, no era su día de suerte.

El niño pescaba con mosca (un equipo #3) y una imitación de lombriz de horrible confección y más dudosa capacidad de imitación. Aún no había capturado nada tampoco.
Luego de una hora de sesión fotográfica, robo descarado de la caña al nene para poder castear un rato, y despabilar los músculos en el Central Park, aunque más no sea para la foto. Cuando las mujeres empezaron a impacientarse nos fuimos pero algo quedó flotando en el aire.
Nuestras jornadas siguieron con las damas visitando cada local hasta que llegó el momento del ansiado shopping masculino. En Urban Angler nos recibía Tony Panasiti, un mendocino que pasó a mejor vida, viviendo en NYC. Como era de esperar siempre que dos pescadores visitan un local en busca de un producto específico, llenan la canasta de otros miles no buscados inicialmente. Así fue, sumado a dos horas completas de historias y experiencias de pesca
Compramos todo lo necesario y algo más. En medio de la charla, Tony, con malicia intencionada, viendo nuestro síndrome de abstinencia, mencionó en forma descarada, la posibilidad cierta de pescar en los laguitos del Central Park. Completó la seducción con una foto de un bass de unas 8 libras que tenía en su celular y que había pescado apenas dos días antes. Ya teníamos el anzuelo tragado… Lo agarramos del cuello hasta que soltó la ubicación óptima, manoteamos unas moscas de bass y salimos corriendo al destino, pocas horas de luz quedaban y había que aprovecharlas.

Imagínense el lago 3 de Febrero, a las 6 de la tarde de un sábado de primavera ahí fuimos. Disfrazados de mosqueros, con nuestros equipos 8 para sacar algo llamado bluegill (parecido a nuestras chanchitas en tamaño) y algún bass.
Juan Pablo tenía una línea de flote, que era lo aconsejable usar en ese lugar de aguas someras. Yo me las arreglaba como podía para pescar a flote con una línea Intermediate alargando el leader los más posible, pescando un poco más corto y manteniendo la punta de la caña levantada, para evitar que la línea hunda la mosca.
Usamos unas moscas de foam parecidas a nuestras Chernobil y otras a la Madame X, que fueron atacadas sin piedad por minúsculos peces. En un par de horas sacamos cerca de una docena de bass y casi el doble de bluegill. Obvio el grande salió justo ayer que nosotros no pescamos o saldrá mañana, después a nuestra partida. Con los equipos 8 estábamos muy sobredimensionados y en clavadas descuidadas hemos hecho volar a varios bluegills.
A mí se me complicó un poco más, porque la laguna estaba infestada de “russianleg” (gambarrusa entre nos) y al pescar con una línea de hundimiento, me la pase limpiando la línea casi tiro por medio.
La pesca en si, desde el punto de vista deportivo, fue un lindo pasatiempo que con el equipo apropiado podría ser fantástico. Pescar Bluegill es como pescar chanchitas, no esperen otra cosa, eso si vayan con un equipo # 2 es más aconsejable que el 8…

El bass americano pescado con mosca en las circunstancias en las que lo hicimos, tiene tanta gracia, como el discurso de un político en plena campaña
Si lo intentáramos con equipos apropiados #3, por ser un pez agresivo debería ser mucho más divertido de lo que realmente fue para nosotros, por algo es el pez mas pescado en Estados Unidos y del que se ha escrito más libros, y con el que se hacen torneos de pesca por mucha plata.
Bien, ahora que leyeron este apasionante!!! Relato de pesca, ya saben, si van a New York con sus mujeres y quieren despuntar el vicio y olvidarse de las brujas por un ratito, carguen una caña #2 o #3 en el bolso, una línea de flote y algunas mosquitas y no se pierda la gran aventura de pescar en el Central Park.

por Alejandro Kohner

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